El downside de ser squibb

Fanny tenía una salud débil, lo cual iba de la mano con el hecho de que fuera squibb. De haber sido bruja y haberse desarrollado normalmente como feto, hubiera sido una bruja muy poderosa, lo que la convertía en una squibb muy peligrosa, por la cantidad de magia acumulada durante sus enojos y frustraciones, que no se liberaba en ningún momento porque ella intentaba usar la magia lo menos posible, sintiéndose inadecuada o indigna de tal honor comparada con sus colegas.

Por eso, por contener su frustración durante un momento particularmente estresante esa mañana en clase, Fanny había terminado por desmayarse, que era una de las posibles soluciones al estado de magia descontrolada en que entraba cuando perdía todo su autocontrol. Era desmayarse, huír y terminar destruyendo cosas o lastimándose a sí misma por error, o terminar lastimando a la persona que más cerca tuviera, probablement ela que la hubiera hecho enojarse en un principio.

Aún así, a veces los desmayos venían solos, sin motivo aparente. Tal vez por un cansancio extremo, o demasiado ejercicio físico, tal vez por estar alrededor de demasiada magia. Nadie terminaba de entender del todo qué hacía que algunos squibb fueran tan débiles de cuerpo mientras que otros eran casi normales, pero lo único que se sabía era la relación entre ésto y el potencial mágico de la persona de haberse desarrollado correctamente.

En todo caso, había pasado varias horas desmayada en la enfermería, con solo unas quemaduras menores en sus brazos, autoinflingidas sin querer y ahora se despertaba bastante confundida y sin saber del todo donde estaba. Era algo que le sucedía a menudo tras sus desmayos.

Tess había oído de lo sucedido a su amiga y, después del almuerzo, cuando habitualmente se dedicaba a corregir muestras de pociones o trabajos prácticos, se dirigió a toda velocidad a la enfermería a ver cómo se encontraba su colega.

La enfermera la había dejado pasar y ella había decidido sentarse en la silla junto a la cama a esperar a que Fanny despertara. Se conocían desde hacía años, y durante el tiempo que ella había estado casada con Matt, se habían vuelto bastante amigas. Se llevaban bien a pesar de sus diferencias, si bien tampoco eran mejores amigas, pero Tess era una mujer sensible y se preocupaba por la gente, incluso a pesar de que su poca paciencia en general y su mal carácter para con los alumnos en particular le dieran fama de mala persona.

Cuando la vio volver en sí, se quedó más tranquila. Era muy preocupona y se había angustiado de verla mal, por más que supiera que era algo común para su compañera. "Welcome back, darling." Le dijo con suavidad, apoyando una mano sobre la de Stephanie. "It's going to be all right."

Fanny se revolvió en la cama hasta que finalmente abrió los ojos al reconocer la voz de Tessa, la mejor amiga de Matt. Ella también le tenía mucho aprecio a esa mujer y sobre todo, se sentía muy agradecida por haberlo cuidado durante tantos años, antes y después, en los momentos en que ella no había estado en su vida. Estaba segura de que el cariño que ambos se tenían no era para nada sexual, pero le gustaba que tuvieran esa relación como de hermanos siendo que Matt jamás había podido disfrutar de Anne Marie, dado que ésta era una perrra insufrible.

Frunció el ceño confundida y encandilada por la luz que entraba por los vitreaux de la enfermería. Levantó la mano que tenía libre para hacerse visera y ahí recién enfocó a Tess. "Oh. Hi..." Dijo avergonzada, apartando la mirada enseguida. "Happened again, I guess. I'm very sorry." Dijo profundamente mortificada.

Tess le sonrió de manera comprensiva. Tuvo que reprimir su impulso de apoyar su mano en el antebrazo vendado de ella, movimiento que había comenzado a hacer y luego frenó a la mitad, para sostenerse ambas manos mutuamente a la altura del pecho.

"You hurt your arms." Le informó con una mueca de dolor que se reflejó como pena en sus ojos. "Cora has taken good care of you and has even given you a painkiller, but you shouldn't exert yourself until the skin's healed." Le advirtió un poco en tono de madre. Andaba cada vez peor con la baby fever.

"How do you feel, dear?" Le preguntó cuando se acordó de sus modales, reprochándose mentalmente por la falta de ellos.

Tenía esa expresión mortificada que le agarraba siempre que sentía que estaba siendo una molestia innecesaria para los demás. Como de corderito atemorizado. El escuchar que se había lastimado los brazos la desanimó. Esperaba que no fuera grave. Ese día, Matt se había comprometido a llevarla a Dalton Manor a buscar más libros para leer, puesto que ya se había devorado todos los que había traído con ella al mudarse. Lo conocía lo suficientemente bien como para saber que, incluso estando divorciados, no le permitiría moverse de la enfermería si estaba muy grave.

Cerró los ojos al enterarse de la noticia, deprimida. No quería abrirlos y fijarse qué tan grave era la herida, incluso si pudiera saberlo con sólo mirar las vendas que la cubrían. Suspiró antes de responder a la pregunta de Tessa.

"Tired, actually." Admitió con voz desanimada. "I can't believe it has happened again." Explicó mordiéndose luego el labio inferior, dedicándole a su amiga una mirada de súplica, aunque ni ella sabía bien qué era lo que quería de Tess.

"Matt was supposed to take me to Dalton Manor today so I could get new books to read." Explicó bajando la mirada con desánimo, como niña a la que le han dicho que su padre no vendrá a buscarla después de todo.

"I know this sounds stupid, but I..." Dijo en tono de confidencia, sorbiendo un poqutio por la nariz como si estuviera intentando evitar llorar. Claramente estaba en uno de esos momentos de inestabilidad en que su mente trabajaba como la de una niña. Con algo de tiempo, minutos o quizás horas, volvería a funcionar como la cabeza de una mujer y volvería a ser la persona que era el resto del tiempo. "I was kind of looking forward to see him." Explicó obviamente usando todo su autocontrol por no llorar y poniendo el énfasis en que los libros eran sólo la excusa.

Le sonrió con ojos entrecerrados. Comprensiva. Malinterpretando la razón de su cansancio hasta que oyó la explicación. "Take it easy, dear. You've been through a lot lately." Le dijo en un intento por consolarla. Nuevamente, su instinto había sido tomarle la mano pero se contuvo para no causarle dolor. El problema eran los brazos, pero ¿para qué arriesgarse?

Tessa no se mostró sorprendida. Matt le había comentado algo del asunto luego del desayuno, antes de que cada uno marchara a sus respectivas clases. "I'm pretty sure he can get you some books on his own if you'd make him a list." Otra vez intentó recuperar a su amiga, la que se reía de cualquier estupidez y era toda sonrisas. Aunque sabía que no saldría a jugar con ella. No la había visto desde la noche fatal en que todos la habían supuesto muerta y ya ni sabía si todavía estaba allí dentro.

Tessa levantó la vista mientras Steph hacía un esfuerzo por no llorar. Algo más adelante, cerca de la puerta de la enfermería, había atraído su atención y bajó presta la mirada hacia Fanny con una sonrisa. "Well, looks like you'll get your wish." Sonrió complacida al saber que al menos para alguien, las cosas estaban mejorando. Ella adoraba a Jenna, pero era partidaria de Matt y Fanny. Los había visto juntos y eran una pareja imponente. La manera en que ella lo hacía sonreír y mantenía a raya lo peor de su personalidad se combinaba con la manera en que él le daba fuerza para salir de los abismos de su mente cuando los ataques de infantilismo la atacaban. Pero, por sobre todas las cosas, los recordaba infinitamente felices juntos, y eso era algo que Jenna y Matt no podían darse mutuamente. Ambos eran demasiado fríos e intelectuales a la hora de la verdad como para poder ser una veradera pareja. Tenían un buen feedback, pero no se complementaban y sin complementación, ¿qué es una pareja?

"He has come to see you." Anunció con cariño, sabiendo que eso sí la animaría, dada la confesión que acababa de escuchar. Se puso de pie con la mirada fija en Matt, una sonrisa cálida y un brillo acusador en sus ojos. Sabía que pronto tendría que estarle levantando el ánimo del piso a una de sus mejores amigas, pero prefería eso a que Jenna acabara descubriendo la incompatibilidad años después, cuando ya fuera demasiado tarde para Fanny y Matt.

La mirada tenía algo de advertencia, de que se portara bien, de que la cuidara. Algo digno de una madre. Se lo cruzó sin detenerse en su camino de salida de la enfermería.

Matt había venido a verla. Había oído que había tenido un accidente poco antes del almuerzo, uno de sus momentos de debilidad física mezclados con algún altibajo emocional, y había acabado lastimándose. No era la primera vez que eso sucedía. Era algo relativamente común cuando él la había conocido y al principio se había preocupado cada vez que sucedía.

El problema, había mejorado a medida que la relación entre ambos había comenzado a florecer. Para el momento en que comenzaron a convivir como casados, esos exabruptos eran prácticamente nulos, si bien los episodios de infantilismo seguían ocurriendo de manera aleatoria.. ¿Quién era él para culparla por la falta de un tratamiento para su problema? Sabía muy bien dónde estaría él de no existir cura para sus alucinaciones. Internado en el ala de pacientes con desórdenes mentales, ahí estaría. Steph era una mujer deshecha, débil, rota, pero eso la hacía más querible a sus ojos ahí donde hubiera hecho despreciable a cualquier otra.

Entró en la enfermería con su sonrisa despreocupada de siempre, la cual se ensanchó al hacer contacto visual con Tessa. Se sentía agradecido de que ella estuviera ahí cuidándola por él. O tal vez lo hiciera por ella. En cualquier caso, el saber que Steph tenía otras personas que se preocupaban por ella en el castillo lo dejaba más tranquilo.

Él tampoco le dirigió la palabra a su amiga. Bastó con esa mirada compartida. Continuó caminando hacia la cama de Steph con la misma sonrisa feliz de verla que hubiera puesto en otra vida, donde las cosas estaban bien entre ellos y convivían como pareja, sin ningún divorcio, división de bienes o peleas de custodia abriendo un abismo invisible entre ellos.

Ella no necesitaba nada de toda esa basura en ese momento. Ya podrían volver a pelear cuando se sintiera mejor. Era consciente de que nadie la levantaba mejor que él cuando estaba con los ánimos por el suelo y eso era pensamiento realista, no su ego. Cuando se trataba de Steph, su ego se reducía hasta hacerse aún menor que el de un hombre normal, al punto que sus amigos juraban no haberlo reconocido las primeras veces que lo habían visto en su presencia.

"Hi." La saludó sentándose en el borde de la cama, en el mismo lugar que había ocupado antes Tessa, pero del lado opuesto de la misma. Le sostuvo la mirada en silencio, aún sonriendo de manera afectuosa, pero a pesar de su determinación y de su habilidad para las mentiras, sus ojos traicionaron algo de dolor. "What happened?" Le preguntó con suavidad, tomando la mano de ella entre las suyas con delicadeza, sin ninguno de los pruritos que Tessa había tenido. Hacerla hablar le había parecido una buena manera de distraerla para que no notara su tristeza, no por el hecho de que estuviera lastimada nuevamente, porque había llegado a acostumbrarse a eso, sino porque sabía todo lo que había entre ellos, separándolos. Todas las cosas que no se podían perdonar mutuamente.

"Hi." Le respondió todavía con cara de oveja camino al matadero. Había tenido la posibilidad de ir con él a Dalton Manor, algo que quería hacer desde esa noche en que él la había sacado a bailar para matarle el aburrimiento dos semanas antes, y ahora eso estaba arruinado por su propia incapacidad de contener sus emociones. Se sentía miserable. Se forzó a sonreír pero se la veía mortificada. A ella no siempre se le contagiaban las sonrisas impresionantes de Matt, porque desde un principio lo había visto como era. Ella sabía con quien se estaba casando al decir que sí. Sabía que era un tipo que había dormido con cuanta chica se le hubiera cruzado. Sabía que tenía un ego enorme y que tenía sus gestos faciales calculados al detalle más mínimo.

Sintió dolor al moverse su brazo levemente cuando él le tomó la mano, pero también se sintió muy reconfortada y para ella, eso valía más. Su sonrisa se hizo más amplia y más estable. No se le escapó el dolor reflejado en los ojos de él, porque lo conocía mejor que nadie, pero no supo interpretar la razón correctamente. "I woke up and started thinking about today and..." her voice trailed off y bajó la mirada, avergonzada de los sentimientos que sabía, no debía tener. "I think I turned myself on fire." Concluyó por lo que Tessa le había dicho, más que porque lo recordara.

Se había puesto a pensar, no en que iban a buscar libros, sino en que era su aniversario y que quería tenerlo todo para ella en la mansión. Después empezó a pensar en que aún si se le diera, no importaba, porque ya no estaban casados. Era una fecha que no tenía signoficado, entonces recordó el divorcio y las peleas... y por último, volvió a pensar en la fecha misma, a recordar mejores épocas, y la calentura que sentía por dentro se expresó por fuera pendiéndole fuego a sus manos y brazos antes de que pudiera usarlas para satisfacer esa necesidad. Había metido las manos en el bowl donde se lavaba la cara, pero los brazos no había podido salvarlos.

No iba a decirle a Matt que se había prendido fuego por pajera. Eso estaba claro.

-You think?- Preguntó en su cabeza, wondering si no se acordaba o qué. Por afuera, mantenía su aire despreocupado.

"Yes, that sounds perfectly logical." Ironizó en broma. Incluso dentro de los estándares del mundo mágico, la explicación de ella había sonado totalmente disparatada, tomando en cuenta su condición y todo. Él también era consciente de que era su aniversario, o al menos, lo hubiera sido de haber continuado casados. El tema lo había tenido bastante desanimado toda la mañana, hasta que al cruzarse con Tessa después del desayuno, había recordado su promesa de llevarla a Dalton Manor en busca de libros.

La idea de poder pasar algo de tiempo a solas con ella allí le levantaba el ánimo. Incluso si tan solo se la pasaban mirando antiguos volúmenes encuadernados en cuero, prefería pasar ese día especial con ella mirando el techo y sin dirigirse la palabra que en una orgía con cuarenta otras mujeres.

Tal vez era su propio deseo egoísta que lo impulsó a no reisgnarse al plan que tenían para ese día a pesar de que ella estuviera en la enfermería, pero estaba determinado a llevarla a buscar sus libros. La última vez que habían hablado del tema, le había quedado claro que para ella era importante tener esos libros, porque no había nada en el castillo que la entretuviera o la hiciera tan feliz como éstos.

A pesar de todo lo que tenía en su cabeza en ese momento, Fanny no pudo menos que reír por el comentario de Matt. Se daba cuenta de lo incoherente que había sido su explicación y de que él seguramente estaría preguntándose qué más habría detrás de todo eso que no le estaba diciendo. Claro que como su tutor, ella tenía que contarle todo lo que le pasaba, pero en este caso en particular, estaba bastante segura de que cualquiera con dos dedos de frente, podría deducir qué le había sucedido, en especial Matt que, a demás de conocerla mucho, tenía un IQ de como 180 y sabía perfectamente bien qué día era ese día y lo que significaba, al menos para ella.

"Got me, there!" Admitió antes de que su buen humor volviera a desinflarse. "I just wanted to spend some time alone with you go get those books..." dijo en tono plaintive, mirándolo mortificada, a modo de disculpas. Su tono de voz había dejado entrever la parte que no estaba diciendo, lo que omitía y editaba.

((A pesar de los caballos no porno que parecían serlo en un principio, he de admitir que me gusta tu idea. Sin embargo, me pone nerviosa jugar este tema sin terminar de postear el anterior desde el mail. ¿Y si colgamos éste hasta terminar el otro?))

Matt sabía perfectamente qué día era. Por eso había un dejo de tristeza en su mirada. Había adivinado fácilmente lo que le había sucedido a Steph, al menos todo menos la parte de la calentura. Él no la tenía por una mujer con bajos instintos de ningún tipo casi, pero no tenía en cuenta que él la había estado poniendo mientras que ella llevaba tres años y medio de abstinencia e incluso una mujer asexual como Steph podía llegar a sentir hambre después de todo ese tiempo de castidad forzada.

Simplemente había asumido que se había preocupado por el día y había terminado lastimándose con fuego en su angustia. Aún no había relacionado el tipo de accidentes que ella tenía con el tipo de humor que había causado el exabrupto. Nadie había hecho tal conexión todavía.

Le sonrió de manera cálida, comprensiva, cuando escuchó su excusa y adivinó todo lo que no le estaba diciendo. El saber que ella también quería pasar tiempo a solas con él después de todo lo que había sucedido entre ellos lo hizo sentir esa sensación cálida en el pecho que únicamente asociaba con ella y sus hijas.

"Well, then..." dijo estirando una mano bajo la cama como si fuera a alcanzar algo que estuviera flotando en el aire. Inmediatamente, una rosa blanca apareció fuera del campo visual de ella y, cuando Matt levantó la mano nuevamente, tenía la flor en ella. Se la ofreció a Steph con naturalidad, pero le dedicó una mirada cariñosa y cómplice. "Get dressed. We're gonna go get you those books." Declaró poniéndose en pie con desenvoltura, como si no hubiera nada de especial en el gesto que acababa de tener. Como si no hubiera sido una rosa blanca el regalo que él le había hecho cada año en esa fecha.

((Bueh, ya terminamos el otro. ¿Feliz? Ahora, ¿podemos seguir con éste?))

((Feliz. Aunque no me acuerdo ni mierda de lo que estábamos jugando acá, honestamente. Nos tardamos mucho con el otro. Dejame que relea un poco... me meta en personaje...))

"I'd tell you to stay and rest, but if you're excited enough about going to Dalton Manor to set yourself on fire, I don't wanna think of what you'd do to yourself if you stay." He said in a cheerful tone. Trying to make things less worrysome than they actually were was something he always did when it came to her "problems". 

"Plus, your hands seem to be almost healed and, in any case I've already asked for permission to skip my patrolling duties today. We might as well make the most of it. If your hands still hurt you can recite the titles to me and I'll get the books for you."

He had talked nonstop, a sign that the man was nervous even though Matt would have sounded relaxed to the untrained ear of someone who didn't know him well.

Fanny gasped at the sight of the flower, fully aware of its meaning. She stole a quick glance at his eyes before shyly lowering her own, face flushed. While she tried to find the courage to thank him for the flower, Matt began talking again so casually, Fanny took her chance to avoid an awkward moment.

"Good point," she admitted, twirling the flower in her hand like a coy young girl.

She looked down at her hands, appreciatively. "They are. My arms still hurt a little. nothing unmanageable, though. Cora's potions are excellent!" She was in a cheerful mood now that her little trip to Dalton Manor was confirmed. It would have pained her to postpone it. Yet, the mere idea of returning to that place where he had kissed her a while ago made Fanny's heart race in both excitement and fear. What if she was getting the wrong idea and made a fool of herself? Besides, the point was to stay away from him for a while. She didn't want to just fall back into his arms like he hadn't done anything wrong and it would be a lot harder being alone together in a place so full of memories.

"Thank you for doing this, Matt." She said seriously, looking into his eyes for a long time, a soft smile on her lips. "Reading is great comfort to me."

Fanny had noticed Matt's nervousness, though she didn't know what caused it and was afraid of the answer.

Matt tuvo que contener una sonrisa satisfecha ante la reacción de su ex. Le entusiasmaba saber que aún tenía ese poder sobre ella. Quería decir que había esperanza, que aún tenía suficientes sentimientos por él como para no rechazarlo abiertamente en un arranque de indignación. El resto de su lenguaje corporal lo confirmó. De hecho, Matt continuó hablando como para darle la oportunidad de una salida airosa de la situación que de otra manera se hubiera puesto incómoda. La clave era hacerla pasar un buen momento y eso incluía evitar situaciones desagradables en la medida de lo posible. Crear recuerdos lindos.

"I keep telling her she's wasting her talent as a school nurse, but she never listens." He said casually. His friendship with Cora was no secret. They have always had a very professional relationship so far.

Su rostro se iluminó con una sonrisa enorme cuando ella le agradeció. Matt asintió con la cabeza una vez. "Least I can do, but I do it gladly." He assured her. "I'll wait for you outside." He informed before leaving the hospital wing.

"She'll move on when she's ready." Fanny said simply, a soft smile still playing on her lips. Fanny had no hurry to part ways with the brilliant young nurse considering how often she ended up under her expert care.

Her smile broadened at his response, butterflies filling her stomach in a way only he could manage. She nodded back and waited until Matt was out of sight to change into the clothes Tessa had brought for her earlier. It was a rather simple looking dress, made of expensive cream patterned silk damask. It struck Fanny as an inadequate choice to do anything in Matt's company, especially on their would-be anniversary, as it was one of her everyday dresses, although no one but her would consider it so.

Fanny didn't blame her friend. It was the logical choice considering her circumstances. Still, she wished there was time to go upstairs and change into something classier before leaving, even though she knew it would be impossible to do so naturally, without Matt realizing she was wearing something nicer on purpose. The plain dress would have to do, she told herself in the end, not realizing most people owned only one or two damask dresses that were saved for special occasions only.  Everyone but Matt would think her wearing her best. Unfortunately, she couldn't care less about their opinion on her looks that day. On the plus side, Fanny knew the color really favored her.

Getting dressed was a slow and painful business, but at least the sleeves hid her bandaged arms, giving her a normal appearance. She redid her bun and fixed the curls framing her face before deeming herself ready to go. She met Matt outside the hospital wing, wearing a small embarrassed smile. The white rose he had given her firmly held by both her hands.

Matt waited outside the hospital wing, looking at the pictures in the corridor wall to pass the time. Some were empty and some engaged in small talk with him, which he returned politely while internally admiring the artist's handiwork. He excused himself and turned around at the sound of the heavy wooden door opening. The sight of her in that color put a pleasant on his face. It was good to see Steph out of her hospital robes, translucent as they night have been.

"Ready?" He asked offering her his arm gentlemanly. His eyes brimming with excitement at the idea of returning with her to Dalton Manor. Perhaps the memory of their last book hunting trip there, along with the place's natural charm, would help him make some progress in winning her back. Having her standing in front of him holding that white rose was almost too much to bear.

Fanny looked into his eyes for the briefest of moments before looking down again. She just couldn't hold his stare after getting such a meaningful present from her Matt. A quick nod was her sole reply. The next second, Fanny took his arm and off they went down the corridor.

"Tess was nice enough to fetch this dress for me." She felt the need to establish. He had always been so concerned about fashion, someone had to clarify why a woman like herself wasn't looking her best. "Mine was ruined by the fire." There was a hint of sadness in her voice but she was mostly glad he knew it hadn't been her choice.

He found her sudden shyness both endearing and reassuring that things were going well between them. It could have also meant that she didn't consider him a part of her inner circle anymore, but the fact that it had started after he had given her that flower was very meaningful. 

A tiny smile tugged at the corner of his lips at Steph's choice of topic. It was amusing that she had picked to comment on her dress the second she got out of hospital. He knew her well enough to get the hint, which added to his general excitement. The man looked giddy as a boy in a toystore as they walked down the corridors. He was wearing his best, as usual. Midnnight blue velvet and silver thread. Even in her everyday clothes, Steph looked stunning enough to make the two of them turn heads on their way to the grounds. 

"Does she know this is your roll out of bed look or was it a coincidence?" He teased.

Fanny chuckled, happy he caught her drift.

"I believe she must have picked whatever was handier. Remember what she wore to out wedding?"

An idea was forming on Fanny's mind. Perhaps she could change into decent clothes soon after all, considering they were going to her father's old house. She was willing to bet there were still more than a few of her old dresses laying around her old bedroom. It was unlikely someone as sentimental as Matt would have gotten rid of them, no matter how secretive they were about such feelings. Replacing the ruined dress was the perfect excuse.

"I was thinking..." Fanny paused deliberately. "Did you keep any of my old dresses? I'd like to replace the one that got burnt." She said innocently.

Matt snickered, making a superb job at hiding the fact his heart had skipped a beat at the mention of their wedding. "I still have nightmares about it." 

His eyebrows shot up for a moment, before his face was softened by a smile. He nodded, approvingly.

"You'll find everything as you left it." He said with pride. "Which dress did you burn?" He asked conversationally.

Fanny beamed at the rapport already built between them after just a few sentences. Even though she was still hurting over his indiscretions with her cousin, there was no denying what they had was hard to come across, impossible to match. That kind of connection just didn't happen overnight.

She was relieved to hear that. A tiny part had feared being wrong about him. Learning her old room and belongings had been disposed of would have crushed her.

"My! I didn't take you for a romantic, Matthew!" She teased back. "The cream one with leaf green trimmings."

The comment took him off guard for a moment. 

"And here I was, thinking you were the only person who really knew me." He teased back, a smirk on his handsome face. 

"Oh. If it's not too badly damaged, I could take it to my taylor. He might have some leftover fabric to replace the sleeves." Matt suggested.

Fanny seemed surprised.

"You had it crafted by your tailor!?" She asked after recovering from the shock.

"Of course! I could never force a fine lady like you to wear a ready made dress, Steph! The thought of that!"

Fanny was speechless for a long minute, digesting the information.

"I- I had no idea." She breathed at last, then shook her head lightly to the sides to clear it before adding: "You never took me for a fitting or anything."

Matt seemed both amused and pleased with himself at her reaction. 

"I had Mimi measure your Bourdeaux silk dress in the sly." He confessed. "It has always been an old favorite of mine, that one."

"How clever! You truly are amazing." She admitted with an absent expression. The woman was probably lost in her own memories.

"Would you really have it mended for me?" She asked snapping out of it. "It would mean a lot. I've always loved that dress." She explained in a calm tone, eye still up front, this time deliberately. She was deeply moved by the gesture and feared looking into his face would remind her of the painful truth about him and her cousin, his brand new baby boy and the long, difficult divorce they had just gone through.

Matt looked down, an embarrassed smile curved his lips for the first time in years, giving him a childlike air. Her words, together with her clear reminiscing spur had taken him back to his own set of bittersweet memories.

Her question brought him back to reality. 

"Of course. I'll have Mimi pick it up in the morning." He placed his free hand on top of hers over his other arm.

"Thank you, Matthew." She said in all earnest, looking up at him for the first time in a long while when she felt his hand on hers.

"Is she doing all right? Jade tells me her bones hurt these days. I think she might be getting too old for this job, the poor thing!"

"My pleasure." He said gallantly and then removed his hand after giving hers a light squeeze. 

His expression sobered up at her question. 

"And you are right, as per usual, but you know house elves. She would kill herself if I were to free her. I  keep her busy with simple, non demanding tasks that make her feel useful without overexerting her." He explained.

"And people say you're cruel for keeping a house elf!" She exclaimed. "I'm glad you're taking good care of her." Fanny added in a more subdued way. "Jade seems quite taken with her." She observed, which irremediably made her think of his son.

"Speaking of children, where is Revan? I haven't seen him today at breakfast."

"I do my best to return the favor. She's been faithful to your family all her life." He smiled at her praise. 

"She is. I wish Ruby were as charmed. She comes running to me whenever she sees her. The poor creature is mortified for scaring the child."

"He's with my mother. Spent the night there so we could get your books unburdened."

"She's been raised as a muggle her whole life and house elves are rather a shocker to look at." Fanny argued. "Even sweet old Mimi, but she'll grow used to it. I used to be terrified of her myself when I was around her age."

"Oh." Fanny was truly surprised. "And she was OK with that? You didn't have to. He is such a darling."

"You were? That's news!" He said visibly impressed. "Let's hope she grows out of it soon, then."

"Of course. She adores the baby." He smiled proudly at her compliment. "That being said, I really needed a break from changing nappies. I haven't gone out of the castle in over a month! And, no; before you mention it, escorting that monster doesn't qualify as going out."