Entrenando con su prima segunda

Desde que Olliver se había enterado de que la ex novia de su hermano John era en realidad prima segunda de ambos, no había dejado de perseguirla para pasar tiempo con ella. Él había crecido oyendo las historias de lo bien que John se llevaba con su hermana Claire y siempre había querido una hermana mayor con la que llevarse bien. Sin embargo, sus hermanos eran en general una gran decepción y no le daban mucha bola y sus hermanas menos aún. Por ese motivo, estaba totalmente entusiasmado con la idea de tener una prima aunque sea con la que llevarse bien.

Sus padres estaban siempre tan ocupados atendiendo a sus asuntos que Olliver tenía mucha falta de amor y una figura maternal en su vida. De esa manera, le resultaba fácil idealizar a Maureen y había conseguido convencerla para que le ayudara a mejorar su técnica de Quidditch. Estaba totalmente hiperactivo y fuera de sí de la alegría de poder tener alguien mayor que le prestara atención y llegó super temprano al campo de Quidditch con la escoba que había sido de su hermano John al hombro. La escoba estaba en excelentes condiciones porque John la había cuidado y encerado con mucho esmero, así que para Ollie era tan buena como una nueva.

Maurie siempre había querido tener un hermanito al que consentir, de manera que cuando el pequeño Ollie comenzó a perseguirla por todos lados para conseguir su atención, terminó por consentirlo. En un principio había intentado alejarlo de ella para evitar que John viniera a hacerle preguntas sobre qué intenciones tenía para con su hermanito, pero después de que el niño consiguiera por su cuenta el permiso de su hermano, acabó aceptando.

Ollie le parecía bastante centrado para su edad y divertido por las salidas que tenía a veces en la conversación. Tenían varias cosas en común a demás del Quidditch y resultaba divertido pasar el rato con alguien que no estuviera intentando levantársela o averiguar qué había hecho el verano pasado.

Maurie llegó un poquito tarde, puesto que estaba muy ocupada con todos los kilos de tarea que los varios profesores le habían dejado a los alumnos de séptimo año. Sin embargo, apareció en el campo de Quidditch con su escoba al hombro. No era demasiado mágica, el anteúltimo modelo de barredora, pero sin embargo volaba bastante bien y tenía una maniobrabilidad buena.

"Hey Oller!" Lo saludó mientras se acercaba a él desde el borde del campo. Notó que Ollie no había traído todavía la caja con las pelotas y eso le pareció un pequeño contratiempo, pero siempre podía convocarla con un hechizo, de manera que tampoco se hizo tanto problema. "Aquí estoy. Perdón que llegara un poco tarde. Estaba terminando un trabajo práctico y mi compañera no terminaba más de copiar las últimas respuestas." Se disculpó con una sonrisa.

Ansioso como todo chico, Ollie había estado oteando el horizonte cual suricata desde que llegara al campo de Quidditch. En un momento comenzó a temer que ella no llegaría, pensando que tal vez tendría cosas mejores que hacer que enseñarle a un nene como él a jugar. Finalmente, vio la figura de Maureen aparecer por la loma y hacerse grande a medida que se acercaba y una sonrisota enorme de entusiasmo se le dibujó en el rostro.

Corrió hacia ella con el entusiasmo típico de los chicos de catorce, rebosante de energía. "Maurie!" La saludó deteniéndose a pocos pasos de ella para reanudar la marcha en dirección contraria junto a Maureen. "No pasa nada." Le dijo despreocupado ahora que la tenía en persona junto a él. "Estuve intentando convocar las pelotas desde que llegué pero no tuve suerte..." Le dijo un poco desanimado y algo avergonzado de su inutilidad. En cuanto a la personalidad, Ollie se parecía bastante más a John que al resto de sus hermanos, si bien no parecía tener los graves problemas de autoestima que su hermano había tenido hasta hacía poco. "¿Podrías llamarlas tú?" Pidió con una mirada de disculpa.

Maurie sonrió de manera comprensiva al oír por qué Ollie no había ido a buscar las pelotas y ya no sintió que había estado vagueando. Recordaba perfectamente bien lo mucho que le había costado a ella aprender los hechizos convocadores y aún le daban trabajo de vez en cuando si el objeto estaba muy lejos o bajo muchas llaves y puertas.

"No hay problema." Dijo sacando su varita con una sonrisa. "Los hechizos convocadores son bastante complicados. A mí me tomó bastante tiempo aprender a hacerlos bien." Confesó y Giró la muñeca de la manera adecuada. Se concentró en la caja con las pelotas que se encontraban en los vestuarios, en un armario especial. "Accio pelotas!" Dijo por lo bajo mientras se concentraba. Esperó unos momentos y enseguida pudo ver la caja rectangular volar hacia ellos por los aires desde el vestuario. "Agárrala." Le sugirió a Ollie, que no tenía la escoba en una mano y la varita en la otra, como ella.

"¿De qué juegas?" Le preguntó con cierta curiosidad. Estaba contenta de poder ayudar a Ollie a practicar Quidditch para poder presentarse en los trials del equipo de su casa. Le servía como práctica a ella para cuando en un par de días tuviera que empezar a entrenar a su equipo. Estaba segura de que a pesar de haber practicado con Ollie, le daría vergüenza enfrentarse a seis jugadores, pero estaba segura de que toda práctica ayudaría.

Ollie sonrió más tranquilo al saber que a ella también le habían costado. Lo hacía sentirse menos estúpido. "Es bueno saberlo." Admitió. "Sawyer puede hacer que aparezcan directamente sin tener que viajar y lo hace parecer bastante difícil." Confesó con la inocencia de su edad y de su signo, que no le permitía darse cuenta de que su comentario podía tal vez hacerla sentir mal a ella, que no manejaba el hechizo a ese nivel.

"Ah, sí!" Dijo como despabilándose y dejando rápidamente la escoba sobre el pasto de manera cuidadosa antes de trotar hacia la caja que flotaba en dirección a ellos y agarrarla. Era bastante grande y pesada, por lo que Ollie se vio un poco torpe manipulándola. Decidió apoyarla en el suelo y luego la abrió. Se tomó un momento para admirar las pelotas con una sonrisa triunfal. En general cuando sus hermanos mayores jugaban no lo dejaban participar o siquiera tocar las pelotas y cuando lo hacía, no duraba mucho tiempo antes de que consiguieran con quien reemplazarlo.

"Eh... no lo sé. No estoy seguro. Mis hermanos nunca me dejan jugar... bah, salvo algunas veces como suplente en alguna posición cuando ellos no quieren hacerlo pero se cansan enseguida..." Dijo un poco avergonzado.

Por un segundo Maurie lo miró confundido hasta que comprendió a quien se refería. "Ah, te refieres a John..." Musitó para ella misma. Olvidaba que en su casa lo llamaban por el segundo nombre. Siempre le había parecido una costumbre rara, más tratándose de tantos hijos, pero no era su problema. "Siempre se le dieron bien los hechizos." Admitió sintiéndose un poco inútil al enterarse de que él ya podía hacer aparecer directamente los objetos cuando ella todavía tenía problemas transportándolos.

Sonrió con cariño al ver que tardaba en reaccionar y que cuando lo hizo, fue de manera un tanto espástica. Ollie le recordaba mucho a John cuando era pequeño y le traía un poco de nostalgia. Ahora que lo pensaba, John había tenido la edad de Ollie cuando habían empezado a salir, aunque le parecía que su hermano había sido un poco menos alto. Por un segundo, se preguntó si su hijo se hubiera visto así como Ollie de más grande, pero la idea le resultaba demasiado dolorosa e intentó apartarla de su mente y concentrarse en lo que estaba haciendo.

Maurie dejó también su escoba en el suelo con cuidado cuando él agarró la caja y, luego de guardar rápidamente su varita, corrió a ayudarlo a bajarla al césped para que no se apretara los dedos o no se le cayera la caja. No quería tener que pagar eso por nuevo si se rompía, a demás de la reverencia que sentía por todo lo que tuviera que ver con el deporte. "Oh, Okay... Entonces, ya que tienes la posibilidad de elegir ¿qué posición te gustaría jugar?"

"Sip." Dijo con una sonrisa despreocupada. "Mamá siempre le dijo Sawyer. Dice que la única forma que encontró de que mi padre aceptara ese nombre fue ponerle también John, que es un nombre tradicional..." Explicó con un encogimiento de hombros. No sabía lo que su familia le había hecho en el verano, así que no podía saber que ese era un tema sensible para ella o no lo hubiera tocado. "¿Verdad que sí?" Dijo con cierto orgullo. Admiraba muchísimo a su hermano.

Abrió los ojos grandes cuando ella le dijo que tenía la posibilidad de elegir. No se había puesto a pensarlo porque nunca le habían dado la oportunidad de elegir antes. "¡Qué difícil!" Protestó con alegría. "Nunca antes había tenido la posibilidad de elegir..." Musitó por lo bajo como un autómata mientras pensaba en el asunto. "Creo que me gustaría probar de guardián." Decidió. "No me veo de cazador, ni tengo brazos como para bateador... y definitivamente no seré buscador. No me gustan los buscadores." Opinó torciendo un poco la nariz con desagrado. Eso de volar atrás de una pelotita descolgado del resto del equipo no le parecía muy interesante o de buen compañero.

Maurie se puso un poco pálida y nerviosa al oír hablar de los padres de Ollie y John, pero intentó no demostrarlo para no preocuparlo y que no empezara a preguntar. El muchacho realmente le caía bien y no quería tener que andarle explicando lo complicado que era el mundo cuando podías amar a una persona y llevarte super bien con su hermano menor mientras que sus padres y los hermanos mayores te habían tenido encerrada en un calabozo durante las vacaciones para poder torturarte. Prefería cuidarle un poco más la inocencia para que pudiera disfrutar de su niñez, puesto que había visto a John crecer demasiado rápido y sufrir al tener que asimilar realidades y conceptos muy complicados a temprana edad. Estaba segura de que John debía hacer lo mismo con Ollie porque lo notaba bastante más inocente de lo que Jimmy había sido, como más despreocupado e ignorante de muchas de las maldades del mundo, si bien no de todas.

Sonrió contenta al ver la manera en que Ollie se entusiasmaba con las pequeñas cosas como esas. Pensó que hubiera querido que John hubiera podido disfrutar de esa manera tan despreocupada de las cosas simples de la vida en lugar de haber sido el niño preocupón, depresivo y pesimista que había sido de chico.

"¡Genial!" Dijo entusiasmada. "Esa es mi posición así que voy a poder guiarte mejor." Opinó con cierto orgullo al ver que Ollie había elegido la posición que a ella le gustaba.

"Brilliant!" Exclamó él entusiasmado, con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Voy a hacer lo posible por prestar mucha atención, así puedo llegar a capitán del equipo de mi casa en algún momento!" Dijo con convicción infantil. Por más que insistiera en que no lo trataran como un niño, tenía que admitir que todavía lo era.

Extendió una mano y agarró la Quaffle, para pasarla de una mano a otra como considerando su peso y viendo cómo manejarse con ella. La tiró unos pocos centímetros hacia arriba y miró sorprendido cómo caía más lento de lo habitual gracias a los hechizos retardadores que le ponían a esas pelotas de fábrica. "Jajaja increíble!" Dijo aún entusiasmadísimo.

"¿Qué es lo primero que tengo que hacer? No tengo la más mínima idea de lo que hace un guardián, más allá de no dejar pasar la pelota por los tres aros..." Dijo bajando un poco la mirada al pensar que eso en sí ya le parecía bastante difícil.

Sonrió con calidez al oírlo decir eso con tanto entusiasmo. Al juntarse solamente con la gente de su edad, se había olvidado un poco lo despreocupado que se vivía cuando se era más chico y no había grandes preocupaciones en la vida de uno. Extrañó un poco el sentirse así, pero intentó no demostrar la nostalgia. "Estoy segura de que si siempre le pones tanto entusiasmo como ahora de seguro vas a convertirte en el capitán de Gryffindor en un par de años." Le dijo con una sonrisa maternal.

Rió brevemente al verlo jugar tan encantado con algo tan simple como una Quaffle. Eso le hizo pensar que él probablemente no estaba acostumbrado a manejarla y que lo mejor sería hacer algún ejercicio de precalentamiento antes de mandarse de lleno a entrenarlo. "Creo que sería bueno si primero hacemos algunos ejercicios para entrar en calor... cosa de no terminar en la enfermería..." Dijo con cierto humor. La verdad es que salir afuera del castillo con Ollie la había puesto de muy buen humor y estaba teniendo un día relativamente bueno. Sólo esperaba que sus lastimaduras no la hicieran sufrir demasiado al hacer ejercicio. -Tendría que haberme tomado una poción analgésica antes de venir...- Pensó.

"Después te voy a ir indicando, pero lo principal está en prestar mucha atención a los movimientos del otro para poder predecir para qué lado va a volar y para qué lado va a lanzar la Quaffle." Explicó intentando resumirlo de manera fácil aunque era mucho más complejo que eso. "Se trata de mirar los detalles como a dónde mira el adversario o la posición del cuerpo para poder adelantarse a su jugada." Dijo caminando hacia las escobas e invitando a Ollie a hacer lo mismo con un gesto corporal.

Tomó su escoba y pasó la pierna por encima de ésta, luego pateó el suelo y se levantó volando en vertical hasta la altura de juego.

Ollie sonrió enormemente al oír la confianza que Maureen le demostraba. No estaba acostumbrado a que la gente confiara en él. Salvo Jimmy y ocasionalmente Claire, cuando la veía, nadie le demostraba demasiado cariño o preocupación por él y mucho menos confianza en que fuera a poder hacer algo interesante. Con tantos hermanos exitosos en la familia, no había mucho lugar para que él se destacara en algo que alguien no hubiera logrado hacer mejor ya antes. "Gracias." Dijo con una sonrisa enorme.

La idea de hacer precalentamiento lo desilusionó un poco pero intentó que no se le mostrara en el rostro... y falló terriblemente, pero asintió. Comprendía que la idea de terminar en el hospital no estaba del todo piola. "Sí, tienes razón." Dijo con ese tono de desilusión que tienen los chicos cuando las cosas no salen como ellso esperan.

Caminó con Maureen hacia las escobas y aún con la Quaffle en la mano, se montó en la suya y despegó de la misma manera que ella, alcanzándola en el aire a la altura adecuada. No estaba acostumbrado a volar tan alto y al mirara para abajo le dio un poco de impresión que hizo que agarrara el palo de la escoba más fuerte. Miró a Maureen para esperar indicaciones.

Maurie le devolvió la sonrisa pero no agregó nada más de momento. Realmente se había encariñado con el enano desde que empezaran a hablarse más seguido a mediados del año anterior. Era como unas vacaciones temporales de las responsabilidades de ser casi adulta y le venía bien ahora que andaba tan deprimida.

Notó la desilusión de Ollie y le dio un poco de pena, pero sabía que si él terminaba en la enfermería por no precalentar se sentiría muy culpable y, por otra parte, si ella era quien acababa en la enfermería tendría que explicar los latigazos en su espalda y prefería no tener que dar cuenta de ellos a la enfermera.

Maurie también notó la manera en que Ollie se había aferrado al palo de la escoba al mirara hacia abajo y miró ella misma. Se había acostumbrado, pero la verdad es que la caída parecía bastante fea desde donde estaban y comprendía que lo intimidara un poco. "Intenta no mirar hacia abajo por ahora... ya te acostumbrarás." Le dijo para darle confianza y sacarle la mente de la altura, de lo contrario jamás tendría concentración para los ejercicios. "Estas escobas son muy seguras, así que no tienes de qué preocuparte mientras no hagas ninguna maniobra extraña." Añadió con una sonrisa.

"Intentaremos hacerlo breve." Dijo para calmarlo un poco. "Haremos lo siguiente: Vamos a volar en círculos alrededor del campo y a pasarnos la Quaffle el uno al otro sin dejarla caer." Propuso como para empezar. Quería ver qué tan bueno era el muchacho antes de proceder con algo más complicado. "¿Listo?" Preguntó un momento antes de arrancar a volar relativamente lento y más o menos cerca de él, a unos dos metros. Estaba a la espera de que le pasara la pelota. ((Asumo que dif 4 para ella y 8 para él estará bien para los pases simples, pero ya irá mejorando, no?))

El que le dijeran que no debía mirar hacia abajo hacía que Ollie deseara hacerlo aún más, y tuvo que hacer un esfuerzo consciente por dejar de mirar el pasto muchos metros por debajo. "No creo que vaya a poder acostumbrarme nunca a volar a esta altura..." Admitió un poco acobardado. "En casa siempre jugamos a tres metros de altura más o menos..." Confesó un poco intimidado por la larga caída. Volvió a asentir cuando Maureen le dijo que las escobas eran seguras, pero no pareció ni un pelito más convencido que antes.

Lo que un momento antes en tierra le hubiera parecido super aburrido, ahora se le antojaba muy difícil. No podía hacerse a la idea de soltar la escoba a esa altura para sujetar la pelota sin dejar de avanzar y comprendió repentinamente la importancia de esos ejercicios. "¡Listo!" Anunció antes de lanzarse a volar junto a ella, con la mano en que no tenía la Quaffle sujeto a la escoba. Intentó lanzarla sin soltarla pero se dio cuenta de que no iba a poder y soltó de a poco la escoba con mucho miedo antes de lanzarle a Maurie la pelota mientras que la escoba seguía avanzando con él arriba. Mentalmente, agradeció que estuvieran volando relativamente lento porque no hubiera sido capaz de coordinar si hubiera tenido que hacer equilibro ahí a pesar del viento.

((Dif 8 it is, then.))

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'10 Caras' :

Ella había arrancado a volar lentamente a propósito, sabiendo que probáblemente a él se le dificultara coordinar el volar a altas velocidades con el resto del juego. El pase desastroso de él, que salió volando para cualquier lado y casi le pega a ella en la cara, le dio la razón.

Sin embargo, Maurie jugaba hacía muchos años y estaba acostumbrada a ese tipo de problemas, por lo que levantó los brazos instintivamente para cubrirse y, acto seguido, persiguió hacia abajo la pelota que había salido volando y comenzado a caer después de chocar contra sus brazos. -Estuvo cerca...- pensó cuando se dio cuenta de que casi le pegaba en la cara y que se había salvado gracias a sus reflejos entrenados. -Realmente tengo buenos reflejos...- pensó para sí. El golpe le había dejado doliendo las cicatrices de la muñeca pero trató de no poner cara de dolor así como había intentado no gritar en su momento.

"No pasa nada, no pasa nada. Sigue volando." Le había dicho a Ollie al salir volando tras la pelota y enseguida se volvió a posicionar junto a él con una sonrisa. "Vamos a practicar hasta que te salga bien." Le prometió. "¿Listo?" Volvió a preguntar y unos momentos después lo miró a los ojos y le lanzó la pelota de la manera más simple que pudo, en un pase super directo como para que ganara confianza. ((Dif 4))

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'10 Caras' :

Ollie se sintió totalmente tonto y muy torpe al ver la manera en que la pelota había salido en cualquier dirección, pero es que había estado tan aterrado ante la idea de caerse, que no había podido reaccionar a calcular el ángulo en que tenía que lanzar la pelota, mucho menos tener en cuenta el viento y el factor de la caída ralentizada de la bola.

"Soy un desastre!" Anunció desanimado cuando Maureen se fue a buscar la pelota. Su instinto había sido el de detenerse, por lo que había ralentizado su avance, pero al oír la órden de ella, volvió a acelerar un poco y siguió volando a velocidad de crucero alrededor del campo.

"Listo." Dijo esta vez sonando mucho menos convencido que antes. Se preparó para atajar la pelota, concentando toda su atención en Maureen y asegurándose bien en los estribos con los piés para no caerse, o por lo menos, para no sentir que se iba a caer y poder sacarse eso de la mente. Entonces intentó atajar cuando ella le lanzó ese pase tan directo. ((Dif 8))

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'10 Caras' :

Maurie vio caer la pelota y se lanzó nuevamente a buscarla haciendo una picada y atrapándola en pleno vuelo con una mano, puesto que con la otra se sostenía a la escoba para no caerse en esa maniobra un tanto peligrosa, al menos para el nivel de Ollie.

"No te hagas problema!" Le dijo adelantándose a las disculpas que sabía que vendrían. -Esto es como jugar con Johnny...- Pensó en cuanto a lo de las disculpas constantes. Ollie no solía ser así, al menos no que ella supiera, pero se notaba que estaba nervioso y que en el deporte no se tenía mucha confianza.

Regresó junto a Ollie y le sonrió cálidamente para animarlo. "Vamos de nuevo." Le dijo con familiaridad. "Intenta pensar que estamos en tierra, lanzándonos la pelota uno a otro." Propuso antes de esperar un par de segundos y volver a lanzársela.

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"Perdón... ¡Soy un desastre!" Volvió a criticarse avergonzado de ser incapaz de hacer algo tan simple como atrapar una pelota mientras volaba montado en una escoba. En el patio de su casa había podido hacerlo con facilidad porque no habían estado volando tan alto y se había sentido seguro, pero el estar a tantos pisos de altura le ponía la piel de gallina y no se podía concentrar en nada más que en no caerse.

Continuó volando mientras Maurie iba a buscar la pelota, impresionado por la maniobra de ella. "Nunca voy a poder hacer ese tipo de cosas..." Se quejó de manera que sonaba más o menos como Sawyer, pero es que no estaba acostumbrado a que las cosas le costaran tanto.

Asintió y se preparó para atrapar la pelota, con toda su concentración en Maurie. ((Dif 8))

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"No sos un desastre..." Le dijo con una sonrisa cariñosa. "Es cuestión de práctica nada más y como no has practicado mucho, tiene sentido que te cueste. A demás, no dejas de prestarle atención a la altura... el vuelo tiene que ser como algo natural para jugar Quidditch... la escoba una extensión de tu cuerpo..." Le dijo levantando un poco la voz para que lo oyera a pesar del viento.

"¡Sí que vas a poder!" Lo contrarió. "Con práctica... Si en dos años no aprendiste a hacer una atrapada en picada con una sola mano te compro tres cajas de ranas de chocolate." Prometió con una sonrisa enorme en los labios.

Sonrió con orgullo al ver que Ollie había logrado atrapar la Quaffle y lo aplaudió con entusiasmo. "¡Buenaaah! ¡Muy bien, Ollie!" Exclamó orgullosa. "¿Viste que ibas a poder?" Le dijo todavía sonriendo. "Venga, ahora lánzamela a mí." Pidió sin dejar de volar.

Había tomado nota mental de las sugerencias de ella y había intentado aplicarlas, pero el pensar en todo a la vez se le complicaba un poco.

Ollie rió contento de haber podido atrapar la pelota. Lo cierto es que casi se le había escapado de las manos, pero la había logrado retener gracias a los huequitos que la bola tenía con ese propósito. "¡Ejey!" Festejó con una sonrisota enorme.

"Hecho. Te tomo la palabra, ¿eh? Así que andá ahorrando porque quiero mis tres cajas de ranas de chocolate!" Le dijo muy seriamente, pero en broma.

A continuación, se tomó un momento para apuntar y después le lanzó la pelota de vuelta a Maureen. ((Dif 8))

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Maurie rió por el chiste de él, pero luego le sonrió de lado. "No pienso juntar ni un solo knut, porque vas a aprender a hacerlo antes de lo que tú piensas." Le dijo con terquedad. Era una de las mujeres más tercas del mundo.

"¡Ni se te ocurra disculparte!" Le advirtió cuando Ollie hizo un pase pésimo y ella tuvo que ir a buscarla de nuevo, volviendo a atraparla en pleno aire con una mano mientras hacía una picada.

Nuevamente, se colocó volando junto a él y le lanzó la pelota lo más fácilmente que pudo. ((dif 4))

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Ollie rió por la confianza que Maureen estaba demostrando en él. Lo ponía contento beyond words el tener alguien que confiara en él de esa manera aunque él fuera torpe y no se lo mereciera. Incluso sabiendo que no era tan bueno en Quidditch y eso lo hiciera sentirse avergonzado, el que alguien confirara y creyera en él significaba un montón para Ollie.

Estaba por quejarse de él mismo cuando ella le dijo que ni se le ocurriera quejarse y rió resignado. "Está bien, está bien..." Y la dejó ir a buscar la pelota.

Se estiró para intentar agarrarla nuevamente. ((Dif 8 ))

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Maurie rió divertida y aplaudió nuevamente cuando Ollie logró atrapar la Quaffle. "¡Vamos Ollie!" Gritó entusiasmada. "¿Ves que es cuestión de práctica!?" Le preguntó con una sonrisa. Aún recordaba cuando ella era pequeña y su hermano mayor le había enseñado a volar y luego lo entusiasmada que estaba cuando había comenzado a enseñarle a jugar Quidditch. Estaba contenta de poder hacer lo mismo por alguien más, alguien que también necesitaba el afecto que su familia no le estaba dando, por más que en el caso de él fuera porque eran mala gente y no porque estuvieran muertos. Ella comprendía que el resultado era muy parecido. Había vivido suficiente alrededor de John como para no darse cuenta de eso.

La sensació de volar, aunque fuera lentamente como lo estaban haciendo, la ponía de un humor excelente y le levantaba el ánimo el poder estar afuera haciendo ejercicio. Se preparó para atrapar la pelota cuando Ollie se la tirara. ((dif 4))

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Ollie se alegró y festejó también por su cuenta, contento de estar viendo un progreso real. La alegría le duró unos segundos y luego se preparó para volver a tirarle la pelota a Maurie. Ya se había olvidado de que estaba volando varios pisos por encima del vacío y de que la caída podía resultarle mortal. Ni siquiera se preocupaba por la distracción que era el viento en la cara.

Se concentró en calcular la distancia y la caída, prestandole atención a la pelota y a Maurie únicamente y luego lanzó la Quaffle. ((Dif 8))

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"And the crowd goes wild!!" Maurie le dijo entusiasmada atrapando la pelota con facilidad. "¡Yo sabía que lo único que necesitabas era un poco de confianza en ti mismo y práctica. ¡Vamos Ollie!" Lo alentó entusiasmada.

((Ya podrías bajarle la dif a 7 no?))

Luego se calmó un poco y le lanzó la pelota de vuelta. "Here, catch!" Le dijo en ese momento.

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