Perdida

Era la primera vez que la profesora Dalton los dejaba andar solos para ubicar el aula donde les tocaba tener clase y Helena se había separado de sus compañeros y ahora estaba total y absolutamente perdida. Por suerte, había salido con el tiempo suficiente como para poder llegar bien aunque hubiera contratiempos, porque no quería llegar tarde, pero aún así estaba nerviosa.

Andaba por el pasillo con cara de perdida, mirando para todos lados en busca de algo que pudiera reconocer para ubicarse. Temía preguntar a los alumnos más grandes porque no quería quedar como una tonta y que dijeran que todos los Quelchyquibbs eran idiotas que ni siquiera podían encontrar su camino al aula o algo así.

Como siempre, tenía su uniforme impecable, con la camisa bien planchada, la corbata en un nudo prolijo y la túnica con el escudito violeta en el pecho.

Lily también estaba yendo a su próxima clase aunque, a diferencia de Helena, tenía bien en claro para dónde tenía que ir. Había calculado su trayectoria para esquivar a la huevona en medio del pasillo cuando reconoció el escudo en su pecho y cambió de planes. Se detuvo frente a ella y cruzó los brazos sobre su pecho con una sonrisa sobradora y autosuficiente en su pequeño rostro.

"Going somewhere, muggle?" Le preguntó con tono de desafío y superioridad.

Helena estaba demasiado ocupada sintiéndose nerviosa como para darse cuenta de que alguien la estaba fichando. Giraba la cabeza de un lado a otro haciendo que las dos colitas en que tenía el pelo prolijamente atado se le movieran como orejas de perro cocker.

En eso oyó una voz aguda como la suya y se giró sorprendida de que alguien le dirigiera la palabra. Claro que al escuchar el final de la frase se le cayó el corazón al estómago. Apretó los dientes y las manos en puño al digerir lo que su compañera acababa de decir. "I'm not a muggle." Le dijo fríamente, con un marcado acento inglés, a la vez que ella también cruzaba sus brazos sobre su pecho plano de manera defensiva. "I'm a magically handicapped person." La corrigió con el tono de sabelotodo que era tan típico en ella. "And I've probably read more textbooks in the past month than you have in your entire life." Añadió por las dudas.

Snorteó al escuchar la primer protesta, como si le pareciera algo totalmente ridículo el defender la posición que era indefendible. "Yeah... right. Like those are gonna help you when you can't cast even the simplest of spells." Le retrucó con una sonrisa malvada en su pequeño rostro delicado de nenita, que hacía que se viera aún más creepy.

"What are you gonna do if I attack you? ¿Tirarme con un libro?" Preguntó con una desagradable mueca ladeada. Se acercó a ella y estiró el brazo para tomar una de sus coletas y pegarle un fuerte tirón repentino con la intención de despeinarla más que de hacerle doler. "Looser!"

"I can cast spells." Le espetó a la defensiva, buscando su varita en la túnica con una mano temblorosa. Le apuntó a Lilian, insegura sobre si realmente podría o no hacer algún hechizo en esa situación y bajo semejante nivel de estrés. "Last time I got mad I set a bed on fire. Wanna test me?" Dijo temblando ahora de manera más perceptible. No era que tuviera miedo, era la furia contenida que hacía que la fuerza mágica se acumulara en su interior rogando por salir, amenazando con estallar en cualquier momento.

Intentó controlarse, respirar y tranquilizar su mente como la profesora Dalton le había enseñado, pero cuando la chica le tiró del pelo, que tanto se había esforzado en peinar para que quedara simétrico y prolijo, ya no pudo más y dejó de siquiera intentarlo. "I'm gonna..." dijo con voz entrecortada como si estuviera a punto de descomponerse, lo que era cierto a nivel mágico más que estomacal. Tragó saliva rogando poder controlarse y que no sucediera nada malo. Había escuchado las historias más terribles sobre squibbs irritados y lo que pueden hacerle a la gente. "I'm gonna..." temblaba con violencia, a mitad de camino entre intentar calmarse y lanzársele encima.

Lex venía andando por el pasillo con Kat y Maurie camino a pociones cuando notó que su prima andaba en algo raro. Incluso de lejos, ya sabía que la cosa no estaba del todo bien entre las niñas. Había estado (y empezado) demasiadas peleas de chica como para no saber reconocerlas. "Be right back." Les dijo a sus amigas entre dientes, con el ceño fruncido y cara de 'en qué mierda se metió esta pendeja ahora', antes de salir corriendo.

Se detuvo junto a su prima y la agarró del lóbulo de la oreja, estirándola hacia sí con fuerza. "Lilian Gwen Baker, you're coming with me right now." Le ladró la orden con ese bozarrón grave e imponente que impostaba todo el tiempo, especialmente cuando estaba enojada.

La arrastró por el pasillo de la oreja al menos un metro y luego la soltó y se cruzó de brazos con cara de madre enojada. "What the fuck was that about!?" La inquirió como si tuviera autoridad para ello.

"You're bluffing." Le dijo enseguida, pero los ojos traicionaban que tenía un cierto miedo ante la perspectiva de que esa feúcha le diera una paliza o algo peor. Ella también había escuchado ese tipo de historias.

"You're gonna what, huh? What are you going to do!?" La increpó para mantener su imagen, a pesar de que estaba totalmente pálida del miedo.

Se sobresaltó al sentir el tirón de oreja y pegó el grito enseguida. "Ouch!! Eso duele!! Alex!! Qué demonios!?" Protestó sorprendida e indignada de que su querida prima, la famosa bully vinivera a darle lecciones morales. "Suéltame! Ya déjame ir! Cuál es tu problema!?" Protestó justo hasta que la soltó finalmente.

De inmediato, se llevó una mano al oído y se lo masajeó con lágrimas en los ojos mientras que le dirigía a su prima una mirada asesina que daba pavura. "What does it look like, genius!? Don't tell me you're in favor of this ridiculous muggle acceptance program or whatever it's called!?" Demandó furiosa.

"Por supuesto que duele. La idea es que duela. ¿¡Qué te pensás!?" Le dijo todavía irritada como si encontrara molesto el tener que rebajarse a tener que resolver ese tipo de problemas estúpidos y meterse en cosas tan mundanas y por debajo de su nivel.

"A ver si nos entendemos. Te gusten o te molesten los Squibbs en el colegio, te vas a mantener alejada de ellos y por sobre todas las cosas, los vas a dejar en paz y tratarlos con respeto. ¿Entendido?" Le dijo en un tono amenazador que era suficientemente fuerte sin necesidad de que levantara la voz. Ya la mirada asesina que le estaba clavando a su prima debía ser suficiente en teoría. En todo caso, estaba dispuesta a elevar la apuesta si ella no entendía el mensaje por las buenas.

"¿Por qué?" Preguntó de manera retórica y aún con tono de furiosa sin darle tiempo a contestar si había entendido o a meter bocado. "Porque no pueden controlar su magia y son una bomba de tiempo a punto de explotar. Y si no te importa el hacerle perder puntos a Slytherin y llevar la desgracia a la honorable casa del Maestro Fundador Salazar, por lo menos ten la decencia de recordar que si uno de estos 'muggles' como tú los llamas, te hace explotar en mil pedazos por accidente como le pasó a la profesora esa que tienen como jefa de casa, tu vieja a mí me mata..." dijo algo que por ahí sonaba gracioso pero con una seriedad y enojo tales que no parecían para nada cómicos salvo para gente con un sentido del humor muy torcido.

"Y si por una de esas casualidades de la vida, el accidente no te mata, yo te voy a torturar lentamente hasta que me ruegues que te mate. ¿Entendido?" Repitió la pregunta inclinándose un poco hacia ella y sosteniéndole la mirada para que supiera que estaba hablándole en serio.

Al ver que el chico de aspecto amenazador se llevaba de la oreja a su agresora, Lena vio su oportunidad de escaparse y así lo hizo. Salió corriendo por el pasillo como para que si estallaba no fuera a lastimar a nadie al menos y se encerró en el baño de chicas más cercano que había encontrado.

Se quedó ahí hasta que se hubo calmado y después se pasó un rato largo intentando arreglar su pelo para que volviera a quedar perfecto. Entonces se mandó para su clase, bastante triste y desanimada.

La miró con furia asesina, deseándole todo tipo de desgracias por haberla humillado en público de esa manera. No entendía cómo alguien que podía ser tan buena onda en la casa, podía ser una hija de puta profesional en el colegio. Medio que ahora empezaba a entender la fama que tenía su prima, de la cual ella siempre había dudado y casi que hasta se había reído en más de una oportunidad.

La miró con todo el veneno del que era capaz cuando se le acercó para hablarle en ese tono amenazador. Tenía una actitud desafiante. Cuando le preguntó si había entendido, Lily, frunció el ceño aún más, aunque parecía imposible. Sin emabrgo, cuando le explicó la razón por la que debía mantenerse alejada de los squibbs, Lily palideció enseguida y abrió los ojos grandes a causa del miedo que le acababan de infundir las palabras de su prima. Estaba demasiado sorprendida de saber eso de la profesora hasta como para reaccionar, pero enseguida le cayó la ficha y volvió a su actitud desafiante. "No te creo. No pondrían a alguien así cerca de los alumnos." La contradijo desafiante, con los brazos cruzados sobre el pecho y cara de sabérselas todas.

Después de decirse eso a sí misma se quedó más tranquila, sintió que podía manejar la situación y ganó coraje. "Seh, seh. Lo que tú digas... como si mi vieja te fuera a dejar tocarme un pelo de la cabeza." Le espetó molesta.

"¿Por qué crees que los profesores están tan preocupados y molestos unos con otros?" Le preguntó burlona, sintiéndose cómoda al ver que había ganado la batalla: su prima ya había mostrado miedo. "Pero está bien. No me creas. Búscalo en la biblioteca. El artículo del Profeta sobre el supuesto "accidente" donde la profesora murió y después los más modernos del juicio... se salvó de Azkaban por un pelito y me atrevería a decir que seguramente Williams tuvo algo que ver con eso." Comentó con tono de sabelotodo, los brazos cruzados sobre el pecho con orgullo.

"No la veo por aquí para defenderte. ¿Tú sí?" Le preguntó con una sonrisa triunfal.

A pesar de la furia que sentía, las palabras de su prima, mezcladas con ciertos rumores que más o menos venía escuchando la estaban empezando a torturar mentalmente y la semillita del miedo que Alex había plantado estaba empezando a germinar. Sus ojos se abrieron un poco más al escuchar lo de los artículos de diario, pero era demasiado fiaca como para tomarse la molesta. A lo sumo, podía llegar a preguntar a sus compañeros o a algún alumno más grande si tenía la oportunidad, pero eso era todo. Tomó nota de hacer eso más tarde, pero igual hizo su mejor esfuerzo por poner la mejor cara de desafío y enojo que pudo, aunque no le salió del todo.

"No... pero todavía hay una docena de profesores y prefectos." Diijo recuperando su actitud bastante rápido. Después de eso, se dio media vuelta y se marchó caminando firmemente, convencida de que si no se alejaba en ese momento, ya no lograría salir airosa de la situación porque estaba a punto de largarse a llorar de la ira.

Lex estaba muy preocupada por su prima y pensó que tendría que escribir a la madre de ésta para advertirle de su comportamiento, pedirle que le dijera algo que la hiciera entrar en razones antes de que se pusiera en peligro o pusiera en peligro a otros inocentes con sus acosos a los squibbs en el colegio.

"Nada que me haya detenido antes... pero si te sirve de consuelo, síguelo pensando!" Le dijo con un tono de superioridad que estaba mandado a asustarla, cosa de que no hiciera más imprudencias. "Sí, está bien, huye como la cobarde que eres!" Le espetó molesta mientras la otra se iba.