Mags estaba sentada en la mesa de su casa engullendo comida como posesa... como siempre que se sentaba a desayunar. Era domingo, así que su pelo estaba especialmente rojo y brillante, porque había utilizado parte de la tarde anterior para teñirlo.
Parecía estar de un excelente humor sin razón aparente y tarareaba mientas comía. Se había despertado más temprano que sus tres amigas, por lo que no había nadie de su grupito con ella en la mesa y se sentó sola sin el menor problema.