A la salida de la oficina

Él también tenía la respiración agitada, pero menos que ella porque había tenido más tiempo para calmarse dado que se había rendido antes.

Apretó los labios con fuerza al oír la respuesta de Liz. No era que no quisiera creerle o que dudara de su palabra, pero le parecía imposible que Stephanie pudiera estar viva o, para el caso, fuera capaz de desappararse... a menos que los hubiera estado engañando a todos durante años haciéndose la inútil cuando en realidad era perfectamente capaz de hacer magia pero prefería que el mundo no se enterara porque le convenía más así... pero no se le ocurría ninguna razón que alguien pudiera tener para dejar de lado una vida de lujos y una familia perfecta para desaparecer de la faz de la tierra.

"No me imagino cómo..." le dijo sinceramente. "Pero tenía toda la pinta... salvo que la chica de la librería tenga una gemela de la que no sabemos nada." Fue lo único que se le pudo ocurrir en ese momento. Él también comenzó a caminar de vuelta para la casa y pasó un brazo alrededor de los hombros de Lizzy, para poder caminar al paso de ella y tenerla cerca.

Volvió a negar con la cabeza cuando él le dijo eso. Ella comprendía totalmente si él prefería no creerle porque ni siquiera ella estaba segura de que pudiera ser cierto a pesar de que acababa de verlo con sus propios ojos. "No. Tiene que haber sido ella." Lo contrarió ahora más segura que antes, al recordar la manera en que la mujer se los había quedado mirando cuando aparecieron junto a la fuente de Hogsmeade. "Recuerda cómo se nos quedó mirando cuando aparecimos frente a la fuente." Le dijo seriamente. "Se quedó helada. Como si jamás hubiera esperado cruzarse con nosotros... como si nos conociera." Le dijo segura. "Por qué saldría corriendo la chica de la librería o su gemela, en caso de que tuviera una?" Le preguntó honestamente. "La única explicación es que nosotros sabíamos que ella estaba muerta y la vimos... cuando tal vez no quería ser vista... menos por alguien conocido, pero ¿por qué?" Dijo aquello más bien para ella misma.

Oyó las palabras de ella, que reflejaban más o menos su propio stream de pensamiento y finalmente negó con la cabeza. No tenía la más mínima idea de cómo podía ser posible lo que acababan de presenciar. "No tengo ni la menor idea. Nada de lo que acaba de suceder tiene sentido." Dijo honestamente.

"La mujer que acaba de desaparecerse claramente puede hacer magia..." Observó. No se atrevió a terminar la frase por temor a que sonara ofensivo llamar squibb a la difunta prima de ella. El término generalmente tenía mala connotación y uno en general trata de no hablar mal de los muertos. "Y, asumiendo que realmente fuera ella quien acabamos de ver, ¿cómo explicas que se viera tan... saludable después de lo que le sucedió?" Preguntó hablando con cuidado, eligiendo las palabras para no decir de manera brusca que para haber sido volada por los aires en muchas piezas, aquella muchacha parecía bastante entera.

"No, yo tampoco." Admitió sintiéndose algo derrotada a demás de confundida, pero sin intenciones de rendirse, por más que sintiera que no iba a llegar a ningún lado con su análisis.

"Sí, pero Fanny también podía... solo que jamás pudo controlarla." Le dijo en caso de que él no lo supiera o lo hubiera olvidado. No era un tema del que se hablara mucho en la familia Dalton y, cuando sucedía, se hacía sólo en susurros e intentando olvidarlo enseguida, por lo que tenía sentido que él no tuviera eso en cuenta. "¿Tu crees que haya podido aprender de alguna manera? Ya oíste lo extraño que sonó eso. Tal vez nunca aprendió a appararse del todo y por eso hizo ese ruido tan raro..." Conjeturó. -Me pregunto si estará bien...- pensó ante la posibilidad de que el ruido no hubiera sido la única irregularidad y también se hubiera splincheado o algo así.

"No lo sé... tal vez encontró una manera de defenderse de esos..." estaba por decir hombres cuando una idea se le ocurrió de la nada y sintió un ligero escalofrío recorrerle la espalda ante esa posibilidad. Abrió los ojos de más en sorpresa e inspiró de manera un poco sonora. "Oh por dios..." Acababa de recordar que cuando su prima era pequeña, la primera manifestación de magia que había tenido había acabado con la vida de su gato. Era algo de lo que tampoco se hablaba mucho, puesto que la familia Dalton tendía a ocultar todo lo que no fuera agradable o pintoresco. El animal había explotado acabando en las paredes y el techo del cuarto de Fanny y ella se había sentido mortificada durante años, aunque en general nunca hablaba del tema. No sabía por qué no se le había ocurrido pensar en eso antes, por qué no lo había recordado la noche del accidente.

El haber pensado así de mal de su prima le dio una puntada de culpa, pero como Auror, se sentía inclinada a analizar todas las posibilidades, incluso aquellas que parecían inverosímiles."Fanny está viva, Dave. Y tiene un muy buen motivo para tenerme miedo." Le dijo con una mueca de preocupación y temor en el rostro.

Cuando ella le dijo eso él recordó que en algún momento le parecía haber oído algo al respecto, pero la familia de ella tenía tantos secretos y era tan cerrada a la hora de hablar de temas complicados, que en general no se molestaba en prestar atención, puesto que sabía que probablemente no se volviera a hablar de el tema delicado de turno por años si se podía evitar hacerlo.

"Sí, esa fue una desaparición bastante descuidada. Demasiada energía para lo que estaba intentando hacer... realmente parecía como si no tuviera el control del todo." Admitió ahora que lo pensaba más fríamente. "¿Pero cómo...?" Seguía dándole vueltas al tema de la supervivencia de Fanny, lo que le parecía imposible desde varios puntos de vista. Una mujer incapaz de hacer magia para defenderse no podía haberse salvado de los Death Eaters y haber salido ilesa.

La miró inquisitivamente cuando ella pareció darse cuenta de algo, ansioso por que compartiera con él lo que sea que le pareciera tan revelador. "Qué?" Le preguntó finalmente, incapaz de esperar a que ella ordenara sus pensamientos antes de hablar. "¿Care to elaborate a little?" Le preguntó con una mueca de lado al ver que ella le había dicho la conclusión sin molestarse en explicar el proceso de pensamiento que la había llevado a la misma.

Esbozó rápidamente una mirada de disculpa y luego se tomó un segundo para reordenar sus pensamientos antes de pasar a explicarle. "Cuando tenía ocho o nueve años, una vez escuché a mis padres hablando sobre Fanny. Parecían estar muy disgustados y por un tiempo no me dejaron verla. Ni siquiera ellos se atrevían a visitar Dalton Manor cuando sabían que ella y sus padres estarían allí. Fanny debía tener alrededor de cinco años y recuerdo que me dio la sensación de que ella debía haber hecho algo muy malo para que mi padre, que era uno de los Aurors más importantes del Ministerio se refiriera a ella con tanto miedo y no quisiera estar en su presencia." Le dijo hablando muy rápido, no porque estuviera nerviosa, sino porque estaba ansiosa de que él estuviera al corriente de lo que ella acababa de recordar para poder continuar debatiendo el tema en igualdad de condiciones. Quería llegar a la parte importante y para eso necesitaba quitarse de en medio las preliminares.

"Algunos años después, Fanny me contó lo sucedido. Aparentemente, su gato la había mordido y, a causa del susto, su magia se había salido de control..." No sabía cómo decirlo sin que sonara horrible. "haciendo que el pobre animal estallara por los aires... de manera bastante similar a lo que ocurrió en su casa la noche que desapareció." Concluyó mordiéndose el labio inferior durante un momento. "No sé por qué no lo recordé antes y es algo de lo que ella no volvió a hablarme después de ese día, pero dijo que incluso muchos años después, aún se sentía terriblemente culpable por el animalito." Explicó.

Oyó la historia de ella con avidez. Su ansiedad por que ella terminara de explicarle las bases sobre las que se sentaba su razonamiento para poder comprender el descubrimiento era tanta como la de ella por terminar de contar su historia.

La historia parecía tener más y más sentido a medida que ella avanzaba. Para la mitad, ya comprendía más o menos por qué ella podía llegar a pensar que Fanny estaba viva y hacia el final, estaba convencido de que ella tenía razón y de que su razonamiento tenía que ser correcto. Lo que no comprendía era por qué ella no se había acordado de eso antes, cuando se enteró de que su prima estaba muerta.

"Bueno, en ese caso diría que tiene sentido que no quiera vernos. Trabajamos para el ministerio y, en teoría, podríamos delatarla a la policía, ¿no?" Le preguntó algo más tranquilo ahora que habían resuelto el misterio. "Supongo que debe temer ir presa." Opinó intentando ponerse en su lugar.

Caminó un trecho en silencio, perdida en sus cavilaciones. Se preguntaba por qué no se había acordado antes de algo como eso, cuando la similitud del caso debería haberle sonado alguna campanita en la cabeza. "Sé que no tiene ningún sentido que me venga a acordar ahora de la nada, pero te aseguro que antes no me vino a la cabeza... I guess the human brain is funny like that..." Dijo aún dándole vueltas al asunto.

"No lo sé... dudo que la policía mágica fuera a procesarla. Ella está decretada como incapaz. Matt se convirtió en su tutor después de la muerte de mi tío." Explicó. "Ni siquiera el Wizengamot se atrevería a condenar a Azkaban un caso como ese. Lo más probable es que la encerraran en San Mungo de por vida." Dijo ahora sintiendo un poco de lástima por Fanny. Ella no la creía culpable de asesinato ni por un segundo. Era demasiado ingenua para hacer algo así y si tantos años después se seguía recriminando el primer accidente, lo más probable es que se sintiera agobiada por la culpa de lo sucedido a sus perseguidores.

Se imaginó lo asustada que debía estar Fanny pensando que ellos la delatarían por trabajar para el Ministerio. Ella siempre había sido tan dependiente de los demás que le costaba imaginársela viviendo sola. En ningún momento se le pasó a Lizzy por la cabeza el delatar a su prima. Si las víctimas hubieran sido unos pobres inocentes, ella tal vez les hubiera tenido lástima, pero Elizabeth no le tenía lástima a la gente que vivía matando y torturando a otros, y ese par de Death Eaters no iban a ser la excepción.

Uno tal vez podría asumir que Fanny era un peligro para los demás, pero en vista de que las únicas dos veces que había tenido ese problema se había sentido mortalmente amenazada por alguien más, Lizzy sentía que no había peligro en tenerla cerca... siempre y cuando no intentara utilizar su magia para nada complejo, claro está. "Pobre Fanny... debe estar aterrorizada. Se debe sentir muy culpable..." Pensó en voz alta.

Al oír la teoría de ella, le parecía más y más lógica. Claro, ella conocía mejor a su prima que él y que nadie más, de seguro era la persona indicada para inferir lo que había sucedido y cómo se sentía Fanny. Asintió mientras escuchaba la explicación de ella y pensó que él tampoco querría estar encerrado en un hospital mental toda su vida por culpa de un accidente.

Sin embargo, a él sí le parecía un poco peligroso que Fanny estuviera suelta a pesar de que le diera pena la idea de encerrarla. Había visto la manera en que su fallida desapparación había lanzado a Lizzy al suelo y no pudo evitar sentir un escalofrío al pensar en lo que hubiera sucedido si Elizabeth hubiera logrado acorralarla... -Hubiera acabado como ese pobre gato.- Pensó horrorizado.

A la luz de las nuevas teorías, el asunto lo comenzaba a preocupar. Sabía que Lizzy probablemente querría contactar con ella y demás, pero él deseaba con todo su ser que no lo hiciera. Tenía demasiado miedo de perderla ahora que la había recuperado, de que la muchacha se asustara y acabara habiendo otro accidente. "Antes de que comiences a pensar en cómo encontrarla y a buscarle un abogado," Le dijo adelantándose a los hechos, por las dudas. "Quiero que te tomes un minuto para pensar en lo que hubiera sucedido hace unos minutos si hubieras logrado alcanzarla y ella se hubiera sentido amenazada, Liz." Le dijo seriamente, lanzándole una mirada elocuente.

El comentario de Dave la sacó de su ensimismamiento y la hizo estremecerse de manera involuntaria. "Lo sé." Le dijo seriamente, algo asustada ahora que había pensado en las posibilidades que por suerte no habían sido. "Pero no puedo quedarme cruzada de brazos y dejarla sola cuando me necesita..." Protestó indecisa. "Tu sabes lo dependiente que es como para andar sola por el mundo, sin poder ver a ninguna de las personas que quiere...¡Y Matthew! Lo que debe haberle costado saber que su esposo estaba sufriendo y no poder decirle que está bien..." Pensó apenada, bajando la mirada al suelo.

Tenía que hacer algo por su prima, pero no se le ocurría qué. La sociedad no podía enterarse de que seguía con vida. Todo el mundo sabía lo que supuestamente le había ocurrido. Era algo que había estado en las noticias durante meses... Si ella aparecía con vida después de que la marca tenebrosa había sido pintada en su puerta, todo el mundo sabría que ella había matado a los Death Eaters en defensa propia. El pueblo querría encerrarla y los magos tenebrosos la buscarían para terminar el trabajo.

Lizzy suspiró pesadamente. "Qué jodidamente complicado." Protestó. "No hay nada que pueda hacer por ella... después de toda la publicidad mediática que tuvo su caso, si aparece viva la gente va a saber la verdad... ¡y los Death Eaters irán tras ella para terminar el trabajo!" No se le ocurría ninguna solución mejor que dejar las cosas como estaban y eso la horrorizaba.

Dave apretó los labios en desaprobación cuando la oyó dudar de esa manera. Sabía que Liz siempre quería ayudar a todo el mundo, en especial a aquellos que parecían necesitarlo mucho, pero en este caso le parecía peligroso y no pensaba aprobar que se acercara a la mujer que casi la mataba un rato antes, por más que fuera su prima y que él la conociera y todo. Lizzy simplemente significaba demasiado para él como para permitirle arriesgarse así. "Creo que se las debe haber arreglado bastante bien para haber sobrevivido sola durante los últimos cinco años, ¿no lo crees?" Le preguntó de manera un poco seca. A la mención de Matthew puso cara de culo, pero no dijo nada. Sabía que ella se había involucrado con el mocoso ese y no entendía ni cómo ni por qué, pero le molestaba. Cualquiera que se metiera con su esposa pasaba a estar en su lista negra y bastante le costaba hacer un esfuerzo para no llevarse mal con Ashdown después de que lo hubiera traicionado así años atrás.

"Si ella quisiera hablar contigo hubiera venido a verte, pero salió corriendo como si tuvieras la plaga. Claramente no está lista para enfrentarse a nosotros." Le dijo intentando mantenerla con la cabeza en frío. "Tal vez si dejas pasar un par de semanas antes de mandarle una lechuza se haya calmado y sepa que si nadie la fue a buscar es porque no la delatamos ni pensamos hacerlo." Sugirió esperando que ella considerara las opciones menos peligrosas como el correo antes de intentar exponerse a un accidente.

"Lo sé, corazón. Pero a veces hay que tener paciencia. ¿Si? Pensaremos en alguna manera de ayudarla que no resulte potencialmente mortal para nosotros, ¿te parece?" Sugirió aún estrujándola contra él, sin ganas de dejarla ir. "Pensémoslo más tranquilos después de la cena." Propuso con una sonrisa.

Lizzy sabía que Dave no aprobaría que intentara ayudar a su prima y, si bien a ella también le daba un poco de miedo lo que acababa de suceder, sentía demasiada pena y preocupación por Fanny como para no hacer anda. Por otra parte, sabía que Dave entendería. Él siempre entendía, sin importar de qué se tratara y eso para ella era invaluable. Era una de las cosas que la hacía amarlo.

Las palabras de Dave la hicieron darse cuenta de ese detalle que había olvidado al ponerse tan en protectora de su primo y tuvo que darle la razón. "Sí, lo sé. Tienes razón..." Admitió con una mueca desanimada. "Es que siempre fue tan frágil y dependiente que supongo que estoy acostumbrada a ponerme en plan de madres con ella..." Confesó todavía sin saber bien qué pensar o hacer respecto de su prima. "Me preocupa que apareciera en Hogsmeade después de estar escondida tanto tiempo..." Admitió.

"Lo sé... pero me pone mal no hacer nada." Explicó frustrada. La idea de Dave sonaba razonable, pero le daba cosa haberla visto y no poder demostrarle que estaba de su lado. "Tiene sentido, pero no lo sé..." Dijo aún dudando.

"Supongo que será lo mejor. Realmente no sé qué pensar de todo esto. Fue tan repentino... tan de la nada." Dijo acomodándose la bufanda para no tener frío.

Al ver que ella se convencía un poco por las cosas que le decía, Dave se quedó más tranquilo. Lo ponía muy nervioso la idea de que Liz quisiera ayudar a su prima y acabara como los Death Eaters por un malentendido. La idea de perderla definitivamente lo ponía mal. El que estuvieran separados era algo que podía tolerar, pero verla muerta no.

La estrujó contra él un poco más. "Sé que estás preocupada por tu prima, Liz, pero tienes que entender que lo que sucedió recién fue muy peligroso. Podría haberte matado accidentalmente como lo hizo con esos tipos." Le dijo en voz relativamente baja, para que nadie lo escuchara. "Y yo no podría seguir viviendo si te sucediera algo, Lizzy. Que no me quieras es algo con lo que puedo vivir, pero si tú murieras..."Negó con la cabeza incapaz de continuar hablando de eso.

"Es cierto, fue muy repentino. Por eso creo que sería bueno que lo analizáramos más tranquilos antes de ver cuál es la mejor manera de ayudarla sin ponernos en peligro." Le dijo con tranquilidad.

Lizzy puso su cara de circunstancia, esa que usaba siempre que Dave se ponía en padre y la retaba de esa manera para hacerla entrar en razón cuando ella se enterquecía con alguna idea descabellada, lo que pasaba bastante frecuentemente. Sin embargo, cuando él confesó que no podía vivir si a ella le sucedía algo, se le ablandó todo y cambió la cara de inmediato. Dejó de caminar y se volvió hacia él para poder verlo de frente. Estaban bastante cerca de la casa, pero no quería esperar a estar dentro. "That's really sweet." Le dijo con una sonrisa, apoyando una mano en la mejilla de él para hacerle una caricia. "I didn't know you felt that way about me." Le dijo bajando la mirada pero sonriendo.

"Don't worry. I'll wait until we think it over." Le prometió antes de besarlo con ganas. No le importaba quien los viera, incluso si eran sus amigos y después los cargaban por no ponerse de acuerdo si querían estar juntos o separados.

Dave la miró con curiosidad cuando se detuvo y le sonrió con calidez cuando Liz le dijo eso. "Of course I do." Le dijo un poquito ofendido de que ella no lo supiera already. "I truly do love you, Liz. Always have and always will." Le dijo mirándola a los ojos con cariño.

Asintió conforme con la respuesta de ella. Cualquier otra cosa hubiera sido potencialmente suicida y no le parecía sensato. Ella podía ser totalmente sangre fría en su trabajo, pero cuando se trataba de sus asuntos personales no paraba de hacer cagadas una tras otra. Menos mal que estaba él ahí para evitar que hiciera alguna locura realmente grave, pensó. "Thank you." Le dijo sinceramente. Lo dejaba mucho más tranquilo.

Sonrió al ver que ella se le acercaba para besarlo y la abrazó para acercarla a él. Dave nunca se había preocupado por quien los viera o qué pensara la gente de ellos. La que tenía esos problemas era ella. Él ignoraba las bromas de sus compañeros y amigos o las opiniones de cualquiera porque era su vida y su felicidad y lo demás lo tenía sin cuidado siempre y cuando ella lo quisiera. Le devolvió el beso con igual intensidad, deseando que estuvieran unos metros más allá, dentro de la casa, no para que no los vieran, sino para poder ser más demostrativo.

Ella siempre tenía una autoestima rara. En casi todo sentido parecía muy alta, pero cuando se trataba de confiar en que la gente la quisiera en serio, su autoestima era casi nula. Por ese motivo le costaba creer que Dave o cualquier otra persona para el caso, pudiera quererla realmente cuando ella era tan desastre como persona. El que Dave se lo dijera le hacía bien, escucharlo le hacía bien, y la manera en que se mostraba levemente molesto cuando ella se extrañaba, le parecía super tierno aunque sin fundamento.

Cuando él la miró, Liz también le sostuvo la mirada con cariño. Dave era el mejor espectáculo del mundo para ella, algo que no se cansaba de mirar.

Lizzy lo besó durante un rato largo, pero luego le ganó el frío y decidió que estarían mejor en la casa de todas formas, así que se separó de él lentamente y lo miró a los ojos. "It's getting a little cold out here..." Dijo con una sonrisa leve.

Dave conocía ese problema sobre ella, por eso no se enojaba en serio sino que lo reprimía a base de comprensión por la forma de ser de Liz. De otro modo se hubiera ofendido de que no tomara en serio su cariño.

Sintió una tibieza interior en el pecho cuando ella le devolvió la mirada con cariño, eso lo había sentido también mientras se habían estado besando y, en general, desde que ella le robara ese beso un rato antes cuando iban a despedirse.

"Then let's go home and get warm in front of the fire." Propuso con una mirada cómplice que se refería al clima sin hacer further insinuaciones.

Elizabeth le devolvió la sonrisa cómplice con un matiz de calidez y afecto. Durante meses había deseado poder volver a casa con él pero era tan orgullosa que le había tomado más de lo normal el juntar el coraje para decirle que no quería vivir más sola. "Oh, yes please!" comentó colgándose del brazo de él y comenzando a caminar hacia la casa.

Dave sonrió y reanudó la caminata. Unos minutos después, llegaron a la casa de dos pisos donde se soltó de Lizzy para abrir la puerta, aunque la verdad es que ella también tenía llave. Él sabía que era cuestión de tiempo antes de que volvieran juntos así que nunca le había pedido su copia y, de todas maneras, sabía que ella era lo suficientemente respetuosa de la privacidad ajena como para metérsele en la casa uninvited.

Después de abrir, le hizo una seña a ella para que pasara primero y después de entrar cerró la puerta. Incluso con el fuego apagado, la diferencia de temperatura con el interior era notable, aunque él no sufría tanto el frío. Se quitó el abrigo y lo colgó junto con la bufanda detrás de la puerta, en el perchero. Luego sacó la varita y encendió un fuego en el hogar, haciendo también aparecer una tetera con agua encima, para preparar té.

Guardó su varita de nuevo y se volvió hacia Lizzy con una sonrisa. "It's good to have you home." Le dijo mirándola con cariño.

Entró delante de él, sosteniéndole la mirada durante un momento con una sonrisa en los labios. Luego se quitó el abrigo y, al igual que Dave, lo colgó en la parte trasera de la puerta.

Al sentir un sonido a su derecha, volteó para ver la chimenea que un momento antes había estado apagada y que ahora tenía un fuego ardiendo en su interior y una pava enorme encima. Entonces se volteó hacia él con una sonrisa que se amplió al encontrarlo mirándola con cariño. Le devolvió el gesto y estiró las manos para tomar las de él y darles un apretoncito con las suyas.

"It's good to be home." Le dijo acercándose un par de pasos hasta quedar justo frente a él, dentro de su espacio personal, con su rostro cerca de el de Dave. Le soltó las manos y lo abrazó lentamente, con delicadeza, sin dejar de verlo a los ojos. Un momento después lo besó ya no con desesperación sino con mucho cariño. Se moría por tenerlo más cerca, pero no sentía apuro. Tenía todo el tiempo del mundo.

La sonrisa de él también se amplió la oír la respuesta de ella. Sintió que se le entibiaba el pecho de sólo sentir las manos de ella en las suyas. Al sentir que lo soltaba y se acercaba, adivinó de manera instintiva a dónde iba y estiró los brazos para rodearla a ella y acercarla hacia él en un abrazo suave. No la estaba restringiendo fuertemente, sino que sólo la había atraído hacia él y luego descansado sus brazos sobre ella. No era el tipo de hombre que ponía el abrazo como una imposición o que lo hacía de modo posesivo... no mientras no se sintiera celoso al menos.

Al sentir los labios de Liz en los suyos sí la acercó un poco más a él, pero más que nada porque quería tenerla cerca. Respondió a sus besos de la misma manera. Él nunca había sido una persona muy dominante y también sentía que tenían todo el tiempo del mundo. Tal vez fuera porque se acercaba el fin de semana a pesar de que estuviera todo el viernes laboral de por medio, pero se sentía feliz de poder tenerla así y apagó el cerebro para poder disfrutar del momento.

Lo besó durante un largo rato ahí de pie frente a la puerta. Con él así de cerca, ya no necesitaba el calor del fuego, así que no estaba tan desesperada por moverse frente al hogar. De todas formas desde ahí dónde estaba los calentaba lo suficiente.

Le había comenzado a acariciar el pecho por encima de la ropa mientras lo besaba de manera algo más insinuante que antes, mordiéndole a veces un poco los labios o apretándose contra él con el cuerpo. No lo hacía de manera consciente. Ella también había entrado en piloto automático un rato antes y se limitaba a hacer lo que sentía aunque con Dave lo que sentía casi siempre la llevaba en la misma dirección. No era falta de afecto. Lo quería, lo amaba, pero también era una persona que se expresaba de manera bastante física.

Dave había venido siguiendo el ritmo de los besos de ella y había notado que venían subiendo un poco de tono, pero no le molestó. A diferencia de Lizzy, él no se había estado entreteniendo con otra gente en ese tiempo y tenía que admitir que tenía bastante hambre. No era que fuera un moralista empedernido, pero años atrás, durante la primera pelea de ellos, cuando habían decidido seguir siendo amigos aunque estuvieran casados, él había intentado engancharse con otras mujeres mientras ella salía con Albert, pero después de algunos intentos simplemente había desistido. No encontraba nada de placer en estar con otras mujeres si no eran ella, ni siquiera en el plano físico terminaban de satisfacerlo y al final terminaba más molesto y frustrado que antes. Era un negocio que no le cerraba y bueno, finalmente se había resignado a saber que él era uno de esos pocos hombres pollerudos a los que no les da lo mismo cualquier mujer y que los otros hombres a menudo tachan de gay. Él no tenía duda sobre su sexualidad, simplemente era demasiado romántico para su propio bien.

En todo caso, también él había comenzado a acariciarla mientras la besaba. A sus ojos, ella era la mujer perfecta, incluso a pesar de sus muchas falencias. No recordaba que le hubiera reubicado las manos ni una sola vez de las que él le había acariciado las nalgas mientras se besaban, ni siquiera cuando hacía poco que se conocían. Le gustaba que ella tuviera tanta seguridad sobre su propio cuerpo que no tuviera inhibiciones sobre lo que él le hiciera.

Liz realmente no tenía problema con que él la tocara. Por un lado, siempre le habían molestado las mujeres mojigatas que se quejaban de cualquier mano de más por parte de sus novios o parejas. Por otra parte, adoraba a Dave y le gustaba poder sentirlo en cualquier lado, de cualquier forma. Sabía que él no era un perverso cualquiera, sino que realmente la quería. Si después de todas las cosas que ella lo había hecho pasar a lo largo de los años todavía quería estar con ella, le quedaba más que claro. De haberse tratado de alguien con quien no tuviera una relación, claro que lo hubiera golpeado. Una cosa era no ser mojigata y otra ser completamente perra.

Rió brevemente cuando sintió la mano de él ahí, y lo besó de manera más profunda y provocativa, siguiéndole el juego. Llevaba quince años casada con Dave, sinceramente no sentía la necesidad de hacerse la difícil a esa altura del partido. Ninguno ganaría nada con eso y ambos sabían que se querían, que el problema por el que se habían separado no tenía nada que ver con la falta de afecto.

Dave deseó poder llevarla arriba, pero le daba demasiada fiaca el tener que dejar de besarla tanto rato y subir las escaleras. La fiaca era una de sus puntos débiles y a veces lo llevaba a extremos insospechados. Sin embargo, el sofá estaba ahí cerca de ellos y eso le dio una idea no del todo creativa considerando todas las cosas que ya habían hecho en esa casa a lo largo de los años.

Se separó un poco de ella y la miró con cariño en los ojos y una sonrisa cómplice y algo pícara en los labios. No dijo nada, pero la soltó con uno de los brazos y, aún abrazándola con el otro, se dirigió al sofá, como guiándola a ella. Se sentó ahí y esperó que Liz tomara el hint y se acomodara ahí con él. La pava había comenzado a hervir, pero él no le prestó atención o, mejor dicho, ni siquiera se había dado cuenta de que eso había pasado como para sacarla del fuego.

Ella también deseaba poder tumbarse con él en algún lado y dejarse llevar, pero tampoco tenía ganas de subir escaleras, así que aceptó la indirecta con alegría cuando Dave la guió hacia el sillón. Sin decir nada después de haberle sostenido la mirada con igual cariño, anduvo delante de él y se sentó junto a David, apoyando la cabeza en su hombro y una mano en su pecho durante un momento. Disfrutando simplemente de tenerlo cerca y sonriendo como una tonta, como si no se lo creyera que volvía a tenerlo cerca. Pensó en lo distinto que se sentía eso a estar con Matt. Él podía ser genial en la cama, pero no le movía ni un pelo, mientras que Dave la hacía sentirse segura y en casa, y hacía que una sensación tibia le llenara el pecho y la hiciera sonreír como una idiota.

Liz sí había notado el agua hirviendo, pero no tenía ninguna gana de té en ese momento así que movió la mano y la pava apareció en otro lugar, donde no se quemaría por estar al fuego demasiado rato.

Después levantó la vista hacia Dave también con una mirada cariñosa y sacó la mano de su pecho para hacerle una caricia en la mejilla. "I missed you." Le repitió lo que ya le había dicho un rato antes. Entonces se estiró para poder volver a besarlo apasionadamente. El pequeño break le había hecho recordar que ella también tenía hambre.

Se quedó un rato abrazándola en silencio, con los ojos cerrados. Él también sentía que tenían todo el tiempo del mundo, así que por más que le tuviera todas las ganas, se le hacía que en todo caso lo iba a disfrutar más después, cuando finalmente pasara... lo que no quitaba que su cuerpo le pidiera a gritos que se apurara.

"Missed you more." Le dijo él, mirándola de la misma forma cariñosa. Sin embargo, cuando ella comenzó a besarlo de esa forma unos momentos después, apagó el cerebro por completo y se dejó llevar por lo que sentía en el cuerpo y ya no tanto en las emociones o el cerebro. Ahora que estaba cómodo ahí, la atrajo hacia él en un abrazo y se deslizó un poco en el sofá para quedar un poco más a lo largo y no tan sentado. Lo hizo sin soltarla, como invitándola a recostarse encima suyo. La mano del brazo que no estaba alrededor de ella, la tenía enterrada en el cabello de Liz y ahora sí que la atraía a él de manera quizás algo posesiva, pero era a causa del hambre más que de que se estuviera haciendo el machote con ella. Claramente no estaba pensando con el cerebro.

Liz captó de inmediato la indirecta y sintió el cambio en Dave, en la manera de tratarla y se dio cuenta de que había pasado de ser la persona considerada y super dulce que era siempre al piloto automático en que le hacía las cosas más bizarras a pesar de su apariencia inocente. Adoraba cuando se convertía en esa persona que la volvía completamente loca, así como el resto del tiempo amaba que fuera tan tierno y empalagoso.

Por eso mismo ella también se dejó llevar y se recostó sobre él, acomodándose con una pierna a cada lado de Dave sin dejar de besarlo. Le gustaba estar encima de él, con o sin ropa. La hacía sentirse cerca de él y a la vez muy linda... y eso era algo que no le pasaba seguido, porque no tenía demasiada buena idea de ella misma como mujer, pero Dave siempre la hacía sentirse at her best.

Él también adoraba cuando Liz se le subía así encima, en especial cuando tomaba la iniciativa y lo hacía sentir bien sin que él tuviera que hacer mucho más que recostarse y pasar un buen rato. Claro que otros días tenía otro tipo de humor y quería ser él quien le hiciera cosas a ella y la complaciera, pero en ese momento realmente no le importaba cual de las dos fuera, mientras que sucediera. No era que sólo le interesara lo físico, pero él la amaba mucho todo el tiempo, en ese momento sentía una necesidad de ella más física que espiritual, la cual se había empezado ya a sentir mejor desde que ella lo besara en el callejón, y necesitaba saber que Liz estaba efectivamente ahí y que no desaparecería si cerraba los ojos.

Respondió a los besos de Lizzy con la misma pasión que ella mientras que la abrazaba y acariciaba, deslizando su mano por debajo de la ropa de ella para poder sentir la piel de la espalda de Liz. Le recorría la espalda con las manos sin dejar de besarla y la atrajo aún más cerca suyo como si eso fuera posible.

Lo besó fogosamente durante un rato, refregando un poco su cuerpo contra el de él mientras tanto y acariciándolo en los lugares que tenía más a mano según la ocasión. Así, frente al fuego y cerca de él, con toda esa actividad encima, le agarró calor enseguida a pesar de que era friolenta por naturaleza, así que eso, sumado con las ganas que tenía de poder sentirlo de manera más íntima, hizo que se separara de él. Se incorporó para quedar sentada sobre Dave y se quitó el sweater, dejando que se le saliera la remera junto con éste.

Acto seguido, se volvió a inclinar sobre él y lo besó un rato más, apretándose contra el pecho de Dave para que pudiera sentir sus senos contra él, esperando que apreciara el gesto.

Dave agradecía que Liz tuviera la generosa ocurrencia de apretarse y refregarse contra él o de lo contrario, las partes de él que habían recibido poca atención últimamente le hubieran dolido, pero el poder tenerla cerca y estrujarse contra ella aunque estuvieran vestidos, hacía que dejara de doler y fuera tan sólo la misma necesidad de sentirla más cerca que ella tenía.

No se hacía demasiado problema cuando se trataba de Lizzy y sexo. Sabía que la quería independientemente de si se acostaban o no, así que ir rápido o lento ahora que estaban retomando la relación no le cambiaba. Sabía que la seguiría queriendo lo mismo de todas formas y, después de conocerla durante tantos años y saber que ella lo quería sólo a él por más que se acostara con otra gente (lo que por cierto no le hacía gracia de todas formas), también era consciente de que ella no lo vería de manera diferente si saltaban directamente a la cama después de reconciliarse, que eso no quería decir que sólo fuera algo de una noche. A estas alturas de su inestable relación con ella, estaba más o menos acostumbrado a la dinámica que tenían.

La soltó cuando se incorporó, demasiado seguro de ellos dos después de todos esos besos como para preocuparse de que fuera a arrepentirse o algo así. Había adivinado algo como lo que ella hizo, pero de todas maneras sonrió de manera alegre y picarezca cuando la vio quedarse en bra. "I've missed those too." Le dijo en broma, con una sonrisa llena de dientes. Aprovechó el momento para quitarse él también su sweater antes de que ella se inclinara sobre él para volver a besarlo. De esa manera, podía sentir la piel de ella contra la suya, algo que adoraba. El estómago torneado y lleno de abdominales de Liz contra el suyo siempre le había encantado. La abrazó contra él mientras la besaba, sintiendo también la espalda de Lizzy no sólo con sus manos sino también con sus antebrazos.

Después de besarla de manera intensa durante unos minutos, cuando sintió que era un buen momento para remover más ropa, recordó que no tenía contraception. Como él ya había probado años atrás que no le servía estar con otras mujeres que no fueran ella, después de que Liz se marchara no se había molestado en comprar nada de ese tipo y las veces que se habían encamado de casualidad en ese último año y medio, cuando habían vuelto muy borrachos de alguna joda, no se habían cuidado. Ella no se había emabrazado de pura suerte nomás.

Pensando en eso, se separó un poco de Liz, apenas lo suficiente como para poder mirarla sin parecer bizco. "I don't have any condoms..." le dijo mirándola a los ojos con expresión levemente preocupada. Quería saber lo que ella pensaba a ese respecto porque era un tema serio. Ahora no estaba tomado, podía pensar claramente y, después de la mala experiencia que habían tenido, la que los había separado la última vez, no estaba seguro de querer volver a intentarlo. Ahora sabía lo bueno que era, pero también sabía todo lo que podía llegar a perder y lo mal que podía salir todo. Amaba los niños y la amaba a ella, pero no quería que nadie más saliera lastimado.

Rió brevemente al oír el comentario de Dave y después le sonrió de manera pícara, halagada por sus palabras. Ella había extrañado esa clase de comentarios de boca de él, pero le pareció de más decirlo cuando la separación había sido su culpa.

Sonrió feliz al ver que él también se quitaba la parte de arriba. Ahora podría acariciarle el pecho y rozarlo con sus senos, algo que le gustaba hacer para molestarlo. Volvió a besarlo y a molestarlo de todas las maneras que se le ocurrían para tentarlo a llevar las cosas al siguiente nivel. Le gustaba hacer esas pequeñas cositas que sabía que lo volvían loco y como hacía mucho que no lo tenía todo para ella, probó todo su repertorio... and some more.

Cuando Dave se separó de ella lo miró de manera inquisitiva. Ella también se sentía lo suficientemente segura en la relación como para no temer que él se arrepintiera o pensara que ella había hecho algo malo o esas tonteras de inseguridades que habían tenido de más jóvenes, cuando apenas estaban comenzando a conocerse.

Lo miró como quien dice '¿y qué?', estudiando el rostro de él para ver qué pensaba, si había miedo, enojo, tristeza o qué en ellos. "Since when do we use them?" Preguntó medio en broma, medio en serio, aludiendo en parte a las veces anteriores en que no se habían cuidado y, en parte, al hecho de que ella quería hacerlo y no le importaba demasiado si tenían preservativos o no. Con cualquier otra persona, ella lo consideraba una condición sine qua non, pero a él realmente lo amaba y era la persona con la que había elegido formar una familia por más que las cosas les hubieran salido tremendamente mal.

Dave había comenzado a arquear la espalda de manera involuntaria y a gemir cuando Liz había sacado a relucir su arsenal de maneras de incitarlo. En medio de eso es que se había acordado de que no tenía preservativos y es que le había dicho eso.

"True." El comentario le robó una risa nasal, pero se enserieció enseguida. Después de todo lo que habían pasado en los últimos dos años, para él eso era un tema serio y quería hablarlo bien ahora que los dos estaban sobrios como para hacerlo. "Después de todo lo que pasamos... ¿realmente te sientes con ganas de empezar de cero otra vez? ¿El mismo día en que nos reconciliamos?" Le preguntó sinceramente, con algo de dolor en su rostro, mirándola a los ojos fijamente a la espera de una respuesta honesta. A él le daba mucho miedo tener que volver a empezar y que si tenían otro hijo se pareciera mucho... que les recordara a Gabe constantemente, que reabriera viejas heridas... ya a veces se le complicaba un poco cuando pensaba en Mike y en cómo serían las cosas si estuviera también su hermano ahí. La verdad es que le daba pánico pensar en que pudieran volver a tener que pasar por lo mismo si alguien más decidía vengarse o algo así. Su familia nunca estaría a salvo mientras ellos trabajaran de eso, pero al mismo tiempo tampoco quería darse por vencido y renunciar a toda posibilidad de ser feliz, de cumplir su sueño de tener una familia con ella.

Al oír la pregunta de Dave, Liz le puso cara de perro mojado. No algo tan marcado e inusitado como lo que había sucedido antes ese día, pero sí se mostró un poco vulnerable y lo miró con tristeza, apenada al ver que él estaba sufriendo por todo eso. No es que a ella no le afectara, pero se tomaba las cosas de otra manera y también la afectaban de modo diferente.

Le sostuvo la mirada unos momentos, sintiendo pena de que Dave estuviera mal, como si su propio dolor no importara y el de él solamente la preocupara. Después de todo, había sufrido toda su vida y perdido a mucha gente que quería, en cierto modo estaba más acostumbrada que él a los finales brutales de las personas que le importaban. Tal vez por eso mismo entendía a la perfección lo que él quería decir, pero ella era una luchadora, una superviviente y se negaba a rendirse y darse por derrotada a pesar de todo lo que había pasado y de todo lo que ambos habían sufrido.

"Dave," comenzó mirándolo con mucho cariño y tristeza a la vez. Se humedeció el labio antes de continuar, como eligiendo las palabras. "Lo que pasó fue horrible y no se lo deseo a nadie, pero no quiero que condicione nuestras vidas para siempre." Le dijo acariciándole la mejilla lentamente con el pulgar de su mano derecha. "Está bien tomarse un tiempo para recomponerse, pero en algún momento hay que dejar el pasado atrás o nos destruirá a ambos..." le dijo refiriéndose a las adicciones que habían desarrollado después de la muerte de su hijo. "Nosotros no hicimos nada malo. Tenemos derecho a ser felices, Dave." Le dijo con convicción, mirándolo a los ojos con cariño y tristeza pero también con determinación. Si se hubiera dejado vencer a la primera no hubiera pasado de los doce años.

La miró a los ojos mientras ella le decía todo eso. La parte lógica de su cerebro sabía que ella tenía razón, que si no intentaban reconstruir sus vidas el pasado iba a consumirlos por completo hasta destruirlos, porque era algo demasiado horrible como para simplemente seguir viviendo si uno no tenía una muy buena razón por la que hacerlo... alguien por quien hacerlo. Al mismo tiempo, su parte sensible continuaba completamente devastada por la pérdida de su hijo y sentía que ni todo el tiempo del mundo le bastaría para terminar de llorarlo. Que nadie más podría jamás reemplazarlo y que seguramente no querría tanto a otro niño como había amado a Gabe.

Él ya sabía que ella era mucho más fuerte que él, era algo que había sabido desde el principio, pero en ese momento se le hizo muy patente lo mucho más fuerte que Lizzy era en comparación con él que incluso haciendo su mejor esfuerzo por estar bien, era siempre un desastre emocional porque no podía dejar de pensar en el niño cada minuto de cada día, sintiéndose culpable por no haber podido hacer algo antes, por no haberlo salvado.

Finamente apartó la mirada de ella, sintiéndose débil e inútil cuando quería ser fuerte para ella... aunque claramente no necesitaba ayuda de nadie para salir adelante. "Lo sé, tienes razón, Love." Admitió derrotado. "Tienes razón..." Repitió ahora mirándola a los ojos con una expresión muy triste en el rostro ahora que habían hablado de Gabe. "pero era algo que quería hablar antes de que tomáramos ninguna decisión apresurada al respecto." Le explicó intentando salvar lo que quedaba de su orgullo.