La inocencia perdida

It was a cold windy afternoon. The days were shorter and shorter as the winter approached, and a small group of first yearers were gathered near John in a small circle around the armchair he was occupying. His old guitar was on his hands and he had been just practicing a little to distract himself before that small audience gathered on its own.

It had been mostly old hippy love songs, but then, he started playing his favorite Kenny Loggins song: House at pooh corner. His expression became darker and sadder when the song started, but his clear, almost child like voice, so similar to that of the original singer himself, didn't sing a single note off key.

"Christopher Robin and I walked along
Under branches lit up by the moon.
Posing our questions to Owl and Eeyore
As our days disappeared all too soon." He began to sing.

He had always liked that song, but now, more than ever, he truly understood the meaning behind the lyrics and it helped him release the pain he felt inside at the consciousness of his own lost innocence.

((O_o Ok))

Hablando de inocencia perdida, si había otra persona que lo lamentaba tanto como John, esa era Lex. Durante años se había creído una tipa dura y conocedora de las verdades de la vida, pero algunos palos que se había puesto contra las paredes de la vida en el último tiempo la habían hecho abrir los ojos y darse cuenta de que no había sido más que una chiquilla pretenciosa , si bien las cosas estaban yendo bien para ella, no podía evitar sentir esa tristeza, ese vacío inexplicable dentro suyo al pensar no solo en que era su último año en Hogwarts, sino en que sus amigas estaban "demasiado ocupadas con cosas más maduras" como para aprovecharlo pelotudeando con ella y metiéndose en problemas por el castillo de noche. 

Sentía que había perdido a Gipsy contra Christoff y a éste contra ella, a John con Maw y a ella con él... y encima de todo eso, por más que había ganado a Kat y a Ar... pero él no se había mostrado interesado y ella no parecía el tipo de persona que quisiera meterse en problemas por amor al arte de hacerlo... aunque ni siquiera se le había ocurrido preguntarle. La idea de hacer ese tipo de cosas ya no le llamaba la atención. Quería volver a disfrutarlo pero sentía que ya no le entretenía, que había crecido y cambiado y ya no sabía quien era ni cómo volver a encontrarse a ella misma ni mucho menos cómo definirse. 

Lex estaba tirada un sofá de dos cuerpos cercano, escuchando las canciones de John hasta que comenzó esa que ella había detestado tanto hasta que, escuchándola unas semanas antes, hubiera finalmente entendido la metáfora de la letra y se había sentido identificada. De repente, estaba cantando a duo con él haciéndole la segunda voz sin dificultad, totamlente despatarrada en el sofá y tirando un pequeño dragón gris de felpa en el aire para atraparlo luego con maestría. Lo hacía de manera ausente, casi sin pensarlo y definitivamente sin oír el ruidito que las semillas de lino rellenando el estómago del peluche hacían al caer contra sus manos.

John se sorprendió al escuchar la voz de Lex, haciendo la parte que le correspondía a Joe Messina, porque se había hartado de escucharla criticar su canción favorita en incontables situaciones, pero el show debía continuar y, solo por el hecho de que tenía una pequeña audiencia en frente, siguió cantando después de espiar rápidamente sobre su hombro para verla. Lo que vio no le dijo nada en particular. Se figuró que finalmente habría entendido el atractivo que la canción tenía para él, que había perdido la inocencia tan de chico por culpa de su familia de mortífagos.

Disfrutó de la idea de poder cantar con ella y eso pareció animarlo un poco más. Durante los veranos ambos solían cantar bastante juntos, y este último no había habido mucho ánimo de parte de ninguno de los dos como para eso, así que estaba contento de tener una oportunidad de volver a hacerlo. Cuando ella dejaba de intentar sonar como un tipo, tenía una de las voces más bonitas que John había escuchado.

Al llegar a la última parte de la canción, John no pudo evitar que se le humedecieran los ojos como el mariconazo que era, tal es como Lex lo había llamado incontables veces en los años que llevaban de amistad. 

"It's hard to explain how a few precious things
Seem to follow throughout all our lives
After all's said and done I was watching my son
Sleeping there with my bear by his side
So I tucked him in, I kissed him and as I was going
I swear that the old bear whispered "Boy welcome home" "

Al llegar a la última frase se le quebró levemente la voz, pero retomó bien en el estribillo.

Cuando llegó la parte importante de la canción, Lex dejó de jugar con el dragoncito tras su última atrapada y lo dejó descansando sobre su estómago mientras que se llevaba una mano al colgante que tenía alrededor del cuello, y se agarraba las sienes con la otra mano. ¿Qué cuernos iba a hacer de su vida ahora que no tenía ni la inocencia de aquél entonces ni la novia con la que había planeado pasar el resto de su vida? Y lo peor era que todo había sido su culpa. Si la hubiera detenido antes de que metiera ese ingrediente en la poción... si no la hubiera rechazado después de que ella despertara del coma... si no la hubiera presionado para que saliera con su primo. Tantos "si..." que le daban dolor de cabeza de solo pensarlo. Y la tumba se la había cavado ella misma. 

Para peor, no estaba disconforme con su vida en ese momento. Kat y ella habían hecho un descubrimiento que les había merecido la orden de Merlín y un montón de publicidad, dinero y oportunidades de trabajo para el futuro, pero aún así estaba perdida. No sabía qué hacer de su vida, quien era, quien no era. Estaba en plena crisis de la adolescencia y no cantó esa estrofa porque le resultó de lo más dolorosa. 

Recién cuando terminó se destapó la cara y volvió a entonar la canción bastante a desgano. 

Cuando ésta terminó, se dirigió a su amigo para pedirle que tocara Just my Imagination. Una canción que ella y Gipsy siempre habían adorado cantar. Ni se fijó si su ex estaba o no en la sala común. Tampoco le importaba. Ya no sentía nada por ella, gracias a la famosa poción que habían inventado, pero aún así extrañaba INTELECTUAL, MENTALMENTE la relación que había compartido con ella. Tal vez todo se traducía a que extrañaba a su mejor amiga, que estaba en el salón del requerimiento con su bebé o a la parte de Gipsy que era amiga más que pareja y que ahora pasaba todo el tiempo con su primo.

A él casi se le quiebra la voz y se le nubló la vista al llegar a la parte del hijo y del osito que tenía cuando era chico... porque tenía hijo y tenía osito, o más bien, perrito, y se sentía muy tocado por toda esa parte. A demás de que siempre había sido bastante maricón en general, o eso es lo que su amiga decía desde hacía años. 

Cuando terminó la canción y el breve aplauso de su limitado público decayó, accedió al pedido de su amiga y comenzó a rasgar los acordes de la canción de The Cranberries en su guitarra, pero no se sabía bien la letra, así que dejó que ella se encargara de cantar, como parecía extrañamente tener ánimo para hacer. 

Ver a Lex cantando, con su verdadera voz, no era algo que uno viera todos los días. Debía estarle pegando la edad, como a todos ellos.

Sin pensar en nada ni nadie de lo que había a su alrededor, Lex comenzó a cantar la canción, encerrada en su propio pequeño mundo. 

"There was a game we used to play
we would hit the town on Friday night 
and stay in bed until sunday

We used to be so free.
We were living for the love we had.
Living not for reality.

It was just my imagination. 
Just my imagination. 
Just my imagination."

Tenía los ojos cerrados, el ceño fruncido como si algo la tuviera irritada (probablemente la audiencia), y no sabía qué hacer con sus manos. No las quería en su estómago, no las quería en su colgante, no las quería en ningún lado. Finalmente cruzó los brazos bajo su cabeza aunque con el apoyabrazos de almohada le resultaba incomodísimo, incluso con un almohadón suavizando el efecto.

Gips estaba ocupada con la tarea de astronomía, apenas prestando atención a la música de fondo gracias a su capacidad de abstracción. Eso se terminó al oír la voz de su ex sumarse a la canción que John entonaba. Dejó la pluma en el aire, a mitad de camino entre tintero y pergamino, y levantó la cabeza para oír sin notar que una gruesa gota de tinta creaba una enorme y gorda estrella inexistente en su mapa astral.

Le llamó la atención que estuviera cantando con su voz normal, porque ella solía ser reacia a mostrarla en público y se preguntó qué le andaría sucediendo. Sintió la tentación de sumarse a cantar el tema, pero no sabía si Toff estaba al tanto de que era algo así como un tema de ellas dos y tampoco quería darle a Lex razones para comenzar una discusión o ponerse mal o lo que fuera... porque últimamente las cosas no andaban del todo bien entre ellas. Intentaban. Las dos intentaban, pero tenían tanta historia que el que ambas tuvieran nuevas parejas seguía generando roces, poción de desamor de por medio y todo.

Se quedó callada observando de la manera más discreta que pudo un par de segundos más, antes de regresar a su mapa estelar, el cual debió corregir con magia para borrar la mancha involuntaria. Miró discretamente alrededor, esperando que nadie la hubiera visto reaccionar de esa manera. No quería rumores innecesarios de que aún andaba atrás de Lex y estupideces semejantes. 

Estaba bien con Toff y su no-relación de no-novios, pero la verdad es que el oír a Lex cantar esa canción la hizo sentirse aludida y nostálgica.