Paseando cerca del lago

Se alegró de que Nik se iluminara de esa manera, y la miró con una sonrisa radiante en la cara. Ya casi se podía ver a sí misma volando en el campo de Quidditch.

_Te lo agradecería muchísimo, de verdad -le dijo con una sonrisa sincera.

Repasó en su mente las cosas que había escuchado del equipo, y las pocas palabras que habían intercambiado Kesh y Sy en la sala común. "Un largo camino que recorrer..." pensó, algo deprimida. Será difícil lograr que esos dos se amiguen.

_Sy tendrá que aceptar nuestra ayuda, aunque como dijiste, haya que patearlo -comentó, volviendo a sonreír.

Desvió sus ojos grises al cielo, imaginando.

"Este viernes, después de clase. ¿Te parece?" La miró bastante entusiasmada para lo que era ella en verdad. "Te diría antes, pero todavía me estoy recuperando de una infección..." dijo con una sombra pasajera nublándole el rostro. Cierto era que Nik había pasado un par de días en la enfermería la semana anterior por una infección grave de la que se las había arreglado para evitar hablar a toda costa.

"¿Eh?" Parecía no entender a qué se refería Lyra. "¿Para qué?" A veces podía ser medio despistada.

Se enserió un poco al oír eso. "Dudo que el resto del equipo esté de humor para una intervención, si a eso te refieres. Kesh y Hal no se hablan con Sy, él no se habla con sus hermanas y éstas tampoco con el resto del equipo. Dreedas directamente no habla (porque nunca habla) y yo sigo su ejemplo y no abro la boca para no meter la pata." Resumió. "Si se te ocurre alguna solución te doy un premio." Bromeó sombría.

_Claro, me parece bien -concordó- y sobre el equipo, creo que si los chicos no hacen una tregua, nunca lograremos nada. A veces hay que hacer a un lado las diferencias si lo que quieren es ganar. Yo por mi parte practicaré todo lo que pueda y si llego a entrar al equipo, veré que puedo hacer.

"Los Slytherins somos tan orgullosos a veces..." pensó, con una sonrisa triste, "eso es lo que les juega en contra". Tal vez un cambio de actitud podría solucionar las cosas.

"Es un plan." Concedió. Era mejor que ningún plan, que es lo que ella tenía, en el mejor de los casos.

Asintió con seriedad. "Sy en particular, a demás de orgulloso es terco, pero si Dreedas le pide algo es incapaz de decir que no. Ahora, ve a convencerla a ella..." Revoleó los ojos en círculo. No le veía lo mágico ni maravilloso a Dreedas para que todos los chicos la miraran tanto. Hasta Kalli Ronan tenía más pinta.

Lanzó un largo suspiro. Claramente ni los exámenes de fin de año serían tan difíciles como sacar al equipo de Slytherin adelante. Demasiadas diferencias entre los miembros complicaban su desempeño.

_Hay que cambiar no por el equipo, si no por toda la casa -afirmó con una sonrisa radiante- tenemos que ganar la copa. ¿Hace cuanto que no ganamos?

Sonrió de costado. "¿Alguna vez intentaste convencer de eso a un hombre? ¡Se ve que no!" Así de tranquilita como parecía, si había algo de lo que sabía era de manipular a los hombres. Desde su hermano a sus compañeros, era una experta en el arte de insinuar, batir sus pestañas y jugarla de víctima para hacer afirmaciones ambiguas que podían ser tomadas por promesas. Sin embargo, no se creía capaz de cambiar la opinión de todo el equipo.

"Tal vez desde adentro... cuando estés adentro." Dijo con una sonrisa, mostrándole la confianza que tenía en ella. "Kali debería probarse también. Sin las gemelas es probable que los chicos perdonen a Sy... si él se digna a sacarlas." Dijo para después contestarse sola. -Estoy mal del marote- Pensó.

_"Si no puedes convencerlos, confúndelos" Ese es mi lema con los hombres. O tal vez... -agregó después de una pausa- amenázalos.

Definitivamente si no podían convencer a Sy de que había que realizar cambios radicales en el equipo, tendría que usar su poder de persuasión, literalmente. Una buena amenaza con la varita en la mano tal vez funcionaría mejor, pero si primero podía lograr una respuesta positiva que venga de él mismo, mejor.

_¿Por qué Sy está tan empeñado en la participación de las gemelas en el equipo?

Rió entre dientes por las opciones que Lyra proponía, pero parecía pensativa.

"Cuatro." Dijo de repente, saliendo de su ensimismamiento. "Hace tres años que no ganamos la copa de las casas y cuatro el torneo de Quidditch." Explicó seria. Le había tomado algo de tiempo hacer el cálculo pero finalmente podía contestarle. ((Me tuve que ir a fijar al backup))

Se encogió de hombros con el ceño fruncido en desaprobación. "No lo sé. Es un Russell." Dijo como si eso lo explicara todo. "Son peor que la mafia italiana. TODO pasa por la familia... tiene como una docena de hermanos, ¿sabías?" Le preguntó más como curiosidad, como quien dice 'sabías que los ornitorrincos son los únicos mamíferos que ponen huevos?'.

"Creo que sus padres quieren evitar que se extinga una de las últimas líneas de sangre pura jugando a los conejos o algo así. No le pregunté mucho." Admitió. Sy no parecía el tipo que se pusiera a hablar de su familia abiertamente.

Respondió con un simple suspiro. "Si logro entrar al equipo, tendremos que reunirnos todos juntos en la sala común para organizarnos." pensó. Iba a ser difícil, por supuesto, pero eso no quitaba que fuese necesario. Sy tiene potencial para ser un gran capitán, pero, como bien Lyra había dicho antes, necesitaba escuchar más.

_¡Doce hermanos! -repitió, con los ojos muy abiertos- Bueno, que sea sangre pura no le da derecho a hacer lo que se le canta con el equipo -opinó tras pensar unos segundos- ya lo enderezaremos -agregó con una sonrisa.

Nik pensó que decidir ese tipo de cosas como que había que juntarse a hablar eran decisiones que tomaba el capitán del equipo, pero no se lo dijo porque no quería generar problemas. No le dio para decirle que una cosa era entrar al equipo y otra empezar a agitar la batuta sin tener el cargo de director de orquesta. En todo caso, ya se enteraría.

Sonrió al ver el efecto que su comentario había tenido en Lyra. "Sobre todo porque tiene media docena de hermanos mayores." Asumía que eso le daba menos derecho a pensar que podía hacer lo que quería con el equipo.

_Eso no debió ser fácil para él. El menor de doce... cuántas cosas habrá soportado, y yo me quejo de mi prima -comentó con una sonrisa desanimada poco común en ella- de todos modos, no tengo dudas en que será un gran capitán -agregó, un poco más alegre- ya veremos que sucede.

"Get'cha head in the game". Ese título de una canción de una película muggle de su infancia, cruzó su mente como un rayo. Sonrió. A veces tenía esos ataques de regresión y recordaba su niñez.

_Bueno, por el momento será mejor que me concentre en practicar para entrar al equipo -pensó en voz alta- a veces me compenetro mucho con algo y me acelero, lo heredé de mi madre -comentó, volviendo a la realidad.

"Bueno, casi. Hay dos pares de gemelos después de él, pero es prácticamente el menor." Concedió. Estaban Glory y Godiva en segundo año de Slytherin, las controversiales mellizas, y Remus y Olliver en tercero, aunque ella no había cruzado demasiadas palabras con ninguno de los cuatro.

Sonrió cuando ella dijo eso de la nada. Siempre le resultaba refrescante juntarse con gente como ella, que salía con las cosas más colgadas de la nada absoluta. "Eso mismo."

"Wishful thinking." Categorizó. "A veces funciona." Le dedicó una sonrisa ladeada medio misteriosa pero no entró en detalles.

((Eeehmm no entendí jajajaja))

Interesante. Con esa palabra Lyra solía definir a Nik. Esos comentarios, miradas, sonrisas misteriosas que su amiga lanzaba en las conversaciones, eran... interesantes. No se le ocurría otra palabra. Simplemente que le hacía querer saber más sobre ella, sobre lo que pensaba.

No entendió a qué se refería con el último comentario, pero no estaba segura de preguntar más al respecto. Le devolvió la sonrisa, y estaba a punto de decir algo cuando casi se tropezó con la raíz de un árbol. Por suerte pudo mantener el equilibrio siguió caminando, un poco mas cautelosa.

((Que el chabón tiene como doce hermanos, casi todos mayores, pero hay dos parejas de gemelos justo después de él, así que no es el menor... pero es uno de los cinco menores.))

Instintivamente, estiró el brazo para agarrar el de Lyra con fuerza cuando vio que tropezaba. No que hubiera cambiado mucho, pero le había salido sin pensarlo. "¿Seguís entera?" Le preguntó con una mueca algo divertida. "Por tanto mirar el cielo en búsqueda de ángeles te vas a comer los pozos en la tierra... dice siempre mi abuela." Comentó con una mueca ladeada.

((Me refería a lo de wishful thinking jajajaj, pero ahí lo entendí))

_Soñar es gratis -contraatacó, esbozando una sonrisa- sí, sigo entera. No te preocupes, me pasa todo el tiempo.

Recordó que la última vez que habían salido a pasear, tuvo la mala suerte de ser alérgica a un musgo naranja que se encontraba en el árbol donde se sentaron. Le dio escalofríos y se le tensaron los músculos de solo pensar en la dolorosa aplicación de la cura a la alergia. Una terrible experiencia por la que Lyra no quería volver a pasar por nada del mundo.

((Uhh, perdón. La próxima traduzco.))

El comentario de Lyra le recordó algo a Nik. "Oh, disculpa que no pudiera seguirte a la enfermería la otra vez." Se disculpó torciendo la cara con desagrado al recordar el evento. "Uno de los monos que tenemos por serpientes estaba en gracioso y no me dejó llegar." Dijo abiertamente molesta. "Dios, odio las bromas prácticas." Protestó.

"¿Cómo te sientes de la alergia?"

((No hay drama, en realidad yo tengo bastante buen inglés, pasa que el momento mi cabeza no procesó lo que leía, tengo esos rayes XD))

Trató de despejar su mente de aquellos horribles recuerdos. Por supuesto no culpaba a Nik de no acompañarla, menos si ella había tenido dificultades, es más, lo agradecía. Lo que menos hubiera querido en ese momento era que alguien viera su estado y su dolorosa curación. Además, su prima era quien la había atendido y hasta ahora había tenido la suerte de que nadie las había visto juntas en público, más bien, nadie que las conociera lo suficiente para saber que eran primas y no dos chicas peleándose.

_No te preocupes, Nik -la tranquilizó, con una media sonrisa- mejor, mucho mejor. Esta mañana cuando me fui a bañar prácticamente no tengo más ronchas. Tampoco me duele.

((Ah, ok, then. Good to know ;))

"¡Menos mal!" Le dijo aliviada. "Me quedé preocupada." Admitió. "Tener que pasar la noche en la enfermería apesta." Admitió desanimada. Lo decía con conocimiento de causa porque la semana anterior había pasado tres días en la enfermería por una infección en el estómago... bueno esa era la versión oficial.

_Gracias por preocuparte -agradeció sonriente- si, es horrible -concordó.

Volvió mirar el cielo, había oscurecido bastante. Tantas cosas que hablaron hicieron que Lyra perdiera completamente la noción del tiempo. Se dio cuenta que estaba más cansada de lo que pensaba, y bostezó.

((Se me acabaron los temas de conversación :P))

_Nik, fue agradable charlar contigo -admitió con una sonrisa enorme- ya sabes que estoy para cuando necesites hablar algo, o solo para divertirte un rato.

Quiso aclararlo nuevamente porque sabía que Nik era una chica reservada, pero que a veces eso le jugaba en contra y explotaba como hacía un rato.

((Si querés lo cerramos acá, aunque me hubieras dicho. Me doy maña con esas cosas después de tantos años))

"¿Mucha joda anoche?" Le preguntó bastante en broma, pero en un tono acusatorio. "Eso te pasa por andarte deslizando en los dormitorios de los chicos..." Siguió bromeando como si la cosa no fuera al revés.

Le devolvió la sonrisa de manera algo tímida porque de repente se había acordado de la conversación seria que habían tenido antes. "Lo se. Y te agradezco." Dijo sinceramente. "Espero que sepas que tu también puedes contarme lo que quieras." Añadió todavía mirando un poco el piso. Parecía increíble que alguien que se manejaba con los chicos como si tal cosa, tuviera problemas para hablar tranquilamente con las chicas de su edad, incluso con sus amigas a veces. Y tampoco tenía tantas de esas.

El tema la había puesto un poco nerviosa, así que buscó algo para conversar mientras llegaban al castillo y la sala común, porque asumió que si Lyra andaba bostezando, irían para ese lado. "¿Qué te vas a poner para el baile?" Le preguntó más bien por curiosidad. Ella no era del tipo que usaba ropa femenina sino más bien punk y no tenía demasiada idea de qué usar en un baile. Después de todo, era el primer baile al que tenía permiso de asistir.

Rió de buena gana ante la broma. Prefirió no continuar hablando de cosas serias al notar el brusco cambio de humor de Nik, así que simplemente asintió por toda respuesta.

_Soy dormilona, siempre lo fui y siempre lo seré -admitió con una sonrisa-. Tengo un vestido verde colgado de la puerta de mi dormitorio, si quieres te lo muestro cuando lleguemos. Es lindo. Además amo bailar, eso también es hereditario se ve, así se conocieron mis padres -añadió como si le hubiesen preguntado.

"Sí, sí. Eso decimos todas..." La siguió pinchando.

Asintió por lo de ver el vestido. Hubiera agregado algo más pero como Lyra siguió hablando no le dio lugar. Le hacía cierta gracia que siempre diera tanta información no del todo relacionada con el tema que se estuviera hablando. Se preguntaba qué la motivaría a algo así, porque ella era todo lo opuesto y le costaba entenderla. "¿Ah sí?" Dijo lo único que le daba lugar la conversación. Ella no sabía cómo se habían conocido sus padres, ni siquiera los recordaba. Se habían muerto cuando ella no había cumplido ni un año y ni su hermano ni la tía abuela que los había criado hablaban mucho de el tema. No le importaba, por supuesto, no se podía extrañar algo que no se había conocido, pero a veces le daba curiosidad. "¿Hablan de eso a menudo?" No se imaginaba cómo debían ser las familias normales. La de ella siempre había sido de lo más disfuncional.

Después de que falleciera su tía abuela, ella se había mudado con su hermano y la novia de éste, la profesora Campbell. Después de que ellos pelearan, habían vivido con el profesor Rogers un par de años y ahora vivían los dos solos.

((Perdón por colgar, me re rompió la computadora, y de hecho sigue rota...))

_No, la verdad es que no -respondió, recordando que sus padres le contaron la primera vez que a ella le toco asistir a un baile en Hogwarts.

Fue hace dos años, cuando estaba en cuarto y sus padres le mandaron su primer vestido de gala al colegio, con una carta en la le contaban, por primera vez, cómo se habían conocido. Su padre, mago, ya había terminado de estudiar en Hogwarts para ese entonces. Sus padres eran muggles, y todos los años organizaban una fiesta en el pequeño barrio donde vivían. Él nunca había podido ir porque era muy pequeño y luego, cuando descubrió que era un hechicero, tampoco podía asistir porque era durante el año lectivo. Una vez que terminó de estudiar pudo ir a la fiesta, y durante el baile conoció a su futura esposa. Era curioso que vivieran en el mismo barrio y no se hubiesen conocido antes. O tal vez, sí se habían conocido o al menos de vista en el parque local, pero no lo recordaran.

Desde entonces que Lyra soñaba con tener una historia de amor parecida a la de sus padres, claro que ella prefería casarse con un mago. No porque le dieran asco los muggles (porque sería bastante hipócrita de su parte) sino porque le aterraba la reacción que pudiese tener aquella persona, al enterarse de que su pareja era una hechicera. ¡Qué horror! No quería tener que pasar por ello, y no tenía idea como había logrado hacerlo su padre, y cómo lo aceptó su madre.

_Me lo contaron una sola vez y no lo olvidé -resumió, con una sonrisa soñadora.

((Ahora estamos a mano. Ya volví de las vacaciones. Ojalá tu PC esté mejor =))

"Oh." Dijo simplemente. Se dio cuenta de que tal vez había metido la pata. Como desconocía el funcionamiento de las familias normales, no se imaginaba si era alguna especie de rito de iniciación el hablar de cómo se habían conocido, o si era tabú y se lo habían contado como una excepción.

Había estado observando a Lyra con cierto interés, por lo que no se perdió el aire soñador al hablar del tema. Eso descartó de inmediato su teoría del tabú y demás. Tal vez sí era algo especial que le habían contado al haberse hecho más grande, pensó entonces. No tenía forma de saberlo. Sus propios padres habían muerto poco después de su nacimiento, por andar metidos en grupos revolucionarios anti Voldemortistas y queriendo hacerse los héroes en lugar de cuidar de su familia. Los resentía por ello. Por culpa de sus tendencias suicidas ella había tenido que estar toda su vida con el idiota de su hermano, al que mucho no soportaba por mojigato, y quien para colmo de males era tan pero tan cerrado, correcto y vergonzoso, que nunca le contaba nada de sus experiencias de vida, ni le decía nada que pudiera resultarle útil como para aprender de la experiencia ajena. La vida de Jax era un gran misterio para ella, aunque uno que tras años de serle negado, ya no le interesaba descubrir.

"Debe ser lindo..." comentó pensando en voz alta sin darse cuenta de lo que hacía. "...conocer a alguien tan distinto y superior a los demás que te cambie la vida para siempre." Era la primera vez que tenía un pensamiento de ese tipo y el comentario sonaba casi hasta fuera de personaje para ella, que siempre hablaba de los hombres como algo que debía ser usado y tirado pero siempre sin emociones de por medio, y además, actuaba en consecuencia.

((Jajajaja espero que la hayas pasado bien. Se me cortó internet justo cuando quise enviar la respuesta y perdí lo que había escrito ))

_¿Superior? ¿Por qué superior? -preguntó extrañada- para mí con que sea diferente es suficiente.

Lyra prefería un chico con el que compartiera algunas cosas y gustos, pero no todos. Para ella eso volvía aburrida la relación, ya lo había visto con algunas de sus amigas. Prefería alguien con quién debatir, que le mostrara formas diferentes de ver las cosas.

-¿Por qué lo dices? -insistió.

((Apesta, pero nos ha pasado a todos. Eventualmente uno toma el vicio de copiar siempre antes de mandar ;))

Nik se la quedó mirando un momento sin entender la pregunta hasta que Lyra no aclaró. Le sostuvo la mirada un momento más y después se encogió de hombros. Para ella, diferente podía ser alguien con tres brazos o un tic molesto en el habla. No tenía por qué ser algo bueno. "Una vez que ya probaste suficientes normales y diferentes, no queda más que intentar buscar algo superior." Dijo con una risita picarona.