En el departamento de herbología

Era un día de semana y Matt había terminado sus clases del día. Las cosas en la empresa particular que se había montado desde el divorcio andaban bien, pero no tan bien como él quisiera. Siempre quería más, la verdad era que nunca le alcanzaba la cantidad de dinero que pudiera tener. No era que se hubiera acostumbrado a un estándar más alto de vida y que ya no pudiera alcanzarlo, porque no era el caso. La verdad era que su nueva empresa era tan buena como la anterior, puesto que había invertido mucho más tiempo y usado estrategias más agresivas para hacerla funcionar. El tema era cortar gastos, la misma historia de siempre.

Por eso estaba en el departamento de herbología. Quería hablar con algún colega que le pudiera dar una pista sobre cómo hacer eso sin disminuír la calidad de sus pociones. Entró en la oficina y se encontró con una larga cola delante suyo, así que sacó número y se sentó a esperar, con cara de embole.

Irene había llegado antes que Matt para discutir otro asunto con la gente de la facultad, aunque también se trataba de su empresa. Quería averiguar cómo hacer para conseguir más ventas para su emprendimiento. No se trataba realmente de un emprendimiento. Después de la muerte de sus padres, la empresa de la familia continuó fabricando los diseños del difunto, pero no se agregaron nuevos y con el tiempo la empresa perdió competitividad en el mercado. Al llegar a la mayoría de edad, Irene se propuso revitalizar la empresa y, dado que no se creía lo suficientemente buena inventora, salvo el ocasional hit, creó una subdivisión dedicada a algo que sí sabía hacer: cultivar plantas curativas para vender como ingredientes de pociones.

Vendía a precios muy bajos para poder competir con la empresa de Laura Foster, que era la titán del mercado en ese rubro, pero luego comenzó a importar algunos ingredientes no cultivables y sus clientes fueron creciendo lentamente. Sin embargo, se había propuesto conquistar el mercado y para eso necesitaba más clientes.

Tenía el número anterior a Matt y estaba sentada esperando cuando él se le sentó al lado. Al principio, no lo ubicó, porque no era de leer revistas de famosos como Corazón de Bruja, pero cuando finalmente ubicó la cara, se sorprendió. Era como si todas sus plegarias hubieran sido oídas. "Em... disculpe." Le dijo con la apariencia de una niñita nerviosa gracias a que aparentaba mucho menos edad de la que tenía. "Matthew Rogers?" Preguntó ya más recuperada, consiguiendo hablarle ahora de manera más seria y profesional. Conocía la fama de él y si había algo que no quería, era que intentara levantársela... mucho menos parecer una fangirl.

Enfurruñado con tener que perder su precioso tiempo ahí, Matt no se fijó que estaba sentado junto a una joven atractiva. Estaba bastante más concentrado en desearle una muerte lenta a todos los que habían tenido la ocurrencia de estar antes que él en el mismo lugar como para notarlo y, de todas maneras, se le había arruinado el humor como para estar de levante.

Giró la cabeza hacia la voz, tomado por sorpresa. Luego vio que se trataba de una joven atractiva que le sonaba conocida de algún lugar. Se preguntó si no se la habría encamado ya, en especial cuando lo llamó por su nombre... no que no fuera una figura conocida dentro del mundo mágico, pero... "Eh... sí." Dijo teniendo que hacer un esfuerzo para dejar de pensar todo eso y volver a la realidad a contestarle. Aún no podía recordar de dónde le sonaba y eso lo molestaba un poco. "De dónde te conozco?" Le preguntó sin rodeos. Si hubiera sido una ex-novia o alguien con quien había tenido algo casual, estaba seguro de que no la recordaría en absoluto. Para él, esas eran cuerpos sin rostros ni identidad y no se molestaba en recordarlas, pero a ella la ubicaba.

Claro que conocía a Matthew Rogers de la secundaria, pero no recordaba mucho de él de esos años porque era menor y siempre andaba atrás de alguna chica lo suficientemente estúpida como para salir con él. O tal vez fuera porque su mente había bloqueado los recuerdos de aquél que la había puesto enferma.

De todas maneras, se puso algo nerviosa apenas verlo y reconocerlo porque sabía quien era. Claro que no sabía en quien se había convertido con los años más allá de lo que decían las revistas, pero tampoco pretendía averiguarlo. Nada más quería un buen contrato para su empresa.

Hizo una mueca de lado al oír su pregunta. -Encima no se acuerda... el muy hijo de puta...- pensó molesta, pero sin cambiar la cara de poker. "De Hogwarts." Dijo todavía de manera algo seca y demasiado formal. No era de esas que lo veían y se ponían tontas. "Tú bateaste la bludger que me dejó un mes en coma." Le refrescó la memoria intentando que no se notara el resentimiento en su voz.

En cuanto ella mencionó el castillo, los recuerdos lo golpearon inmediatamente. También él había suprimido esa parte de su historia aparentemente, puesto que la culpa de haber dejado tan mal a la muchacha lo había perseguido por años. A pesar del enorme control que tenía sobre sus facciones, se le notó enseguida que estaba muy apenado y que el incidente aún lo hacía sentirse culpable. Incluso bajó la mirada avergonzado y se humedeció los labios nerviosamente, sin saber qué decirle después de todo ese tiempo.

"Irene Addler..." musitó en voz baja, mortificado. "Realmente lo siento." Le dijo ahora levantando la mirada hacia ella para sostenérsela y que supiera que era sincero. "Esa pelota ni siquiera iba dirigida hacia ti... se suponía que golpeara a Turpin." Explicó volviendo a bajar la mirada. Se preguntó si querría venganza después de tantos años o qué y comenzó a pensar en una excusa para irse de ahí antes de que la cosa se pusiera más incómoda.

Se sorprendió de ver que parecía realmente mortificado por lo que había pasado, aunque se dijo que de seguro estaba mintiendo y poniéndose en víctima, como todo buen Slytherin. Ella lo había resentido durante años cuando las secuelas del golpe la habían puesto en situaciones incómodas de todo tipo. Le sorprendió aún más el ver que se acordaba de su nombre siendo que nunca habían salido ni habían hablado demasiado.

"Eso no lo sabía..." pensó en voz alta, dándose cuenta de que había dicho sus pensamientos en voz alta un segundo después de haber hablado. "Quiero decir... dijiste lo mismo en el hospital, cuando viniste a disculparte, pero pensé que era sólo una excusa." Admitió haciendo gala de su honestidad brutal.

"El golpe me causó epilepsia. Espero que por lo menos hayas tenido la decencia de dejar el Quidditch después de lo que pasó." Le dijo bastante en serio pero con un tinte de broma en el fondo de lo que decía, como para que no sonara tan agresivo.

Levantó las cejas al oírla decir eso. Él tampoco recordaba qué era lo que le había dicho en el hospital y apenas si registraba haberla ido a visitar después del accidente. Seguramente aquello había sido idea de su santa madre, porque él no hubiera tenido suficiente coraje para hacer algo así jamás. De todas formas, no iba a admitir eso y negó con el mismo aire contrito que venía poniendo. "Es en serio."

Por un segundo ojeó de reojo la sala para ver si había mucha gente mirando la conversación de ellos, aunque se había cuidado de mantener la voz baja. Afortunadamente para él, no había nadie que les estuviera prestando atención y se dio por satisfecho en ese sentido.

Volvió a sorprenderse de oír que el accidente le había dejado secuelas y se sintió realmente mal por ella. No había hecho nada para merecerlo, ni siquiera le había hablado en toda la secundaria como para resentirla. Ella era demasiado cerebrito para ser de su tipo cuando había otras más fáciles. Porque si hubiera sido algún enemigo suyo no le hubiera importado pegarle bien duro y dejarlo tonto de por vida.

En realidad había seguido jugando después de eso, pero prefería no entrar en detalles. Se le hacía que la mujer tenía motivos para odiarlo y podía ser peligrosa... prefería salir de ahí caminando en la medida de lo posible. "Te pido disculpas nuevamente. No fue mi intención en absoluto." Le dijo seriamente, mirándola a los ojos. "I wish I could go back and just aim somewhere else."

"Es bueno saberlo. Me quita un peso de encima." Le dijo con el primer atisbo de sonrisa desde que comenzaran a conversar. No es que magicamente pensara que él era un santo, porque sabía mejor que eso, pero el que hubiera repetido lo que le había dicho tantos años atrás, le daba la pauta de que por más malo que pudiera ser, en ese momento le debía estar diciendo la verdad.

"Está bien. Ya no importa. Pasó hace mil años y no puede solucionarse." Dijo como queriendo dejar el tema de lado, pero mostrando mejor predisposición hacia él de lo que había mostrado antes. No como una de las fangirls de él, desviviéndose por complacerlo y llamar su atención, pero sí había bajado un poco la guardia y dejado las miradas asesinas de lado.

"En realidad quería hablarte de otra cosa." Admitió volviendo al tono businesslike pero ya no tan formal como antes, donde se notaba que claramente quería poner distancia. "Tengo una propuesta de negocios para hacerte." Fue directo al grano, pero se apresuró a agregar: "No tienes que aceptarla por lástima. Sólo quiero que la escuches y tomes una decisión basada en lo que le convenga a tu empresa." Le dijo con el rostro muy serio, para que supiera que no estaba bromeando y que tampoco esperaba limosnas.

Asintió brevemente, bastante serio porque no sabía cómo tratar la situación y, por otra parte, se tomaba las lesiones cerebrales muy seriamente por su propia experiencia y por lo que había pasado con su ex-esposa ((porque acá está divorciado de Steph... acordamos con ella que eventualmente se entera de que se acostó con Lizzy y le hace una tremenda escena y se va a la goma)).

Volvió a asentir perdido en la conversación. Era algo que no le sucedía seguido a él que siempre sabía qué decir para caer bien parado, pero la verdad es que el quedarse sin respuestas lo hacía ponerse extremadamente incómodo. No estaba acostumbrado a sentirse culpable, porque la mayoría de las cosas de las que se lo acusaba le importaban tres bledos y no registraban como 'malo' en su cabeza.

Justo su cerebro saltó a preguntarse entonces qué quería si no era disculpas y venganza, cuando ella le dijo que quería hablar de otra cosa. "Te escucho." Le dijo francamente picado en la curiosidad. Levantó un poco las cejas cuando ella le dijo eso y se preguntó si no habría inventado lo de la epilepsia para que le dijera que sí a cualquier cosa, pero después vio la manera tan seria en que le decía que lo único que quería de él era que la escuchara y asintió también seriamente. "Fair enough." Concluyó.

"Pero vayamos a donde podamos hablar en privado." Propuso de manera más bien imperativa. "No me gusta discutir negocios en público." Dijo con seriedad. Él también estaba en modo de negocios y era totalmente diferente del hombre que se hacía el galante y se deshacía en sonrisas y elogios para conseguir llevar a la mujer de turno a la cama. Si ella quería hablar de negocios trataba toda la situación como trabajo y, por otra parte, ella nunca había sido su tipo. Siempre le había parecido demasiado seria y aburrida como para llamarle la atención. Se le hacía que no debía saber cómo entretenerse. "Déjame invitarte a cenar. Hay un restaurante muggle donde nadie jamás molesta." Sugirió poniéndose de pie para marcharse. De todas maneras había demasiada gente ahí para su gusto y no quería perder el tiempo haciendo cola si podía tener una oportunidad laboral que tratar.

((Bueno saberlo ;))

Irene asintió seriamente cuando él le dijo 'fair enough'. Que la escuchara era todo lo que pedía de él y tenía que admitir que era una suerte habérselo encontrado ahí cuando había ido a buscar información sobre cómo hacer tratos con los peces gordos... ahora estaba hablando con uno que para mejor estaba dispuesto a escucharla. -Es mi día de suerte.- No pudo evitar pensar para sus adentros. Por más que le cayera mal Matthew con el historial de don juan que tenía (algo que ella odiaba específicamente) y lo que le había hecho, dinero era dinero sin importar de dónde viniera y él era tan buen inversor como cualquier otro.

Lo que él dijo le sonó todas las señales de alerta. No quería que intentara levantársela, por lo que le clavó una mirada algo molesta, algo inquisitiva, como para ver si lo decía como don juan o como empresario, pero al ver la seriedad en él acabó por bajar la guardia nuevamente. Si tenía que ser justa con él, tenía que admitir que nunca se le había insinuado, ni una sola vez en todos esos años de escuela juntos, así que asumía que simplemente no era su tipo o que debía de entender la indirecta de que ella no era ese tipo de mujer, por las miradas de desagrado que siempre le había dirigido para mantenerlo a raya.

Finalmente asintió varios segundos después, claramente a regañadientes. "Está bien." Dijo poniéndose de pie a su vez para seguirlo fuera del departamento de herbología y por los pasillos. El silencio entre ellos se le antojó incómodo siendo que no tenían absolutamente nada en común, así que dijo lo primero que le vino a la cabeza para que la cosa no se pusiera incómoda. "So... qué es de tu vida a demás de tener una empresa de pociones?" Le preguntó de la manera más casual que pudo, intentando mostrarse más o menos amable con él porque no daba que lo tratara mal y con desprecio mientras intentaba convencerlo de que invirtiera en ella.

((Jajaja están todas pendientes a ver qué hago))

Matt salió de la sala y anduvo por los pasillos del castillo, siguiendo el camino más directo hacia la salida mientras hablaban. La pregunta lo tomó desprevenido, pero no pudo sino sonreír divertido al oírla. -Si tú supieras...- pensó con cierta ironía, que era lo que había motivado esa sonrisa en primer lugar.

"No mucho..." Dijo con tono de broma, intentando no parecer agobiado. "Me casé, tuve una hija, enviudé... después resulta que mi hija estaba viva y ahora disputamos la tutela con sus bisabuelos." Resumió con una mueca ladeada y un tono irónico que rozaba lo cínico. Eran temas delicados para él que no le gustaba discutir con la gente, pero en vista de que los medios venían siguiendo la historia de su vida desde que se casara con la hija del magnate Dalton, él tenía permiso para aludirlo... de hecho, lo hacía así con ironía para que se diera cuenta la gente de que le molestaba que la prensa se la pasara hablando de él y que no quería hablar del tema... era como una advertencia.

"¿Tú?" Preguntó medio en broma, aún con la mueca torcida de ironía en su rostro, como si estuvieran hablando del clima y ahora le tocara a ella el turno de dar su opinión al respecto. Si hacía eso y pasaba la pelota, quedaría del todo claro que no quería hablar de su vida privada, que era un desastre.

((Y bueno... el precio de la fama, querido))

Rene no pudo menos que apreciar la ironía de lo que Matt estaba diciendo y sonreír de lado ante la obra maestra del sarcasmo que tenía delante suyo. Le pareció muy hábil y casi que lo admiró por la manera en que se había manejado, aunque eso no quería decir que de repente hubiera caído en sus redes y estuviera rendida a sus pies. Nada más lejano de la verdad. Nada más admitía que después de todo no era una bola de defectos completa, sino que tenía sus puntos fuertes, como todo el mundo. Una agradable sorpresa el encontrarse con que podía tener un humor que a ella le resultaba gracioso, por así decirlo. Estaba muy determinada a mantenerlo bien a raya, tanto como lo había estado en la secundaria. Detestaba a los hombres como él y lo quería lo más lejos de su vida personal posible y pensaba dejarlo en claro en cada oportunidad posible. Nada más que no tenía por qué ser descortés en el proceso... como ya dijo, quedaba mal si quería que él invirtiera en ella.

El pequeño discurso de Matt había logrado sorprenderla. Como ella no era de sus fanáticas y no le estudiaba la vida de memoria, se había perdido su divorcio y demás detalles de su vida privada que le hubieran resultado útiles... por ejemplo, si hubiera sabido que ahora estaba armando su propia empresa en lugar de seguir siendo el principal de Dalton Enterprises, no hubiera perdido su tiempo ofreciéndole un trato, pero tal vez no estuviera todo perdido. Tal vez pudieran beneficiarse mutuamente del arreglo o algo así. Por otra parte, le había sorprendido mucho que se hubiera casado y más aún que tuviera una hija. El playboy que él recordaba jamás se hubiera decidido a sentar cabeza, aunque presentía que podía haber habido algo de interés considerando con quién se había casado. Hasta que por un momento consideró si no habría intentado matar a la mujer, pero después descartó la idea. No quería ser tan paranoica. Era una mala tendencia de ella que nunca la llevaba a ningún lado bueno.

"Er..." No supo qué contestar. La paranoia quería ganar terreno diciendo que como ella también era heredera de una fortuna él la quería como siguiente target en vista de que las cosas habían fallado con Dalton, pero se tuvo que recordar que había sido ella quien lo había buscado, porque él la había ignorado toda la vida.

"Same old, same old..." Dijo simplemente. No se le ocurría qué contarle y, ahora que lo pensaba, no había estado haciendo nada del otro mundo desde que salieran de la secundaria. Eso le recordó otra cosa. "Por cierto... aún te sigues hablando con Theresa Campbell?" Le preguntó esperanzada. Ambas habían sido inseaprables en la secundaria y habían dejado de hablarse en algún punto más tarde y después habían perdido contacto.

((Cierto es.))

Rió brevemente cuando ella se quedó sin saber qué decirle y eligió esa salida. Le había parecido relativamente bien jugado para alguien que no tenía nada que contar, casi como si el primer cuelgue hubiera sido premeditado para añadir efecto dramático. No se imaginaba que ella ya lo estaba pintando como un asesino de esposas en su cabeza. Era demasiado ególatra como para considerar que alguien podía no amarlo.

La pregunta de ella le robó una sonrisa sincera y cálida. No las sonrisitas de ganador que se las sabe todas que usaba para levantarse a las mujeres, sino una que era cien por ciento real. "Sep. Es como una madre... no me la podría quitar de encima ni aunque quisiera!" Bromeó de buena gana, porque sabía que adoraba a su amiga y que la cosa era mutua.

Recordaba que ambas pasaban mucho tiempo juntas en Hogwarts y se preguntó cómo podía haberse olvidado de ella después de oír a Tessa mencionarla tantas veces años atrás. -Debe ser porque hace mucho que no la nombra- Pensó. "¿Por qué? ¿Extrañas a la otra leona?" Le preguntó recordando el apodo que ambas tenían a causa de sus melenas ruludas "las dos leonas de Hogwarts".

Ella también rió brevemente al oír el comentario de él. Sabía exactamente a qué se refería, puesto que había convivido con Tessa lo suficiente como para comprenderlo. "Parece que no hice tan buen trabajo como hija..." Opinó siguiendo la metáfora de él, pero con la vista en el frente, para que no se notara que la ponía un poco triste el recordar que ya no estaban juntas, que efectivamente se la había sacudido de encima de alguna manera. "Ya ni recuerdo por qué fue que nos peleamos, a decir verdad." Le dijo sin poder evitar sonar arrepentida de no haber continuado con la relación.

"Las dos leonas de Hogwarts..." repitió ella con nostalgia, la mirada perdida en sus recuerdos. Ni siquiera recordaba por qué habían dejado de hablarse. Debía haber sido una pelea bastante estúpida ahora que lo pensaba. Se había dejado llevar tanto que no respondió a la pregunta de él.

Sonrió de lado, apreciando la ironía del asunto aunque no era una sonrisa feliz, sino más bien una mueca compasiva, si bien irónica. "Entonces no debe haber sido importante." Repitió la frase que su madre le había taladrado en la cabeza incontables veces.

La falta de respuesta de ella contestó a su pregunta mejor de lo que Irene podría haberlo hecho y sintió pena por ella. Si él se hubiera alejado de Jackson durante los años de seguro lo extrañaría también. "¿Quieres que te averigue si sigue molesta?" Le preguntó pensando más en el favor que podía estarle haciendo a su amiga en caso de que también quisiera reencontrarse con Irene que en la muchacha a quien no conocía demasiado. No era tan filántropo como para hacerle favores a desconocidos, en especial si no se quería acostar con ellos como era el caso. "Trabajo con ella en Hogwarts. La veo todos los días." Explicó más para que se entendiera que no era algo difícil de hacer que para vanagloriarse de que él todavía estaba con Tessa y ella ya no.

Ella giró el rostro hacia él por primera vez desde que salieran del departamento de herbología y sonrió de manera sincera, casi agradecida de que le estuviera diciendo eso. Luego de sostenerle la mirada un par de segundos, volvió a mirar al frente. "Supongo que tienes razón... pero la verdad es que no lo sé... si tan sólo pudiera acordarme..." dijo medio para ella, medio para él.

Volvió a girarse hacia él, esta vez sorprendida. No se hubiera esperado que le ofreciera algo así y lo miró para ver si estaba sonando a levante, pero no le pareció el caso en absoluto y se preguntó si ella lo habría estado juzgando terriblemente mal todos esos años o simplemente habría cambiado después, a fuerza de palos de la vida. Se decidió no pensar más en el tema, porque todo podía ser una de sus armas de seducción y no quería tener que ubicarlo en su lugar, así que mejor sería no provocar que se saliera de línea.

"¿Podrías hacer eso? La verdad es que la extraño." Le dijo sinceramente. Las mujeres tendían a ser totalmente sinceras con él en general, pero estaba segura de que eran impulsadas por la fachada de winner que recordaba haberle visto ponerse encima en la secundaria y no la persona que estaba viendo en ese momento delante suyo, la cual parecía sincera de momento. Tal vez cuando él se encontraba con un mujer con la que no quería encamarse era una persona agradable... eso explicaría por qué su amiga siempre lo había descripto como un buen chico cuando para ella era horrenda su actitud hacia las mujeres. "Nunca más pude conectar con ninguna otra amiga como con ella." Explicó algo avergonzada de estarle diciendo esas cosas, pero le parecía un precio pequeño a pagar por recuperar a su amiga perdida.

"Así que estás de profesor..." cambió de tema para dejar de sentirse expuesta y vulnerable, algo que odiaba en general pero más frente a alguien como él, que se aprovechaba de las mujeres en ese estado para trincárselas cuando se sintieran seguras por sus comentarios calculadores. La verdad la había sorprendido enterarse de eso. "No te hacía con perfil de docente, la verdad." Le dijo honestamente, dejando ver su sorpresa porque le parecía que ponía un límite, le daba a entender que no lo veía como perfecto y amante de los chicos, sino que veía a través de él. "¿Qué estás enseñando?" Preguntó por curiosidad genuina.

Sonrió débilmente, reprimiendo una sonrisa mayor al darse cuenta de la actitud que ella tenía para con él. Notaba que estaba como muy a la defensiva, como siempre lo había estado en la secundaria y se preguntó por qué pensaría tan mal de él. Notaba que aunque intentaba ser simpática y educada, aún ponía mucho esfuerzo en marcar distancia cuando en general las mujeres se esforzaban por lo opuesto y se preguntó si sería algo personal contra él por haberle lastimado la cabeza o si tal vez era una de esas minitas a las que le molestaban los galanes empedernidos como él. Finalmente, se inclinó por la segunda opción, porque recordaba la actitud fría de ella desde antes del accidente de la bludger, y porque se le hacía que pegaba con el tipo de nerd cerebrito estudiantil que era el perfil de ella en su cabeza.

Había reprimido esa sonrisa porque no quería que se enojara con él o se lo tomara a mal, pero la verdad es que le resultaba casi tierna la manera en que ella se esforzaba tanto en poner distancia entre ellos como si él fuera a saltarle encima y a violársela al primer signo de simpatía que él mostrara o algo por el estilo y se le antojó que la muchacha estaba un poco chilflada. -Tal vez quedó peor del golpe de lo que ella misma piensa- Broméo con él mismo.

"Mira, dudo que Tess siga molesta contigo después de todo este tiempo... sea lo que fuere que haya sucedido." Le dijo sinceramente. "Sé que es una persona bastante rencorosa, pero se llevaban tan bien que creo que a ti te perdonaría cualquier cosa... a demás anda tan sola últimamente... tiene amigos, sí, pero no tiene más amigas como antes. No sé qué le habrá pasado cuando salió de Hogwarts... se alisó completamente después de que Jax la dejó plantada en el baile." Explicó con cierta pena, como siempre que pensaba en esa faceta de la vida de Tess. Deseaba algo mejor para ella.

"Seguro." Le dijo con una sonrisa cálida y sincera, pero a la vez comedida. Le daba bastante pena también ella, que parecía no estar mucho menos sola que Tess. -Tal vez sean lo que la otra necesita.- Se dijo mentalmente. "Hablaré con ella." Prometió con un asentimiento.

Entendía a lo que ella se refería. Él se llevaba de maravillas con Jax. Tenía otros amigos pero a él lo adoraba. Lo entendía de maneras que otros amigos no lo comprendían para nada y encima de todo lo aceptaba como era sin intentar cambiarlo o aleccionarlo y siempre lo había salvado cuando necesitaba ayuda.

"Sep. ¿Quién lo hubiera dicho, no?" Preguntó con una sonrisa leve y divertida, causada por la acusación implícita de ella que después se hizo explícita, haciendo que su sonrisa se ampliara y ladeara. "Sehh, ya sé. No parezco el tipo de persona que quieras alrededor de un montón de jovencitas hormonales," Admitió bromeando con la fama que sabía que tenía a modo de experimento controlado, para ver cómo reaccionaba ella cuando sacaba abiertamente el tema que estaba flotando en el aire todo ese rato por la manera en que ella se distanciaba de él. "Pero créeme que me tomo mi trabajo muy en serio y tengo que admitir que me gusta lo que hago. Estuve varios años enseñando pociones y ahora que finalmente conseguí el puesto de DADA que tanto quería... me doy cuenta de que lo extraño." Comentó como si fuera cómico y la verdad le resultaba un poco irónico.

Le llamó la atención que le dijera todo eso como si fuera un amigo preocupado por ella o algo así cuando ni se conocían ni nada. Asumió que lo haría por Tessa, pero de todas maneras, le shockeó verlo comportarse como una persona bastante más cálida y accesible que lo que ella recordaba... y ni que hablar de cómo lo pintaban las revistas y, por un momento se preguntó si no habría crecido ya y pasado esa etapa y no sería todo culpa de una reportera (o dos, o tres) despechada/s con la suficiente determinación a vengarse como para hacerle mala prensa. Luego se dijo que era algo peligroso de pensar y apartó la idea de su cabeza, aunque el verlo comportarse como un hombre normal la desconcertaba bastante y la dejaba sin libreto. Se sentía un poco tonta poniéndose tan a la defensiva y esforzándose por poner tanta distancia entre ella y alguien que no parecía un don juan megalómano sino un tipo bastante comunacho si uno se olvidaba del dinero que tenía. Su paranoia apareció para decirle que tal vez hubiera refinado su técnica con los años y ahora las cazara de esa manera y decidió no bajar la guardia.

Se sorprendió abiertamente de escuchar que Tessa andaba muy sola en cuanto a amigas y apretó un poco los labios cuando llegó a lo de Jax. "Sí... recuerdo que le pegó muy duro. Pobre mujer... siempre se hizo tantas ilusiones con él... aunque francamente jamás entendí qué le veía, pero bueno. De todas formas no se merecía que la dejaran plantada de esa manera." Opinó sinceramente. Creía que como era un tema neutral, podía decirle lo que pensaba y, de todas maneras el que pusiera distancia entre ambos no quería decir que todo lo que dijera fuera una mentira tras otra porque tampoco era su estilo y no le gustaba mentir. Al menos se sentía más tranquila de saber que él, que la conocía bien, pensaba que la perdonaría.

"Gracias." Le dijo mirándolo un momento a los ojos con una sonrisa agradecida, pero no embobada, sino totalmente firme en su idea de mantener distancia entre ellos. Mentalmente, se maldijo por estarle debiendo cosas. Si había algo que no quería y que ciertamente no necesitaba era deberle favores a un tipo como ese. -Es por Tessa...- se repitió.

El comentario le robó una sonrisa irónica e involuntaria que fue bastante elocuente. Ella había querido respaldarla con palabras, pero tampoco le pareció que ser descortés fuera ideal en ese momento. "Bueno... conste que no fui yo quien lo dijo, eh?" Dijo entonces, con una sonrisa como si fuera una broma. Era el compromise entre quedarse callada y ser descortés. "Cierto que eras una luz con las pociones!" Dijo cayendo recién en la cuenta. Sabía que lo era, pero por alguna razón le estaba costando relacionar lo que sabía de él ahora con lo que se acordaba de la secundaria. Parecía tan cambiado, tan regenerado y convertido en una persona decente que le costaba unir una cosa con la otra, pasado y presente. "Por alguna razón no se me ocurrió relacionar al magnate de las pociones con el chico que sacaba puros diez en la escuela." Dijo con un encogimiento de hombros. Ella era así de colgada a veces y no por el golpe que él le había puesto... ya venía de antes.

Él también esbozó una sonrisa de lástima al pensar en la situación de Tess. "Seguro que no, pero Jax tenía un motivo totalmente válido... ya te contará ella." Dijo casualmente, no como si fuera una excusa para defender a Jax. No quería traicionar el secreto de su amiga, no por lealtad, porque eso no era algo que a él le importara mucho, sino porque le tenía tanto miedo a la ira de su amiga, que prefería no hacer nada para provocarla y estaba seguro de que contarle sus intimidades a todo el mundo estaba en la lista de cosas que la enojaban.

Asintió con una pequeña sonrisa sobria como diciendo 'de nada', pero no dijo nada más sobre el asunto.

Sonrió de lado ante la acusación de ella, como aceptando la estocada, aunque no le había parecido especialmente brillante y le había resultado un tanto predecible, casi un clásico. El siguiente comentario le arrancó una carcajada honesta. "¿Siempre fuiste así de cuelgue?" Le preguntó sinceramente cuando dejó de reírse, todavía bastante entretenido por que no hubiera recordado eso pero sí supiera que se ganaba millones vendiendo pociones. La respuesta le pareció válida. Él sabía que había cambiado. Tal vez no en esencia, pero sí se había vuelto más... era difícil explicarlo. Más considerado? Más humano? No quería ponerse a pensar en él mismo mucho más allá de eso. "Sí, bueno... la vida te corrige a los palos..." Admitió con una mueca de desagrado, sin entrar en demasiados detalles. "Si me hubieran dicho en la secundaria que iba a ser como soy ahora, todas las cosas que hice y las que me pasaron no lo hubiera creído... o me hubiera tirado de la torre de Astronomía." Comentó con una mueca ladeada, como una broma bastante cínica, pero era cierto.

Lo había dicho más para él mismo que para ella, pero era el comentario de ella el que lo había puesto a pensar en él mismo y en su vida, cosa que en general intentaba no hacer.

En un principio también ella pensó que lo estaba diciendo para justificar a su amigo, porque ella recordaba que eran inseparables, pero cuando le dijo que ella le contaría asumió que debía haber más to the story que lo que se veía a simple vista y que tal vez el muchacho sí hubiera tenido un motivo válido para plantarla así, aunque no se imaginaba nada tan serio como lo que realmente había pasado.

Sonrió simpatizando con la hilaridad de él, aunque se ruborizó un poco cuando le hizo esa pregunta. No era el rubor de la moza enamorada, sino de la persona orgullosa que se siente humillada y no sabe cómo salir de esa situación. "Sep. Siempre." Le dijo con una mueca resignada a la humillación que había padecido. Después de todo, era parte de su personalidad el ser cuelgue, el que él lo hubiera descubierto nada más era inconveniente. En otras circunstancias se hubiera reído y todo pero no estaba entre amigos, estaba con un hombre que siempre le había parecido peligroso para las mujeres. "No es nada que me hayas descolocado en la cabeza con esa bludger, quédate tranquilo." Le dijo con una pequeña sonrisa, más tranquila ahora que se sentía a mano después de ese comentario suyo.

Ella lo sabía, pero le sorprendió que él también fuera consciente de ello. Siempre le había parecido el tipo de persona que jamás crecería y que no alcanzaría la madurez mental ni aunque viviera millones de años. Aparentemente se había equivocado, si bien aún no quería declararlo normal. La imagen del playboy estaba demasiado arraigada en ella como para arriesgarse y, después de lo que le había sucedido en quinto año con otro compañero de escuela que la había engañado y cambiado por otra, nunca más se había atrevido a confiar en hombres. Salía con ellos y todo pero no confiaba, sólo los usaba para que no la usaran a ella.

"¿Tengo que asumir que la vida te molió mucho a palos? Estás irreconocible." Se atrevió a decir en voz alta más que para halagarlo, para ver si podía hacerlo hablar más al respecto y así adivinar sus verdaderas intenciones para con ella o si realmente había cambiado.

Levantó las cejas impresionado por la respuesta de ella, pero aún con una sonrisa en los labios y asintió como quien dice 'mirá vos'. "Debes ser entretenida de tener cerca." Le dijo entonces, aún sonriendo un poco divertido, aunque intentó enseriecerse rápidamente para que ella no pensara que esa sonrisa era de levante, porque era consciente de que se le parecía un poco. Volvió a reír de manera más comedida. A pesar de que el tema era serio, la manera en que ella lo había dicho, la forma en que lo había tratado, le había hecho gracia, le parecía simpático. Realmente era divertida de tener cerca. En general se moría de aburrimiento con las mujeres con las que salía. La mayoría de las veces las entretenía él a ellas y diciendo las palabras justas para conseguir interesarlas en él. Salvo con Tessa, no le solía suceder encontrar a una mujer divertida.

Volvió a reír brevemente, aunque no le resultaba del todo graciosa su situación sino más bien irónica y era risa de sarcasmo. "Lo suficiente." Dijo solamente, con una mueca como de que había un secreto más grande atrás de eso que estaba escondiendo y no quería revelarlo. -Aunque dudo que haya cambiado tanto...- se dijo a sí mismo, sabiendo que era mejor no decirlo en voz alta. "Aunque supongo que algunas cosas nunca cambian..." eligió decirlo de manera más suave, pero sin especificar. Que lo interpretara como quisiera.

Giró el rostro hacia él, intentando descifrar si lo decía sinceramente o si se le estaba riendo en la cara. No logró ponerse de acuerdo, pero le pareció que debía tratarse de la segunda opción, porque se había apresurado a enseriecerse, como si no quisiera provocar su ira o algo así. Le molestó un poco que le dijera eso a la cara, pero lo dejó pasar por los negocios.

Volvió a preguntarse de qué estaría hablando exactamente, pero entre lo de recién y ésto, le pareció que le estaba dando a entender que todavía era quite the ladies man o algo por el estilo y asintió medio secamente, decidiendo entonces que mejor tomaba distancia y mantenía su coraza bien alta en vista de que él mismo le estaba diciendo que no había cambiado tanto. Prefirió no preguntar más al respecto. Cuanto menos supiera, mejor. "Supongo que eso es válido para todo el resto del mundo..." añadió por decir algo, para no quedar como una maleducada que no contesta.

Salió por las puertas del castillo cuando llegaron a éstas y pensó con tristeza que aún tenían que caminar todos los terrenos antes de poder desappararse. ¿De qué iba a hablar con él durante todo ese rato? Se preguntó intentando encontrar un buen tema de conversación que sea lo suficientemente superficial como para no ponerlos incómodos y que durara todo el camino. La verdad que deseaba hablar de negocios ahí y en ese momento y ya sacarse el problema de encima.

Afuera, en los terrenos, casi no había gente. Era un horario en que la mayoría de las personas estaban en clase, así que era lógico. "Bueno... los terrenos parecen estar lo suficientemente desiertos. ¿Seguro que quieres ir a un restaurante muggle? Estoy seguro de que un tipo ocupado como tú debe tener mejores cosas que hacer que comer conmigo." Le dijo tal vez demasiado honestamente, pero la idea de quedarse a solas con él más rato la ponía nerviosa.

Asintió cuando ella dijo que era válido para todo el mundo. Es exactamente lo que a él le parecía, aunque el que ella esperara que estuviera a la altura de lo que había sido a los quince años la verdad le parecía un poco estúpido de su parte. Puede que no hubiera cambiado radicalmente, pero todo el mundo cambia y madura en trece años.

Se sorprendió de oírla decir eso y le hizo un poco de gracia, de manera que no pudo menos que preguntarle "De todas formas tengo que comer... como todo el resto de los seres humanos, pero si estás tan desesperada estás por alejarte de mí, tal vez quieras tomarte el tiempo de pensar si realmente quieres hacer negocios conmigo." Era un comentario un poco agudo, lo sabía, pero le había salido del alma. No estaba acostumbrado a ser tratado de esa manera por una mujer, como si tuviera la peste o algo así, y el esfuerzo que ella ponía en mantener distancia no podía menos que hacerle gracia. Había estado trabajando con mujeres sin tener nada con ellas, y nunca se habían comportado de esa manera, simplemente lo trataban de manera normal y cuando él había intentado algún avance, lo habían rechazado educadamente. Fin de la historia. Recordaba que ella había sido de la misma forma en la secundaria y se preguntó si no sería que en el fondo le gustaba él y tenía que poner todo ese esfuerzo para recordarse que no le convenía meterse con un tipo así.

El comentario se lo había hecho con honestidad, mirándola tranquilamente a pesar de que le había hecho gracia, nada de sonrisitas graciositas ni simpáticas, para que supiera que hablaba en serio, que podía tomarlo en serio como hombre de negocios incluso si no lo podía tomar en serio como persona.

Se sintió un poco tonta de haber dicho eso en su apuro por alejarse de él cuando era obvio que de seguro él necesitaba comer tanto como cualquier otra persona y que, a pesar de que había intentado hacerlo sonar como consideración hacia la agenda apurada de él, no había hecho más que sonar desesperada por salir corriendo lejos suyo.

Le pareció que las palabras de él eran muy ciertas y a pesar de que era muy orgullosa y se moría por llevarle la contra, tuvo que bajar la cabeza y asentir avergonzada, admitiendo su derrota. "Tienes razón. Lo siento. Fue muy descortés de mi parte, Matthew." Admitió ahora mirándolo para que supiera que estaba siendo sincera. La verdad es que las suposiciones de Matthew eran ciertas. Ella siempre lo había encontrado muy atractivo pero al mismo tiempo detestaba a los hombres que, como él, se la pasaban jugando con los sentimientos de las muchachas y cambiando de novia más rápido que de ropa interior. Por eso había dejado bien en claro que lo detestaba en aquella época y pensaba hacer lo mismo ahora, porque sabía que si él le empezaba a tirar sus poderes mágicos y sus encantos, se rendiría más fácil que una mosca al dulce.

Pareció debatirse con las palabras un momento antes de volver a mirarlo para darle la explicación que se merecía, una que no incluyera sus sentimientos, claro está. "No es que esté desesperada por alejarme de ti" comenzó a pesar de que era una mentira recalcitrante hecha sonar como verdad. "lo que sucede es que... bueno, no es por darle crédito a los medios cuando dicen que eres quite the ladies man," explicó para que no pensara que le estaba dando el cold shoulder por cholula y que no pensaba por ella misma. "pero te ví comportarte como un desconsiderado con varias docenas de mujeres durante toda la secundaria." Explicó pensando que había hecho un bastante buen trabajo en describir la situación sin que sonara demasiado mal. Era todo lo bien que podía hacerselo sonar, creyó.

"Y si bien realmente creo que nuestras empresas podrían beneficiarse mutuamente si acordamos un precio justo, no me gusta mezclar los negocios con mi vida privada... no quiero tener soportar a Mr. Sunshine tratando de hittear on me." Explicó lo mejor que pudo, sintiendo que en esa parte no había hecho un trabajo tan bueno.

"Está bien. No pasa nada. Lo entiendo." Le aseguró con calma. Estaba siendo sincero. Comprendía que para una mujer inteligente a independiente él debía parecer un estúpido del que había que mantenerse lo más lejos posible... por eso mismo él no se acercaba a ese tipo de mujeres.

"Pues entonces tengo que decir que vienes haciendo un excelente trabajo en ocultarlo." Le dijo con una leve mueca ladeada, que no era de las chispitas, sino simplemente irónica. No pudo menos que reír un poco cuando le dijo eso de los medios y cómo lo había visto comportarse a lo largo de los años y por alguna razón le había hecho gracia que ese fuera su argumento de todas las cosas en el mundo.

"Es cierto." Tuvo que admitir porque era demasiado harto conocido como para intentar ocultarlo y, de todas maneras qué ganaría? Le importaba tres cuernos lo que la gente pensara de él. "Tengo esa puta costumbre..." Admitió con una sonrisa leve, como de quien fue agarrado con las manos en la masa aunque sus ojos no sonreían. La fama de mujeriego la había pagado muy cara en los últimos años. De todas maneras no tenía nada para esconder. Él era lo que era y punto si a ella no le servía, de todas maneras no era él quien estaba desesperado por un contrato.

Asintió cuando ella le dijo con bastante tacto que lo consideraba poco profesional. Eso también le hizo un poco de gracia. Como si él fuera a mezclar una cosa con la otra. No era tan tonto, si lo fuera no hubiera hecho tanta plata con una empresa que estaba a punto de quebrar. "Entiendo tu punto." Le dijo con tranquilidad. "Pero no te preocupes. No tendrás que tratar con Mr. Sunshine." Le dijo seriamente. "Me tomo mi trabajo muy en serio y no me gusta mezclarlo con mi vida personal... Nunca me meto con gente del trabajo." Le aseguró.

"Y si te deja más tranquila, eres demasiado independiente e inteligente para salir con alguien como yo... y tampoco tengo ánimo para el levante a decir verdad" Dijo ahora de modo un tanto más sombrío, humedeciéndose los labios inconscientemente antes de agregar. "La mujer de mi vida se casa con un noruego la semana que viene." Añadió de modo aún más sombrío, pensando que seguramente a ella le serviría saberlo, para quedarse tranquila de que no intentaría nada.

A pesar de lo estúpida que se sentía por su paso en falso, el comentario de él la hizo reír con ganas. La había tomado por sorpresa. Luego le llamó la atención que admitiera tener un problema con las mujeres, porque sinceramente había pensado que lo negaría, pero después supuso que no tenía ningún sentido que negara lo que todo el mundo sabía, en especial ella que lo había visto hacerlo. Probablemente eso lo haría quedar peor y por eso lo admitía.

Asintió con sobriedad, pero aliviada de saber eso. La dejaba bastante más tranquila el saberlo. Así ya no tendría que preocuparse por estar a la defensiva con él si sabía que no intentaría nada con ella. "Es bueno saberlo." Admitió sinceramente, con una pequeña sonrisa. Se sintió un poco tonta por pensar que él podía no ser profesional en el ámbito laboral, pero se decían tantas cosas por ahí y entre eso y lo que ella recordaba de la secundaria... "Tampoco era mi intención llamarte poco profesional..." comentó sonriendo divertida de su propia estupidez. "Disculpa. Parece que no hago más que meter la pata e insultarte... entiendo si no quieres hacer negocios conmigo." Le dijo avergonzada por su estupidez y por cómo había manejado las cosas. Tenía que admitir que era difícil estar frente a él y no sentirse afectada por su magnetismo natural. Por eso quería que fuera él quien supiera que debía mantenerse a raya.

Aún si lo quería fuera de su vida personal, la hizo sentirse un poco decepcionada que le dijera que no era su tipo, por más que la hubiera halagado saber que la consideraba inteligente. Sabía que los hombres como él sólo querían estar con mujeres tontas y fáciles porque se las manejaba más simplemente, pero no era del todo lógica. "No estoy segura de si fue un halago o una crítica, pero bueno..." admitió riendo brevemente, porque el comentario de él le resultaba un poco ridículo siendo que ella sí pensaba que inteligencia e independencia eran dos cualidades buenas en una pareja.

Sintió algo de pena por él al verlo así de afectado por lo que le estaba diciendo. Era algo que no se hubiera esperado de alguien como el muchacho que recordaba de la secundaria, aunque tenía sentido que hubiera crecido. "Lo siento..." le dijo a falta de algo mejor para decirle. "No sabía." Admitió sinceramente. Sabía que él no se merecía su lástima después de todo lo que le había hecho a tantas chicas, pero aún así... se imaginó que debía ser más duro para él que no estaba acostumbrado a ser rechazado que para cualquier otra persona.

Sonrió al ver que la había hecho reír. Considerando lo fría que se había mostrado con él, casi que lo consideraba una proeza, aunque la verdad es que ni siquiera lo estaba intentando. A pesar de lo que el mundo pudiera pensar, sí tenía ética de trabajo.

Él también asintió cuando ella dijo que era bueno saberlo. "Bueno, convengamos que nunca te caí bien. Incluso antes de que te rompiera la cabeza, recuerdo que ya me lanzabas miradas asesinas por los pasillos." Observó él. "Supongo que en realidad debería considerar todo un progreso el que estemos hablando." Opinó con una sonrisa leve, puesto que la situación en sí le hacía cierta gracia.

"Y en cuanto a hacer negocios... te prometí que iba a escuchar tu propuesta, no?" Le dijo aún sonriendo de manera leve, amable, algo raro en él cuando trataba con mujeres, pero esta no era una mujer, era un posible proveedor. "Si nos ayuda a los dos, realmente no me cambia que pienses que soy un hijo de puta que sólo usa a las mujeres. Tampoco es como si no me lo hubiera buscado." Añadió al final, algo molesto pero no con ella. En realidad, lo que lo molestaba era el tema de Jewel casándose con el noruego porque él no había sabido ser más delicado. Tal vez por eso venía flying low, viéndose únicamente con Elizabeth y ni siquiera tan seguido. Se había quedado mal, deprimido. El asunto le había pegado duro y ahora se replanteaba toda su forma de vida.

Rió brevemente, de manera nasal, por el comentario de ella. "Intentaba ser un halago." Admitió algo avergonzado. "Supongo que cuando no sigo el libreto no sé realmente cómo tratar a las mujeres." Le dijo con una mueca ladeada. O tal vez no sabía tratar a las mujeres inteligentes, que no es lo mismo.

"Meh... es mi culpa. Yo lo arruiné. Hablé de más como siempre." Admitió con ánimo derrotado, pero se encogió de hombros en un intento por parecer en control de la situación. "De cualquier forma no viene al caso." Le dijo con una mueca torcida de resignación.

Rene no se esperaba que él lo supiera. No pensaba que lo hubiera notado en realidad, sólo había pensado que la había ignorado porque no sabía que existía. El comentario le robó una sonrisa torcida. El desgraciado tenía razón y la forma en que lo había dicho le había hecho gracia.

Lo miró con una leve sonrisa de agradecimiento. El desgraciado que había hecho sufrir a la mitad de la escuela actually estaba siendo amable con ella, en quien no tenía el menor interés. Ah... la ironía de la vida, pensó. Le llamó la atención que lo tuviera tan en claro, que las cosas que le habían pasado se las había buscado... la mala fama y el que alguna gente como ella lo maltrataran un poco.

Rió brevemente de manera nasal. "How about being honest?" Le preguntó medio en broma, medio en serio, con una sonrisa divertida en el rostro aunque algo desafiante también.

Parecía a punto de decir algo pero la manera en que él había dicho eso le dio la pauta de que mejor dejaban el tema de lado así que se limitó a decirle. "It all will fall into place in time." Que es lo que su madre le decía de pequeña, cuando la vida la frustraba.

Matt también rió un poco al oír el comentario y sonrió de lado. "Sounds about right." Le respondió casi con complicidad. Era lo que hacía con Tess y de momento le había funcionado. "But I did mean it, you know." Le dijo ahora más seriamente, mirando al frente con un dejo de sonrisa todavía en los labios. "about you being smart and independent." le dijo espiándola de reojo por un segundo antes de volver a mirar al frente.

Giró el rostro hacia ella, sorprendido de que le dijera algo así. Prefirió no preguntar y volvió a mirar al frente con una sonrisa leve mientras se preguntaba qué tipo de persona extraña sería Addler, tan diferente de la gente que conocía. No entendía sus motivaciones ni su manera de pensar y era algo a lo que no estaba acostumbrado, no poder predecir a la gente. En general tenía muy buena intuición sobre las personas.

"You're a box full of surprises, aren't you?" Le preguntó entonces, sin apartar la vista del frente. No entendía por qué lo detestaba tanto y al mismo tiempo intentaba levantarle el ánimo con esas frases que se le antojaban totalmente maternales. No tenía ningún sentido. Como que le tirara miradas asesinas durante años y luego pareciera algo decepcionada de oír que no era de su tipo.

"I'd like it." Comentó como diciendo que no estaba segura de si era right, pero sí estaba segura de que a ella le gustaría que así fuera. Aunque más no fuera para poder confiar en él en el ámbito de los negocios. Levantó las cejas sorprendida de oírlo decir eso y lo miró confundida, sin saber si buscarle un significado oculto a sus palabras o simplemente tomarlas literal. No. Él le había dicho que no iba a intentar nada con ella y por alguna razón le creía. Tal vez porque la había ignorado toda la secundaria y ni una vez había intentado nada con ella.

"Is that why I'm not your type?" Le preguntó con una sonrisa divertida, medio en broma, para molestarlo. Era lo primero que se le había ocurrido cuando él le había dicho que no era de su tipo, aunque después él mismo lo explicara dándole la razón.

Ella le devolvió la sonrisa de manera amistosa, pero no respondió a la pregunta tácita de Matt. Que ahora fuera él quien tuviera que descifrar sus palabras y motivos.

Le hizo gracia que él dijera eso cuando ella era una mina tan aburrida pero logró no reírse, sólo sonreír muy divertida, con el ceño fruncido como si no entendiera por qué él estaba siendo tan incoherente. "No, not really. I'm quite plain actually." Lo contradijo como si la propuesta de él la halagara y necesitara refutarla. Incluso se había puesto un poquito avergonzada de que le dijera algo así. -Dios mío, hace tanto tiempo que no salgo con nadie?- Se preguntó a sí misma de repente, haciendo memoria hasta que logró recordar su última cita. -Soy un caso perdido.- Se dijo en el sentido de que no podía ser tan patética. Había estado tan atrapada en su trabajo que generalmente se olvidaba de las relaciones con la gente, incluso sus amigos.

"You're just not used to being around a woman who doesn't worship you," Le dijo todavía teasing him, con una media sonrisa ladeada. "but I'm very dull, I can assure you." Comentó prefiriendo no entrar en detalles, como para no deprimirse.

"Then who am I not to oblige?" Comentó parcialmente en broma. En realidad no le costaba ser honesto con la gente de la que no esperaba nada. El problema comenzaba cuando quería que los demás hicieran exactamente lo que a él se le cantaba, lo que esperaba de ellos o lo que le convenía, y bueno... tenía que empezar a mentir para manipularlos y salirse con la suya. Por eso no le mentía a su ex esposa... ella siempre hacía lo que él quería y su palabra era la ley para ella.

Rió brevemente cuando ella le preguntó eso. "That's exactly why... well, that and the fact that you're not a blonde." Añadió con tono jocoso aunque estaba siendo sincero. "Tag. Now it's your turn." Le dijo de repente, sintiéndose con ganas de ponerla un poco incómoda a ella en vista de que venían hablando de él nada más y había evitado todas sus preguntas de una manera u otra. "What's your type?" Quiso saber más que nada por curiosidad. Quería poder entenderla. Le molestaba demasiado no entender a la gente y a ella no la entendía ni un poco. Era demasiado tonto para estar a la altura de Addler en más de un sentido.

La manera en que ella lo miró lo hizo sentir más marcadamente que realmente no entendía ni un poco de cómo funcionaba su cabeza. Siempre le parecía peligroso asociarse con alguien a quien no comprendía y esa era otra razón por la que tenía interés en poder entender sus motivaciones y manera de pensar.

Le pareció que debía estar mintiendo. Nadie que exudara la confianza que ella desprendía podía pensar de sí mismo en esos términos tan derrotistas. ¿O acaso estaba siendo objetiva y no le molestaba ser como era? No, realmente no entendía un corno de cómo funcionaba la cabeza de esa mujer y le estaba empezando a picar la curiosidad, como un juego de ajedrez especialmente difícil.

Rió brevemente al oírla decir eso, más que nada porque era cierto. Nunca había tenido alrededor una mujer dispuesta a decirle ese tipo de cosas a la cara, una que osara decir lo que se le cantara sin temer que él pudiera pensar esto o aquello de ella. Incluso Cora o Tessa a veces se cuidaban con lo que decían para no herirlo, pero ella parecía simplemente ser honesta, brutalmente si era necesario. "Muy cierto..." Admitió aún divertido por el descubrimiento. "Pero tú no vas a censurarte por nadie, no es verdad? Sólo dices lo que piensas y que los demás se hagan cargo de cómo les cae la noticia." Conjeturó en un esfuerzo por comprenderla mejor.

Rene soltó un 'je' nasal y se le cruzaron varias respuestas chispita por la cabeza, pero al final no dijo ninguna y sonrió de manera misteriosa. "No voy a responder a esa pregunta. Viene con trampa." Le dijo simplemente, como quien sabe better. Dijera lo que dijera, veía el problema en la conversación.

Sonrió cuando él se rió de su comentario y supo que había dado en el blanco, aunque le sorprendió enterarse de la segunda parte. "¿En serio?" Preguntó divertida. "No sabía que tenías preferencias cuando se trata de mujeres." Dijo para molestarlo, con una mueca ladeada.

El giro en la conversación la tomó por sorpresa y la dejó con los ojos un poco más abiertos de lo normal y sin saber qué responder. Le tomó un par de segundos el reponerse para responder. "As a matter of fact, no tengo ni idea de cuál es mi tipo." Le dijo honestamente, con una sonrisa despreocupada. "Hace tanto que no salgo con nadie que no me acuerdo ni para qué servían los hombres." Comentó de manera tal vez demasiado honesta considerando todo, pero ella era brutalmente honesta. Decía lo que pensaba... la mayoría de las veces.

"Pero supongo que tendría que estar a mi altura..." dijo pensativa. Era algo que nunca se había planteado. "ser honesto, por supuesto... alguien en quien pueda confiar." Explicó como para que no se lo tomara tan personalmente. "que me haga reír... definitivamente tiene que tener sentido del humor y estar un poco loco." Dijo con una sonrisa sin terminar de explicar a qué se refería. Era como si se estuviera acordando de algo que había pasado hacía mucho tiempo y se humedeció los labios de manera inconsciente. "No lo sé..." concluyó finalmente, enserieciéndose un poco al salir de sus recuerdos y volver a la realidad. "y tampoco importa demasiado. Estoy demasiado ocupada como para perder el tiempo saliendo con alguien." Comentó dispuesta a dejar de hablar del tema. "No sé cómo haces tú para hacerle un hueco en tu agenda con la empresa y las clases, la verdad." Admitió un poco admirada ahora que lo pensaba desde el punto de vista técnico.

Rene sonrió de lado y soltó otro 'je' nasal. "Me lo imaginaba..." dijo por lo bajo pero lo suficientemente alto como para que él lo escuchara. Lo había dicho medio divertida de lo ridículo que le parecía él con su estilo de vida, no como quejándose o burlándose o criticando. Entonces fue su turno de reírse porque él le había dado justo en el clavo. "Honestidad brutal. Siempre." Le dijo muy convencida, sabiendo que no era del todo cierto porque algunas veces mentía, pero en general era brutalmente honesta y de manera consciente, no porque no se diera cuenta de que podía decir las cosas con tacto.

Matt también dejó escapar un 'je' nasal y la miró intentando adivinar dónde pensaba ella que estaba la trampa, pero no se le ocurrió. Tal vez era cierto que ella era más inteligente que él. Se sentía bastante estúpido intentando comprenderla y no le encontraba nada de sentido, incluso cuando él era uno de esos pocos hombres que sí entendían a las mujeres y que se reían de aquellos que abusaban de la frase de que nadie las entendía.

Rió nuevamente ante el comentario de ella, que en la mayor parte era verdad, aunque sí tenía ciertos requerimientos mínimos como poca inteligencia, relativamente buen físico y que fueran dependientes. "Yo tampoco voy a dignificar eso con una respuesta. Viene con trampa." Le dijo con una mueca ladeada, devolviéndole la respuesta que ella le había dado a él unos momentos antes.

El que empezara diciendo que no sabía cuál era su tipo le había hecho cierta gracia y le había parecido casi hasta cute. Rió brevemente por la broma, que le había parecido buena, aunque la verdad no se lo había esperado. Parecía una mina tan segura de ella misma y de lo que quería, que no podía imaginarse cómo podía mantenerse al margen de tener pareja. Había pensado que debía ser de las que tenían relaciones más duraderas pero de manera esporádica, pero ahora no sabía qué pensar. Tampoco parecía el tipo antisocial que acababa siendo una solterona amargada. Era demasiado divertida para eso. Lo estaba entreteniendo bastante y no necesitaba pensar en qué decir, o seguir un guión, simplemente seguía la conversación a donde lo llevaba. Era nice for a change.

La escuchó con interés, intentando utilizar esa información para hacerse una idea del tipo de persona que era Irene Addler. "Ouch!" Había dicho en broma cuando dijo lo de la sinceridad, asumiendo que era un palo y bromeando al respecto. Incluso después de que se explicara no dejó de pensar que se tratara de una advertencia de que no era su tipo. "Bueno, tampoco te estaba obligando a salir corriendo a buscarte un novio." Bromeó por la manera en que ella había dicho que estaba ocupada, casi a la defensiva.

Rió brevemente. "También estoy estudiando aurismo." Añadió a la lista de ella, todavía con una sonrisa divertida en los labios. "Aunque hace bastante que no salgo con nadie... pero supongo que si quisiera, podría encontrar un hueco en mi agenda." Dijo ya más seriamente, sin sonreír, pero con un encogimiento de hombros. Lo que tenía con Lizzy no contaba como salir. Ella venía, tenían sexo y después se vestía y se iba sin siquiera quedarse a cambiar dos palabras... y ahora no tenían ni siquiera eso porque ella estaba de vuelta con el marido, pero no le interesaba andar corriendo atrás de mujeres estúpidas que ya se imaginaban el vestido de novias después de una cita. Sentía que había tenido algo mucho mejor, más verdadero y más duradero muy cerca de su alcance y se le había escapado... no, él lo había dejado escapar. Necesitaba un tiempo para recomponerse y volver a estar de pie antes de pensar en esas cosas.

Asintió varias veces, lentamente, como quien dice 'mirá vos'. "Debe ser muy liberador. Sin posibilidades de perderte en ti misma y acabar preguntándote quién eres en verdad debajo de tantas máscaras." Opinó seriamente, pensando en voz alta, con la mirada en el horizonte. Podía ver ya las rejas que delimitaban los terrenos del castillo. Pronto podrían appararse fuera de allí.

Rió brevemente cuando él le devolvió su propia respuesta. Le parecía una buena jugada, bien pensada y hecha en el momento justo. Casi que lo felicitó mentalmente por ello. No recordaba la última vez que había tenido una conversación normal, con alguien que no fuera del ámbito de trabajo, hablando de cosas normales como gente normal. Nada de porcentajes ni de productividad o campañas o proyectos a largo plazo. -pero Matt sí es del ámbito de trabajo- se recordó enseguida.

Rió un poquito por el 'ouch' de él y siguió hablando, consciente de que iba a tomar una ducha especialmente larga esa noche con su patito de hule, algo de lo que no estaba especialmente orgullosa en ese momento, pero que tampoco le quitaba el sueño. Volvió a reír brevemente. "Lo sé, lo sé." Dijo bajando la mirada todavía divertida pero con esa hilaridad que deviene de la vergüenza.

"¿Encima?" Preguntó impresionada. La verdad que no entendía cómo podía tener tiempo para todas esas cosas y encima interesarse por salir con gente. Ella llegaba tan cansada a la noche que lo único que quería era dormir y hacía muchas menos cosas que él. Se sorprendió de oír que no salía con nadie hacía tiempo y lo miró como para ver que no estuviera bromeando o mintiendo pero su expresión le pareció sincera y se preguntó si tendría algo que ver con eso que había dicho de que el amor de su vida se estaba por casar con otro, aparentemente porque él había hablado de más y metido la pata. "¿Sin conseguir un giratiempos?" Preguntó medio en broma, como para alivianar el mood.

Levantó las cenas automáticamente al oírlo decir eso. No entendía por qué estaba siendo tan abierto con ella, contándole todas esas cosas de él mismo que eran tan personales. -Supongo que si no puede alardear de lo que habitualmente se pavonea frente a otras mujeres, no debe tener tantos otros temas de converesación...- pensó sintiendo casi hasta un poco de lástima por él. "¿Y qué te impide a ti ser de la misma manera? Dejar todas las máscaras de lado y ser simplemente tú?" Le preguntó objetivamente, intentando hacerlo pensar, no porque quisiera saberlo.

A Matt no se le escapó la vergüenza de Irene, pero no supo cómo interpretarla o a qué atribuirla y lo dejó pasar. Tampoco iba a ponerse a preguntar cosas incómodas y arriesgarse a volver a las miradas asesinas de lejos ahora que le había descubierto una personalidad tan entretenida debajo de la pátina de cerebrito Ravenclaw a la muchacha que había golpeado con una Bludger por error tantos años atrás.

((JAJAJAJA me estás jodiendo?? En serio se va a ir a tocar con Matt??))

Asintió con una sonrisa divertida aunque internamente estaba orgulloso de todas las cosas que hacía, de cómo impresionaban a los demás. Volvió a asentir con cierto orgullo. -Cuando uno quiere hacerse tiempo, se lo hace- pensó, pero prefirió no decirlo. "Sin un giratiempos." Concordó con ella.

"¿Tienes algo que hacer esta semana? Porque creo que la explicación podría llevar algo de tiempo..." Le dijo medio en broma, medio en serio, como queriendo decir que había demasiadas razones por las que no ser totalmente sincero. "Dime cuántas veces te metiste en problemas por decir exactamente lo que pensabas?" Le contestó con otra pregunta.