La fecha prometida por la noche, Tessa llegó a la casa de Rose por medios de transporte Muggle. Había pensado en esperar hasta una semana para tener la información necesaria, pero gracias a la extensa y pronta investigación de su amiga, sería capaz de hacer todo según lo planeado sin ningún contratiempo... o al menos eso esperaba ella.
Golpeó a la puerta y esperó nerviosamente, aunque infinitamente más tranquila de lo que había estado cuando se había aparecido ahí unos días antes para pedirle consejo. Estaba vestida de manera bastante sobria pero cómoda, con una vieja pollera negra hasta el suelo que no ajustaba mucho en la cintura y que tenía un entramado celeste a la altura de los tobillos. Debajo de eso llevaba una enagua por el frío y arriba un sweater negro de cuello alto con algunos ochos pero bastante viejito, de esos que ya tienen algunas pelotitas por el uso. Las botas eran viejas y llenas de marcas de uso, pero con poco taco y calentitas.
Generalmente se arreglaba para salir, pero Rose le había dicho que se fuera cómoda. Así que no se había esforzado mucho. Incluso se había llevado otra muda de ropa en la cartera por las dudas.