Volviendo de la caminata

Jackson se había quedado dando una vuelta por los terrenos después de su charla con Theresa. Tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento y no estaba seguro de cómo iba a terminar todo y eso lo ponía nervioso. Estaba demasiado acostumbrado a tener el control de todo lo que sucedía en su vida como para poder tomarse bien la incertidumbre. No le gustaba la incertidumbre, quería poder predecir todo y que las cosas salieran como él las planeaba, como siempre.

Con esto en la cabeza, comenzó a andar hacia su dormitorio, que estaba al final del pasillo. Iba pasando las puertas de los dormitorios de los otros profesores mientras andaba, pero no les prestaba atención. Conocía el camino de memoria y podía llegar incluso mientras estaba pensando en otras cosas.

Matthew había estado ocupándose de sus clases en una de las aulas de los pisos inferiores y ahora regresaba a su dormitorio a descansar antes de la cena. Venía pensando en las cosas que habían dicho los alumnos y en cómo debería encarar ese tipo de situaciones en el futuro. Ni se fijó que Jax venía unos metros por delante de él hasta que no llegó a la puerta de su cuarto y se detuvo.

"Oi, Jax!" Lo saludó con una sonrisa despreocupada en su rostro. No había tenido mucha oportunidad de conversar con su amigo ese día y se alegraba de verlo.

La voz de su amigo lo sacó de su introspección y le robó una sonrisa. Siempre se había divertido hablando estupideces con Matthew. El hombre siempre lograba ponerlo de buen humor y le pareció que necesitaba un poco de eso... eso y alguien que le prestara una oreja para quejarse y tal vez algún consejo. Después de todo, él era un experto en mujeres así que debía tener algún consejo decente para darle. Claro que la experiencia del rubio con las damas era más bien del tipo superficial, pero Jax confiaba en que atrás de tanta estupidez hubiera un poco de sabiduría que pudiera compartir con él.

"Matt. No te ví hoy en el desayuno. ¿Todo bien?" Le preguntó acercándose a él.

"Todo en orden." Le dijo de manera automática, aún sonriendo. A él le costaba mucho más que a otra gente el hablar de sus cosas, incluso con Jax, con quien tenía confianza. "¿Quieres pasar a tomar algo?" Le ofreció de buena gana. Estaba cansado de dar clases, pero se sentía con ánimo de ver a su amigo y conversar un rato de algo que no fueran la artes oscuras.

Abrió la puerta de su cuarto y entró, dejando que su amigo se invitara solo. Se conocían hacía demasiados años como para andarse con vueltas. Se dirigió directo a la chimenea, la encendió con magia y puso agua a hervir. "Té, café?" Le preguntó por encima del hombro.

"Seguro. Cualquier excusa es buena." Le dijo siguiéndolo dentro del cuarto. Generalmente se juntaban a jugar al ajedrez al menos una vez a la semana, pero Jax no sentía que necesitara una excusa para pasar tiempo con su mejor amigo haciendo nada. Siempre era divertido, incluso si no hacían más que hablar de estupideces o de sus vidas.

"Té." Decidió sentándose en la silla junto a la cama. "¿Cómo va la semana? ¿Tranquila?" Preguntó asumiendo que si después de estar todo el día dando clases aún tenía tiempo y ganas para juntarse con él, debía ser que la cosa venía bien.

Matt rió brevemente del comentario. "Eso seguro." Le dijo de buen humor. Puso algo de hojas de té en el compartimiento de la tetera y se desentendió del asunto. Tenía que esperar a que el agua hirviera y no se iba a tomar la molestia de apresurar el proceso con magia.

"Eh... más o menos." Dijo con un encogimiento de hombros. Se sentó en la cama y pensó un momento en lo que había sucedido con Elizabeth la noche anterior. "Los de séptimo año son difíciles de controlar y cada año vienen peores, pero bueno. ¿Qué se le va a hacer?" Preguntó con una mueca de resignación. "¿Tú? ¿todo bien?"

Jax lo observó preparar la pava sin demasiado interés, por mirar algo. Los gatos no le llamaban mucho la atención como para entretenerse con ellos. Le interesaban en la medida en que no se restregaran contra su pantalón y se lo llenaran de pelos.

"¿Por qué?" Preguntó de manera instintiva. Luego sonrió de manera comprensiva y algo cómplice. Él pasaba por algo similar a menudo, aunque en menor medida porque tenía menos alumnos, menos horas de clase y su materia era optativa, lo que quería decir que quienes entraban a su aula estaban allí porque querían. "Es inevitable." Respondió con la misma resignación pero con una sonrisa leve en los labios.

"Los chicos dentro de todo se portan bien... tampoco tuve tantas clases todavía como para encontrar de qué quejarme, la verdad." Confesó. "Pero supongo que dentro de todo bien. La que me preocupa es Tess..." Admitió.

"Supongo que sí." Concordó con él sobre la inevitabilidad de la situación.

A la mención de Tessa, Matt sonrió de costado. "No sé por qué no me sorprende." Le dijo con cierta ironía de fondo. Si estaba cansado de escuchar a Theresa hablar de él, estaba más cansado de oírlo a él hablar de ella. Sin embargo, Jax era su amigo y lo toleraba así como él debía tolerar cosas que le molestaban de su persona.

"¿Por qué no le das un poco de tiempo? La pobre acaba de enterarse que ese hijo de puta era su padre y para peor ahora está muerto. Los dos sabemos que se lo merecía, pero tu sabes lo mucho que ella quería llegar a conocer a su padre. Apuesto a que esperaba tener una buena relación con él cuando lo conociera y que fuera una buena persona... es lógico que esté molesta." Le dijo simplemente. "Yo sé que no es tu culpa, pero a veces uno se la agarra con quien tiene a mano, con quien sabe que los va a soportar de todas formas porque lo quiere." Era algo que Jax de seguro ya sabía, pero a veces era el trabajo de un amigo el recordar ese tipo de cosas.

Jax sonrió de lado al oír ese comentario y rió de manera nasal. Sabía que de seguro Matt debía estar cansado de oírlo hablar de Tessa, pero él estaba cansado de oírlo hablar de Jewel y de Steph, así que podía considerarse que estaban a mano, pensó.

Mientras oía las palabras de Matt, lo único que podía pensar era 'ya lo sé', porque eran todas cosas que él ya sabía y muy bien, pero no podía dejar de sentirse como se sentía. Quería que las cosas con ella estuvieran bien en ese instante y no dentro de mucho tiempo o tal vez nunca. Quería que ella dejara de estar deprimida y enojada y aprovechara la oportunidad de que ya no había nada en medio de ellos separándolos, para poder volver a estar juntos. Él sabía que ella quería estar con él y él quería estar con ella... por qué entonces no estaban juntos? Eso era algo que no lograba terminar de entender. Sabía que ella aún estaba de duelo pero no le importaba. Quería que pusiera sus sentimientos en orden a su lado, para poder ayudarla.

Suspió pesadamente. "Lo sé, mate." Le dijo finalmente. "Y tienes razón en lo que estás diciendo." Le concedió. "Yo sé que seguramente se la está agarrando conmigo porque está molesta y sabe que si me ladra voy a perdonarla, pero realmente me gustaría que dejara de hinchar las pelotas y de dar vueltas y que podamos estar juntos." Confesó. "Me persiguió por diez años para volver conmigo cuando yo no podía por culpa del puto de Smith y ahora que podemos estar juntos porque nada nos detiene, ella tiene que venir a agarrárselas conmigo!?" Protestó. "La verdad que con lo complicadas que son las mujeres, no sé por qué no me hago puto!" Se quejó frunciendo el ceño.

Matt se quedó callado dejando que su amigo se quejara tranquilo. Estaba seguro que más que necesitar un consejo, lo que Jax quería era un lugar donde poder descargar sus frustraciones, donde poder quejarse.

Su último comentario sobre hacerse puto le robó una risa sincera. "Bueno, así al menos podrían pasar tiempo juntos e ir de compras." Opinó con una sonrisa. "Vamos, hermano, anímate!" Lo incitó. "No tiene sentido que estés perdiendo el tiempo sintiéndote mal por una mujer. Ya sé que te importa." Lo detuvo antes de que él pudiedra protestar. "Pero tú conoces a Tess mejor que nadie. Sabes que a penas se le quite el enojo vendrá corriendo a ti. Eres lo único de lo que ha estado hablando en años." Le recordó.

"Y puede ser frustrante que eligiera descargar su ira contigo, pero al menos sabes que le importas. Si le tienes un poco de paciencia las cosas saldrán bien. Ya verás." Le dijo para que recordara sus palabras. Entonces se levantó y sirvió el té en dos tazas antes de traerlo a donde estaban ellos y conjurar una mesita con su varita para poder apoyar las cosas en ella.

Sonrió por el chiste de Matt. Se había hecho una imagen mental graciosa de él en vestido haciendo compras con Tessa y luchando por no caerse de unos tacos altísimos.

Iba a protestar cuando Matt lo detuvo y continuó hablando, de modo que se calló y continuó oyéndolo. "Tienes razón." Repitió. Sabía que ella eventualmente vendría a él, pero la quería AHORA, no en algún momento.

Asintió y lo miró ir a por las cosas. Luego se sirvió una de las tazas y la endulzó a su gusto. "Lo sé. Tengo que dejar de torturarme por querer todo ya YA, pero me cuesta sabiendo que ahora puedo. Está tan cerca... y todavía parece tan lejos..." Suspiró nuevamente. "Pero mejor cambiemos de tema. Estoy cansado de pensar en este asunto." Admitió.

"¿Cómo andan tus cosas? ¿Has vuelto a ver a Jewel?" Le preguntó con cierta curiosidad.

Él también endulzó su bebida, pero la dejó enfriar. Tomaba las cosas casi frías. Miró a su amigo con una sonrisa divertida. "Es raro verte a tí ansioso y que sea yo quien te diga que te tomes las cosas con calma." Observó dado que habitualmente las cosas eran al revés. "Pero créeme que entiendo exactamente a lo que te refieres. Las mujeres son tan frustrantes a veces." Le dio la razón. A él, por ejemplo, de momento lo estaban frustrando por razones totalmente opuestas, pero igualmente molestas.

"Nahh..." dijo ahora poniéndose él algo sobrio y un poco triste, si bien parecía nada más malhumorado para quienes no lo conocían. "Eso ya fue. No tiene remedio." Admitió. "Después de lo que le dije no creo que quiera volver a tener nada que ver conmigo... y no es que le haya dicho nada que no fuera cierto... pero la verdad ya me tenía las bolas por el piso!" Confesó. "Que sí, que no, que sí, que no... uno tiene paciencia pero tampoco la pavada!" Protestó ahora él.

Agarró uno de los terrones de azúcar y lo comió como si fuera un caramelo. "Tampoco intenté ir a verla. Sé que está saliendo con un auror amigo del hermano. No quiero meterme tampoco." Confesó desanimado. "Es una mina muy problemática... en mi mente sé que estoy mejor sin ella, pero cada vez que me acuerdo..." No necesitó terminar la frase. Estaba seguro de que su amigo lo entendería.

Jax rió nasalmente. "Es cierto." Admitió encontrando divertida la inversión de los papeles. Eso lo animó un poco, mucho más que sus palabras, le dio la certeza de que su amigo comprendía lo que a él le estaba sucediendo y que probablemente había pasado por esa situación antes, incluso muchas más veces que él. "A full." Concordó que eran molestas.

Se apenó de escuchar que lo de su amigo con la rubia no tenía solución. Sabía que era una chica complicada, pero también sabía que a Matt le había volado la cabeza desde la secundaria y, dada su proipa historia con Tess, quería que él tuviera una oportunidad de ser feliz con ella, por más que a él, por lo que había escuchado, le pareciera innecesariamente quisquillosa y un poco mandona. "Totalmente." Concordó con él. La paciencia era una de sus muchas virtudas (una que Matt claramente no compartía), así que lo podía entender. Incluso su paciencia casi inagotable muchas veces parecía estar rozando su límite.

"Probablemente sea para mejor, hermano." Le dijo intentando animarlo. "Ella siempre fue problemática y si encima está con alguien... supongo que éste es un buen momento para tomarte la poción que tanto habías estado dudando sobre tomar el año pasado después de lo que pasó en el baile de principio de curso, no?" Sugirió pensando que sería lo mejor para él. "Con tu pinta y tu chamuyo, de seguro puedes conseguir media docena de mujeres mejores." Le dijo seguro de que Matt iba a querer precisamente la que no lo despreciara, no la otra media docena que se moría por estar con él.

"¿Y tu amiga en St. Mungo?" Preguntó intentando cambiar de tema a alguno más alegre o por lo menos que le afectara menos. "¿Todavía siguen sin encontrarle una cura?" Preguntó con interés. Siempre le había llamado la atención la relación de Matt con esa mujer y, a pesar de que ella era mayor que él, le parecía una de las relaciones más sanas que había tenido en su vida... incluso si ella ahora estaba encerrada en la parte de neuropsiquiatría del hospital.

"Sí, lo sé." Dijo forzando una sonrisa. "Y hace días que estoy pensando en lo de la poción... nada más estoy esperando a que me lleguen los ingredientes que encargué por correo para poder hacerla." Explicó. Estaba determinado a olvidarse de Jewel y seguir adelante con su vida. Tenía suficientes problemas como para encima estarse preocupando por una mujer que no sabía apreciarlo.

Jax tenía razón, de todas las minas del universo, él tendía a enamorarse de las que lo ignoraban, no de las cientos de idiotas que caían rendidas a sus pies por su chamuyo barato y su dinero. Suspiró pesadamente. "Te juro que quisiera por una vez conocer a una mujer que valga la pena, alguien que sea inteligente, buena onda, que no le interese el dinero y que siempre esté de buen humor. Ni siquiera necesita estar buena." Le dijo mortificado. "Vos conseguime una mina que no sea una histérica superficial y te juro que me caso!" Protestó molesto. "No, enserio. Hace un tiempo ya que quiero dejar de hacer estupideces y sentar cabeza, pero las minas son todas unas huecas. Es imposible tener una conversación de más de dos minutos." Se quejó.

"¿Dana?" Preguntó de manera instintiva. "Sigue encerrada. Todavía no encontraron una cura, pero el mes que viene empieza un tratamiento nuevo, así que vamos a ver... aunque a estas alturas, después de todo lo que ya probaron, no tengo demasiadas esperanzas." Confesó. "Con la que todavía me veo seguido es con Elizabeth." Explicó para cambiar la conversación hacia algo menos frustrante.