La estatua que fuma

Lex estaba escondida detrás de una de las estatuas de un pasillo poco transitado, oculta en el nicho de la pared destinado a la memoria de algún mago o bruja famoso. 

Tenía una pierna estirada mientras que la otra, flexionada, tenía un pie apoyado en la pared. Estaba fumando un cigarrillo frente al vitreaux que estaba detrás de la estatua. Andaba muy nerviosa ultimamente siempre que estaba en la escuela y sólo tenía paz cuando se escapaba o hacía alguna travesura, o cuando estaba con sus amigos o su novia. 

Por eso aprovechaba el momento de tranquilidad para distenderse. Era un pasillo poco transitado. Nadie la encontraría allí.

Creo.. - comienzo a decir, haciendo un breve pausa - .. que no soy el único que encuentra estos lugares calmos para evitar a la gente - continúe, sentándome contra la columna, a su derecha.
Luego de la disputa con Turpin y Russel lo único que quería era relajarme, si no haría explotar a cualquier alumno, ya que no pude encontrar el mismo libro, y hasta que pueda, debería despejarme con otra cosa, quizás, un cigarro, pero veía que alguien me había ganado de mano, así que solo atine a sacar uno de mi bolsillo, y encenderlo con mi varita. Estire mis piernas en el lugar, levantando mis brazos con fuerza para hacer sonar los huesos de mi espalda, que mejor relajación que esa.

((Hola =) ¿Te puedo hacer dos sugerencias de buena onda? Las reglas del sitio dicen que hay que redactar en primera persona del singular, no en primera. La otra sería que respondas también en el otro tema en que estás participando en la sala común de Slytherin, porque se puede estar en más de un tema a la vez pero es mala educación dejar al otro colgado en un tema y responderme a mí por ejemplo. Espero que no te lo tomes mal. Un abrazo.))

Lex soltó una risa nasal y lo miró con una sonrisa ladeada. Ella solía juntarse con muchos de los chicos de Slytherin de su año, porque era tan engreída y problemática como ellos e igualmente orgullosa. Le había llevado años probarles que valía la pena tanto como ellos, pero finalmente se había terminado por ganar el respeto de varias de las serpientes mayores.

—Últimamente, parece que hay que esconderse debajo de una piedra para encontrar dos segundos de paz —respondió ella que también parecía estar irritada por sus propios motivos personales... aunque cualquiera que la conociera sabía que ella siempre parecía estar irritada por una cosa u otra.

Le dio otra calada a su cigarrillo. Luego cerró el puño que tenía libre con el pulgar hacia arriba, el cual se encendió de inmediato como si de un encendedor muggle se trataba. Lex le sonreía a Luke de manera orgullosa. —Así es más divertido —explicó tras ver la manera en que su compañero de año encendía su cigarrillo. Luego apagó su dedo y observó en silencio la estatua de un jorobado especialmente grotesco.

Volvió a observar al chico cuando éste se estiró. —Parece que alguien más que un cigarrillos necesita un masaje descontracturante y un día entero en un spa —bromeó.