Complotándose por correo

Era un martes por la tarde. Las clases acababan de comenzar y John ya tenía novedades para comunicarle a su hermana Claire. Con esta intención caminó desde el castillo hasta las lechucerías en cuanto se terminaron las clases del día. Aún llevaba su morral colgado del hombro y arrastraba los piés con ese andar cansado y algo triste que le era característico cuando no estaba haciendo payasadas.

Al llegar a la lechucería, buscó directamente una de las aves del colegio y se detuvo delante de ésta, pensando que tendría que haber escrito la carta antes, puesto que allí no tenía dónde apoyarse para escribir y el suelo estaba demasiado sucio con excrementos de ave como para poder sentarse. -Parece que tendré que improvisar algo- se dijo a sí mismo, sabiendo que estaría complicado sin ensuciarse las ropas que ya de por sí no estaban demasiado limpias.

Gipsy había salido de la misma clase que él y lo había llamado para que la esperara, pero aparentemente el gigantón no la había oído. Lo persiguió por los terrenos hasta la torre de la lechucería y a los pies de la misma debió detenerse a recuperar el aliento, puesto que ella era bajita y él enorme. No había manera de que lo hubiera podido alcanzar incluso corriendo.

Cuando logró llegar a la parte superior de la torre, se encontró con su amigo de pie en el medio de la estancia. "Sí, gracias por esperarme," le dijo a modo de saludo con tono irónico, pero sin estar realmente enojada. "Tuve que correr por la mitad del colegio detrás de tí. ¿Te parece bien?" Le preguntó todavía pretendiendo estar molesta.

Todavía no había descubierto cómo solucionar su problema cuando escuchó la voz de su amiga a sus espaldas y se dio vuelta a verla. "Hey, Sissy," la saludó con una sonrisa despreocupada. "Lo siento, no te oí llamarme. ¿Pasa algo?" quiso saber con cierto aire preocupado. Si ella se había tomado el trabajo de correr detrás de él todo el camino hasta la lechucería bien podía tratarse de algo grave, al menos conociéndo a Gipsy.

Sissy negó con la cabeza y sonrió divertida. John era su amigo preferido y siempre la ponía de buen humor el verlo. Era quien siempre la comprendía y quien le había levantado el ánimo cuando se enteró de lo que Lex había estado haciendo mientras ella estaba en coma. "No mucho" admitió acercándosele. "Sólo pensé que podíamos ir a jugar Quidditch un rato... tu sabes... antes de que llegue el invierno y tenga que meterme en mi madriguera calentita" explicó con una expresión infantil, la cual se potenciaba con el hecho de que de por sí, ella ya parecía de catorce años aunque tenía diesisiete.

"¿En qué andabas?" Preguntó con curiosidad. "¿Escribiéndole a Claire?"

John rió brevemente por la broma, puesto que sabía cómo ella detestaba el frío y prefería quedarse dentro del castillo durante el invierno. "Seguro. Es una excelente idea. Tan sólo dame una mano con ésto" dijo mostrándole el morral que levantó un poco sin descolgárselo, como para enfatizar. "e iremos por las escobas" sugirió. La idea de practicar Quidditch antes de que comenzaran oficialmente los entrenamientos le parecía una genial idea. Después de todo, a pesar de lo mucho que amaba el deporte, no tenía ninguna gana de comenzar los entrenamientos oficiales, pues esto significaba que debía enfrentarse a su ex... la capitana del equipo. Aún así, le alegraba que ella estuviera en ese puesto, ya que estaba convencido de que era la mejor capacitada para ello, por ser una jugadora impresionantemente buena. No era el tipo de persona que permitía que sus sentimientos se entrometieran en su objetividad... bueno, tal vez un poquito.

Asintió con la cabeza. "Algo así. Tengo noticias para darle, pero olvidé que no tengo forma de escribir aquí la carta." Explicó. "¿Te molestaría darte vuelta y...?" sugirió haciendo un gesto circular con la mano.

"¡Genial!" Exclamó entusiasmada con la idea. No había volado mucho durante el verano, a excepción de las veces en que ellos dos se habían puesto a practicar Quidditch con el primo de Alex, pero con todo el trabajo que había para hacer en las granjas, ninguno de los adolescentes responsables que eran había tenido demasiado tiempo para el esparcimiento. "¿Qué quieres que haga?" Le preguntó con la mejor disposición posible.

"Oh, cool" acotó por el tema de las noticias. Sabía lo que eso significaba, puesto que John le había confesado hacía años las cosas que él y su hermana hacían. De hecho, estaba bastante segura de que ella era la confidente de su amigo y que, muchas veces la relación era de ida y vuelta. Para hacer las cosas más simples, ambos estaban atravesando separaciones complicadas de sus ex parejas y ninguno de los dos se estaba tomando el asunto demasiado bien, aunque si tenía que ser honesta, estaba segura de que John lo estaba llevando mucho mejor que ella.

"No. En absoluto.No hay problema" le dijo dándose la vuelta y encorvándose un poco para hacerle de escritorio con la espalda. Extendió una mano hacia atrás. "Dame el tintero." ofreció.

Él también sonrió contento ante la perspectiva de volar un poco. El día parecía perfecto para hacerlo y tampoco tenía mejores planes para la tarde. Tampoco quería regresar a la sala común y correr el riesgo de encontrarse con sus dos exes... ambas eran un problema en distintas maneras y, para peor, ahora parecían haberse vuelto mejores amigas. -Esto es una pesadilla- pensó él intentando apartar el pensamiento de su mente y concentrarse en lo que tenía que decirle a su hermana.

"Gracias" le agradeció con una sonrisa mientras sacaba el tintero de su morral y lo colocaba con cuidado en la mano de ella, la cual previamente había acomodado para que el frasquito no se cayera. Después, sacó una pluma maltrecha y un trozo arrugado de pergamino y, tras mojar la pluma en la tinta, comenzó a escribir rápidamente en el pergamino unos caracteres especiales que él y su hermana habían ideado para que únicamente ellos pudieran descifrarlos. Aquella era una precausión tonta dados los tiempos relativamente pacíficos que corrían, pero tratándose de los padres de ellos, ninguna precausión les pareció excesiva.

Cuando terminó de redactar la breve misiva, guardó todas las cosas nuevamente en el morral y apoyó su mano en el hombro de Gipsy. "Listo. Gracias, Sissy. No sé qué hubiera hecho sin tí!" le dijo sinceramente, atando el rollito de pergamino a la pata de una de las lechuzas del colegio. "Llévale esto a mi hermana Claire en Londres" Le pidió justo antes de que el ave despegara y saliera volando por la ventana.

Gipsy se mantuvo quieta durante el rato que él estuvo escribiendo. La postura era incómoda y bastante avergonzante, pero ella lo soportó sin una queja, ni durante ni después. Cuando John le dijo que ya había terminado, se enderezó mentalmente agradecida y se volvió hacia él con una sonrisa. "¡Por nada!" Le dijo con una sonrisa enorme que denotaba que se encontraba de un excelente humor. La idea de poder jugar al quidditch era una de las cosas que más fácilmente la ponían hiperactiva y de buen humor. Se volvía como una niña con juguete nuevo.

"Algo se te hubiera ocurrido" le aseguró ella despreocupadamente. Sabía que en ese lugar seguramente se hubiera ensuciado todo, pero era una muchacha muy modesta y no le gustaba mandarse la parte. "Ahora, ¡a jugar al quidditch!" Pidió ella saltando con entusiasmo arriba y abajo de manera bastante infantil. Uno podría pensar que eso era algo que no estaba bien en un prefecto, pero ella era perfectamente responsable, estudiosa y hacía caso a las reglas del colegio, por lo que asumía que tenía derecho a parecer inmadura en su vida personal si tenía ganas o a tener los gustos que se le ocurrieran, incluso si eso significaba comer pollo con chocolate y se lo discutiría a muerte a quien osara llevarle la contraria en ese asunto, puesto que su modestia terminaba cuando se sentía amenazada o acusada acerca de algo que sabía que estaba haciendo bien.

"Seguro" admitió él con una sonrisa calma. "Pero de seguro no hubiera sido higiénico bajo ningún punto de vista" comentó paseando su mirada por el suelo asquerosamente lleno de excremento de lechuzas. "En fin..." añadió dispuesto a dejar el tema de lado por completo.

"¡Sehhh!" Concordó él de buena gana. "Definitivamente necesito un descanso de las vacaciones. Me la pasé trabajando en la granja y tengo la espalda a la miseria" confesó sintiéndose un poco como un viejo choto por quejarse de la espalda y del trabajo cuando aún no había salido del colegio. Sonrió divertido ante este pensamiento y luego lo puso en palabras. "¡Estoy hecho un viejo choto!" y se rió caminando felizmente escaleras abajo, con una mano apoyada en el hombro de ella de manera familiar.

Gipsy rió por el comentario de John y después quedó con una sonrisa en la cara. Era la primera vez en semanas que se sentía de tan buen humor. Realmente le hacía bien pasar tiempo con él y pensó que no por nada era su mejor amigo. -Ni que fuera un perro- pensó por lo que acababa de decirse un momento antes, y volvió a reír tontamente aunque él no fuera a comprender la razón.

Giró la cabeza para mirarlo de lado cuando dijo eso y se le colgó del brazo para bajar las escaleras a su lado. "¿Tan mal te trataron?" se refería a las vacaciones y el siguiente comentario de John respondió a su pregunta. "¡Estás hecho un viejo choto!" dijo al mismo tiempo que él decía la misma cosa. Luego rió de la coincidencia y apoyó su cabeza en el brazo de él con cariño. Lo hubiera hecho en el hombro, pero el muchacho era tan alto que Gipsy no hubiera llegado sin la ayuda de un banquito. "Yo también quiero un descanso de las vacaciones, a decir verdad" admitió sinceramente, cuando el momento de bromear hubo pasado. "El primo de Lex es simpático y todo, pero cada vez que lo veo..." dijo deteniéndose ahí para controlar sus sentimientos. No quería ponerse emotiva ahora que lo estaba pasando bien y después de un momento de silencio, pudo controlarse y volver a mostrarse de buen humor. "Y eso de que esté ayudando a Willie en la granja la verdad que no ayuda" explicó.

John no se inmutó cuando ella comenzó a reírse sin motivo. La mayoría de sus amigos eran en realidad amigas y pasaba el suficiente tiempo entre mujeres como para saber que hay cosas que es mejor no preguntar, porque la explicación puede llegar a ser un dolor en el cuello o incluso peor, la pregunta misma puede llegar a irritar a la mujer de turno. Por otra parte, ella estaba visiblemente de buen humor y era normal que las mujeres del tipo de ella se rieran tóntamente y sin motivo cuando estaban de buen humor.

También él rió cuando coincidieron en lo que dijeron al mismo tiempo, pero menos efusivamente que ella, puesto que era un tipo más tranquilo y parco que una adolescente hiperactiva, incluso cuando estaba entusiasmado. "Lo sé, lo sé" admitió él con una sonrisa algo avergonzada y mirando al suelo un momento. "Pero hice buen dinero y creo que Mr. Moxley no hubiera podido arreglárselas sin mí, así que siento como si le estuviera devolviendo un poco el favor enorme que me hace dejándome quedarme en su casa" Se explicó ya con más seriedad.

Al oír lo del primo de Alex, se sintió un poco culpable por acabar de mencionar al padre de la chica unos segundos antes, pero ya no había nada que pudiera hacer al respecto. "Entiendo" le dijo sinceramente, girando la cara para mirarla apenado por ella. "¡Imagina lo difícil que es para mí mantenerme alejado de mis propios fantasmas cuando a una la tengo que ver en la sala común todos los días y a la otra en los entrenamientos de Quidditch! Prácticamente le quitaron toda la gracia al deporte... ¡Y para colmo de males ahora son mejores amigas!" Se quejó frustrado. "¿Quién entiende a las mujeres!" protestó para después recordar que ella era una mujer. "Lo siento... no lo decía por tí, claro está..." dijo bajando la mirada avergonzado por haber metido la pata.

Sissy sonrió levemente cuando él le habló de dinero, puesto que sabía que era algo bueno para su amigo y que si continuaba ahorrando de esa manera, podría cumplir su sueño de conseguirse un lugar propio y no tener que estar dependiendo como él decía 'de la caridad de nadie', si bien ella conocía a Mr. Moxley y sabía que de seguro estaba más que feliz de tener a John viviendo bajo su techo, especialmente cuando él era un muchacho tan dulce y bien predispuesto a ayudar con lo que hiciera falta. "Deja de preocuparte tanto por todo, Johnny boy!" le pidió ella riéndo brevemente. "Dudo que Mr. Moxley piense que le debes algo y el dinero no lo es todo en la vida. Tal vez deberías haberte tomado la última semana de vacaciones libre para descansar un poco" Observó hipócritamente, dado que ella tambié había estado trabajando mucho todo el verano en ayudar a su madre con las tareas de la granja como alimentar a los animales y demás, así como también haciendo algunas prendas a medida para la gente del pueblo a cambio de dinero, también con la idea de mudarse sola en algún momento.

"¡Ay! Seguro que sí. ¡Te entiendo totalmente, Johnny!" Le aseguró ella algo agobiada por sus propios problemas sentimentales. En ese momento se le ocurrió que tal vez la razón por la que últimamente pasaba tanto tiempo en compañía de John era precisamente porque ambos andaban atravesando el mismo tipo de problema y podían hablar de ello. "Lo sé, y estoy completamente de acuerdo en eso también." refunfuñó pensando en Lex y la manera en que la había cambiado por ese enano aparentemente de la noche a la mañana, si bien había pasado cerca de un año.

John se desanimó un poco. Sabía que ella tenía razón, pero no tenía que ver con la verdad o la razón sino con cómo se sentía él, y él se sentía endeudado hacia Mr.Moxley. También sabía que en ese sentido ella no lo entendería por mucho que lo comprendiera en todo lo demás que le estaba pasando. "Ya es un poco tarde para eso ¿no crees?" le dijo encaminando la conversación por un lugar donde no tendrían tanta discordia. "Por otra parte, tú tampoco te has tomado vacaciones" le hizo notar él con una sonrisa acusadora.

John suspiró pesadamente. Su vida amorosa era un desastre. Su familia siempre lo había sido y ahora sólo tenía a sus amigos y sus estudios, en los que debería esforzarse si quería poder estudiar para medimago cuando saliera de Hogwarts. "Cierto que tú..." añadió cuando ella le dijo eso. Gipsy era tan femenina, a diferencia de Alex, que muchas veces se olvidaba de que 'no era del todo mujer'.

En lugar de enseriecerse, Gipsy sonrió al verse atrapada con las manos en la masa. "Es cierto, pero yo estuve haciendo algo que me gusta. Adoro coser y para mí no es un trabajo, eso es un hobby por el que me pagan." Explicó en su defensa, con cierto orgullo de sí misma presente en su voz. No tanto por haber ganado el ajedrez verbal, sino más bien por el hecho de haber hecho dinero haciendo algo que le gustaba. En realidad, no le había preguntado a John, pero estaba bastante segura de que al muchacho probablemente no le gustaba trabajar en una granja.

Gipsy rió por el comentario de él. "Sehh... todavía estoy tratando de encontrarle sentido a mi vida sin Lex." dijo repentinamente desanimada. Luego suspiró. No era algo de lo que quisiera hablar, pero si había alguien con quien no le molestaba tanto hacerlo, esa persona era John. "Pasa que me cuesta verlo de ese modo."Explicó. "Por una parte estoy mal, pero por otro lado, ví al pendejo ese, sé qué tipo de chabón es y dudo mucho que la cosa vaya a durar demasiado." Comentó ahora más decidida. Ese pensamiento era lo que la mantenía funcionando en realidad, el saber que cuando Arnold la dejara, porque alguien así de maduro eventualmente le rompería el corazón, ella estaría allí para volver a poner las piezas en su lugar.

John hizo una mueca al darse cuenta de que ella tenía razón. A él no le gustaba ser granjero, no era su idea de la buena vida ni nada por el estilo, pero se sentía en deuda para con Mr.Moxley, quien necesitaba trabajadores y por otra parte, él necesitaba el dinero. Era cierto que su familia era bastante acaudalada, pero él había cortado todo lazo con ellos desde principios del año anterior y no pensaba aceptar un solo knut que proviniera de esos descorazonados seguidores de Voldemort... por otra parte, estaba más que seguro de que su familia tampoco quierría gastar ni un knut en él desde que se rebelara en su contra. Claro que sus padres esperaban que él en algún momento entrara en razón y 'saliera de esa fase adolescente de rebeldía' para sumarse a las costumbres poco santas de la familia, pero iban a llevarse una gran desilusión. "Tienes razón." Respondió simplemente. No quería darle muchas vueltas al asunto.

El oír aquello lo preocupó un poco. Había notado que su amiga estaba deprimida, pero no pensaba que se lo fuera a tomar tan tan mal como para estar hablando de que su vida sin ella no tenía sentido. Le parecía un poco melodramático, puesto que él había sido lo sufiicientemente maduro como para encontrar otras cosas que valieran la pena en su vida después de que por culpa de su primera novia, la otra lo dejara. Por ese motivo, le prestó mucha atención a lo que ella decía, buscando alguna clave que le hiciera saber que Gipsy no intentaría matarse ni nada loco por el estilo. "Entiendo." Dijo intentando ocultar su desaprobación. Según él, ella tenía que olvidarse de quien la olvidó y rehacer su vida, pero por otra parte, lo que ella decía tenía cierto sentido. El muchacho no parecía del tipo estable y maduro como para darle a Lex la contensión que sólo una relación a largo puede dar. "Si estás dispuesta a esperarla y perdonarla, cosa que yo no haría... y crees que eso te hará feliz, pues entonces no hay nada que pueda decir para disuadirte... ahora, si mientras esperas vas a estar siendo miserable a cada segundo, creo que en realidad podrías hacerte un favor y olvidarte de Lex." Explicó su punto de vista con seriedad, porque sabía que ella era lo suficientemente madura como para entenderlo y no hacerle un berrinche.

Gipsy asintió y no volvió a tocar el tema. Entendía bien las indirectas, puesto que tenía la sutileza típica femenina.

Suspiró. Sabía que John tenía razón y que su preocupación era genuina, pero al mismo tiempo no quería ir contra su propia naturaleza. Ella amaba a Alex y ambas habían compartido incontables cosas en los muchos años de amistad y relación que tenían. No era alguien de quien pudiera olvidarse fácilmente y seguir con su vida. Para Gipsy, la vida no tenía sentido sin Alex y esperar a que se le pasara el ataque de calentura por el enano era la única opción lógica que le veía al asunto. "John, yo sé que tienes razón y me gustaría poder hacerte caso y seguir tu consejo, pero la verdad es que no puedo. Yo no soy así. Yo sé que Alex se portó mal conmigo, pero yo no estaba... tampoco sabían si iba a volver. Ella tenía todo el derecho a seguir adelante y eso lo entiendo..." Explicó cansada de hablar del tema.

Él agradeció mentalmente que ella comprendiera la indirecta y se relajó un poco.

John la miró de reojo y se sintió apenado y un poco culpable del cambio de ánimo efectuado en Gipsy. -Tonto! Tonto! Tonto!- Se dijo a sí mismo. La idea de llevarla a jugar Quidditch había sido entretenerla para que no pensara en Alex, y ahí estaba él... hablándole precisamente del tema que la tenía mal. De todos modos, ahora que había comenzado no podía echarse atrás. "Sí, seguro. Tiene derecho a seguir adelante con su vida, pero ahora que estás de vuelta..." John la miró de reojo nuevamente. "No te lo tomes mal, Sissy, pero si ella eligió a Charles, probablemente no vaya a cambiar de idea tan pronto como parece. Después de todo, hace bastante rato que están dando vueltas y todavía no se cansaron uno del otro..." John sabía que sus palabras la lastimarían, pero también sabía que a veces uno necesita escuchar la verdad de boca de los amigos para poder verla y así curarse.

Al oírlo decir eso, Gipsy se soltó del brazo de John y lo fulminó con la mirada. Sentía cómo las lágrimas querían acumularse en sus ojos e hizo un esfuerzo por reprimir el llanto. Se suponía que John era su amigo, ¿cómo podía decirle algo semejante?

"Conozco a Lex. Eventualmente se cansará de Charles." Decretó ella secamente. Había tardado más del doble de lo normal en responder, puesto que había tenido que contener el llanto primero, pero al menos lo había logrado con éxito. "Y cuando eso suceda, yo estaré esperando." Dijo con terquedad y firmeza, cruzándose de brazos para reforzar su postura. Caminando así, se dio cuenta de que ya no tenía ganas de jugar Quidditch o de pasar un momento más en compañía de John. Simplemente quería correr a su cuarto y llorar en la cama. "No necesitas estar de acuerdo, pero es lo que va a pasar." Le advirtió ceñuda, aún con los ojos algo llorosos, si bien no estaba llorando.

"Permiso." Dijo deteniéndose cuando finalmente decidió que prefería hacerle un escándalo a su amigo que forzarse a pasar tiempo con él. "Ya no tengo ganas de jugar Quidditch..." seexcusó antes de volver sobre sus pasos en dirección al castillo.

A la mitad del discurso enojado de ella se dio cuenta de para donde iría la conversación, pero no tenía idea de cómo revertir la situación mientras ella estuviera gruñendo. Sabía que había metido la pata pero a veces no podía evitar decir lo que pensaba cuando se lo preguntaban o se estaban intercambiando opiniones.

"Gipsy!" La llamó volteándose para ir tras de ella, puteándose mentalmente por haberla hecho enojar cuando sabía que tenía que haber dejado la boca cerrada. "Gipsy, espera!" Insistió. "Lo siento, Sissy, no quería molestarte. Sé lo mucho que te importa Lex." Le dijo aún bardeándose por no saber cuándo dejar la boca cerrada. "Sólo quiero lo mejor para tí, quiero que estés bien y dejes de estar triste, amiga, nada más." Le dijo poniendo un poco de cara de perro mojado. Solía funcionarle.

Estaba muy molesta con John. Las palabras de él la habían herido profundamente y no quería que la viera llorar, por eso se había apresurado a darse la vuelta. Apresuró el paso. Si él la alcanzaba tendría que verla llorar y no quería tener que pasar esa vergüenza frente a él.

Como la seguía llamando, no le quedó otra que detenerse, pero no se dio vuelta, sino que continuó dandole la espalda, con la cabeza baja y el cabello cubriéndole el rostro para esconderlo. Quería contestarle algo para que la dejara en paz, pero si hablaba también iba a delatar su turbación. Intentó respirar por la nariz para calmarse y poder responderle sin sonar alterada.

"Está bien. No importa." Le dijo con la voz más compuesta que consiguió poner.