Su hermano andaba tirado por los rincones lloriqueando... de manera totalmente figurada y Lou estaba preocupado. Sabía lo que había sucedido con Tessa, porque él se lo había contado y, aunque no lo hubiera hecho, conocía a ambos lo suficientemente bien como para haber adivinado todas las partes importantes, aunque los detalles hubieran quedado fuera.
Quería a su gemelo y no estaba dispuesto a verlo renunciar a un buen trabajo o, peor aún, perder un excelente puesto solo por un capricho amoroso... ¿capricho amoroso desde hacía más de una década? tal vez, pero no por eso dejaba de ser una estupidez que no debía ser relacionada con su labor de profesor.
Después de todo ¿qué si la tenía que ver todos los días? Él llevaba un mes viendo a su no-novia todos los días sin dirigirse la palabra y si bien le dolía, estaba dispuesto a seguir con su vida, funcionaran o no sus intentos por encarrilar las cosas.
Lo había citado en la taberna de ese pueblo donde a veces iban a visitar a unos tíos, para evitar que los habitués de las tres escobas y posiblemente sus amigos, escuchadan la conversación.
Ahora estaba sentado junto a él en la barra, bebiendo cerveza en silencio y esperando a ver si Will se atrevía a utilizar ese espacio para empezar la conversación que él quería que tuvieran... para que no hubiera necesidad de forzar las cosas.