Mortalmente aburrida

Era una tarde gris y fresca de comienzos de otoño, y Lex había salido a dar una vuelta más temprano, después de que terminaran las clases. Ahora, con algo de tiempo en sus manos antes de la cena y cero ganas de ponerse a hacer sus deberes, entró en su dormitorio y se tiró en su cama a pensar qué haría para matar el rato. Se había mal acostumbrado a los videojuegos muggle durante las vacaciones y ahora encontraba que cualquier entretenimiento mágico le resutaba un bodrio.

Se estiró haciendo sonar las vértebras de su espalda y se quedó un rato tirada allí, recordando un poco lo que habían sido los cuatro días anteriores desde que comenzaran las clases nuevamente. Las cosas no eran perfectas, pero en comparación con el terrible tedio de las vacaciones sin el enano, Sissy o el gigantón en su vida, casi que estaba dispuesta a abrazar el inicio de clases, sin importar lo problemático que éste pudiera resultar ser.

En ese momento se acordó de Anne, la novia que había tenido en el período en que Gipsy había caído en coma y en la trágica muerte que la joven había sufrido al caerse de la torre de Astronomía. Se preguntó qué habría pasado realmente aquella noche. No le parecía que Annie hubiera sido capaz de saltar, pero tampoco estaba segura que alguien pudiera ser capaz de querer matarla. Luego se preguntó si el lugar no estaría maldito, dado que Dumbledor también había sido matado en ese lugar y entonces recordó cómo había acompañado al enano allí el día anterior.

Gipsy había estado sentada tejiendo en la sala común durante la mayor parte de la tarde desde que terminaran las clases. Había estado trabajando en un sweater de lana rosa y blanca calado en algunas partes y, a pesar de que se trataba de una labor muy compleja, se había tomado el trabajo de hacerlo del modo muggle. Según ella, tejer con magia le quitaba gran parte de la magia al arte de tejer, por más que sonara redundante.

Cansada de estar tantas horas en la misma posición, decidió levantarse al ver pasar a Lex junto a ella camino a los dormitorios y se apresuró a guardar su labor en el bolsito en que la llevaba de un lado al otro para seguirla al dormitorio. Había pasado la mayor parte del año anterior intentando readaptarse a cómo el mundo había cambiado mientras ella había estado en coma y luego gran parte del verano intentando superar el hecho de que su novia, con la que ella esperaba pasar el resto de su vida, tenía un nuevo... coso al lado. Uno petizo, despeinado y extremadamente tonto, pensó furiosa, apretando los dientes y cerrando los ojos para impedir ponerse a llorar nuevamente. Se había prometido millones de veces que iba a dejar de sufrir por ella -y aún así aquí estoy, subiendo a hablar con ella- pensó molesta con ella misma.

Entró al cuarto odiándose a sí misma y se dirigió directamente a la cama de Lex, deteniéndose junto a la misma y haciendo su mejor esfuerzo por parecer fuerte y no poner cara de perrito mojado... y fallando miserablemente en el intento.

Lex había terminado de estirarse cuando oyó la puerta del cuarto chirriar y abrió un ojo para espiar. Al ver que se trataba de Gipsy se puso inmediatamente nerviosa, puesto que no tenía previsto hablar con ella ese día... o ningún otro en la medida de lo posible. No porque de repente la odiara o algo por el estilo, porque la verdad era que estaba contenta de que Gipsy estuviera de vuelta entre los vivos, pero las cosas se habían puesto incómodas entre ellas, en especial desde que ella empezara a 'no salir' con el enano australiano y no sabía cómo manejarse cerca de ella anymore.

Enseguida volvió a cerrrar el ojo a la espera de que la muchacha se fuera a su propia cama o baúl y se ocupara de sus propias cosas, pero la sintió acercarse y apretó más los ojos. Cuando la sombra que proyectaba el cuerpo de ella de pie junto a la cama fue evidente incluso con los ojos cerrados, Lex abrió los ojos y la miró nerviosamente. La cara de perro mojado de ella le hizo sentir una puntada de culpa y se preparó para tener que explicarle por enésima vez que no povían volver a estar juntas porque ella ya había rehecho su vida sin ella.

"Hey Lex..." La saludó con desánimo. El hecho de no poder tener el control sobre sí misma que le hubiera gustado la frustraba enormemente y el tenerla frente a frente la deprimía, lo que resultaba aún más desalentador. Era como si cada vez que lograba componerse y llegaba a pensar que estaría bien volviendo a hablar con ella, la veía y se sentía nuevamente débil y triste.

"Sólo quería hablarte un minuto... si te parece bien," dijo algo tímidamente, añadiendo la última parte tras una breve pausa.

En realidad, la idea no le parecía bien, la aterrorizaba, pero tenía una reputación que cuidar y no iba a permitir que nadie la llamara cobarde, por lo que tragó saliva y asintió. "Sí, claro." Con un movimiento abarcativo de la mano, la invitó a sentarse en su cama y se movió para hacerle lugar. "Soy toda oídos" mintió a la vez que rogaba internamente que POR FAVOR no fuera a decirle nada complicado que fuera a desencadenar una discusión.

Si bien ya no estaban saliendo juntas, habían sido amigas desde que eran muy pequeñas y no le gustaba pelear con ella.

Gipsy dudó un momento y después se sentó en la cama en una postura algo dura, puesto que ella también estaba muy tensa. Por un momento, se miró las manos que se retorcían mutuamente en su regazo y luego levantó la vista y le dijo "No sé bien cómo decir esto... tampoco quiero ponerte incómoda, por supuesto, pero es que..." Gipsy suspiró ante la imposibilidad de encontrar las palabras justas que expresaran lo que quería decir. "es que siempre pasamos tanto tiempo juntas que a verdad es que ahora ya no sé qué hacer la mitad del tiempo y pensé..." Gipsy hizo una pausa breve para juntar coraje y contener las lágrimas que querían escapársele. "pensé que tal vez podíamos, tú sabes... seguir pasando tiempo juntas... como amigas. No necesitás sentirte obligada, pero me pareció..." seguía jugando con sus manos nerviosamente y ya no la estaba mirando a ella sino a sus dedos. "que tal vez podría ser divertido." se encogió de hombros y esperó el veredicto muy nerviosa como para mirarla, casi aguantando la respiración.

La primera parte del discurso de Gipsy la asustó bastante porque no sabía con qué le podía salir y no quería tener que padecer una conversación incómoda con ella cuando pensó que ya había superado esa parte de la relación, en la que discutían.

La dejó hablar. Podía ver que evidentemente estaba nerviosa y que le costaba encontrar las palabras correctas a costa de ésto, pero lo comprendía totalmente dadas las circunstancias. Se limitó a asentir para darle a entender que la estaba escuchando, mirándola lo suficiente como para no ponerla incómoda pero lo suficiente como para que supiera que le estaba prestando atención.

Después que terminó de hablar, se quedó pensando un poco como buscando ella también la manera de responderle. Entendía el planteo de ella y comprendía su situación pero la idea de pasar tiempo con su ex la ponía nerviosa, en especial cuando lo últmo que recordaba de ella era o bien la manera en que se había autoinvitado a su casa en el verano y había avergonzado a su novio o la manera en que lo había insultado frente a todo el colegio en el baile de final de curso. Le hubiera gustado que se disculpara con Arnold o con ella pero sabía que la situación todavía era delicada como para pedirle tanto y al mismo tiempo, precisamente porque era delicada es que no quería hacer nada que la alentara a seguir atrás suyo.

Al irse extendiendo el silencio entre ellas, Gipsy se puso más y más nerviosa, hasta que ya no pudo aguantarlo y se puso de pie, haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas y agachando un poco la cabeza para que el cabello le cubriera el rostro, disimulando su estado de ánimo.

"Está bien. No hace falta que... ya entendí" dijo sin poder ocultar demasiado lo dolida que se sentía y se preparó para volver a su tejido... sí, claro, como si realmente pudiera volver a tejer después de esa cnoversación. Sabía que había sido una mala idea, pero ahora no tenía sentido el recriminárselo a sí misma.

En realidad, Lex se había quedado pensando, pero había pensado decirle que sí desde el principio, en parte por lástima de que ella siguiera tan mal por la separación de ambas, y en parte porque también extrañaba la parte de ella que era su amiga. Es decir, si bien habían sido pareja varios años, la gran mayoría del tiempo lo pasaban conversando sobre estupideces, haciendo bromas o simplemente compartiendo actividades como tejer o coser ropa y eran pocos los momentos en que realmente conseguían tener la privacidad necesaria como para ponerse físicas a excepción de las vacaciones de verano. Era tanto el tiempo y las cosas que ambas compartían que, por fuerza, una separación llevaba a un enorme vacío en las vidas de ambas.

"No no no." se apresuró a decirle, poniéndose de pie ella también, para poder estirarla del brazo de ser necesario. "No te vayas. Me quedé pensando nada más." explicó.

Gipsy no se había esperado aquella reacción, por lo que se quedó en el lugar, sorprendida. Luego de un momento, se volvió hacia ella con curiosidad y apariencia de una niña vulnerable a punto de largarse a llorar que apenas es capaz de contener las lágrimas y la miró como buscando algún signo en su cara que contradijera sus palabras. "Really?" Le preguntó insegura. "Porque tú sabes que no tienes la obligación de hacerlo..." dijo volviendo a bajar la mirada nuevamente.

Lex se sintió algo culpable por haber tardado tanto en responder y así haberle causado aquella dolorosa confusión, pero para ella también era un tema complicado y necesitaba darle vueltas. "Lo sé y no es una cuestión de obligación" le aseguró mirándola un momento para luego bajar la mirada, sin saber cómo decir aquello sin darle falsas esperanzas. "Al márgen de todo lo que sucedió el año pasado... yo también extraño a mi mejor amiga" le dejó saber emocionándose un poco ella también, pero arreglándoselas para esconderlo bastante bien. Después de todo, ella tenía mucha experiencia en ocultar sus sentimimentos. No es que quisiera volver con ella, porque el solo pensar en el enano le aceleraba el pulso de una manera que hacía mucho que no sentía con Gipsy, pero extrañaba todas las cosas que compartían.

"Aww Lex..." Cuando oyó eso, se le fue el autocontrol al demonio y se le escaparon un par de lágrimas por las cuales se insultó mentalmente de las maneras más horribles. Enseguida se las secó con el dorso de la mano y frunció el ceño más que nada enojada con ella misma. Se preguntaba cómo podían haber cambiado tanto las cosas, puesto que ella estaba segura de que de haber sido Lex quien hubiera caído víctima de aquella poción en la que habían estado trabajando, ella la hubiera esperado para siempre. Claro que la idea no era del todo objetiva puesto que a esa edad uno casi nunca sabe realmente lo que quiere, pero en su cabeza ella sentía que tenía razón.

"Lo siento" se disculpó por la escena. "ya estoy bien" mintió cuando tuvo la cara seca y hubo podido recobrar su autocontrol para evitar volver a llorar. "No más escenas" prometió tal vez algo rígida en su lugar.

Si salir con mujeres tenía una desventaja enorme sobre salir con hombres, ésa era la manera en que éstas utilizaban las lágrimas para manipular y Lex apretó las manos en puños a causa de la frustración de verse enfrentada con tal elemento tan pronto en la conversación. No es que no lo hubiera visto venir, pero había deseado que tardara más en aparecer, para poder prepararse mentalmente. Habían sido años de estar intentando consolarla siempre que lloraba como para ahora acusarla a la cara de ser manipuladora... porque sabía que ella era muy manipuladora, pero eso tenía cierto encanto. "Todavía estoy un poco molesta por lo que pasó en la fiesta de fin de año" le advirtió sin embargo, en parte para sacarselo de adentro y no estar resintiéndola por eso todo el tiempo, cada vez que la viera, y en parte para cortarle un poco el mood. Tal vez si la descolocaba, no podría seguir intentando manipularla.

"Genial" admitió sinceramente. Era lo último que necesitaba: más escenitas. Sí extrañaba la parte de ella donde se llevaban bien, pero no quería tener que soportar todas las quejas, recriminaciones e indirectas cada minuto de cada día. -Definitivamente no- pensó. Le gustaba la vida simple, sin complicaciones. Eso era algo irónico viniendo de alguien como ella, que se complicaba sola la vida, pero no por ello era menos cierto. "Entonces trae tu tejido, así te levanto el punto que perdiste ayer." le ordenó con una sonrisa cómplice, volviendo a sentarse en la cama.

Gipsy hizo una cara rara cuando la oyó decir eso, como fruncir el seño y sonreír a la vez. La verdad no se había esperado que le saliera con eso, que para ella aún era un recuerdo muy doloroso, pero tenía que admitir que le gustaba la sinceridad de Lex y siempre le había gustado eso acerca de ella. Apreciaba las cuentas claras y el poder hablar de las cosas seriamente cuando hacía falta. "Yo también" admitió ella sinceramente, ya que estaban siendo honestas la una con la otra. "Y sé que tendría que disculparme por lo que hice, pero no creo estar lista para eso todavía." Explicó lo más seriamente que pudo, sin perder el control aunque sentía que en cualquier momento iba a volver a largarse a llorar a moco tendido.

Volvió a hacer esa cara rara cuando oyó lo de 'genial', pero no agregó nada más a eso y estaba por comenzar a sentirse incómoda allí, sin saber qué hacer, cuando Lex le propuso lo del tejido y sonrió inmediatamente al ver que ella aún no había perdido su habilidad para actuar con tacto aún cuando intentaba hacerse la dura. Sabía que Lex había cambiado de tema porque la había visto ponerse incómoda y quería ahorrarle el mal momento y levantarle el ánimo. Amaba también eso de ella... -y todo lo demás- pensó volviendo a sentir que su autocontrol se ponía a prueba. "¿¡Cómo supiste!?" Le preguntó admirada. Ciertamente, ella había estado tejiendo en la sala común, el lugar más público posible, pero no pensó que Lex, que había pasado allí la menor cantidad de tiempo posible desde que llegaran al colegio, fuera a notar algo tan ínfimo como un punto perdido en su labor de tejido.

Cuando Lex vio la cara de Gipsy, supo que iba por buen camino y al esperar unos segundos y ver que ella parecía recompuesta, tuvo la confirmación de que su estrategia había resultado según lo planeado. Eso la hizo pensar que era un poco hipócrita de su parte el pensar en Gipsy como manipuladora cuando ella era exactamente el mismo tipo de persona, pero como la idea la hacía sentir mal con ella misma, enseguida la borró completamente de su mente, como hacía con todo lo que no le convenía.

Asintió cuando escuchó la excusa de ella. Podía comprenderlo en la teoría, sin emabargo entendía la necesidad de que esa disculpa pasara en algún futuro cercano. Para ella, era como la puerta que podría abrirse dejando que sus amigos que la tenían olvidada volvieran a ponerse de su lado en lugar de el de Gipsy, pero eso estaba todavía por verse. Claro que el recuperar a sus otros amigos había sido la idea que más había tenido en mente cuando aceptó la propuesta de ella, por supuesto. Le parecía injusto que la otra se hubiera quedado en buenos términos con todo el mundo sólo porque John, Jean y por supuesto Del también, tenían problemas de pareja en ese momento y todos podían juntarse a quejarse de lo muy mal que la estaban pasando y de cómo los novios/novias eran una basura. Ella, en cambio, estaba en esa relación-no relación con el enano y eso la hacía muy feliz aunque no fuera a admitirlo, y como era ella la que no había querido volver con Gipsy... era la mala de la película en los ojos de todos y si bien no es que no le hablaban de hecho o algo tan directo, podía sentir el resentimiento y la desaprobación en las conversaciones con sus amigos y por eso había en parte terminado alejándose un poco ella misma, para no tener que soportar que le pasaran factura por dejar a Gipsy. Todo era tan complicado... no quería pensar en eso, de manera que, de momento, quitó el pensamiento de su cabeza y se concentró en lo que estaban hablando. Era más fácil de todas formas, hablar estupideces como siempre.

Sonrió misteriosamente cuando Gipsy le preguntó eso, pero no fue una sonrisa del todo cálida o sincera, porque había ALGO que había cambiado entre ellas desde el escándalo que Gipsy había hecho en el baile de fin de año anterior que hacía que las cosas no pudieran estar totalmente bien entre ellas por más que uno intentara. Aún así, se notaba que le ponía lo mejor de sí para aparentar que estaba todo bien y mantener la charla despreocupada, en temas seguros. "Esa lana es super gruesa, podría ver el tejido a una cuadra" respondió como si se tratara de algo obvio. "A demás, siempre comienzas por las mangas y a la mitad de éstas saltaste a hacer el cuerpo del sweater... porque no hay manera de que hayas podido terminar las mangas en tan poco tiempo. En especial siendo que no te gusta tejer con magia" explicó todo su proceso de pensamiento. "En conclusión: perdiste un punto y no sabes cómo arreglarlo" resumió conforme con su propio poder deductivo, con esa confianza en uno mismo que nace del conocer demasiado a otra persona como para poder predecirla al detalle.

Después de hacer esa pregunta, Gipsy la había dejado hablando mientras se dirigía a su cama y buscaba la bolsa con el tejido que acababa de dejar ahí al llegar y después regresó a la cama de Lex y se sentó a los pies para oír el final de la explicación, si bien había estado prestándole atención todo el tiempo y había hecho una mueca con la cara antes de irse para darle a entender que la seguiría escuchando. El tipo de entendimiento mudo que tienen las personas que pasan mucho tiempo juntas. Asintió con uns sonrisa cuando Lex llegó a la conclusión final. "Bueno, cuando lo dices así parece totalmente obvio" tuvo que admitir ella.

Gipsy rebuscó en la bolsa de ropa muggle a rayitas roja y blanca y sacó las mangas de su tejido, las que le pasó a Alex junto con una aguja de crochet del tamaño correspondiente. "Está ahí en el medio de la manga derecha." Indicó como si no fuera obvio por el tremendo agujero y la corredura correspondiente que había en el medio del tejido. Gipsy era muy buena tejiendo pero nunca había aprendido bien a levantar los puntos una vez que los perdía o se le corrían y como siempre había tenido a su madre o a Alex alrededor para levantarlos por ella, tampoco se había tomado el trabajo de aprender porque era así de cómoda.

Lex asintió cuando Gipsy le hizo esa seña y continuó hablando normalmente, segura de que estaba siendo escuchada. Sonrió al oír la opinión de ella sobre su conclusión y se encogió de hombros. Para ella era obvio precisamente por ese entendimiento de quienes se conocen hace mucho tiempo.

Tomó el tejido que Gipsy le ofrecía con ambas manos. "Déjala ahí" le pidió utilizando ambas manos para sostener el tejido y haciendo un gesto con la cabeza para señalar que 'ahí' quedaba a sus piés. La raíz del problema le resultó evidente enseguida. Para ella, el saber cómo los puntos estaban hechos y cómo debían ir los que estaban sueltos para arreglar el tejido perfectamente, era algo que le salía naturalmente de sólo mirar una labor. La observó un momento, estirando un poco los puntos con los dedos pero teniendo cuidado de no estirar demasiado como para no saltar todos los puntos hacia abajo y así empeorar el problema. "Ya veo" musitó en voz baja mientras tomaba la aguja de crochet y se ponía a arreglarlo como si fuera lo más simple del mundo.

Asintió y dejó la aguja de crochet en la cama, tomando entonces su otro par de agujas, el que tenía una de las piezas del cuerpo enganchado a ellas. A falta de algo mejor qué hacer mientras Lex arreglaba su entuerto, Gipsy se puso a seguir trabajando en el resto del tejido en lugar de mirar para aprender cómo es que su amiga recuperaba los puntos perdidos.

Durante un rato tejió en silencio, sintiéndose incómoda con el mismo, pero incapaz de encontrar algo para decir que no sonara más incómodo aún. De todas formas, le pareció que tal vez la situación no pareciera tan incómoda desde afuera puesto que ambas estaban aparentemente ocupadas en sus sendas labores y eso era lo que intentaba mantener en su mente para calmarse.

Durante una fracción de segundo, Lex levantó la vista de lo que estaba haciendo cuando Gipsy se movió, para ver qué hacía y apenas notó que estaba por ponerse a tejer ella también volvió a bajar la vista.

También ella notó el silencio incómodo, pero como estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones gracias a su mal carácter y a los malos momentos que eso le hacía pasar a menudo, no se hacía tanto problema. Por otra parte, ella tenía menos para perder porque era la que no estaba sufriendo todavía por la relación perdida.

De todas maneras, decidió hacerle las cosas más fáciles a Gipsy y buscar algo para conversar que fuera neutro. No se le ocurrieron muchos temas de conversación que no tuvieran un alto potencial de acabar en una larga lista de recriminaciones, así que fue con lo primero que se le ocurrió. "¿Ya sabes qué vas a estudiar el año que viene?" Le preguntó sabiendo que la debilidad de ella siempre había sido la herbología y adivinando en parte que la respuesta vendría por ese lado, pero segura de que ponerla a hablar de algo que ella disfrutaba, haría que Gipsy se pusiera de mejor humor y eso le facilitaría la vida a ambas.

Gipsy había comenzado a levantar velocidad en su tejido cuando Lex habló. Dejó de tejer y levantó la vista un momento, como evaluando la expresión en el rostro de Alex antes de decidir si contarle la verdad o ir con la 'versión oficial' de los hechos. Finalmente, se decidió por lo primero que es lo que su instinto le dictaba, y volvió a concentrarse en su tejido, sabiendo que le resultaría más fácil hablar si no la estaba mirando. En especial porque sabía que Lex podía leerla como un libro abierto y no quería que la mirara a los ojos cuando oyera sobre su decisión para el año siguiente, temiendo que pudiera adivinar el rol que ella y su nuevo novio habían jugado en su decisión de no seguir estudiando.

"Bueno, sí... más o menos." Dijo intentando aparecer seria y finalmente poniéndose nerviosa de manera inevitable hacia el final de la frase. Inspiró lenta y largamente, como para juntar coraje y una vez recuperada de los nervios, dijo de manera casi calma: "Al menos sé que no quiero estudiar". La tentación de levantar la vista y espiar la reacción de Lex era enorme, pero se contuvo y siguió tejiendo de la manera más casual que pudo. En el fondo, una parte de ella quería que Lex supiera que era 'por su culpa' que ya no quería estudiar, que tuviera que cargar con ese peso como venganza, pero por otra parte, también quería que no se enterara de lo que le pasaba por la cabeza y esas emociones encontradas y conflictivas la estaban volviendo loca.

"¿¡Qué!?" Volvió a levantar la vista cuando oyó la respuesta de Gipsy y dejó de tejer del todo, antes de terminar de arreglar el hueco en la manga. Le clavó la vista y vio como ella la apartaba y simulaba estar ocupada tejiendo y apretó los labios con desaprobación. "¿Por qué no, Gizzy?" Le preguntó preocupada, medio segundo después de prometerse no decir nada. Le resultaba imposible no meterse en la vida de la gente cuando era gente cercan a ella. Cuando no, le importaban bien poco.

En parte, Lex sentía que aquello podía ser parte de una protesta de parte de Gipsy, puesto que la había visto hacer berrinches de todo tipo a lo largo de los años, pero por otra parte le costaba creer que pudiera llevarlo a tal punto, como para poner su futuro en peligro por un simple capricho.

Aquella era al mismo tiempo la respuesta que había deseado y temido, y se regocijó al tiempo que se sentía atormentada. En un principio, se encogió de hombros sin mirarla y continuó tejiendo, mas luego se detuvo y puso una expresión algo desanimada. Un tic típico de ella apareció en su comisura izquierda, contrayéndose una sola vez. "No lo sé. En la universidad no enseñan nada que me interese aprender. Nada de lo que quisiera trabajar" explicó simplemente en el mismo tono desanimado, recorriendo el acolchado con sus ojos, como si allí fuera a buscar la respuesta a sus preguntas.

De todas las respuestas posibles, ésa precisamente no se la esperaba. Ella había estado tan segura de que a Gipsy le gustaba la herbología. Era de lo único de lo que solía hablar y que ella, que era tan estudiosa, le saliera con algo así la dejó completamente sin libreto. Su sorpresa probablemente se le reflejó en la cara, porque se la quedó mirando un momento sin saber qué decir.

"¿Y de qué quisieras trabajar?" Se le ocurrió preguntar cuando pudo reaccionar. Estaba acostumbrada a que ella fuera una piedra, algo que nunca cambiaba, un símbolo de estabilidad, incluso si todo lo demás cambiaba y ya no estaban juntas.

Esta vez fue más simple para ella responder y lo hizo enseguida, pero la sensación tortuosa de culpa y a la vez placer por estarla haciendo pasar ese mal momento la estaba volviendo loca. "Bueno... este verano ahorré siete galleons haciendo y arreglando ropa. Supongo que no me puede ir tan mal siendo que desde los doce años que me hago la ropa yo sola" Opinó con un encogimiento de hombros muy distinto al que había hecho antes. Éste estaba lleno de seguridad en sí misma y hasta tenía un poco de orgullo escondido.

Aquello no la tomó tan por sorpresa. Había escuchado a Gipsy decir mil veces que quería ser diseñadora de modas, pero eso había sido cuando eran pequeñas y ella no había vuelto a hablar del tema, si bien había continuado cosiendo y mejorando contínuamente. Sus facciones se relajaron un poco al oír su respuesta, ya que era una idea bastante coherente dentro de lo absurdo que resultaba no continuar estudiando ahora que por fín los magos se habían dignado a darles acceso a una educación universitaria.

"Bueno, siempre fuiste buena cosiendo." Fue lo primero que se le ocurrió decir. "Aunque no sé qué tan abierta esté la comunidad mágica a la ropa moderna. Supongo que si acabaras haciendo sólo túnicas se tornaría aburrido después de un tiempo, ¿no lo crees?" Ella preguntaba de buena onda, más que nada porque sabía que hacer lo mismo día tras día tras día podía volverse tedioso y el coser es una actividad que demanda mucho tiempo.

"Gracias" Sonrió como una tonta enamorada ante lo primero, que le sonó a cumplido y le infló el ego, pero después se enserieció un poquito ante lo otro, que parecía un intento por disuadirla de su idea diciendo que sería aburrido para ella. "Es que no necesita ser necesariamente dentro de la comunidad mágica." Explicó ella. "No me molestaría hacer ropa para muggles. Me gusta más su estilo de la estética, están más abiertos a mis ideas y de todas maneras sabes que no me gusta usar la magia para coser, así que no veo el problema." En ese momento recordó el principal argumento que su madre tenía en contra de esta idea suya. "Ya sé que el coser al estilo muggle lleva muchas horas y que un trabajo así sería esclavizante. Mi madre me lo recuerda en cada una de sus cartas," dijo con cierta ironía. "pero el tema es que me gusta coser. Me gusta realmente mucho... cuando me paso toda una tarde cosiendo, pueden pasar doce horas y al terminar siento como si sólo hubieran sido unos cuarenta minutos. ¡Es tan entretenido!" Le aseguró entusiasmada como uno siempre se pone cuando habla de algo que lo apasiona.

Lex asintió apretando levemente los labios al darse cuenta de que el elogiarla había sido claramente un error. Aún así, al oírla hablar con tanta pasión sobre la costura, no pudo menos que sonreír un poco. Esa clase de entusiasmo era lo que ella quería para Gipsy. Quería que ella fuera feliz y que hiciera cosas que le gustaban y disfrutara de la vida, simplemente que ya no se moría por ser la que estuviera a su lado a cada paso del camino y tampoco era por falta de afecto, porque Lex sabía que nunca iba a dejar de preocuparse por ella del todo. La cuestión era que los sentimientos y sensaciones que ella le despertaba eran apenas tibios comparados con la llama inextinguible que la consumía por dentro cada vez que siquiera pensaba en el enano y eso era algo que ella no podía negar y que quería explorar a fondo.

Hizo una cara de simpatía cuando ella se quejó de su madre. Comprendía lo que era tener una madre hincha pelotas, si bien no creía que Mrs Appleton entrara en esa categoría, pero estaba segura de que Gipsy no estaba de acuerdo al menos en ese momento. "Bueno, si te gusta tanto y no te importa que sean muchas horas..." se encogió de hombros. "Supongo que no tiene nada de malo que lo hagas. Después de todo tienes buenas notas y siempre puedes volver a estudiar más tarde si se te antoja" fue lo que se le ocurrió en ese momento.

Gipsy, que por alguna razón había nacido más madura, podía ver lo efímero de la relación de Lex con el enano. Una relación meramente carnal destinada a morir cuando la pasión se acabase. Ella, en cambio, se sabía capaz de proveer a Alexandra con la tibieza constante de una relación a largo plazo. Tal vez este tipo de relación tuviera menos pasión pero el sentimiento de pertenencia, seguridad y calidez que sólo viene de una relación duradera donde ambas partes se conocen tan bien que sólo necesitan una mirada para comprenderse, era para ella algo que compensaba con creces la rutina que pudiera tener. Sí, definitivamente Gipsy era una mujer más madura a pesar de su edad. Ella no se dejaba llevar por calenturas pasajeras y apreciaba el valor de la estabilidad.

Después de pensar todo eso en una fracción de segundo, Gipsy sonrió levemente al ver la mueca de Lex en lo referente a su madre. "Wow, gracias por darme permiso." Bromeó ella dándole a entender que la manera en que había dicho las cosas sonaba precisamente a eso, a que por alguna razón Lex sentía que Gipsy necesitaba permiso para hacer cualquier cosa que quisiera con su vida. Ya antes cuando salían, no necesitaba pedirle permiso, mucho menos ahora que ni siquiera estaban juntas. "¡Por supuesto que no tiene nada de malo!" Protestó ella pasada la broma. "Es lo que quiero para mi vida, ¿por qué tendría algo de malo? Y de todas maneras, es como tú dices: siempre puedo volver a estudiar más tarde si esto no funciona." Gipsy se encogió de hombros.

El comentario de Gipsy la puso levemente incómoda. Evidenciaba que ella había cruzado la línea y eso la hizo ruborizarse levemente. Sin embargo, para ocultarlo adoptó un aire desenfadado y sonrió como si fuera continuación de la broma. Aún así, sintió que el ambiente se ponía algo incómodo después de las últimas palabras de Gipsy y no supo qué decir. Eso la hizo sentir más incómoda y se volvió incapaz de continuar simulando que estaba todo bien.

"Está bien, está bien. No diré nada más al respecto en vista de que es un tema sensible" Respondió fingiendo estar levemente ofendida. El insinuar que la que tenía un problema era Gipsy y no ella era una estrategia típica de los Aries que Alex manejaba muy bien.

Alex bajó la mirada al tejido y continuó arreglando el problema de Gipsy en silencio durante algunos momentos.

Ella también notó cómo el ambiente se ponía tenso, pero no le dio mayor importancia. Últimamente, casi todas sus conversaciones con Alex eran tensas y si bien no era algo que le gustara o a lo que se hubiera acostumbrado, sabía que era de esperar.

Lo que sí le molestó fue la manera tan Ariana en que Alex evitó hacerse cargo de su parte de la responsabilidad achacándolo a que ella era la que tenía un problema con ese tema, cuando ambas conocían la realidad. De todas las características desagradables de Alex, esa era una de las que más la irritaban. Cuando se ponía en víctima y endilgaba a los demás la culpa de algo, la sangre le hervía. Apretó los puños de manera instintiva y lo mismo con su mandíbula, pero no objetó. Sabía que sería inútil.

Durante algunos momentos se limitó a observarla tejer y luego a ordenar el resto de los ovillos que tenía en la bolsa donde guardaba su labor activa de turno. Todo era excusas para evitar seguir conversando.

((Perdón por el cuelgue))

Cuando terminó de arreglar el entuerto que Gipsy había hecho con su tejido se había calmado un poco. Levantó el tejido y le mostró de ambos lados cómo había quedado, con una sonrisa satisfecha. "¿Qué te parece?" Preguntó aunque sabía que estaba bien hecho, sólo por vanagloriarse un poco.

Ya tendría tiempo para pensar sobre la estúpida decisión educacional de su amiga más tarde. Debía encontra la manera de disuadirla por su propio bien, pensó. Era metida porque era de aries y no iba a cambiar su forma de ser por nadie, ni siquiera por ella.

((No hay problema))

Gipsy se quedó ordenando sus cosas y pensando en que eso de la amistad le costaría trabajo. Levantó la vista hacia Alex cuando le habló. El tejido estaba completamente arreglado y no parecía que nada le hubiera sucedido jamás, como si ella no hubiera perdido varios puntos. Sonrió encantada. "Está perfecto. Lex. Mil gracias." Le dijo sinceramente. De no haber sido por ella de seguro hubiera acabado por rendirse con el tejido y lo hubiera dejado tirado por ahí, empezando tal vez uno desde cero y rogando no cometer ningún error.

"No sé qué hubiera hecho sin tu ayuda." Dijo aunque sí sabía: abandonar. Tomó el tejido y lo observó más de cerca antes de acomodarlo en la bolsa.

Sonrió enormemente, complacida de ver que había sido capaz de arreglarle el tejido. Si bien había aprendido a hacerlo hacía mucho tiempo, el levantar puntos siempre la ponía nerviosa. Le daba la sensación de que no iba a ser capaz de hacerlo o de que no iba a quedar bien. Sin embargo, no eran más que miedos tontos de ella y estaba orgullosa de ver que había obtenido un buen resultado. "Por nada." Le dijo aún sonriendo de lado.

"Abandonar y ponerte a hacer otra cosa... como siempre." Le dijo de manera cómplice. Se dio cuenta de que estaba deslizándose en la rutina que ellas siempre habían tenido. Podía sentir la atracción que Gipsy ejercía sobre ella, pero no quería ceder. No sólo no quería lastimar al enano, sino que también sabía que si se convertía en una mujer capaz de serle infiel a su pareja de turno, Gipsy jamás se lo perdonaría.

"¿Por qué no te quedas a tejer acá?" Preguntó de buen humor. Ella podía retomar un tejido que había abandonado durante el verano y hacerle compañía.

Sonrió contenta al ver que Alex estaba tratándola de manera normal. También ella podía ver cómo la muchacha se deslizaba rápidamente en la dinámica con la que siempre habían funcionado y se alegró de que así fuera. No podía evitar sentirse un poco esperanzada de que eso pudiera encaminar un poco las cosas por el buen camino. "Eres una genia!"

Rió con ganas. "Sí, es cierto." Confesó en vista de que su amiga la conocía muy bien. "Pero éste quiero terminarlo antes de que venga el frío. Me gustaría poder llevarlo en nuestra primera visita a Hogsmeade." Admitió.

La invitación la tomó por sorpresa, y se quedó dura un momento antes de poder reaccionar. "Sí. Claro... es decir... si no te molesta." Balbuceó algo tontamente. Se había puesto nerviosa de repente. "¿Tú qué harás mientras?" Le preguntó con curiosidad, mientras acomodaba su tejido y se alistaba para tejer.

Volvió a sonreír de manera enorme al oír el elogio de ella. Se sintió un poco mala persona por ser tan calculadora, por saber incluso ella misma que tarde o temprano se cansaría de jugar con Ar y querría volver a la seguridad que tenía con Gipsy, pero no podía evitarlo. La manera en que el enano la encendía era algo que para ella no tenía precedente y quería poder explorar eso. Diesisiete era una edad demasiado temprano como para atarse de por vida a otra persona, por más perfecta que esta fuera.

Levantó las cejas impresionada. No se esperaba que le dijera algo así. "Tienes una cita?" Preguntó algo sorprendida. Ella no tenía planes específicos para la visita a Hogsmeade. La mayoría de sus amigos habían hecho planes, pero a Lex la tenía bastante sin cuidado el asunto. No le veía la super magia a ir al pueblo cuando estaba tan cómoda en el castillo. La única excepción era poder comprar golosinas y algunas otras huevadas, pero por lo demás, no le parecía lo más mágico del mundo.

"En absoluto." Le dijo con una sonrisota enorme. En lugar de responderle, se descolgó cabeza abajo de la cama, con el cuerpo aún subido a la misma y estiró hasta sacar una bolsa de dentro de una caja. Volvió a subirse a la cama tirando con ella la bolsa. Dentro salía parte de un tejido de hilo gris y negro. Miró a Gipsy y volvió a sonreír de manera cómplice.