La curiosidad mata

Era un día de semana por la tarde, después de que terminaran las clases. Tessa había estado dando clases todo el día y estaba completa y absolutamente agotada. Toda la semana había tenido esa sensación de no poder mantenerse despierta a pesar de haber dormido no sólo suficiente, sino más de lo habitual y eso la hizo pensar que había algo raro. No que no se hubiera estado persiguiendo durante las últimas tres semanas pensando que tal vez para cuando se había tomado esa poción después del fin de semana de locura con Will ya había sido demasiado tarde, pero digamos que la manera en que se sentía no hacía más que contribuir a su paranoia general.

En el fondo, sabía que no era paranoia. Había estado embarazada varias veces antes con Jax, porque sabía que con él podía no cuidarse porque de todas maneras eran incompatibles, así que sabía cómo se sentía y podía reconocerlo en seguida. Pero como no hay peor ciego que el que no quiere ver, había elegido ponerse paranoica como si no lo supiera mejor que nadie.

En cualquier caso, la presión de no tener más a Jax en el castillo y saber que seguro la estaba pasando mal y que las cosas con Will seguían tan aburridas como al principio, la hizo necesitar tener una idea más real de su situación actual para saber qué cornos iba a hacer de su vida a continuación. La razón principal por la que prefería mentirse a sí misma era porque la idea de tener que conversar ese tipo de tema con Will la espantaba. No quería seguir con él por algo así, tampoco quería tener que tomar una decisión difícil y ciertamente, no quería que Jax se enterara de eso y se pusiera aún peor... pero necesitaba saber for sure. La ignorancia la estaba matando a esas alturas.

Por eso sacó la varita, acomodó con magia su equipo de pociones sobre la mesa y se puso a trabajar. Media hora después, tenía una cápsula de petri sobre la mesa y estaba echándole dentro una porción de poción verde de aspecto asqueroso con un cucharón. Estaba demasiado nerviosa. Hacía años que no hacía esa poción, pero estaba más nerviosa incluso que la primera vez. No quería tener un hijo con Will. De hecho, no quería tener nada que ver con él y tampoco sabía cómo quitárselo de encima ahora que finalmente sabía que quería estar con Jax.

A continuación, sacó un abrecartas y, con manos temblorosas, se cortó la yema del dedo (un poco más de lo que había planeado) para dejar caer unas cuantas gotas de sangre sobre la mezcla verde. Tessa contuvo la respiración mientras esperaba nerviosa a que pasara algo. El corazón le latía desbocado dentro del pecho y sentía frío de puro nervios. Había demasiado en juego.

Enseguida, la poción se removió sola y cambió de color para tornarse de un color rojo oscuro como la sangre. Fustrada, furiosa con ella misma por haberlo permitido que eso le sucediera y medio muerta de miedo al pensar en su futuro, barrió su escritorio con la mano que aún sostenía el abrecartas y tiró al suelo tanto la cápsula de petri, que se hizo añicos con un estruendo bárbaro, como parte de la piel de serpiente y ojos de tarántula que eran parte de los ingredientes sobrantes.

Luego se agarró el dedo cortado con la mano que aún sostenía el abrecartas, en un intento por calmar el dolor pulsante que le latía en la yema demasiado lastimada y se encorvó un poco sobre sí misma cuando se lanzó a llorar de manera bastante silenciosa aunque totalmente angustiada.

Matt venía de visitar a Jax en su casa de Oxford e iba de camino a su dormitorio, recorrido que lo obligaba a pasar por la puerta del cuarto de su amiga. Revan aún estaba con su madre, pero pensaba aprovechar a echarse una siestita antes de pasarlo a buscar y ya quedarse allí para la cena. En eso andaba cuando escuchó el sonido de algo de vidrio rompiéndose y el eco de cuando las cosas rebotan en el piso de piedra y se esparcen. Preocupado, se detuvo inmediatamente y se acercó a la puerta lo más silenciosamente que pudo para escuchar, asegurándose primero que hubiera nadie en el pasillo que pudiera vero.

Como a simple vista no oyó nada, miró nuevamente que no viniera nadie y pegó su oído a la puerta. Silencio. Se preguntó si habría sucedido algo malo. Sabía que su amiga tenía la misma afición que él por las pociones pero no sus dones, por lo que tranquilamente podía haber tenido un accidente. Después de lo que le había pasado a Appleton un par de años antes en su clase, se había vuelto tal vez un poco demasiado preocupón con ese tipo de cosas, pero prefería estar seguro de que estaba todo bien y quedar como un perseguido a que alguien tuviera un accidente y no recibiera la atención necesaria por no fijarse.

Por eso despegó su oído de la puerta y golpeó un par de veces con los nudillos. "Is everything all right, Tess?" Preguntó desde afuera sin molestarse en disfrazar su preocupación.

Al oír los golpes, Tess se sobresaltó y miró la puerta con miedo, como si ésta pudiera convertirse en una amenaza para su seguridad de un momento a otro. Sin embargo, estaba aún demasiado shockeada y molesta por la noticia como para pensar con claridad y saber qué era lo que realmente le convenía hacer. Lo único que sabía era que quería estar sola y seguir llorando como posesa, que es lo que había estado haciendo desde que hubiera destrozado su mesada de trabajo.

"I'm fine!!" Le gritó desde adentro en un tono de voz aún demasiado desfigurado por los nervios, la angustia y el llanto como para convencer a nadie, aunque sí sonaba bastante molesta. Ya que había abierto los ojos, miró instintivamente al dedo que se había cortado para ver qué tan malo había sido el daño, porque el dolor que sentía en éste era aún muy punzante. Al haber estado temblando de los nervios se había cortado mucho más profundamente de lo que había querido, por no poder manejar la cuchilla con precisión.

El corte era bastante profundo y mucho más largo de lo que hubiera tenido que ser y estaba sangrando bastante. De hecho, la sangre le había goteado por casi toda la parte inferior de la mano y las mangas de la camisa azul que llevaba puesta, manchándola en los bordes. Al mismo tiempo, también se había rasguñado la mano derecha con el borde de la cápsula de petri cuando la había golpeado con el canto de ésta y ese tajito también sangraba aunque mucho menos, si bien no sentía dolor en ese lugar en ese momento, probablemente a causa de la adrenalina.

-Esto va a necesitar dittany...- pensó en cuanto al dedo, haciendo una mueca de desagrado como cuando uno se mira un corte bastante feo.

La respuesta de ella lo alertó de inmediato, haciéndolo preocuparse aún más que antes, aunque era otro tipo de preocupación. Ya no temía por su vida. Se preguntó qué habría sucedido que ella no quería que él viera, porque ese ruido claramente indicaba que había tenido algún problema con la poción que estaba preparando y pensó que era molesto que se sintiera tan avergonzada de no estar al mismo nivel que él en pociones como para responderle así... porque tranquilamente podía pedirle ayuda y él enseguida le solucionaría el problema que fuera. Era muy bueno arreglando pociones mal hechas y salvándolas de un desastre.

-Bueno, al menos no le explotó el caldero en la cara.- Pensó intentando tranquilizarse al recordar lo que le había sucedido a Appleton. Aún así, la conocía lo suficiente como para saber que alguna cagada se debía haber mandado que no quería que él viera. "Are you sure?" Le preguntó desde el otro lado de la puerta, ahora menos preocupado, intentando sonar más bien amistoso, para ver si la dejaba ayudar. Lo que sí le había resultado raro era que no hubiera ido a abrirle la puerta, porque no recordaba que Tess le hubiera negado la entrada a su dormitorio antes. Tal vez había protestado exigiéndole que no se riera de ella y sus pociones pedorras, pero nada más.

La voz de Matt en ese momento en que estaba entrando en pánico entre no saber qué hacer con su vida y no saber qué hacer con su mano, la hizo saltar de la peor manera. Empujándola del barranco cuando había estado parada en el borde. "I SAID I'M FINE, MATTHEW! GO AWAY!!" Le gritó sonando más molesta que antes, aunque todavía parecía bastante desesperada, casi un poco maniática, como si fuera a abrir la puerta en cualquier momento y a salir varita en mano a matar a cualquiera que se le cruzara en el camino. Así de loca.

El pulso aún le latía rápidamente en los oídos y en el dedo y no supo qué hacer primero, si pensar en una excusa para deshacerse de Matt en caso de que volviera a hablarle, desaparecer el desastre de poción bordó, piezas de vidrio e ingredientes que tenía desperdigado por el piso o traer de su estantería la esencia de dittany para curarse el dedo. Mientras tanto, seguía petrificada en el lugar, aún sosteniéndose la mano ensangrentada con la otra, que aún tenía el abrecartas.

La respuesta de Tessa le hizo sonar todas las campanas de alarma en la cabeza y sin dudarlo, Matt recitó la password que ella le había dado años antes en caso de emergencia, por un tema de seguridad (así como ella tenía la de él), y entró en el cuarto esperando encontrarse algo digno de la reacción de su amiga.

Sin embargo, lo primero que notó fue a Tess frente a su mesa de trabajo, sosteniendo una especie de cuchillo entre manos ensangrentadas y se quedó parado en su lugar, apenas un par de pasos dentro de la habitación sin saber qué hacer o qué estaba sucediendo, con cara de perdido. No entendía qué de todo eso podía causar que ella le pegara ese grito para intentar mantenerlo alejado de la escena que estaba viendo... que ni daba lugar a pensar que ella estaría muy avergonzada de que él la viera, ni parecía nada fuera de lo ordinario. Cualquiera puede tener un accidente y eso no parecía grave. Él se había cortado los dedos suficientes veces como para saber que sangraban mucho más de lo necesario.

Acto seguido, recorrió la habitación con la mirada, en busca de aquello que justificara el comportamiento de ella. Lo encontró en el suelo, esparcido en forma de líquido bordó, tres o cuatro fragmentos de vidrio y ojos de araña mezclados con piel de serpiente. En un principio no lo entendió, pero después de un segundo le cayó la ficha. Había sólo un reducido número de pociones que requerían ser puestas en un recipiente de vidrio tan pequeño (porque no había visto demasiados fragmentos como para pensar en un frasco), que llevaran piel de serpiente y ojos de araña y que, para mejor requirieran del agregado de sangre de la persona que las estaba preparando para cambiar de color dando un resultado.

"Oh, Tess..." musitó en voz baja, sintiendo pena por ella sin la necesidad de escuchar lo que pensaba al respecto. Nadie se enamoraba perdidamente del primer tipo que tenía a mano después de haber estado más de quince años atrás de la misma persona. Él lo sabía mejor que nadie, por más que no se le notara.

Sabía que Matt era un tipo difícil de disuadir, pero no se esperaba que hubiera entrado de golpe en la habitación, que se hubiera tomado la libertad después de que ella lo mandara a mudar de esa manera y la irrupción la tomó por sorpresa. Se lo quedó mirando con ojos enormes durante un par de segundos, viéndolo mirarla confundido y después pasear la vista por la habitación.

En ese instante supo que estaba perdida. Había sido él quien años atrás le había enseñado a preparar esa poción cuando ella había estado lo suficientemente asustada como para necesitarla y era lo suficientemente simple y conocida como para que un genio de las pociones como él lo adivinara inmediatamente.

En el estado emocional de profunda violencia en que se encontraba, la lástima de él era como la chispa necesaria para encender el fuego y, de repente, realmente se sintió con la motivación suficiente como para salir corriendo por los pasillos y matar a quien se le interpusiera en el camino.

Lo fulminó con una mirada asesina y soltó su mano y el abrecartas en el mismo movimiento, mientras su mano se movía para agarrar su varita. "Get away from me!" Le advirtió con una voz de mando que pocas veces se le oía utilizar, puesto que solía ser una mujer bastante dulce.

Se le acercó varita en mano con una expresión de posesa que daba bastante miedo, el rostro transfigurado por la ira y el dolor. "If you tell Jax about this, I'll kill you. I swear to God, Matt." Lo amenazó deteniéndose a unos pocos pasos de él para apuntarle abiertamente con la varita, a pesar de que la mano le temblaba furiosamente. Un momento después, le cayó la ficha de lo que estaba haciendo y se quebró al darse cuenta de que acababa de amenazar de muerte a su mejor amigo. Soltó la varita de inmediato y se cayó al suelo de rodillas, sollozando incontrolablemente, totalmente fuera de sí.

Los ojos de Matt se abrieron de más y sus pupilas se dilataron de miedo cuando vio la expresión de furia en ella. Siempre había temido a sus exabruptos, pero al escuchar ese escándalo del otro lado de la puerta se había preocupado mucho más por ella que de lo que pudiera hacerle y ahora estaba pagando las consecuencias.

Cuando ella le dijo que se alejara, Matt pensó en una milésima de segundo y evaluó sus opciones. Podía sacar su varita, lo que tranquilamente podía hacer antes que ella, porque estaba a un par de exámenes de graduarse de Auror, o podía utilizar las técnicas de negociación que había aprendido en el mismo curso. Obviamente, Tess no pensaba atacarlo de verdad, porque la conocía hacía demasiado como para pensar mal de ella y había visto suficientes de sus enojos como para saber que no debía tomarla en serio en el largo plazo... salvo que le dijera a alguien lo que había visto, de manera que levantó ambas manos con las palmas hacia ella, sabiendo que estaba completamente fuera de sí.

Más tarde se enojaría con ella y se enojaría mucho, pero de momento, quería ayudarla, porque se daba cuenta de que no sólo había perdido la cordura, sino que a demás, no tenía a Jax a mano para ir corriendo a pedirle ayuda... porque realmente dudaba que ella pensara conversar eso con Will en ese estado... tal vez después de calmarse un poco. La dejó que lo amenazara, pero se le levantó una ceja de todas formas, porque le había parecido totalmente innecesario y agresivo... no que no supiera cómo se ponía cuando estaba sacada, pero siempre conseguía tomarlo por sorpresa.

Aún así, estaba seguro de que no le haría daño y se mantuvo en silencio, en esa posición de sumisión esperando que le cayera la ficha de lo que estaba haciendo porque sabía que hablar sería contraproducente. "I won't." Le prometió sintiendo más lástima por ella que otra cosa.

Cuando Tess finalmente cayó y se largó a llorar en el suelo, se agachó junto a ella con una mueca ladeada en el rostro llena de lástima y le acarició el cabello tentativamente para ver si se dejaría abrazar.

El que Tessa se diera cuenta de lo que estaba haciendo fue en gran parte porque Matt se había puesto en una actitud sumisa, porque de haberle hecho frente estaba tan sacada que probablemente hubiera hecho que la cosa escalara innecesariamente rápido.

Al menos en algún lugar de su cabeza loca, el que él le dijera que no la delataría la dejó más tranquila, pero realmente pudo volver a pensar de manera más o menos coherente cuando estuvo en el suelo llorando como posesa, como niña pequeña de una manera que era más un conjunto de quejidos y gemidos de animal herido que un llanto en sí.

Se sobresaltó al sentir la mano de él en el cabello y protestó algo ininteligible en medio del ruido que estaba haciendo, pero finalmente se puso a llorar quieta y en relativo silencio mientras volvía a agarrarse la mano que le dolía, donde tenía el dedo cortado que aún le estaba sangrando profusamente.

Matt le acarició la cabeza en silencio un rato mientras esperaba que se calmara un poco, pero cuando le empezaron a doler las piernas por la mala circulación de la posición en la que estaba, decidió levantarla. "Come on..." dijo en voz baja, apoyando ambas manos en distintos lugares de sus hombros como para incitarla a que se pusiera en pie. Estaba seguro de que estar ahí tirada en el piso tomando frío no le iba a hacer nada bien. Por otra parte, no quería que se lastimara las rodillas también si estaba sobre algún fragmento de vidrio. "Let's put some dittany on those cuts." Comentó con el tono paternal con el que uno movía a un amigo super borracho hasta la cama... que dicho sea de paso es lo que él acababa de hacer en lo de Jax. -Están los dos hechos un desastre...- pensó con lástima por sus amigos. -Y yo que pensé que no se podía poner nada peor cuando llegaron al status quo...- Comentó en su cabeza con una mueca ladeada de pena.

Tess aún estaba demasiado perdida en su mundo pesimista de despair y falta de esperanza como para reaccionar. Todavía persiguiéndose con lo horrible que sería si Jax se enteraba... pensando que de seguro se mataría en vista de la reacción que tenía con sólo saber que estaba saliendo con Will. O de a momentos en lo insoportable que sería la conversación con éste, puesto que no sabía qué hacer si le sugería que formalizaran y fueran una gran familia feliz. La sola idea le daba asco. Una cosa era que Will fuera divertido un rato, pero de ahí a querer pasar con él toda su vida... un abismo.

No respondió, estaba como colgada, como en estado catatónico y cuando no pensaba en esas cosas horribles y se sentía casi tan estúpida como Nicole, pensaba en su dedo que latía y le dolía y todavía sangraba mucho.

Al ver que ella no reaccionaba, Matt la levantó pasando una mano por su espalda y la otra por detrás de las rodillas, como pudo. La levantó con bastante dificultad y la llevó hasta la cama, donde la depositó no demasiado suavemente, aunque de mejor manera que cómo había dejado a Jax en la suya. -Quien iba a decir que de los tres yo iba a terminar siendo el más rescatado...- pensó con ironía. "There..." dijo casi mientras suspiraba cansado. Sabía que no estaba siendo del todo justo con ella y que de no haber tenido que lidiar con Jax antes, el cual estaba mal por su culpa, la hubiera tratado mejor, pero él nunca había sido justo de todas formas ni pretendía serlo.

Chasqueó los dedos y una botellita de dittany apareció desdes su propio estante en su oficina y no la de ella. Se acercó a Tessa y se inclinó sobre ella en la cama para poder verle bien la mano. Frunció el ceño sin entender bien qué es lo que estaba viendo entre tanta sangre, pero no tenía sentido preguntarle si claramente no respondía. Sacó la varita y le lanzó algunos hechizos para deshacerse de la sangre de su piel antes de acercar los dos cachitos de la misma para después tirarle las gotitas de esencia de dittany encima. El líquido verde humeó contra la piel de Tess, cerrando las heridas inmediatamente, pero dejando apenas una cicatriz poco visible, porque las yemas de los dedos no tienen marcas tan profundas. Miró el otro corte, el de la otra mano, pero no consideró que necesitara más cuidados al ver cómo venía avanzando solo. Luego volvió a chasquear los dedos y la botellita desapareció como había llegado.

Matt se tomó un momento para examinarla y ver si estaba bien, que no tuviera la ropa manchada de sangre a la altura de las rodillas por si se había tirado sobre el vidrio y después se alejó de ella para ir a limpiar con magia el estrago de ingredientes y poción tirados por toda la sala. Claro que antes se agachó un momento para examinar los restos de la poción de ella, por las dudas, para confirmar que realmente se tratara de lo que él pensaba, pero no había duda. Tessa estaba embarazada.

No reaccionó ni cuando él la levantó ni cuando la dejó en la cama. Tampoco pensó en nada, ni en que la estaba levantando ni en que la había dejado ahí de una manera bastante ruda. Seguía perdida en su pequeño mundo de pánico y desesperanza.

Como un niño, se dejó hacer cuando él le limpió la mano y cerró su herida, aunque sí registró que el dedo había dejado de dolerle tanto y ahora sólo le latía de manera bastante molesta. Aún lo sentía caliente y le ardía un poco donde ahora tenía la cicatriz, pero ciertamente aquello era una mejoría. Sin eso en la cabeza, le resultó más fácil pensar y su mente se aclaró lo suficiente como para mirarlo con cara de perro mojado y agradecerle en voz baja, para después apoyar la cabeza en la almohada mirando para el costado, como claramente evitándolo o ignorándolo pero más por vergüenza que por ira.

Era como si de repente la hubieran abandonado todas las fuerzas y estuviera totalmente ida en la cama, pero despierta. Así estaba cuando él se alejó a limpiar el desastre que había hecho sobre la mesa y en el piso de piedra. Por suerte sus rodillas no habían sufrido ningún percance más allá del golpe, que seguramente dejaría moretones.

Cuando terminó de limpiar y ordenar los ingredientes sobrantes en su lugar, Matt regresó junto a Tessa y la observó un momento. Parecía bastante en shock o tal vez sólo estaba muy alterada. Por la razón que fuera, hubiera querido darle una poción calmante, pero en su estado no podía. Torció la cara en una mueca de resignación al pensar en que no podía creer que gente grande como ellos se pudieran meter en tanto quilombo y decidió poner a calentar agua para un té, que era lo único que se le ocurría para ver si la reanimaba un poco.

Asintió levemente pero con cara de serio cuando ella le agradeció porque a pesar de que estaba cuidándola estaba bastante enojado con ella por varios motivos, desde haber puesto a Jax en esa posición hasta haberse puesto a ella misma en esa situación, pasando por haberle apuntado con la varita y amenazado de muerte.

Magia de por medio, en unos minutos tenía una taza de té humeante en las manos, la cual le acercó a ella después de sentarse en el borde de su cama. "Here. Drink this." Le dijo amablemente pero en un tono de voz que no daba lugar a réplicas, a ver si reaccionaba.

A esas alturas, ya no pensaba en lo horrible que era el universo y el quilombo que era su vida ni en las cagadas que se había mandado ni en cómo mierda iba a volver a poner todas las piezas de su vida en su lugar. No pensaba en nada, tenía la vista perdida y el cerebro totalmente en cero, en blanco. Estaba la luz prendida pero no había nadie en casa.

Recién cuando Matt le alcanzó la taza de té reaccionó un poco. Pestañeó un par de veces y sus ojos enfocaron lo que tenía en frente para después girar el rostro hacia el rubio. "Thanks." Dijo pensando que se moría de hambre, pero que no pensaba darle a su cuerpo el gusto de comer. Sabía que esa determinación nunca le duraba demasiado, pero mientras estuviera así de molesta con ella misma pensaba mantenerla.

Se incorporó sobre un codo y tomó la taza con la otra mano, la derecha, pero se quedó colgada mirando el té en lugar de beberlo.

Se alegró de ver que reaccionaba. Al menos no iba a tener que llamar a un médico para que la sacara del estado de shock. No necesitaba que le dieran días de licencia como a Jax y tener que cubrir él su puesto porque era el único profesor lo suficientemente capacitado como para dar pociones, pensó.

Volvió a asentir aún molesto, cuando ella le agradeció y al notar que se quedaba mirando la taza sin beber su contenido le dijo "I didn't put anything strange in it, you know?" de mal modo, porque no le gustaba que encima de todo desconfiara de él.

En un principio le costó reaccionar, como que tardó un par de segundos de más en levantar una mirada confundida hacia él y después responderle. "Oh..." Dijo medio spacing out. "No, I know. It's just too hot." Se explicó aún en voz baja, en el tono de alguien que jamás le haría daño a otra persona, a pesar de que unos minutos antes había parecido una leona furiosa.

"I'll be all right, Matt. You can go." Le dijo después de una larga pausa en que había mirado la taza que sostenía en su mano. Habló sin levantar la mirada porque había notado que él estaba molesto y no se atrevía a enfrentarlo y ver la reprobación en sus ojos. Ya tenía suficientes problemas de momento. "I... I'm sorry I attacked you. I know I shouldn't have. I was really not myself." Se excusó en voz muy baja, realmente avergonzada de tener que disculparse por la manera totalmente estúpida e irracional en que se había comportado.

Se sorprendió ligeramente de que le dijera eso porque no se había fijado que en verdad el té estaba demasiado caliente para tomarlo, algo que él de todas las personas tendría que haber notado. Pero tenía la mente en cosas más preocupantes como para tener esos detalles nimios en cuenta. No respondió cuando ella se excusó, simplemente asintió una vez. Total, de todas maneras no lo estaba mirando.

Apretó la mandíbula un poco cuando ella lo echó de esa manera. Después de que se preocupara por ella y la ayudara todavía seguía intentando deshacerse de él... no sabía por qué pero le molestaba que no le agradeciera como correspondía.

Cuando ella se acordó de disculparse, se aflojó un poco, como disculpándola parcialmente, pero todavía demasiado orgulloso como para ceder del todo y perdonarla. "I've noticed..." Observó aún algo secamente. "But don't worry. I won't tell anyone." Le dijo todavía en un tono serio que no se parecía a la manera casual, despreocupada y cariñosa con que la trataba generalmente. "That's your dirty job." Le dijo aún algo molesto. Sabía que era algo cruel decirle eso cuando estaba seguramente muy preocupada, pero le había molestado que lo amenazara de muerte cuando un 'por favor' hubiera bastado y era lo suficientemente egocéntrico como para buscar esa pequeña venganza para zanjar la cuestión por completo.

Cuando él la trató de esa manera tan fría y le dijo ese comentario tan cruel que la hizo sentirse para la mierda, Tess también apretó la mandíbula, molesta de que le hablara así y sintiéndose un poco traicionada de que su amigo no fuera más comprensivo con ella, que no le tuviera más paciencia, si bien en el fondo entendía que un poco se lo había buscado amenazándolo así.

No respondió a nada de lo que él dijo y ni siquiera levantó la mirada para verlo, porque estaba molesta con él. Nadie lo había mandado a meterse en su habitación, en su momento privado y pensó que cambiaría la contraseña primera cosa en la mañana... porque se sentía tan cansada, tan agotada, que no podía hacer nada más... y al mismo tiempo no quería estar sola, pero se negaba a pedirle a él que se quedara a hacerle compañía. Incluso si no hubieran estado molestos el uno con el otro, sabía que él tenía un hijo del que ocuparse y no podía pretender que se pasara la noche escuchando sus lamentos como antes.

Durante algunos segundos esperó una contestación que no llegó y cuando se cansó de estar ahí como un idiota, se puso de pie algo molesto de que no hubiera tenido ni siquiera ganas de defenderse y se preparó para marcharse.

"I'll have dinner with my mother and sleep in London tonight and Jax is in Oxford. Will you be all right on your own?" Le preguntó aún con un tono algo más frío del habitual, pero ya no era de enojo sino de orgullo herido que se negaba a dar el brazo a torcer. Preguntaba porque tampoco quería dejarla en banda así como estaba, aunque estuviera molesto con ella y como no le había contestado nada no sabía si lo necesitaría más tarde.

Estaba a punto de dejar el té sobre la mesa de luz y acostarse bien a descansar un rato y posiblemente dormir hasta el día siguiente, cuando Matt le dijo eso de camino a la puerta y se quedó sorprendida, mirándolo un momento antes de responder. "I'll be fine." Le dijo desanimada, pero con una mirada de desafío porque ella tampoco quería dar el brazo a torcer. Los dos eran muy orgullosos y cuando discutían la cosa se podía poner bastante complicada porque sabían cómo hacer enfadar y doler al otro y ninguno quería ser el primero en ceder.

"Good night, Matt. Thanks for the tea." Le dijo también algo más secamente de lo normal... o bastante más secamente de lo normal, porque era otro gran orgullo herido que hablaba así. -and for breaking into my room without my permission.- pensó para sí, molesta.

Asintió cuando ella le dijo eso y giró sobre sus talones, listo a irse. Ya estaba bastante tarde para la siesta así que iría directamente a lo de su madre y punto. Lamentablemente era un día de niñera que había tenido y no iba a poder descansar. Tal vez mañana fuera mejor, se dijo, pensando más en su cama que otra cosa.

"You're welcome." Dijo de camino a la puerta. "Goodnight, Tess." Añadió eso ya más tristemente que de manera seca y se fue de la habitación de ella a ocuparse de sus propios asuntos.

Después de que Matt se marchó, Tess se sintió aliviada de finalmente poder estar a solas y dejó la estúpida taza en la mesa de noche antes de ovillarse en la cama para su costado favorito y taparse con varias capas de sábanas y cobertores. Por una vez en la vida no le importó estar en la cama con botas. El tener que cambiar la ropa de cama era la última preocupación en su mente en ese momento.

Estuvo algunos minutos en silencio, rumiando su enojo contra Matt porque todavía estaba molesta con él. Después lloro un rato largo sin saber qué hacer de su vida y decidió ir a pedirle consejo a alguien que tuviera las cosas más claras... porque realmente no soportaba más estar a solas con ella misma y sus oscuros pensamientos. -Rose.- Pensó. Rose tendría una mejor idea de qué hacer que ella y si no, por lo menos la escucharía sin darle la lata con lo que era correcto o no, con que se había equivocado y demás juicios que siempre Jenna pasaba.

Si bien últimamente estaba medio alejada de Rose porque ambas estaban muy ocupadas, siempre había tenido un lugar especial en su corazón porque era su muy mejor amiga de su misma casa. Con la que gritaba en los recitales hasta quedarse sin voz y con la que se volvía loca escuchando los temas que le gustaban por la radio. Con Jenna había sido amiga en la secundaria, pero se había acercado más después de salir de ésta, hasta que le agarrara por aislarse del mundo al menos.

El otro problema con Jenna, a demás de que vivía dos pisos más arriba de Matt y que no quería cruzárselo bajo ningún concepto, era que estaba segura de que la manera idealista y super rígida que tenía de ver la vida la llevaría a que se pusiera en madre y la aleccionara en lugar de escucharla como amiga y darle la contención que necesitaba. Y no era falta de afecto, pero el discurso que le había dado la semana anterior sin enterarse de este último detalle la verdad que no era lo que necesitaba oír.