The Leathherby household

Nate estaba extenuado. Lo único que había hecho en todo el día había sido ir al hospital, pero le había quitado toda la fuerza que tenía. Pensó que tal vez debería tomarse su herida más seriamente y descansar un poco como le habían ordenado al darle dos semanas de licencia. En cambio, el señor se la había pasado de joda con su mejor amigo en las tabernas, haciendo trámites para su hermana que siempre tenía problemas haciendo ese tipo de cosas sola, visitando a sus padres y hermana adoptivos, y reemplazando a Jewel parcialmente en la librería durante algunas horas. Todo menos estar en cama como se le había pedido.

Era un Auror. No podía estar sentado y quieto sabiendo que era necesitado o que tenái cosas para hacer. Incluso le costaba dormir por las noches, pensando en los posibles atacantes del castillo y revisando sus notas una y otra vez intentando hacerlas tener sentido por la fuerza.

Mentalmente agotado, Nate entró a la casa con la bolsa de papel madera colgando del antebrazo sano y la dejó sobre el sillón de un cuerpo antes de avanzar unos pasos más y dejarse caer sobre el de tres, donde se acostó como si fuera una cama, sin siquiera quitarse zapatos, túnica ni nada. Tenía el apoyabrazos como almohada y los piés llenos de barro en el otro. Su brazo lastimado caía fláxido pero sin llegar a tocar el suelo.

Se llevó la otra mano a la cabeza y se sujetó las sienes con el pulgar de un lado, y el índice y el mayor del otro, como si quisiera frenar una migraña. Suspiró un gruñido cansado y se quedó dormido de inmediato.

Jay había ido de compras sola. No sucedía hacía mucho. Ahora que salía con Jens y él vivía con ellos, solían hacerlo juntos, de manera que ella compraba y él era la amable mula de carga. Sin embargo, la enfermedad de Nathan había hecho que su novio tuviera que tomar dobles turnos para cubrirlo y pasaba más tiempo en el Ministerio o en las locaciones a las que era asignado. Eso la tenía por un lado preocupada por la seguridad de él (más de costumbre, porque ella siempre estaba preocupada por la seguridad de todo el mundo) y también a cargo de comprar sola.

Había cerrado la librería e ido de compras. Lamentablemente para ella, quedó encerrada dentro del mercado cuando algún gracioso tuvo la ocurrente idea de invocar la marca maldita sobre el lugar. Para cuando la dejaron marcharse, era cerca de medianoche y ella estaba extenuada, confundida y de un pésimo humor. No veía la hora de llegar a su casa. ¡Y eso que todavía le faltaba hacer la cena!

Finalmente, había levitado las bolsas desde el mercado hasta su casa y ahora las había apoyado en el suelo del callejón lateral a su librería para poder abrir la puerta. Mientras lo hacía, miraba sobre su hombro con temor y peleaba con las llaves. No tenía la concentración para mantener las bolsas levitando mientas lo hacía.

Apenas abrió, sin embargo, antes de que pudiera meter nada, vio a su hermanito tirado en el sofá de esa manera, con el brazo al descubierto (algo que él se había cuidado de mostrarle hasta ese momento con los excesivos vendajes) y pegó el grito de horror. Pensó que la casa había sido invadida, que lo habían matado, mil cosas se le pasaron por la cabeza al verlo ahí tirado con el brazo hecho puré. No le dio la cabeza para pensar racionalmente y deducir que si antes estaba vendado y ahora así, probablemente así estuviera desde un principio y sólo estuviera durmiendo.

Cora buscaba la dirección desde la calle mirando las calles y alternativamente el pedazo de pergamino donde había anotado la dirección de Nathan. Se encontraba en la noble tarea de ubicarse cuando a un cuarto de cuadra oyó el grito de la mujer horrorizada. Entendió que no era lejos de donde debía estar la casa a la que se dirigía y no le pareció que pudiese ser una simple casualidad. Tomó la varita en su mano derecha y corrió en la dirección de donde provino el grito. Encontró a la chica con las bolsas en el suelo y mirando al interior de la casa "Are you ok?" dijo gritando 3 metros de distancia y poniéndose al lado de ella para ayudarla. Le puso una mano sobre el brazo derecho a la altura del lado interior de su codo intentando llamar su atencion. Miró inmediatamente hacia el interior de la casa buscando la razón del grito.

Nate había estado durmiendo pacíficamente en el sofá durante horas. Si tenía que pasar por la librería para avisarle a su hermana que vendría la medimaga a ayudar con su curación, jamás recordó ir a decírselo. Y como dormía como tronco, no se despertó hasta que no escuchó el grito, lo que lo hizo ponerse de pie de un salto buscando su varita de manera instintiva.

Como la mano lastimada era justamente la mano de la varita, pegó él también una especie de alarido de dolor al mover la mano para intentar buscar la varita donde no estaba, porque él había cambiado el holdster de su varita de pierna, ahora que la andaba usando con la zurda. Vio en la puerta a su hermana y a la enfermera y en su confusión no entendió nada.

Un segundo después le cayó la ficha de lo que debía haber sucedido, pero estaba demasiado concentrado en agarrarse el codo, donde todavía tenía entera la piel, con la mano que tenía bien, como uno hace cuando algo le duele y está esperando a que pase.

"Ah... Jewel..." le dijo respirando agitadamente y con dificultad por el dolor. Aún no había tocado las escamas de dragón. Usualmente le decía Jay y eran más felices, pero él no la tenía en su mejor estima después del cagaso que lo había hecho pegarse y el dolor consiguiente. Era por ese motivo que había mantenido la herida cubierta todo ese tiempo. "This is... ah... nurse Cora..." Dijo haciendo una mueca de dolor con la cara y dejándose caer nuevamente en el sofá. El que antes le doliera menos el brazo había tenido que ver, aparentemente, con que él no lo había movido mucho ni había intentado usarlo.

En el estado nervioso en que se encontraba, Jay pegó un salto literalmente al escuchar la pregunta de Cora, pensando que se trataba del atacante. Miró hacia adentro con la intención de correr y esconderse, pero vio a Nathan levantarse y su cabeza volvió a tener demasiada información para procesar a la vez.

Se volvió hacia Cora una vez más, como si no entendiera por qué la estaba tocando, pero más por shock y confusión que porque protestara por ser tocada, si bien eso tampoco hubiera sido raro en ella. "I'm fine." Le dijo hablando rápidamente. Se la veía muy nerviosa y sobresaltada. "My brother..." No supo ni cómo empezar a describir la situación cuando él las "presentó".

Abrió los ojos grandes, indignada, a punto de empezar a gritarle que era demasiado grande para hacer pelotudeces como invitar una noviecita y no decirle nada para que ella se asustara de esa manera, o que era un idiota por tirarse ahí en el sofá como muerto cuando sabía lo mucho que ella se preocupaba, pero no se decidía sobre por dónde empezar a quejarse. Ella siempre se quejaba y enojaba.

Giró hacia el interior de la casa justo a tiempo para verlo a Nathan en el momento que se retorcia de dolor. Lo miró y apretó los dientes levantanto apenas los labios y frunciendo el ceño en una expresión clara de dolor. Sabía que debía de estar insoportable esa herida y más si la ponía en movimiento. Que empezara a tener dolor en la zona era una excelente noticia pero claramente era la peor parte de la recuperación ya que no podía aplicarsele ningún tipo de calmante ni acción mágica hasta que el hechizo abandonara del todo ese brazo, cosa que sucedería esa medianoche. Suspiró por la nariz y luego se sonrió alegremente pero de manera solapada llevándose una mano a la cara y luego concentrándose en ponerse sería otra vez. Faltaban 15 minutos para las 12 y todavía no podía hacer nada al respecto del dolor de Nathan.

"Sorry, soy medimaga. Vine a ayudarlos con el brazo herido" digo explicándose mirándola a los ojos. Le sonrió apretando los labios en cierta resignación de la mala situación en la que caía. "Permiso" dijo para acercarse a Nathan al sillón y ponerse al lado en cuclillas. Seguía vestida igual que a la tarde lo que indicaba que todavía no había pisado el colegio. "Nathan" dijo hablándole firmemente para que le prestará atención pese al dolor , tomó la mano de él que estaba demasiado cerca de la herida para su gusto e intentó que soltara el brazo. "Debes dejar tranquila a esa herida lo más posible hasta que sean las 12. No la toques." le dijo firmemente. Otra vez se veía a la medimaga profesional antes que a la simpática enfermera.

Nathan tenía la cabeza hecha un lío. ¿Por qué estaba Cora ahí tan temprano? O en todo caso ¿Por qué Jewel había vuelto de hacer las compras a medianoche? ¿Por qué tenía que ser tan escandalosa y pegar el grito despertando a medio pueblo (él incluido), cuando no había sucedido nada más grave que una siesta?

Con la cabeza todavía embotada, miró el ornado reloj en la pared y sintió cierto alivio. Sí, había dormido casi hasta las doce. Su hermana recién llegaba: tendría un muy buen argumento para responder en la pelea a gritos de esa noche cuando ella lo acusara de "asustarlo así" o alguna otra de esas mierdas que tenían las mujeres. Esa era otra de las razones por las que él no había sentado cabeza. Ya bastante engorroso era soportar a su hermana para cambiarla por otra mujer cuyas manías tenía que empezar a conocer de cero. Al menos a ella sabía manejarla o ignorarla según tocara.

Él había comenzado a sentir dolor leve desde el hechizo de Cora, tal vez acción residual de los intentos de curación efectuados por Nash que, ahora que el contrahechizo había sido pronunciado, habían comenzado a reparar al menos algunas des terminaciones nerviosas, si bien al resto del brazo le faltaría bastante trabajo.

Oyó cómo Cora le hablaba a su hermana y podía escuchar en su cabeza las quejas posteriores que tendría que oír fuera de ésta. Oh, bueno, así era la vida. Pequeño precio a pagar por que le cocinaran, limpiaran y ahorraran tener que pagar el alquiler.

Levantó la vista hacia Cora a pesar del dolor y la miró inqisitivamente. Soltó su codo como si recién entonces se hubiera dado cuenta de lo que había hecho. "Oh. Right." Se sintió algo tonto por no haberse dado cuenta antes. "Empezó a doler de a poco después del contrahechizo de esta tarde." Explicó por si la información a ella le servía de algo. Esperaba no estarse poniendo peor. Quería volver a trabajar y alejarse de su neurótica hermana. La amaba, la adoraba, pero eran tan distintos que era imposible que no chocaran en algún punto.

Se quedó sentado en el sofá, resignado a lo que Cora le dijera como un nene chiquito en manos de su madre.

Lizzy estaba de guardia esa noche, apostada cerca de la casa. Tenía una tremenda barriga de cinco meses, pero se movía con la agilidad de quien se ha dedicado a hacer ejercicios suaves para mantenerse en forma en lugar de comer galletas y chocolates todo el día. Apareció por el callejón varita en mano. Sabía que dos de sus colegas vivían allí y que tanto Nathan como Jens le habían pedido a los demás Aurors que por favor mantuvieran vigilada la casa en consideración a la que era hermana de uno y novia del otro.

La situación no le pareció tan grave. Un par de mujeres mirando dentro del departamento y sólo una parecía impresionada. No podía ser tan terrible. Las vio entrar y corrió por el callejón. Esquivó las bolsas de las compras, que indicaban que una de las dos había estado recientemente en el caótico lockdown que había sido el mercado ((hubo una amenaza de ataque porque apareció la marca negra sober el mercado y los Aurors encerraron a todo el mundo adentro durante horas mientras se aseguraban que la zona era segura)). Espió dentro de la casa y vio a su colega, aún recuperándose.

Ella tenía tanto estómago para esas coas como Cora o incluso más, porque había estado en una guerra. Asumió que la famosa hermana de Nathan y su amiga no, y se relajó un poco, aunque después de lo que había sucedido esa tarde, estaban todos los Aurors un poco más paranóicos que de costumbre.

"Nathan." Ella también demandó la atención de él desde la puerta de la casa. En ese momento reconoció a Jewel y recordó su último intercambio, que había sido, cuando menos, incómodo. -SHE is your sister!?- pensó incrédula. El mundo era realmente pequeño en Inglaterra.

"Everythin' all right?" Preguntó mirando a uno y después al otro. Recorrió la mirada por todo el living como precaución. Asumió que todo estaba en orden y sabía que la necesitaban más en su puesto como vigía. "Well, if there was a false alarm at the market today. Jens is still after the trail." lo informó.

"I'll be on my post if anyone needs me." Anunció después, dispuesta a marcharse.

Jay tardó en comprender las palabras de Cora, pero cuando lo hizo, la miró primero confundida y después entendió. Entonces fulminó a su hermano con una mirada malhumorada. Cómo podía ser que a esas alturas de su vida hiciera semejantes pendejadas!? Cómo podía ser que no hubiera pasado a avisarle que iba a venir una enfermera a ayudarlo con la curación?? Y si llegaba a resultar que la traía porque le tenía ganas, ya la iba a escuchar diciéndole que un levante no era excusa para hacerla pasar semejante susto!

Antes de que pudiera siquiera comenzar a meter las bolsas de las compras, apareció Elizabeth, quien tampco era santa de su devoción. Le caía mal porque tenía los estándares morales de un hombre amoral y para mejor había admitido adelante de ella que había dormido con Matt, en la época en que ella aún le tenía ganas. Para peor, había tenido el atrevimiento de decirle que el hombre no era para ella.

No importaba que tuviera razón, no le gustaba que vinieran extrañas a decirle qué hacer de su vida privada, especialmente extrañas que se movían al supuesto interés suyo de turno.

Al menos eso le dio la oportunidad de concentrar su furia en alguien que no fuera su hermano y la miró mal a ella instead. "Everything is fine." Dijo entre los dientes apretados por la irritación de que todo el mundo se metiera en su casa sin siquiera pedir permiso ni mucho menos, como si se creyeran con derecho, lo que era aún peor. "Thank you. We'll let you know." Le dijo secamente, con tal de deshacerse de ella enseguida.

No se relajó hasta que la mujer se hubo marchado y sintió un escalofrío de solo preguntarse si el estómago no lo tendría como lo tenía por culpa de Matt mismo. Pero ya no era problema suyo, se dijo, lo que él hiciera con su vida. Y volvió a enojarse con Nathan de momento. Ya cuando llegara Jens podría escuchar sus quejas, el pobre santo.

((Listo, eso se deshizo de Liz y de momento, también de Jay así que pueden jugar tranquilos))

Se quedó en silencio dado que supuso que no le correspondía a ella responder a lo que estaba sucediendo tras la llegada de la caballería en panza. Le sorprendió aquel último dato ya que no esperaba que los aurors pudiesen someterse a tal trabajo de estress y con un embarazo tan evidentemente en camino. Pensó en las posibles situaciones por las que ella podría estar haciendo un trabajo así y los posibles riesgos y formas de prevenirlos. Apenas empezó a ahondar en esa idea repentinamente perdió el interés diciéndose que eso no era de su incumbencia.

Volvió la vista a Nathan quién todavía estaba adolorido y reaccionó que aún sostenía la mano de él desde la unión del dedo meñique con el resto de la mano y dejó que la misma se deslizara entre sus dedos. Sólo se había distraído un instante muy breve pero los pensamientos siempre tienen esa capacidad de maximizar el rendimiento del tiempo. Volvió la vista a él mirándole a los ojos apretó los labios llevando las comisuras hacia abajo y funciendo el ceño "Sorry." dijo sabiendo que no había más que hacer que esperar a que se hiciera el horario, cualquier intromisión mágica o de cualquier tipo sería totalmente contraproducente. "Sólo faltan 10 minutos..." prometió dulcemente luego de mirar un reloj que llevaba colgado del cuello con delicados firuletes florales.

((Caballería en panza. ME MORÍ DE RISA 18 VECES))

Nate no se metía donde no lo llamaban, pero a pesar de ser protector con aquellos a quien quería, comprendía perfectamente la elección de su colega. Si él tuviera una familia, no haría su trabajo a medias, como un cobarde, para poder volver a casa con ellos. Seguiría dando lo mejor de sí y todo lo demás vendría en un segundísimo segundo plano, como en general pasaba con la gente de esa profesión, a quienes todos tachaban de obsesivos del trabajo y sobre todo de hoscos mala onda. A demás, él la veía todos los días en el trabajo y la conocía de años, ya a esas alturas no lo sorprendía ni su panza ni su actitud.

El tono de su hermana le dio la pauta de que la cosa se pondría fea para él pronto... y no precisamente por el tema del brazo. Le dirigió una mirada de disculpa a Dalton que esperaba ella fuera capaz de interpretar correctamente. "Thanks for checking in on us, Red." Le dijo de manera mucho más amable que su hermana pero igualmente seriote. "We'll let you know." Repitió más suavemente, con un esbozo de sonrisa agradecida.

Miró a Cora confundido. No entendía por qué se disculpaba. Él se había metido solo en el aprieto de arruinarse el brazo y no era culpa de Cora ni mucho menos. Por el contrario, gracias a ella es que ahora él tenía posibilidad de curarse. "Not your fault." Le aseguró con el aplomo típico del Auror promedio.

Sus ojos se distrajeron con el reloj de ella, que encontró tan rococó y femenino como el resto de ella. Le sorprendía que una mujer de esa edad siguiera viéndose de alguna manera juvenil, infantil casi a veces por la elección de palabras, expresiones, ropa y aparentemente hasta indumentaria accesoria. No lograba entender si debía tratarla con condescendencia como a una niña o con el respeto que la enfermera adulta y muy capacitada que lo había tratado esa tarde obviamente se merecía.

Volvió a mirarla al rostro cuando habló, olvidando el reloj por completo. Pensó que era un hombre adulto, no un niño y sobre todo un Auror, que no necesitaba la condescendencia. "Don't worry. I'll survive." Ironizó levemente, todavía apretando un poco la mandíbula como si ella lo hubiera herido un poco en su orgullo hablándole como a un crío.

Se sonrió divertida cuando él respondió "I'm sure... Si pudiste sobrevivir a lo que trajiste esta mañana" sonrió divertida aunque la situación en que él tenía el brazo no fuera para divertirse.

Se puso de pie sintiendo que ya empezaban a molestarle los tobillos de estar en cuclillas y miró con cierta sutileza a su alrededor buscando asiento y cocina. "¿Tienes un bowl donde podamos sumergir tu brazo?" dijo mirando alrededor "¿Y un baño?" dijo pasado un segundo para luego detallar rápidamente "El bowl para es para tí, el baño, mí." sonrió divertida nuevamente. Parecía siempre jovial y desencajaba frente a la imagen del serio auror que tenía en frente a ella.

El comentario le robó una sonrisa ladeada a pesar de todo. Hubiera tenido más ánimo para reír o sonreír mejor si no estuviera su hermana furiosa de fondo y si no estuviera él mismo algo molesto con Cora por tratarlo como un bebé cuando era un tremendo Auror. Cierto que las palabras de ella le daban cierto crédito al dar por sentado que justamente se había re bancado lo de la mañana, pero igual era algo orgulloso como para ablandarse tan fácil por una mujer, por más simpática, bonita o inteligente que fuera.

"Eh... " pensó por un minuto. No metía mano en la cocina desde... nunca para ser francos. Era más cómodo dejar que su hermana hiciera el papel de madre como siempre había sido. Y cuando no, su amigo cocinaba como los dioses y él no veía por qué molestarse en siquiera aprender viviendo con ambos. Miró a Jewel en busca de ayuda. "Probablemente... con un hechizo agrandador." Porque no recordaba ensaladeras grandes, pero tampoco eran más de tres nunca así que tal vez simplemente no las usaban.

Volvió a esbozar una sonrisa menos amplia de lo que hubiera sido de no estar adolorido y herido en el orgullo, pero tenía que admitir que la del baño había sido buena. "Al final del pasillo." Indicó refiriéndose al pasillo que estaba un poco detrás del sofá donde había estado la cabeza de él, y que comenzaba un metro detrás del sofá mismo, en la misma recta que éste. ((Te haría un mapita en los sims pero paja. Por ahí mañana))

Para paliar su irritación, y en vista de que nadie parecía darle bola (lo que no hacía más que enfurecerla peor), se puso a meter las bolsas dentro de la casa al estilo muggle y después cerró la puerta algo más fuerte de lo que hubiera sido necesario. Era lo suficientemente infantil e inmadura como para tener esas actitudes, demandar atención, que se le diera a su enojo la importancia que se merecía.

Después, encantó las bolsas para que se guardara todo en la cocina, cada cosa en su lugar.

En eso escuchó las preguntas de Cora e hizo una mueca de pocos amigos. Parecía simpática y todo. Incluso podía venir con buenas intenciones, pero estaba molesta con su hermano por no avisarle, por preocuparla y se la iba a agarrar con quien estuviera a mano. Para peor, estaba convencida de que él estaba teniendo algo con esa chica y eso le molestaba. Era una hermana demasiado posesiva, celosa y sobreprotectora al punto de llegar a ser más hincha pelotas que una novia.

"Tenemos." Lo corrigió irritada. Movió nuevamente la muñeca y su varita encantó dicho objeto para que volara hacia ellos y se depositara en la mesa ratona de madera marrón. Era una ensaladera de plástico muggle blanca que desentonaba totalmente con el resto del living decorado en estilo clásico, pero que iba a la perfección con el estilo marcadamente minimalista muggle y en extremo moderno de la cocina a blanco y negro que se veía por la arcada que conectaba living y cocina, en la dirección opuesta al susodicho pasillo. ((si es que eso te ubica más))

"Al final del pasillo." Repitió al mismo tiempo que él, pero no encontró nada de divertido en la coincidencia. Simplemente volvió a poner cara de culo. Era claro que no le caía bien la invitada, por la razón que fuera y quería dejarlo bien en claro.

Giró la cabeza al oír la voz de pocos amigos de la que, asumió, era la hermanda de Leatherby. Miró hacia la cocina pero no vio nada. Estaba segura que el enojo de ella respondía al tremendo susto que acababa de pasar lo cual consideraba totalmente lógico, pobre mujer. Para empeorar la situación repentinamente la habían invadido todo el mundo, incluida ella misma. Pese a entender que la hermana tenía razones para estar molesta con la vida no se sintió culpable de meterse en la urgencia de que el herido no se tocara el brazo afectado ni mucho menos se sintió aludida en ser el centro de la problemática.

Lo miró y le resultó perfecto que fuera de plástico, justo lo que necesitaba. El plástico contenía la energía y ella lo que necesitaba era concentrarla. "¡Perfecto!" dijo a modo entusiasta "Esto va a servir a la perfección, muchas gracias." dijo alzando apenas la voz para que la oyera desde la cocina.

"Dejo esto aquí" le dijo a Nathan sacándose el abrigo y su cartera, apoyándolas sobre el brazo opuesto del sofá donde había estado él y simplemente se deslizó con tranquilidad por el pasillo.

((decime si hay algo q sea digno de ser visto o mencionado sino directamente salto a la parte donde vuelve))

Sonrió levemente entre el dolor del brazo y el dolor de huevos que sabía que se venía después que se fuera Cora, aunque sinceramente se alegraba de que el bowl fuera perfecto. No quería una curación hecha a medias. "No problem." Le dijo aunque no fuera él quien había conjurado el trozo de plástico. No estaba seguro de que Jewel fuera a contestarle.

"Make yourself at home." Le dijo mientras dejaba sus cosas en el sofá a su lado. Él se quedó ahí sentadito esperando a que se pasara el tiempo. Hacía lo que podía por no mover el brazo, pero le costaba estarse quieto justamente porque sabía que debía dejárselo en paz. Como un chico.

Cuando ella se marchó, volvió la mirada hacia su hermana con expresión suplicante. "I'm sorry I scared you, Jay." Le dijo intentando que su cara de pobre perro la comprara como pasaba cuando él tenía cinco años. "This is why I didn't want you to see what was under the bandages. I just came from the hospital and fell asleep... I'm sorry." Dijo hablando rápidamente y por lo bajo, para que no se escuchara por el pasillo.

"Please try to understand." Le rogó. "She's one of the doctors treating me and I'm not gonna be able to take care of this on my own." Intentó explicarle la situación. "She's making me a huge favor by coming over to teach you to clean the wound." Su tono seguía siendo de ruego. No quería hacer nada que la irritara más y lo dejara en banda, con un brazo para cuararse solo.

"Good." Había dicho en respuesta a lo del bowl.

Ella había terminado de guardar las cosas para cuando Nate la buscó con la mirada, y estaba apoyada contra el borde de la arcada que unía living y cocina, con los brazos cruzados sobre sus generosos pechos. Su cara era aún de pocos amigos. Estaba preocupadísima por Nathan, más ahora que le había visto el brazo, pero justamente por eso estaba enojada. ¿Por qué tenía que elegir un trabajo que lo ponía en ese tipo de peligros? ¿Y qué si un día no volvía? No quiso ni pensar en la posibilidad, pero se le llenaron los ojos de lágrimas de sólo pensarlo aunque aún parecía a punto de matar a alguien.

Puso cara de desagrado cuando él le dijo a Cora que se pusiera cómoda.

Bufó-suspiró sin saber qué decir después de que Nate se disculpara. "I know, I know. It's a part of your job." Recitó de memoria con voz de hastiada. Era un tema de discusión frecuente entre ellos. Se desapoyó de la arcada para acercarse hacia él un par de pasos y sentarse en el borde de la mesita ratona. "I just don't understand why you and Jens can't have a normal job like everybody else..." Protestó todavía en tono de madre enojada aunque se le cayeron un par de lagrimones por las mejillas. "What am I gonna do when that woman brings you home in a matchbox!?" Lo increpó refiriéndose claramente a Dalton, a quien aún no le había perdonado que un año atrás fuera la amante regular de Matt.

Cerró los ojos por un momento, como juntando la paciencia que no tenía cuando él le pidió que tratara de entender. Luego puso cara de ironía y soltó un je nasal sarcástico. Volvió a cruzar los brazos. "Me imagino que le debe haber costado mucho sacrificio venir a la casa de un Auror soltero y apuesto a medianoche..." Dijo con tono ácido.

"I'LL BE TREATING YOU!?" Le soltó casi indignada y bastante sorprendida. No tenía problemas con las heridas. Tenía buen estómago y trabajaba con criaturas lastimadas a menudo, pero el que esa pulpa asquerosa fuera el brazo de su hermanito, el que ella sobreprotegía desde que la mamá los hubiera abandonado y el papá los hubiera puesto en adopción... eso era algo con lo que no sabía si iba a poder dealear.

Desde el baño se escuchaba parte de la conversación en voz baja. Por el tono que empleaban estaba segura que no querían que ella oyera por lo que intentó no prestar atención a los fragmentos que le llegaban por detrás de la puerta del baño. El silencio de la noche colaboraban a que todo fuese más audible.

Se había terminado de enjuagar las manos y cuando oyó desde el interior la poca gracia que a la hermana le había hecho que él le pidiera ayuda. Iba a necesitarse de dos personas que cuidaran esa herida para que pudieran darle la atención necesaria. Él iba a necesitar dormir inevitablemente en los 'turnos' entre hora y hora para poner la mezcla sobre la piel.

Apretó los labios tirando las comisuras hacia abajo al oír el grito pensando que era imposible que no oyera eso y no experimentando culpa alguna frente a la idea de que había hecho algo que se había propuesto no hacer.

Caminó tranquilamente por el pasillo llegando 5 segundos luego de que Jewel levantara la voz. Si había problemas familiares no eran de su incumbencia, ella había venido a prestar servicio y solamente eso, el resto debían encargarse ellos. No pensaba entrometerse.

Nate era un tipo de mucha paciencia, pero no soportaba la hipocresía, y cuando su hermana le dijo eso, se enojó mal. "¿Y qué hay de cuando tú vuelves a casa con arañazos o mordidas venenosas!?" La increpó. "¿Eso te parece un trabanjo normal? No seas hipócrita." Le dijo irritado pero sin levantar la voz. A la última pregunta prefirió no responder. No era asunto de ella la elección que él hiciera de carrera. Si venía con ese precio, venía con ese precio. No iba a dejar un trabajo que le gustaba porque su hermana se preocupaba de que pudiera volver muerto. "Suenas exactamente igual que Jon." Le dijo porque sabía que en medio de la furia de ella, eso sería lo único que lograría llegarle a quedar en la cabeza, porque era algo que le dolería. Pero si servía para que entendiera, que le doliera. Se sentía suficientemente adolorido él mismo para pensar en ella, que se negaba a ayudarlo a curarse.

Se mostró indignado cuando ella le dijo aquello, que le pareció preposterous. "That's ridiculous! I've barely crossed paths with the woman twice and you see how professional she is about it all." Protestó indignado. "Maybe you're the only one around here who doesn't obsess with her job." Le dijo para molestarla un poco aunque no era un tono de broma. Estaba serio.

Le dedicó una mirada de disculpa a Cora apenas apareció y entonces se volvió a su hermana. "Is that a no?" Le preguntó seriamente, mirándola a los ojos con fijeza. "Because I really can't do this on my own."

Abrió la boca e inhaló como para responderle furiosa, pero no encontró nada para decir. La cerró y volvió a abrirla. "Eso es distinto. No hay riesgo real de muerte." Protestó ella a su vez, con ferocidad.

Por segunda vez, volvió a inhalar de manera sonora por la boca abierta al escuchar el descaro de su hermano al tirarle en cara a su ex. "How dare you!?" Le dijo sin continuar hablando, como prometiéndole que después escucharía el resto de la discusión. Le dolió mucho porque sabía que él tenía razón, porque había odiado a Jon por ser así y ahora ella estaba siendo una hipócrita. Pero no iba a dar el brazo a torcer.

"Whatever." Le dijo revoleando los ojos irritada. "I don't care about your private life anymore... not that you have any." Le respondió esperando que doliera, aunque no era tan bueno como el de Jon.

Le sostuvo la mirada y después se ablandó. Era su hermanito pequeño y tenía el brazo hecho pulpa. Lo quería cagar a trompadas, pero primero iba a arreglarle el brazo.

"No." Dijo sin especificar a qué se refería y entonces miró a Cora tras un respiro hondo que la hizo verse algo más calmada. "So... what do I need to do?" Le preguntó algo menos agresivamente que antes, esperando que contara como disculpa. Porque no pensaba disculparse.

Llegó a observar unos segundos previos a que 'terminaran' de pelear. La escena no le resultaba extraña. Ella misma era la única mujer entre 6 varones más con lo que estaba acostumbrada a las sucesivas peleas entre hermanos por más adultos que fueran. Por primera vez se podía apreciar una expresión seria u observadora pasivamente de la situación, simplemente esperando que terminaran de una buena vez para que ella pudiera hacer su trabajo.

Una vez que terminaron de discutir abrió el reloj que colgaba de su cuello nuevamente, faltaban 5 minutos para la media noche. "Son 23:55" dijo con tono serio dirigiéndose a la mesa a tomar el bowl. Sacó de una pequeña cartera que colgaba a su costado la varita y la puso pendiendo sobre el recipíente girandola a contra reloj citando en voz baja el hechizo haciendo que apareciera agua caliente en el interior que giraba como si ella la estuviera revolviendo pese a la distancia física. Tómo el bowl entre las manos y el agua fue cesando en su movimiento giratorio. "Mi nombre es Cora, soy medimaga y trabajo como enfermera en Hogwarts." explicó con seriedad "Me llamaron esta tarde de St. Mungo porque tu hermano sufrió un ataque grave con un hechizo complejo." caminó poniéndose a la par de ella aunque mal no fueran 2 pasos. "El procedimiento para curar este hechizo no es anda sencillo y tiene que estar bien aplicado sino haber conjurado el contrahechizo no serviría de nada y volvería a la fase inicial." dijo sonando como la profesional que se había presentado a la tarde en el Hospital. "Me informó Nathan que eres Cuidadora de Criaturas Mágicas y que podrías hacer bien el procedimiento" dijo con tranquilidad. "¿Te importa si te lo explico?" agregó con el mismo tono autómata anterior.

-Al fin!- Pensó por el dolor que comenzaba a sentir ahora que los hechizos combinados de Cora y Nash se estaban encargando de regenerarle la parte con la que sentía antes que la pulpa que era su brazo. Una ironía cruel de la vida, pensó, aunque era lógico que así fuera, por supuesto.

Se alegró de que ella se presentara. A ver si con eso su hermana se dejaba de ser tan pendeja, porque si no estuviera sintiéndose tan mal, realmente le hubiera puesto él a ella una escena, y eso que era un tipo tranquilo.

La miró con atención, como si por primera vez le estuviera dando una oportunidad sin tanto prejuicio de hacerse una idea de quien era ella. Asintió para que supiera que la estaba escuchando. Había bajado varios cambios al escuchar la petición de su hermano, sobre todo porque las acusaciones sobre su hipocresía le habían dolido y quería demostrar que él estaba equivocado, que ella no era como Jon.

"Entiendo." Dijo organizando su mente de la mejor manera posible, para poder tratarla de manera más o menos normal a pesar de que se sentía con ganas de comerle la cabeza a mordiscones como basilisco salvaje. Simplemente porque ella estaba de malas y Cora estaba ahí. "That's right." Confirmó cuando habló de su carrera.

"Please, do. This little devil keeps coming home in pieces, so I better learn how to put him back together." Dijo esas palabras que podrían haber sido cariñosas de no ser porque le pegó una patada a la canilla de la pierna de Nathan de manera totalmente abierta, mientras las decía. Como ella estaba sentada en la mesa ratona y él en el sofá, lo tenía a mano para eso. Aún sonaba molesta, pero ya no tan furiosa. Ya le gritaría después. Primero iba a arreglarlo para poder romperlo ella misma, pensó.

Se sentó junto a ella en la mesa ratona y empezó a explicarle el modo de aplicar la pomada y el tiempo que tenía que esperar entre aplicación y aplicación. Era una administración complicada por lo mínimo. Miró la hora y ya faltaba menos de 3 minutos para la media noche. "Bueno... Parece que ya casi es la hora" dijo mirando nuevamente su colgante de reloj. "Necesito que quede el brazo descubierto" le dijo a Nathan parándose para tomar el recipiente con agua "Primero vamos a terminar con el restante de hechizo que permanece en la herida y luego empiezan las aplicaciones para restaurar los tejidos" explicó tranquilamente.

Nate hizo una mueca como de desagrado pero asintió al mismo tiempo. La idea de que le tuvieran que hacer más curaciones y hechizos dolorosos no le fascinaba, pero sabía que era necesario y tampoco era la primera vez que le hacían algo desagradable y doloroso.

Apretó los dientes y se preparó para aguantar lo que viniera.

Ella prestó atención y escuchó lo que Cora decía, asintiendo periódicamente. Entendía a qué se refería porque era bastante similar al tratamiento que se utilizaba para curar ciertos mamíferos y algunos reptiles grandes incluso, como dragones, que para colmo eran más propensos a ese tipo de quemaduras.

Se estiró hacia Nate para correrle bien la tela de la parte del brazo a tratar. Ella también hizo una mueca. No le gustaba que su hermanito estuviera lastimado. Hubiera preferido ser ella. Se quedó cerca, donde pudiera ayudar pero al mismo tiempo ver bien para poder repetir después lo mismo cuando le tocara a ella.

"Bueno" dijo dándose vuelta con el bowl en la mano y verificando que el agua aún siguiera caliente. "Esta curación se hace una única vez, luego se realizan cada hora las curaciones con el ungüento. Tiene que ser bien homogénea sino va a arder mucho y va a causar algunos problemas en la correcta reconstrucción de los tejidos" Miró hacia su alrededor "Nos vamos a tener que mover a una mesa donde te puedas sentar bien con el brazo a la altura del pecho y que el bowl no me quede tan abajo" dijo hablándole específicamente a Nathan esta vez.

((Me salté a Nate porque soy re heavy re jodida))

A Jay no le importaba si eso era algo que se hacía una sola vez. Todo lo que pudiera aprender tal vez después le pudiera servir para su trabajo. Por más que no fuera exactamente lo mismo ser veterinario que médico.

Hizo una mueca. No tenían una mesa de ese tipo. "¿Y si se arrodilla en el suelo? Nuestra mesa es muy baja." Explicó. Al menos con relación con las sillas que tenían.

Le sorprendió tal respuesta. La gente solía tener mesas donde se sentaban a comer. Miró hacia su alrededor "¿Dónde comen?"

"En la cocina." Dijo de manera automática, levantándose para guiarla.

Cruzó la arcada que unía el living con la cocina-comedor modernosa y minimalista en tonos blancos y negros.

A la derecha, estaba la mesada con la cocina y la heladera muggle, que se extendía por el fondo de la cocina y salía en isla de enchapado blanco con tapa de mármol negro para formar un largo mostrador. A ambos lados del amplio desayunador había banquetas altas, de finas patas de metal blanco con asientos negros.

En un costado había una mesa doblada que se podía armar y varias sillas apiladas también de diseño minimalista de vanguardia, lo que contrastaba con el resto de la casa anticuada, pero esa era la parte que se había roto y que ella había tenido que remodelar a su gusto. ((Si se enterara que Matt le robó el diseño y la decoración de la cocina para su dto porque en ese momento todavía la quería SE MUERE))

"Podemos armar la mesa, pero no creo que de la altura." Explicó.

Nate las siguió a la cocina, un poco hastiado de no poder ser el hombre fuerte de la casa. Faltaba que llegara su amigo y se le riera en la cara.

"Tal vez si me arrodillo como dijo Jay..." Sugirió. Quería sacarse la parte desagradable de encima enseguida. No era tan valiente con ese tipo de dolor como le gustaría, como sí lo era en el campo de batalla.

Le sorprendió enormemente el cambio. Criada, como había sido siempre, por magos amantes del arte barroco y la ostentación, la cocina le resultaba tristemente desabrida como todo arte moderno.

No se traslució en su rostro más que una pequeña sorpresa por el cambio de estilos. "¡Qué cambio!" dijo tranquilamente con una sonrisa a la que juzgó la dueña de la casa. "Esa mesa servirá" dijo hablando de la que tendrían que armar. No le gustaba que ya estaba haciéndose la hora y no estaban acomodados. Faltaban ya 2 minutos o menos para que fuera la media noche.

A pesar del ambiente que él sabía había en la casa entre él y Jewel, el cual seguramente reaparecería cuando Cora se marchara, no pudo evitar sonreír con ironía y dejar escapar una risa nasal por el comentario de cora. Miró a su hermana con cara de "te lo dije" pero no comentó nada.

Tuvo que suprimir el instinto de buscar su varita y mandar a armar la mesa cuando oyó las instrucciones de la doctora y apretó nuevamente la mandíbula, irritado de no poder hacer vida normal. Detestaba sentirse un desvalido.

Jay sonrió orgullosa, tomando el comentario de Cora como un halago. Estaba orgullosa de esa cocina y aquella era la primera sonrisa que mostraba desde que había llegado.

Revoleó los ojos durante medio segundo cuando oyó la risa de Nate y volvió a verse irritada.

Enseguida sacó su varita y hechizó la mesa y las sillas que se armaron en el gran espacio relativamente vacío que había a la izquierda de la mesada con las banquetas.

"Bien" dijo conforme con la altura de la mesa y las banquetas. "Esto servirá" dijo haciendo un gesto afirmativo corto hacia Jewel. "No me has dicho tu nombre" dijo con una expresión tranquila pero amigable. Esperó la respuesta un instante para luego volverse hacia Nathan "Siéntate, por favor" ((Si le respondió esperó a que ella terminara de hablar antes de girar hacia él y hablarle))