Perdida

Gipsy andaba lentamente por un pasillo lateral y poco transitado en las cercanías de la cocina. Miraba a todos lados con cara de perdida y parecía bastante frustrada con su falta de habilidad para ubicarse en el tiempo y el espacio.

Tenía puesto un sweater blanco de lana con cuello alto y abajo pantalones beige de corderoy, porque el horario de clase había pasado hacía mucho rato. Incluso se había perdido la cena por hacer tarea de Astronomía y ahora se había perdido buscando el camino a las cocinas.

Era algo ridículo si uno consideraba lo cerca que la sala común de su casa se encontraba del lugar, pero como ella nunca había tenido la necesidad de colarse ahí fuera de hora, estaba totalmente perdida.

Chloe iba caminando de manera autómata por el pasillo, con una botella grande de jugo de naranja, cuando casi choca con Gipsy.

"Hola" Dijo sonriendo, pero luego observó que su amiga parecía preocupada por algo.

"¿Estás bien?, ¿Te pasa algo?" inquirió.

Gipsy había estado bastante concentrada en tratar de encontrar la salida de las mazmorras, o por lo menos de llegar a la parte que conocía como para ver quien venía, aunque lo lógico hubiera sido esperar a encontrarse justamente con algún amigo o conocido que pudiera indicarle la dirección correcta. Eso no se le había ocurrido por los nervios de encontrarse en un lugar del que no sabía cómo salir.

Al oír la voz de Chloe se le iluminó el rostro en una sonrisa y se apresuró a ir hacia ella. "Oh, Chloe! ¡Menos mal que te encuentro!" Dijo aliviada. "Llevo un rato perdida en busca de las cocinas sin poder encontrarlas... y ahora ni siquiera puedo salir de aquí!" Protestó con una sonrisa medio divertida de ella misma, medio humillada por su propia estupidez. La gente normal podía no entender muchos hechizos, pero el camino a las cocinas lo tenía bien claro todo el mundo, especialmente los Puffies y serpientes que vivían en la zona.

"Ahh, es eso" Chloe sonrió con alivio. Por la cara de Gipsy pensó que le había pasado algo un tanto más grave.

"No hay problema, casualmente vengo de ahí por que voy a pasar gran parte de la noche haciendo un trabajo práctico para cuidado de criaturas mágicas, sobre una clase que tuvimos ayer, así que vine a buscar provisiones de jugo, ven, sígueme" Le dijo y comenzó a caminar.

"La verdad es que este recorrido lo tengo muy conocido, por que me gusta mucho cocinar, y a veces vengo antes de las comidas a observar como trabajan los elfos y ya que estoy robarles algunas recetas" Dijo sonriendo.

Mientras caminaba le dedicó una mirada a Gipsy.

"¿Qué es lo que te trae por aquí a esta hora?".

"Sip." Dijo con una sonrisa avergonzada. "Ridículo. Lo sé." Admitió todavía medio humillada.

Levantó un poco las cejas. "Menos mal que estoy en runas y adivinación. Cuidado de criaturas mágicas suena a trabajo duro." John y Toff estaban también en CCM y siempre parecían agobiados. "¿En qué están trabajando?" Preguntó por curiosidad, siguiéndola por le pasillo.

"También podrías preguntar." Sugirió. "Dudo que los elfos se nieguen a pasarte las recetas secretas de la familia." Bromeó de buena gana. Ahora que no estaba perdida, parecía mucho más amigable.

Se ruborizó bastante ante la pregunta de Chloe y sonrió como quien es atrapada con las manos en la masa. "No llegué a la cena y ahora me muero de hambre." Resumió inocentemente, aunque el brillito en los ojos la delataba.

"Me anoté en CCM por que me interesaban las mascotas... pero la verdad es que no todas las criaturas son amigables y es un trabajo muy duro el que hay que hacer. Son todas clases prácticas, como es el último año estamos trabajando con criaturas más rudas, ahora por ejemplo estamos aprendiendo sobre dragones" Hizo una pausa y continuó "Sí, estoy aterrada". Le sonrió a Gipsy.

Le pareció gracioso el comentario sobre los élfos.

"Verás, no tengo una buena memoria, por lo cual me es más útil observar mientras cocinan, así y todo, cuando me dispongo hacerlo, lo tengo que hacer con la receta al lado" Dijo riéndose de ella misma.

Cuando su amiga le dió los motivos de su presencia allí desconfió. Se dió vuelta y la detuvo sonriéndo con curosidad.

"¿Esa es la única razón?, ¿Estás segura?" La alentó a que hablara.

Sonrió por empatía. Sabía de otra gente a la que le había pasado algo parecido con esa clase y se imaginó que debía ser bastante duro tener que soportar años de una materia que al final no era lo que uno esperaba. Rió un poquito por la aclaración. "Me imagino. Son criaturas con bastante potencial para el caos." El eufemismo del siglo. Criatras mágicas catalogadas como XXXXX por el ministerio de la magia y con la capacidad de escupir fuego eran como para asustar a cualquiera. Lo entendía perfectamente y no quería contribuir al pánico de Chloe.

Le sonrió. "A mi también me gusta cocinar, pero a veces se complica hasta con la receta; es cierto."

Ante la confrontación directa de Chloe, Gipsy se puso bastante roja de la nada y bajó la cabeza instintivamente, mientras reía por lo bajo, bastante tentada pero intentando contenerse. Se sintió atrapada con las manos en la masa aunque, técnicamente, no habían hecho nada ni remotamente interesante más allá de conversar. El con quién y el de qué, sin embargo, habían bastado para que se pusiera avergonzada de inmediato.

Intentó controlarse para poder responderle conuna cara seria. Cuando mas o menos pudo limitarse a una sonrisa avergonzada sin risitas, dijo "Si..." en un tono que, aunque intentaba sonar convencido, daba muchísimo lugar a duda y al darse cuenta de eso, soltó una carcajada que resonó en todo el pasillo. Se había tentado nuevamente y la miró totalmente roja y sin poder parar de reírse como una idiota.

Calmarse le tomó cerca de un minuto pero finalmente lo consiguió, con una mano en el pecho y la respiración agitada. "Ah... ya está. Creo que se pasó." Se refería a la hilaridad extrema. "También... ¡Las cosas que preguntas!" La acusó.

Se quedó mirando a Gipsy por un momento apretando los ojos, como tratando de leer su rostro. Su comportamiento y el rubor en sus mejillas la delataban, era claro que había algo más que no estaba diciendo.

"¿Sabes que no te creo nada?" Le dijo y sonrió "Desde el vamos quiero que sepas que eres pésima mintiendo y que yo soy buenísima para darme cuenta" Le advirtió entre risitas.

"Vamos, sé que hay algo más y me gustaría que me cuentes, puedes confiar en mí" Le aseguro.

"¡Si te resistes a decírmelo salgo corriendo y te dejo vagando perdida por las mazmorras por siempre!, te tengo comiendo de mi mano querida amiga..." La amenazó con un tono de voz drámático que develaba que se trataba de una broma.

Rió otro poquito cuando Chloe dijo que no le creía nada. Se había imaginado que no convencía a nadie con el tremendo escándalo que había armado. "Lo tengo muy en claro." Admitió todavía colorada y algo cabizbaja. Siempre había sabido que era pésima mintiendo cuando algo la avergonzaba.

Suspiró pesadamente cuando Chloe le dijo que podía confiar en ella. Por un momento pensó en el año que había pasado en coma después de su accidente en clase de pociones y se dijo que si se la pasaba toda la vida lloriqueando por las amistades que le habían dado la espalda después de ese período y no empezaba a confiar más en quienes la habían acogido en su grupo después de que todos hubieran ya rehecho su vida sin ella, la iba a pasar muy mal. "Lo sé..." Le dijo con una sonrisa triste, más que nada de culpa por no haber confiado de entrada, pero era muy difícil para ella hablar de ciertos temas, aunque pareciera de lo más suelta con otros.

"¡No! ¡No, por favor!" Exclamó también en tono de broma. Bajó un momento la mirada como para ordenar sus pensamientos y cuando volvió a levantar la mirada pareció ya más seria y algo desanimada, pero también bastante avergonzada. "Es que..." Volvió a mirar para abajo. ¿Cómo explicarlo? Sonaba tan estúpido en su cabeza. Lo que era de lo más normal para el resto de la gente, para ella, que sólo había estado con Lex en toda su vida, era toda una revolución y no entendía nada. "Creo que me está gustando un chico..." Dijo mortificada y se mordió el labio inferior sin saber qué hacer. Levantó la vista hacia Chloe con una expresión en el rostro que dejaba bien en claro que se lo hubiera cambiado por los dragones cualquier día de la semana, ¡gustosa!

La alivió el hecho de que Gipsy confiara en ella, lo cierto es que no se conocían mucho pero habían compartido varios momentos juntas y se estaban llevando de lo más bien.

Si bien Chloe se imaginaba que era álgo de esa índole, la confesión de Gipsy le resultó un tanto confusa. Hacía no mucho, en el baile de inicio de curso, le había dicho que los hombres no eran su tipo. La miró unos segundos mientras pensaba.

"¿En serio?, ahora que me lo dices se me cruzan tres preguntas por la mente..." Hizo una pausa "Uno, ¿No me dijiste la otra noche que eras lesbiana?, dos, ¿Por que tienes esa cara de afligida?, gustar de alguien es algo lindo, te dan mariposas en la panza y todo eso, y por últmo ¿quién es?" Se moría de curiosidad por saber de quien gustaba su amiga.

"¿Solamente tres? ¡Qué suerte!" Ironizó como quien está encaprichado con no verle el lado positivo a algo. Suspiró algo que se pareció más bien a un bufido y miró alrededor en busca de algún lugar donde sentarse. No encontró ninguno y era demasiado asquerosita como para simplemente hacerlo en el piso, de modo que apoyó la espalda contra la pared para estar más cómoda.

Se tomó un momento para organizar el tremendo quilombo que era su cabeza, de modo de poder darle una respuesta coherente, si es que había alguna. "A ver..." Eso quería decir que era demasiado largo y complicado de explicar de cero como para reducirlo a tres preguntas, pensó. "¡Nunca en mi vida me había gustado un chico!" Protestó mortificada, con puchero y todo. Parecía bastante nerviosa y eso fue lo único que consiguió sacar después de pensarlo bien. Por eso era que intentaba no pensar en el tema, se dijo a modo de reproche. "Alex y yo estuvimos juntas casi cuatro años, pero incluso antes de eso... siempre fueron chicas... ¡Ni mis Barbies se casaban con Ken!" Explicó intentando que su universo interior tuviera algo de sentido para Chloe.

"...y Christopher... (tu sabes, el primo de Alex, el mechudo que mide como dos metros)" Suspiró cansada de no poder explicar lo que le pasaba, cada vez más mortificada, aunque todavía le faltaba un rato para llorar. "Es simpático y divertido y talentoso y todo lo demás, pero..." La miró con una mueca torcida como de desagrado. "¡Si no fuera hombre sería tan perfecto!" Se quejó como si ella pudiera hacer algo al respecto.

Se dispuso a escucharla con atención, se notaba que estaba muy ofuscada y triste.

Dejó escapar una risita cuando escuhó el comentario de las barbies lesbianas, le causó mucha gracia. Ni bien terminó de hablar le dió una abrazo, para que se sintiera contenida.

"No tienes que sufrir por algo así" Le dijo mientras la tenía entre sus brazos.

Luego se alejó un poco para poder mirarla al rostro.

"Uno nunca sabe las cosas que le depara el destino, tal vez siempre te enamoraste de mujeres por que no habías dado con ningún hombre que te hiciera sentir eso. O tal vez no, puede que estés confundida por alguien que es un amigo muy cercano para tí" Hizo una pausa, como que acababa de caer en la cuenta de lo que su amiga había dicho "Un momento... ¿es el chico melenudo y grandote que se señalé en el baile no?, ¡muy buena elección!" La felicito.

"Bueno, no me quiero ir por las ramas, lo que intentaba decirte, es que no es algo por lo que tengas que sentirte mal, una vez que ya asumiste ser lesbiana, asumir una bisexualidad es una pavada" Bromeó sonriendo, como para distender el clima de la conversación.

"Ahora, habría que develar si de verdad te gusta o estás confundida..." Se quedó mirádola por unos segundos "Acabas de decir que el problema es que sea hombre... ahora, la pregunta es... ¿Con pene y todo te despierta deseos sexuales?, ¿O solo disfrutas del tiempo que pasas con él, de las risas, de las charlas y todo eso?" Inquirió.

"¿Lo que sientes por él se parece en algún punto a lo que Lex, o cualquiera de tus otras chicas te despertaba?"

Hasta ella, en su nerviosismo, tuvo que admitir al escuchar la risa de Chloe que su propio comentario había sido bastante cómico desde un punto de vista lógico, pero no podía ser lógica en ese momento, y eso que generalmente Gips era de lo más lógico que uno encontraba en el castillo... mientras no se tratara de sus propios problemas.

Le devolvió el abrazo pensando en lo mucho que lo necesitaba y la poca contención que había recibido en general desde que se despertara un día en San Mungo y encontrara toda su vida perfecta y rosa totalmente patas para arriba de un modo que no comenzaba ni a comprender.

La mención del destino le recordó lo que la profesora de adivinación había dicho sobre ella y Christoph en clase y su rostro se ensombreció aún más. Siempre había tomado la materia como un hobbie, pero creía demasiado en el destino como para descartar la predicción que la unía al primo de su ex como una profecía auto-realizada por el hecho de haberla sabido de antemano. Sin embargo, eligió no hablar de eso. Sería más de lo que podía soportar y si empezaban a hablar de destino, al segundo ya estarían hablando de experiencias cercanas a la muerte y el hombre de la bolsa.

Se mostró algo sorprendida de escuchar que tal vez nunca había conocido un hombre que valiera la pena para ella. En parte era cierto, pero también había conocido muchas mujeres que no valían ni dos knuts a sus ojos. Cuando Chloe le dijo que era una buena elección, Gipsy estaba debatiéndose sobre si traer a colación que el hecho de que el chico fuera el primo de su ex solo complicaba las cosas, porque también había pensado que tal vez fuera el hecho de que estuviera relacionado con ella lo que le llamaba la atención, como una Alex pero distinta. Pero el comentario la distrajo y lo olvidó.

Asintió y la miró con una ceja levantada, como preguntándole si había tomado o algo así. Claro que Toff era bastante vistoso, pero si había estado prestando atención a los rumores sobre el chico ((que la iban más o menos de que era un hombre lobo que había matado a sus padres sin querer durante una de sus transformaciones cuando era tan solo un niño y se había criado básicamente solo hasta que un tío lo encontró de casualidad y lo trajo de vuelta a la civilización)) debía saber que Christoff podía ser todo lo simpático que uno quisiera, pero de buena elección tenía muy poco. Era como ir a meterse con el sidoso de la escuela, según la comparación de la propia Rowling. Si su padre casi se había infartado de saber que estaba con Alexandra, ¿qué le daría si le presentaba un hombre lobo quijotesco que se refería a ella como "my fair lady" y tenía un acento nordico que mataba?

El comentario había logrado la intención deseada y Gipsy rió por lo bajo a pesar de que estaba bastante alterada y un momento antes había parecido a punto de llorar. Ahora estaba en esa zona extraña a mitad de camino entre la risa y el llanto. Estaba por decirle que no era una cuestión de admitir cosas cuando Chloe volvió a hablar y ella se calló.

La charla venía bien hasta que Chloe mencionó todos esos tecnicismos que una chica como ella siempre se cuidaba mucho de mencionar o siquiera pensar. La miró con una expresión de pavor casi exagerada, como si en su vida hubiera escuchado hablar de cosas tan grotescas y desagradables como los penes. Hasta hacía dos segundos antes, Gipsy casi que pensaba que podía responder que sí a una pregunta como esa, pero la lluvia de palabras de Chloe la había intimidado bastante y se dio cuenta de que el comportamiento anticuado y quijotesco de Christoff había hecho que lo viera como una cosa enorme y bastante asexuada.

Después de eso se quedó bastante confundida. Estaba bastante segura de que hubiera sido capaz de responder que sí a esa última pregunta si no se hubiera hablado de manera tan directa de temas que ella se esforzaba por evitar a toda costa, aunque podría ser que por una cuestión de vergüenza solamente. Tampoco tenía manera de saberlo. La miro desanimada pero al menos ya no parecía a punto de desmayarse de la impresión como un momento antes. Negó con la cabeza. "No tengo idea." -Creo que podría besarlo...- pensó tanteando mentalmente el plano de lo sexual, pero con Lex había hecho mucho más que eso, incluso a pesar de parecer tan tímida y modosita. Claro que las cosas se habían ido dando solas y no se había hablado abiertamente de nada 'impresionante' hasta bastante después de que pasara a ser rutinario.

Chloe casi podía escuchar el barullo dentro de la cabeza de Gipsy.

"Perdóname si te hice sentir incómoda" Dijo algo apenada al ver la cara de espanto de su amiga ante la palabra "pene", no pensó que la iba a afectar tanto "Discúlpame por ser tan... tan... yo." Terminó.

Lo cierto es que Chloe no tenía filtros cuando se sentía en confianza. Era una persona muy abierta para hablar de cualquier tema cuando estaba con gente con la que se sentía cómoda. A Gipsy no la conocía mucho, pero eso es lo que le había inspirado.

"Se que es un trance difícil para tí, pero por lo pronto creo que es muy positivo que te hayas animado a exteriorizarlo, y me alegra que hayas confiado en mi" Le dijo tomándola de los hombros y con una amplia sonrisa en su rostro "Aunque puede que no estés acostumbrada, Creo que sería bueno que no temas a llamar las cosas por su nombre. Se que por ahí te cuesta creer que Toff tiene pito, pero juraría que sí tiene" Le dijo soltando una risa graciosa. "Son preguntas incómodas, pero necesarias, para que develes de que vienen tus sentimientos, y que tan grandes son" Agregó.

Se quedó mirándola por un momento y luego siguió.

"Date tiempo y sola te vas a dar cuenta de si lo que te pasa es serio o una simple confusión" Le dijo, aunque le hizo un poco de ruido que su respuesta fuera un "no se", por que la atracción física por lo general se percibe incluso antes que el enamoramiento.

"¿Y él?, ¿Crees que siente lo mismo?".

La disculpa de Chloe la sorprendió y le robó una sonrisa. "Ni que costara tanto." Bromeó con una mueca de resignación. "No, no es tu culpa que me criaran así." Le aseguró. Siempre la habían entrenado para ser una damita. Vestirse bien (de rosita y blanco), peinarse bien, maquillarse correctamente (no pintarse como una puerta), no quedarse demasiado a solas con los chicos, no confiar en ningún muchacho, acostarse temprano, respetar a sus mayores y ayudar a sus pares, ser educada y estar presentable en todo momento, sentarse en la posición correcta, usar movimientos delicados y femeninos. La lista no tenía fin y las cosas desagradables o sucias de las que debía mantenerse alejada según su madre, era aún más larga. Todavía no entendía cómo esa mujer era amante de la jardinería y había tenido tres hijos teniendo en cuenta las cosas que la horrorizaban.

No supo qué decir a todo eso, así que se limitó a mirar a Chloe medio desanimada. Al menos hasta que se forzó a preguntar en broma. "¿Sí? ¿Estás segura? ¿Te fijaste?" Se imaginó teniendo que hacerle la pregunta en sí al muchacho en cuestión y se horrorizó de pensarlo. Seh, seguramente tenía. Mejor asumir eso que tener que preguntar, aunque las cosas que otros chicos decían a espaldas de él daban a creer que no tenía mucho más entre las piernas que ella. Gente de mente cerrada que no veía todos los problemas que habían llevado a Toff a ser quien era. Un tipo de 18 que se veía de más de 20 y tenía la inteligencia emocional de un nene de 9.

La miró largamente, sin saber cómo explicarle lo que le pasaba. Finalmente, decidió confiar un poquito más en ella. "Me pasaría cada segundo de cada día con él..." admitió en modo tomate. "Pero ¿qué pasa si un día lo veo desnudo y me infarto?" Sabía que eso lo haría sentir bastante mal. En su vida había visto un hombre desnudo, no tenía ni idea de cómo se veía de lo que estaban no-hablando, pero no se atrevió a decirlo. "Lex dice que me gusta, que si llega el momento yo voy a querer tanto como él, pero ¿y si no? ¿de qué me disfrazo?" A ese extremo llegaba la confianza que tenía con su ex de hablar esos temas, pero Alex era una terrible consejera porque se enojaba fácil y le gritaba por cualquier cosa, haciéndola sentir para el cuerno.

La pregunta le robó una sonrisa divertida a pesar del desánimo y la preocupación. "¿Siendo brutalmente honesta? Creo que si lo llego a mirar con ojitos le va a pedir mi mano a mi viejo."

Gipsy estaba aterrada y con razón. Siempre las primeras veces son complicadas, y en esta situación ni hablar.

"¿Por ahí viene la mano no?, El problema no es que tienes miedo de lo que sientes, sino que no quieres romperle el corazón..." Se quedó pensativa procesando la información.

"Mira, yo creo que no hace falta llegar a verlo desnudo para darte cuenta de lo que quieres, mucho antes de que eso suceda tu cuerpo te va a decir si lo deseas" hizo una pausa "Estoy segura de que lo supiste de antemano con Lex, ¿O no?" Le insinuó con picardía.

"Yo, cuando estoy cerca de alguien que me gusta" Se detuvo un segundo "Que deseo", se corrigió "Mi cuerpo me lo dice a gritos. No solo siento las mariposas en la panza, me ruborizo, y sonrío tontamente. Deseo con fervor cualquier tipo de contacto. Un simple roce de manos hace que me suba un calor desde las intenso por las piernas que termina concentrándose en mis pechos" Dijo mientras deslizaba sus manos desde las piernas hasta sus senos. Aquel delirio era inspirado por todo lo que sintió en el baile al estar cerca del profesor Rogers. Soltó un suspiro largo.

El tema se le estaba yendo de las manos, sobretodo, por que del otro lado estaba Gipsy que era muy recatada.

"Perdón, me dejé llevar demasiado" Dijo riendo de aquella situación.

Se encogió de hombros. "Es lo que estoy haciendo de todas maneras." O al menos así lo veía ella. "Él eligió ser mi amigo antes que mi desconocido si te cruzo en la calle ni te conozco. Venía con el trabajo."

Sonrió con picardía también, al acordarse de más de una cosa que ruborizaría a cualquiera, pero que a ella no le movía un pelo. Se preguntó qué habían hecho tan mal sus padres para que ella saliera así y después volvió al tema. "Supongo que al principio era más bien curiosidad." Tuvo que admitir a pesar de que tenía una sonrisa pegada al rostro que no podía quitarse. "No tenía demasiado sentido del bien y el mal como para hacerme estos planteos. Solamente me dejaba llevar." Explicó. Era algo que notaba mucho, que pensaba demasiado. Estaba segura de que si simplemente pudiera dejar de preocuparse y dejarse llevar, llegaría a buen puerto, el que fuera. Pero la manzana prohibida del conocimiento, una vez mordida, no puede deshacerse. Ahora sabía muchas cosas que no podía ignorar y ya.

Con Chloe hablando de sí misma no se hizo tanto problema. Era una mujer, sabía lo que tenía debajo de la túnica. No la impresionaba. Lo que sí, le resultó raro que hablara tan abiertamente de esas cosas con alguien a quien conocía hacía relativamente poco. Sonrió con ironía por lo que estaba a punto de decir. "Chlo, hace tanto rato que paso hambre, que creo que si veo media nariz dibujada en un pergamino o un dedo del pie de un krup mi cuerpo me pide a gritos cualquier tipo de contacto." Bromeó como para alivianar el ambiente. Ahora que no estaban hablando de penes se había podido calmar un poco y el haber podido hablar del tema hacía que ahora ya no estuviera tan angustiada.

Levantó las cejas al ver lo que Chloe hacía con las manos. Realmente no tenía filtro, pensó. "Eh... si... no es lo que querés estar haciendo en frente mío en un pasillo desierto después de las diez." Bromeó ella también y rió un poco. Tampoco tenía tan poco escrúpulo como para meterse con alguien de la nada, en un lugar cualquiera y sin una relación de por medio. "Un poquito." Concordó con que se había dejado llevar.

Los comentarios de Gipsy le causaron gracia, sobretodo cuando coincidió en que se había dejado llevar.

"Lo lamento, mi espontaneidad a veces me traiciona" Dijo todavía riendo "Mejor mantengo mis manos en los bolsillos, no quiero tentarte con estas curvas" Le guiñó un ojo teatralmente, el tono había cambiado a una voz falsamente seductora de manera drástica. Volvió a reir.

Se sentía muy cómoda hablando con Gipsy, pero tampoco quería espantarla, así que intentó recuperar la cordura.

"En cuanto a lo que me decías que te pasó con Lex, es exactamente lo que tienes que hacer en todos los aspectos de tu vida. Es muy valioso que en esos momentos te hayas dejado llevar por la curiosidad, no cualquier persona lo hace, aunque la mayoría de las veces sea lo correcto" Le dijo y la tomó de las manos en señal de apoyo.

"Mira, a mi me criaron formando una estructura de lo más tradicionalista y cerrada en mi cabeza, y aunque me llevó tiempo, de a poco comencé a formar mis propios criterios, fue partir desde cero, pero es lo mejor que me ha pasado" Le confesó.

"En los sentimientos y la sexualidad, hay que cerrar los ojos y volar, hay que aprender a apagar el cerebro, que lo único que hace es causar estress, tensión, dudas... Si te enamoras de alguien, riendas sueltas... Si tienes curiosidades compartidas con alguien, riendas sueltas, sin pensar en absoluto, ya después de haber volado habrá tiempo para que en tierra el cerebro pase factura y te ayude a decidir si estuvo bien o no, o si lo harías de nuevo, o no... pero, ¿Para qué adelantarnos?, si siempre antes de actuar pensáramos, probablemente solo hiciéramos la mitad de las cosas... Pienso que en cuanto a la sexualidad nada es bueno o malo, mientras todo sea consensuado con la o las personas que participen, cada uno es libre de hacer lo que le plazca, sin culpas" Se detuvo un momento. Había dicho tantas cosas que necesitó unos segundos para redirigir la charla.

"En cuanto a Toff, Si él siente lo mismo, creo que lo importante es que siempre le seas sincera. Qué no le hagas creer en cuentos de hadas que no sepas si vas a poder sostener. Qué si decides intentar algo, le adviertas de tus dudas, se lo debes, al menos si es el amigo incondicional que creo que es para ti"

Las bromas de Chloe la habían puesto a gigglear con ganas. La chica le recordó a Ro Taylor y pensó que juntarlas a ambas en una misma habitación sería algo digno de ver.

"Creo que lo hice más de inconsciente que otra cosa..." Admitió con una sonrisita divertida y un brillito en los ojos. "Es increíble lo que uno accede a hacer en la oscuridad a las tres de la mañana cuando sabe que nadie va a venir a interrumpir." Dijo en tono de broma, pero era muy en serio.

Gipsy también necesito unos segundos para asentar toda la información que acababa de recibir de manos de Chloe. "Sí, supongo que tienes razón, aunque no es tan fácil apagar el cerebro." Sin embargo, se daba cuenta de que en los momentos en que lo había hecho, lo habían pasado genial, ya fuera hablando estupideces, trabajando en la pintura que estaban haciendo o durmiendo la siesta. "También está el tema de que él es muy..." ¿Cómo decirlo sin que sonara ofensivo? "chapado a la antigua... muy a la antigua." Recalcó por las dudas. "E incluso si consiguiera apagar la cabeza... no quiero tener que casarme para poder probar qué es lo que me gusta y qué no." Suspiró medio cansada de que todo fuera tan complicado. La discusión de por sí ya era ridícula, porque ella técnicamente no era virgen, pero explicárselo a alguien cuyos conceptos databan de vaya uno a saber qué siglo era otra cosa... Se sentía un poco gata flora queriendo que él quisiera más para poder decirle que no, si es que eso tenía sentido. Porque el incitarle a querer más para después terminar diciéndole que no sonaba peor.

"Algo hablé con él..." Una hora antes, para ser más precisa. "pero está tan empeñado en darme el gusto que es imposible saber qué piensa." Explicó. Era como cuando su mamá preguntaba qué querían para cenar y sus hermanos decían 'lo que vos quieras'. Era educado y buena onda, pero no solucionaba el problema.

((¿Viste la propaganda de MultiO? Yo la vi anoche y pensé en Chloe y Gipsy XD))

Chloe sonrió divertida por el comentario de Gypsy. Le resultaba muy interesante la conversación, no muy a menudo se daba la posibilidad de hablar cosas tan profundas y si a parte podía ayudar de alguna manera a su amiga con ella, mejor.

Creía que venían de lugares parecidos, de familias que las criaron de manera similar, y eso en algún punto la hacía sentir más cercana y más cómoda para hablar tan abiertamente. Filosofaba con ella desde un afecto especias, pór que era casi como hablar con la Chloe de hacía unos años.

"Mira, yo creo que por más anticuado que sea, si te quiere y quiere estar con vos, va a aceptar tus términos, no va a hacer falta que se casen ni mucho menos, ni bien le des a elegir entre intentarlo a tu manera o no intentarlo, supongo que va a ceder" Le dijo tranquila como para restarle importancia al asunto. No quería que se sintiera tan presionada con todo ese asunto.

Se recostó sobre la pared y continuó.

"¿Estás pudiendo aclarar tus ideas?, ¿Ya sabes cual va a ser tu siguiente movimiento?" Indagó.

((Perdón por colgar el foro, estuve con la cabeza en otro lado este verano, pero ya volví!!))

((Así es la vida. Welcome Back =))

Miró a Chloe de manera algo cómplice a pesar de su vergüenza. La sonrisa de ella le había hecho sentir esa camaradería que hay entre mujeres. Por otra parte, las otras amigas de Gipsy eran más bien del tipo con el que uno se junta a hablar de maquillaje y a pintarse las uñas... o de las que se lleva el domingo a la tarde al campo de quidditch, pero no de las que podían llegar a darle consejo intelectual de algún tipo. Por alguna razón, tal vez por ser prefecto, terminaba siendo siempre ella la persona que aconsejaba al otro, incluso si sacaba a colación sus propios problemas. Eso le resultaba agobiante casi siempre. En general, el que hacía de excepción a la regla era John, pero él tenía suficientes problemas en su vida, y era demasiado cercano a Toff como para no irle con puteríos que después podían terminar resultando más perjudiciales que otra cosa. Después de todo, ya había pasado antes.

Sonrió con picardía cuando Chloe llegó a la parte de "que se casen ni mucho menos" porque pensó que iba a decir algo así como "cuando le presentes la oportunidad de ponerla". Se la imaginaba como el tipo de persona que hablaba más o menos así, por la manera en que la había hecho poner incómoda antes. Por otro lado, el concepto que a ella misma se le acababa de ocurrir, si bien no era a lo que Chloe apuntaba, en sí era un concepto muy válido y probable.

Asintió algo dubitativa. "Creo que sí. No sé. Jajaja." Volvió a ponerse nerviosa al ser consciente de que estaba hablando de sus problemas con alguien con quien no tenía mucha confianza de un tema que no se animaba ni a pensar en su cabeza. "No, no tengo idea." Admitió. Lo pensó un momento. "Supongo que después de poner las cartas sobre la mesa no queda más que dejar pasar algo de tiempo y ver qué pasa... cómo se reacomoda la situación, y a partir de ahí... bueno... ir viendo." Se encogió de hombros algo intimidada por la responsabilidad de tener que responder con el siguiente paso como si supiera cuál podría ser.

"Bueno, ¿ves?, no hay mucho que puedas hacer al respecto, más que poner las cartas sobre la mesa y dejar que el tiempo se encargue del resto" Le dijo a Gipsy de manera relajada, como para restarle presión.

Esperaba que aquella conversación le hubiera servido para sacarse un peso de encima, sabía que le estaba tocando vivir algo fuera de lo común para ella pero por otro lado era como decía, por más vueltas que le dé al asunto, no queda más que hacer lo que hay que hacer, y sentarse a esperar los resultados.

"Por el momento creo que es urgente que encontremos la cocina antes de que empecemos a advertir signos de desnutrición en tu cuerpo" Bromeó.

La miró con cara de que era algo más fácil dicho que hecho. Se contuvo para no revolearle los ojos en agradecimiento a haberla escuchado. "Y mientras para el estrés qué me tomo?" El tono era de broma, pero había una acusación subyacente.

"Quédate tranquila." Sus manos pellizcaron los flotadores a ambos lados de su cadera. "Sobreviviré."

Resumió la caminata en dirección a la cocina, sin saber si era o no la dirección correcta.

Chloe sonrió.

"Para el estrés un kilo de chocolate podría servir" Bromeó.

Cuando Gypsy comenzó a caminar, Loe la tomó del brazo y la detuvo.

"No vas a querer seguir en esa dirección si tu intención es comer algo." Le dijo en tono de broma, y comenzó la caminata en la dirección opuesta. Esperaba que Gipsy la siguiera, no estaban muy lejos.

"Y..." Sopesó la idea. "¿Qué le hace una raya más al tigre?" Flotadores ya tenía. A su antigua pareja no parecían molestarle. A su nuevo prospecto tampoco. A ella menos. Era una golosa incurable.

"Oh..." Se ruborizó nuevamente y rió avergonzada. Siguió a Loe por el pasillo en la dirección correcta. "Por lo general tenemos suficientes refrigerios en la sala común." No tenía idea de qué había sucedido últimamente que deasparecían. "Algún gracioso de tercero debe estar practicando hechizos desvanecedores." Pensó en voz alta.

Como prefecto, tomó nota mental de investigar. "¿Y tú? ¿Cuál es el drama de tu vida?" Bromeó. Ya que acababa de contarle sus secretos más íntimos a alguien con quien apenas había cruzado palabra en siete años.

Sonrió ante la ocurrencia de su nueva amiga. Ella no veía que le sobrara peso ni mucho menos, pero también siendo mujer, entendía el hecho de que todas se encontraban defectos a sí misma y que muchas veces son imperceptibles para los demás. En definitiva casi ninguna estaba satisfecha con su cuerpo por distintas razones.

"Puede pasar, por eso es bueno ser amiga de los elfos" Le dijo sonriendo.

Ante la pregunta de Gipsy, Loe sintió que se la debía. Se había ganado su confianza y tenía ganas de confesarse con ella, pero realmente no podía.

Soltó un suspiro y luego habló.

"Nada nuevo, ni exclusivamente mío... Flechazo por el profesor Rogers." Admitió algo escueta.

Estaba lista para hablar con ella sobre un montón de tonterías amorosas que tenía en su cabeza adolescente, pero definitivamente no podía contarle todo lo que había sucedido con su profesor luego del baile de inicio de curso. No por vergüenza, sinó por que no iba a poner en riesgo su pellejo.

Caminó guiando a su amiga por el pasillo hasta llegar a una esquina, dobló a la izquierda y al final estaba la puerta.

"¿Viste?, no estabas tan lejos" Le dijo mientras entraban. A esas horas la cocina ya estaba vacía.

Caminó directamente a una alacena, revolvió un poco en su interior y regresó con algo en la mano.

"Aquí tienes remedio "anti estrés", conservaré la mitad" Le dijo, partió la barra de chocolate en dos, y le extendió un pedazo.

Gipsy le devolvió la sonrisa. "Y por eso es malo ser prefecto de Hufflepuff." Le respondió todavía sonriendo enormemente. Sabía que iba a ser más trabajo para ella a demás de estudiar para los exámenes. Ahora, también tenía que andar persiguiendo e interrogando alumnos de tercer años, pero después de tantos años ya se había acostumbrado y no era del tipo de escaparle al trabajo. Por el contrario, solía ofrecerse de voluntaria, así que su ironía era más bien con fines recreativos.

La miró con una ceja levantada, como esperando que le saliera con alguna cosa rara. Nada equivalente a cuando todos los chicos se habían encaprichado con andar detrás de ella, que a su vez estaba saliendo con Lex y en su mejor momento.

La respuesta la sorprendió un momento, porque no la hacía ese tipo de chica que le manda las pruebas firmadas con corazoncitos al profesor de defensa. También le robó una risa sincera, porque era algo tan común como los gnomos de jardín. "Buena suerte con eso." Le dijo de vuelta con tono irónico y medio en broma. No porque fuera una mala persona que no podía devolverle el favor, sino porque lo veía como una posibidad improbable, imposible e inmoral. Algo para lo que no tenía consejos, porque no había solución.

Después, a causa de su silencio, se dio cuenta de que ella tal vez lo sintiera tan en serio como todas las otras que se habían tirado a los piés del que antes enseñaba pociones y se enserieció un poco. "Bueno, en tu favor y si tienes paciencia... no faltan tantos meses para fin de año y, después de eso, más que seguro que tienes una oportunidad decente." Le dijo ahora de manera más seria. Era el consejo más sincero que le podía dar.

Frunció un poco el ceño porque pensaba que las cocinas estaban para otro lado cuando ella la llevó para ahí. "Oh. Ya veo." Rió por lo bajo por su propia torpeza. "Estaba totalmente en cualquiera. "Admitió."

"Gracias." La miró sinceramente y sonrió al recibir el chocolate. "Lo necesito." Admitió.

Chloe se acercó a la mesada más cercana y se sentó encima, cómodamente.

Mordió un pedazo del chocolate mientras pensaba en que su amiga ni se imaginaba cuanta suerte había tenido ya.

"¿Tengo alguna otra opción que tener paciencia?" Habló luego de tragar. Se imaginaba que la diferencia de edad y la relación profesor-alumna creaba un abismo entre ellos, y eso la angustiaba un poco.

"Digo... no puedo cambiar lo que siento... solo puedo esperar hasta ver que pasa después de la graduación, o esperar hasta olvidarlo en el transcurso del año, ¿no?" Ese panorama no era para nada alentador.

Comió otro trozo de chocolate.

"Nos comemos el postre primero, pero si tenés hambre de cena te puedo preparar lo que quieras" Se ofreció feliz de poder compartir con alguien su empatía con la cocina.

Lo pensó un segundo porque se lo acaban de preguntar, pero sabía la respuesta de antemano. "Y... no. Salvo que quieras ser rebotada con clase. Escuché que es muy bueno at it." Le dijo antes de morder otro pedazo del chocolate con ganas. Lo derretía contra el paladar con la lengua con placer.

Se dio cuenta de que realmente le había hecho mucha falta ese chocolate.

"No soy quien para juzgar objetivamente los candidatos disponibles entre nuestros compañeros, así que me tendré que abstener de opinar. Pero mi opinión hubiera ido por las líneas de que alguien más accesible tal vez sea una mejor idea desde el punto de vista lógico." Pausa corta. "Pero ¿desde cuándo lo que uno siente puede ser analizado lógicamente o ser sometido a órdenes de esa índole?" Le preguntó con una sonrisita cómplice mientras que daba un saltito para sentarse ella también sobre la mesa. Como no era muy alta, había tenido que hacerlo de esa manera.

"Oh, no. Gracias. Con el postre estoy bien. Just keep em' coming!" Exclamó a modo de broma y rió un poco, pero era cierto. Podía vivir a pastlitos y caramelos y chocolates. Justamente por eso siempre había tenido floradores y brazos no precisamente flacos, si bien tampoco era gorda. Nada más tenía unos cinco o seis kilos que podrían no haber estado ahí si ella no se emperrara en darle duro a los dulces.

"Así que esos son todos tus problemas. ¡Quien pudiera decir lo mismo!" Comentó medio en broma, permitiéndose la libertad de estirar los brazos hacia arriba y arquear la espalda para deshacerse de las tensiones. Aún sostenía el chocolate en la mano y rió brevemente de estar haciendo eso con el chocolate.

Hacía tan poco que se conocían que le sorprendía de lo bien que se estaban llevando. Sinceramente no había hablado ni una palabra de lo que sentía por el profesor con nadie, y se alegraba de haberla encontrado perdida en las mazmorras por que le estaba sentando bien aquella conversación.

"Si, lo mismo escuché yo..." Dijo esbozando una mueca de desagrado. Loe no tenía idea de la vida personal en sí de Matt, pero tampoco estaba ajena a los rumores escolares.

Sabía que no era ni la primera ni la última alumna en enamorarse de aquel profesor, pero quería pensar que para él ella no era como cualquier alumna.

Escuchó el concejo de Gipsy mientras masticaba con ganas otro trozo de chocolate.

No pudo evitar que se le escapara una risa. Era un muy buen consejo, pero la conclusión contradictoria le causó gracia.

"Exacto, ahí está la cuestión... si los sentimientos fueran lógicos yo me enamoraría de cualquier otro alumno, alguno que juegue al quidditch, como para que esté en forma, y vos de cualquier otra chica de lindas curvas, lesbiana y nos ahorraríamos mil problemas" Bromeó entre risas. Prefería quitarle dramatismo a todo aquello.

Cuando bromeó minimizando sus problemas, se le escapó otra risa mientras asentía con la cabeza. Loe estaba más involucrada de lo que podía contar, para ella no era un simple flachazo, pero también le pareció bueno restarle importancia, no quería amargarse.

"Digamos que, si seguimos eligiendo tan ilógicamente, al menos sabemos donde encontrar chocolates por las noches" Le dijo sonriendo.

"Como ya dije..." comenzó con una pequeña sonrisa. "Si tengo que elegir un profesor, prefiero toda la vida a Turpin." Declaró con seguridad. Quedaba en claro el tipo de hombre que le gustaba si es que tenía algún tipo de preferencia. Entre Turpin, de quien ellas tres habían dicho que seguro que no lo hacía más que en misionero, y Christoff que no salía de "my fair lady" y se preoupaba por su virtud, de todas las cosas por las que se podía preocupar en el universo, claramente, Gipsy se inclinaba por los mojigatos.
En el extremo opuesto, le gustaban las chicas como Lex o Gavrila, desfachatadas, seguras de sí mismas y con ganas de llevarse el mundo por delante. No tenía demasiado sentido, pero era lo que era.
Esta vez fue el turno de reír de Gipsy cuando Chloe dijo que si los sentimientos fueran lógicos ambas estarían en otras situaciones muy distintas. "Tengo una alumnita de violín que la verdad que está para el pecado..." Confesó con una risita pícara y una mirada cómplice hacia ella. "Es tan correctita, tan tranquilita que dan ganas de hacerle de todo. Pero no es nada tonta. Tiene los ojos puestos en la campeona de Durmstrang. Como si ésa no fuera una escultura andante por sí sola..." había dicho todo eso bastante rápido y con entusiasmo. Después se dio cuenta de que estaba hablando mucho y se rió con ganas. "Mejor me dedico al chocolate..." Admitió dándole un mordisco especialmente grande como para corroborar la declaración.
"¿Y tú?" Preguntó todavía con tono pícaro mientras paladeaba su chocolate. "¿Alguien más que te caliente a demás de Mr.Rogers?" Preguntó por curiosidad, por charlar más que nada.
Volvió a reír otro poco. "Ciertamente. Siempre viene bien un poco de chocolate."

A Loe le resultó divertido esto de comparar profesores. Engulló otro bocado de chocolate y se dió cuenta de que ya no quedaba demasiado.

"No digo que no me gusten los tipos como Turpin, la verdad que soy de gustos amplios... pasa que justo ahora, en este momento, el profesor Rogers es el tipo de hombre que me interesa" Hizo una breve pausa para figurarse como iba a explicar aquello.

"Durante un tiempo estuve de novia, con un chico de mi vecindario, se llamaba Liam, no resultó por que a fin de cuentas era bastante inmaduro, y... la verdad que en la cama dejó bastante que desear..." Se sinceró.

"Terminé por dejarlo, y la verdad que desde entonces no me he fijado en nadie... hasta el profesor, que me atrae por que es más grande que yo, tiene las cosas más claras, es un hombre." Dijo casi sin pensar "O así al menos me lo imagino..." Agregó como para hacerse la desentendida.

"En tu caso veo que tenés un gusto por los hombres bien definido, solo te faltaría definir si efectivamente te gustan los hombres" Se burló simpáticamente.

Al escucharla hablar de su alumna de violín se le escapó una risa, por que era de un perfil muy parecido a Turpin y Toff, pero en versión femenina.

"¿Te dan ganas de corromper tanta rectitud, cierto?" Bromeó.

Ante la pregunta de Gipsy se quedó unos segundos pensando. No se le ocurría nadie del colegio a quien al menos le hubiera prestado atención.

"La verdad que no... ¿Alguna recomendación?" Si su amiga sabía de alguien que se le estuviera pasando, quería saberlo.

La miró de manera suspicaz y rió por lo bajo. "Gustos amplios..." repitió negando con la cabeza, como si estuviera escandalizada o se le ocurriera una mejor denominación.

"Claro. Entiendo." Le dijo con una sonrisa sincera tras escuchar la historia sobre su vecino. "La mayoría de los chicos de nuestra edad son bastante idiotas, así que tiene sentido que las más inteligentes busquemos parejas mayores o del mismo sexo." Comentó eso último como broma, dándole un hombrazo de manera amistosa. "Alguien que tenga algo interesante para decir más allá de estadísticas de Quidditch, marcas de escobas y ajedrez."

Rió por la acusación. "Bueno. ¡Al menos algo tengo definido en mi vida!" Se defendió en broma. Se quedó un ratito pensativa. "Supongo que si apareciera un hombre lo suficientemente educado e inteligente que me hiciera sentir segura tal vez podría dejar de lado el hecho de que sea hombre." Era algo bastante básico, pero para ella parecía ser un descubrimiento importante. No lo había relacionado con Toff, pero él era precisamente el caso. En cambio, ella pensaba en Lex. Se mordió el labio inferior y luego frunció el ceño e hizo un puchero. "O tal vez no. De Lex me gustaba justamente ese descaro estúpido y obsesión con los deportes que tienen nuestros compañeros... pero también tenía esa sensibilidad artística..." por unos momentos pareció perdida en sus propios pensamientos, pero volvió a la realidad enseguida.

Rió con complicidad. "Si. Eso mismo." Le dio la razón. Entonces pareció tener una epifanía. "Creo que eso aplica a Christoff también, ahora que lo pienso." Dijo con los ojos muy abiertos. "¿Tu crees que sea eso? Que es bueno e inocente y siempre se sienta solo a pintar paisajes porque su familia murió cuando era pequeño?" Era más de lo que quería contar sobre Toff a alguien que no conocía, pero se le había escapado. La miró con expresión infantil, a la espera de una respuesta.

Se terminó de comer el último trocido del chocolate. Suspiró. "No lo sé..." dijo pensativa, mirando el techo de la cocina. "Si te gusta Rogers, supongo que tal vez te interesarían Ron Everest, Tom Simmons o Ed Delacroix. A un montón de chicas parecen gustarles." Tenía la mirada perdida, como si estuviera repasando en su cabeza a los posibles candidatos. "Personalmente, creo que si tuviera que elegir un candidato pensando más que sintiendo, iría por el gemelo japonés de Ravenclaw, Higashi. Parece un buen chico, amable, educado y siempre de buen humor. A demás tiene buenas notas, así que debe ser inteligente." Dedujo. No había cruzado palabra con él en más de dos o tres oportunidades y siempre al pasar.

Le causó gracia que en primer lugar se riera de su gusto por los hombres.

"Si, gustos amplios..." Ocultó su rostro entre sus manos unos segundos bromeando, como si estuviera avergonzada.

"No me encierro en un solo estereotipo de hombre, los tranquilitos son lindos para pervertirlos, los seguros de sí mismos para que te perviertan..." Explicó algo divertida y le devolvió el empujón amistoso.

Se puso el último pedazo de chocolate en la boca y saltó de la mesada para ir a buscar más mientras escuchaba a Gipsy.

"Exacto, un hombre." Concluyó desde la alacena. Al regresar pasó por un refrigerador y tomó un refresco para cada una, por que se estaba empalagando pero no pensaba renunciar al chocolate. Volvió a sentarse a su lado.

"Que interesante lo que dices... te reíste tanto de mí y ahora parece que tus gustos son bastante variados también" Sonrió con complicidad y le exendió otro pedazo de chocolate y el refresco.

"¿Ves?, no es que te atraen las mismas cualidades en diferentes personas, te atraen distintos tipos de personas y eso es sano, por que repetir un patrón una y otra vez nunca es bueno..." Ya había comenzado a filosofar otra vez.

Cuando habló de Christoff la escuchó con atención por que no sabía nada a cerca de él. Sus palabras le dieron un panorama más amplio de la situación.

"Yo creo que es eso, pero en parte, por que puede que quieras "pervertirlo" sexualmente, pero me da la sensación que hay algo es su personalidad de caballero que no querrías corromper..." Opinó.

Los chicos que Gipsy "le recomendó" eran desconocidos para ella. Solo a algunos los conocía de vista y había otros a quienes nisiquiera registraba.

"Los tendré en cuenta entonces" Le dijo levantando sus cejas teatralmente.

En la cabeza cerrada de Gipsy, eso era equiparable a decir que cualquier colectivo la dejaba bien, pero no lo dijo por una cuestión de educación. Por otra parte, lo que Chloe hiciera con su vida privada no era de su incumbencia y, en el peor de los casos, la perjudicada sería ella misma. A pesar de sus prejuicios, entendía el punto y asintió. "Aunque imagino que tampoco se puede generalizar. Debe haber hombres distintos, así como hay mujeres distintas." Racionalizó. No podía creer que estaba defendiendo la causa de los hombres por una vez en su vida.

La miró con curiosidad, con el ceño fruncido. Incluso giró el rostro para seguir el movimiento de Chloe hacia la alacena. No entendía del todo a qué se refería con un hombre. "¿Qué te parece que define a un hombre, entonces?" Quiso saber con curiosidad casi inocente.

Se sorprendió con esa declaración. "You think so?" Preguntó claramente no convencida. "Quiero decir, que fantasee no quiere decir que realmente algo sea de mi gusto, ¿o si?" Ni ella tenía la respuesta para eso, pero esperaba que fuera NO.

Negó con la cabeza de manera efusiva, dándole la razón. "No. Claro que no." Dijo enseguida. Tenía las manos en el borde de la mesa y el torso tirado hacia afuera, como si estuviera en un balcón, disfrutando de la brisa que allí abajo claramente no había. "Hmm... Es más bien como" hizo una pausa no queriendo decir lo que pensaba para que no sonara mal, que no fuera malinterpretado. "...como un perrito bajo la lluvia con la pata rota." Dijo todavía mirando el techo como si fuera un cielo estrellado. Balanceaba los pies uno adelante y el otro atrás, porque no le llegaban al suelo.

"Lo veo mal, roto... entiendo su sufrimiento y sé que me muestra una faceta de él que nadie más ve ni parece apreciar y quisiera..." pausó para buscar la palabra correcta, pero no encontró una que incluyera todos los delicados matices. "Arreglarlo." Dijo finalmente.

En ese sentido, sí tenía un tipo de persona bien definido. Le gustaban los pobrecitos. Lex, por más mala que pareciera y aunque a veces se abusara del resto de la gente ahora que había logrado llegar a ser fuerte, había sido una niña asustada y golpeada por su madre cuando Gipsy se había enamorado de ella. Era una mujer que se hacía la mala, la fuerte, la machona durante el día pero que tenía que ser arrullada hasta que se durmiera cada noche para poder conciliar el sueño.

Algo dentro de ella se había despertado la noche en que había ido a llevarle comida a Christoff mientras éste estaba transformado en lobo y lo había visto solo, triste y encerrado en la torre, sin cena ni compañía. Suspiró. Al menos ahora tenía un poco más de sentido todo eso que estaba sintiendo. Finalmente entendía la conexión entre Toff y Alex, y no tenía que ver con el que fueran primos.

"Si quieres puedo presentártelos." Sugirió. Sabía que cualquier cosa que le sacara de la cabeza al profesor sería sano para ella y si no lo hacía como amiga, aunque fuera como prefecta tenía que preocuparse de que dejara de obsesionarse con el rubio.