Después de mucho pensarlo y no decidirse, este año George finalmente se sentía dispuesto a no perder más el tiempo y anotarse finalmente en el club de teatro. Un factor decisivo en ese respecto había sido el egreso de la persona que previamente administraba dicho club, que ahora había caído en manos de una de sus compañeras de curso. Era más fácil para alguien tímido como él hablar con ella en lugar de intentar encarar al anterior líder.
Con este fin, se había quedado mirando el ensayo entero y ahora esperaba a que se marcharan todos para poder hablar con la chica.
—¡Eh, Cook! —La llamó de la manera más simpática que encontró... y sonó seco como él solo.