Sentada a la mesa

Era un sábado por la mañana. Las clases habían comenzado un par de semanas atrás y Maurie aún no se acostumbraba al nuevo rítmo de vida. Había estado deprimida y pensativa desde que comenzara el año. El trauma del verano la había dejado inusualmente callada y pesimista, pero estaba logrando reponerse poco a poco a las cosas que le habían sucedido, comenzando a aceptarlas para poder luego seguir adelante.

No tenía hambre. Últimamente nunca tenía hambre, pero se forzaba a comer para no desaparecer. Había bajado mucho de peso para lo que era normal en ella y eso que era relativamente flaca.

Tenía el codo apoyado en la mesa y el rostro en su palma. Frente a ella, había una taza de café frío que llevaba media hora ahí sentado. Aún era demasiado temprano y la mayoría de los alumnos estaban durmiendo. Precisamente por eso había bajado al comedor.

Alex se había levantado extrañamente temprano ese día. Generalmente, aprovechaba los fines de semana para dormir hasta tarde, pero ese día tenía planes y entró en el Gran Salón con una sonrisota enorme en el rostro.

Se dirigió hacia la mesa de su casa y se detuvo a la altura donde se sentaba habitualmente, justo al lado de su amiga. "Maurie~" La llamó con voz cantarina. Estaba en un humor demasiado bueno para ser ella y eso era raro. Algo debía traerse entre manos. "¿Qué hacés despierta tan temprano, nena!?" Le preguntó animadamente, mientras se servía una tazota de café negro.

"Seguís con pesadillas?" Quiso saber ahora ya con un tono más preocupado al notar que ella no tenía la expresión alegre de costumbre, algo que le notaba desde principio de año.

Maurie no le había contado a Lex lo que le había sucedido en el verano. Le había prometido que lo haría cuando pudiera hablar de eso y, después de un berrinche, su amiga lo había entendido, pero aún no se decidía a decirle. Primero, era un tema delicado para ella y no le hacía bien pensar o hablar de eso. Segundo, Lex era muy amiga de Jimmy como para que se sintiera cómoda hablando de eso con ella. Había elegido ir a lo de Gipsy en busca de ayuad a pesar de que nunca se habían llevado del todo bien y eso era por una muy buena razón: Jimmy estaba viviendo con la familia de Lex y no quería tener que ocuparse de la situación incómoda con su ex... ¿o aún era su novio? al mismo tiempo que con lo que le estaba pasando. Por eso estaba muy agradecida para con Gipsy, por haberla cuidado a pesar de que no siempre habían sido las mejores amigas.

La voz de su amiga la sacó de su ensimismamiento. "Eh, Lexington!" Le devolvió el saludo con una sonrisa de lado. Ellas eran las dos alborotadoras oficiales de Hufflepuff y en sus mejores épocas habían sabido estar casi a la altura de los Slytherins. Ahora parecían dos viejas chotas, rotas. El ver a Lex le levantó el ánimo. Necesitaba la distracción y ella siempre la hacía reír. "¿Qué hacés despierta tan temprano VOS?" Le devolvió la pregunta aún sonriendole de costado.

Negó con la cabeza y se enserieció un poco. "Nah, justo esta vez no es el caso." Admitió mirándola con una mueca irónica. "La verdad anoche me quedé dormida temprano sin querer y seguí de largo... hoy me terminé levantando a las ocho" Explicó con una mueca de asco, como si madrugar en un fin de semana fuera sacrilegioso. "Pero volvamos a vos... ¿por qué la sonrisota y el madrugazo? ¿Vas a encontrarte con el enano?" Quiso saber con interés. Siempre había sido muy chusma.

Lex sonrió de costado al escuchar el saludo. Siempre le hacían gracia los sobrenombres raros que le ponía Maurie, pero tenía que admitir que le gustaban. Se sentía honrada de que una muchacha popular y linda como ella se dignara a ser su amiga, incluso a pesar de que no quisiera salir con ella.

Rió abiertamente cuando le devolvió la pregunta, pero después de la risa se hizo la tonta para no responder y dejó que la conversación siguiera su curso con la excusa de beber su café. Estaba un poco más caliente de lo que le gustaba, pero el evadir la pregunta valía la pena la quemadura de lengua.

Levantó las cejas en actitud de 'ya veo', pero la verdad es que no por eso estaba menos preocupada por su amiga. La notaba flaca y como apagada desde que había comenzado el año y, para peor, no le quería decir qué es lo que tenía, qué le estaba pasando y qué le había pasado en el verano para estar así de mal ahora. "¿Cómo te vas a quedar dormida un viernes a la noche? ¡Sacrílega!" La insultó con una sonrisota en el rostro.

Al ver que no iba a poder evitar la pregunta, se preparó mentalmente para el sermón. "No, la verdad que no." Le dijo intentando ocultar una sonrisota enorme y contenta al pensar en lo que iba a hacer esa mañana, pero fallando terriblemente. "Voy a encontrarme con Gizzy en la sala de música para practicar un poco." Dijo todavía incapaz de sacarse el grin de 'tengo novia nueva' de la cara, por más que no fuera el caso.

Maurie notó enseguida que Lex estaba evitando su pregunta y sonrió de lado. "Sehh, hacete la tonta, nomás." La expuso impunemente, aún sonriendo. Hasta ella misma notaba cómo le cambiaba el ánimo cuando su amiga estaba alrededor y pensó que tenía que empezar a pasar más tiempo con ella, como antes. El tema era que le daba miedo quedarse mucho a solas con ella y que le hiciera preguntas sobre el verano cuando no quería hablar de eso. Cierto era que Lex había aceptado no preguntar más, pero si Maurie la conocía un poquito tan siquiera, sabía que eso no le iba a durar demasiado, menos con lo flaca que estaba.

Rió un poco de compromiso, con una sonrisa que no era del todo sincera. "Y buen... qué se le va a hacer... ya estoy vieja!" Se quejó más en broma que otra cosa, aunque en realidad se sentia mentalmente muy vieja. "¿Me vas a decir que nunca te pasó?" Le dio vuelta la mesa ahora, haciendo la cuestión sobre Lex.

Maurie levantó ambas cejas muy impresionada y sorprendida. No se esperaba que le dijera algo así y se preguntó si hacía tanto que no hablaba con ella como para que las cosas con Gizzy y el enano hubieran cambiado sin que ella se enterase. "¿Qué? ¿Están de nuevo juntas?" Le preguntó ahora muerta de curiosidad, olvidándose momentáneamente de sus problemas por completo. Lex tenía ese efecto en ella y sabía que a su amiga le pasaba lo mismo. "¿Qué pasó con el enano? ¿No era una montaña rusa de adrenalina y qué sé yo cuánto más?" Le preguntó sin andarse con rodeos.

Lex rió y casi escupe todo el café al hacerlo. Le lanzó una mirada de reproche a Maurie aunque todavía sonriendo divertida y riendo de manera nasal, sin poder abrir la boca para que no se le escapara el café. Así y todo, le chorreaba un poquito por el labio, lo que se apresuró a limpiarse con el dorso de la mano. Tragó el café finalmente y luego la miró acusatoriamente. "Qué hija de... Después si te baño en café no vengas a decirme que es mi culpa, eh? Mirá que hacerme reír cuando estoy tragando..." Protestó ceñuda pero era tpdo parte de la broma, sólo pretendía estar molesta. En realidad estaba pasándolo bien.

"¿Vieja? Pero si la vida recién comienza, nena! Este es el último año... viaje de egresados y descontrol!" Le dijo para animarla. Sabía que necesitaba más de esos pensamientos en la cabeza y menos de lo que sea que la tuviera tan preocupada. "¿A mí? ¡Jamás!" Mintió descaradamente, con una sonrisota enorme en el rostro.

"Ahhh, bien que te morís de curiosidad, guacha, eh? A ver si me prestás un poco más de atención así no te tengo que poner al día de lo que pasa en mi vida!" Le dijo medio en broma, medio pasándole factura en serio. "Nah... no estamos juntas, sigo con Ar..." Le dijo ahora ya en serio, bajando un cambio y medio. "Pero decidimos volver a ser amigas porque..." suspiró "bueno, por un montón de cosas. Es complicado, pero el resumen sería que aunque esté con Ar la extraño y que no tiene sentido que nos perdamos de compartir todas las otras cosas que hacíamos juntas sólo por no estar saliendo... a demás, el no hablarte con alguien con quien compartís la habitación es una de las cosas más difíciles del universo y me tiene las bolas llenas." Finalizó con un encogimiento de hombros. No había hablado rápido, se había tomado su tiempo para contarle todo.

Rió divertida al ver el desagradable espectáculo que Lex estaba dando. Hacía mucho que no veía algo que le causara gracia, probablemente porque había dejado de prestarle atención a la gente a su alrededor desde su vuelta al colegio. Era como que nada estaba bien en su mundo y no sabía ni por dónde empezar a arreglarlo. Las cosas con su novio estaban mal, con sus otros 'proyectos de novio' tampoco estaban muy bien, con su amiga no podía hablar para no contarle lo del verano y sus vacaciones habían sido de todo menos vacaciones. Incluso su familia era una verdadera pesadilla... La verdad es que le costaba encontrar motivación para salir de la cama a la mañana.

"Sos un asco. ¡No te puedo sacar ni a la esquina!" Le dijo en broma, con una sonrisa ladeada en el rostro y una cierta complicidad en los ojos.

"Sehh, no sé cuánta joda vaya a haber este año la verdad... nos están matando con la tarea y a fin de año nos caben los exámenes finales..." Comentó no muy entusiasmada con eso de la joda. En teoría, la idea le gustaba. Ella siempre había estado lista para lo que fuera mientras involucrara diversión o lo prohibido, pero estando tan mal con toda la gente que quería, la verdad que la joda no le importaba mucho más allá de su capacidad para distraerla de sus problemas verdaderos. "Ja, si... justo." Dijo incrédula.

"Ay... no, Lex... no me pases factura ahora, ¿si? No es un buen momento..." Le dijo poniéndose un poco en víctima y agarrándose el puente de la nariz entre el índice y el pulgar. Su humor había cambiado de repente al hablar de joda, pero hizo un esfuerzo por concentrarse en la conversación.

"Altísimo quilombo en que te estás metiendo, Lex. Estar enamorada de dos personas a la vez no es nada fácil... si lo sabré yo..." Le advirtió mandándose un poco la parte de mujer experimentada y haciendo el papel de drama queen que tan bien le salía. Era bastante aspaventosa a veces y muy teatral como todas las de su signo. "Entre Jimmy y el gigante ruso, la verdad que no sé qué hacer... sobre todo porque ninguno de los dos me dirige la palabra." Dijo primero como queja y ya la última parte con ironía, casi riéndose de su patética situación. "Yo te diría que te tomes un tiempo para pensar bien qué querés hacer antes de que termines lastimando a alguien que querés y después no sepas cómo salir del embrollo." Le advirtió seriamente. El mood de diversión estaba totalmente arruinado, pensó.

Cuando finalmente pudo tragar el café, se rió con ganas del comentario de ella. Realmente le había parecido gracioso que encima de todo se pusiera a criticarle la etiqueta. "Sí... por suerte para mí no estoy intentando hacerte levante así que me importa tres cuernos si te parezco asquerosa." Le dijo con una sonrisota enorme y algo engreída.

"Ay, Mawrr, ¡qué embole!" Se quejó frunciendo el ceño y poniendo su mejor cara de culo, experta como era en hacerlo. Entre lo de que no iban a tener mucha joda y lo de que no le fuera con reproches la verdad que estaba empezando a poder con su paciencia... aunque uno tenía que admitir que ella no se caracterizaba precisamente por ser una persona paciente y previó que iban a empezar a discutir de un momento a otro. Era algo típico en ellas. Cuando estaba todo bien, estaba genial, pero cuando alguna de las dos estaba cruzada, se tiraban de los pelos. Había sido así desde el primer día y ya podía ver los signos, pero nunca se molestaba en hacer algo para prevenirlo. Era demasiado calentona como para poder evitar saltar como leche hervida por todo.

"Ponele un poco de onda a la vida, ¿dale? Desde que llegamos que hago todo lo posible por levantarte el ánimo y vos seguís con esa actitud de mierda... ¡y ni siquiera me querés decir qué corno te está pasando!" Protestó. "Realmente quiero ayudarte, Mawrrz, pero no me estás ayudando mucho que digamos..." Le dijo ahora ya dejando de maltratarla y pasando a un tono más de ruego. "Mirá lo flaca que estás... ¡Ni siquiera estás comiendo bien!" Le reprochó en tono de madre preocupada.

Por un momento se quedó helada, sorprendida de que ella la pudiera leer tan bien a pesar de que no le habí dicho ni la mitad de la historia. Pero claro, eran mejores amigas, tenía todo el sentido del mundo, se dijo un momento después, feliz de tener alguien que la comprendiera tan por completo. "Sehh... ya sé. Hace como un año que estoy en medio de este quilombo y la verdad que no tengo ni la más puta idea de cómo salir." Admitió derrotada, antes de beber más de su café. "Y es verdad, es como tú dices, realmente los amo a los dos, pero de maneras distintas... no sé qué voy a hacer..." Se quedó pensativa un momento antes de vovler a hablar. "¿Tú cómo te las arreglaste con Jimmy y el eslabón perdido?" Le preguntó con curiosidad, levantando la mirada para clavarla en la de ella.

Sonrió de lado e hizo "Ja" de manera nasal. "Sehh, cómo no..." La contradijo con ironía. "Tú siempre estás intentando hacerle levante a todo el mundo, Lex. ¡Admítelo!" La increpó de buena gana.

La miró seria cuando comenzó a decirle todo aquello. Luego se fue poniendo más y más triste y enojada al mismo tiempo, pero cuando Lex empezó a suplicarle y se puso en el papel de madre le dio cosita y se le pasó el enojo y se quedó nada más que con la tristeza. La miró como un perro mojado. No le gustaba que le ladraran sin motivo y aunque entendía que ella estaba preocupada, le hubiera gustado que fuera un poco más comprensiva y menos agresiva. Sin embargo no dijo nada. Sabía que hablar con Lex de esas cosas era como hablar con la pared... o incluso peor. -Las paredes al menos no responden...- Pensó para sí.

"Lo siento, Lex... tienes razón." Le dijo en un murmullo, con la cabeza baja y mirando su taza para no verla a ella. Se sentía incómoda de que le estuviera diciendo eso porque nunca nadie se había preocupado por ella. Sus padres muertos y sus abuelos siendo death eaters, no había demasiada otra gente que la tratara como a una persona valiosa y eso había destrozado su autoestima. "Sé que tendría que cuidarme más, pero en este momento no puedo... y tampoco quiero hablar de eso. No te enojes..." Le rogó levantando una mirada suplicante hacia ella. Realmente odiaba cuando Lex se enojaba y explotaba en un estallido de furia. "No es que no quiera contarte, Lex. Es que intento no pensar en eso y para hablar de lo que pasó tengo que, por fuerza, pensar en eso y me pondría peor ahora que estoy empezando a mejorar..." Le explicó todavía con tono de pobre cosita. "Teneme un poco de paciencia..." Le pidió mirándola a los ojos ahoara más bien seria, como pidiendo un favor.

"Lo sé. Se te nota." Le dijo con una sonrisa ladeada ahora pareciendo un poco más recuperada de lo que había sido la conversación anterior, que se había puesto bastante emotiva. "Te entiendo totalmente... es como si quisieras dividirte en dos personas para poder estar con ambos... para no lastimar a ninguno, pero es imposible y el dilatar la descisión no hace más que lastimar a todo el mundo..." Suspiró ella también, apoyando un codo en la mesa y la cara en la mano, para mirar a Lex. "Es todo un tema." Admitió con una mueca de desagrado.

"No lo sé. Hace meses que no hablo con ninguno de los dos y ambos estan molestos conmigo, así que si tuviera algún consejo para darte, la verdad te diría que no le hagas caso." Dijo antes de lanzar una risita irónica y amarga, con una mueca de desagrado en el rostro. Ella y Lex eran muy parecidas en ese sentido... podían estarse matando de risa como dos locas maniáticas o poniendo la colección de caras de culo más espectaculares que hubiera visto la historia de la humanidad. "A lo sumo tú podrías decirme a mí qué te da resultado." Dijo con un encogimiento de hombros.

Revoleó los ojos fingiendo estar molesta u ofendida por el comentario de ella y un momento después soltó una risita porque sabía que tenía razón. Ambas estaban siempre más o menos a la caza, viendo qué se podían levantar ahora, aunque más no fuera para matar el rato. La diferencia principal radicaba en que Maureen era linda y Lex tenía el cuerpo de un muchacho flacúcho. "Never, Master Bruce!" Le dijo finalmente, citando a Alfred, el mayordomo de Batman.

El ver la manera en que Maurie se puso le dio un poco de pena y la hizo calmarse bastante en cuanto a su ira se refería. "No estoy enojada." Mintió bastante patéticamente a pesar de que solía ser una muy buena mentirosa. Seguramente se debía a la carga emocional del momento. Lo cierto era que si bien estaba molesta, no quería estarlo y eso era lo importante. "Ya sé, ya sé... Sé cómo funciona." Le dijo antes de largar un suspiro cansado. A ella misma le había sucedido algo similar más veces de las que podía recordar, pero en ese momento le costaba pensar con objetividad, si bien estaba haciendo su mejor esfuerzo por hacerlo.

"Es sólo que estoy preocupada por tí, corazón." Le dijo acercándose un poco a ella para tomarle la mano que tenía libre entre las suyas. "Quiero verte bien. Te mereces estar bien..." Le dijo entonces, mirándola a los ojos. "Y quisiera poder hacer algo para poder ayudarte y me da tanta bronca no poder..." Explicó. Ese tipo de intimidad no la tenía con nadie más. Tal vez la había tenido con Gizzy en algún momento, pero ya la habían perdido. Para el resto de la gente, Lex era una perra malhumorada que siempre estaba ladrándole a las personas y gritando por cualquier cosa o incluso poniéndose físicamente violenta. Siempre mandaba a los demás a meterse en sus propios asuntos y no les tenía nada de paciencia, pero con Maurie era totalmente disinto. Con ella la leona se comportaba como un gatito sumiso.

Sonrió de lado cuando le dijo que se le notaba. Lo hizo con cierto orugllo, como si ese doble amor fuera una bandera que ella llevara con orgullo en lugar de una carga, pero es que le resultaba difícil ver a cualquiera de los dos como algo menos que dignos de adoración.

"Je." Dijo de manera nasal. "Una bosta." Resumió, no criticándola, sino compadeciéndose de su situación, con cierta ironía, pero porque esa era su manera de ser. "Bueno, el lado positivo es que cuando uno está en el fondo del pozo no queda otra más que empezar a subir." Dijo con cara seria y una mueca ladeada de desagrado, que iba dirigido hacia la situación de Maurie, no hacia ella en persona. Rió un poco por el comentario de ella, pero no era una risa del todo sincera, puesto que la situación no le hacía mucha gracia. "Qué bueno que me lo digas... lo voy a tener en cuenta: no hacerle caso a tus consejos." Resumió con una mueca burlona en el rostro.

Rió brevemente por el chiste de ella, de manera nasal.

Se dio cuenta enseguida de que Lex estaba mientiendo para evitar una discusión y, aunque le molestó un poco la mentira, agradeció el gesto. En otra oportunidad tal vez se hubiera puesto a discutir con ella sobre el tema, pero prefirió dejarlo pasar en pos de la paz. Al menos entendía de lo que le estaba hablando y no se había puesto a protestar diciendo que estaba siendo incoherente, que era lo que ella se había esperado.

La explicación de Lex le dio culpa y volvió a mirarla como perro mojado. No quería que ella se preocupara por su culpa... no quería que nadie se preocupara por su culpa, no quería ser una carga para la gente, menos que todo para la gente que amaba. Se propuso volverse mejor actriz en lo sucesivo para aparentar que estaba todo bien y dejar de preocupar a la gente. Lo mentalmente sano, hubiera sido intentar ponerse bien para no preocupar a la gente, no aprender a mentir mejor, pero ella no era un ejemplar de una mente racional y saludable.

"Está bien, lex. No te preocupes... el saber que puedo contar contigo ya me ayuda." Le dijo apretando un poco la mano de ella en la suya. Se daba cuenta de que Lex habitualmente era una perra sin corazón y que con ella, como pasaba con Gizzy, se transformaba en una persona casi sensible. De repente, le agarró el ataque de cariño repentino y la abrazó. En ese momento se dio cuenta de lo mucho que la había extrañado y necesitado, sobre todo esos meses encerrada y sola cuando rogaba todas las noches morirse para no sufrir más. La abrazó super fuerte, como si así pudiera deshacerse de todo lo malo que había en ella. "Yo sé que no te lo digo lo suficientemente seguido, pero te quiero mucho." Le dijo al oído sin soltarla. Sintió que los ojos le lagrimeaban y eso le dio bronca. No quería aparentar debilidad e hizo lo posible por contener las lágrimas. "Eres como una hermana para mí, Lex. Gracias por preocuparte por mí y por cuidarme." Le dijo antes de soltarla.

Le devolvió otra sonrisa irónica y ladeada. "Seguro... pero de ahí a que la cosa mejore, uno puede pasarse quinientos años en el pozo." Le dijo con su habitual humor ácido y pesimista, pareciendo casi orgullosa de lo que decía, como si ser una amarga fuera algo bueno. Rió brevemente por la broma, pero no acotó nada más.

Al sentir el apretoncito de mano de ella, le sonrió de una manera cariñosa, mirándola a los ojos. Le sorprendió que la abrazara así de repente, pero aunque solía estar bastante en contra de la gente toquetera, viniendo de ella no le molestó. Después de todo, Lex también la sentía como una hermana. Era la única persona que realmente la comprendía y que, en general, no la juzgaba y la apoyaba siempre, incluso cuando no estaba de acuerdo en lo que ella quería hacer.

"Awww... Mawry... ¡Yo también!" Le dijo hablandole más o menos al oído, lo que era difícil de ubicar dada la melena leonina de ella. Cuando sintió lo fuerte que la estaba apretando, ella también la estrujó, esperando poder hacerla sentir mejor a ver si empezaba a cuidarse un poco más y a comer mejor. "Yo también te quiero como a una hermana." Le dijo bastante conmovida por el gesto de su amiga, aunque tal vez fuera porque estaba un poco hormonal porque le estaba por venir. Sino en general tendía a ser bastante más ironica y sarcástica. "Siempre." Le respondió con devoción. A Lex siempre le había costado resistirse a las mujeres cuando estaban vulnerables y era capaz de cualquier cosa por hacer sentir mejor a una en ese estado, incluso si no era su interés amoroso de turno.

"Vas a ver que las cosas van a mejorar, ¿si? Todo va a estar bien." Le dijo mirándola a los ojos después de que ella la soltó. "Ahora cambia esa cara y come algo. Eres demasiado bonita para estar mirando la pared con cara larga." Le dijo para levantarle el ánimo. Funcionaba con la mayoría de las mujeres.

Ella también estrujó todavía un poco más a Lex al ver que ella hacía lo mismo y se sintió un poco mejor de tener algo de contensión. Parecía algo simple y tonto, pero hacía meses que no tenía contacto físico de ningún tipo con nadie y como no tenía familia real que se preocupara por ella ni estaba en buenos términos con la mayoría de sus amigos y, para colmo de males, ella tampoco era muy touchy feely, se había sentido un poco más sola y vacía que de costumbre. Más rota y disfuncional, si es que eso era posible. Al menos, ahora que podía sentir a alguien más cerca suyo, espcialmente a alguien conocido y en quien confiaba plenamente, sentía finalmente como que la pesadilla había terminado y que había algo de luz al final del túnel que había sido ese verano horrible. Todavía se sentía tremendamente culpable, pero algo es algo.

Sonrió de manera genuina cuando le dijo 'siempre', y luego asintió cuando la miró a los ojos para decirle que iba a estar todo bien. Le había costado un esfuerzo sobrehumano el mantenerse seria, sin llorar durante todo el rato, pero lo había conseguido bastante bien. Apenas si había lagrimeado un poco como para que los ojos se le pusieran vidriosos nomás.

El último comentario le robó una sonrisa de lado y un 'je' nasal. "Te re calentaste." La acusó con esa mueca iróinca tan característica de ella. "Admitilo."

Cuando escuchó la acusación de ella soltó la risa. Le había parecido totalmente descolgado y se había tentado, pero tampoco fue una carcajada, porque el ambiente no daba para eso y tampoco había sido tan hilarante. "Mirá con lo que me venís a salir!" La acusó a su vez mientras pensaba para sus adentros que por lo menos había logrado hacerla sonreír un poco con su comentario y que eso en sí ya era un progreso.

"Ya quisieras." Añadió después, con una sonrisa ladeada. "Pero no sos mi tipo." Le dijo después todavía con el mismo aire engreído que tenía siempre. "Demasiado probleática." Especificó en el tono que lo hubiera dicho un hombre, todo como parte de la misma broma.

"Bueno, debo irme." Le dijo poniéndose de pie. "Gizzy me debe estar esperando en la sala de música." Explicó ya no tan sonriente como cuando había hablado antes del mismo tema. Después de discutirlo con Mawrie, se había vuelto como más consciente de la realidad de su complicada situación y eso la había puesto menos contenta, con menos ganas de ir a juntarse con su ex cuando sabía que probablemente no era una muy buena idea, incluso si Ar y ella no tenían un título oficial y realmente no eran nada el uno del otro... todo el colegio sabía que informalemente estaban juntos y ella también como para andar jugando con fuego. "No sé cómo mierda me metí en este lío ni cómo cornos voy a salir, pero ya veré..." dijo con un suspiro. Anduvo un par de pasos y se detuvo. "Pero tú cuídate, ¿eh? Que no me entere que dejas de comer!" La retó en tono de madre hincha bolas antes de irse.

Le sonrió ella también de manera engreída y orgullosa. Maurie era tan experta en poner ese tipo de caras como Lex. Realmente eran como dos hermanas, una menos lesbiana que la otra, pero bueno.

Levantó una ceja incrédula y la miró con cierto interés y curiosidad. "Ah, si? Yo pensé que todas las mujeres eran de tu tipo." Opinó con una mueca de lado a la vez que se felicitaba internamente por la respuesta dada pronta y witty. Se había sentido tentada a preguntarle 'por qué no?' en lugar de decirle que todas eran su tipo, pero al final había elegido la respuesta que la hacía lucirse como 'copada' antes que la que hubiera satisfecho su curiosidad.

Dejó escapar un 'Je' nasal aún con la sonrisa irónica plasmada en su rostro. "Eso sí que es cierto, Lexxer." Le dijo pensando que era bastante irónico que de todas las estupideces que estaban diciendo, ella justamente fue a dar en la tecla. Era problemática. Estaba convencida de que la gente que quería se había terminado alejando de ella porque era problemática, no porque no valiera la pena o porque les hubiera hecho algo malo. Simplemente era demasiado problema tenerla cerca.

"Sí, sí. Andá." La incitó. "No es bueno dejar a una dama esperando." Le dijo con una mueca cómplice. Luego puso cara de resignación y la despidió con la mano. "Sí, Sí... Sí mamá... dale. Andá que a Gizzy le molesta mucho la impuntualidad.