Saliendo de clases

Un par de días después de su charla con John en el gran salón, Maurie estaba saliendo de la clase de pociones, su última clase del día, cargada de libros. Había sacado unos cuantos de la biblioteca el fin de semana para hacer la investigación para Herbología y todavía no los había devuelto. Por ese motivo, los había ido a buscar al dormitorio en el recreo para poder entregarlos después de clases y así ya sacarse eso de encima y estar tranquila el resto del día sin tener que preocuparse por hacer eso. Por otra parte, la gente hacía las cosas a último momento así que estaba contenta de haberlo hecho temprano, así podía ya dejar los libros en la biblioteca para que el resto de sus compañeros pudieran utilizarlos si los necesitaban. A ella siempre le molestaba mucho ir a buscar un libro que necesitaba y no encontrarlo porque alguien que ya no lo estaba leyendo no había tenido tiempo o ganas de ir a devolverlo, por eso ella siempre intentaba hacerlo cuanto antes.

Había salido del aula casi última, porque le había costado un rato apilar todos los libros de manera que no se le cayeran al llevarlos afuera y a demás, tenía que cargar con la mochila con sus útiles de pociones que eran super pesados, así que venía bastante cargada. Por eso no vio bien el borde de un banco y se le cayeron todos los libros en la puerta del aula, causando un estruendo bárbaro y haciendo que algunos de los libros se rompieran con la caída. "Genial..." Dijo por lo bajo.

Jimmy había estado toda la clase bastante ocupado con la poción de turno, poniéndole mucha atención para no meter la pata porque era una materia que, a demás de no gustarle, siempre le había costado mucho trabajo aprobar y necesitaba sacar buenas notas en todos los exámenes de ese año para poder estudiar medimagia luego de Hogwarts, así que se lo tomaba muy en serio.

Por eso se había tardado un poco más de lo normal en guardar sus cosas. Había estado copiando las anotaciones que la profesora Campbell había hecho en el pizarrón a último momento y que casi nadie en general anotaba como para poder pedirlas después. Solían ser cosas importantes y él no entendía por qué tenía que decirlas tan sobre la hora cuando nadie podía realmente sacar pergamino y pluma y anotarlas mientras terminaban de embotellar las muestras para dejarle a ella, pero tampoco se lo quería plantear porque con el carácter que tenía, la mujer lo aterrorizaba.

Él ya había salido del aula y se estaba alejando por el pasillo conversando con Chriss, el primo de Lex, cuando oyó ese ruido y se dio vuelta a ver de qué se trataba. Era un tipo muy curioso. Al ver que Maureen estaba involucrada, se apresuró a despedirse de su amigo y, tras pedirle que se adelantara y le llevara la mochila al cuarto, regresó sobre sus pasos hacia Maureen.

Se detuvo junto a ella y la ayudó en silencio a juntar los libros y las hojas sueltas, sin siquiera saludarla. No estaba seguro de cómo se tomaría ella su aparición pero en vista de que el resto del mundo la estaba ignorando y venían haciéndole un poco el vacío por no querer dar explicaciones sobre su desaparición el año anterior, él se sentía inclinado a hacer algo por ella, que seguro necesitaba la compañía.

Maurie ya se había agachado a empezar a juntar sus cosas para cuando vio los pies de alguien acercarse, pero no levantó la vista para ver de quien se trataba para no estirar el cuello. Hacía días que estaba tan nerviosa y contracturada que tenía todo el cuello duro y no lo podía mover mucho sin que le doliera.

Cuando él se agachó y comenzó a ayudarla sí lo miró. Ahora que lo tenía a su altura le había resultado más cómodo mover los ojos y espiar. Se sorprendió muchísimo de verlo a él ahí de todas las personas que podían haber ido a ayudarla. Justamente él que estaba molesto con ella le estaba dando una mano cuando todo el mundo, incluso sus amigos habían preferido alejarse lo más rápido posible del aula para evitar a la profesora Campbell. "Ah... Jimmy!" Exclamó sorprendida. "Gracias." Le dijo poniéndole un poco de cara de perro mojado.

"No hacía falta que volvieras para ayudarme..." Le dijo sintiéndose un poco tonta de que él la hubiera visto siendo tan torpe. Maurie siempre quería que él la viera en sus mejores momentos y, de alguna razón, siempre terminaba viéndola en los peores y, para colmo, ayudándola a pesar de que ella muchas veces lo había maltratado o se había abusado de su bondad. Se sentía tan tonta por ponerse nerviosa de tenerlo así de cerca de nuevo, que se odió a sí misma. Era la misma sensación que había sentido años atrás, cuando eran sólo amigos y había comenzado a sentirse atraída hacia él de a poco, porque siempre estaba ayudándola cuando nadie más le prestaba atención. "Gracias." Repitió tontamente.

Él también se había puesto nervioso de tenerla así de cerca, pero quería volver a sumar puntos con ella. En un principio, cuando la vió en el colegio a principios de año, la había odiado y había estado muy molesta con ella, pero después de haberla visto de cerca y tan vulnerable el otro día, se había sentido nuevamente atraído hacia Maureen, como si no hubiera pasado el tiempo. Sabía que era una estupidez, una pésima idea y poco inteligente, pero quería recuperarla. No iba a dejar que ahora que no estaba el Eslabón Perdido en el medio alguien más fuera tras ella, que era perfecta para él y para nadie más. Incluso si se había equivocado y se sentía mal con él mismo, incluso si ella le estaba mintiendo y realmente había estado con el Eslabón Perdido, él quería estar con ella.

"Por nada." Como siempre, la cara de perro mojado de ella pudo con él y le sonrió embobado. El tenerla así de cerca lo hizo ruborizarse un poco pero intentó ocultarlo mirando para abajo y concentrándose en las hojas que levantaba. "Juntemos todo así nomás y después lo arreglamos en una mesa." Sugirió para evitar que si alguien pasaba por ahí les pisoteara las hojas, en especial porque estaban oficialmente en territorio Slytherin. "Está bien, no me molesta." Le dijo con una sonrisa pero evitando mirarla. "Son dos segundos." Le dijo restándole importancia a su gesto que indicaba claramente que todavía le importaba Maurie.

Estaba seguro de que si mostraba buena voluntad y hacía buena letra, ella entendería el mensaje eventualmente. Le había dado muchas vueltas al asunto, incluso antes del fin de semana. En realidad, desde que discutieran tan feo dos semanas antes que John venía pensando en ella seguido, intentando discernir qué era lo que sentía por ella, si le creía o no, si seguía enojado o ya no, y mil cosas más, pero al verla el fin de semana en el comedor se había decidido.

Maureen se sorprendió muchísimo de que John hubiera venido a ayudarla, no porque no creyera que él era una persona amable, porque era la persona más amable que conocía, por lejos, pero la verdad es que después de aquella discusión y de lo incómoda que había sido la conversación de un par de días atrás, estaba segura de que él querría evitarla por todos los medios, así como ella intentaba evitarlo pero aún así lo miraba de lejos.

Ella se había puesto mucho más roja que John por el gesto que había tenido, porque le había dado buena espina y casi que hasta se atrevía a tener un poco de esperanza de que en algún momento él la perdonara y tal vez, quizás, en una de esas, quisiera volver con ella. Aúnque intentaba no hacerse demasiadas expectativas, para no tener que decepcionarse luego. En realidad, lo que la había puesto más nerviosa era el hecho de que esa escena le recordaba una que ya había sucedido unos años atrás, justo un par de semanas antes de que comenzaran a salir oficialmente. A ella se le habían caído un par de libros, muchos menos que los que traía ahora, y él la había ayudado a juntarlos como lo estaba haciendo ahora. Se preguntó si él se acordaría de eso, pero luego se dijo que de seguro no lo recordaba. Era un hombre, de seguro no le prestaba atención a ese tipo de detalles.

"Si, tienes razón." Concordó con John y dejó de ser tan cuidadosa con cómo juntaba las hojas. No era que no estuviera cuidando la propiedad de la biblioteca, porque las levantaba con el suficiente cuidado como para no romperlas ni doblarlas, pero lo que sí pasó a hacer era encimarlas en cualquier orden, mezclando las páginas de todos los libros. Lo de los dos segundos le dio un poco de cosa. Le dio a pensar que por ahí ella se estaba haciendo toda la película con él cuando John tal vez sólo estaba siendo buen compañero, intentando mantener el buen ambiente y la paz en general. De otro hombre hubiera pensado que lo hacía sólo para cuidar su imagen de premio anual, pero si había alguien a quien sabía que no le importaba la imagen, esa persona era él.

Sengún ella, tenía todo para ser popular: dinero, sangre pura, buena estatura, una cara decente. También era divertido y amable, inteligente y no era superficial. Sin embargo se había arruinado el pelo con esa cosa que se había hecho en la cabeza y se vestía de cualquier manera. También vivía haciendo payasadas y muecas de tonto con sus amigos y era demasiado tímido con los demás. Obviamente no iba a convertirse en popular y parecía feliz con ello. Por todo eso y por mucho mas lo admiraba. Ya quisiera ella tener la fuerza de voluntad para no envanecerse y ser más como él que ayudaba a todo el mundo sin esperar nada a cambio y muchas veces a costa de él mismo.

Se dio cuenta de que estaba más metida con él de lo que pensaba. Incluso si la conversación del otro día la había estresado al punto de darle una contractura de cuello que se había sumado a su dolor de espalda y de brazos, la había dejado más tranquila el saber que se había disculpado, que ya no parecía odiarla tanto y que había dicho incluso que no la odiaba. Después de eso, había pasado un fin de semana más animado de lo que venían siendo últimamente sus weekends.

Cuando terminó de juntar las últimas hojas, las acomodó un poco como para poder moverlas y se dirigió de vuelta al aula, cruzándose con la profesora en la puerta. Bajó la mirada al hacerlo para no encontrarse con la de ella porque, como ya habíamos dicho, la mujer lo aterrorizaba. Hasta casi que había preferido al engreído profesor Rogers. Cuando él daba la materia al menos comprendía de qué estaban hablando y no sabía si adjudicárselo a ella en particular, a su incapacidad para producir pociones decentes, o a la currícula de séptimo año. Recordaba que cuando daba transfiguración le entendía bastante bien así que culpó a la currícula, que era más fácil.

Apoyó las hojas sobre una de las mesas de trabajo más grandes, pero primero se fijó que la superficie estuviera bien limpia y seca, para que los libros no se arruinaran. Luego se volvió a ver si Maurie lo seguía y le dedicó una sonrisa ínfima y muy tímida. -Sacá algún tema...- se dijo antes de que la cosa se pusiera incómoda. "Err... ¿Cuándo será el primer entrenamiento, Capitana?" Le preguntó con una sonrisa cómplice, más tranquilo al hablar de un tema neutro que encima sabía que le encantaba a los dos, que eran enfermos del quidditch. -Acordate lo bien que estabas sin ella, acordate de lo mucho que pudiste trabajar en tu autoestima...- se dijo a sí mismo. Era cierto que en el tiempo en que habían estado separados, él que siempre había tenido cero autoestima había mejorado mucho en ese sentido y hasta que ahora cada atnto tiraba alguna frase ganadora o inteligente, algo raro en él, que siempre había sido bien looser.

-Usalo a tu favor, no vuelvas a convertirte en una bola de nervios que no sabe qué hacer con su vida... a las mujeres no le gustan los tipos inseguros.. no viste que siempre le andaba tirando onda a los carilindos?- Siguió hablando con él mismo. -Si fueras un poco más como ellos tal vez no se hubiera tentado en un principio. Con lo linda que es se merece estar con alguien menos looser que vos... tenés que cambiar eso.- Se dijo. En ningún momento se le ocurrió que tal vez ella lo quería por quien él era y no quería que cambiara, que tal vez estaba cansada de las relaciones superficiales y se había acercado a él porque era de verdad.

"Ya tienes algún plan o estrategia de entrenamiento en mente?" Quiso saber con curiosidad. Intentaba comportarse lo más normalmente posible, olvidarse de que ella era ella y demostrarle que estaba todo bien, que la trataba como si no hubiera hard feelings. Le costaba mucho porque era un tipo medio rencoroso pero estaba haciendo su mejor esfuerzo y le pareció que le estaba saliendo bastante bien, que aunque ella todavía lo hacía sentir de la misma manera que siempre, totalmente tonto, estaba consiguiendo superar la estupidez y comportarse como una persona normal y no torpe o tonta o insegura a pesar de ello. Se sintió un poco orgulloso de él mismo y de su logro, como más maduro. Mientras hablaba, empezó a ordenar las hojas en distintas pilas, una para cada libro según la cantidad de lomos que había contado.

Ella también se puso un poco incómoda con el silencio que había entre ellos, más bien nerviosa, ansiosa. Como si estuviera esperando que él hiciera alguna move, pero al mismo tiempo temiendo que sucediera. Se sentía como una nenita de doce años, pero no podía evitarlo. Concentró su atención en seguir a John dentro del aula y luego en acomodar las hojas en las pilas que él estaba armando. No le había preguntado mucho más sobre cómo hacerlo, simplemente lo había mirado un momento y luego se había acoplado a su método con facilidad. Habían pasado tanto tiempo juntos fuera de clase y entrenando en el mismo equipo de Quidditch y haciendo los trabajos en grupo juntos que le resultaba natural hacer ese tipo de cosas y se sintió contenta sin motivo por el poder hacer algo juntos, aunque fuera una estupidez así.

Se acababa de dar cuenta de que estaba sonriendo como tonta mientras ordenaba cuando él le hizo esa pregunta y la trajo de vuelta a la realidad. Lo miró perdida un momento, pestañeó y luego intentó encontrar una respuesta para su pregunta. La verdad es que había estado tan ocupada deprimiéndose y haciendo la tarea, que no había tenido tiempo de ponerse a pensar en el hecho de que era la capitana del equipo y que eso traía responsabilidades grandes a demás de un montón de atención y felicitaciones.

"Eh... la verdad es que no lo sé. No lo había pensado." Admitió sintiéndose un poco estúpida de no poder darle una respuesta como correspondía. "Es tonto, lo sé, pero no tengo idea de cómo hacer esto." Suspiró preocupada. Era otro problema a solucionar en el que aún no se había puesto a pensar. "No entiendo cómo se arreglaba Lazarus para hacerlo y lamento no haber prestado más atención a cómo lo hacía para poder tener idea de cómo repetirlo..." Dijo evitando mirarlo ahora que se sentía tan tonta. "Debo ser la peor capitana de la historia." Confesó con una mueca ladeada de desagrado al pensar en ella misma.

"No, tampoco... tengo algunas ideas cada tanto, pero me parecen medio tontas o demasiado pretenciosas y no sé..." Dijo desanimada. El buen humor que había tenido un momento antes se había disipado.

Desde que se había dado esa pep talk a él mismo, John se sentía un poco más tranquilo y confiado, intentando manejarse con ella como lo había estado haciendo con el resto de la gente. Si con sus amigos había dado resultados buenos el respetarse y quererse más a sí mismo, con ella tenía que ser lo mismo y no tenía por qué caer en los viejos roles de ella teniéndole lástima y él siendo patético. Casi que se sentía en condiciones de competir contra el Eslabón Perdido como iguales. El trabajar todo el verano en la granja del padre de Lex por tercer año consecutivo le había hecho sacar un cuerpo cada vez mejor y recién este año se había dado cuenta, pero ese detalle tonto sumado al ultraje que había sentido por el engaño de Maurie había hecho que empezara a quererse más. Lo bueno era que no permitía que se le subiera a la cabeza, él siempre sería un tipo simple.

Levantó las cejas sorprendidas ante la respuesta de ella, pero enseguida sonrió de manera comprensiva. A él también le había pasado en más de una oportunidad que no había sabido cómo organizarse con algo. "No te preocupes, Mawrlz. No es tonto. Es cuestión de que te acostumbres y te organices. No debe ser tan complicado. Hell, si alguien tan cuadrado como Lazarus pudo hacerlo, tu te vas a lucir!" Le dijo de manera animada, con una sonrisa cómplice y hasta un poco cariñosa. La inseguridad de ella siempre le había parecido tierna. Ella que era tan linda y encima estaba buena, encima era insegura. No tenía ningún sentido para él y precisamente por eso le encantaba.

"Para empezar, ¿por qué no convocas a una reunión esta noche para ver qué días tiene libres cada miembro del equipo y poder decidir un día para a la semana para las prácticas?" Le dijo intentando ayudarla. "Es lo que se me ocurre como más lógico." Dijo con un encogimiento de hombros. "Después es cuestión de reservar el campo y... no sé... poner en práctica las jugadas super geniales que se te ocurran. ¿Qué más hace un capitán?" Preguntó de manera más bien retórica, pensando él también en qué era que hacían los capitanes.

Cuando John la justificó de esa manera, Maurie levantó la vista hacia él un momento y le dedicó una sonrisa agradecida aunque todavía un poco tímida. "Si... supongo que tienes razón. Debe ser cuestión de organizarse." Repitió puteándose mentalmente por ser tan insegura con él cuando quería mostrarse segura y confiada. ¿Por qué siempre todo tenía que salirle al revés? Se preguntó.

Rió con ganas por el comentario de él, si bien no era una carcajada. "Sí, bueno... no es por ser cruel, pero tienes razón." Admitió ya un poco más tranquila ahora que él había logrado disipar sus miedos. Él siempre encontraba la palabra justa para hacerla recuperar la confianza en ella misma y no sabía qué hubiera sido de ella sin él a su lado esos últimos años. Si ya en minutos podía hacer maravillas por su amor propio. Hablando de amor propio, ella también lo había notado a él más seguro de sí mismo y un poco más cool en su forma de ser. Eso le sorprendía un poco pero tenía que admitir que le gustaba mucho el cambio, lo hacía como la combinación perfecta entre el tipo sensible que era y del que ella se había enamorad y lo copado de los hijos de puta con los que había salido antes y con los que flirteaba cada tanto. Lo hacía como más perfecto.

"Gracias." Le dijo con una sonrisa agradecida. Enseguida bajó la mirada y se concentró en seguir arreglando las últimas hojitas cada una en su pila, pero en cualquier número. Asumió que después tendrían que ordenarlas antes de reparar cada libro, pero podía haber sido peor. Al menos los libros no habían sido dañados y la bibliotecaria no tenía por qué enterarse ni enojarse con ella, todo gracias a él, porque a ella sola no se le hubiera ocurrido qué hacer, hubiera entrado en pánico de manera inmediata. Se dio cuenta de que él estaba siempre ahí para ella, que siempre había estado y se sintió una tonta por haber estado flirteando con otros chicos por aburrimiento, porque él era demasiado buenazo o por lo que fuera.

"Esa es una excelente idea!" Dijo con una sonrisa aunque mentalmente se maldijo por ser tan tonta que no se le había ocurrido a ella primero cuando era algo muy pero muy obvio si uno lo pensaba desde el punto de vista lógico. Ese era el problema... ella pensaba con los sentmientos no con la lógica y eso siempre la metía en problemas. "Pues observar al resto del equipo para ver cuáles son sus puntos fuertes y debilidades y elaborar una estrategia basada en eso y en las debilidades y puntos fuertes del otro equipo... y hacer a cada uno practicar aquello en lo que no son tan buenos... Ah, y tenemos que encontrar un nuevo buscador y un cazador... Supongo que tendré que poner un anuncio en la sala común avisando cuándo serán las pruebas... y reservar el campo para ese día también." Dijo hablando rápidamente a medida de que las cosas se le iban ocurriendo. Mientras hablaba, había comenzado a sonreír al ver que una vez que él le había puesto la cabeza en marcha, a ella no le había costado nada seguirle el hilo de pensamiento y empezar a planificar ella sola los próximos pasos a seguir.

John sonrió al verla reírse. Hacía mucho que no la veía reírse porque... bueno, porque hace mucho que no pasaban tiempo juntos y cuando la espiaba de reojo en clase o en los pasillos no andaba con demasiado buen humor como para reírse, así que tampoco. Le pareció mágico y lo hizo sentirse warm inside. Se había olvidado que ella tenía ese efecto en él. "Lo sé. Laz era un desastre! No ganamos un solo año en que él fuera el capitán." Comentó intenando no quedar atrás en la conversación por estar pensando en ella.

La miró con curiosidad, sin saber cómo interpretar su agradecimiento. "Gracias por qué?" Le preguntó confundido. No le parecía que estuviera haciendo nada del otro mundo. -Nada que no fuera a hacer por cualquier otra persona.- Pensó. Lo único diferente eran las cosas que se le ocurría que quería hacerle a ella y que no le pasaba con cualquier otra persona.

"Glad to be of service." Dijo con una sonrisa. Oyó la descripción que Maurie hacía de todas las cosas que tenía que hacer ahora que era capitana y su sonrisa se fue ampliando cada vez más, hasta que al final le estaba sonriendo de oreja a oreja. Ya había terminado de acomodar los papeles, pero se había colgado con la conversación. "¿Quien era la que no sabía por dónde empezar?" Le preguntó con complicidad, contento de ver que realmente la había vuelto a entusiasmar con lo de ser capitana, como correspondía. Ella era la mejor jugadora que John había visto en mucho tiempo y creía que realmente se merecía el puesto. No era justo que porque estuviera pasando una mala racha se perdiera de disfrutar de eso que tanto le gustaba por ponerse nerviosa.

Notó que ahora que estaba entusiasmada e hiperactiva de nuevo, volvía a parecerse a la Maureen que él conocía y amaba y eso lo puso contento, el poder ayudarla a que dejara de verse tan sola y triste. "¿Viste que no era tan difícil? Es cuestión de empezar nada más." Le dijo para animarla. "¿Entusiasmada?" Le preguntó con una sonrisa entre cómplice y acusatoria, de las que suele tener la gente copada y segura de sí misma, que él antes no tenía porque tampoco tenía autoestima. "Ahora basta con que te animes a probar esas jugadas locas que se te ocurrieron y vas a ver cómo pulverizamos a esos Ravenclaws en el primer partido!" Comentó entusiasmado.

Cuando terminó de reírse miró a John y lo encontró mirándola con esa sonrisa que ella conocía bien. Bajó la mirada enseguida, ruborizada y un poco nerviosa, sin saber cómo reaccionar a lo que estaba pasando, sobre todo, porque tenía miedo de estar malinterpretando todo y darse la cabeza contra la pared a doscientos por hora. "Es verdad." Dijo con otra risita, mentalmente agradeciendo que él siguiera hablando para que la cosa no se pusiera incómoda.

Sonrió avergonzada y se encogió de hombros, pero se negó a entrar en detalles. No quería morirse de vergüenza. Finalmente, para que él no le volviera a preguntar, señaló las pilas de hojas sobre la mesa con un movimiento de cabeza y dio el asunto por zanjado.

Ella se había copado tanto pensando y planeando los pasos a seguir con la capitanía del equipo que no se había dado ni cuenta de cómo le había ido cambiando la expresión a él y cuando volvió a la realidad lo encontró sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas y rió un poquito, de manera entusiasmada, en especial después de que él le hiciera esa pregunta. Realmente había vuelto a parecer la Maureen de siempre entusiasmada e hiperactiva cuando se había puesto a hablar de Quidditch. El deporte siempre tenía ese efecto en ella y la ponía toda histérica, haciendo que se olvidara del mundo y de todos sus problemas. "Jejeje yo." Admitió divertida y después le sacó la lengua en una expresión super payasa.

Asintió. "Very." Admitió con una sonrisa. No se le había escapado el tipo de comentarios chispita que él había empezado a hacer ese año y que antes no hacía, pero intentaba no pensar mucho en eso porque le daban muchas ganas de besarlo y de tenerlo cerca y no pensaba ni intentarlo después de cómo la había rechazado la vez anterior.

Volvió a soltar una risita entusiasmada y nerviosa al oír hablar de esas jugadas. Incluso se había puesto un poco roja. "Nooo... eso sí que no. Son puras estupideces. Voy a tener a todo el equipo riéndose de mí..." Protestó avergonzada. Era algo que la entusiasmaba mucho y a la vez le daba mucha cosa porque no le gustaba ser el centro de atención y definitivamente no estaba acostumbrada a mandar. En realidad, cuando no se ponía la máscara de 'me las se todas y por eso critico a los demás' como la de Lex, era una muchacha bastante tímida. "Eso seguro. Nunca van a saber qué los golpeó." Comentó con una sonrisa ladeada.

John vio cómo Maureen le evitaba la mirada de esa manera particular y sonrió conforme con el resultado obtenido, como quien dice 'score'. -Creo que podría llegar a acostumbrarme a ésto...- Pensó divertido, refiriéndose a eso de dejar de sentirse una basurita y tener un poco de personalidad, el aceptar que si él decía o hacía algo que a la otra persona tal vez no le resultaba perfectito, esa persona no iba a odiarlo por siempre. Ahora que se había sacado esas inseguridades tontas del camino, le resultaba mucho más fácil divertirse y hacer bromas e insinuaciones o decir cosas irónicas y disfrutarlo como el resto de la gente normal. Su amiga Zoe, la gemela no macabra, le había hecho entender eso a base de broma pesada tras broma pesada y finalmente la idea había ido entrando en su cabezota. -Ahora entiendo por qué todos los populares hijos de puta la pasan tan bien... se matan de risa de todo, hacen lo que quieren... les importa todo tres cuernos... y tampoco es tan grave mientras uno lo mantenga en un nivel normal y aceptable...- Se dijo a sí mismo. Sí, definitivamente estaba conforme con ser menos inseguro y mientras no dejara que se le subiera a la cabeza no dejaría de ser él mismo, era sólo un condimento.

Levantó las cejas y asintió lentamente con la cabeza. "Seh... seguro." Le dijo dándole un poco más de actitud para ver cómo reaccionaba ella. Perdido por perdido, estaba haciendo una prueba para ver cómo reaccionaba ella a los nuevos cambios que había introducido en su personalidad en su ausencia... o mejor dicho... por culpa de ella que lo había dejado con el corazón roto y sin idea de qué hacer para volver a sentirse entero. Ahora había aprendido a disfrutar de ser él mismo y no pensaba volver a retroceder porque ella estuviera de vuelta. Él estaba contento con cómo era ahora y ella tendría que acostumbrarse. Total, tampoco estaba del todo seguro de que, a pesar de que pareciera aún estar interesada en él, no fuera a ser sólo un juego para ver si podía conseguir su atención y no fuera después a dejarlo pagando como a tantos otros.

Rió brevemente de manera nasal y después le respondió con otra cara payasa, cruzando los ojos y haciendo una mueca con la boca también. Luego se echó a reír. Aquello realmente había sido poco común en él, que siempre se había hecho tanto problema por lo que los demás podían llegar a pensar de él si hacía el ridículo que a penas si se animaba a hablar. Pero Zoe lo había curado de eso y ahora se sentía mejor, más liberado. Ella y su novio lo habían arreglado cuando había estado más solo que nunca y no teía forma de agradecerselo a ambos.

"Me alegra. Es como debe ser. Nada de caras largas para la flamante capitana del equipo de Hufflepuff y futura jugadora profesional de Quidditch!" Le dijo con una sonrisa amplia, hablando medio en serio y medio en broma.

"Nada, nada. Quiero escuchar esas ideas. De seguro valen oro." Le dijo para animarla, aunque estaba seguro de que eran buenas. En ese momento se acordó de las pilitas de hojas y sacó la varita. Le dio un par de golpecitos a cada pila y las hojas se ordenaron automáticamente. Luego le apuntó a cada libro por separado y murnuró 'reparo'. Los libros se volvieron a armar de inmediato, quedando como nuevos. "Perfecto." Dijo mirando el resultado, cuando antes hubiera dicho algo así como que no estaba del todo mal para ser que alguien tan torpe como él lo había hecho.

Cuando lo espió para ver qué cara tenía y lo encontró con esa expresión se sorprendió mucho y tuvo que hacer una tirada de fuerza de voluntad para no saltarle encima ahí mismo, como lo había hecho en ese baile de disfraces hace tanto tiempo. En lugar de eso, se mordió el labio inferior de manera inconsciente. Era como si se hubiera convertido en una persona diferente pero sin dejar de ser él mismo. Era muy raro pero le encantaba y, de momento, la estaba volviendo loca. Siempre había querido que él pudiera tener una autoestima decente y hacer bromas y chistes como ella y Lex y ahora su deseo se había vuelto realidad. Pena que muy tarde.

El siguiente comentario tampoco se lo esperaba, pero como ya se había sorprendido con lo anterior y le venía notando esa actitud de antes, no fue una sorpresa extrema. Se puso muy roja y miró hacia abajo, sin saber qué responderle. Parecía que lo estaba haciendo a propósito para ponerla incómoda, como si supiera el efecto que tenía en ella y quisiera probar sus límites. Y ella no hacía más que caer precisamente donde él la quería... pero aunque se sintió un poco tonta por ello, tampoco podía evitarlo. Le gustaba el nuevo John.

Pensó que John le estaba diciendo lo mismo que Lex y que todo el mundo últimamente, que realmente debía ser que tenía mala cara para que lo notara media docena de adolescentes con cuarenta cosas mejores en qué pensar en sus mentes. "Eh? Profesional? Ja! Ya quisiera yo..." Le dijo con una mueca ladeada cargada de ironía. El convertirse en una jugadora profesional de Quidditch era su sueño, pero nunca se lo había tomado demasiado en serio. De pequeña había dicho que iba a ser un Auror como sus padres, pero ahora, después de lo que le había sucedido en el verano, no estaba segura de querer vivir esa vida tan peligrosa... una casa y una familia tranquilita en la comodidad de su hogar empezaban a tener su atractivo, lo que le daba la pauta de que estaba convirtiéndose en una vieja chota.

"Nahh. Seguro que quieres que te las diga para vendérselas al equipo de Inglaterra y hacerte de una pequeña fortuna. Ahora no te cuento nada!" Le dijo en broma, con una sonrisota divertida en el rostro. Ese tipo de actitudes eran normales en ella y en Lex, no en John y eso mismo le vino a la cabeza cuando estaba diciendole eso a Jimmy.

Miró cómo él se ocupaba de ordenar las páginas y después las convertía en libros nuevamente. Tenía que admitir que estaba un poco impresionada. "Wow... puedes hacer encantamientos non-verbal. Muy bueno!" Admitió admirada. "¿Qué encantamiendo usaste para ordenar las páginas?" Quiso saber con curiosidad. "Parece útil." Opinó pensando que nunca se lo había cruzado antes en toda su vida, ni siquiera en un libro.

John también la estaba espiando cada tanto en medio de la conversación y al notar que ella se mordía el labio había intentado mantenerse impasible y no sonreír, pero se le levantaban solas las comisuras de los labios. Él había esperado que después de todo lo que había sucedido ella no quisiera saber más nada con él, y el ver esos signos claros de que aún le interesaba, lo ponían tan hyper como a ella el tema de ser capitana de Quidditch.

Recordaba cientos de veces en que la situación se había dado invertida, con él sintiéndose avergonzado y ella poniéndolo en evidencia. Al menos ahora que los dos podían jugar al mismo juego sería un poco más justo todo, ya que la relación siempre había sido bastante desbalanceada.

"Y bueno, si es lo que siempres has querido, ¿por qué no lo intentas? No pierdes nada con ir a hacer la prueba cuando salgas de Hogwarts ¿o si? Y si no funciona, bueno... siempre puedes ir a la universidad y ser como el resto de los mortales." Le dijo con un encogimiento de hombros, hablando del tema casualmente. Sabía que si tenía alguna posibilidad de convencerla de que persiguiera su sueño en lugar de conformarse con lo que era normal según la sociedad, esa era el tratar el tema con naturalidad, sin idealizarlo, como si fuera lo más normal del mundo. "Tienes una habilidad impresionante para el Quidditch, Mawrlz. Sería una pena que la desperdiciaras haciéndote Auror... Y si te gusta el riesgo: es tan peligroso pelear contra magos oscuros que hacer piruetas a toda velocidad a diez pisos sobre el suelo así que..." Le dijo con otro encogimiento de hombros.

Rió por el chiste de ella, algo que antes no hubiera hecho, puesto que hubiera estado muy ocupado diciéndole que él sería incapaz de hacerle algo así en lugar de captar la broma. "Me descubriste!" Le dijo con una sonrisa divertida. "Bueno... ya encontraré otra manera de engañarte para que me reveles todos tus secretos de juego." Le dijo todavía en broma. No cabía duda de que su amiga Zoe y su novio Bernard le habían ayudado a ser una persona mucho más normal y feliz.

Sonrió conforme al ver que la había impresionado sin siquiera intentarlo. "Ah, esto?" Preguntó casualmente, aún varita en mano. "Es tan solo un encantamiento que inventé yo. No sé si existe o cómo se llama." Admitió al pasar. "Me sirve para ordenar mis apuntes cuando los presto y me los devuelven de cualquier forma." Explicó. "Lo que hago es pensar en lo que quiero que pase, en cómo quiero que se ordenen las páginas por los numeros que tienen al pie y visualizar el movimiento en mi cabeza, entonces hago esto... con la varita." Dijo haciendo una pequeña floritura en camara lenta para que ella la viera.

Maurie también recordaba un montón de oportunidades en que los papeles habían estado invertidos, siendo ella la que flirteaba descaradamente con él para ponerlo incómodo y John era quien no sabía qué hacer con él mismo. Se preguntó si no se lo estaría haciendo sólo para verla sufrir, pero luego se quitó esa idea tan tonta de la cabeza. Podía ser que él hubiera conseguido un poco más de autoestima y se hubiera aprendido a tomar las cosas menos en serio, lo que le parecía genial, pero estaba segura de que no había manera en el universo en que él cambiara tan radicalmente como para volverse sádico de la noche a la mañana cuando era una de las personas más buenas y desinteresadas que conocía.

Se tomó un momento para considerar seriamente lo que John le estaba diciendo. Al oírlo decirlo de esa manera tan simple le pareció muy factible y casi hasta la opción lógica y finalmente le sonrió entusiasmada. "Bueno, cuando lo dices así... casi que hasta suena posible." Le dijo con una sonrisa entre cómplice y entusiasmada, como si fuera a salir dando saltitos por el cuarto de un momento a otro. Rió brevemente por la comparación, pero después se enserieció un poquito y lo miró fijamente. "¿Realmente piensas que tengo una oportunidad?" Le preguntó pididéndole una respuesta sincera y muy atenta a lo que él pudiera decir.

Abrió los ojos impresionada y lo miró con admiración. "Wow, Jimmy. Es muy zarpado que puedas inventar hechizos non-verbal con sólo pensarlo!" Opinó todavía impresionada. Lo miró hacer la floritura y procesó la explicación, para luego intentarlo apuntándole a uno de los libros que estaban ahí sobre la mesa, pero ni siquiera consiguió que se agitaran las páginas. "Bahh... no sirvo para esto." Dijo simplemente, guardando la varita sin molestarse en intentar de nuevo, puesto que sabía que no le saldría. "Es magia muy avanzada." Eso la hizo pensar que si quería ser Auror le iba a costar muchísimo pasar los exámenes si tenía que estar haciendo patronus, hechizos desilusionadores y ese tipo de cosas complicadas que no se le daban bien. Lo suyo eran las transfiguraciones y la historia... no había con qué darle.

Asintió con una sonrisa cuando ella le dijo que lo hacía parecer posible, como para demostrarle que realmente pensaba que era posible que ella lo lograra. Justo en ese momento, Maurie le hizo la pregunta y él también se enserieció y le sostuvo la mirada. "En serio. Creo que tienes una habilidad de vuelo y de juego muy superior a la del resto de los jugadores de la escuela y que con el entrenamiento adecuado podrías fácilmente alcanzar el estándar de los equipos nacionales." Le dijo totalmente serio. "Creo que deberías intentarlo. Es lo único de lo que has hablado desde que estábamos en primero, Maurlz." Le dijo aún seriamente.

"Yo quiero ser medimago y sé que los exámenes son imposibles y que muchos se quedan en el camino y sin embargo estoy dispuesto a intentarlo, incluso cuando mis chances de éxito son mucho menores que las tuyas consideran lo mucho que me cuestan algunas de las materias obligatorias." Explicó. Le parecía que esa charla se la tendría que estar dando su padre o madre, o a lo sumo su hermano, pero como sabía que toda la faimlia de ella estaba muerta y que sus abuelos probablemente no aprobaran que ella siguiera su sueño... o tan siquiera su plan B, le pareció adecuado ser él quien se lo dijera. Sabía que a pesar de las diferencias y las peleas, él y Lex eran las personas más cercanas que ella tenía a una familia sin contar su caprichosa prima de Slytherin.

Se encogió de hombros con una expresión no engreída sino del tipo 'qué sé yo, a mi me sale'. Ahí trazaba la línea aparentemente entre mostrarse más seguro de sí mismo sin convertirse en vanidoso y egocéntrico. "No que me vaya a ayudar a aprobar pociones o cualquiera de las otras materias en las que apesto, pero... es simpático" Dijo con un encogimiento de hombros. "Seguramente podrías hacerlo si lo intentaras más de una vez." Observó divertido, sonriendo ante la manera en que ella se frustraba tan rápido. "A mi me tomó semanas perfeccionarlo." Explicó al pasar.

Maurie sopesó las palabras de Jimmy por un momento. Sonaba esperanzador y a la vez razonable. No le estaba diciendo que era lo más perfecto que hubiera volado sobre una escoba, pero le parecía que con trabajo duro podía llegar a donde ella quería. Le había parecido un consejo muy realista de modo que le creyó, incluso a pesar de que en general no se creía ningún elogio de ningún tipo porque se sentía una basurita inútil. "Lo sé, pero siempre fue tan sólo un sueño... nunca pensé que realmente tendría una oportunidad real si lo intentaba... y ahora por primera vez parece tan realizable como cualquier otra cosa... No lo sé." Dijo a falta de una mejor manera de describir cómo se sentía y lo que pensaba.

El rostro se le ensombreción un poco cuando Jim mencionó que aún quería ser médico. Ella nunca había estado demasiado emocionada con la idea porque recordaba haberle oído decir que quería 'ser médimago e ir a vivir a África para ayudar a curar a los magos menos afortunados'. Y ella era lo suficientemente egoísta como para que a pesar de querer lo mejor para él, preferir que se quedara relativamente cerca de ella o por lo menos en el mismo país de ser posible... "¿Aún piensas ir a África?" Le preguntó con cierto miedo a pesar de que se había jurado no hacerlo, para no quedar en evidencia de que aún tenía sentimientos por él.

Maurie también se dio cuenta de que ahí estaba trazando una línea, que estaba siendo totalmente humilde con respecto a sus habilidades para los hechizos cuando tranquilamente podía haberse mandado la parte y mucho por las cosas que había aprendido a hacer y sin que nadie se las enseñara. No pudo menos que sonreír al darse cuenta de que tenía razón en su corazonada y que, a pesar de que se había conseguido una autoestima que lo hacía más agradable y atrayente, todavía no había vendido el alma al diablo envaneciéndose inútilmente.

Rió brevemente de manera nasal. "Es probable, pero me da mucha fiaca ponerme a practicar hechizos y los non-verbal me resultan imposibles de hacer." Admitió con una sonrisa avergonzada.

Sonrió comprensivamente. "Lo entiendo." Le dijo para que se quedara tranquila. "Pero el hecho de que algo sea un sueño no quiere decir que sea irrealizable... solamente es como cualquier otra meta, salvo que con más expectativa." Le dijo con un encogimiento de hombros. Al menos era lo que él pensaba. En ese momento se le ocurrió que sería un buen profesor porque se la pasaba dando consejos de ese tipo a la gente y en general parecía ser que a la mayoría le servían. Sin embargo, la idea de vivir en el castillo y tener que enseñar los mismos temas año tras año no le resultaba para nada atrayente. No si podía evitarlo.

Jimmy notó la manera en que ella le había hecho la pregunta y casi que sintió pena por ella, por que se hiciera probelma por eso tantos años antes de que siquiera lograra graduarse de medimago y a pesar de que ni siquiera estaban saliendo juntos. "No lo sé... falta mucho tiempo. Ni siquiera estoy seguro de poder conseguir las notas que necesito en pociones para entrar a la carrera de medimagia..." Le dijo siendo totalmente honesto y mostrándose un poco desanimado al ponerse a pensar en eso. -Hubiera hecho mejor pensando en ella haciéndose problemas por si viajo lejos...- se dijo al notar cómo le había cambiado el humor de repente.

"Y... es cuestión de práctica y son complicados, pero si te niegas a intentarlo es lógico que no te salgan, Marwlz." Le dijo aún encontrando divertida la lógica de ella de que quería hacerlo pero sin hacerlo... lo que no le parecía que tuviera mucho sentido.

Apiló los libros uno encima del otro con un movimiento de varita y luego les dio dos golpecitos y una cinta de cuero apareció alrededor de todos ellos atándolos juntos para que no se volvieran a caer. "That should do the trick." Le dijo con una sonrisa, entregándole la pila de libros. "O podrías intentar llevarlos flotando para evitar que se te vuelvan a caer." Sugirió como otra opción. "Vamos?" Preguntó señalando la puerta con un movimiento ínfimo de cabeza.

Primero asintió y después sonrió al oír la definición que Jonny daba de un sueño. "Me gusta tu definición." Admitió con una sonrisa cálida. "Creo que la voy a adoptar." Un poco de optimismo le venía bien en la vida que llevaba de manera bastante amarga y pesimista.

Maurie notó cómo le cambiaba el ánimo y le dio cosa. Sintió que había metido la pata haciendo esa pregunta que lo había puesto a pensar en sus inseguridades y le pareció muy mal de su parte. Especialmente después de que él acababa de levantarle el ánimo a ella y había disipado las suyas. Entonces, decidió dejar de lado el no querer que él se fuera y decirle de todas maneras algo que lo ayudara a perseverar en lo que él quería, incluso si significaba que acabaría perdiéndolo.

"¡Tonterías! Es lo que dices siempre a principio de año, pero después de que te pones a estudiar para los examenes de fin del cuatrimestre terminas sacando mejores notas que casi todos nosotros salvo tal vez por Lex." Lo contrarió con una sonrisa cómplice. "A demás, dudo que Campbell te vaya a privar de estudiar lo que quieres sólo porque te falten un par de puntos en un exámen. La mina puede parecer dura pero es una idealista. Me juego a que si llegara a darse que no puedes aprobar y le expones tu dilema te ayudará o al menos te dará otra oportunidad para aprobar la materia." Le dijo confiada. "La he visto hacerlo cuando daba Transfiguración... y recuerda cómo ayudó a Gizzy cuando tuvo su accidente y perdió todo el año." añadió luego.

Rió brevemente y le sacó la lengua. No quería ponerse a practicar y sabía que su postura al respecto era infantil y poco lógica, pero no le importaba. Podía vivir sin encantamientos non-verbal siempre y cuando pudiera entrar a jugar Quidditch. Si terminaba haciéndose Auror realmente iba a estar fregada, pero cada día esa última posibilidad le gustaba un poco menos. Ya había tenido suficientes aventuras peligrosas para toda una vida. La idea de vivir enfrentándose a ese tipo de situaciones a diario ya no sonaba tan interesante como cuando lo pensaba utópicamente sin haberlo vivido. El enfrentarse con magos tenebrosos de carne y hueso le había cambiado la perspectiva de la vida.

"Oh, gracias, Jimmy. No sé qué hubiera hecho sin tu ayuda. Ya estaba por entrar en pánico." Confesó con una sonrisa avergonzada. "Noo, los hechizos levitadores no... siempre le pego a alguien por la cabeza o algo... prefiero que se me caigan los libros!" Confesó divertida al recordar más de una oportunidad en que le había sucedido algo por el estilo. "Sí." Dijo tomanto los libros que Jim le daba y poniéndose en marcha hacia la puerta. Salió por ésta y enfiló directamente para el lado de las mazmorras en que se encontraban las cocinas y la entrada a la sala común de Hufflepuff. Le daba un poquito de pena el tener que volver a la sala común tan rápido, pero no se le ocurría ninguna excusa...

"Ah, en realidad, tengo que devolver estos libros a la biblioteca." Dijo recordándolo de repente. Se había entretenido tanto con la conversación que lo había olvidado. Espió a John de reojo, para ver si hacía como ella pensaba y se ofrecía a acompañarla como el Jim que ella recordaba o aparecía esa nueva faceta de él que la mandaba a mudar y se despedía para poder ir a descansar después de ese largo lunes. Tranquilamente podía haber decidido dejar los libros en la biblioteca más tarde para no arriesgarse y poder caminar con él hasta la sala común, pero se había tirado un lance.

Le devolvió la sonrisa. Le parecía una buena idea. Con suerte, lograra cambiarle la cara larga si se tomaba las cosas más a la ligera. A él le había servido, pero había necesitado la ayuda de alguien que le diera el empujoncito inicial.

Rió brevemente, un poco avergonzado por el hecho de que lo que Maureen decía era muy cierto. Sin embargo, sus preocupaciones eran genuinas. Él era muy preocupón. "Lo que pasa es que como me pongo super nervioso a principio de año empiezo a estudiar como un poseso y para cuando llegan los exámenes termino estando en buena forma." Explicó. No era que fuera de esas personas que siempre dicen que les va a ir mal y terminan sacando todas Aes.

Levantó las cejas impresionado. "¿Tú crees?" Le había preguntado antes de que le contara la historia de Gizzy. "Bueno... entonces tal vez tenga una oportunidad." Dijo con una sonrisa leve. "Habrá que ver..." Dijo para cerrar el tema. No quería ponerse a hablar de eso cuando todavía faltaba tanto. Lo ponía nervioso la incertidumbre que había en su futuro.

Cuando Maureen sacó la lengua, John estiró un dedo y se la tocó para molestarla mientras ponía una sonrisa burlona en el rostro. Es algo que no hubiera hecho con otra persona, pero con ella tenía confianza y se la habían pasado besuqueándose por tres años como para que la saliva de ella le diera cosa.

"No es nada." Le dijo con un leve encogimiento de hombros. Rió brevemente al hacerse una imagen mental de lo que Maurie comentaba sobre los hechizos levitadores. "Si, supongo que en ese caso no es una buena idea usarlos..." Convino divertido. Salió del salón de pociones detrás de ella y había comenzado a seguirla cuando Maureen se detuvo y él también lo hizo, mirándola inquisitivamente.

Al oír la pregunta, John se tomó un momento para pensar, apenas un microsegundo. Si le decía que iba con ella iba a parecer muy desesperado y no quería ser otra vez el perrito faldero corriendo detrás de ella esperando a que le tirara un hueso. Por otra parte, si no la acompañaba podía parecer desinteresado y arriesgarse a que ella se buscara otro love interest. "Oh, está bien. No hay problema. Nos vemos más tarde entonces." Se despidió mientras que su mente lo puteaba de arriba abajo. Después de su breve análisis, había llegado a la conclusión de que era mejor no parecer desesperado. Era más sano y él estaba queriendo ser una mejor persona, así que intentó empezar a vivir para él y no en función de ella.

Maurie asintió con una sonrisa comprensiva. Lo conocía bien y entendía perfectamente cómo funcionaba la cabeza de John la mayor parte del tiempo, de manera que la explicación de él no le resultó ninguna novedad. "Ya sé. Te conozco, pescadito." Le dijo con una mueca engreída que era pura broma.

"Seguro que sí." Le dijo así dejaba de hacerse problemas. Con las buenas notas que tenía él estaba segura de que iba a poder acceder a la carrera que quisiera. "Si, tampoco tiene sentido que te estés preocupando desde ahora, Jim." Opinó con un encogimiento de hombros.

Se sobresaltó cuando sintió y vió que él le tocaba la lengua y la guardó de inmediato. "¡Ay Jimmy!" Lo retó más sorprendida que otra cosa. "Qué asco, cómo me vas a tocar la lengua!" Protestó ella ahora sonando más divertida que otra cosa. "Estás completamente loco ¿sabes?" Le dijo haciendo caras. En realidad, aunque se estuviera quejando porque era su interacción social default, se estaba divirtiendo más que en los últimos meses y ya no recordaba la última vez que se había reído tanto y sentido tan tranquila, y eso que ni se había reído tanto ni estaba tan tranquila.

Maurie se sintió bastante desilusionada de que no fuera a acompañarla, pero intentó no demostrarlo. Únicamente bajó la mirada y se tomó un segundo para recuperarse antes de asentir con una sonrisa y despedirse de él. "Dale, nos vemos más tarde, en la reunión del equipo de Quidditch." Le dijo ya más animada al recordar eso que tenía que organizar más tarde. Dicho eso, se marchó por el pasillo cargando con sus libros.

Le sonrió de manera cariñosa cuando dijo eso pero no respondió. Un momento después, apartó la mirada y la fijó en el frente, como si estuviera viendo por dónde iba.

Rió por la reacción de Maurie. "Eso es lo que le pasa a las chicas que me sacan la lengua." Le advirtió pretendiendo hablar en serio pero de manera muy aspaventosa. "Si, pero no me importa." Dijo con un encogimiento de hombros y una sonrisa tranquila en los labios. "En todo caso eso es problema de los demás."

Después de responderle, John se la había quedado observando de cerca para estudiar su reacción y reprimió una sonrisa al notar que había conseguido precisamente la reacción esperada. -Score. Quería que fuera con ella.- Pensó entusiasmado. -Todavía le importo... o por lo menos la entretengo.- Se dijo a sí mismo, primero más optimista y después ya no tanto.

"Genial. Así ya arreglamos el día para las prácticas." Dijo con una sonrisa entusiasmada. No se quedó a mirarla como hubiera hecho antes, sino que se dirigió directo a la sala común.

Lo miró con el ceño fruncido de manera exagerada. "Ahh, claro, qué bonito ¿no? Que seamos los otros los que tengamos que hacernos cargo de tu locura..." Lo había retado en broma.

Maurie se quedó pensativa, sin poder decidir si John todavía tenía sentimientos por ella o no. La había tratado como siempre, sin que la cosa se hubiera puesto incómoda e incluso le había hecho bromas y había jugado con ella, pero no podía discernir si lo hacía como amigo, porque siempre habían sido muy buenos amigos, o como algo más... No lograba darse cuenta de las intenciones de él y si bien en algunos momentos le dio la impresión de que John estaba flirteando con ella, no fue nada definitivo y bien podría haber sido tan sólo su imaginación o alguna otra cosa.