La oficina de su hermana

Wendy había juntado coraje Gryffindor para presentarse frente a la oficina de su hermana un par de días antes del baile de inicio de curso. Golpeó a la puerta muy nerviosa y esperó respuesta. Por un momento deseó que no hubiera nadie, pero después quiso que si.

Tess estaba corrigiendo unas pociones de primer año bastante desastrosas. Estaba de pie frente a su escritorio, el cual se encontraba cubierto por cientos de muestras distintas de la misma poción y una planilla con tintero y pluma en un rincón. Tenía puestos guantes y un delantal de trabajo sobre su ropa habitual y sobria en tonos marrones.

"Adelante." Dijo sin pensarlo, de manera automática. Dejó sobre la mesa el frasco que tenía en la mano y levantó la vista. "Oh, hola Wendy." La saludó con una sonrisa cariñosa.

"Adelante. Por favor, entra querida." La animó. "No estoy ocupada." Mintió.

Abrió la puerta y dio un par de pasos dentro de la oficina, pero después se quedó ahí, mirando lo que ella hacía con interés. Sintió que molestaba, incluso después de que le dijeran que no era el caso y se la veía bastante tímida, pero el hecho de que hubiera decidido ir de todas formas y se hubiera atrevido, demostraba que tenía pasta de Gryffindor.

Asintió y cerró la puerta detrás de ella para acercarse al escritorio obedientemente. "¿Segura?" Preguntó en vista de que había tantas pociones por toda la mesa. De seguro debía estarlas corrigiendo o algo.

Su sonrisa se amplió más, de manera cálida. "Segura. Estaba corrigiendo unas muestras de primer año, pero ni es importante ni urgente." Le aseguró con tranquilidad. Luego se acercó un poco a ella. "Wendy, no importa lo que esté haciendo. Eres mi hermana y siempre tengo tiempo para ti." Le dejó saber porque quería que lo tuviera claro, sobre todo que perdiera un poco la vergüenza con ella si iba a encarar el juicio que tenía en mente para poder convertirse en su tutora... porque dudaba que Penelope estuviera capacitada para ello.

"Dime, ¿en qué te puedo ayudar?" Intentó animarla a que hablara.

Asintió nuevamente, contrita como siempre que se encontraba frente a un profe, por más que se tratara de su hermana. Volvió a asentir de la misma manera cuando le dijo que siempre tenía tiempo para ella. "Gracias." Musitó a falta de algo mejor que decir.

Se había puesto tan nerviosa que por un momento se había olvidado de lo que iba a hacer allí puso cara de perdida y aterrrorizada un momento cuando Tessa le hizo esa pregunta. "Ah... ¡Ah! Sí. Sólo quería felicitarla por su embarazo profesora."

Tess levantó las cejas bastante sorprendida. No se había esperado eso ni en un millón de años. Parpadeó perpleja un par de veces antes de reaccionar a volver a sonreír enternecida de que le saliera con esas cosas, a pesar de que ella y Jax preferían no hablar mucho del tema por las dudas. No quiso decírselo de entrada para no desanimarla, que no pensara que había metido la pata. "Gracias, Wendy." Le dijo sinceramente. "No hace falta que me trates de profesora en privado, ¿sabes?" Le recordó con cariño. "Puedes llamarme Tessa."

"Pero, ¿cómo te diste cuenta?" Preguntó porque aunque para ella y sus amigos más cercanos resultaba bastante obvio, para el resto de la gente que no le prestaba demasiada atención no era tan obvio en lo absoluto. Primero, con las ropas que usaba y el hecho de que era invierno, era más difícil que se notara y, segundo, como era muy flaca, tenía bastante margen para rellenar antes de empezar a parecer lo que el resto de la gente asumía por rellenita o notablemente redonda. "La mayoría de los profesores ni siquiera lo notaron." Comentó divertida a la vez que impresionada con la inteligencia de ella.

"Cierto." Dijo ruborizándose un poco. "Lo siento, Tessa." Dijo con una sonrisita avergonzada. "Me olvido." Admitió como quien se siente torpe.

Esta vez fue el turno de ella de mostrarse sorprendida. "¿Ah no?" Se tomó un momento para pensar. "Well... you walk different now, like your balance center has changed, and then there's the fact that you're only gaining weight in your middle section..." Se encogió de hombros. Para ella era bastante obvio, tal vez porque la miraba mucho. También la admiraba mucho. Haber salido de la misma casa que ella y Penny y haber estudiado hasta convertirse en profesora... y una capaz de tocar temas peliagudos y después salir caminando del baño con aire seguro como lo había hecho. Para alguien como Wendy eso era bastante cercano a ser un superhéroe.

Sonrió con calidez. "Lo sé, querida. No te preocupes. Debe ser confuso." Admitió.

Escuchó con interés la descripción de Wendy, bastante impresionada de que fuera tan detallista. "Eres muy detallista." Observó con orgullo. "Apuesto a que eres buena en transfiguración." Conjeturó esperanzada. Ella siempre había sido muy buena en transfi, excelente de hecho. Pociones era su pasión, pero era mucho mejor en transfiguración si debía ser honesta y esperaba que corriera en la familia porque quería poder sentirse más cerca de ella, poder compartir cosas.

En ese momento se le ocurrió una idea. "¿Quieres una galleta?" Ofreció estirándose para agararar una lata pintada con un paisaje invernal y ofrecérsela a Wendy después de quitarle la tapa. "Puedo hacer té si no tienes nada mejor que hacer." Propuso.

Asintió todavía tensa y visiblemente incómoda, aunque mucho menos asustada que la vez del baño y los zapatos.

Sonrió levemente al oír el halago. "I'm decent." Concedió sacando un poco de pecho con orgullo a pesar de su frase humilde. La verdad era que era bastante más que solo decente, y ambas lo sabían, pero no le gustaba mandarse la parte.

Levantó las cejas sorprendida de la oferta y se mostró aún más azorada de escuchar la mención del té. Inmediatamente, bajó la mirada a los frasquitos de muestras de los de primero y después volvió a mirar a su hermana. "What about the samples?" Inquirió insegura, aunque tenía curiosidad de conocer un poco más a su hermana, ahora que estaba empezando a conocerla por sus propios ojos y no por lo que alguien más le hubiera dicho de ella.

Una sonrisa enorme, cálida y cómplice se extendió por el rostro de Tessa. "You're a lot more than just decent, dear." Le dijo con cierta complicidad. "It runs in the family." Añadió con cierto orgullo.

Notó la mirada de Wendy derivando por su trabajo y puso actitud de que eso era poca cosa. "If you separate all that aren't anywhere near green, I'll put the teapot." Dijo resuelta, y se dio la vuelta para ir a poner la pava.

El rostro de Wendy se iluminó con cierto orgullo, pero no dijo nada más y se esforzó por controlar su sonrisa, mantenerla pequeña y natural cuando ésta quería dominarle todo el rostro de oreja a oreja.

Se sorprendió por la oferta de Tessa, de que pusiera lo que ella consideraba como mucha confianza en su pequeña persona. No se sentía merecedora, pero cuando su hermana se marchó a poner la pava, no le quedó otra más que ponerse a mirar los frascos. Había unos cuantos verdes, o más o menos verdosos, pero también había una gran cantidad de viscosidades amarillas en algunos otros viales, e incluso algunos otros con colores y consistencias aún más bizarras. Comenzó a trabajar con lentitud, insegura de tener autoridad o capacidad para estar haciendo eso.

Tessa tenía la pedagogía necesaria como para ser una buena jefa de casa. Partiendo de esa base, era obvio que estaba haciendo las cosas deliberadamente para que Wendy se sintiera un poco más cómoda con ella y fuera entrando en confianza de a poco. La idea de romper el hielo era algo incómoda incluso para ella, pero le pareció mejor que terminar mudándose con alguien con quien no había cambiado más que un par de palabras en su vida si uno no contaba las clases.

Una vez la tetera estuvo puesta en su lugar, Tess regresó junto a su hermana y echó un vistazo al escritorio. "Buen trabajo." Le dijo con una sonrisa cálida.

((Alta manada de rulos nosotras dos))

Lo había hecho de la mejor manera posible, convencida de que estaba haciendo cualquiera, de que seguramente era una inútil, por más simple que el trabajo fuera, como si no pudiera diferenciar colores de un momento al otro. Eran sus inseguridades por la casa en la que había crecido.

La reaparición de Tessa la tomó por sorpesa y se sobresaltó levemente, porque de tan concentrada, todavía la creía con la pava. "Ah... gracias, jeje." Dijo avergonzada, bajando la mirada. "Quiero decir... no fue nada." Se corrigió enseguida, sintiéndose una tonta. "Es bueno poder servir para algo."

((OVEJITAS AL PODER!!))

Tess le sonrió con cariño, con calidez, con esa sonrisa de hermana mayor que también era sonrisa de madre y de profesora jefa de casa al mismo tiempo. Es decir, de persona que sabe manejar gente y cómo calmarla.

"Me ahorraste el trabajo de tener que separarlos yo misma." Dijo para que no quedara duda de que servía para algo sin tener que caer en la típica "si servís" "no, no sirvo", dándole prueba de ello.

"¿Quieres sentarte? Tengo galletas." Dijo con cierta complicidad, como si las galletas fueran un soborno secreto utilizado para convencerla de que se quedara. "Con chispas de chocolate." Añadió en un susurro aún mayor, acercando la cabeza incluso hacia ella en tono de confidencia y secreto absoluto mientras una sonrisa intentaba contener la carcajada por las estupideces que estaba haciendo.

Con su varita labrada, hizo aparecer el enorme frasco que estaba fuera del alcance de alumnos curiosos y abrió la tapa. Estaba lleno hasta el tope y algunas de las galletas hasta eran de chocolate CON chispas de chocolate. Claramente, la profesora estaba MUY embarazada. Empujó el tarro en dirección a ella tras agarrar tres o cuatro con la otra mano para sí. "Adelante." La animó.

((Baaah baaah!!))

La manera en que la profesora su hermana (se recordó) le sonreía, realmente la hizo sentirse bienvenida y la tranquilizó bastante. Ciertamente, el que hubiera dicho que le había ahorrado trabajo en lugar de decirle que sí servía, hacía la diferencia. Ahora ella se sentía realmente útil y le creía y sonreía enormemente, con feliz inocencia de que su hermana la estaba manipulando como a sus demás alumnas.

El comentario de las galletas la hizo reír un poco, de manera avergonzada, como si hubiera querido mantenerse seria y no hubiera podido. Rió otro poco más cuando añadió lo de las chispas de chocolate. "Está bien..." dijo toda colorada y tomó una galletita del frasco, la cual comenzó a mordisquear de a muy poquito.

((Meeeh Meeeh))

Tess anotó ese pequeño triunfo en su cabeza y sonrió contenta de poder tener una oportunidad de conversar tranquila con Wendy, incluso si eso significaba tener que posponer otras tareas más apremiantes como corregir los samples de los chicos.

"Ten. Agarra más." Le ofreció dejando la jarra sobre la mesa cerca de ella. Se dio vuelta y fue a ver la pava, que con ayuda de magia, ya estaba hirviendo. "Ponte cómoda. Toma asiento." Le indicó de manera vaga, pero todavía en tono amistoso.

Preparó dos tés y volvió a la mesa con ellos. Uno en cada platito flotando delante de ella. Se apoyaron en sus correspondientes lugares, frente a ambas en el poco espacio que había entre la multitud de frascos.

"¿Y? ¿Crees que ganaremos la copa de Quidditch este año?" Le preguntó con tono casual, porque era el primer tópico seguro de conversación que se le podía ocurrir y el orgullo de casas y la pasión por el quidditch eran dos cosas que casi siempre ponían a hablar a los estudiantes.

((Maah Maah!!))

Rió por lo bajo y agarró otra con la otra mano. "Gracias." Repitió menos avergonzada. Siguió mordisqueando la otra galleta aunque se sentía demasiado nerviosa como para comer.

Se sentó en la punta de la silla frente al escritorio. Clearly not comfortable. Sentía la incomodidad de la situación a pesar de que la profesora se manejara como si todo aquello fuera de lo más natural. Se sentía presionada a decir algo pero no encontraba nada que fuera digno de ser dicho.

De repente, la pregunta descolgada de Tessa se sintió forzada, incluso a pesar de la manera casual en que la había hecho. "I don't know. I'm not a big quidditch fan, really." Le dijo sinceramente, bajando la mirada mientras se mordía una uña en lugar de la galletita.

—Por nada, dulzura —dijo con una sonrisa cálida y maternal. Realmente le había pegado el viejazo y el embarazo. Eso y enterarse de la situación en que su otra hermana había mantenido a la pobre chiquilla todos esos últimos años mientras ella jugaba a que no se daba cuenta para no tener que hacerse cargo ni dejar su vida tranquila de lado.

Tessa asintió, aún manejándose con confianza. No era la primera vez que conseguía ese tipo de respuesta. 

—Yo tampoco lo era a tu edad, ¿pero sabes qué? —Añadió en tono de confesión —Ver las caras de irritación del profesor Rogers y la profesora de Encantamientos cuando Slytherin pierde, realmente hace que el quidditch valga la pena —confesó con una risita. 

Endulzó su té con dos de azúcar y revolvió sin prestar demasiada atención a lo que hacía

Wendi se sintió ligeramente incómoda de que su media hermana la llamara de esa manera, pero asumió que era la falta de costumbre. Nadie le había mostrado demasiado afecto nunca. Su otra hermana a veces era buena con ella, pero no parecía demostrarle cariño específicamente. Era difícil de comprender y aún más complicado para ella de explicar.

Rió un poco por el comentario del quidditch, que hizo que Tessa ganara varios puntos en su score. "Supongo que verlos hacer berrinche debe ser divertido. La próxima vez prestaré más atención." Propuso.

"Es que todo eso de volar... suena peligroso. Digamos que no es para mi." Explicó. "Y con tantos jugadores, viendo un partido me pierdo."