Convenciendo a Campbell

Leon se había enterado de la situación de una de sus ex-alumnas favoritas por carta. Ella se había comunicado con él para decirle que se había enterado de su imposibilidad para conseguir una profesora de historia y ofreciéndose para ayudarlo si él se lo permitía, lo que a su vez la ayudaría a ella. En definitiva, se trataba de una situación win-win, pero la mayoría de sus profesores se habían opuesto terriblemente a esa decisión y él había dudado.

Mientras tanto, el tiempo pasaba sin que los alumnos tuvieran un profesor de historia y eso lo preocupaba. Era una parte tan importante de la formación de los magos y brujas como el hacer encantamientos. Era importante que conocieran la historia para que no volvieran a cometer los mismos errores y ahora estaba intentando convencer a sus profesores uno a uno para poder contratar a la profesora. La otra opción era dejar el puesto vacante y que los alumnos se perdieran un año de historia. Él prefería que perdieran solo dos semanas antes que el año. En otra circunstancia hubiera tomado la decisión sin importarle lo que pensaran sus profesores, pero la nueva modalidad del Ministerio de que un director debía tener el voto de apoyo de la mayoría (51%) de sus profesores para seguir en su puesto lo estaba volviendo loco.

Cuando sintió golpes en la puerta de su oficina, se acomodó y se quitó los anteojos para recibir a una de sus profesoras. "Adelante." Dijo tranquilo.

Theresa había llegado preocupada a la oficina del Director. Por un lado, estaba preocupada porque el tema de tener un vampiro por profesor la ponía nerviosa. No le gustaba ser prejuiciosa, pero al mismo tiempo creía que un colegio tenía que tomar todas las precauciones necesarias para asegurar la seguridad de los alumnos y el contratar a un vampiro como docente no le parecía para nada coherente con esa línea de pensamiento, por más que fuera un vampiro con comportamiento ejemplar.

Por otra parte, había visto a la hermana de Jax ser llevada a la enfermería cuando venía de camino a la oficina de Williams y eso la tenía preocupada. Quería a la mocosa como a una hermana a pesar de que su comportamiento fuera menos que ejemplar y estaba preocupada de que le hubiera sucedido algo grave a ella que tenía la tendencia de meterse siempre en problemas.

Tess entró en el despacho de Williams contrita, con su actitud seria de profesora y no la de payasa que usaba con sus amigos. "¿Me necesitaba?" Le preguntó con respeto.

Leon le indicó un asiento de cuero al otro lado de su escritorio y se acomodó un poco en el suyo propio. Tenía el escritorio y toda la oficina pulcramente ordenada, algo extraño en un mago, pero él tenía un problema con el desorden en general y no podía estarse quieto sabiendo que las cosas no estaban en perfecto orden.

"Sí... en realidad quería hablar contigo." Le dijo con una sonrisa de disculpa, por haberla llamado. No solía llamar aparte a sus profesores de esa manera y menos para intentar convencerlos de que pensaran como él, pero si lograba que ella estuviera de acuerdo, ya sólo le faltaría convencer a una persona más para poder contratar a la profesora de historia y conseguir que la educación de sus chicos no se echara a perder. Ahora que la universidad se había llevado al profesor Binns, le estaba resultando complicado el encontrar un reemplazo para una materia tan aburrida y sobre la que los magos en general sabían tan poco.

No sabía cómo sacar el tema a colación sin que sonara demasiado como que estaba intentando coercionarla , por lo que se tomó un momento para arreglar sus pensamientos en algo coherente. "La verdad es que no sé cómo empezar esta conversación." Dijo sinceramente, que le parecía el mejor approach en ese momento porque lo hacía verse más desesperado, exactamente como se sentía.

Theresa asintió y se sentó frente a Williams, al otro lado del escritorio. No dijo gran cosa porque estaba segura de que él querría hacer casi todo el talking y seguramente esperaba que ella escuchara y acabara estando de acuerdo. Preocisamente por eso se sorprendió tanto cuando el director le salió con que en realidad no sabía cómo hablar con ella. Por un segundo se planteó que tal vez estaba equivocada y él querría hablarle de alguna otra cosa, pero después descartó la idea por ridícula.

"Quiere que vote a favor de la profesora de historia." Le dijo con calma pero sin irse con vueltas, mirándolo a los ojos de manera no desafiante, sino tranquila. Esperó a que él contestara. No quería ponerse muy sabihonda con él y que después la reprendiera por tener actitud de know it all.

Leon asintió cuando Campbell dijo eso. Parecía algo avergonzado de que ella lo atrapara con las manos en la masa, o tal vez de que lo leyera como a un libro abierto. De todas formas, se sintió aliviado de no tener que decirle lo que esperaba y que ella al menos ya tuviera una idea de lo que estaba pasando. "Sí." Dijo incómodo con la situación de manera difícil de determinar por alguien que no estuviera dentro de su cabeza.

Enseguida se recompuso y volvió a ponerse serio tras su pequeño desliz. "Creo que es importante que los alumnos tengan una formación integral y, considerando las problemáticas sociales de esta última década, creo que todos estamos de acuerdo en que hay ciertas cosas que no pueden ser olvidadas si queremos que no vuelvan a pasar." Explicó a dónde iba. "Los chicos necesitan estudiar historia. Es una materia importante, tan importante como las otras más prácticas, quizás incluso más importante si pretendemos aprender algo y dejar de matarnos entre nosotros..." Comentó mirándola seriamente, para que entendiera que se tomaba el asunto muy seriamente.

"Sé que la profesora que encontré dista de ser ideal, pero es mejor que tener un puesto vacante y la asamblea de padres tampoco pudo encontrar una mejor opción... porque como sabrá estoy dispuesto a aceptar a cualquier otro profesor que esté dispuesto a tomar el cargo. El problema es que no hay otros profesores." Le explicó como si ella no lo supiera ya.

"Por supuesto que se tomarían medidas de seguridad para proteger a los alumnos." Aclaró por las dudas, para que no le saliera con esa, que ya había escuchado varias veces antes, hablando con los otros profesores. "Después de la última vez que hubo una criatura de ese tipo en el colegio uno no puede tomar demasiadas precauciones... tú debes saberlo mejor que nadie." Añadió sabiendo que ella era de la época esa, porque la había tenido como alumna.

Tessa era muy detallista y no se le escaparon las emociones en el rostro del director pero apretó los labios y no acotó nada, dejándolo hablar y guardándose sus pensamientos para ella misma.

Asintió porque en ese punto estaba de acuerdo. Le molestó que nadie hubiera sido capaz de encontrar una mejor opción a la profesora que él proponía, en especial habiendo todo un board de padres dispuestos a buscar. Debía ser que realmente no había casi nadie disponible, que la universidad les había absorbido a todos los buenos profesores, dejándolos con los desechos. Esa idea le molestó. No le gustaba pensar en ella misma como en profesora de segunda, pero ya conseguiría más respeto con la edad, cuando pasara el tiempo, se prometió.

"Precisamente por eso no puedo votar a favor de algo así a menos que las medidas de seguridad que se vayan a tomar para garantizar la seguridad de los alumnos sean claras y concisas... y efectivas, claro está." Explicó con seriedad. Estaba bastante incómoda porque le caía bien el director y en general siempre lo había admirado y había estado de acuerdo con él en el pasado, así que el verlo tomar una postura que ella no podía apoyar le resultaba difícil. "Lo siento." Se disculpó honestamente. "Es lo que pienso." Le dijo con firmeza. Sabía que Leon no era el tipo de persona que la echaría por sólo expresar su opinión. Lo conocía desde la secundaria y sabía que era un tipo justo.