Golpeando a la puerta

Beth había tenido que acosar a muchas personas para sacarles la información que había acabado dirigiéndola a Elizabeth Williams. Se había sorprendido mucho de enterarse de que ella también trabajaba de Auror, la misma carrera que Beth estaba estudiando. Claro que cuando lo pensó un poco más, se dio cuenta de que tenía sentido, pero aún así le había molestado y dolido. Cada pequeña coincidencia la lastimaba más. Explicaba por qué su madre la había adorado tanto toda la vida, pero al mismo tiempo sabía que no era a ella a quien quería en realidad, sino a Elizabeth y era extremadamente doloroso para Beth el aceptar ésto. Sin embargo, sabía que no era culpa de su... hermana? clon sonaba demasiado mal, era sal en la herida. Si lo pensaba como una hermana no le costaba tanto hacer que pareciera casi algo normal.

Finalmente, había conseguido ubicarla por medio de un profesor de la universidad, casi por casualidad, cuando el tipo le dijo que se parecía mucho a alguien que conocía. Así también había sido cómo se había enterado de que ella era un Auror.

Después de mucho pensarlo, se había decidido a hacerle una visita y, una vez hubo convencido al profesor de que la mandara en la dirección correcta, Beth había acabado por preguntar en Hogsmeade hasta encontrar la casa donde supuestamente ella vivía.

Nerviosa, con el corazón latiéndole a mil por hora, Beth golpeó a la puerta y esperó, jugueteando con sus manos enguantadas a causa del frío que no toleraba bien. Tenía un tapado negro hasta el piso y una bufanda blanca. Debajo, botas negras hasta la rodilla, un pantalón de cuero negro y un sweater negro de cuello alto con rayitas grises.

Dave estaba teniendo el mejor mes en mucho tiempo. Desde que él y Lizzy habían vuelto juntos, estaba flotando en la novena nube. Era un tipo simple y le gustaban las cosas pequeñas de la vida. El poder volver a dormirse abrazado a su esposa todas las noches y salir a correr con ella por las mañanas era suficiente para hacerlo feliz. Claro que hubiera sido más feliz si no hubiera tenido que sufrir tanto por sus hijos, pero no se quejaba. Era un tipo conformista.

Estaba cocinando la cena con un delantal blanco con patitos puestos cuando oyó golpes en la puerta. Miró alrededor, hacia el living, pero aparentemente Lizzy estaba arriba. Creía recordar que tomando una ducha. Se apresuró a secarse las manos en el delantal mientras iba para la puerta, preguntándose quién podría golpear a su puerta a esa hora.

"Quien es?" Preguntó desde adentro, esperando que tal vez alguno de sus amigos o colegas pasara a dejarle alguna información sobre algún caso o algo así. Dudaba que se tratara de Steph o de Leon.

Levantó las cejas nerviosa al encontrarse con ese imprevisto. Primero, una voz de hombre; segundo, que le preguntaran quién era. Incluso suponiendo que no se hubiera equivocado de casa y que realmente Elizabeth viviera con un hombre, no se le ocurría ninguna buena manera de explicarle a nadie quién era o qué quería.

Sin embargo, era terca y le había llevado muchos años llegar hasta ahí para rendirse sin intentarlo. Al menos seguramente podrían indicarle en qué casa vivía ella si eran vecinos.

"Er... soy Lizbeth McFarland..." Dijo nerviosamente, sonando como una quineañera. "Estoy buscando a Elizabeth Dalton..." Añadió con cierto miedo.

La voz le sonó extrañamente familiar y luego reconoció el apellido de soltera de la madre de Elizabeth. Pestañeó sorprendido. Estaba más o menos seguro de que debía tratarse de alguna clase de familiar, pero al mismo tiempo eso lo confundió. Elizabeth no tenía mucha familia ya que casi todos sus familiares cercanos estaban muertos. Lo único que se le ocurría era que, dado que ella jamás hablaba de la rama materna de su familia por lo mal que se había llevado con su progenitora, hubiera alguna prima que él no conociera y que ella no quisiera mencionar o simplemente no le importara.

Por eso no le sorprendió cuando dijo que estaba buscando a Elizabeth... ni siquiera cuando utilizó su apellido de soltera, por el que tooodo el mundo la conocía en la oficina. Lo que sí le llamó la atención fue que sonara como a una niñita y por un paranoico segundo, pensó en una trampa. Se estiró para mirar por el mirador de la puerta y un escalofrío lo sacudió profundamente al ver a su esposa, tal como la había conocido él a los 18 años, del otro lado de la puerta.

Le tomó un momento recobrarse lo suficiente como para abrir. No dudaba que se tratara de alguna prima y ni se le hubiera ocurrido sospechar un clon. Tan sólo el parecido lo había impresionado, pero lo había atribuido a los genes y ya.

Finalmente abrió la puerta e intentó sonreír a pesar de la cara de curiosidad y sorpresa que aún tenía. "Buenas noches." La saludó como para tener un par de segundos más para recuperar la compostura. "Soy David Williams, el esposo de Elizabeth." Explicó. Entonces recordó sus modales. "¿Quieres entrar?" Le invitó con un movimiento de cabeza, incapaz de quitarle los ojos de encima por más que sabía que era un poco maleducado el hacerlo... pero era tan idéntica a la chica con la que se había casado que no podía creerlo.

Al encontrarse con un hombre de color frente a ella, Beth estuvo segura de que se había equivocado de casa. No porque fuera facho, sino porque no se había esperado encontrar a alguien así en la casa de una pelirroja, simplemente era poco común y como ella había basado casi todas sus fantasías y especulaciones en la estadística y las probabilidades, eso la había tomado por sorpresa.

"Buenas noches." Respondió nerviosamente. "Oh..." exclamó aliviada, con una pequeña sonrisa al oír que estaba en el lugar correcto después de todo. -Así que me casé con un negro...- pensó hablando de 'en su otra vida' o 'en su otra realidad'. "Yo soy Lizbeth McFarland, la hija de Katherine McFarland... la hermana de Jane McFarland..." dijo muy nerviosa, enredándose con las palabras. Nunca se lo había puesto a pensar así dado todo lo que sabía, pero ahora que hacía la conexión se daba cuenta de que hubiera sido mucho más fácil decir que era la prima de Elizabeth y punto. "La prima de Elizabeth..." añadió un momento después con una sonrisa nerviosa, sintiéndose la más estúpida.

"Er... sí. Gracias." Dijo componiéndose un poco y sonriendo, igual de nerviosa, pero demostrándolo menos, logrando controlarse mejor. Dio un par de pasos dentro del departamento y miró alrededor con curiosidad. El living y las escaleras que podía ver desde donde estaba, le resultaban bastante normales. No sabía con exactitud qué había esperado encontrar, pero todo le resultaba tan interesante... todo eso podía y había sido su propia vida en otra vida... por así decirlo. Podían haber sido elecciones que ella tomara y eso hacía que hasta el decorado le llamara la atención.

Dave frunció un poco el ceño al intentar comprender la complicada conexión familiar que la chica intentaba explicarle, hasta que finalmente llegó a la parte de que era la prima y él pudo relajar su expresión y asentir con una sonrisa. Por lo menos ahora tenía sentido que se parecieran, aunque si uno se ponía a pensar en el parecido entre Lizzy y Fanny comparado con esta chica que era igual, la verdad era que la cosa seguía siendo un poco escalofriante.

Sin embargo, esta chica parecía más normal que Liz cuando él la había conocido y se preguntó si de no haber tenido una tragedia familiar tras otra, Liz no hubiera sido una chica más normal, más como su prima. Eso lo llevó a pensar en que si hubiera sido más normal, de seguro no se hubiera casado con él y prefirió dejar de darle vueltas al asunto. Estaba feliz con ella. En especial ahora que volvían a estar juntos.

Cerró la puerta detrás de ella y se acercó a uno de los sofás para hacerle un gesto con la mano hacia ellos. "Elizabeth está arriba." Anunció. "Por favor, toma asiento mientras voy a buscarla." La invitó antes de subir las escaleras pensando en que Lizzy nunca le había dicho que su madre tenía una hermana. Then again, apenas si la había mencionado un par de veces en los quince años que llevaban de casados, así que asumía que la cosa no debía andar del todo bien con esa rama de la familia, lo que tal vez explicaría el nerviosismo de la chica.

Dave subió las escaleras, entró en el dormitorio y golpeó la puerta del baño. "Lizzy, your cousin's here, Love." Le dijo en un tono de voz distinto del normal. Era inconsciente pero como toda la situación era algo rara, le había salido el tono medio raro. "...and it's not Fanny." Aclaró después, aún sonando extraño.

Liz acababa de terminar de vestirse y se estaba secando el pelo. Tenía mil cosas en la cabeza, puesto que siempre aprovechaba a pensar mientras hacía esas tareas repetitivas. En este caso, estaba organizando en la cabeza cómo encarar una investigación en la que estaba trabajando, pero no tardó en volver a la realidad al oír el golpe en la puerta.

Dejó de tirar aire caliente a su cabello y miró hacia la puerta mientras oía lo que Dave le decía. La manera en que había hablado le sonó extraña y, paranóica como ella sola, se imaginó que tal vez sucedía algo, que tal vez lo estuvieran amenazando con una varita y le estuvieran obligando a decir esas cosas. Algo asustada, se puso en guardia y abrió la puerta del baño. Miró a ambos lados de Dave como para asegurarse de que no había nadie más con ellos y lo miró extrañada. Lo segundo que había pensado era en Fanny, pero si no se trataba de ella... "I don't have other cousins..." Le dijo extrañada, pasando por al lado de él para salir del dormitorio y bajar las escaleras. Hasta donde ella sabía, Fanny había sido hija única y su tía no se había casado.

No necesitó llegar del todo hasta abajo para quedarse helada en medio de las escaleras tras ver a la muchacha que era una copia exacta de ella 16 años atrás. "Who are you?" Le dijo con el ceño fruncido por la confusión y la varita en la mano. Se había puesto en guardia cuando se le pasó el escalofrío que le había agarrado al verla. "What do you want?" Fue lo siguiente que se le dio por preguntar, aún apuntándole.

Beth esperó nerviosa en el living mientras que el tipo subía a buscar a Elizabeth. Se había sentado en el sillón como le había dicho David y esperaba jugueteando con sus manos una con la otra mientras pensaba en lo bizarro de la situación y en cómo haría para explicarle eso a su... 'prima'.

Antes de que se le ocurriera ninguna manera, ésta bajó por las escaleras apuntándole con una varita y Beth se la quedó mirando con ojos enormes de miedo. Recién en ese momento se le ocurrió unir la idea de que Elizabeth era Auror con la de que los Aurors habitualmente son muy paranóicos y con el hecho de que la situación que la traía ahí era cuando menos extraña.

Levantó ambas manos de manera instintiva, todavía con los ojos muy abiertos y una expresión de pánico en el rostro. Su mente intentaba encontrar las palabras justas para explicarse rápido, antes de que la lastimaran por error. "Soy Lizbeth McFarland, la hija de Katherine McFarland..." Dijo nerviosamente, hablando rápido y sintiendo que temblaba un poco, en especial en las manos, que se le veían sacudir delante suyo, donde las tenía levantadas. "Solamente quería hablar... quería conocerte..." admitió algo avergonzada, en voz más baja y bajando también la mirada a su regazo, pero sin bajar las manos. "Mi madre siempre tuvo una fascinación contigo... supongo que me dio curiosidad." Explicó sintiendo cómo aquello era una idea tan tonta.

-Qué mierda esperabas encontrar, Betty?- Se preguntó a sí misma, molesta. -Que te recibieran con los brazos abiertos? Que te adoptaran como a una hija?- Se preguntó decepcionada de todas formas, sintiendo que le costaba no ponerse a llorar, pero no quería llorar ahí frente a ellos y quedar como una idiota.

Cuando Liz le dijo eso, Dave se sobresaltó un poco y entró en modo de trabajo: a la defensiva. También él sacó la varita y siguió a Liz que acababa de pasarle por al lado, hacia las escaleras. Cuando ella se detuvo, él notó la reacción de sorpresa que la había invadido al igual que le había sucedido antes a él mismo y se preguntó de qué se trataría. ¿Otra venganza? ¿Una poción polijugos modificada? ¿Hecha con un VIJEO pelo de ella? Nada tenía sentido, pero como ella le apuntaba a la chica, Dave también lo hizo, unos escalones más arriba que ella, como cubriéndole las espaldas. No necesitaba instrucciones para poder tomar posiciones militares con ella. Por más que hubiera querido ser un actor, estaba bien entrenado en ser un Auror.

Dave era mucho mejor que Liz en leer a la gente, tal vez por eso siempre era el encargado de las torturas, porque sabía interpretar los rostros. Por eso su mirada se fijó en la muchacha de manera instintiva mientras ella hablaba. Así como estaba de nerviosa, a él le pareció mucho menor de lo que era, casi de quince o tal vez menos, así que se le ocurrió que tal vez se hubiera escapado de Hogwarts por algún problema o lo que fuera. La cosa es que a él tampoco le cerraba demasiado todo eso. Sin embargo, no le pareció que estuviera mintiendo, sino que estaba paralizada de miedo.

"She's telling the truth." Le dijo a Liz acercándose hacia ella y bajando la varita aunque sin guardarla. Deseó que Lizzy hiciera contacto visual con él como para poder leer el rostro de ella también.

Liz también había considerado la opción de que alguien se hubiera tomado una polyjuice potion hecha con pelos viejos de ella, pero no se le ocurría ni quién, ni por qué, ni de dónde podía haber sacado algo así, de manera que no tenía mucha más información que Dave. Sin embargo, cuando él dijo que la chica no estaba mintiendo, le creyó. Confiaba ciegamente en David y en su habilidad para leer a la gente así que, después de hacer contacto visual con él y asentir, ella también bajó la varita lentamente, casi a regañadientes, porque era mucho más desconfiada que él a causa de todo lo que le había pasado en la vida.

Volvió a mirar al frente, hacia la muchacha que, ella calculaba, debía tener menos de veinte años. Habiendo vivido toda su vida con ella misma, estaba acostumbrada a verse más joven de lo que realmente era y por eso había podido adivinarle mejor la edad. Al pensar en su tía, que ciertamente la había adorado siempre como la muchacha había dicho, recordó que hacía muchos años que no la veía, y que tranquilamente la mujer podría haber tenido una hija en ese tiempo... Después de todo, había muchas pelirrojas en la familia de su madre, quien también se había parecido mucho a ella de joven.

El pensar todo eso la dejó algo más tranquila, pero no terminó de cerrarle del todo. Bajó las escaleras lentamente, aún con la varita en la mano pero sin apuntarle ya a nadie. Se detuvo al pie de la escalera unos momentos antes de avanzar un poco más y quedarse de pie frente a ella, a la altura de la mesa ratona. Hacía muchos años que no veía a su tía Kitty. Desde que la hubiera mandado a un loquero más precisamente y no supo qué decirle a esa chica, hacia la que tenía unos sentimientos bastante mezclados.

"I'm sorry we pointed at you... Lizbeth." Le dijo algo incómoda al ver que la semejanza iba más allá de lo físico y que también tenían nombres similares. Sin embargo, hablaba seriamente, no de la manera cálida y amistosa que era habitual en ella. Todavía desconfiaba, pero estaba siendo educada. "Is aunt Kitty still alive?" Le preguntó con su característica falta de tacto. No estaba segura de si aún apreciaba a la mujer por malcriarla de chica o la detestaba por encerrarla en un psiquiátrico. "I haven't seen her in years... since she locked me away in a mental insitution..." Aclaró luego sin poder evitar la sonrisa ladeada y el tono irónico y algo resentido en su voz. Su mano derecha se acarició el interior del codo de la otra de manera inconsciente, pero apretó los labios decidida a no ceder al impulso de salir corriendo a inyectarse con lo primero que encontrara.

Beth se calmó un poquito cuando los dos dejaron de apuntarle con las varitas. Por un momento, después de haber hecho esa conexión mental entre todo, había tenido mucho miedo de que por ser ambos Aurors reaccionaran rápida y desconfiadamente y la atacaran sin darle una oportunidad de explicar bien lo que sucedía... incluso después de contarles su extraña historia dudaba que fueran a creerle a juzgar por la manera en que ambos se habían quedado helados al verla por primera vez. Eso le daba la pauta de que el parecido debía ser realmente grande.

Al ver a Elizabeth por primera vez había estado tan asusta de encontrar que le apuntaba con una varita, que ni siquiera se había detenido a pensar en que estaba viendo un espejo que mostraba el futuro, que ella misma probablemente se vería así en una quincena de años si tenía suerte. -Nada mal...- pensó cuando dejó de temer por su vida.

"It's all right." Mintió. Negó con la cabeza para quitarle importancia al asunto a pesar de que todavía estaba bastante asustada, segura de que haber ido ahí sola era una pésima idea. Le llamó la atención la pregunta, siendo que ella tenía bastante más tacto que Elizabeth, pero respondió de todas formas, con un asentimiento corto. Estaba sentada muy contrita en la silla. "Sip... tuvimos una discusión hace un par de meses... ahora estoy viviendo en la universidad." Explicó por decir algo. Le parecía que en este caso, el dar información de más antes que de menos, era lo que le daría más probabilidades de que no pensaran que estaba totalmente loca.

Se sorprendió muchísimo y de manera visible cuando oyó que Elizabeth había estado en una institución mental y no supo cómo reaccionar. ¿Qué decía uno en esas circunstancias? Por cómo hablaba, estaba claro que Elizabeth no debía tener demasiado cariño hacia su madre si la había encerrado. Se preguntó si también la odiaría a ella, que no había hecho nada malo para ganarse su odio y se sintió muy incómoda ahí, deseando desaparecer aunque sabía que no podía. -Por qué me habré metido en este quilombo yo sola?- Se preguntó mortificada.

"I'm sorry... I didn't know." Le dijo con miedo y vergüenza. Era lo único que se le había ocurrido tenía más o menos sentido decir. "All I know is..." Comenzó a decir pero luego suspiró y se pasó la mano por la cara como para aclarar sus pensamientos. "You probably want to sit down... it's a long story." Le dijo sinceramente, aunque sabía que estaba mal que los invitara a sentarse en su propia casa. "But I do understand why you're mad with my mother. She's not a good person." Le dijo ahora atreviéndose a levantar la mirada hacia Elizabeth y sostenérsela con ese tinte de orgullo o tal vez desafío que Elizabeth misma exhibía muchas veces, sobre todo en su trabajo.

Bajó las escaleras detrás de Lizzy, pero observando a Beth con curiosidad, como intentando encontrarle alguna diferencia que le hiciera pensar que estaba frente a una persona distinta, un familiar de ella, y no frente al fantasma del pasado, de la mujer con la que se había casado quince años atrás. "Liz." Le dijo sin levantar mucho la voz, pero en tono de reproche, apretando los labios en desaprobación cuando ella le había dicho que la tía la había encerrado. Era algo que él no sabía pero de todas maneras, le parecía injusto que se descargara con la niña que no tenía la culpa. Sabía que era típico de Elizabeth el agarrársela con cualquiera cuando algo la molestaba y por eso había intentado controlarla un poco.

-Universidad- Pensó Dave. Entonces la muchacha debía tener al menos dieciocho años... -Parece mucho menor, igual que Lizzy...- se dijo asombrándose otro poco más con cada cosa que descubría. Se preguntó si la 'Tía Kitty' sería la gemela de la madre de Liz, pero no se atrevería a preguntar, ni siquiera a solas. La manera explosiva en que Liz reaccionaba cada vez que alguien mencionaba a su madre era algo que él, con su temperamento tranquilo, prefería evitar a toda costa. En especial ahora que se llevaban bien de nuevo.

Él notó que era de mala educación, pero también comprendía que la chica debía de estar muy nerviosa después de que ellos le apuntaran con las varitas y demás, así que interrumpió antes de que Liz pudiera hacerlo, para desviar la atención fuera de la muchacha. "Em... asumo que las dos deben tener mucho de que hablar, así que las dejaré tranquilas." Dijo feliz de tener una excusa para poder salir de en medio.

En ese momento recordó que estaba cocinando y, tras haberse excusado, se fue hacia la cocina rápidamente para asegurarse de no haber quemado la comida. La apagó en vista de que no iban a comer aparentemente... y puso agua para preparar té. La cocina y el living estaban separados sólo por una arcada enorme, así que paró la oreja listo a salir a defender a la pobre chica del humor de su mujer si hacía falta.

Bueno, así que vivía en la universidad. Al menos no venía buscando un lugar para quedarse. No quería un constante recordatorio de las cosas que le habían hecho en la institución mental gracias a que su tía la había puesto ahí. Pero entonces, si tenía edad para estar en la Universidad, debía haber nacido poco después de que ella fuera internada, de lo contrario la hubiera conocido. Tenía que admitir que el asunto le despertó un poco la curiosidad. Si su tía claramente había nombrado a su hija en su honor, entonces debía ser que tal vez sí la había apreciado en serio y la había mandado a la institución pensando que hacía lo mejor por ella, no para torturarla como Lizzy siempre había creído. Claro que no estaba más cerca de perdonarla ahora de lo que había estado hacía años.

"It wasn't your fault." Le dijo quizás algo muy seriamente, puesto que aún tenía el ceño un poco fruncido y estaba 'en guardia' emocionalmente como para tratarla con familiaridad. Era muy confuso que después de tantos años apareciera una pariente a la que no conocía y que viniera de la parte de la familia con la que ella no se llevaba bien. "I..." -I qué?- Se preguntó notando que había hablado antes de saber qué decir. -I... wasn't OK. I needed help." Admitió por primera vez en su vida y se notó que le costó decir cada palabra y se quedó como desinflada y cansada físicamente después de admitir eso, reprimiendo un suspiro.

Estaba a punto de quejarse de que no podían invitarla a sentarse en su propia casa, cuando Dave interrumpió. Ella lo miró un momento de manera severa, sin cambiar la expresión que se le había puesto al oír lo que había dicho Beth. No quería que se fuera. No estaba segura de por qué, pero no quería quedarse a solas con la chica, por más que no fuera realmente una amenaza para ella. Tal vez porque su familia siempre la hacía ponerse mal y quería apoyo moral. De cualquier forma, lo dejó ir sin decir palabra y volvió a concentrarse en la muchacha, sentándose de todas maneras en el sofá que tenía atrás suyo, frente a Beth.

Lo siguiente que escuchó la hizo levantar las cejas en sorpresa y alzar la mirada hacia Beth, ya que antes se había quedado mirando al piso, como sobrecogida por emociones muy poderosas ante su confesión. -Esto se pone interesante.- Pensó al considerar que de repente le viniera a decir eso, que ella relacionó con lo que Beth había dicho de la pelea con la tía. "Te escucho." Le dijo con seriedad, pero también mirándola con curiosidad. Se le hacía que debía haber más que una simple historia detrás de todo eso.

El que Elizabeth le dijera eso, por más que no se lo dijera en el tono más amistoso del mundo, la hizo sentir un poco más tranquila, como si ya no temiera tanto que la otra le saltara encima en cualquier momento para atacarla. Claro que los nervios de estar ahí no se los sacaba nada, pero bueno. Ahora ya no le quedaba otra más que seguir para adelante. Esbozó una sonrisa tímida cuando le dijo eso, a pesar de los nervios y luego asintió seriamente cuando Elizabeth admitió que necesitaba la ayuda. Era lo único que se le ocurría, porque no tenía nada para decir que no fuera a hacer peor las cosas y preguntarle al respecto estaba fuera de cuestión.

Volvió a asentir. "No sé por dónde empezar..." confesó y tragó saliva volviendo a ponerse nerviosa y a juguetear con sus manos enguantadas un momento antes de ordenar sus pensamientos y empezar a hablar. "Bueno... mi madre siempre habló mucho de ti... de las cosas que hacías de chica y de cómo le parecías perfecta y demás, pero nunca mencionó por qué nunca nos había presentado." Comenzó por lo que le pareció más lógico. "Las veces que le pregunté al respecto me evadía diciendo que de seguro estabas muy ocupada, o que te habías mudado al extranjero." Continuó pensando cómo unir eso con lo que tenía para decirle sin que sonara a imposición... porque, después de todo, ¿qué ganaba Elizabeth con saber lo que ella quería decirle? ¿Para qué había querido contarle eso a ella en un primer lugar? No tenía respuesta para esas preguntas, pero era algo que necesitaba hacer, como conocer a una madre biológica siendo adoptada, pero en vista de que los padres de Elizabeth estaban los dos muertos, le parecía lo único lógico hablar con ella.

"Hace unos meses, cuando cumplí diecisiete, mi mamá me sentó para tener una charla seria y me dijo que en realidad no era hija de ella..." dijo poniéndose nerviosa al llegar a esa parte, bajando la mirada hacia sus manos incapaz de seguir mirando a Elizabeth. "pero que tampoco era adoptada. En un principio no lo entendí... no hasta que no empezó a explicarme de todas formas... y ahí fue cuando discutimos... cuando juré que no volvería a hablarle." Notó que se iba un poco de tema esquivando el quid de la cuestión y, probablemente, haciendo todo más confuso para su interlocutora, pero le costaba ir directo al grano.

Se humedeció los labios durante una pausa, como para reordenar su mente y levantó la vista un segundo para espiar a Elizabeth antes de continuar. "The thing is..." dijo muy muy nerviosa. "Mi madre me confesó que estaba tan obsesionada contigo que quería tener hijos, pero no soportaba la idea de que pudieran ser... bueno... diferentes... parecidos a ella, supongo." Dijo intentando encontrar las palabras correctas que sonaran menos ofensivas. "Así que aparentemente, cuando fuiste a vivir con ella ese verano... pues no sé bien qué fue lo que hizo... ella trabaja con criaturas mágicas, criándolas para la venta y sabe cosas sobre reproducción." No se atrevía a usar la palabra clon. No quería ofenderla, más sabiendo que se llevaba mal con su madre. En ese punto la cosa se le había puesto tan complicada emocionalmente, se sentía tan molesta con su madre por no quererla a ella en sí sino por parecerse a alguien más, por ser alguien más que empezó a llorar. Gordas lágrimas le caían por el rostro una tras otra.

"Me dijo que usó un cabello tuyo para hacerme a mí... genéticamente igual... y... y supongo que nueve meses después nací yo... una aberración de la naturaleza..." dijo entre sollozos. "Creo que es mi madre quien debería estar encerrada en St. Mungo, Elizabeth. No tú... porque... ¿qué clase de persona...?" No pudo ni terminar la pregunta y se largó a llorar nuevamente. "Lo siento... lamento traerte este problema cuando seguramente estabas tan tranquila..." Le dijo levantándo la mirada hacia ella, mortificada. "Yo sólo quería... quería conocer a mis verdaderos padres, pero como están muertos... pensé..." se encogió de hombros tórpemente aún sollozando. "Al menos quería verte..." explicó ya sin nada más para decir.

((Avisen si es mucho y edito))

((Nahh. Está perfecto. Prefiero que sea todo un bloque de texto que tener que meter una interacción sí o sí en medio de cada párrafo cuando en realidad el personaje lo único que haría sería escuchar y punto.))

Ahora que estaba un poco menos nerviosa, Lizzy notó que la chica parecía muy tensa, como al borde de un ataque de nervios, y le dio un poco de pena. -Realmente se me parece mucho...- pensó ahora que tenía la oportunidad de observarla. Le había resultado un poco gracioso y se preguntó si así la habrían visto de afuera los mayores cuando ella era una adolescente descarriada.

No respondió, dejando que Beth encontrara las palabras por ella misma. No tenía confianza como para decirle que por donde quisiera o que no se pusiera nerviosa. Ella no la estaba interrogando, así que si quería cerrar la boca, levantarse e irse, estaba en todo su derecho.

Lo que la chica decía le llamó la atención y se preguntó por qué su tía no querría presentarlas. Era cierto que ella no había vuelto a hablarle desde que saliera de la institución mental, pero realmente no veía el punto de mantener todo aquello en secreto y no contarle nada a su hija. La continuó escuchando con curiosidad, esperando que en algún momento la historia tuviera sentido. No era una fanática de la familia de su madre, pero desde que había perdido a su hijo se había empezado a tomar la familia más en serio, incluso había aprendido a apreciar a su padre y, en parte casi que hasta a su madre, a pesar de los defectos de ambos que tanto la habían irritado como adolescente.

Liz frunció el ceño confundida al ver para dónde iba la conversación. Si le salía con que era adoptada no pensaba creerle un corno. Era casi idéntica a ella misma a esa edad. Luego se le ocurrió que tal vez se sintiera insegura y quisiera confirmación de que realmente era hija de su madre. Eso sí podía hacerlo. De todas maneras, no la interrumpió. Notaba lo nerviosa que estaba y lo mucho que le estaba costando hablar, así que la miró seriamente dejándola hablar para no interrumpir su proceso de pensamiento aparentemente dificultoso. Se limitaba a asentir de vez en cuando para que supiera que la estaba escuchando.

Ella también había tenido varias discusiones fuertes con su madre, así que podía comprender a qué se refería. Poco antes de que su madre se suicidara ella había tomado una resolución similar con tan sólo doce años. Era algo que no se había perdonado nunca, pero no pensaba decirle a ella qué hacer ni mencionar sus asuntos privados frente a una prima que ni conocía. Nada más sintió cierta conexión con ella al ver que tenía las mismas tendencias que ella. Se pudo imaginar a sí misma a esa edad con facilidad, como si estuviera dentro de su cabeza. Se sintió un poco vieja al poder hacer eso y comenzó a comprender muchas de las cosas que le decían que sólo comprendería "cuando fuera mayor".

Cuando la cosa se pudo complicada y Beth comenzó a hablar de lo que su madre había hecho, Lizzy comprendió de inmediato a lo que quería llegar. Había crecido en USA y familiarizada con el mundo muggle y la ciencia muggle como para no saber lo que era un clon. Claro que la idea parecía demasiado fantasiosa y de ciencia ficción como para ser cierta y le hubiera parecido un chiste gracioso de no ser porque se encontraba frente a frente con la persona más idéntica a ella misma que hubiera visto en toda su vida... eso le produjo un escalofrío y una sensación extraña en el estómago, como cuando uno encuentra algo descuartizado y podrido cuando no esperaba verlo y la morbosa sorpresa lo toma con la guardia baja.

El pulso se le aceleró de inmediato al hacer la conexión mental. La edad aparente de ella, la que Liz había inferido por su apariencia y el hecho de que estuviera en la universidad, cuadraba con su breve estadía en la casa de su tía, y también explicaría por qué se la había querido sacar de encima enseguida mandándola al hospital en lugar de tenerle paciencia... por otra parte, ella sabía que su tía era una criadora de animales mágicos y que había hecho avances considerables en el campo de la genética muggle, aunque se valiera de magia para sus progresos. Todo encajaba a la perfección y viéndola a ella ahí delante suyo no podía desacreditar todo por una teoría ridícula o paranoica de su parte.

Sintió un sudor frío recorrerle el cuerpo. Cuanto más pensaba en el asunto intentando encontrarle la vuelta para que no fuera cierto, más sentido tenía todo y más enferma se sentía al pensar en la morbosa idea de que su tía la hubiera traicionado de esa forma, que hubiera estado tan mal de la cabeza como para utilizar sus genes para clonarla y embarazarse, como si se tratara sólo de una criatura más en su criadero.

No pudo prestar mucha atención a la parte en que le había dicho que era su tía quien merecía estar encerrada y no ella, porque se sentía mal y estaba demasiado concentrada en no descomponerse como para poder pensar correctamente, prestar atención o mucho menos calmarla. Sabía que ella estaba llorando y que probablemente necesitaba contención y todo eso que ella misma no había tenido a esa edad, pero se sentía demasiado mal ella misma como para poder servirle de algo a ella. Había quedado tan sorprendida por todo eso que le decía Beth que ni siquiera se había refregado más el brazo o acordado de la adicción que estaba tratando de dejar. "No necesitas disculparte..." logró decir con cierta dificultad. Sabía que en todo caso ella era otra víctima de su tía y no la causante del problema, que enojarse con ella no solucionaría nada. "No eres un problema..." añadió luego dándose cuenta de que la cosa no iba a mejorar, no podría dominar su cuerpo esa vez.

"Disculpame un momento... no me siento bien..." se excusó rápidamente, poniéndose de pie antes de desaparecer por una puerta que estaba más o menos al fondo de la habitación.

Había estado haciendo el té y luego cocinando lentamente más para poder saciar su curiosidad que porque realmente considerara seguir haciendo la cena. Por eso había escuchado cada palabra de lo que Beth decía. Él también se había sentido algo shockeado y bastante alterado por enterarse de algo así, sobre todo porque no había crecido alrededor de cosas muggle como Lizzy sino que había conocido todo ese mundo más recientemente, a través de ella, y ese tipo de cosas todavía le sonaban de la misma manera que las "brujerías" le debían sonar a los muggles brutos en los pueblos medievales.

Sin embargo, él tenía el estómago más fuerte que ella porque no era el que estaba directamente involucrado y porque no tenía morning sickness, así que se tomó las cosas mucho mejor que su mujer. Al oírla excusarse y salir corriendo al baño, tomó la bandeja del té como mayordomo curioso o algo por el estilo y se la llevó a Beth, dejándo las cosas en la mesa ratona y sentándose frente a ella en el sofá que antes había ocupado Lizzy.

Le había dado pena que la chica se quedara llorando sola y en parte por eso a demás de porque era chusma, se había acercado con la bandeja. "Here, have some tea..." le ofreció una taza con una sonrisa amistosa. Ya no la miraba con esa curiosidad con que la había estado devorando antes. Ahora que sabía la verdad, podía entenderla de otra manera y la veía casi tan perdida y desesperada como Liz lo había estado cuando se conocieran. Le sacaba un poco del instinto protector natural en él. No le gustaba ver a la gente llorar. "Please excuse Elizabeth." Le dijo aún hablándole en voz amable a la vez que le ofrecía azúcar. "She's usually a lot tougher than that. She's just pregnant and... you know... hormones." Dijo con un leve encogimiento de hombros.

"But I bet she'll be thrilled to know you once she calms down. She always wanted a little sister." Admitió en voz más baja y tono conspiratorio, de manera cómplice. Él tenía la facilidad para hablar con la gente y hacerla sentirse cómoda en los momentos en que tenían el humor alterado.

Atacada por el llanto como estaba, no había prestado demasiada atención a las reacciones de Elizabeth aunque con lo torpe que era con ese tipo de detalles, nada le aseguraba que en ese caso hubiera detectado que lo que le había dicho la estaba afectando de tal manera.

Sin embargo, las palabras de ella, aunque dichas con dificultad (que a Beth se le pasó totalmente por alto), la habían logrado calmar un poco y logró mirarla algo más serena después de eso. La hacía sentir mucho mejor que ella no la considerara una molestia o un problema y como le había dicho antes, que Elizabeth no le echara la culpa de lo que su 'madre' había hecho.

Tal vez por esa falta de perspicacia que tenía se quedó tan sorprendida y algo descolocada cuando Elizabeth le dijo que no se sentía bien y se marchó de la habitación sin más. Al menos en ese momento sólo la había estado mirando mientras lloraba en silencio tras haberle contado su historia y ya no lloraba histéricamente como antes, o no hubiera ni terminado de entender lo que había pasado.

Antes de que supiera qué hacer o llegara a racionalizar que era incómodo quedarse ahí sentada sola mientras ella había desaparecido y su marido estaba en la cocina, apareció David con la bandeja y ella se sintió agradecida de que no la hubiera dejado sola allí, cayendo en ese momento recién en lo raro de la situación. "Gracias." Le dijo sonriendo a través de sus lágrimas que habían dejado de caer a causa de la sorpresa de que Elizabeth saliera corriendo. Tomó la taza en sus manos y colgó un momento, sin saber qué decir, hasta que él le ofreció el azúcar. Notaba que él estaba haciendo un esfuerzo por hacerla sentirse cómoda y se sintió agradecida por que así fuera. Le pareció que era un buen hombre y comprendió totalmente por qué su... 'hermana' se había casado con alguien así.

Aceptó el azúcar y se sirvió un poco. Luego revolvió mientras oía las disculpas de David. "Oh..." exclamó levantando las cejas sorprendida a la vez que sentía que su metida de pata era aún más grande por ir a perturbarles la paz precisamente en ese momento de sus vidas. "I am really sorry for butting in right now and making everything more complicated..." dijo apenada, bajando la vista a su taza de té. "I really didn't want to be an annoyance... I just... I had to see her, you know..." Levantó la mirada hacia él de manera suplicante, sin saber si lo que pedía era que la perdonara por alterarle a la mujer o que la comprendiera en su necesidad de conocerla.

-Yeah, right...- pensó con cierta ironía amarga. Una cosa era que estuviera intentando hacerla sentirse mejor, pero otra distinta era que le mintiera así. Lo miró un momento a los ojos. Alguien con esa cara no podía ser un mentiroso empedernido, verdad? Y no creía que Elizabeth, si se parecía en algo a ella, fuera a involucrarse con un hombre que decía una cosa por otra. Ella no soportaba a los mentirosos y lo que David dijo a continuación la hizo pensar que debía estar diciendo la verdad. "Really?" Preguntó de manera casi infantil, como cuando un niño quiere asegurarse de que su padre no le está mintiendo cuando le dice que las inyecciones no duelen.

"Por nada." Respondió con una sonrisa amistosa. A demás de que quería que ella se sintiera mejor y dejara de llorar, a Dave no le costaba ni un poco mostrarse amable con ella que se parecía tanto a Lizzy. No era que le tuviera ganas, porque no tenía por costumbre meterse con gente mucho menor que él, sino que le resultaba simpática. Era raro de explicar... así como Lizzy no podía verlo sin recordar a su hijo a causa del parecido entre ambos, la muchacha le daba toda la sensación de que de haber tenido una hija con Elizabeth se hubiera visto como ella... de no ser porque los genes de él eran mucho mucho más fuertes y jamás permitirían tener una pelirroja en la siguiente generación.

Sí, eso era. Acababa de darse cuenta de que quería caerle bien y le generaba todas esas emociones blandas adentro no porque le gustara, sino porque se le hacía que por la edad y el parecido, tranquilamente podía ser la hija de ella.

"It's all right, Lizbeth." Le dijo de manera paternal. "You didn't do anything wrong. You're both victims here..." Comentó amablemente, rogando que no se tomara a mal la insinuación sobre su madre aunque después de lo que la había escuchado decir sobre ella, dudaba que fuera el caso pero con las mujeres nunca se sabía. "I do understand." Le aseguró con vehemencia. "and I'm glad you decided to come. You have the right to know the truth." Continuó diciendo.

"Liz doesn't really like talking about her family. Her relationship with her parents was never good, so that's another thing you two have in common, but she'll probably be more willing to talk to you about it than she has been to me." Le explicó con tranquilidad. Sabía que Liz siempre era solidaria con quienes lo necesitaban incluso a costa de ella misma, así que estaba bastante seguro de que le contaría aunque sea algunas cosas sobre sus padres biológicos. Sobre todo después de la decisión que habían tomado al nacer Michael. Eso le daba la pauta de que ella creía que los chicos tenían derecho a saber.

Asintió. 'thrilled' era estirar un poco la verdad, pero no estaba mintiendo. "She really could use a girl-friend to talk to every once in a while." Añadió ahora sí siendo totalmente sincero en cuanto a lo que él pensaba.

Esbozó una sonrisa triste pero agradecida cuando él le dijo que ambas eran víctimas ahí. "You're right." Admitió en voz baja. "Thanks." Agregó después de que él dijera que tenía derecho a saber la verdad. Ella pensaba lo mismo y es por eso que había querido conocer a Elizabeth.

Se sorprendió un poco de saber que ella tampoco tenía buena relación con sus padres, aunque no demasiado. Era de esperarse que tuvieran muchas cosas en común dadas las circunstancias. Era algo que había esperado de todas formas. "Well, if she doesn't like to talk about it I'm not gonna ask too much." Le dejó saber un poco decepcionada por la noticia, pero determinada a no molestar. "I've caused enough trouble as it it." Comentó con una mueca torcida de desagrado hacia la situación que había causado. Se sentía culpable.

Ella tenía muchas amigas, así que le llamó la atención oír eso, pero tomó nota mental de parar la oreja para ver si después en algún momento escuchaba algo que tuviera relación con el tema y no preguntó. Se limitó a asentir un poco incómoda, sin saber qué decir ante eso. Como excusa, bebió un poco de su té. "This is good, thank you." Le dijo sonriendo agradecida por todo.

Liz reapareció algo más tarde, algo pálida pero bastante más recuperada. "Hey." Dijo con una sonrisa algo cansada. Se dirigió al living y se sentó en el sofá, frente a Beth y junto a Dave. Al menos había tenido tiempo de recuperarse un poco de la sorpresa y de la noticia. Aparentemente, últimamente todo el mundo se le había dado por reaparecer en su vida y sorprenderla. No que se quejara del todo, pero era como mucho para aceptar.

"I'm sorry about that." Le dijo con una sonrisa sincera pero todavía algo cansada. "It wasn't your fault." Le aclaró por las dudas. "I'm pregnant. I haven't been feeling all right lately." Explicó con una mueca de desagrado. Se sintió aliviada de saber que Dave había estado con ella ese rato. Conocía mejor que nadie la facilidad con la que Dave hacía sentir mejor a la gente cuando estaba llorando.

"but I'm not mad at you, Sweetie." Dijo con una sonrisa todavía un poco desinflada. Hubiera deseado estar en la cama, descansando. "This is not your fault and you don't seem too happy with it either." Comentó con una mueca ladeada, que acompañaba el comentario con un poco de humor.

Dave giró la cabeza hacia Lizzy cuando la oyó regresar. Se tomó un momento para analizarla, intentando decidir si estaba bien o no y luego le sonrió un momento. "Everything all right, love?" Le preguntó de la manera más inocente que pudo, pero sus ojos se desviaron hacia los brazos de ella durante una fracción de segundo en un gesto bastante elocuente. Sabía que era una noticia enorme y que eso podía tentarla. Claro que no tenían más de esa basura en la casa, pero no podía estar del todo seguro de que ella no tuviera más escondido en algún lado y si había algo que no necesitaban era que ella se estuviera metiendo basura precisamente en ese momento.

Cuando ella se sentó junto a él, apoyó la mano en la rodilla de ella de manera cariñosa, como para hacerle saber que estaba ahí para ella sin ser demasiado evidente.

Lizbeth se quedó más tranquila al ver reaparecer a Elizabeth entera, aunque le dio cosa que se viera algo desmejorada. Se sintió culpable por ir a alterarle la paz cuando estaba en estado y necesitaba tranquilidad. Comenzó a pensar en cómo disculparse de mejor manera mientras ella se acercaba y se sentaba. Le sonrió un poco, de manera tímida, intentando disculparse sin palabras mientras pensaba cómo hacerlo con palabras.

"No, no. It was my fault." La contradijo bajando la mirada apenada. "I didn't know. I wouldn't have come to bother you otherwise." Se disculpó sintiéndose una tonta con pésimo timing por más que no tuviera manera de haberlo sabido. "I really didn't want to upset you so much. I'm so sorry..." le dijo mortificada.

Entonces se puso de pie algo encorvada porque se sentía muy incómoda como para pararse bien derecha y se excusó."I'm gonna go... I don't want to impose any longer... just wanted to see... I had to know if it was true." Explicó. "Sorry again for appearing out of nowhere, unanounced." Dijo con toda la intención de marcharse.

Liz notó la desviación en la mirada de Dave y entendió a lo que se refería. Apretó los labios apenas un momento, irritada de que tuviera que preguntar siquiera. Se sintió molesta porque ella no pondría la vida de su hijo en riesgo haciendo una locura así. Precisamente por eso se había deshecho de toda esa basura antes. Le respondió con un leve asentimiento de cabeza y una mirada molesta, pero no dijo nada más.

"It's really not your fault. It just took me by surprise." Dijo sin saber qué hacer o decir para que se quedara tranquila. Eso de las palabras nunca había sido lo suyo y eso que hablaba muchísimo todo el tiempo, pero siempre de cosas superficiales. "I was going through so much when I left my aunt's house I certainly didn't see this one coming. That's all." Intentó arreglarlo sin estar segura de que no lo estuviera haciendo peor.

Cuando Beth se levantó, Lizzy también lo hizo, con expresión apenada. No quería que se fuera en ese estado y con la impresión de que había venido a arruinarles la vida o algo por el estilo. Se sentía demasiado identificada con ella como para dejarla irse. Aún recordaba lo sola que se había sentido a esa edad sin nadie en quien confiar... había querido tener a alguien que la guiara y la hiciera sentirse segura como sus padres nunca habían podido y ahora tenía la oportunidad de hacer eso por otros... por ella misma, en cierta manera. "Please don't go... stay for dinner." Dijo en un tono de voz extraño en ella, casi como si estuviera rogando. No solía hacer esas cosas. "I'd like to get to know you." Le dijo mirándola con cara de 'por favor'.

Dave tomó el evidente enojo de Lizzy como una buena señal. De lo contrario seguramente se hubiera sentido avergonzada, agarrada con las manos en la masa. Al menos eso bastó para dejarlo tranquilo. Las miradas asesinas de ella no lo asustaban en un contexto como ese.

Se había visto venir algo así, porque la conocía, así que no tardó en sumarse a respaldar a su mujer. "We'd really like it if you joined us." La secundó con su amabilidad característica y una sonrisa en los labios. "I'm no genius cook but I bet whatever I can pull of is gonna be better than the food from the university caffeteria." Añadió medio como broma.

Asintió cuando oyó lo que Liz decía. En el fondo temía que sólo se lo estuviera diciendo para hacerla sentirse mejor, pero después se forzó a pensarlo lógicamente y supo que tenía razón. Ella no había elegido nacer. No había elegido ser lo que era... de hecho, estaba bastante molesta con todo el asunto y precisamente por eso es que había decidido distanciarse de su madre. Se sentía traicionada, si bien no lograba ponerlo en palabras lógicas.

Estaba por negarse cuando miró la expresión en la cara de Elizabeth y le pareció que estaba siendo sincera. En especial cuando su esposo se sumó a la petición en lugar de poner excusas o quedarse callado. Realmente parecía un tipo muy simpático y estaba bastante segura de que cuando un clon no requerido no le venía a golpear la puerta y arruinarle la paz, ella también debía ser bastante simpática, aunque no tenía manera de saberlo por lo que había visto recién, pero si se parecía a ella como debía ser por lógica, no podía imaginarla siendo una vieja amargada.

"Are you sure?" Preguntó todavía un poco avergonzada. "I really can go." Había dicho pero luego escuchó la broma de David sobre la comida y no pudo menos que reír un poco. "All right. I'll stay." Dijo convencida por la broma. "Whatever you make is gonna probably taste like haute cuisine to me... I'm such a bad cook I can ruin even salads!" Añadió una broma propia, atreviéndose a sonreír un poco incluso. Su necesidad de estar con gente era tan grande en ese momento que había decidido quedarse.

Dave asintió con una sonrisa enorme cuando ella preguntó eso, haciendo que sus dientes aparecieran contrastantes contra su piel. Tenía una sonrisa cálida y algo infantil que lo hacía ver como una persona honesta, totalmente distinta de las sonrisas falsas y brillantes de otra gente... como Matthew Rogers, pero no vamos a dar nombres

Rió sinceramente al escucharla decir eso sobre ella misma. Era la broma que él habitualmente hacía sobre Lizzy y el asunto lo tomó por sorpresa. "I'd have a hard time believeing you if I hadn't lived with her for the past fifteen years." Le dijo con una sonrisa divertida, haciendo un leve movimiento de cabeza para indicar a Elizabeth.

"Well..." dijo poniéndose el también de pie. "Since the only chance of eating decent food around here is me cookint, I guess I better get started." Se excusó antes de volver a desaparecer en la cocina, todavía sonriendo enormemente.

Liz asintió con una sonrisa en los labios. "One hundred percent sure." Le aseguró con vehemencia. "I bet you have a lot of questions." Añadió también con una sonrisa algo cómplice incluso. En ese momento recordó a su madre y el hecho de que hacía poco se había enterado de que estaba viva... bueno, no exactamente viva, pero tampoco del todo muerta.

Ella también rió por el comentario de Beth, con el que se había sentido muy identificada. "It's true, it's true." Admitió divertida. "Comes with the genes." Le advirtió más bien en broma, con una sonrisa un poco ladeada. Ya no parecía tan pálida como antes y se estaba empezando a sentir mejor, si bien la idea de cenar no la tentaba mucho... contaba con sentirse mejor para cuando Dave terminara de cocinar. Si no, siempre podía darle vueltas a la comida en su plato hasta que los demás terminaran de comer.

"Thanks a lot, Love." Le dijo mirándolo con cariño un momento para expresarle su agradecimiento. Después de que él se marchó, se volvió hacia Beth nuevamente y le indicó con un gesto que se sentara. Ella hizo lo propio y, ya que había dos tazas de té sobre la mesa, endulzó la que estaba de su lado y la agarró en sus manos, pensando que tal vez si tomaba un poco de té de a sorbitos podría calmar su estómago alterado.

"So... what are you studying at the University?" Le preguntó con curiosidad genuina, hablándole ahora de manera amistosa por primera vez. Estaba recostada con la espalda en el respaldo del sofá. Tenía puestos unos jeans muggle color negro, un cinturón de tachas, borcegos de cuero y arriba de todo un sweater negro con cuello bote, debajo del cual se asomaba una polera blanca. El cabello estaba relativamente seco pero aún se lo notaba un poco húmedo puesto que había sido interrumpida secándoselo.

Beth asintió con una sonrisa algo avergonzada. La verdad es que sí tenía un montón de preguntas para hacerle, pero tampoco la quería atosigar con ese tipo de cosas, sobre todo si a ella no le gustaba hablar de su familia como David había dicho.

En un principio, Beth se sorprendió de la broma de David, pero después vio que ambos reían y ella misma se encontró sonriendo divertida al encontrar que había alguien más con el mismo problema que ella. Por alguna razón, eso la hizo sentirse un poco mejor al respecto de eso que siempre la había acomplejado. Antes, antes de conocer a Elizabeth en persona, se solía enojar cada vez que su madre mencionaba algún parecido, pero ahora que había tenido casi un año para pensarlo y que la había conocido, se daba cuenta de que no era algo tan grave. Que el parecido no era una maldición sino lo mismo que tener una hermana gemela idéntica... con la que te llevabas dieciséis años, pero gemela al fin y ya no le pareció tan horrible. Eso no quería decir que se sintiera menos traicionada por su madre, sino que no le guardaba rencor a Elizabeth, que parecía bastante simpática ahora que no estaba shockeada.

Observó el intercambio entre ambos y pensó en que realmente parecían hacer una muy buena pareja. Daban la impresión de ser una pareja perfecta y feliz del tipo de relación que uno envidia y sueña con tener uno mismo.

"Oh..." dijo al darse cuenta que se refería a ella y poniéndose un poco nerviosa a la hora de hablar. Se le antojaba que cualquier cosa que dijera iba a ser poco creativa siendo que era la segunda y todo lo había hecho ella primero probablemente. De todas maneras, le respondió "Estoy estudiando Aurismo." algo avergonzada. -Nada creativo de mi parte...- pensó esperando encontrar algo original en ella que contarle... para que la mujer no pensara que tenía un... bueno un clon precisamente. "Pero empecé hace un par de meses nada más." Añadió como si eso la hiciera menos culpable.

Liz sonrió de manera cálida y comprensiva, adivinando parcialmente lo que ella debía estar pensando. Estaba segura de que debía tener un montón de preguntas porque su hijo siempre le andaba preguntando cosas sobre ella y Dave. Al menos así había sido antes de que sus padres adoptivos murieran y fuera a parar con ellos.

Ella también había llegado más o menos a la misma conclusión sobre la situación siendo parecida a tener una hermana gemela pero menor y desde ese punto de vista es que había podido digerirlo más o menos fácil. Había tenido cierto tiempo para pensar en eso mientras se recuperaba en el baño.

Sorbió un poquito de su té de a traguitos, obligando a tomarlo para no deshidratarse pero al mismo tiempo sin muchas ganas de ingerir nada todavía.

Notó la incomodidad de Beth antes de comprender de qué se trataba, pero al oír su respuesta intuyó que de seguro alguien le había dicho sobre ella. -Debe ser una presión enorme...- pensó. -Como tener un hermano mayor que hizo todas bien y tiene muchos méritos...- pensó que a ella le había ocurrido algo similar cuando se había convertido en Auror para probar que era tan dura como cualquier hombre y había tenido que trabajar muchísimo para poder destacarse entre tantos hombres. Pensaba hacerle las cosas fáciles a Beth en la medida de lo posible aunque con su falta de tacto vaya uno a saber si le iba a salir como ella quería.

"I'm an Auror too... we both are." Le dijo con entusiasmo, moviendo ínfimamente la cabeza para señalar en dirección a la cocina donde se encontraba Dave. "Interesting career choice considering you didn't know your father was an Auror like I did." Opinó mirándola con curiosidad, como si fuera a descubrir algo mágico y maravilloso sobre ella con su análisis visual. "¿Cómo se te ocurrió estudiar esa carrera?" Le preguntó para luego añadir enseguida. "If you don't mind me asking..."

La manera amistosa con que Liz la estaba tratando la hizo sentirse un poco más tranquila, más segura. El saber que no la odiaba, o que al menos no pareciera odiarla, la había tranquilizado bastante considerando el recibimiento que había tenido al llegar.

Recién cuando Elizabeth bebió de su té, Beth recordó que ella también tenía uno y apresuró la mitad de la taza en un par de tragos, antes que se enfriara de más.

Beth sabía que Liz era un Auror, pero no sabía que Dave también lo era. Eso la sorprendió bastante, puesto que el tipo se había mostrado tan cálido y simpático que no parecía para nada el típico perfil del Auror hosco y engreído. Tomó nota mental del hecho de que su padre había sido un Auror también, y comprendió más o menos de dónde había sacado Liz la idea, al menos eso era lo que daba a entender y fue lo que Beth anotó en su cabeza.

Antes de que pudiera decir algo sobre ésto, Liz volvió a preguntar. "Well... to be honest, I'm not entirely sure." Confesó pensativa, sabiendo que debía sonar bastante patético, pero era la verdad. "There wasn't any other careers that I liked and I had good enough grades, so..." se encogió de hombros. "I don't know..." dijo confusa, mirando la bandeja del té en busca de respuestas. "I guess I figured I'd be more useful to others this way, trying to catch dark wizards, than just being a genetic error who owns a shop or sells medicinal herbs from her garden." Explicó ladeando la cabeza un poco, en un gesto que daba a entender que se quería bien poco. El ser tan sólo la copia de alguien, el número dos, la había traumado bastante. Le había pegado muy fuerte el saber que no sólo su madre no la quería por quien ella era sino que no era más que una copia barata made in china con problemas de respiración a causa de su condición.

A ella le llamó la atención que se bebiera media taza de golpe, pero no dijo nada. Asumió que, o bien tenía mucha sed, o estaba muy incómoda y no sabía bien cómo comportarse. Se inclinó por la segunda pero no hizo comentario alguno.

De todas las respuestas posibles, no se esperaba que Beth no supiera darle una concisa. Era una carrera bastante complicada y donde uno tenía que sacrificar muchas cosas como para tomar ese tipo de decisión sin un muy buen motivo de fondo. La preocupación en su rostro creció cuando le dijo la última parte y a demás, sintió bastante pena por ella, ya que por lo visto la chica tenía una muy pobre opinión de ella misma y la noticia de su condición de clon le había pegado fuerte en el ego.

"Antes que nada," comenzó a decirle un poco seria, pero de manera amistosa. "no deberías tirarte tan abajo, Lizbeth." Le dijo con vehemencia. "Puede que tengamos el mismo conjunto de genes, pero eso no te hace un error genético... o de cualquier otro tipo. ¿Si ese fuera el caso qué tendrían que pensar los gemelos idénticos uno del otro?" Le preguntó intentando meterle un poco de sentido común en la cabeza para que dejara de maltratarse a esa edad tan frágil... sobre todo si venía con la misma predisposición a hacerse adicta a las drogas que ella misma había demostrado. "Y generalmente se los ve de lo más bien, bastante unidos, porque comparten un bond único." Le dijo gentilmente, de manera maternal, intentando calmar sus miedos.

"Por otra parte, Aurismo es una carrera que exige muchos sacrificios... algunos involuntarios," dijo con su rostro levemente ensombrecido por algún oscuro recuerdo. "como para tomar la decisión a la ligera." Explicó. "Yo empecé a estudiarlo porque estaba molesta con mi madre por habernos abandonado." Explicó. "Mi padre era Auror y ella siempre había detestado eso... a demás, quería encontrar a los asesinos de mi padre... evitar que volvieran a lastimar a otra gente, tal vez incluso vengar su muerte... y creo que ninguno de los dos fue un motivo suficientemente bueno. Resulta que mi madre tenía razón... el precio es demasiado alto." Le dijo ahora mortalmente seria, como quien sabe de lo que está hablando por experiencia propia.

"Sin embargo, tengo que admitir que a pesar de todo, me gusta lo que hago y si crees que estás preparada para hacer los sacrificios que la carrera demanda... pues entonces ¡adelante!" Le dijo ahora de manera más animada aunque aún parecía un poco triste o preocupada de fondo. "Tan solo me pareció que alguien debía advertirte." Dijo a modo de disculpas. A veces no se daba cuenta de que se metía donde no la llamaban.

La manera de comenzar la oración de ella la asustó un poco. Cuando uno empezaba la charla con 'antes que nada', en general lo que seguía era poco placentero, así que su cuerpo se tensó a la espera de algo irritante o hiriente que nunca llegó. En lugar de eso, le pareció bastante tierno de parte de ella que le dijera eso para que dejara de sentirse acomplejada. Realmente le caía simpática Elizabeth y entendía un poco por qué su madre la había idealizado tanto. De seguro era tan imperfecta como cualquier otro ser humano, pero tenía muy buenas cualidades, era amable con la gente, y parecía tener un buen corazón.

Sonrió un poco al oírla decirle todo eso de los gemelos idénticos y se sintió bastante bien por dentro cuando mencionó que tenían un bond único. No es que esperara que ella la amara de la noche a la mañana cuando hasta hacía unas horas ni siquiera sabía de su existencia, pero el que eligiera esas palabras y no tantas otras cosas la había hecho sentirse aceptada y casi hasta querida. Hubiera querido que su madre lo hiciera sonar más como eso y menos como que se había encaprichado tanto con Elizabeth que había querido 'una copia propia'. "Tienes razón." Dijo finalmente, con una sonrisa agradecida y casi hasta cariñosa. Para ella significaba mucho que le dijeran eso, en especial viniendo de Liz, de quien esperaba el mismo asco que ella había sentido al enterarse, pero magnificado. "Gracias por decirme eso." Le dijo tras pensarlo un momento y llegar a la conclusión de que quería que ella lo supiera. "Significa mucho para mí." Le aseguró sinceramente. "Pensé que te molestaría tener una copia dando vueltas por ahí." Admitió con una sonrisa algo avergonzada.

Se quedó muy seria cuando Liz comenzó a decirle eso sobre la carrera. Su primer instinto cuando alguien le salía con cosas que sonaban directa o indirectamente a que ella era aún una pendeja inmadura, era enojarse y ponerse de mal humor. Por otra parte, podía sentir que había algo más ahí, por la manera en que Liz se había puesto seria y casi triste al hablar de eso, como para pensar que se lo decía sólo para hacerla sentir como una adolescente tonta por haber elegido esa carrera.

Entonces se puso a pensar en lo que debía estar sintiendo ella al saber que tal vez jamás llegara a ver crecer a su hijo porque en su trabajo la podían matar de un momento a otro. Asumió que se refería a algo por el estilo con lo de sacrificios, porque sabía que los Aurors con familia no eran muy populares o eran los primeros en morirse. Fue por el pensar en eso que no se había tomado mal la lecture de ella.

Luego, cuando llegó a la parte de su padre volvió a tomar nota mental. Así que su padre había sido un Auror y que había sido asesinado, pensó algo sorprendida. Su madre nunca le había hablado de ese tipo de cosas. Se quedó muy seria y sobria cuando Liz terminó de hablar, sin saber qué decir. Se sentía realmente como una pendeja tonta a la que un adulto que sabe mucho le acababa de dar una lecture que la había dejado totalmente humillada y no quería decir algo que la hiciera sonar aún peor, así que se tomó un momento para pensar.

Antes de que pudiera pensar en qué decir, Liz añadió que realmente le gustaba lo que hacía y eso la dejó bastante más tranquila. Si después de todo ella había terminado quedándose en esa rama de trabajo cuando se podía haber pasado a otra, no debía ser tan malo... ¿o sí? Sonrió levemente, todavía bastante avergonzada y sintiéndose como una idiota. "Supongo que eso es lo importante, no? Que al final del día estés feliz con lo que haces." Dijo como para redondear todo en una nota más o menos feliz. Quería añadir algo sobre ella y su indecisión, algo que la hiciera verse mejor a ojos de Liz, pero no supo qué. "Bueno... en todo caso, todavía estoy a tiempo de dejarlo si veo que no es para mí." Añadió entonces con un encogimiento de hombros, felicitándose mentalmente por haber encontrado las palabras perfectas.

"Oh, I didn't get a chance before, so... congratulations on your pregnancy!" Le dijo sonando un poco más entusiasmada, sobre todo por la idea de pasar a un safe-topic. "Is this your first?" Preguntó más que nada por curiosidad.

Le devolvió la sonrisa de manera cálida. Le gustaba poder serle de utilidad porque ella misma había necesitado tanto tener a alguien con quien hablar... alguien que entendiera de verdad lo que le estaba sucediendo, lo difícil que era tener esa edad y ningún adulto con quien hablar. "Por nada." Le dijo simplemente. No pudo evitar reír un poquito al oírla decir eso. "Tengo que admitir que fue todo un shock." Admitió sinceramente. "Pero qué ganaría molestándome? Solucionaría eso algo?" Le preguntó con una sonrisa y un encogimiento de hombros. "Si nos llevamos bien, en cambio, las dos ganamos una hermana... y la verdad es que siempre quise tener una hermana." Le dijo bajando un poco la voz, en tono cómplice.

Liz suspiró pesadamente y sonrió de manera triste y cansada. "Sí, supongo que sí." Dijo en un tono de voz que indicaba que en realidad no estaba del todo de acuerdo, que aún le parecía un precio alto para pagar y demás cosas. "Digamos que podría ser mucho peor." Dijo con cierta resignación y dio el tono por zanjado.

Asintió con seriedad. Es verdad, todavía estaba a tiempo. En medio de ponerse a pensar en el futuro de ella y su propio pasado, se había olvidado que apenas estaba en primer año y que mucha gente abandonaba al principio. "Es cierto." Concedió un poco más tranquila. "Aunque es un hábito difícil de dejar... Dave quería ser actor y tuvo muchas oportunidades de cambiar de carrera, pero por alguna razón nunca se fue del rubro." Explicó anecdóticamente, preguntándose por qué sería que Dave nunca se había terminado de decidir por volver a las tablas. Era demasiado despistada como para darse cuenta de que era por ella, porque sentía que estando cerca de ella podía cuidarla aunque fuera más inútil que Liz en su trabajo, porque de última, hasta podía meterse en el medio para salvarla, pero si estaba en un teatro, no le quedaba otra más que dejarlo librado a la suerte.

"Oh..." El tema la había tomado totalmente por sorpresa y todavía no terminaba de acostumbrarse a la idea de que estaba embarazada de nuevo. "Thanks." Dijo con una sonrisa rara, casi como avergonzada, aunque ella no era fácil de avergonzar. La siguiente pregunta hizo que su rostro se ensombreciera. "No. It's our third..." Dijo bajando la mirada a su regazo de manera triste y pausando como para encontrar las palabras correctas. "It's a long story..." se excusó mirándola un momento antes de volver a bajar la mirada. "We had our first too young and put him up for adoption... it was an open adoption, so we visited often and even became Mike's godparents, so when his adoptive parents, who were also Aurors, were killed last year and their relatives didn't want him, we took him back." Explicó. "He'll go to Hogwarts after the summer. Third year." Explicó con cierto orgullo. La verdad era que había sido una desgracia con suerte para ellos, eso de perder a sus amigos pero recuperar a su hijo, aunque estuviera deprimido.

"Then we had another boy, Gabriel..." dijo con dificultad, bajando la mirada para que no se notara tanto que se le habían llenado los ojos de lágrimas. "He would be six now, but was kidnapped about a year and a half ago in reataliation for some dark wizards we put behind bars..." le dijo aún sin mirarla. Se le cayeron un par de lágrimas pero no hizo nada por evitarlo y ni siquiera se las secó aunque hicieran cosquillas. "We don't negociate with terrorists, so..." dijo con dificultad, haciendo una mueca de dolor e incapaz de terminar de contar la historia. Se tomó un momento para componerse antes de levantar la mirada nuevamente, algo avergonzada por la escena que había puesto. "But you know what they say... third time's lucky charm, right?" Dijo más o menos en broma, aunque era de humor negro y se le escaparon otro par de lágrimas de los ojos. No le gustaba hablar de ese tipo de temas, de cualquier cosa que fuera privada o dolorosa, pero como ella compartía sus genes, sentía que se lo debía, que tenía derecho a saber. Se le escapó un sollozo y luego otro más, pero después de eso se disculpó, se secó los ojos y logró controlarse.

Beth sonrió de manera algo avergonzada, pero a la vez un poco cómplice, porque comprendía exactamente a qué se refería. A ella le había sucedido algo similar al enterarse. Luego sonrió de manera más cálida cuando la oyó decir eso y sintió una sensación cálida en el pecho. Necesitaba tanto sentirse aceptada! Al mismo tiempo, le llamaba la atención que ella fuera una persona tan pragmática y se tomara así las cosas, pero se alegró de ello. "Me alegra que pienses así. Dudo que mucha gente fuera capaz de mantener la cabeza tan fría como para verlo de modo tan optimista." Le dijo sinceramente, aunque todavía sin poder parar de sonreír.

Se enserieció un poco al darse cuenta de que aparentemente había dicho algo malo o tocado un tema sensible, por lo que prefirió asentir con cara de seria y no añadir nada más. Levantó las cejas y oyó con interés la historia sobre Dave, preguntándose ella también por qué habría decidido no cambiar de carrera. Sonrió un poco más animada y con cara de curiosidad, pero no dijo más nada sobre el tema.

Se mostró sorprendida de saber que en realidad era el tercero. Le había resultado algo shockeante enterarse el mismo día en que la conocía que ya tenía toda una familia armada. Se preguntó si los otros chicos estarían en la escuela o incluso ya en Hogwarts, pero enseguida se dio cuenta de que había algo mal... de que debía haber metido la pata nuevamente. Habría tenido un stillbirth o algo por el estilo? Se preguntó. Enseguida se enteró de la verdad y se impresionó de enterarse de lo que había pasado tanto con Michael como con Gabriel. Incluso le había parecido demasiado fría la manera en que ella había hablado del tema de Michael, pero al oír sobre el menor, se le antojó pensar que eso debía hacer que la muerte de los padres adoptivos pareciera una bendición... así al menos habían podido recuperar a uno de sus hijos, no?

No supo qué decir, demasiado shockeada y convencida de que había metido demasiado la pata como para que Elizabeth siguiera interesada en hablar con ella. Estaba segura de que si volvía a hablar metería aún más la pata y se sintió un gusanito, achicándose un poco en su asiento. "That's great." Había dicho con inseguridad sobre lo de que Mike estaba en tercero de Hogwarts.

Luego notó lo mal que se había puesto su... hermana y sintió pena y culpa y no supo qué hacer. "I'm sorry... I shouldn't have said anything... it seems all I can do is put my feet in my mouth... I'm really sorry..." Le dijo nerviosísima de nuevo, sin saber qué hacer. Después de durar un par de momentos, se levantó y se sentó en el sofá junto a ella, para apoyar una mano temblorosa en su hombro. "Of course it is. Everything will be just fine from now on. You'll see." Le dijo nerviosa, rogando que no hubiera ningún problema con ese bebé como para que ella estuviera metiendo la pata una vez más.

"No, está bien. No tienes por qué disculparte. Soy yo quien tiene la culpa por venir a arruinarte la vida..." Le dijo con cara de perro mojado cuando ella se disculpó por haberse puesto mal.

Elizabeth sonrió cálidamente y asintió de manera amistosa. Realmente era en serio que le hubiera gustado tener una hermana growing up. Hubiera tenido con quien compartir los problemas y apoyarse mutuamente después de que su madre muriera y demás... alguien por quien seguir adelante y ser fuerte en lugar de entrar en estado catatónico cuando su padre había sido asesinado. "Yo soy así." Le dijo simplemente con una sonrisa despreocupada.

Notó que la conversación estaba poniendo incómoda a Lizbeth, pero sabía que habiendo tanta basura en su pasado, era inevitable que tocaran temas incómodos y dolorosos para ella si quería ponerla al día. Lo bueno era que una vez que le hubiera dicho todo lo que necesitaba saber, ya no tendría que volver a tocar esos temas nunca más... -hasta que hable con mi madre...- pensó pesimista. Ahora que Lizbeth había aparecido en su vida preguntando por sus padres, sabía que no le quedaría otra opción más que ponerse en contacto con su madre para poder explicarle la situación y arreglar el encuentro con su otra hija... por otra parte, quería hablar con su madre. El oír la historia de Lizbeth le había hecho comprender la importancia de la familia y quería disculparse con su madre e intentar hacer bien las cosas ahora que tenía la segunda oportunidad que siempre había lamentado no tener... -incluso si me cuesta y tengo que hacer un esfuerzo para llevarme bien con ella- se dijo a sí misma, sabiendo que eran demasiado diferentes como para llevarse bien fácilmente.

Sonrió un poco más ampliamente cuando Beth dijo que era genial que Mike estuviera en tercer año. La verdad era que el haber recuperado a uno de sus hijos le había levantado bastante el humor considerando cómo se había puesto desde la muerte de Gabe.

Liz negó con la cabeza, aún turbada, antes de poder volver a hablar bien. "No. No es tu culpa, Lizbeth." Le repitió mirándola con una expresión triste pero cariñosa. Era tan fácil para ella verse reflejada en los ojos preocupados de Lizbeth. "No tuve una vida fácil, pero nada de lo que me sucedió es culpa tuya... o mía... no sirve de nada que te martirices." Le dijo mirándola seriamente a los ojos.

Asintió con una sonrisa triste y le dedicó una mirada agradecida cuando Lizbeth le dijo que todo estaría bien. "Thanks." Le dijo sinceramente. "Lamento que tuvieras que conocerme justo cuando estoy hecha un neurotic mess..." Le dijo con una sonrisa húmeda y se secó los ojos nuevamente, ya dejando de llorar. "It's the stupid hormones." Se excusó, pero era verdad. Ella solía ser mucho más dura que eso. Especialmente frente a extraños.