La excusa era caminar

Giselle exhaló emocionada y tomó uno de los caramelos. Miró a Laz, y luego se acercó el caramelo a la boca, ansiosa:

_A la cuenta de tres. Uno, dos... ¡TRES!

Y sin más, se metió la golosina en la boca.

Laz tomó algo más de distancia por las dudas que ella eligiera alguna locura enorme o algún animal muy salvaje como para no salir tan lastimado si le faltaba el autocontrol para manejar los instintos que venían con la transformación.

La miró con una sonrisa cómplice en los labios y se llevó el caramelo a la boca cuando ella llegó a tres. De inmediato se transformó en un zorro que salió corriendo por entre las gradas, metiéndose bajo los asientos en un intento por poner la mayor distancia posible entre ellos.

Al tiempo en que un zorro se materializaba, el cuerpo de Giselle se transformó en una ardilla. Escuálida y con aspecto enfermo, al igual que Giselle, pero con los ojos brillando del júbilo de un niño que llega a su casa luego de toda una tarde aventuras. Rápidamente, comenzó a recorrer las gradas y trepar por las gigantescas banderas de las Casas.

Laz había temido algún animal enorme de parte de Giselle para prepararse para lo que fuera que él eligiera. Sin embargo, al mirar por sobre su afelpada cola mientras huía, vio una ardillita. Entonces giró sobre sí y se lanzó a la persecución de ella, corriendo a toda velocidad para intentar hacer lo más posible con el poco tiempo que el caramelo le daba.

Claro que para cuando llegó junto a ella, la ardilla ya estaba en el poste de las banderas y no le quedó otra que mirarla desde abajo. Unos segundos después, se volvió a transformar en Lazarus y rió un poco. "Muy buena idea, la verdad." Admitió. "¿Puedes bajar?"

Cuando vio que Laz volvía a su forma original, se apresuró a como ardilla adoptar una posición que le permitiera sujetarse del poste como humano. Se abrazó a él y comenzó a deslizarse hacia abajo mientras se transformaba.

_Pésima idea para alguien que le teme a las alturas, pero el instinto me dominó y tuve la necesidad de trepar -comentó animada, hablando con una velocidad que no era común en ella-. Supongo que me falta práctica.

Rió por la confesión. "¿No es lo más?" Sonreía como un nene en medio de una dulcería. Los juegos y payasadas le encantaban aunque por afuera pareciera todo serio. Sólo no le gustaba compartir cosas agradables con gente que no lo merecía. Eso explicaba por qué se aburría tanto en el castillo. Con Maw y Johnny hablaba de quidditch, con Geezer y Lex peleaba, pero no tenía a nadie con quien sintiera una conexión más allá de eso.

"¿Práctica?" Volvió a reír pero le tendió la mano para ayudarla a bajar del todo. "Salvo que quieras venir todos los días a escalar el poste transformada en ardilla..." Bajó las gradas como había subido las escaleras, saltando los escalones de dos en dos, con confianza. Fue directo a la cajita de caramelos. "Tu ganas el primer round. ¿Vamos de nuevo?" Sacó otro caramelo de la caja y se la volvió a ofrecer a ella.

Tomó la mano de Laz para poder bajar más cómodamente, sin embargo ella no bajaba los escalones de dos en dos.

_¿Cómo que gané el primer round? ¿Qué tipo de competencia es?

Pensó un momento antes de responder. "Los zorros comen ardillas... cuando las atrapan. Yo no pude. Tu ganas." Resumió. "Si te hubieras convertido en... no lo sé, un tigre, un león... algún otro animal capaz de comerse a un zorro, tu tendrías que haber ido a cazarme. Es lo que pensé que sucedería, por eso salí corriendo." Explicó.

"¿Lista? Uno, dos... tres." Se llevó el caramelo a la boca pensando en un terrier.

Era curioso ganar sin proponérselo, ya que se había convertido en ardilla porque sí, no había intentado competir de ningún modo. Cuando él se llevó el caramelo a la boca, Giselle estaba pensando jugar a algo más doméstico esta vez. Un animal enérgico al que le guste correr, pero que no fuera peligroso por si no podía dominar sus instintos. Pensó en un setter rojo irlandés, y se llevó el caramelo a la boca.

((¿Estuvo lindo el camping?))

Confiando en la velocidad de su elección, Laz se quedó en el lugar un segundo, con la mirada fija en Giselle mientras ella también se transformaba. Apenas ver en qué había ido a parar su figura, le gruñó y salió corriendo gradas abajo esta vez, saltando entre los asientos en lugar de usar las escaleras.

((Alucinante. Pero descubrí que entre mis primas soy un hombre))

A Giselle le hubiera sacado una sonrisa el ver las elecciones de ambos, pero estaba muy ocupada siendo un perro. Al ver que Laz acometía contra ella, se largó a correr sin dudarlo confiando en la velocidad inquebrantable de la especie elegida.

((Tengo miedo de preguntar...))

Laz corrió con el oído aguzado por los caramelos. Podía escuchar a Giselle y calcular la distancia. Al sentir que se acercaba cada vez más y saber que iba a quedar acorralado se dio vuelta y volvió a mostrar los dientes. Tal vez si ella se acercaba lo suficiente le podía morder los tobillos.

((La dinámica de la playa es simple. Pasa el de los choclos, le comprás un choclo. Pasa el de los churros, le comprás una docena. Pasa el de los panchos, le comprás un pacho. Y no importa la hora del día. Mis primas se comían medio paquete de cerealitas entre las dos, en todo el día. Para el asado se compraron un paty cada una. Y la picada? Además de que yo sola me clavo tres patys... Entre eso, y que me tocaba leer el mapa y armar la carpa, fui un cacho cualquiera...))

Giselle optó por la confrontación y lo recibió con un gruñido grave, enseñando los dientes. Aguardó con expectación a que él se le acercara un poco más.

((Se nota que disfrutaste el finde a full. Para comer galletitas te quedás en tu casa. Aunque tenés que admitir que te salieron económicas las primas.))

Sabiendo que no les quedaba demasiado tiempo de transformación, Laz se lanzó a atacar en una maniobra de costado. Sabía que exponía el cuello pero era su mejor opción para llegar al flanco.

((Que gane el mejor dado?))

El miembro 'Lazarus Jones' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'10 Caras' :

((Ponele que ganaste, no sé cómo se tiran los dados en el foro.))

((No es justo. A ver. ¿Viste cuando estás tipeando el mensaje para mandar? Ahí abajo del "enviar" hay un título en bold que dice "lanzada de dados". A la derecha de eso hay un signito de + que abre un descolgable. En ese descolgable a su vez hay otros dos descolgables. En donde dice "número de lanzadas" es la cantidad de dados a tirar. En este caso 1, pero para ver si funcionó un hechizo y esas cosas más normales se suelen tirar 3 para alumnos y 5 para adultos. Después de poner el número de dados a tirar, en el descolgable de la izquierda elegís el tipo de dado. El si/no es un dado de dos caras para resolver situaciones fáciles. El de 10 caras es el que usamos más habitualmente y el que tiré yo y tendrías que tirar vos. Los otros dos no se usan mucho (creo que para embarazo) pero ofrecen otras posibilidades estadísticas como 1/3 y 1/4, o sea que tienen 1 cara "si" y 3 o 4 "no". Espero te sirva))

((A ver si sale...))

El miembro 'Sarah Adams' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'10 Caras' :

((¡Terrible!))

Por un golpe de suerte, o tal vez sólo falta de reflejos por parte de ella, Laz alcanzó el tobillo izquierdo del otro perro enseguida y lo mordió dejándose llevar más o menos por el instinto canino en él. Sin embargo, mantuvo el control lo suficiente como para que no fuera algo que pudiera causar lesiones graves.

Unos momentos después, sintió la sensación extraña de volver a convertirse en humano y apenas llegó a alejar un poco la cabeza de ella como para no aparecer mordiéndole la pierna. Le agarró un ataque de risa histérica de inmediato.

Lanzó un pequeño aullido cuando él la mordió, pero fue más de ansiedad que de dolor. Al ser perra, no lo sintió como si un muchacho la estuviera mordiendo... pero cuando ambos se transformaron se sintió repentinamente incómoda, como si hubieran invadido algo muy privado. La risa de él distendió un poco la situación, sin embargo ella ya no tenía ganas de jugar. Se puso de pie, y se sentó en las gradas a mirar el paisaje, todavía jadeando un poco por haber corrido.

En un principio, Laz estaba demasiado tentado como para prestar atención a sus alrededores, pero después que se le pasó el ataque de hilaridad y vio que ella ya no estaba se sorprendió. Miró por encima de su hombro, sorprendido. Como él no había tenido tantos problemas de aislamiento como ella, no veía el que tal vez a los ojos de Giselle hubiera cruzado alguna clase de barrera personal... sobre todo porque era algo que le había pasado a un par de perros, no a ellos.

Se levantó del suelo y volvió junto a ella. Se paró a su lado y la miró inquisitivamente, pero no dijo nada.

_Estoy algo cansada por la corrida -se justificó ella, con su monótono modo de hablar. Le hizo un gesto de que se sentara junto a ella, y esperó.

La respuesta lo tranquilizó. Como la mayoría de los hombres, era incapaz de ver mucho más allá de lo que se le estaba diciendo literalmente salvo que algo lo predispusiera para esperar indirectas o malas pasadas. "Mucho ejercicio para toda una vida." Bromeó.

Se sentó junto a ella obediente. "Jugaste como un profesional, así que ahora te toca elegir qué quieres hacer."

Era difícil elegir cuando se desconocen las alternativas. Sabía bien que cualquier cosa que dijera sería básica al lado de lo que pudiera proponer él. Buscó en su memoria algo que siempre hubiera querido hacer y no se lo permitieran.

Por tonto que fuera, lo que siempre, siempre, SIEMPRE había deseado era dejar los modales de lado. Se sentada con las manos relajadas en el regazo, y los tobillos cruzados. Se dio cuenta de que en esa posición estaba en ese momento y que si se descruzaba, no habría nadie que le dijera "¡Siéntate como una dama!".

Descruzó entonces las piernas, todo esto sin decir una palabra, dejó caer los brazos al lado del cuerpo y se dejó ser en forma natural. Tal cual lo haría si no tuviese constantemente en la cabeza el deber-ser.

Miró a Laz de reojo y se dio cuenta de que no había propuesto nada. Tampoco se le ocurría gran cosa para hacer en el momento, pero sí algo que podrían hacer otro día...

¿Pero cómo se invitaba a alguien sin que pareciera forzado? ¿Cómo sonar casual?

_¿Qué harás este sábado a la noche?

Laz la miró mientras esperaba una respuesta, aunque no parecía impaciente sino curioso. Era consciente de que Selle podía no tener muchas ideas sobre qué hacer, pero no darle lugar a elegir era demasiado dictatorial incluso para él. Y como ella parecía ser una caja llena de sorpresas, no perdía nada con ver qué salía de esa cabeza maquiavelica.

Sonrió en respuesta al cambio de postura de Giselle y asintió con aprobación. "Mucho mejor, ¿no?" Había cierta complicidad en su voz.

La pregunta lo tomó totalmente por sorpresa de manera evidente, mas se recuperó enseguida con una mueca torcida en los labios. "Aparentemente, estoy a punto de enterarme. ¿Qué tienes en mente?" La idea de hacer algo un fin de semana para cortar con la monotonía del castillo lo entusiasmaba aunque no tenía ni la menor idea de qué podía traerse ella entre manos. Eso hacía que el asunto fuera todavía más interesante y se mostró entusiasmado.

Giselle se sintió más aliviada al encontrarlo receptivo. Metió la mano en el bolsillo y tomó dos papeles gruesos. Esperó mientras juntaba valor para decir lo siguiente. Unos segundos después extrajo los los papeles impresos con el nombre de una banda y el sello holográfico de una disquera. Se los mostró:

_Me los mandó mi tío por lechuza esta mañana. El recital es este fin de semana. Y si quieres ir, desde ya me debes una hamburguesa -hizo una pausa-. Pero implica escapar del castillo e ir al mundo muggle. Solos, claro.

Laz enarcó las cejas al reconocer el tipo de papel grueso y rectangular con las típicas letras y hologramas. La idea de ir a un recital con ella lo entusiasmaba, pero no se había esperado que fuera tan pronto, durante el período de clases. La idea de escaparse del castillo que venía implícita con las entradas no le molestaba, pero tampoco formaba parte de su rutina como para que no lo pusiera un poco nervioso. Afortunadamente para ella, a Laz le gustaba la adrenalina.

La mención de la hamburguesa lo hizo reír de manera nasal. Lo había dado por descontado y el que ella lo trajera a colación le resultó simpático. "Aquí adentro lo veo complicado." Bromeó.

La palabra 'solos' lo había puesto más nervioso que la idea de escapar del castillo, mas se esforzó por poner su mejor cara de estar en control total de la situación. Lo consiguió a medias, un segundo de duda traicionó el esfuerzo puesto en la tarea. Ni siquiera se había acordado de preguntar por la banda ante la perspectiva de salir del castillo sin ser descubiertos.

"Que buen que pasé mi examen de desaparición, entonces." Llegó la respuesta despreocupada cuando logró controlarse. Había hecho varias cosas contra las reglas, pero escaparse estaba todavía en su lista de pendientes. Tendría que preguntar a sus amigas cómo lo habían conseguido ya que sin querer había escuchado un par de historias interesantes al respecto en la sala común. No quería quedar como un tonto frente a ella. Era demasiado orgulloso. "¿En dónde es?"

Giselle prácticamente contenía la respiración. No era adrede, parecía haber olvidado que debía hacerlo. Estaba expectante de cada simple reacción de él. Interpretó el leve nerviosismo como una incomodidad, y temió ser rechazada. Tal vez se había apresurado. A lo mejor era conveniente dejar pasar ese recital, ir sola, e invitarlo al próximo.

La banda intérprete era desconocida e impopular, pero según Sarah sabía, harían algunos temas tributo a Nightwish, que sabía que a Laz le gustaba. Por eso había decidido invitarlo.

_Tenemos que ir a Londres -se apresuró a decir, para evitar el momento tenso-. Yo no pasé mi examen de desaparición, así que preví una ruta un poco más... tediosa -sacó un trozo de pergamino del bolsillo-. Esto lo robé del despacho de mi tía... es un listado de las guardias nocturnas del fin de semana. Así podríamos evitar las zonas vigiladas por profesores de manera prácticamente infalible. Pero no voy a mentirte, es algo arriesgado...

Estiró el cuello para ver las entradas con más detalle. No. No conocía la banda, pero le gustaba ir a recitales lo suficiente como para ir a ver la banda que fuera. El tema, generalmente, era que él no podía pagar las entradas o no tenía con quien ir a los recitales cuando sus amigos muggle se bajaban.

"Genial. Siempre quise conocer Londres." Confesó con entusiasmo. La idea de ver la famosa ciudad siempre le había llamado la atención pero por una cosa u otra nunca había tenido oportunidad. No tenía familia ahí, no tenía amigos que vivieran en la zona y sus padres detestaban el lugar como para llevarlo. Enarcó las cejas impresionado de que una chica correcta como ella hubiera andado robando. Se preguntó si no la estaría llevando por el mal camino. "Nada que haya valido nunca la pena fue seguro." Bromeó con descaro. Ahora que había tomado la decisión de ir con ella, se sentía envalentonado por la idea de hacer algo que estaba prohibido por las reglas del castillo y al mismo tiempo nunca había hecho antes. A demás, la idea de ir a un recital siempre lograba ponerlo de muy buen humor. Ya lo acosarían las inseguridades a la noche cuando intentara dormirse y entonces vería qué hacer con ellas.

Se acercó a ella para poder observar el mapa con más detenimiento. "Mientras consigamos salir del castillo sin ser vistos, después podemos aparecernos en Londres." Opinó. El problema siempre era pasar las barreras anti desapariciones que protegían el colegio. Después de eso, podía llevarla con él a Londres sin problema. "¡Esto es oro en polvo!" Se refería al mapa.

Giselle, correcta sí. Pero podía robar o hacer otras cosas catalogadas como "incorrectas" si encontraba un argumento racionalista que avalara su actuar. Y eso siempre la había respaldado en momentos en que la rebeldía se apoderó de ella. Claro que, en su cabeza, no se trataba de rebeldía. Tenía toda una cadenilla de simbolismos y conceptos con los que armaba su propia imagen de sí misma.

En el caso del mapa con las rutas de los profesores, ella no lo estaba robando para una mala finalidad. Solo estaba copiando los datos que le fueran de utilidad para poder llevar a cabo una actividad adolescente como cualquier otra. No sería irresponsable con esa información, no la vendería a otros estudiantes a cambio de dinero o favores, y tampoco iba a hacer abuso de esa información para salir a deshoras. Simplemente era un pequeño desliz que no dañaría a nadie, para aprovechar un regalo que le había hecho un ser querido. Como resguardo aún más profundo, se recordaba a sí misma que su tía quería que ella hiciera cosas de adolescentes y que tuviera amigos. Y no era que le robara la información para hacerle daño o mentir, sino que le estaba haciendo el favor de tomarla sin su conocimiento, para que no volverla cómplice y manchar su historial de reputación docente.

Todo fríamente calculado.

Igualmente se sentía algo incómoda de habérselo mostrado a Laz. Nunca había compartido cosas así con nadie. Sintió el impulso de rogarle que no le dijera a nadie, pero cuando estuvo a punto de hablar, se dio cuenta de que él no era el tipo de chico que haría algo así. Como demostración de confianza, no le pidió nada.

_Hay dos puntos de inflexión, aquí y aquí, donde se cruzan dos rutas. Son las zonas más difíciles, porque debemos quedarnos ocultos sin hacer el más mínimo ruido. Pero el resto no es tan complicado.

((Ahí aviso))

En ese sentido, Laz no tenía dilemas morales graves. Tenía un set de reglas éticas sobre lo que estaba bien o mal y las seguía fielmente. El único detalle ahí era que dichas reglas habían sido armadas por él según su propio criterio y no siempre coincidían con las impuestas por la sociedad. Sin embargo, el chico era un idealista. La mayoría de sus reglas apuntaban a lo que "era correcto" y los puntos en que diferían solían tener bastante que ver con su propia seguridad. La actividad que ellos estaban planeando era un claro ejemplo de eso. No le hacía problema romper las reglas diseñadas a protegerlo a él y al resto de los estudiantes, porque no le parecía una ofensa grave que fuera contra "lo que estaba bien", pero que una alumno anduviera detrás de un profesor le resultaba horroroso. Tampoco tenía problemas con que los squibb fueran educados en el castillo (tema controversial del momento), pero que de profesora les pusieran a una mujer que "por accidente" había hecho explotar dos tipos enormes por no poder controlar sus poderes, le parecía un espanto. Incluso si media docena de medimagos juraban y rejuraban que ya estaba "curada", o si tenía carita de angelito, a él le parecía un riesgo innecesario.

Tenía la vista fija en el mapa, intentando ubicarse y entender lo que ella le estaba diciendo. Asintió cuando más o menos comprendió la ruta a la que Giselle se refería. "¿Qué salida tienes en mente después de salir del castillo?" Paseó la vista por el pergamino buscando las marcas de los lugares por donde se podía salir del colegio. Una cosa era salir del castillo y otra cosa de los terrenos, donde aún estaban vigentes esos estúpidos hechizos anti desaparición. "Veo que hay una salida aquí." Señaló el sauce boxeador. "Aunque no parece muy inteligente..." Buscó con la vista otras marcas similares.

((Tengo una idea para después del recital. Te mando PM))

_Marqué varias alternativas, todas tienen algún riesgo, pero pensé que tal vez te las podía mostrar todas por si se te ocurría una solución. Sé de un Traslador en las afueras de Hogsmeade que nos deja en Londres, pero bastante lejos del recital. Con la ruta que yo pensé hacer, llegaríamos a mitad de la segunda banda soporte... si te animas a Aparecernos a ambos, podríamos salir más tarde del castillo, y aún así llegar a tiempo. Pero no sé qué opinas...

Hizo un sonido con la garganta para que supiera que entendía. Estuvo pensativo un rato, mirando el mapa y las salidas marcadas. En eso se le ocurrió algo y sonrió con autosuficiencia. "Tengo una idea." Tomó el mapa para girarlo un poco y traer la atención sobre una parte dentro del castillo que más o menos habían pasado por alto sus ojos hasta ese momento. "El pasadizo detrás de la bruja jorobada." Pensó en voz alta. "Lleva a Hogsmeade desde dentro del castillo. Si usamos ése, sólo tenemos que esquivar un par de guardias dentro del castillo pero no hace falta arriesgarse a ser vistos en los terrenos. Desde las ventanas podrían tranquilamente vernos y es un riesgo innecesario." Concluyó.

Siguió con el dedo el pasadizo hasta su final y su cara ya no era tan feliz al final del mismo. "El único problema, es que saldríamos en la despensa de Honeydukes." Y eso no era tan cómodo como salir en medio de la calle o en la Shrieking Shack. ((Que nunca supe cómo se llamaba en español. =P Hay mucho purista por acá XD acostumbrate))

La miró seriamente. "Si lo vamos a hacer, hagámoslo bien. Un Traslador puede ser fácilmente investigado. Ni siquiera sé si no tienen rastreador de edad." Dijo sombrío. "A demás, en el verano llevé a mi hermana Celeste a Oxford para un concierto de Justin Bieber al que quería ir porque ella falló el examen tres veces. ¿Qué tan distinto puede ser?" Era raro verlo hablando tanto, pero estaba entusiasmado por la idea de ir a un recital y tener que hacer tanto plan por anticipado.

((Tonchi & Nahu te sirve? Justin Bieber?))

_Supongo que los Trasladores no tienen detectores porque no es la primera vez que me fugo del castillo -le sonrió con complicidad-, pero sí he pasado por varios riesgos innecesarios.

Hizo una pausa pensativa, luego añadió:

_El Profeta Diario tiene una sección de publicidad... permanentemente salen las de Honeydukes. No tiene demasiado texto, pero dice los horarios de apertura y cierre de todos los días. Con eso podemos planear mejor si llegamos antes del cierre y aprovechamos el horario pico de compras y sus distracciones para fugarnos del depósito sin ser vistos... o llegamos después del cierre y nos Aparecemos desde ahí. El tema es que por medidas de seguridad, deben tener algún conjuro anti-apariciones, porque si no, sería muy fácil robar mercadería.

Pensó unos momentos más.

_Tendríamos que llegar ahí antes del cierre y salir como sea. ¿O se te ocurre otra cosa?