Tomándose un té entre semana

Era un lunes por la tarde, en esa hora extraña entre el almuerzo y la merienda. Laurel estaba sentada en el clásico pero bien decorado living de su casa con una taza de té de hibiscus en una mano, un libro de motivación profesional en la otra y su gato negro Belial enroscado en su regazo.

Tenía puesto un pantalón de cuero negro y botas bucaneras. Arriba, una camisa medieval con volados en el pecho y un chaleco de cuero negro sobre ésta. Llevaba el cabello suelto y con el flequillo corrido hacia un costado y estaba perdida en la lectura, relajándose antes de comenzar a planificar cómo organizar el negocio que tenía en mente.

Matt había estado preocupado por un tema en particular desde hacía meses, pero no se había atrevido a discutirlo con sus confidentes habituales porque estaban cercanamente involucrados en el asunto y no le parecía que fueran a ser capaces de ayudarlo en ese caso. Finalmente, cansado de sentirse nervioso y angustiado, había decidido recurrir a la ultimate confidente de todo hombre que se precie de tal: su madre.

Había tenido que reorganizar toda su agenda para poder encontrarse con ella a mitad de semana y en un horario tan poco conveniente, pero de alguna manera se las había arreglado para hacerlo coincidir bien. Ya se las arreglaría su secretaria para reorganizarle las citas que había pospuesto para poder tener ese rato de tranquilidad, y eso que aún no comenzaban las clases... pero eso era algo en lo que prefería no pensar.

Se apparó en la plaza principal del pueblo y caminó los pocos metros que la separaban de la casa de su madre, donde golpeó a la puerta y esperó.

Al oír que golpeaban a la puerta, Laurel se sorprendió. Repasó en su cabeza su semana para asegurarse de que no se estaba olvidando de algún compromiso y, al llegar a la conclusión de que no era el caso, se preocupó de que le hubiera sucedido algo a alguno de los miembros de la familia y le vinieran a dar una noticia funesta.

Inmediatamente se puso un poco nerviosa y dejó el libro y el té de lado, se escurrió debajo de Belial y se dirigió a la puerta con pasitos cortos a causa del taco alto de las botas, pero apresurado. La abrió y se sorprendió aún más de ver a su ocupado hijo al otro lado de la puerta. "Matt..." Se le escapó automáticamente al verlo, aún preocupada de que hubiera malas noticias, pero más tranquila de que no fuera Cole. Al menos ya no temía por sus nietas.

Lo primero que hizo fue escrutarle el rostro para asegurarse de que no le pasara nada malo, como para quedarse tranquila de que no fueran malas noticias, aunque si Matt estaba en su casa un lunes a las tres de la tarde seguramente alguna razón para ello debía tener. "Are you all right?" Le preguntó instintivamente.

"Hi Mom." La saludó con una sonrisa compradora para que no se preocupara y se estiró a saludarla con un beso en la mejilla. Esa costumbre no era muy común en esa parte de Europa, ni siquiera entre las familias mágicas, pero en la familia de él era algo que Matt y Laurel habían impuesto después de la muerte de Michael, dejando los tabúes sociales de lado al darse cuenta de que la vida es demasiado corta como para no demostrarle a la familia cuánto se la ama. Claro que de afuera, debía parecer bastante incestuoso que él anduviera a los besos con su madre y a veces también con su hermana... cuando estaban de buen humor.

"Everything's fine." Le mintió descaradamente, con su mejor cara de despreocupación. "I just wanted to talk to you about something." Explicó después, como si fuera poca cosa, aunque estaba seguro de que su madre, que lo conocía mejor que nadie, a esas alturas debía haber adivinado que algo le pasaba, pero no por eso iba a dejar de guardar las apariencias. Si había algo que Laurel le había enseñado es que las apariencias lo eran todo en la vida. "It's nothing gruesome, don't worry." Le dijo estirando a darle un beso en la frente antes de pasar dentro de la casa sin esperar que lo invitaran. Sí, era un total y completo nene de mamá. ¿Y qué?

Al ver la sonrisa ganadora en el rostro de su hijo, Laurel se relajó del todo. Seguramente el problema que lo llevara allí no sería algo de vida o muerte, o no se hubiera gastado en saludos, sonrisas y demás pleasantries. "Hello sweetheart." Le devolvió el saludo ella con una sonrisa algo preocupada aún, aunque ya mucho más tranquila. Cerró los ojos reconfortada cuando él se acercó a besarla y le apoyó las manos en los brazos, para darle un apretoncito cariñoso en ellos antes de soltarlo.

Laurel sonrió de lado y cerró la puerta para luego seguir a Matt al living. "Last time you came to talk to me about something not gruesome your former acountant ended up dead in his prison cell." Le recordó ella con una mueca ladeada que tenía más de orgullo que de desaprobación. "Are you sure I don't need to worry about this?" Añadió después ya más a modo de broma, espantando con un gesto de la mano a Belial, que se había acercado a intentar olisquear su taza de té con curiosidad.

"Sit down." Le ordenó con ese tono autoritario pero cariñoso que la caracterizaba. "I'll make you some tea." Prometió desfilando hacia la cocina con la taza en la mano, la cual vació en el fregadero con una expresión de asco en la cara. A continuación, sacó la varita, la agitó un poco en el aire y una nueva tanda de té comenzó a prepararse en el hogar.

Laurel sacó una de sus bandejas preferidas, preparó las tazas, un plato lleno de galletas horneadas por ella y un par de minutos más tarde regresó al living con la merienda temprana, la cual apoyó sobre la mesa ratonera antes de sentarse en el sofá que había ocupado antes. "Cuéntame." Le pidió con una expresión de matriarca del mundo de la mafia.

La sonrisa de Matt se hizo más cariñosa al escuchar la manera en que su madre lo había llamado. Realmente se sentía bien el poder estar en casa y sentir las manos de su madre en sus brazos. Después de vivir solo tantos años, ese tipo de detalles como el tener una casa ordenada y decorada con un toque femenino y alguien que te espere con la comida en la mesa se convierten en cosas importantes, cosas que uno extraña.

Rió brevemente y de manera nasal por el comentario de Laurel. "It's nothing like that." Le aseguró con certeza, observando cómo su madre echaba al gato de la mesa ratona. Eso también le robó una sonrisa, pero esta vez de superioridad. Sus dos gatos estaban muy bien educados y jamás se subían donde no debían. En ese sentido había tenido mano dura con ellos y después habían dejado de intentarlo.

Matt obedeció y se puso cómodo en el sofá frente al que había estado ocupando su madre. Se sentó algo despatarrado, con un brazo en el respaldo, recostado contra éste y con las piernas algo abiertas. Mientras esperaba, sintió que era la primera vez en varias semanas que realmente se relajaba. Era como si el saber que iba a hablar con su madre de eso que lo preocupaba, ya lo hiciera sentirse mejor, porque ella siempre encontraba la manera de solucionarle los problemas, incluso si eso quería decir hacer cosas ilegales. Por eso la quería tanto y la admiraba.

Cuando Laurel regresó, la recibió con una sonrisa cálida y se estiró para agarrar galletas. Primero agarró una y se la llevó directamente a la boca para vaciar la mano y después agarró unas tres o cuatro y se volvió a recostar contra el sofá. Como tomaba el té casi frío, estaba seguro de que iba a tener que esperar, pero no le molestó. Se tomó el tiempo de masticar tranquilo la primera galleta antes de ponerse a hablar.

"I don't know where to start..." le dijo sinceramente, ahora sacando la sonrisa de su cara para ponerse algo más serio, aunque no mortalmente serio tampoco, porque sabía que su madre lo comprendería pasara lo que pasara.

Laurel esperó a que Matt terminara de masticar, pero lo hizo mirándolo con cierta impaciencia, con una mirada de reproche por tenerla en suspenso así. Era curiosa y metiche, sobre todo con la vida de la gente del club, y si había algo que estuviera pasando, ella quería saberlo.

"Then start by the beginning." Lo urgió ella con el ceño un poco fruncido. No le gustaban las mariconerías de no saber por dónde empezar y todo eso. Los tipos para ella tenían que ser bien machos e ir al grano, sin dudas ni otros signos de debilidad.

Matt asintió algo más seriamente, puesto que no le gustó que lo apurara cuando él era teatral y se tomaba esas cosas con calma y pausas dramáticas. "Don't interrupt me until I'm done." Le advirtió entonces, para decirle algo que sabía que a ella la irritaría tanto como a él el 'empezá por el principio, entonces' de ella.

"Last year, Jax's little sister Nicole came into my office with an excuse and tried to seduce me." Dijo a modo de introducción. "I said no, of course, as I don't sleep with my students... or any minors for that matter." Aclaró como para que ella no empezara a hacerse la idea equivocada. Si su madre pensaba que él se estaba acostando con menores de edad, lo menos que podía llegar a hacerle era pegarle... de ahí para arriba lo que se le ocurriera ese día, hasta que se le quitara lo tonto. No quería que se confundiera y terminar pagando por algo que no había hecho.

"Well, it seems she wasn't willing to take no for an answer, because she petrified me and did it anyway." Dijo de la manera menos alusiva posible, apartando la mirada porque estaba hablando con su madre... y una menor. En cualquier otro caso lo hubiera manejado con bastante menos tacto, puesto que una cosa es decir que te abusó un tipo y otro una pendeja que está que se parte en ocho. Para hablar, se había sentado inclinado hacia adelante, con los antebrazos en las rodillas.

"I didn't tell Jax what happened because I know it would kill him, but he wants to put the baby up for adoption and I have no way to stop him or disuade him without a trial that will put his sister in St.Mungo and make him hate my guts... even if it wasn't my fault." Dijo finalmente. Luego se mordió los labios nerviosamente y levantó la vista hacia su madre. Sabía que seguro estaría enfadada, pero era algo que prefería a no tener con quien hablar el tema.

Laurel asintió dispuesta a acceder en la medida de lo posible, aunque no era muy famosa por cumplir sus promesas de ningún tipo.

El principio del discurso de Matt no le pareció demasiado interesante y se preguntó qué tendría de importante como para que quisiera comentárselo a ella. Volvió a asentir con aprobación cuando dijo que no se acostaba con menores. Le parecía algo sensato y no esperaba menos de él. Si tenían más de 17, que les hiciera lo que quisiera.

Levantó una ceja bien depilada cuando llegó a la parte en que ella lo había petrificado y se había sacado las ganas de todas formas. Veía cómo eso sí podía ser un problema... legal al menos. No dijo nada porque había prometido no interrumpirlo, pero le estaba costando mucho no hacer comentario alguno considerando lo que Matt le estaba diciendo.

Volvió a mostrarse sorprendida al oír la parte de que había un niño de por medio, pero esta vez su reacción se limitó a levantar ambas cejas y palidecer profundamente. Estaba enojada. De eso no cabía duda, pero todavía se estaba debatiendo entre varias cosas que quería/podía decirle y por eso no dijo nada mientras él terminaba de hablar del juicio y lo demás. Había comenzado a temblar ligeramente, pero de furia.

"And you're telling me this just now?" Preguntó ultrajada, en una voz baja y temblorosa que era como la calma antes de la tormenta, porque parecía a punto de explotar en cualquier momento. "You're the stupidest man I've ever seen!" Le espetó molesta unos segundos después, cuando pudo recuperarse y volver a usar toda la potencia de su vozarrón de leona.

"What kind of man studies Aurism for over five years and then lets a fifteen year old overpower and rape him!?" Le gritó furiosa. "Haven't you learned anything in college!?" Insistió todavía fuera de sí. Parecía como si fuera a revolearle con la taza de té por la cabeza en cualquier momento. "You're a shame, a disgrace to this family, Matthew!" Le gritó molesta. "How can you wait a year to tell me I'm about to have another grandkid!?" Le exigió.

"I don't care what you have to do or who will hate you forever, you get out of here and don't return until you bring me my grandson back!" Le ordenó aún levantando la voz. "How can you even think of letting them give your son away to a couple of strangers, muggles even! Do you have no sense of responsability to this family? Or did you forsake that too when you left the club?" Le recriminó clavándole una mirada asesina.

Adie había estado durmiendo la siesta con sus primas en el piso de arriba y se había despertado sobresaltada al oír gritar a su abuela en la planta baja. Se había levantado de la cama que había estado compartiendo con Emmy y había salido corriendo del cuarto descalza, para asomarse al piso de abajo por entre los barrotes de la escalera.

Ahí, reconoció de inmediato a su abuela porque la había visto miles de veces y luego adivinó que estaba hablando con su padre cuando le dijo "Matthew". Eso le aceleró el pulso y la hizo abrir grandes los ojos. Nunca había visto a su padre en la vida real, sólo en fotos y se murió de curiosidad. Sabía que tenía explícitamente prohibido el tener contacto con él y sobre todo el decirle quien era ella, porque sinó iban a matar a toda su familia, pero la curiosidad fue más fuerte y bajó las escaleras en silencio, en puntitas de pie, para poder mirar más de cerca a su papá.

Se quedó parada en medio del living mirando la escena aunque sabía que en cuanto la vieran dejarían de discutir y la mandarían arriba castigada.

Emmy tenía el sueño super profundo, así que ni se inmutó ni con los gritos ni cuando Adie se bajó de la cama que habían estado compartiendo para correr hacia las escaleras. Simplemente siguió durmiendo a pata suelta y se acomodó mejor en la cama, ocupándola por completo.

Berry también se había despertado con los gritos, pero llevaba el suficiente tiempo en la familia Dark/Cole/Rogers como para ir a ver cuando había quilombo. Lo había hecho un par de veces de más chica y los resultados habían sido que había acabado castigada y le habían gritado y la pelea de turno se había vuelto peor por su culpa, así que ahora sabía que se tenía que quedar en su habitación y entretener a su hermanita para que no molestara.

Sin embargo, al oír un par de pies descalzos caer sobre el suelo abrió los ojos y miró hacia la cama donde dormían su hermana y su prima. Vio como Adie se levantaba y salía corriendo de la habitación. "Adie!" La llamó sentándose como un rayo para salir disparada fuera de la cama inmediatamente, tras ella.

La persiguió sin poder alcanzarla a causa de que recién acababa de despertarse y aún estaba medio atontada. Para cuando logró alcanzarla y tomarla de la mano, ambas estaban de pie en medio del living, a unos cuatro o cinco metros de su abuela y Matthew. Se quedó mirando la escena con los ojos muy abiertos, porque nunca había visto a su abuela gritarle así al tío Machew y sabía que tenía que sacar a Adie de ahí a toda velocidad, pero no atinó a reaccionar. No le salió nada más que quedarse ahí parada mirando y sobre todo escuchando.

Ella era algo mayor y podía entender mejor las cosas, sobre todo porque no estaba shockeada como Jade. Aparentemente, su tío tenía un hijo que alguien quería dar en adopción a muggles. El oír eso era lo que la había sorprendido tanto que había hecho que se quedara dura en el lugar. -Con razón la abuela se enojó tanto...- pensó. Era chiquita pero ya tenía inculcado el sentimiento enfermizo casi mafioso hacia la familia que todos los miembros del Club compartían.

"Come on, Adie. Let's go back upstairs!" La urgió por lo bajo tirando de la mano de su prima cuando finalmente pudo reaccionar. "I'm sorry grandma..." dijo mirando a su abuela aterrorizada de que ahora comenzara a agritarle a ellas por haber desobedecido. Sobre todo a Adie. No quería que le gritara porque era más chiquita e instintivamente se puso entre ella y su abuela.

Recién cuando terminó de gritarle a Matt que se fuera de allí, porque sabía que él podía fingir tomarse sus gritos a la ligera pero siempre que le ladraba acababa haciendo exactamente lo que ella quería; Laurel notó a sus nietas de pie en medio del living, al pie de la escalera. Se sorprendió porque no las esperaba allí y generalmente sabían no bajar cuando había problemas.

Por un momento, había pensado que se trataba de Berry y Emmy, pero al darse cuenta de que era Adie con B, se quedó helada. No supo qué hacer porque no quería hacer nada que delatara la relación que unía a Adie con Matt. Necesitaba que las chicas se fueran de nuevo arriba, claro está, pero no iba a gritarles. A las niñas siempre las trataba bien, porque creía que la inocencia era algo que debía ser protegido por el mayor tiempo posible en esa familia de locos... por más que la parte de 'de locos' fuera en gran medida su culpa.

"That's all right, sweetheart." Le dijo suavizando su voz y sus facciones inmediatamente para no asustarlas. "It's me who should apologize for all this noise. Uncle Matt was just leaving." Dijo dedicándole una mirada asesina a su hijo para que se marchara. "Did we wake you up from your nap? Let me get you some milk and cookies and you can take it upstairs and make a tea party." Ofreció sabiendo que era una oferta que Adie no podría rechazar puesto que adoraba las tea parties.

Como no tenía una buena excusa para no haberle dicho nada de eso antes, salvo su cobardía, la que sólo la irritaría aún más, se quedó en silencio, esperando que durante la explosión de furia que sabía que se venía, ella le fuera a decir algo a lo que él sí fuera capaz de contestar. -Ahora que lo pienso- se dijo a sí mismo, unimpressed por el despliegue de ira de su madre, porque a esas alturas de su vida no le tenía tanto miedo como cuando era chico. -tendría que haber encontrado el modo de recuperarlo primero y después traérselo. La vieja es incapaz de ponerse a gritar frente a un recién nacido- pensó con una sonrisa ladeada que tuvo que suprimir inmediatamente para que ella no se enfureciera aún más con él.

"Well, I wasn't expecting her to attack me, for starters..." Le dijo sin levantar la voz, porque sabía que la irritaría más. "And what was I supposed to tell you, huh?" La increpó en tono desafiante, pero aún sin levantar la voz. "She was supposed to keep it, like Annie did! I wasn't expecting Jax to give the kid up for adoption!" Se excusó con vehemencia, con el ceño fruncido, aún sentado en el sofá.

Al ver que su madre se ponía más alterada, Matt decidió irse tranquilamente. No le gustaba hablar con la gente alterada y ya podría regresar cuando la cosa se hubiera calmado un poco y ella hubiera dejado de gritar, para que hablaran como gente civilizada. Se puso de pie lenta, casi ceremoniosamente, para demostrar que no le tenía miedo porque él era mucho más enorme que su madre de ancho y de alto y también capaz de usar wandless gracias a las lecciones de su amante, así que podía defenderse. No se sentía amenazado por ella como cuando era un crío.

Se agachó lentamente para agarrar un puñado de galletas de la mesa ratona y dio un par de pasos más hacia la puerta. "Goodbye Mom. Write to me when you've calm..." Iba a decir 'calmed down', pero entonces notó que ella estaba mirando algo detrás de él y se calló de repente. Giró en su lugar y se encontró mirando a Berry y a una niña que no conocía, pero que asumió debía ser Adie, la amiga de las chicas.

Por un segundo se quedó duro e incómodo, sin saber cómo pilotearla después del escándalo, pero enseguida se puso su sonrisa más ganadora al ver que Laurel se hacía la tonta como la mejor. "Hi Berry. I didn't know you were here today." Comentó en tono de disculpa, aún sonriendo encantadoramente. "I'm sorry about the yelling. Grandma is a little nervous about one of my business going down on the stock market. Nothing to worry about, Mom. Everything will be OK." Le aseguró haciéndose soberanamente el idiota, como si estuviera todo bien.

"And you must be Adie, B. and Emmy's friend." Dijo ahora dirigiéndose a su hija con una sonrisa igualmente compradora. "The girls told me a lot of good things about you. It's good to finally meet you." Le dijo de manera amistosa, como siempre hablaba con los chicos. "It's too bad I can't stay. I have a business meeting to attend, but I'll see you girls around, all right?" Prometió preparándose para irse. No quería generar más problema con su madre. "Bye Mom, Bye girls. Send my love to Emmy." Les pidió antes de marcharse sin que nadie le mostrara el camino a la puerta.

"Uh... hi uncle Machew..." Dijo ella aún algo insegura sobre qué decir y qué no. Como habían estado gritando, no quería que se la agarraran con ella también por haber dejado que Adie bajara las escaleras justo cuando estaba Matt. Era como el tono de quien hizo una travesura y lo sabe y está esperando que la otra persona, que también lo sabe, la rete finalmente.

"Mom took James to the doctor. He has a cold." Explicó simplemente. "That's right." Se apresuró a decir aún nerviosamente, cuando Matt mencionó a Adie. "Bye uncle Machew..." Se despidió aún nerviosa cuando él anunció que se iría. Incluso después de que se marchó, no logró calmarse del todo hasta que no vio que la abuela no iba a enfadarse con ella.

Jade espió a Matt asomando la cabeza desde detrás de Berry, con ojos muy abiertos y curiosos, pero a la vez claramente atemorizada. Sin embargo, la sonrisa de Matt la compró por completo y la hizo sentir una calidez en el pecho que le resultaba inexplicable y que no supo si atribuir a que él realmente tenía una hermosa sonrisa compradora o a que finalmente había conseguido que su padre le dirigiera la palabra... en persona!

"Uh... hi." Musitó apenas audiblemente, aún sin salir detrás de B. Pestañeó extrañada de enterarse que las chias le habían contado de ella a su tío y se sintió eternamente agradecida de que hubieran hecho eso. Incluso si sólo la mencionaban como amiga, se alegraba de que él supiera que existía, que supiera cosas de ella y que estuviera glad de conocerla.

"Bye..." Musitó decepcionada y en voz baja cuando su prima saludó a Matthew de manera bastante más audible. Cuando la puerta se cerró detrás de su padre y le bajó la adrenalina, sintió que le bajaba la presión aunque no supo que eso era lo que le pasaba. Nada más se sintió mareada y floja y luego se cayó al piso desmayada.

Las respuestas de Matt la dejaron un poco más tranquila, pero no por eso había dejado de gritarle, porque quería asegurarse de que él entendiera el mensaje y sabía que gritarle funcionaba.

Después del intercambio entre Matt y las chicas se quedó más tranquila, porque notó que la situación estaba bajo control, que él no sabía nada sobre la relación que lo unía con Adie y ella parecía estar demasiado petrificada como para reaccionar. -Si ya no tuvo una explosión mágica hasta ahora, ya no la va a tener.- se dijo más tranquila, puesto que ése era su peor temor, que Jade tuviera un exhabrupto mágico en presencia de su padre y que él, que había convivido con Stephanie cuatro años, pudiera identificar los síntomas y hacer la suma.

Asintió cuando Matt dijo que estaría todo bien y demás, pero sólo respiró tranquila una vez que él se hubo marchado. Estaba por volver a ofrecerles las galletas e ir a la cocina a por la leche cuando oyó el ruido seco en la alfombra y sus ojos recorrieron rápidamente la habitación hasta encontrar a su nieta en el suelo. No era algo a lo que estuviera desacostumbrada, porque había pasado un par de otras veces antes, pero así y todo se asustó porque era preocupona.

Corrió hacia Jade y se arrodilló a su lado para levantarla a upa y llevarla hasta el sofá, recostándola justo donde su padre había estado sentado antes. "Don't worry, Baby." Le dijo mientras a Berry. "Jade will be all right. She was just too excited to see her father... that's all." Comentó haciendo un esfuerzo para sonar calmada aunque estaba re nerviosa. "Please pass me the salts and rubbing oil." Le dijo extendiendo una mano hacia ella mientras que con la otra desabotonaba el frente de la camisa de la niña, dejando su pecho al descubierto para poder frotarla con aceite.

Cuando Berry sintió que el cuerpo de su primita, que se había estado escondiendo detrás de ella y hacía contacto contra el suyo en algunos puntos, comenzó a deslizarse hacia abajo, intuyó lo que sucedía. Intentó girar para sostenerla pero todo sucedió muy rápido y no llegó a tiempo, de modo que se arrodilló junto a ella y le apantalló la cara con las manos, que era lo único que se le ocurría para despabilarla.

Después se corrió para que su abuela tuviera lugar y la siguió por el living hasta el sofá. Luego asintió con fuerza y salió corriendo a buscar las sales y el aceite para frotar. Los trajo de vuelta enseguida y le puso el frasco del aceite en la mano a Laurel mientras que destapaba las sales y se las acercaba a Jade al rostro.

"Come on, Adie... come back..." musitó en voz baja, preocupada por su prima. Ella había oído de esos ataques pero nunca había presenciado uno.

Laurel abrió el frasquito apenas lo sintió en la mano y se untó un poco de aceite de lavanda en las manos. Luego dejó el frasquito sobre la mesa ratona y, arrodillada sobre la alfombra como estaba, comenzó a frotarle el pecho a la niña con el aceite, haciendo movimientos circulares con las manos y calentándoselas periódicamente frotando una con otra con rapidez.

Mientras tanto, pensaba lo mismo que Berry estaba diciendo, aunque se preocupó un poco de que la niña tuviera que haber presenciado ese momento. La obsevó un momento y llegó a la conclusión de que probablemente no fuera a traumarse demasiado y después de eso se quedó tranquila a ese respecto y siguió masajeando a Jade otro rato.

Unos minutos después, Adie volvió en sí, agitándose en su sueño primero y después abriendo los ojos confusa hasta que recordó lo que había pasado y se ubicó nuevamente. "I'm sorry grandma." Se disculpó en voz muy baja mientras que se sentaba en el sofá. Sonaba muy apenada y tenía cara de perrito triste. "Sólo quería verlo. Eso es todo." Dijo en su defensa, aún hablando como pobre cosita.

"Look, grandma! She's coming back!" Le dijo cuando Jade comenzó a agitarse en sus sueños y alejó las sales para tapar el frasquito y volver a dejarlo sobre la mesa ratona.

"Adie!" Exclamó contenta cuando la vio reaccionar y sentarse. "You had us worried." Le dijo frunciendo un poco el ceño y usando un tono de voz que se parecía mucho al gesto que hacía su abuela cuando se molestaba con alguien.

Laurel dejó de hacerle masajes a Jade cuando notó que se agitaba dormida y aprovechó para tapar el frasco que antes había dejado sobre la mesa ratona.

Sonrió aliviada al ver que la niña se recuperaba rápidamente y se sentaba en el sofá. No quería ni pensar en lo que los bisabuelos de ésta le hubieran hecho a ella y su familia si le sucedía algo por su culpa o estando en su casa. La niña era mucho más linda que sus otras dos nietas juntas y también tenía mucha más gracia y mejores modales, casi como una pequeña princesita, pero sin embargo, Laurel la veía como una carga, una versión fallida, un producto indeseado de una unión de por sí ya poco recomendable. Pero también sabía que no era culpa de la chica y que, por si fuera poco, era la hija de Matthew, así que no pensaba dejarla fuera de la familia así como así.

Tal vez por eso había insistido a los Dalton de que le permitieran pasar tiempo con sus primas y en su casa, para que no perdiera la conexión con el resto de su familia, porque sinó la pobre chica iba a crecer muy sola considerando que su único contacto social eran una pareja de viejos chochos.

"It's all right, baby." Le dijo aún sonando como una abuela preocupada, que es exactamente como se veía su cara. "Y qué te pareció?" Le preguntó más bien por curiosidad que otra cosa. Para asegurarse de que no tuviera ideas peligrosas en la cabeza. "Ni una palabra de ésto a tus abuelos. ¿Entendido?" Le dijo mirándola con mucha seriedad.

"I'm sorry." Se disculpó en tono lastimero con Berry por haberla preocupado a ella también. "I didn't mean to worry you." Añadió en voz baja, bajando la mirada tristemente.

Levantó la vista cuando su abuela le dijo que estaba bien y sonrió un poco aunque aún parecía triste. "He is very handsome and has a lovely smile." Dijo desanimada, porque sabía que no la dejarían volver a verlo. Cuando él la había mirado y le había sonreído, ella se había derretido por dentro.

Asintió varias veces, con fuerza y los ojos bien abiertos, un poco asustada por la seriedad con la que su abuela le había dicho eso. "I won't tell anyone. I promise." Le dijo convencida.

"Great. Now, eat some cookies. You need to get your strength back. I'll get you both some milk." Dijo aún algo seriamente antes de levantarse e ir a la cocina a buscar la leche.