Patas sobre la mes

Sábado por la tarde. Simón estaba despatarrado en un sillón con los pies sobre la mesa ratona que tenía frente a él. Tenía una revista sobre Quidditch en las manos, pero no la estaba leyendo. La había releído varias veces la semana anterior y ya no le quedaba más jugo para ser exprimido antes de que llegara el próximo número al día siguiente.

Simón bostezó sonoramente y miró alrededor, en busca de algo con qué entretenerse. La sala común le resultaba opresiva y deprimente, con su pobre iluminación y el color verdoso de la luz siendo filtrada a través del agua llena de algas del lago.

"Qué basura!" Se quejó abiertamente, revoleando la revista por sobre su cabeza sin fijarse a dónde podía ir a parar.

Mo estaba sentada cerca de él, leyendo un libro sobre aves. Estaba bastante metida en la lectura, así que no le prestaba demasiada atención a lo que estaba haciendo el resto de la gente a su alrededor. Al menos no hasta que Simon no habló y le llamó la atención. Se volvió hacia él y lo miró con curiosidad. Lo conocía de toda la vida y era su mejor amigo, así que dejó de lado lo que estaba leyendo, marcó la página con un señalador de flores secas prensadas en acrílico y se acercó a él con el libro en la mano.

"¿Qué sucede, Sy?" Le preguntó mirando la revista que estaba en el suelo cerca suyo. -Quiditch...- pensó levantándola del suelo y entregándosela a Sy para luego alejársela antes de que pudiera agarrarla. "Todo es Quidditch contigo..." se quejó con una sonrisa. "¿Al menos podrías no ensuciar la sala común?" Añadió medio como broma, pegándole con la revista por la cabeza antes de darsela esta vez sin juegos.

((Jojohh ya había perdido esperanza de que alguien respondiera a este thread viejo. Qué bueno que te metiste ;))

Sy intentó agarrar la revista cuando Mo se la alcanzó, pero erró al sacarla ella de su rango de alcance. Le frunció el ceño molesto aunque sabía que era un juego, el fingir estar molesto también era parte del mismo. En realidad llevaba un cierto tiempo dándole vueltas a un asunto y medio que lo habían dejado medio mal el otro día y no encontraba la manera de hacer funcionar las cosas en su cabeza para deshacerse de la sensación de incomodidad que a veces acompañaba ese sentimiento que los demás identificaban como 'culpa'.

"Nada." Le dijo todavía mostrándose algo molesto o tal vez frustrado... o las dos cosas. Sonrió de lado cuando ella lo acusó de eso y prefirió no hablar de lo que realmente lo tenía mal, así que dijo "Sep... todo es quidditch conmigo. Así de superficial soy." En un tono que quería sonar desafiante, pero que no lograba ser del todo convincente con eso de que en realidad su problema era el Quidditch. El problema con la revista es que como ya la había leído, no lo entretenía lo suficiente como para quitarle la mente de sus problemas.

"Au!" Protestó mirándola con el ceño fruncido, ahora un poco molesto en serio. "No hacía falta que me pegaras!" Protestó irritado.

((Y acá llegué yo, la patrona de las causas perdidas ;))

Mo le sacó la lengua con cara seria cuando Sy la miró mal por amagarle con la revista. "Seh, cómo no." Dijo con una mueca ladeada. Conocía a Sy lo suficientemente bien como para saber que había algo molestándolo más allá de su excusa del Quidditch y no estaba segura de si él era mal mentiroso o ella lo conocía demasiado bien, pero solía saber cuándo estaba bluffing porque le conocía los cues.

En general respetaba que las demás personas no quisieran contarle las cosas... sobre todo porque casi no hablaba con la gente, salvo Sy, pero como él siempre terminaba contándole todo y quejándose de lo que sea que lo tuviera irritado ese día, le molestaba que se anduviera con vueltas en lugar de ir al grano.

"Como todo hombre." Le devolvió el palo con una mueca en el rostro. Acto seguido, se sentó junto a él con los brazos cruzados sobre su pecho. "Entonces ya deja de mentirme y cambia esa cara." Sugirió como opción para dejar de pegarle.

((Ohh, mi príncipe en armadura brillante!!))

Sy se mordió el labio inferior y revoleó los ojos cuando ella se mordió la lengua y le hizo ese gesto. Le molestó un poco que pudiera leerlo como a un libro abierto aunque estaba acostumbrado y la mayor parte del tiempo le quedaba cómodo... salvo cuando le molestaba o lo hacía quedar como un blandengue.

"Uh, llegó la feminista." Le dijo mirándola mal. Él era bastante machista, así que en ese punto nunca se ponían demasiado de acuerdo, pero por lo general lo evitaban. Le llamó la atención que ella lo trajera a colación y pensó que debía haber algo molestándola a ella también para que reaccionara así. "Nadie te obliga a hablarnos, sabes?" Le hizo notar con cierta agudeza.

"No tengo ninguna cara." Volvió a negarlo, esta vez haciendo un mejor trabajo. Sin embargo, como siempre, unos segundos después escupió la verdadera razón de su enojo. "Pero estoy cansado de que no tengas tiempo para trabajar en nuestros proyectos. Pensé que realmente te interesaba tallar madera y ahora ya casi nunca vienes debajo del árbol." La acusó con el ceño fruncido y una expresión de enojo y dolor en los ojos. Se sentía abandonado, traicionado, dejado de lado, cambiado por el nuevo ese... el idiota Gryffindork que para peor se había pasado la vida en los establos limpiando suciedad de caballo y apilando el heno. "No me extrañaría que dejaras de venir al club de tallado en cualquier momento." Añadió como para lastimarla, para vengarse por haberlo abandonado.

((JAJAJA más bien tu travesti en armadura brillante ;))

Le había parecido una buena contestación y mentalmente, lo felicitó por ello. Le gustaba codearse con gente ingeniosa, capaz de tener salidas inteligentes a las situaciones en que ella los ponía a propósito para testearlos. "Lo sé... pero la sociedad lo exige... qué se le va a hacer?" Dijo medio en broma. "Hay que hacer sacrificios en la vida..." Comentó ahora con un tinte algo amargo en lo que decía, puesto que estaba pensando en la relación forzada que tenía con Lance. "A demás, tú estás bien... casi no pareces un hombre." Le dijo medio en broma.

Levantó la mirada hacia él un poco molesta de que le pasara factura. No le gustaba que la gente le recriminara cosas y lo reprendió con la mirada. Si tan sólo no fuera tan cercano con su padre y pudiera explicarle... decirle cuánto le hubiera gustado estar comprometida con él en lugar de Reamour. "Por supuesto que me interesan nuestros proyectos!" Protestó entre molesta e indignada y culpable. Si no fuera porque la estúpida pantomima de novia le estaba robando todo el tiempo, se hubiera dedicado a full al club de Wihttling. "Y a demás, jamás dejaría el club. Me encanta lo que hacemos, es sólo que..." Intentó poner una sonrisa tonta, pero no lo consiguió del todo. "También quiero pasar tiempo con Lance." Dijo intentando sonar embobada, pero consiguiéndolo a medias. Odiaba tener que hacerle eso a Sy, que seguramente se lo tomaría mal y con razón, pero no iba a arriesgar la vida de su familia por nada del mundo.

((Cuak!))

Venía sonriendo de manera relajada y divertida hasta que ella le dijo que casi no parecía un hombre. "Hey!" Protestó con cara de culo y le revoleó con su bufanda, apuntándole a la cara con furia, aunque seguro de que no podría lastimarla. "Te estás pasando..." le advirtió.

"Si? Pues no parece..." le dijo ahora más resentido porque al tema de Reamour se le sumaba que lo había llamado 'casi no hombre'. El que ella dijera que quería pasar también tiempo con Lance lo irritó. Él detestaba a todos los puffies y a ese en particular, que se andaba haciendo el buenito y todo el mundo lo quería... los hacía quedar mal a todos los demás!

"Pues si sigues administrando tan mal tu tiempo vas a tener que elegir..." Le dijo de mal modo antes de levantarse e irse a la mitad de la conversación, a hablar con Nicole.

Se vio venir el bufandazo de Sy y lo frenó un poco con la mano aunque parte de la bufanda sí le pegó en la cara levemente sonriente que le había puesto. "Todavía que te elogio!!" Protestó medio en broma antes de que las cosas se pusieran más agresivas.

"Sy..." Le rogó con expresión suplicante, como pidiéndole que la entendiera. Hubiera querido que entendiera sus motivos reales, pero sabía que por más que confiara en él, no era la persona más indicada para guardar secretos y no quería arriesgar la vida de su hermanito por algo así.

"Sy... Simon!" Lo llamó primero en voz demandante desde el sillón y después levantando más la voz y el trasero del sillón como si lo fuera a seguir, pero sin hacerlo finalmente. Acabó por sentarse con cara de culo y cruzando los brazos sobre su pecho. "Idiot" Pensó en voz alta.

Había estado sentada ahí cerca leyendo y no había podido evitar escuchar la conversación entre Morwyn Simon, porque habían estado hablando más fuerte de lo que hubiera querido. Sin emabrgo, tenía un sore spot for romance a pesar de todo, así que sentía cierta simpatía hacia Morwyn y si situación. A esas alturas todo el colegio se había enterado de su bastante mal disimulado romance con el chico Puffy y si bien no aprobaba su elección de pareja, entendía que a veces el amor era ciego. Ella hacía rato que estaba enamorada de Edward Taylor, pero como él no le daba bola... tal vez al menos podía sentirse realizada a través de alguien más.

Dejó su libro de lado cuando su compañera se sentó en el sofá con mala cara y se acercó con la mejor cara posible, aunque algo seria, porque en el fondo era medio tímida. "Blokes won't understand you, girl. They are too hot tempered for that... but he cares about you. He'll come back." Le dijo tomándose la libertad de sentárse en la mesa frente a ella.

((Uhh me estaban esperando a mí? Qué caca. Perdón.))

Sy ignoró el comentario de Mo y siguió caminando como si tal cosa, demasiado orgulloso como para dar el brazo a torcer. Se metió las manos en los bolsillos con cara de traste. Por más que le gustara, la detestaba cuando salía a defender al gil ese.

Morwyn estaba de un humor terrible. De esos que dan miedo. No es que alguna vez se la hubiera visto perder la paciencia, porque siempre se había controlado mucho, pero ciertamente en ese momento parecía el tipo de persona en cuyo camino uno no quiere cruzarse cuando están de malas.

Miró con mala cara en la dirección de la voz que se dirigió a ella, pero después aflojó un poco los músculos a una cara de desdén cuando se dio cuenta de que era alguien que no tenía la culpa y parecía venir con buenas intenciones. No iba a maltratarla, pero deseó que pudiera irse a otro lado, a molestar a alguien más que realmente aceptara su consejo, porque ella no estaba totalmente enamorada del Puffy ni mucho menos.

"I know..." dijo con suavidad, mostrándose desinflada porque recordó que Sy y ella no habían peleado nunca antes de que Lancelot apareciera en la pintura. Lo conocía, iba a patalear y a hacer berrinche, pero no la dejaría de lado. No después de todo lo que habían pasado juntos. "I know." Dijo ya menos colgada, ahora mirándola a ella con una sonrisa.