En el departamento de herbología

((Ésta?? Seguro!))

Rene aún lo miraba impresionada, intentando saber cómo sería que hacía tiempo para poder hacer todas esas cosas y sin un giratiempos. "No entiendo cómo puedes hacerlo. Yo hago muchas menos cosas y siempre siento que me falta el tiempo de todas formas." Dijo frunciendo un poco el ceño, frustrada con su administración del tiempo.

Rió brevemente por el chiste de Matt. Le había parecido muy bueno. "Demasiadas, pero supongo que son riesgos que uno tiene que correr si quiere ser honesto." Dijo un poco a la defensiva, encogiéndose de hombros. Sabía que eran muy distintos, pero no pensaba juzgarlo o ponerse a discutir porque sabía que era totalmente inútil.

Cruzó el portal que separaba los terrenos del Castillo del exterior y se detuvo a varios pasos de distancia y lo miró inquisitivamente. "¿A dónde?" Preguntó intentando revisar en su mente si conocía algún restaurante muggle por la zona, que era obvio que no había porque lo único más o menos cercano era Hogsmeade.

((JAJAJA qué genia.))

Se encogió de hombros con una sonrisa misteriosa. "Ah... magia." Dijo para molestarla un poco. "Cuando uno quiere hacerse tiempo para algo, encuentra la manera." Era querer es poder, pero dicho de otra forma.

Él también sabía que era una pérdida de tiempo y no se pensaba poner a discutir. Sabía que ella lo estaría juzgando pero no le importaba lo que pudiera pensar de él, ni ella ni nadie. "No es que yo no quiera ser honesto." Protestó de manera leve, cosa de no empezar una discusión. "Pero a veces uno no puede decir las cosas de cualquier manera. Por ejemplo, como jefe de la casa de Slytherin, no puedo sacar a un alumno de la clase y decirle 'no te gastes en comprar regalo del día de la madre porque se acaba de morir tu vieja!!' porque socialmente estaría mal visto aunque fuera la verdad" Le dijo intentando explicar su posición.

Él también se detuvo y pensó un momento en cómo explicarle. Después se dio cuenta de que no era negocio y sacó la varita mientras que le tendía la otra mano. "Follow me." Sugirió refiriéndose a una side along apparation, no porque ella no pudiera viajar sola, sino porque no conocía el lugar y no quería que se splincheara y terminar teniendo que llevarla a un hospital.

Técnicamente, si ella le da la mano aparecen después en un callejoncito chiquito al costado de un restaurante muggle que hace comida italiana y que es bastante chiqhito, pero no parece ser un sucucho de mala muerte sino un restaurante medianamente decente... aunque nada de cuatro tenedores ni nada así como a lo que él iría. Un lugar pintado de verde por fuera y con una clientela que hablaba tan fuerte y en dialectos, que costaba trabajo oír los pensamientos de uno.

((Por eso la queremos tanto))

"So, you're not gonna tell me?" Le preguntó frustrada a la vez que divertida por la reacción infantil de él de hacerse el misterioso. "That's selfish, you know." Le dijo en tono acusatorio, pero bromeando. Estaba relativamente conforme con su vida como para hacerse problema por no saber algo así, aunque admitía que sería útil poder organizarse mejor.

Entendía lo que él quería decir pero no era del todo lo mismo a lo que ella se refería. Al mismo tiempo, le impresionó saber que era el jefe de casa y pensó que debía ser bastante bueno en lo que hacía para que lo hubieran nombrado jefe de Slytherin. -Tal vez lo estoy menospreciando, condenándolo por las locuras que hacía de adolescente... como si yo no hubiera cometido ningún error...- pensó.

"Seguro que no estaría bien. Hay situaciones que requieren un poco de tacto, pero el resto del tiempo, no veo por qué no puedes simplemente decir lo que piensas y dejar que los demás se las arreglen para digerirlo... mientras no digas mentiras no tienen por qué ofenderse." Opinó muy convencida. Si tenía suerte, los años la harían cambiar de opinión.

Se quedó un momento mirándolo en duda antes de asentir con un poco de miedo y darle la mano. Lo siguió apparándose al mismo tiempo y usando la mano de él como guía para viajar. Finalmente, al llegar, miró alrededor para ubicarse y se sorprendió al ver que el único restaurante de la zona era ese lugar tan particular. "¿Dónde estamos?" Preguntó con cierta curiosidad. "Nunca pensé que alguien como tú visitara esta clase de lugares... no recomendados por la guía de alta cocina Inglesa, me refiero." Bromeó para molestarlo. Ella también tenía bastante dinero y comía en cualquier lugar, pero sus padres la habían educado para no ser una snob insoportable.

"Parece bastante acogedor." Dijo metiéndose de una en el restaurante y mirando alrededor con curiosidad. Le sorprendió el volumen con el que la gente se manejaba ahí adentro y no pudo entender palabra de lo que se estaba diciendo. Por eso sonrió de lado al entender por qué Matt había elegido ese lugar para hablar de negocios. -So damn brilliant...- pensó admirada de él. "Ya entiendo por qué eliges este lugar para hablar de negocios." Le dijo con una sonrisa, volviéndose hacia él para hablarle, puesto que estaba un paso por delante.

Negó con la cabeza con una sonrisa divertida, en actitud jocosamente infantil. Quería ver hasta dónde podía pelotudear con ella sin que se enojara y en qué punto dibujaba la línea donde pensaba que él le estaba tirando los perros y se enojaba. Para saber qué tanto podía o no ser él mismo en su presencia. "All right, I'll tell you." Dijo con una sonrisa cuando ella lo acusó de egoísta y después se enserieció un poco. "Delego." Respondió simplemente. "Me costó mucho pero aprendí a delegar. Puedo pagarlo y es la única forma de tener el tiempo suficiente para todas las cosas que tengo que hacer." Explicó. "Si no es algo que yo tenga que hacer personalmente como corregir trabajos prácticos o firmar papeles, dejo que alguien más lo haga." Dijo con un encogimiento de hombros.

"Tal vez porque eres mujer la gente te lo deja pasar, pero te aseguro que si yo fuera por la vida diciendo todo lo que pienso, me darían más de un golpe por hora y acabaría metido en más de una pelea turbia." Le aseguró de manera seria. "Uno no puede simplemente decir lo primero que se le ocurra, pero el elegir qué cosas callar no quiere decir ser deshonesto. Una cosa es omitir algo potencialmente problemático y otra muy distinta es mentir deliberadamente para conseguir una meta ulterior." Opinó con mucha más experiencia que ella en el campo gris entre las verdades, las medias verdades, las omisiones y las mentiras.

"El ghetto italiano." Respondió simplemente, con una sonrisa levemente autosuficiente. Rió por la broma de ella. "No entiendo qué te dio esa idea." Le dijo jugando a hacerse el inocente. "Antes de rescatar la compañía de mi esposa de la quiebra no era nadie. Mi familia tendrá apellido pero nunca tuvo millones en el banco. De hecho, no recuerdo jamás haber ido a comer afuera de chico." Le dijo sinceramente. "Este lugar es tan bueno como cualquier otro, o incluso mejor en varios aspectos... y hacen la mejor lasagna del universo." Comentó dado que venía más o menos a colación.

A él también le llamó la atención que Irene dijera algo así viniendo de una familia conocida por sus millones. De ella, que sí había crecido en la abundancia, se esperaba que rechazara ese tipo de lugares que estaban por debajo de ella, así que le llamó la atención darse cuenta de que a pesar del dinero era una persona bastante humilde, que no se andaba mandando la parte como otros. Recordó que su madre le había dicho muchas veces que en general la gente que ha tenido mucho dinero toda su vida no es tan insoportable ni despreciativa de quienes tienen menos o de ese tipo de lugares, como aquellos nuevos ricos que intentan demostrar que lo son.

Irene le cayó especialmente bien por ello. En ese sentido le recordaba a Steph, que a pesar de su dinero era muy humilde, cálida y humana con todo el mundo, sin hacer diferencias o intentar parecer más de lo que en verdad era como muchas veces pasaba con las muchachas con las que salía a divertirse, que hacían lo mejor posible por parecer refinadas y rechazar cualquier cosa que estuviera según ellas por debajo del nivel que esperaban alcanzar. Matt le sostuvo la mirada con una sonrisa cómplice al ver que ella había entendido sus motivos y después de eso se les acercó el mozo y los saludó con familiaridad... o al menos a él. Le dijo algo en italiano y el hombre los llevó a una mesa relativamente apartada dentro del concurrido lugar.

Matt se sentó en una de las sillas tras dejar el abrigo en el respaldo y sacó uno de los grisines de la panera para mordisquearlo distraídamente, con la mirada perdida en la ventana junto a ellos.

Irene se mordió el labio inferior y negó con la cabeza, divertida, con una sonrisa, como quien dice 'no puedo creer que seas tan tonto'. Levantó las cejas inquisitivamente cuando anunció que le diría su secreto y se quedó de piedra al oírlo. Había estado esperando otra broma y lo que él le había dicho era totalmente obvio... y por alguna razón a ella no se le había ocurrido nunca... o mejor dicho, se negaba a hacerlo. "Lo sé..." Dijo en un tono levemente derrotista, que era rarísimo en ella, como también lo era el aceptar sus falencias. "Todo el mundo me dice que debo aprender a delegar, pero creo que si uno quiere las cosas bien hechas tiene que hacerlas uno mismo..." Dijo porque en realidad no quería aceptar que era tan obsesiva y perfeccionista que necesitaba tener el control de todo, todo el tiempo y no soportaba el delegar por miedo a que los demás no hicieran exactamente lo que ella quería.

Rió brevemente y de manera nasal por el comentario de Matt. "Sí, me imagino que sí..." dijo con un brillito acusador en los ojos, ya que se le ocurría que con la sarta de perversiones que debía pensar él por día de todas las minas que se cruzaba por ahí, de seguro debía ser insoportable estar escuchando cada pensamiento en su cabeza y que el ponerlos en voz alta de seguro lo metería en problemas con más de una mujer y sus novios o maridos. Lo pensó un momento, teniendo todas las ganas del mundo de llevarle la contra pero finalmente dándole la razón que sabía que tenía. "Si, lo sé." Dijo bajando la cabeza como si estuviera levemente desanimada o pensativa, pero realmente molesta con ella misma por no encontrar una manera de llevarle la contra y hacerlo admitir que ella tenía razón y que ser sincero era mejor que mentir. "Pero sigo estando en desacuerdo contigo." Añadió al final, de manera casi terca.

Soltó una breve risita al oír eso. "A veces eres brillante, ¿sabes?" le dijo con una sonrisa sincera. La había impresionado al pensar en ese tipo de detalles para evitar problemas. "Si tan sólo le dieras un buen uso a ese talento..." añadió después como retándolo un poco, aunque sabía que probablemente no le importara y cayera en oídos sordos.

Rene sabía ese detalle, pero no había relacionado una cosa con la otra como para ser consciente de que él sólo había tenido dinero en los últimos años. Por la actitud de ganador con la que se había desenvuelto siempre en la secundaria, nunca le había dado la impresión de que fuera más o menos pobre... pero al menos eso explicaba por qué se había descontrolado tanto con el dinero y las mujeres. A ella le habían enseñado también que los nuevos ricos nunca saben qué hacer con tanto dinero y en seguida hacen desarreglo con sus vidas y gastan el dinero en mujeres, autos, ropa y otros excesos estúpidos. "¿En serio?" Preguntó bastante sorprendida, puesto que casi todo el mundo había ido a comer afuera en algún momento u otro y se preguntó si realmente habían sido taaaaaaaaaan pobres, porque tenía demasiado buenos modales para venir de una familia de clase muy baja y era obvio que sabía desenvolverse bien en el mundillo de los ricos como si hubiera nacido en él.

Sonrió de lado por el comentario de la lasagna y por el hecho de que Matt dijera que era tan buen lugar como cualquier otro. Pensó que tal vez lo había estado juzgando demasiado duramente creyéndose lo que decían los medios sobre que era nada más que un niño rico mimado, caprichoso y extremadamente superficial. Claro que los medios exageraban y que en mayor o menor medida todos los adolescentes que están buenos tienden a esos excesos a los quince años. La verdad es que no tenía manera de saber cómo era él realmente sin tomarse el tiempo de conocerlo.

"¿Sabes italiano?" Le preguntó impresionada mientras lo seguía a la mesa que el mozo había indicado para ellos. Ella hablaba un poco de francés pero nada más y tampoco se acordaba mucho de eso, que había estudiado hacía muchos años. Se sentó frente a él, haciendo lo propio con su abrigo y cartera, y se lo quedó mirando un momento mientras él se colgaba con el grisin y la ventana. Tenía que admitir que así, pensativo y con la luz del sol cayéndole directamente en el rostro, se veía extremadamente apuesto incluso para sus estándares que, en general eran bastante raros y fuera de lo común. Nunca le habían gustado los carilindos que enamoraban a las masas de adolescentes hormonales, sino hombres profundos, con los que pudiera hablar de muchos temas interesantes y que a la vez fueran divertidos de escuchar.

Matt sonrió de lado al oírla decir eso. Conocía muy bien en sentimiento y los quilombos en los que derivaba. "Seguro... buena suerte consiguiendo que alguna vez te alcance el tiempo para hacer todas las cosas en tu lista." Le dijo de manera irónica, como intentando hacerla comprender. "No estoy diciendo que delegues todo a cualquiera, porque obviamente van a hacer cagadas, pero es importante que sepas delegar las tareas insignificantes a gente capacitada, para que puedas ocuparte tú misma de las cosas importantes que no confías a nadie más." Explicó ahora de manera más amable, con una sonrisa leve.

Rió brevemente él también por lo que imaginó que ella imaginaba. "Pervertida." Dijo medio entre dientes para molestarla, lo suficientemente fuerte como para que se escuchara. En muchos otros sentidos también lo hubiera metido en problemas ser totalmente honesto. No sólo con las mujeres sino también con su jefe, con sus amigos, con sus compañeros... Le había hecho mucha gracia la manera infantil e inmadura en que estaba manejando ese tema y pensó que debía ser un punto neurálgico que el había tocado sin querer. "Nadie te está obligando a estar de acuerdo." Le dijo todavía sonriendo divertido, medio incrédulo de que ella hablara en serio.

Rió bastante por el comentario de ella, que lo había tomado por sorpresa. "No. Yo siempre soy brillante. Sólo que a veces la gente no se da cuenta." La corrigió en broma, totalmente consiente de que debía haberla impresionado mucho con su elección del lugar para que ella, que siempre lo había detestado y aprovechaba cada oportunidad para criticarlo, le estuviera tirando un elogio.

Al oír lo siguiente, frunció el ceño verdaderamente ofendido y la miró mal, pero seriamente. "No te atrevas a decir que uso mi talento de manera egoísta." Le advirtió seriamente. "A pesar de lo que piensa la junta directiva, me aseguro de que mis pociones tengan precios accesibles, incluso aquellas que nadie más tiene licencia para producir y que podríamos vender a precios de monopolio; porque sé que sirven para salvar vidas y hacerle la vida más fácil a la gente, y más del diez por ciento de las ganancias de la compañía se destinan a caridad... comedores infantiles, hogares de acogida y el sector de psiquiatría de San Mungo..." Le dijo molesto de que la gente siempre lo tratara de malcriado egoísta. No se había dado cuenta de que tal vez estaba reaccionando un poco de más.

"Sehh, mi vieja tiene una fijación con las comidas en familia y le gusta armar reuniones y cocinar así tenga veinte invitados..." Explicó con un tono de hastío que daba a entender que a lo largo de los años esa situación había ido agotando su paciencia.

La pregunta lo tomó por sorpresa, con la mente en la conversación como la tenía. "Eh... un poco. Tuve que aprender cuando comenzamos a exportar a Italia... no había forma de entenderles hablando inglés... son un desastre." Explicó con una sonrisa divertida al recordar lo que habían sido esas experiencias con los extranjeros.

Durante un minuto se colgó mirando por la ventana y pensando en vaya uno a saber qué, hasta que volvió a la realidad y giró el rostro hacia ella. La atrapó mirándolo pero no pensó nada de eso. Ella lo había estado mirando mal durante demasiados años como para que él siquiera pensara que tal vez en el fondo le gustara. Tenía muy en claro que ella no quería nada con él. "So... ¿cuál es tu propuesta de negocios?" Le dijo de manera tranquila y amable, viéndose como una persona normal y no el engreído insoportable que generalmente aparentaba ser.

Reen entendía a qué se refería y sabía que tenía razón, pero la necesidad de sentirse en control de todo era mucho más fuerte y no podía evitarlo la mayoría de las veces. "Lo sé. Créeme que lo sé." Le dijo bajando la mirada, sintiéndose tonta por tener que admitir sus falencias delante de él por sobre todas las personas del mundo. "pero es más fuerte que yo." Explicó odiándose por ser tan obsesiva, por ser tan imperfecta en su obsesión por serlo.

También ella rió al oír la acusación de Matt. Era tan ocurrente! Tenía que admitir que él también era muy divertido de tener cerca y no le costó comprender por qué las mujeres siempre lo perseguían para volver a verlo cuando era tan entretenido y ocurrente. Sabía que él tenía razón y bajó la mirada avergonzada por su comportamiento infantil e inmaduro al darse cuenta de que había reaccionado como una tonta. Esperó que siguiera la conversación por otros derroteros y se olvidaran del asunto pronto.

Volvió a reír otro poco por la desfachatez de Matt, aunque luego se quedó muy sorprendida de verlo reaccionar así a su broma. Instintivamente, retrocedió unos centímetros y le frunció el ceño molesta de que la tratara mal, que era algo que no soportaba de nadie bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, se sorprendió mucho de oírlo decir todo eso que nunca aparecía en los medios y que no se esperaba para nada de alguien como él.

"Lo siento, pero no te conozco ni sé lo que haces o no haces. No tenía forma de saber todo eso." Le dijo de manera desafiante, sosteniéndole la mirada, molesta por que la hubiera tratado mal cuando le podía haber dicho las cosas de mejor manera. "Y aunque tengas razón, no te da derecho a tratarme mal." Le dejó saber para futura referencia, aún hablándole de manera algo seca. Era como si el mal modo de él la hubiera devuelto al punto en que le tiraba miradas asesinas y tenía la guardia alta en su presencia.

De todas maneras, no quería discutir con él cuando podían hacer negocios juntos y se obligó a calmarse. Aún tenía algo que le había quedado picando la curiosidad y que quería saber. "¿Por qué sólo la sección de psiquiatría?" Preguntó aún medio arisca, pero de manera más civilizada, un poco más calmada. Dudaba que fuera porque le había roto la cabeza a ella, pero tenía que preguntar... necesitaba saber y era imposible esconder la curiosidad en su voz.

Sonrió con cierta nostalgia al oírlo hablar de su madre, casi olvidando un poco la pelea reciente. "Debe ser lindo poder comer en familia y tener una madre que cocina." Comentó como si no se hubiera dado cuenta de que él parecía molesto con todo el asunto. "Mis padres murieron en un accidente en el taller cuando yo tenía doce años..." explicó bajando la mirada un poco triste. "Y no tengo mucha más familia salvo mi niñera..." Comentó sintiéndose un poco tonta ahora que lo escuchaba en voz alta, deseando no haber dicho nada sobre ella.

Rió de manera nasal al imaginarse lo que debía haber sido la conversación con los italianos. "Me imagino..." dijo simplemente.

Se ruborizó cuando Matt la atrapó mirándolo, aunque se obligó a componerse de inmediato. No necesitaba que él pudiera ver dentro de su mente. "Sí... er..." dijo enseguida, como para ganar un par de segundos y ordenar sus ideas. "El costo de los ingredientes de pociones viene aumentando mucho en los últimos tres meses, desde que el Ministerio aprobara la nueva ley de regulación de las importaciones." Comenzó a modo de preludio, puesto que dudaba que él sobre todas las personas no estuviera muy al tanto de eso.

Levantó inconscientemente las cejas al oír eso y luego asintió. Entendía a qué se refería aunque lo había sorprendido porque no se la imaginaba como ese tipo de persona. "Bueno... ya sabes qué poner en la lista de resoluciones de año nuevo." Comentó en broma, por decir algo que la hiciera relajarse, puesto que había notado lo incómoda que se había puesto. Era muy bueno leyendo las expresiones en los rostros de las personas y eso lo había ayudado muchas veces a hacer buenos negocios.

Notó que ella le había sostenido la mirada de manera desafiante y eso tampoco se lo había esperado. Claro que era precisamente lo que le dio la pauta de que tal vez había reaccionado de manera desproporcionada al comentario de ella, pero ciertamente no estaba acostumbrado a que cuando se ponía así de serio la gente no se asustara y se volviera una bola de disculpas que no sabía dónde meterse. Le resultó muy interesante el saber que ella le había hecho frente como la que más e hizo que se ganara su respeto, haciéndola subir en su estima.

"Tienes razón. Reaccioné muy mal. Lo siento." Le dijo siendo él quien cediera ante el tono y la mirada de ella, aunque no era algo que tuviera por costumbre hacer, pero esta vez sabía que estaba equivocado y prefirió admitirlo que hacerse el cabeza dura por orgulloso. Ella se lo había ganado haciéndole frente. "Estoy tan podrido de que la gente me trate de egoísta y superficial que suelo tomarme mal esa clase de comentarios. Disculpa. Fue totalmente mi culpa." Dijo habiendo cambiado en pocos segundos de molesto a esa posición de humildad. Muy pocas personas le valían ese honor. No quería problemas con ella si iban a hacer negocios juntos y, por otra parte, sabía que tenía razón y encima se le había plantado valientemente.

No se esperaba que preguntara después de esa escena, por lo que se quedó colgado un momento antes de reaccionar a contestarle en tono de confidencia. "De chico me diagnosticaron con esquizofrenia. Los médicos del hospital siempre se portaron de diez conmigo y cuando escuché que necesitaban fondos para investigar nuevas formas de tratar a los pacientes con daño cerebral..." Se había inclinado un poco hacia adelante al decir eso, como si no quisiera que lo oyeran a pesar de que resultaría imposible con todo el ruido que había de fondo. Al llegar a ese punto se encogió de hombros y se volvió a enderezar en su asiento. "Me siento en deuda con los médicos que hicieron posible que tenga una vida normal. Lo menos que podía hacer era ayudarlos a ayudar a otros pacientes." Dijo después más como un gatito que como un león, casi avergonzado de que ella supiera eso de él.

La miró un momento cuando le dijo eso después de la manera en que él se había referido al asunto, pero después de la explicación lo comprendió enseguida. Entonces sonrió de manera cálida. No iba a mostrarle lástima porque odiaba que la gente se la tuviera a él y sabía que ella era orgullosa por lo poco que le había oído decir sobre ella misma. "Sí, supongo que es lindo. A veces nos tiramos de los pelos como todo el mundo, pero..." ladeó la cabeza y se encogió levemente de hombros, prefiriendo no hablar de ese tema si era complicado para ella. Él sabía bien lo difícil que podía ser perder a alguien.

La cara se le cambió inmediatamente a fastidio al oírla decir eso. "Ufff... no me lo recuerdes, que cada vez que pienso en eso quiero matar a los diputados..." Dijo medio en broma y bastante en serio. Era un asunto complicado que había puesto a su empresa si bien no en crisis, en una revolución donde todo el mundo estaba histérico y no sabía para qué lado iba a disparar ni el mercado ni la empresa en sí. "Por favor, continúa." Le dijo dándose cuenta de que la había interrumpido.

Rió brevemente por el comentario de él, asintiendo un poco en el proceso. "Sí, sí." Comentó entre sus risitas. "Está en la lista hace varios años, pero no consigo que deje el plano de lo platónico." Se explicó con ese tipo de sonrisa o risa que uno tiene cuando se siente avergonzado de sí mismo.

En verdad sí se había asustado al verle la cara que había puesto, pero estaba tan acostumbrada a hacerle frente a los problemas que no se le había pasado por la cabeza jamás el convertirse en una máquina de pedir disculpas y dejarse dominar por él. Sin embargo, cuando Matt empezó a pedir perdón se calmó bastante y bajó la guardia nuevamente. Entendía que todo el mundo podía tener un momento de debilidad o de ira. Ella misma tenía problemas para controlar su temperamento.

"Está bien. No importa." Le dijo para que dejara de darle vueltas. En ese momento vino el mozo a tomarles la orden y ella miró a Matt instintivamente, después se volvió hacia el mozo y recordó que ella no hablaba italiano. "Voy a probar la lasagna, ya que le hiciste tanta propaganda." Dijo con una sonrisa despreocupada.

Luego de que ordenaran, se volvió a ver a Matt nuevamente. "Entiendo que debe ser difícil convivir con la fama que tienes... debe hacer todo innecesariamente difícil." Opinó pensando en voz alta, intentando ponerse en el lugar de él un poco. Claro que se lo había buscado, pero uno no piensa en las ramificaciones. Le había llamado la atención que se disculpara en lugar de ponérsele en difícil, en macho alfa y por eso bajó un poco las revoluciones, en consideración a que él no se hubiera comportado como un engreído insoportable.

Se mostró abiertamente sorprendida al oír la historia de él, que era algo de lo que no tenía ni idea y que ni siquiera había podido adivinar, porque la verdad es que parecía totalmente normal. "La verdad es que no se te nota ni un poco." Le dijo todavía un poco sorprendida, pensando que casi hasta le podía perdonar que fuera un hijo de puta con las mujeres si resultaba que tenía problemas en la cabeza. Le daba un poco de lástima y era comprensible que en algún lado pifiara si era una persona enferma, por más medicada que estuviera. Asintió seriamente, entendiendo que el tema no era joda porque ella misma había tenido problemas y había estado internada en esa misma parte del hospital. Algo que aparentemente tenían en común.

Se humedeció los labios como buscando las palabras para expresar lo que quería decir sin que sonara a que estaba pelotudizada por él, porque no era el caso. "Es muy generoso de tu parte el usar tu influencia para ayudar a otros pacientes con problemas a poder curarse, Matthew." Le dijo con una sonrisa leve y los ojos levemente entrecerrados casi como si lo mirara con cariño. "No mucha gente lo haría... yo también estuve internada en esa ala del hospital y nunca se me ocurrió." Le dijo todavía impresionada de que él hiciera tanta caridad. Por alguna razón no se le ocurrió dudar de su palabra. No le parecía que pudiera estarse inventando algo así. "No entiendo por qué dejas que todo el mundo conozca las estupideces que haces en tu vida íntima y no este tipo de actos, que hablan de compasión y grandeza." Le dijo admirada, incapaz de callarse lo que pensaba. No lo decía como crítica sino como si estuviera intentando entenderlo, su motivación.

Asintó como dándole la razón en eso de que era lindo, todavía con una sonrisa un poco triste en el rostro. "Y sí... seguro. Ninguna familia es perfecta, pero es bueno saber que pase lo que pase, hay un grupo de gente que siempre te va a querer incondicionalmente." Dijo explicando un poco su postura. "Bueno, eso y no tener que comer sola en navidad..." Añadió con una risita leve, como si fuera un chiste.

Rió brevemente por el comentario de él. Entendía que el asunto debía haberlo afectado profundamente considerando la naturaleza de su empresa. Asintió y continuó. "Esta no es la primera vez que el gobierno impone este tipo de trabas a las importaciones, por supuesto... viene un gobierno y las pone porque le conviene... después viene otro y las saca, y así, no?" Comentó todavía con la introducción.

((Quiero cerrar un poco los otros temas antes de entrar de lleno con los negocios. Esto es larguísimo sino.))

Matt también rió un poco al oírla decir eso, que le había hecho bastante gracia.

Asintió sobriamente, todavía contrito por la que se había mandado. Cuando llegó el mozo la miró a ella como para preguntarle qué iba a comer y cuando oyó la respuesta, sonrió complacido y asintió antes de pedirle al mozo dos platos de pasta con gaseosa. "Gaseosa está bien? No me gusta beber cuando trabajo." Explicó a a Irene al pasar. Luego terminó de ordenar según la respuesta de ella y pudo volver a la conversación cuando se alejó el mozo.

Soltó un 'Je' nasal y sonrió de lado. "Supongo que me lo tengo merecido después de todo, pero sí, hace la vida innecesariamente complicada." Tuvo que darle la razón, aunque estaba resignado. Le molestaba pero se había acostumbrado a que las cosas fueran así incluso ahora que estaba de a poco dejando los viejos hábitos a fuerza de aburrimiento, más que de voluntad. Empezaba a extrañar el sentirse en una relación estable... o tal vez le estaba pegando la edad, dejando un poco la adolescencia de lado.

Rió un poco cuando la oyó decir eso, preguntándose qué esperaba que se le notara específicamente. "Bueno, estoy medicado." Dijo todavía divertido de intentar descifrar lo que ella se imaginaba... ¿un montón de tics? ¿Hablando con las paredes?

Cuando Irene lo miró de esa manera y le empezó a decir que era generoso y lo demás, Matt se quedó muy quieto, mirándola en silencio. Demasiado sorprendido por la manera en que ella estaba hablándole y mirándolo como para contestarle inmediatamente, aunque más que sorprendido parecía un niño escuchando a alguien que le baja línea, casi un poquito vulnerable porque con la personalidad fuerte de ella a veces se ponía inconscientemente en el lugar de hijo, siendo que su madre también tenía carácter fuerte.

Supo que pasaban los segundos y que se esperaba que contestara, pero no tenía una respuesta coherente para darle, se había quedado demasiado colgado en pensar que ella lo estaba halagando sinceramente admirada como para reaccionar. Era el tipo de halago que nunca tenía de nadie porque justamente no publicaba ese tipo de cosas sino los desastres que hacía de su vida privada. Se humedeció los labios de manera inconsciente mientras intentaba pensar en una respuesta que tuviera sentido. "No me gusta que se sepa. Mis viejos detestan la caridad... piensan que es una debilidad digna de mujeres y maricones." Explicó levantando las cejas y una mueca ladeada, de desaprobación y resignación a la vez.

Sonrió de manera comprensiva, pensando que no era del todo cierto en su caso. "Sí, bueno... lo de incondicionalmente no se aplica mucho a mi familia, pero digamos que sí..." dijo con la misma mueca de resignada desaprobación que había utilizado antes. "Y también está el tema de Navidad, claro..." añadió ahora más como broma, para alivianar el humor y que ella no se pusiera mal. "Seguro." Fue lo único que respondió al tema del gobierno.

Aquello también le llamó la atención. Si bien él le había dicho que era profesional en su trabajo, no se esperaba que lo llevara hasta ese punto. Incluso sus padres solían beber vino con las comidas y se sintió un poco avergonzada de su propia actitud, pero asintió enseguida, contrita. Que él la hiciera sentirse inadecuada cuando se refería a un tema de ética era el colmo.

Ella también sonrió de lado y soltó un 'je' nasal al escuchar la respuesta de él. No agregó nada más.

Sonrió y bajó la mirada un poco avergonzada de haber dicho aquello, que ahora que lo pensaba, sonaba ridículo, como si hubiera estado esperando que hablara solo o algo así. "Tienes razón. Lo siento." Dijo con una risita avergonzada de sí misma. "Comentario tonto." Decretó por el suyo propio.

Irene no entendió por qué se la quedó mirando así de fijamente, pero ella tampoco rompió el contacto visual porque quería comprender cómo le funcionaba la cabeza a él y ver si podía deducir qué estaba pensando, porque realmente era una respuesta que quería escuchar y saber por qué se esforzaba tanto por parecer un reverendo hijo de puta, cuando tenía la capacidad de ser divertido y amable como estaba siendo con ella o de ser generoso y desinteresado como había sido con la gente del hospital.

Al oír la respuesta de él, sonrió comprensiva, de manera algo cálida. En ese momento entendió mucho más sobre Matt de lo que había pretendido con su pregunta y en cierto modo le perdonó que tuviera los defectos que tenía, porque entendía que probablemente venían inculcados por esos padres que no avalaban la caridad. Entonces se dio cuenta de que tal vez habían conectado por un momento cuando segundos antes ella le hizo esa pregunta y él se la quedó mirando de esa manera. Se preguntó si sería la primer mujer en realmente comprender cómo funcionaba Matthew Rogers en verdad y cuáles eran sus motivos ocultos detrás de lo que hacía... porque el comentario le había resultado totalmente esclarecedor.

"Entiendo..." Fue lo único que dijo, de manera amable. Si tenían algo en contra de los débiles y los maricones, tenía sentido que lo hubieran convertido en un tipo que se la pasaba saliendo con muchas minitas para demostrar que era bien machote. Casi que sintió lástima por él, por la manera en que sus padres lo habían arruinado, convirtiéndolo en eso cuando podía haber sido un hombre tanto mejor.

Asintió. Después de lo que acababa de escuchar sobre los padres de él, comprendía que tal vez no fueran la familia ideal después de todo... y también entendía por qué la falta de entusiasmo en general al hablar del tema. Rió brevemente por el chiste de él que en luz de lo que ahora sabía, era más gracioso porque no tenía que tener pena por reírse de su familia.

"Originalmente, la compañía de mis padres se encargaba de producir y vender los inventos mágicos que él y mi mamá ideaban. Así es como hicieron su fortuna prácticamente de cero." Explicó Irene, aparentemente yéndose por las ramas. "Sin embargo, después de su muerte, las patentes de sus inventos pasaron a ser patrimonio de la humanidad y no mío, porque ellos así lo habían querido en su testamento." Dijo con una mueca de resignación parecida a la que Matt había exhibido antes.

"Supongo que esperaban vivir muchos años más antes de beneficiar al mundo con sus creaciones... En cualquier caso, mis tutores legales se quedaron con el problema de sacar a flote una empresa que ya no tenía exclusividad sobre los diseños que producía y pronto empezaron a surgir copias mejores que los originales." Explicó conversacionalmente. No parecía emocionalmente afectada por lo que decía porque estaba en modo de trabajo.

"Cuando regresé de mi primer años en Hogwarts, mi niñera me contó lo sucedido. No habían querido decirme nada antes para que me concentrara en mis estudios, pero al regresar a casa me encontré con que la empresa que mis padres habían trabajado tan duro para construir estaba yéndose a la quiebra."

Matt también sonrió y asintió, pero no dijo más nada. No se lo había tomado como una ofensa porque ella también tenía la cabeza rota y, de todas maneras andaba bien con la medicación y no se sentía acomplejado por el asunto. Como había vivido con eso toda su vida, no le cambiaba mucho a estas alturas. La pastillita era sólo una rutina más.

Él estaba bastante seguro de que había habido un segundo de conexión entre ellos ahí, porque la pregunta de ella había dado en el clavo. Era el tipo de pregunta que alguien como un psicólogo te hace cuando la tiene muy clara sobre una situación, como para que espabiles y vos también te des cuenta. También estaba seguro de que, con lo inteligente que era ella, de seguro habría hecho la conexión entre el asunto de los maricas y su machismo. Estaba seguro por cómo lo había mirado de que lo comprendía totalmente, como sólo Jax y Tessa lo hacían. Le resultó bastante extraño que una desconocida pudiera descifrarlo por completo en un rato y se preguntó si ella era demasiado inteligente o él no tan interesante como el juntarse con mujeres idiotas le había hecho creer.

"Deberías escuchar lo que piensan del amor, el matrimonio y los muggles... realmente te dan ganas de inventar la máquina del tiempo y mandarlos de vuelta a la edad oscura." Dijo más o menos en broma, aunque se notaba que muchas veces lo frustraban sus very opinionated parents. "Seguro que se sentirían a gusto ahí." Añadió ya con menos tono de broma y más de crítica.

Oyó la historia de Irene con interés y cierta curiosidad. Él había hablado mucho de sí mismo y ahora por fin podía enterarse un poco de qué la iba ella. Imaginó que el off topic tenía que venir a colación en algún momento, porque no parecía el tipo de persona que se fuera por las ramas, así que esperó escuchándola.

Frunció el ceño con algo de lástima cuando comentó lo de volver de Hogwarts. "Debe haber sido muy duro..." pensó en voz alta antes de darse cuenta de que realmente lo había dicho. Él había perdido a su familia cuando los Death Eaters habían entrado a su casa y podía entender cómo se sentía eso. Por eso también se sintió un poco más cerca de ella en ese sentido, porque la entendía.

Se imaginó lo sola y desamparada que debió sentirse en ese momento, tras perder a toda su familia a tan corta edad y enterándose que la gente en la que confiaba se lo había ocultado por casi un año. Entendió también por qué era tan desconfiada de la gente y casi que hasta tuvo sentido que no fuera mucho de salir con nadie... si no se acercaba a la gente no podían lastimarla. Era algo con lo que él mismo estaba familiarizado dado que su padre lo había golpeado cada vez que tomaba de más.

Soltó una risa breve por el comentario de él que la había tomado desprevenida después de ese breve momento de silencioso entendimiento y conexión. En realidad, le había hecho mucha mucha gracia y se hubiera reído como una loca de no ser porque no le parecía apropiado y se había contenido bastante. "Déjame adivinar... Supremacía de la sangre pura, matrimonio por conveniencia y los muggles a la hoguera?" Le preguntó con una sonrisa algo cómplice.

Lo miró un momento, sorprendida de que hiciera algún comentario at all cuando ella le estaba hablando de negocios, pero le bastó ver el rostro de él para saber que lo decía con real simpatía. Se imaginó que como él también había perdido a su familia debía sentir cierta simpatía por la situación de ella. "Sí, fue muy feo." Le dio la razón sonando un poco triste, pero intentando mantener la mente en lo que le estaba contando, para no hacerse la cabeza. "Pero no hay nada que se pueda hacer al respecto." Dijo con una mueca de resignación que se notaba que eran más las ganas de parecer como que estaba todo bien que lo que realmente lo estaba.

"Anyway... al saber que la empresa de mis padres, que era lo único que me quedaba de ellos, estaba al borde de la quiebra, supe que no podía dejar que eso pasara, pero como te imaginarás, con tan solo doce años no era la tarea más simple del mundo." Explicó con una mueca pesimista. "Me llevó semanas el pensar en algo que pudiera servir para hacer dinero y que no llevara demasiada inversión. Sabía que los directivos de la junta no iban a prestarme atención a menos que tuviera un argumento realmente válido, así que después de que supe cómo salvar la empresa, tuve que idear la manera de llamarles la atención." Explicó.

"Con la mansión destruida, pasé una temporada en casa de mi niñera, sentada junto a su marido muggle viendo el noticiero. No sé por qué se me había dado por ver el noticiero, pero asumo que tendría algo que ver con no dejar que me ocultaran nunca más información importante." Explicó refiriéndose a que le habían tardado meses en decir sobre la muerte de sus padres. "De cualquier forma, fue en uno de esos noticieros que me enteré por primera vez que el gobierno estaba pensando en cerrar nuevamente las exportaciones. Eso me recordó la historia que mi madre siempre contaba sobre cómo cuando eran pobres habían tenido que importar las semillas de la planta necesaria para hacer las pociones medicinales que su padre necesitaba para sobrevivir porque era más barato importar una vez las semillas y cultivarlas que vivir importando el producto y eso me dio una idea." Comentó con una sonrisa casi orgullosa de sí misma.

"En el Profeta que leía mi niñera, se la pasaban hablando del desequilibrio que significaría para las empresas que fabricaban pociones medicinales si realmente cerraban la importación y juntar dos mas dos no me llevó mas que un momento. Enseguida inventé la excusa de querer tener mi propio jardín para cuidar y conseguí permiso para sembrar en el jardín de la casa, convenciendo a mi niñera para que comprara por catálogo la larga lista de semillas que quería plantar. Asumo que nadie se preocupó en buscarlas en un libro de herbolario para saber de qué se trataban y, como nadie quería negarle a la huerfanita el único pedido que había hecho en meses, pues me salí con la mía y conseguí una buena cantidad de semillas que planté y cuidé con esmero durante algún tiempo." Comentó aún sonando con cierto orgullo.

"Para cuando finalmente aprobaron la ley de importaciones, el jardín de mi niñera estaba completamente cubierto de las plantas medicinales más requeridas del mercado. Fue entonces cuando le pedí que llamara a la junta directiva. Claro que no fue nada fácil convencerla, pero eventualmente enviaron a uno de sus miembros para calmarme, supongo. Deberías haber visto su cara cuando lo llevé a la parte trasera de la casa y le mostré el herbolario..." Comentó con una sonrisa ladeada. Así era como su compañía se había ramificado y había pasado de vender sólo inventos a convertirse en el tercer mayor proveedor de ingredientes para pociones a nivel nacional.

Matt levantó las cejas y sonrió divertido. "Oh, así que ya los conoces..." Y continuó sonriendo a pesar de la broma, que le daba ganas de reír un poco.

Notó enseguida que ella intentaba no hablar del asunto y asumió que sólo se lo estaba contando porque venía a colación por el tema laboral, pero que en realidad debía ser algo que ella prefería olvidar así que tomó nota mental y no volvió a preguntar sobre el asunto. Se limitó a asentir cuando dijo que no había nada que pudiera hacer al respecto. Era más o menos la misma respuesta que él daba cuando alguien le hacía referencia a su familia.

Continuó oyendo el resto de la historia cada vez con más interés, puesto que la proeza que comenzaba a perfilarse desde el momento en que ella comenzó a hablar de las cosas que hacía a esa edad tan increíble lo sorprendían enormemente. Le había llamado mucho la atención que dijera que la empresa era lo único que le quedaba de sus padres, porque él veía la empresa de Steph de la misma manera y era por eso que le dedicaba tanto tiempo a los negocios cuando de otra forma se hubiera conformado con mucho menos, sin preocuparse de que fuera la empresa N° 1 del país. Lo hacía como para que ella estuviera orgullosa y nada más.

Le pareció que en realidad era Irene y no él, quien era terriblemente brillante por haber podido idear no sólo la manera de salvar la empresa de sus padres, sino también la manera de que los empresarios a cargo de la misma notaran su idea y la pusieran en práctica. Al mismo tiempo, los había proveído con las semillas y algunos ingredientes para compensar, lo cuales seguramente habrían vendido a precios exorbitantes a causa del faltante y con eso habrían podido empezar el nuevo negocio. Sintió mucha admiración hacia ella por haber planeado todo eso y haberlo ejecutado de manera tan magistral a los doce años y estuvo totalmente seguro de que tenía derecho a mirarlo con odio en la secundaria cuando hacía todas esas estupideces mientras que ella recuperaba el buen nombre y el patrimonio de su familia.

Sonrió con complicidad y hasta con orgullo cuando ella le dijo que debería haberle visto la cara al tipo. "Eso es porque eres increíblemente brillante." Le dijo de manera sincera, no con el tono zalamero que utilizaba para levantarse minitas. Realmente la admiraba por lo que había hecho. "No wonder you thought I was a stupid immature jerk back at Hogwarts. You had way more complex and important things to think about." Opinó seriamente, siendo totalmente sincero y objetivo al respecto. "Deberían haberte dado el premio de la Orden de Merlín." Opinó extrañado de que no hubiera sido el caso cuando realmente le parecía que si alguien lo merecía, debía ser seguramente ella. "Lo que hiciste por la empresa de tus viejos es realmente impresionante." Le dijo abiertamente admirado y eso que era una persona difícil de impresionar.

Rió abiertamente cuando Matt le hizo ese comentario de manera tan casual. "Not really, no..." Le dijo todavía divertida, con los ojos llenos de lágrimas por la risa. "Pero creo que Mr. Sunshine empieza a tener cada vez más sentido si creció en ese contexto." Le dijo con una sonrisa ladeada que era más cómplice que otra cosa. Se refería a la manera en que ella lo llamaba en la secundaria, porque se hacía el brillante para impresionar a las chicas y quería que Matt supiera que ella entendía por qué se comportaba como lo hacía con las mujeres, porque le parecía que de esa manera se abstendría de intentar trucos con ella, que ya sabía cómo funcionaban y por qué.

Sonrió complacida por el halago, porque sabía que era cierto, independientemente de que él se lo dijera sinceramente o como elogio. "It was pretty awesome if I say so myself... I still don't really know how I could have come up with such a clever plot at that age..." Le dijo ahora honestamente, no con falsa modestia. "Creo que si tuviera que repetir algo así ahora sería totalmente incapaz de saber por dónde empezar." Admitió con una risita divertida.

Se quedó muy sorprendida de que Matt trajera eso a colación pero después de un momento, sonrió de lado y no dijo nada pero le lanzó una mirada muy elocuente para que supiera que era precisamente así la historia.

El comentario la hizo sentirse muy halagada y sonrió en agradecimiento por el voto de confianza. "Desafortunadamente, uno tiene que ser mayor de edad al momento de realizar su proeza para que se lo considere para el premio." Le dijo con una mueca ladeada que era más bien irónica. "Too bad for me." Añadió entonces con un encogimiento de hombros. Por eso tampoco podía hacer nada así que no se preocupaba. "Gracias. Sé que alguien como tú realmente aprecia el esfuerzo que toma el mantener una empresa a flote a lo largo de los años." Le dijo con una sonrisa cálida y algo cómplice.

"Lo que quiero proponerte es algo simple." Le dijo ahora yendo directamente al grano de los negocios que quería hacer con él. "En vista de que están por cerrar las importaciones otra vez, mi empresa está importando semillas, bulbos y otros ingredientes en cantidades considerables, preparándose para la nueva crisis que se está avecinando." Le explicó como para ponerlo en tema. "Como nadie nunca se enteró de cómo Addler. Inc. pasó de vender inventos a ingredientes para pociones, nadie más sabrá cómo combatir el desabastecimiento y nosotros seremos nuevamente los únicos proveedores que podrán mantener los costos de producción de ahora en adelante... porque somos productores, no importadores... lo que no se puede cultivar por el clima, lo cosechamos en invernadero y la crisis no nos afecta, pero tenemos un problema importante." Le dijo ahora más seriamente.

"Las compañías más grandes del mercado tienen contratos con Foster desde hace más de una década y ninguna de las estrategias que probamos logró convencerlos de que nos tomaran como proveedor principal de ingredientes..." Dijo dándole una mirada significativa. "Ahora, la crisis que se avecina será tan grande que ni siquiera una empresa como Foster podrá mantener los precios durante demasiado tiempo y tendrá que aumentarlos indefectiblemente. Nuestra empresa piensa subirse a la ola y aumentar los precios con el resto del mercado para no levantar sospechas, pero yo te ofrezco proveerte de todos los ingredientes que necesites al precio, no actual, sino al que tenían hace tres meses, antes de que empezara la crisis. A cambio, quiero que dejes a Foster y tomes a Addler Inc como único proveedor de ingredientes para Dalton Enterprises." Le dijo seriamente, con todo el tono de voz del empresario consumado que sabe exactamente cómo hacer una presentación, cómo manejar al a audiencia y en qué momentos poner el énfasis y las pausas dramáticas. Había sido una presentación de las que te dejan sin aliento y estaba bastante orgullosa de lo que había logrado ahí.

Se amplió su sonrisa al ver la hilaridad que había provocado en ella y se sintió complacido de haber logrado hacerla pasar de amarga que se lo quería comer crudo a tenerla llorando de la risa de sus chistes.

El comentario sobre Mr. Sunshine la tomó un poco por sorpresa, pero confirmaba sus sospechas sobre la inteligencia de Addler y cómo seguramente ya lo había figurouteado. Asintió con una sonrisa leve, dándole la razón pero sin decir palabra al respecto. Ese era un tema que prefería no tocar con ella que tenía tantas opiniones moralistas. "and you don't know the half of it!" Comentó medio como si fuera una broma, pero el tono sombrío en su rostro debajo de la sonrisa, hacía que se entendiera que la cosa había sido más turbia que solo eso. Podía querer decir que sus padres habían sido Death Eaters, pero también podía haber querido decir otra docena de cosas, como que sospechaba que ellos habían alentado el ataque a su mujer, entre otras.

Sonrió de lado. Le gustaba que se estuviera mostrando un poco engreída porque realmente tenía con qué y la hacía verse un poco más parecida a él... y por algún motivo quería tener cosas en común con ella... al menos de manera inconsciente. Rió brevemente por el chiste de ella. "Uno siempre se siente así en los períodos de tranquilidad, pero estoy seguro que con la cabeza que tienes, serías capaz de superar otro obstáculo si se te presentara ahora." Le dijo convencido, no porque quisiera halagarla. Ya había demostrado que era brillante y no quiso ni imaginarse cual sería su CI.

Dejó escapar un je nasal mientras sonreía y asentía para que ella supiera que había captado el mensaje. Sí, ella había pensado que él era un pelotudo en la secundaria porque tenía cosas más interesantes e importantes que hacer. -Bueno saberlo...- se dijo a sí mismo. En general, se negaba a admitir que la gente fuera superior a él cuando era más o menos de su liga, pero cuando alguien era tan abusivamente brillante, no podía menos que admirarlo.

La oyó con especial atención cuando comenzó a explicarle lo que pretendía para las compañías de ambos. Asentía cada tanto, para que supiera que le seguía el tren y que la estaba escuchando. A demás, el camino por el que iba le parecía muy bueno y prometedor, incluso antes de que llegara al final, el cual le pareció lisa y llanamente atrayente desde el punto de vista económico. "Entiendo." Dijo asintiendo con calma, a pesar de que la propuesta lo había entusiasmado mucho. No le gustaba dejarse leer cuando hacía negocios y estaba acostumbrado a ponerse cara de poker en esas situaciones.

"¿Y qué es lo que tú ganarías de un contrato de exclusividad a largo plazo con Dalton Enterprises?" Le preguntó más porque quería saber lo que ella pensaba que porque fuera incapaz de adivinarlo y la expresión y el tono con que hizo la pregunta indicaba que así era el caso. "Porque dudo que el asegurarte un comprador cuando todo el mercado se va a estar disputando por los bienes que sólo tu compañía tendrá en abundancia suene demasiado interesante desde el punto de vista económico en este momento en particular." Le dijo por las dudas que no quedara en claro. No quería que ella siguiera pensando que era un tonto como había pasado en la secundaria y si no aclaraba que era perfectamente capaz de prever sus movimientos y que sólo quería escucharlo de boca de ella, estaba seguro de que Irene pensaría que era un bobo.

Esta vez fue ella quien levantó las cejas sorprendida al oírlo decir eso. Se preguntó qué otros tantos secretos oscuros encerraría su familia como para que él dijera algo así y sobre todo para que hubiera resultado ser así de personalidad cuando en el fondo parecía una persona tan agradable... cuando no estaba sonando más narcisista que Tony Stark e intentando moverse a todo lo que llevara falda, claro está.

Sonrió un poco halagada por el comentario pero chasqueó la lengua desacreditando esa teoría. "Lo dudo. Estoy totalmente achanchada. Hace mil años que no tengo un buen desafío..." Dijo sinceramente y la verdad es que tenía un CI de alrededor de 150, así que sí... por lo general se aburría a muerte con la gente normal y la pasaba mejor con las personas que estaban a su altura... que solían ser muy pocas y eso explicaba su poca vida social.

Sonrió de lado, complacida al ver que él era lo suficientemente despierto como para indagar en sus motivos y no solamente desesperarse por aceptar la oferta que era excelente, y punto. Casi era como una profesora orgullosa de ver que el alumno había superado la pequeña trampita que le había puesto en el examen para ver si era lo suficientemente vivo. "Vamos, no te hagas el tonto conmigo, Matthew." Le pidió abiertamente, aún con la sonrisa ladeada en su rostro. "Si la compañía número uno del mercado accede a tener un contrato a largo plazo con nosotros, las otras no tardarán en replantearse su lealtad a la competencia y eventualmente comenzarán a querer contratarnos as well. Todos sabemos que Dalton Enterprises marca tendencias en el mundo de los negocios desde hace años. Si tú cambias de parecer los demás también querrán imitarte... aunque dudo que vayan a tener tu misma suerte consiguiendo un precio tan exclusivo." Añadió con una sonrisa ladeada de autosuficiencia que se parecía bastante a la manera engreída con la que Matt hablaba muchas veces, pero ella solo se mostraba así de agresiva cuando hablaba de negocios, en especial de buenas estrategias de negocios o cuando estaba discutiendo o debatiendo con alguien y estaba exponiendo su argumento ganador.

"Entonces, qué me dices? Interesado?" Le preguntó todavía comportándose como él de manera inconsciente. No se daba cuenta de cómo se ponía cuando se compenetraba en un debate.

Y después dice que está oxidada

"Nonsense." La contrarió él con seguridad tras chasquear la lengua. "Por lo que me contaste, tienes un fuerte espíritu de supervivencia. Ese tipo de cosas no se pierden, por más tiempo que pase." Le dijo convencido. Matt sabía de lo que hablaba porque él era igual. Desde que sucediera lo de su hermano que había despertado ese tipo de instinto de supervivencia y como ella, lo había enfocado a los negocios.

Matt sonrió de lado una sonrisa algo engreída, pero estaba contento con la respuesta de ella. "You're smart." Le dijo como si acabara de descubrirlo, pero era más bien el hecho de que acaba de darse cuenta de hasta dónde de brillante era, puesto que el que fuera inteligente no le cabía duda. Ya se notaba eso en la secundaria.

"Seguro. Puede que a la junta directiva no le vaya a hacer nada de gracia el romper nuestras relaciones con Foster Inc, pero visto objetivamente, ni siquiera ellos se atreverían a rechazar una oferta así. Especialmente con la que se viene ahora." Opinó ya más seriamente.

"I'd still have to look at your numbers, of course." Le advirtió por las dudas. "I do most of the accounting myself and I always look at the other company's books before closing a deal with anybody. Company policy." Explicó con una mueca ladeada más de resignación que otra cosa. No le hacía gracia pasársela haciendo números, pero la verdad era que estaba cansado de que lo cagaran.

Jenna se limitó a levantar las cejas y encogerse de hombros como quien dice 'ya veremos' y mordisqueó un grisin, un poco impaciente por que llegara la comida. Tenía que admitir que tenía hambre, por más que con la conversación y todo no se hubiera dado cuenta hasta ese momento.

Rió brevemente cuando Matt le dijo eso. "I'm quite a lot more than smart, Matthew, but I'm glad to hear you're finally catghing up." Comentó medio en broma. Ella también podía tener actitud engreída de vez en cuando y, con él, no le costaba para nada puesto que prefería salir ella con ese tipo de contestaciones a tener que soportar las de él. Era como una manera de advertirle que se cuidara de ella, que no quisiera salirse de línea porque lo ubicaría enseguida. Quería demostrarle que era autosuficiente y que no necesitaba de nadie, mucho menos de machotes como él.

Sonrió de lado al oír el comentario sobre la junta. "Y sí. Números es el único lenguaje que entienden." Le dijo simplemente, como si él no le estuviera diciendo nada nuevo, que era el caso.

Se mostró abiertamente impresionada al oír que él llevaba la contabilidad de la empresa personalmente. "You do!?" Se le escapó a pesar de que estaba enterquecida en no mostrarse impresionada por nada que él hiciera o dijera. Pero aquello era demasiado. "And you're sure you don't have a timeturner?" Insistió todavía algo incrédula.

"Of course I understand." Le dijo rebuscando en su bolso para luego sacar una carpeta con balances económicos y pasársela por encima de la mesa. "This is our last balance. The accountant sent it to me yesterday." Le dijo bastante confiada en que el resultado sería satisfactorio. No sabía que estaba in for a big surprise

((Double post?))

((No. Colgado nada más))

El comentario de ella lo hizo sentirse bastante estúpido cuando se dio cuenta de que Jenna tenía razón. Era bastante más que inteligente, salvo que él no le estaba dando suficiente crédito porque no la conocía lo suficientemente bien como para entender lo muy superior a la media que era ella en cuanto a inteligencia. Sin embargo, era un excelente actor y estaba acostumbrado a navegar situaciones incómodas de manera de salir bien parado, así que se limitó a reír como si no tuviera importancia y asentir un poco con la cabeza, como si el asunto no le importara en realidad. Le pareció una buena manera de zafar.

"Y después dice que no soporta a los hombres engreídos." Comentó al pasar, como si hablara con un tercero invisible. "Supongo que tienes una ley especial para las mujeres que les permite ser una excepción a esa regla..." Añadió con un poco de sarcasmo.

Rió brevemente por el chiste de ella. "Tienes razón..." Comentó como si fuera a decir algo más, pero la verdad es que la mirada de hastío que tenía daba a entender todo lo que pensaba al respecto sin más palabras. En ese momento llegó la comida y él le agradeció al mesero, que se alejó después de dejarles los platos y la bebida.

Asintió ante la pregunta de ella, con una sonrisa autosuficiente al ver que había logrado impresionarla. Luego negó por lo del giratiempos, aún sonriendo un poco. "Tuve un par de malas experiencias." Explicó simplemente, con expresión algo seria, porque el recordarlo le daba por las bolas. "Thanks." Dijo aceptando la carpeta y apoyándola a un costado de su plato pero no lo suficientemente lejos como para dar la impresión de que la miraría después de comer. "Do you mind if I take a look at this while we eat?" Le preguntó levantando la vista hacia ella, ya serio porque ahora que estaba hablando de negocios no quería ser tomado a la ligera.

"I really don't have much more time I can dedicate to you other than this lunch." Se explicó como para que ella comprendiera por qué le pedía permiso para ser muy descortés. "I have a meeting at two and I can't remember the rest of today's agenda but I'm sure my secretary must have found a way to fill it up as usual." Comentó al pasar. Luego, sin esperar permiso de ella, se puso los lentes y maniobró la carpeta con una mano y el tenedor en la otra, logrando la proeza de comer mientras miraba con expresión seria y concentrada los números de ella.

((Ah, OK))

A ella le causó gracia la acusación irónica de Matt y también rió un poco, con una sonrisa ladeada. -Got me.- Pensó decidida a no demostrar ella tampoco su derrota. "Actually, it only includes me. I don't like cocky women either." Admitió copiando la sonrisa autosuficiente de él a la perfección. No solía ser de esa manera, pero como se dijo, quería demostrarle que estaba a la altura de las circunstancias.

"Impressive." Se limitó a decir con expresión seria. No quería parecer estupidizada por él ni nada por el estilo. "I'm seriously starting to consider starting to delegate myself as it looks like I'd be able to get half a dozen hobbies if I managed my time as well as you do yours." Opinó todavía con seriedad. Le llamó la atención que siendo que él tanto insistía con que había que delegar, se tomara el trabajo de hacer personalmente la contabilidad de la empresa, pero entendía sus motivos a la perfección y simplemente asintió. En parte, por eso estaba seria, porque al entender eso él se había ganado un poco más su respeto.

"Not at all. Please, do look at it as much as you want." Le dijo seriamente. "I really appreciate that you took the time to listen to me despite your busy schedule, Matthew." Le agradeció de manera sincera. Se sorprendió de verlo ponerse lentes porque no recordaba que los necesitara en la secundaria y le parecía que le sentaban muy bien. Estaba segura de que en las revistas tampoco lo había visto con lentes y se preguntó si sería algo de lo que se avergonzaba, pero prefirió no preguntar. Sin embargo, la idea le robó una sonrisa que disimuló probando la lasagna. "Hmm this is really good." Tuvo que admitir al probarla. Le hizo algo de gracia el verlo maniobrar así con el tenedor y la carpeta y comenzó a comprender un poco mejor cómo se las arreglaba para hacer tantas cosas por día. -Multitasking...- pensó.

"How convenient." Le dijo aún sonriendo de lado. "I hope you're more objective when it comes to business." Le dijo medio en broma, medio como palo, porque como ella se la pasaba criticándolo por ser así y había insinuado que tenía una moral gris en cuanto a los negocios, quería devolverle el favor y esa era la oportunidad perfecta para hacerlo.

"You do that. It'll do you good." Le dijo algo más seriamente, porque ya no lo decía en broma como ella sino que estaba siendo sincero.

"It's all right. I always make time for business offers." Le dejó saber seriamente, levantando la vista de la carpeta un momento, lo suficiente como para que ella supiera que era serio, y luego volvió a mirar a los números, ignorando el comentario de la comida, decidido a pedirle que se callara y lo dejara concentrarse si volvía a hablarle. Realmente no tenía mucho más tiempo que pudiera dedicarle y quería cerrar el tema lo más pronto posible. Era otra de sus estrategias de optimización de su tiempo: no demorarse innecesariamente con las cosas que podía despachar de manera rápida.

Durante un rato comió en silencio con una mano mientras que miraba absorto los registros que el contador de ella le había entregado. Varias veces había vuelto las páginas para atrás en lugar de para adelante para cotejar cifras y demás, y a partir de un punto comenzó a fruncir el ceño y a mirar con más atención las hojas, casi inclinándose un poco sobre ellas dejando de lado su generalmente buena postura. Unos momentos después, dejó de comer por completo para concentrarse más en lo que estaba haciendo. Tomó la carpeta con las dos manos y la levantó un poco de la mesa para poder pasar las páginas rápidamente de un lado a otro y comparar números.

Finalmente bajó la carpeta y miró a Jenna con expresión preocupada. "¿Estás segura de que éstos son los números correctos?" Le preguntó seriamente. "Dime, qué tan bien conoces a tu contador?" Le preguntó de manera grim. No le gustaba lo que había visto y detestaba tener que darle malas noticias a la gente.

Captó el palo de inmediato y lo relacionó con lo que ella había hecho antes y asintió una sola vez con una sonrisa leve pero sin alegría, mirándolo a los ojos como para que él entendiera que ella había capatado el mensaje. "Al igual que tú, me tomo los negocios muy en serio, así que puedes quedarte tranquilo en ese sentido." Le dijo con seriedad, puesto que no le había hecho mucha gracia que él le devolviera el palo, si bien era consciente de que se lo había buscado ella sola y se lo merecía. No agregó nada al asunto del time management, pero ya se lo pensaría seriamente cuando tuviera tiempo a solas con ella misma... probablemente en la ducha o antes de ir a acostarse.

Al notar que él estaba serio y poco receptivo, Jenna comió en silencio y no hizo más comentarios, perdiéndose en sus propios pensamientos durante un rato. Al menos, hasta que Matt volvió a hablar. La manera en que él había hecho la pregunta le dio mala espina y la puso tensa de inmediato, a la defensiva. Asintió sobriamente, con el miedo patente en su rostro. No era tan buena como él escondiendo emociones cuando era tomada por sorpresa. "Trabaja para mí hace unos tres años." Le dijo ahora palideciendo un poco. De alguien más no le hubiera llamado tanto la atención el comentario, pero siendo que él hacía personalmente todos los números de su empresa, asumía que debía tener bien claro de lo que estaba hablando. No como ella que no cazaba una. "Por qué?" Apenas si se atrevió a preguntar, segura de que sería de lo más humillante si le hubiera mostrado un balance mal hecho a él, lo que podría cagar toda posibilidad de que quisiera hacer negocios con ella... y realmente necesitaba el dinero.

Matt notó que ella se enserieció de una manera que le dio a pensar que seguramente el retruque le había dolido en la autoestima. Bueno, de todas maneras no se arrepentía. Estaba seguro de que ella se lo merecía por cómo lo había acusado antes. Así aprendería a pensárselo dos veces antes de insultar a la gente indirectamente sugiriendo que eran poco profesionales. "Me alegra saber que estamos en la misma página." Dijo simplemente, también algo seriamente, como para no irritarla con sus sonrisitas irónicas.

Frunció un poco el ceño con preocupación y se tomó un momento antes de responder, buscando la mejor forma de decirlo. "No es por alarmarte y quizás no sea nada, pero me parece que los números no cierran del todo." Le dijo sinceramente, visiblemente apenado de tener que estarle diciendo eso. O tal vez fuera el tema de no poder hacer negocios con ella, quien sabe. "Me parece que hay una diferencia de unos 2000 galleons, pero lo miré a las apuradas y podría estar equivocado." Le dijo sinceramente, con tono de disculpa.

"A decir verdad, me gustaría poder sentarme a ver estos números con más atención... y algunos de los balances más viejos, del último año por ejemplo si es posible, antes de tomar una decisión, pero quiero que sepas que realmente me interesa tu oferta porque creo que nos beneficiaría mucho a ambos." Le explicó para que lo tuviera en claro. "Yo también tuve muchos problemas con los contadores. Por eso me decidí a hacerme cargo personalmente de los números de la empresa, así que es algo normal. No entres en pánico. De todas formas podría haber sido un error de cálculo mío." Le dijo bastante convencido de que no era el caso, pero intentando que no fuera a ponerse mal como él sabía que entraría en pánico si alguien le saliera a decirle que el contador lo estaba cagando. "Caso contrario, creo que podría ayudarte a arreglar el entuerto para que podamos hacer negocios juntos. Me pasó un par de veces que los contadores se estaban embolsando parte de las ganancias, así que aprendí a manejarlo." Explicó.

Asintió una vez, aún de manera bastante sobria, con los labios apretados, pero no dijo nada más. Era la mejor manera de aceptar su derrota.

Pestañeó sorprendida y sobre todo, preocupada. No porque de repente confiara ciegamente en él, sino por lo que decía de que si se ocupaba de llevar todos los números de su empresa, debía tener idea de lo que estaba hablando y, de última, qué ganaba él con mentirle si el trato que ella le estaba proponiendo era muy bueno, y lo sabía?

Sintió que un frío le recorría la espalda al pensar en las posibles consecuencias de eso. Que perdiera el negocio con él de manera definitiva, porque no volvería a confiar en ella... perder por ende los posibles clientes que se hubieran sumado al cambio de carrier si Dalton Enterprises se pasaba a un contrato con su empresa... la humillación de que el estúpido playboy de la escuela fuera mejor que ella en los negocios después de todo lo que había trabajado para poder demostrarle al mundo que era la mejor. Sintió que le temblaban las manos ligeramente, pero intentó que no se notara.

Las palabras de Matthew la tranquilizaron un poco, aunque no se lo tomó demasiado en serio. Le parecía que debía estarlo diciendo para ahorrarle un poco de humillación, aunque por qué querría hacer algo así alguien como él? Sabía que era un buen momento para decir algo, pero no le salía palabra y se tomó un momento para respirar y calmarse. Después de todo, como decía él, podía ser sólo un error de cálculo hecho a la ligera.

"Si esto realmente es cierto, por qué querrías seguir haciendo negocios conmigo?" Le preguntó con una expresión que parecía seria, por enmascarar el pánico que estaba sintiendo. Era como si hubiera un virus infectando su preciosa empresa y no sabía cómo manejarlo. Era algo que nunca le había pasado. "Si los números no cierran no soy confiable." Dijo sin poder evitar que le temblara un poco la voz.

En un principio, Matt aún tenía la cabeza muy metida en los números como para notarlo, pero cuando comenzó a hablar con ella del asunto, se dio cuenta de lo alterada que estaba por todo el tema y se preguntó si sería la primera vez que le sucedía algo así o si su nerviosismo se debía al haber tenido que descubrirlo justo frente a otra persona cuando intentaba hacer un negocio... o a que se tratara de él a quien aparentemente odiaba tanto y se empeñaba tanto en impresionar. En cualquier caso, comprendía el sentimiento y sintió cierta pena por ella. Por más que ésta lo hubiera fulminado con la mirada toda su vida, no le gustaba ver a las mujeres sufriendo o nerviosas o preocupadas.

La pregunta de ella confirmó en parte sus sospechas y su expresión se hizo más suave comparada con la seriedad con la que había hablado de dinero. "Don't be silly. This is not your fault!" Le dijo con vehemencia. "It has happened to every businessman in the world and it will continue to happen, Jenna. That's just human nature. It has happened to me, to Foster, to everyone." Le dijo para que se quedara tranquila, con un tono tal vez algo paternal. Se había olvidado de comer hacía rato, demasiado concentrado con lo que pasaba adentro de su cabeza, como casi siempre que tenía una comida de negocios. "You only had the bad luck to find out in an inconvenient moment, but we're not even sure there is a problem to begin with." Le dijo intentando calmarla.

Notó que Matthew había cambiado de actitud a una más reassuring, y se preguntó por qué querría intentar hacerla sentir mejor cuando ella siempre lo había maltratado... incluso ahora un poco, insultándolo insinuando cosas negativas de él y demás.

"Well it has never happened to me before!" Dijo también ella de manera vehemente, claramente nerviosa por toda la situación, que no sabía cómo manejar. "If this is true, he's sooo fired." Dijo ahora sonando enojada, como si el agarrársela con el contador por adelantado fuera a resarcirla de alguna manera por el dinero perdido. Ahora se notaba un poco más que estaba temblando ligeramente. Esa empresa era su vida, lo único que tenía, si algo le pasaba, se quedaba en la nada absoluta.

Tenía que admitir que sí era un timing horrible para darse cuenta de algo así, pero el que él lo supiera también la dejó algo más tranquila, apenas lo suficiente como para que no se pusiera completamente histérica ahí mismo. "I'm sorry this had to happen right now, Matthew." Le dijo secándose lo más disimuladamente que pudo una lágrima del ojo, intentando hacerlo con dignidad. "I didn't want to waste your time." Se disculpó todavía muy tensa, al borde de un ataque de nervios, pero manteniendo la calma a fuerza de voluntad. Sin embargo, un par más de lágrimas se le deslizaron por las mejillas rápidamente.

"It appears you're the best businessman after all." Comentó casi derrotada, evitando mirarlo y hablando en voz baja porque estaba segura de que si la levantaba, sonaría quebrada y se pondría a llorar más sonoramente. Hacía rato que había perdido todo interés en la comida. No podía comer con todo eso sucediéndole y cada vez estaba más y más segura de que él tenía razón. Pequeños fragmentos de conversación casi olvidados comenzaban a cobrar sentido ahora.

-Como me imaginaba.- Pensó él. Sonrió de manera ínfima, haciendo un esfuerzo por no sonreír divertido cuando ella empezó a agarrársela con el contador. En parte, le había hecho gracia porque no estaba acostumbrado a ver mujeres tan combativas, porque se solía juntar con las inocentes dependientes florecillas. Por otra parte, le hacía gracia el pensar que así de ridículo debía haberse visto él cuando le había pasado lo mismo y se había enojado y Jax había intentado calmarlo con razonamientos lógicos como él lo hacía ahora con ella. Lo de querer reprirmir la sonrirsa era para que ella no se lo comiera vivo, que no se la agarrara con él por pensar que se estaba riendo de su desgracia.

"No, no no. You don't want to fire him. Not yet." Le dijo en tono conspiratorio, con una expresión cómplice para que no pensara que le estaba dando lecciones de vida o algo así desde arriba de un podio, porque no era el caso. Quería que ella arreglara sus números para poder aprovechar la oferta que le había ofrecido antes, la que beneficiaría a ambos. Punto. "Calm down, Jenna. You're smart. Cool down and think straight." Le pidió intentando ser razonable, aún en voz medio baja. "When this happened to me I wanted to strangle the guy as well, but I was lucky to have a good friend of mine force me to calm down and think with my head, not my ego." Le dijo sinceramente, mirándola con seriedad a los ojos para que supiera que estaba siendo sincero.

"I'll tell you what." Dijo lo más casualmente que pudo, intentando ignorar el hecho de que ella estaba llorando y esperando que Jenna no lo comiera vivo por sugerir algo como lo que diría a continuación. Era lo mejor que se le había ocurrido en vista de que no se atrevía a decirle ninguna de las cosas que habitualmente le decía a las mujeres que lloraban, porque ella ya había dejado muy en claro que no quería tener nada que ver con él, ni siquiera recibir su simpatía asexual. Se había dado cuenta de que ella era demasiado orgullosa como para responder a cualquier cosa que no fuera ignorar su momento de debilidad. Era muy parecida a él en ese sentido, ahora que lo pensaba.

"Why don't we get together and take a long good look at your numbers to make sure this is really happening? If he really is malversing your funds, then you can gather all the evidence you need and instead of firing him, let him have a false sense of security and sue him for the money he took from you." Explicó con una sonrisa cómplice al final. "That way you'll get it all back and might even get some more for compensation, but if you fire him now, he'll make all that money disappear quicker than lightning." Le dijo mirándola seriamente. El ignorar el hecho de que ella estaba llorando le había costado mucho y le había hecho sentir un nudo incómodo en el estómago, pero la opción de que ella estallara a los gritos lo aterraba. No le gustaban las mujeres escandalosas.

Lo primero que hizo fue fruncirle el ceño cuando le dijo que no quería despedirlo. Estaba a punto de protestar molesta diciéndole que ella hacía lo que se le cantaba y que por supuesto que lo iba a despedir, cuando Matt le dijo que se calmara. Su instinto ahí también había sido el de enojarse más y gritarle, pero intentó mantenerse más o menos lúcida pensando en que él le había dicho recién que ya había pasado por eso y se dijo que sería estúpido no escuchar su consejo siendo que ya había pasado por esa. Sabía que él era muchas cosas, en general negativas, pero si había algo que estaba segura que él no era, era una persona que se dejara cagar sin encontrar la mejor manera de vengarse o salirse con la suya. Para cuando Matthew llegó a la parte del ego, ella ya se había calmado un poco más, en el sentido de que no se sentía con ganas de ponerse a gritarle a él por algo que no tenía la culpa, aunque todavía seguían cayéndole algunas lágrimas, más de frustración e impotencia y de ego herido que de tristeza y vulnerabilidad claro está. Era demasiado fuerte como para llorar como las demás mujeres y en ella, las lágrimas siempre eran de furia... salvo que alguien se muriera. -I don't deserve you being kind to me...- pensó sintiéndose un poco furiosa de tener que pensar eso sobre ÉL de todas las personas del universo. Si siempre se mostraba así de amable con las mujeres, casi que podía comprender por qué todas andaban siempre atrás de él por más que a veces fuera un engreído insoportable incapaz de serle fiel a nadie.

Se sorprendió de oírlo decir lo que dijo a continuación y se preguntó por qué estaría siendo tan bueno con ella después de que ella lo había maltratado toda la vida y mirado mal y hablado mal de él. Por un momento pensó que sería para hacerla quedar mal a ella por su actitud y demostrarle que era una mejor persona de lo que ella pensaba, pero después se le antojó demasiado bizarro e improbable... casi fuera de personaje.

"Why are you being so nice to me?" Le preguntó confundida, con el ceño fruncido y el rostro aún húmedo de lágrimas saladas que le hacían sentir la piel tensa y dura al hablar. "After I've been so mean to you all these years..." Quiso saber realmente interesada.

Él no necesitaba ser super perespicaz para darse cuenta de que ella se estaba debatiendo internamente. Incluso con lo poco que la conocía se había dado cuenta de que era el tipo de persona que explota violentamente cuando algo le molesta, al igual que él, que tardaba un segundo en pasar de la calma a la ira cuando algo lo irritaba mucho, de modo que conocía los signos. Sólo esperaba poder manejar la situación para que se mantuviera tranquila y no lo hiciera pasar vergüenza en ese lugar al que iba seguido.

La pregunta de Jenna no lo tomó totalmente desprevenido. Le parecía casi esperable de alguien como ella, tan orgullosa y segura de que era perfecta y de que él era lo peor del universo como para comprender los miles de matices grises que podía haber en una persona aparentemente buena... o mala!

"I'm not." Le mintió descaradamente, pero haciendo un muy mal trabajo at it. "I just want to make sure you put your numbers in order so we can both benefit from the new laws that are gonna be fucking with everyone else's businesses." Dijo aún haciendo un patético trabajo mintiendo. Era un excelente mentiroso, pero estaba tan preocupado de que ella fuera a darse cuenta y a enojarse y a gritar, que se había puesto algo nervioso.

A pesar de que estaba nerviosa y de que no era muy buena dándose cuenta de las mentiras, el trabajo de Matt había sido tan pobre que ella vio a través de la mentira tan obvia y frunció el ceño molesta. "Don't lie to me." Le dijo bastante ultrajada, pero sin levantar la voz. Sin embargo, lo fulminó con la mirada un momento. "I want the truth, Matthew." Le dijo molesta de tener que lidiar con eso encima de todo lo demás.

Por un momento consideró decirle la verdad, que no soportaba ver llorar a las mujeres, pero en lugar de eso, que sabía que no le gustaría ni un poco y de seguro acabaría con toda posibilidad de hacer negocios con ella en el futuro, optó por otra mentira, mejor dicha. Se tomó un momento para recuperar la compostura y prepararse para poder mentir bien, sin que se notara. Total, eso podía ser tomado como un momento de preparación antes de decirle la verdad. Podía significar cualquier otra cosa.

"I don't like being scammed. The bloke that's doing this to you might try to do the same to me or to some of my business partners in the future. He needs to pay for what he did and to be put away." Dijo con convicción. Como era algo que él sinceramente creía, no le costó sonar convencido. Era una mentira a medias. Él creía en lo que estaba diciendo y en ese sentido era sincero... pero no era la respuesta correcta a la pregunta de ella. Ésa hubiera sido que no le gustaba ver llorar a las mujeres. No podía soportarlo. Hacía cualquier cosa estúpida para que se pusieran nuevamente bien, incluso si después lo lamentaba. "You worked too hard to make your company what it is today to have someone take away what's rightfully yours." Añadió otra cosa en la que también creía sinceramente.

Afortunadamente para Matt, él había elegido mentir en lugar de decir algo que la hubiera hecho gritarle y salir corriendo del restaurante después de haberle tirado con algo contundente por la cabeza. Colgada como era, no se había dado cuenta de la mentira y, gracias a la habilidad de él y a las medias verdades, la había comprado y eso la había convencido lo suficiente. Era la respuesta 'correcta' por así decirlo.

Jenna asintió seriamente, aceptando su respuesta conforme. "Thanks for not holding this against me, Matt." Le dijo con una expresión mucho más tranquila ahora, ya sin rastros de severidad. No se había dado cuenta de cómo lo había llamado, le había salido sin pensarlo. "I should have kept better track of my money. I'll make sure it doesn't happen again." Dijo con convicción, más porque ella necesitaba escucharlo que porque quisiera que él lo supiera. Ya había dejado de llorar por completo y estaba comenzando a sentirse mejor ante la perspectiva de vengarse, de darle al contador un falso sentimiento de tranquilidad y después meterlo preso con toda la evidencia junta.

Lo que la había convencido del todo había sido cuando Matt había dicho que tal vez incluso pudiera acabar sacándole algo más de dinero como compensación. No era que quisiera un puñado de dinero extra, pero sabía que al tipo le dolería cada centavo y eso sí la hacía sentirse bien respecto de la idea. Pegarle donde le dolía.

Se relajó bastante más al ver que ella aceptaba la mentira y se calmaba. Hubiera detestado que le hiciera una escena en un lugar al que iba seguido y seguramente no se lo hubiera perdonado fácilmente. Después de todo, tampoco era una mentira por ser mala persona, sino que calculaba que era lo mejor que podía decirle. Si él le daba el gusto diciéndole una verdad que de seguro la alteraría, quién salía ganando? Nadie. Era ese tipo de verdades grises y complejas la que la gente super fijada en hacer siempre lo correcto a pesar de las consecuencias, jamás llegaría a entender como necesaria y por eso se sentía superior a ese tipo de personas.

Sonrió de manera cálida cuando ella le dijo eso. "Well, I'm sure you will from now on." Respondió con una sonrisa leve, como dándole a entender que era mejor tomarse la cosa con humor ahora que había un plan de acción formado. "So, when can we get together to take a look at your numbers?" Le preguntó lo más casualmente que pudo.