Pequeño accidente

Había sido en la clase de transfiguración. Maggie había estado practicando la manera de convertir un reloj de pie en una gata que pareciera y actuara de manera real y, por alguna razón, había acabado teniendo las zarpas y patas de un felino en lugar de sus piés y manos. Al principio había encontrado aquello bastante gracioso y el ataque de risa le había impedido darse cuenta de la gravedad de la situación, pero ahora que había pasado un par de horas aburriéndose en la enfermería mientras que todos sus amigos estaban disfrutando de su tiempo libre, la idea ya no le parecía tan hilarante.

Aburrida, suspiró y revoleó la revista de moda que ya había leído tres veces, sobre la mesa de luz junto a su cama. "Parece que ésta va a ser una tarde aburrida..." pensó en voz alta.

John había estado presente en el momento del accidente, de hecho, toda la clase lo había estado, y había sido él quien la había traído a la enfermería. Le había prometido que volvería más tarde a ver cómo estaba y se había marchado a comer.

Ahora, con el estómago lleno y una pila de revistas en los brazos, entró en la enfermería y se dirigió a la cama donde se encontraba su amiga. "Maggie!" La llamó con voz cantarina, haciéndose un poco el payaso. "Mirá lo que te trajee!" Insistió mostrándole la pila de revistas Vogue y Cosmopolitan que había pedido prestadas a su amiga Niala.

((qué bueno tener un amigo así))

El sonido de la puerta la sacó de su ensimismamiento y se sentó en la cama de inmediato, entusiasmada ante la idea de tener alguien con quien hablar. "Johnny boy!" Lo saludó ella. "¡Nunca estuve más contenta de verte!" Le dijo en broma, estirándose para ver qué es lo que le había traído. "Waaah! Te amo tanto!!" Le dijo en broma a su amigo, aunque no tenía el más mínimo interés romántico en él y lo encontraba bastante poco agraciado. "Gracias gracias!!"

((a full))

John se rió de buena gana de la hiperactividad que la convalesciente estaba demostrando tener y se acercó a ella para luego sentarse en el borde de la cama y dejar las revistas sobre la misma, entre ambos. "I'm glad to be of service" le dijo remedando la voz de un mayordomo. Era su manera de molestarla por una discusión que habían tenido el año anterior cuando él se cansó de que ella le pidiera favores todo el tiempo y la retó por abusarse de su bondad. De todas maneras, era una broma sin malas intenciones. "Es lo menos que podía hacer después de la manera en que te humillaste delante de toda la clase." Le dijo él.

Rió un poco más por su personificación de un mayordomo, pero no demasiado. Había captado la indirecta, si bien tampcoo le hacía demasiado problema porque sabía que ese problema ya lo habían discutido en su momento y lo habían arreglado. La mención de su humillación previavolvió a hacerla reír, esta vez con más ganas y cuando se hubo calmado un poco, dijo entre risas. "No, es que tú no entiendes. Cuando sentí el hechizo golpearme, ni siquiera supe qué me había sucedido hasta después de un par de segundos y entonces me ví las manos y fue tan gracioso..."
la risa volvió a impedirle hablar. "que no pude más que reírme. Osea... ¡paws!" Exclamó divertida al recordarlo, haciéndo la mímica con las manos.

John la dejó hablar, sonriéndo un poco de compromiso mientras ella reía como maniática. Era una escena común entre ellos, Maggie riéndo como posesa y él sintiéndose un poco incómdo y sin saber cómo reaccionar antetanta efusividad. Él era del tipo tranquilo y si bien tenía buen humor, era raro que algo lo hiciera desternillarse de risa de la manera en que ella lo hacía todo el tiempo. A veces Maggie lo hacía sentir como un viejo amargado, pensó, pero después se dijo que probablemente fuera ella la del problema.

"Ahora enserio. ¿Cómo te sientes?" Le preguntó cuando se le hubo pasado la hilaridad.

Ella dejó de reírse paulatinamente hasta que se calmó y cuando él le preguntó eso se enserieció un poco. "Estoy bien. Me siento perfectamente pero la enfermera no me deja levantarme." Explicó. "Dice que la poción que me dio puede bajarme la presión y hacer que me maree, así que quiere dejarme en observación hasta mañana a la mañana" Comentó frunciendo el ceño discomforme. No le gustaba la idea de tener que aburrirse toda la noche y estar perfectamente libre para irse precisamente en el horario en que tenía clases. Hubiera preferido que fuera al revés.

John se enserieció también, ya que estaban hablando de un tema serio y le pareció que no daba para seguir haciéndo el tonto. "Bueno, debe tener una buena razón para hacerlo. De seguro no te gustaría estar bajando las escaleras para ir a cenar y caer rodando varios pisos por desmayarte por una baja de presión" sugirió él en tono más o menos serio. Sabía que su amiga nunca se tomaba nada enserio y que era tan activa que resultaba difícil mantenerla en cama cuando hacía falta...y hacía falta seguido dado que era tan torpe que solía tener accidentes de varias clases bastante seguido.

"En todo caso, por lo menos vas a tener con qué entretenerte" añadió dándole un par de palmaditas a la pila de revistas encima de la cama, entre ellos.

Maggie también se enserieció y suspiró de manera cansada, mentalmente agotada después de tanto aburrimiento cuando en general siempre estaba haciendo una cosa divertida u otra, o pasando tiempo con sus amigos haciendo bromas. Era una muchacha muy sociable y el estar encerrada y sola allí la ponía de muy mal humor, sacando su lado depresivo o bien cínico, aunque todavía no le había pegado tan duro, pero no estaba segura de que si tenía que pasar ahí toda la noche pudiera seguir manteniéndose de buen ánimo todo el rato hasta la mañana siguiente. Por otra parte, tampoco le gustaba dormir fuera de su propia cama y los colchones forrados de plástico de la enfermería le daban calor y frío al mismo tiempo, haciéndola transpirar sin realmente abrigarla a pesar de las cobijas. "Lo sé " le dijo como rinriéndose ante la lógica de John. "Pero realmente no tengo ninguna gana de pasar aquí la noche sola en esta cama tan incómoda que me hace transpirar y morirme de frío" explicó algo desanimada.

"Lo sé" le dijo con una sonrisa leve pero cálida. "Y te agradezco por ello" -lo que no quita que me moleste pasar aquí la noche- terminó la oración en su cabeza, donde él no podría oírla.

Hizo una mueca de costado. Entendía lo que ella le decía pero no había nada que se pudiera hacer al respecto así que no tenía nada para decir, puesto que no quería meter la pata y decir algo que fuera a resultar incómodo. Aún así, sintió la presión de decir algo y cuando pasaron tres o cuatro segundos se oyó a sí mismo decir: "Al menos es sólo por una noche" a pesar de que había jurado que no diría nada más.

"Peeeero?" Preguntó sabiendo a dónde iría a parar esa conversación: más quejas. Eso lo hizo sentir en la necesidad de inventarse una excusa y salir corriendo.

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Maggie torció la boca en una mueca de hastío y asintió. "Tienes razón. Lo sé, lo sé" y estaba a punto de volver a quejarse cuando se refrenó y apretó los labios para dejar de hablar porque no quería parecer pesada y cuando se le metía algo en la cabeza se ponía muy monotemática.

Por un momento dudó antes de responder, pero finalmente cedió porque él había preguntado. "Pero el saber que estoy obligada a quedarme encerrada me hace querer salir a hacer cosas por más que el resto del año en que tengo que hacer mil cosas me quiero quedar tirada leyendo revistas viejas" le explicó con una pequeña sonrisa. "Supongo que uno siempre quiere lo que no puede tener, ¿eh?" preguntó de manera retórica.

John sonrió de compromiso cuando ella le dió la razón a modo de disculpa, pero no agregó nada más. De hecho, la sensación de que debía poner cualquier excusa e irse de allí se hacía más fuerte a cada momento y no porque le cayera mal su amiga, pero era el tipo de amiga que uno tenía para la joda, pero con la que alguien como él no encajaba cuando ella se ponía quejosa, aunque tal vez a otra gente eso no le molestara tanto.

"Eso suena a psicología muggle" admitió él con una breve sonrisa, poniéndose de pie tras decir eso. "Bueno, todavía tengo que ayudar a mi hermanito Ollie con la tarea antes de la cena, así que será mejor que me vaya." se excusó con lo primero que le vino a la mente, pero de manera convincente. A pesar de que le gustaba la honestidad, era un bastante buen mentiroso o no hubiera sobrevivido en la familia en que había nacido. "Espero que te mejores y que la noche te sea leve" le dijo de camino a la puerta. Luego salió y se fue de regreso a la sala común.