Solo un baile

((Continuación de este tema ))

Él también se estaba volviendo loco cambiando de parecer constantemente entre querer comportarse como él mismo y ser gracioso y tonto con ella, y poner la mayor distancia posible entre él y Rose como se había propuesto desde el principio. Después de todo, era un tipo rencoroso, le costaba perdonar y la manera en que ella lo había lastimado todavía lo hacía sentirse molesto con Rose. Sin embargo, era tan divertido ese tire y afloje con ella que siempre habían tenido, ese irritarse hasta que alguno de los dos se iba molesto dejando la conversación a medias, que no pudo evitar sentirse tentado. 

Después de todo, se dijo a sí mismo, era tan solo un baile de escuela y la única razón por la que no estaba pasando esa noche con su novia era porque ella no estaba más en el colegio. Pero eso no quería decir que se tuviera que quedar aburrido en la torre ¿o si? ¿Acaso no podía divertirse hablando y bailando con sus amigas de la manera más inocente? Tal había sido su plan en un principio antes de que Rose apareciera. Pero ¿por qué no podía pasar la velada inocentemente con Rose como lo había pensado hacer con su mejor amiga Kat? ¿Realmente cambiaba tanto que dos años antes hubieran salido cuando se la habían pasado peleando o llorando?

Solo un baile. Se prometió antes de volver a dirigirse a Rose cuando ya se había casi decidido a marcharse, pero su ego era acariciado por las atenciones y el obvio interés de ella y él que era tan inseguro no supo resistirse a que le levanatran un poco el amor propio. "Would you like to dance?" Le ofreció una mano junto con una de sus sonrisas. Al día siguiente ya podría volver a ignorarla y hacer de cuenta que no había pasado nada. Después de todo, un baile era solo un baile y si podía bailar con Kat toda la noche, podía bailar una canción con Rose.

Rose estaba usando

un vestido como este, con el cinturón más desprolijo.:

Y ya no sabía qué pensar de Ed después de todas las vueltas que le habían dado a la conversación y del asunto de la enfermería, del que ella no podía olvidarse a pesar de que él insistiera en ignorarlo totalmente. Y aún así de a momentos le parecía que él también se debatía... o tal vez ella solo veía lo que quería ver, como siempre. Y así es como terminaba siempre saliendo lastimada de todas las relaciones en las que se había metido. 

El tiempo la había hecho olvidar todo lo malo que había tenido la relación de ellos y, después de tener novios peores, había terminado por idealizarlo en los dos años en que habían estado separados, lo cual nunca es bueno. 

Se sorprendió sobremanera de oír la proposición de él, pero no había manera de que fuera a decirle que no a una propuesta semejante. Ella iba a los bailes a bailar y había perdido bastante las esperanzas de bailar esa noche, porque no había venido con pareja ni tenía planes con nadie, menos que todo, con él. Pero un baile no se lo negaría a nadie... menos que todos a Ed.

"Love to." A pesar suyo, sonrió encantada y tomó su mano caminando en las nubes, maldiciéndose internamente por no mantenerse tan enojada y seria como hubiera querido, por mostrarse tan dipuesta a entrar en su estúpido juego al segundo en que él lo pidiera. Sabía que Ed seguramente estaba únicamente intentando vengarse de ella y sin embargo no había podido controlarse. Tonta, tonta Rose. Se dijo. Lo lamentaría cuando se pasara el resto de la noche llorando en su cama. 

Se dejó guiar a la pista de baile, sin poder dejar de pensar en que él estaba jugando con ella, que tenía novia, que todo el mundo le decía lo tarado que estaba por esa chica. Pero por esa noche, se dejó encantar. Quería aunque sea llevarse un último buen recuerdo de él.

((Siempre de azul la señorita))

Lo cierto es que Del pensaba en mil cosas a la vez, pero era tan necesitado de aprobación que no podía resistirse a nada que acariciara su ego, apresurándose a catalogarlo como inocente e inofensivo para no sentir culpa. Eran situaciones nuevas para él que nunca había tenido a nadie atrás sino que siempre había estado corriendo tras chicas que no le correspondían más que como amigo. No tenía la intención de traicionar a Agatha, pero no le parecía que hubiera nada de especial en bailar un poco. De todas maneras se le aceleraba el pulso con solo pensar en la próxima escapada del castillo para verla y eso era lo que contaba, ¿no? Para emparejar un poco las cosas, la respuesta de la mismísima dama al estado de su relación ante las preguntas de sus hermanos había sido "nos estamos conociendo". No sentía motivo para culpa. 

Tomó la mano de Rose con una sonrisa compradora pero que podía pasar por premeditada más que por sincera, y la guió hacia la pista. Luego puso la otra mano en la cintura de ella y la guió al ritmo de la música, con la misma soltura que si conversaran del clima y tuviera todo bajo control sin estar ni un poco movido ni nervioso.

Levantó las cejas inquisitivamente, como preguntándole qué pensaba del baile o tal vez de sus habilidades, o de la osadía que había demostrado al sacarla a bailar. Tenía suerte de que Rose no fuera el tipo de persona que va al grano y te pregunta de qué la va tu jueguito, como era Agatha, pero en ese caso él se hubiera cuidado de hacer nada que pareciera reprochable, porque la sabía propensa al reproche. Con Rose era distinto, sabía que se había bancado todas las que él le había hecho como venganza desde que volvieran a hablarse sin una sola queja. Se sentía tentado a seguir abusando de esa docilidad.

((Le gusta el color. No es orgullo de casa XD))

La sonrisa compradora de él la tuvo exactamente donde quería, embobada como la idiota que era, como si no se diera cuenta que estaba yendo a 220 por hora a darse contra una pared que ya se había tragado antes. Pero era adolescente y mujer, podía ser así de tonta masoquista, cediendo a los placeres efímeros del momento aunque significaran meses de lágrimas, porque estaba convencida de que él no iba a dejar a su novia, no por ella que lo había lastimado y humillado. Sabía que Ed seguramente se estaba vengando de ella por todo eso para después dejarla ilusionada y sola pero no podía hacer que el instinto de autopreservación se hiciera cargo de ella. Tal vez sentía que si sufría por él podría pagar por lo que le había hecho y estarían en cero.

Rose no era una gran bailarina pero como Ed la estaba guiando, casi que parecía saber lo que hacía. Se deslizaba por la pista casi con gracia, sintiendo que flotaba y siguiendo los movimientos de él, con toda la atención de sus sentidos dividida entre los ojos de él y la mano en su cintura, que le quemaba. 

No. Eso estaba mal. Iba a terminar llorando como una magdalena y no era la idea. Intentó darse con una dosis de realidad para bajar de la nube y mitigar un poco el golpe. "¿Estás seguro de que a ella no le molestará que bailes conmigo? No parece una persona muy amigable." Comentó al pasar, como si a ella le importara tan poco la respuesta de él como él demostraba que le importaba el baile. Ambos podían jugar a mentirse y esconder sus sentimientos si querían. Pero aparentemente sólo querían de la manera más ciclotimica si las conversaciones de esa noche servían de parámetro.

((Eso se lo escuché decir a la mitad de la casa de Ravenclaw.))

Ed se daba cuenta del efecto que tenía en ella, así como Rose se había dado cuenta del caso inverso dos años atrás y había abusado de su poder para jugar con él y así alimentar su ego, del mismo modo en que él lo estaba haciendo ahora. Y puede ser que hubiera un poquito de aire de venganza en todo eso, aunque él lo negaría rotundamente, incluso dentro de su cabeza. Era una verdad sobre sí mismo que no podía aceptar.

Levantó las cejas por un momento y luego las dejó caer nuevamente, sin dejar de sonreír agradablemente todo el tiempo, como si fuera otro baile en casa de sus padres y ella alguna de las señoritas random que a veces invitaban por ser hijas de diplomáticos. Nadie trascendental en su vida, por lo tanto, alguien frente a quien él podía pretender ser el playboy encantador que no era. Cualquiera que los hubiera visto sin conocerlos, no hubiera podido ser capaz de discernir todo el juego de poder que había en el aire por ambas partes y seguramente hubiera notado nada más dos jóvenes que eran pura sonrisa y pura cortesía el uno con el otro. 

El comentario de ella ladeó su sonrisa. Tenía que darle crédito en que Agatha no parecía la persona más amigable, pero era de lo más caritativa, tierna, maternal y solidaria bajo las circunstancias correctas. Claro que no había forma de que alguien que la hubiera conocido dentro del castillo le fuera a creer si lo decía. "Es tan solo un baile inocente." Dijo como si lo considerara una cosa de niños ahora que él hacía con ella cosas de grandes, mucho más interesantes que solo bailar. Por dentro, temía el tipo de furia asesina que se podía desatar si Agatha se enteraba. Había demostrado ser celosa y al mismo tiempo no querer saber nada con la gente pegote, lo que dejaba a Del con un sentimiento de que no había manera de complacerla. Así que hacía lo que podía, cuando podía. Y que dios lo ayudara con el resto. 

"¿Para qué tomarse la molestia de bajar al gran salón en estas ropas si uno no va a bailar al menos un par de piezas?" No era el adolescente típico. Estaba acostumbrado a ese tipo de galas porque sus padres solían dar muchos bailes.

((Y ¿de qué color vino al baile Monsieur Delacroix, si se puede saber?))

Lo miró con una cara que indicaba que le fuera a otra persona con ese cuento: ella jamás se lo creería. Estaba bastante segura de que al margen de todo lo inocente que podía ser un baile, de seguro a la novia de él no se lo parecería. Durante un segundo, pensó en mandarle una lechuza anónima dejándole saber el "rumor" pero después se dijo que estaba por encima de esos actos y sentimientos tan bajos y viles. Ya le había arruinado suficiente la vida a ese chico como para seguir metiendo la cuchara por puro celosa. Para que nadie más pudiera tener lo que ella no podía. No quería ser ese tipo de persona, incluso si su padre era así. 

Sin embargo, no pudo estar mucho rato con esa cara cuando él le sonreía de manera agradable. ¿Por qué no dejarse engañar por un rato y pensar que era solo un baile inocente y no él jugando con ella para demostrar que ahora era él quien tenía el poder de hacer y desahacer con el corazón de ella y ya no al revés? Si Ed tenía un punto: ¿Para qué vestirse y bajar al baile si uno no iba a intentar al menos pasarla bien? 

Asintió a pesar de sus debates internos. "Tienes razón." Por fuera parecía tan despreocupada como él, a pesar de que su pulso latía fuerte y le pasaban tantas cosas por la cabeza. 

Se dejó guiar por él en la pista sin pensar casi en lo que hacía y al no ser tan consciente de su propio cuerpo bailaba mejor que si hubiera estado intentando demasiado intensamente. "Pero la comida no está nada mal. Incluso si no me gustaran los bailes, creo que bajaría hasta el gran salón por la comida." Confesó con una risita. A ella la comida le podía.

((Azul noche, pero eso no viene a colación. Estamos hablando de TU ropa, no de MI ropa ¬¬))

Se hizo el tonto ante la mirada acusatoria de ella y puso su mejor sonrisa inocente. Era sólo un baile y no estaban en el siglo XVII. A demás, sus manos estaban bien lejos de cualquier lugar que pudiera ser considerado indecoroso y ahí pretendía dejarlas. 

Rió por lo bajo. Era consciente de la relación que Rose tenía con la comida, de que la usaba como confort cuando estaba nerviosa o angustiada y no la aprobaba, pero estúpido y joven como era, sabía lo suficiente como para no insinuarle a una mujer que comía en demasía. 

"Supongo que también está eso." Concedió por decir algo. "Pero a demás está ese ambiente festivo... creo que incluso si me quedara toda la noche aquí parado o sentado viendo cómo los demás parecen estar pasando el rato de sus vidas me sentiría energizado, de buen humor." Opinó con una sonrisa. "Me gusta cómo se siente el saber que todo el mundo se está divirtiendo." Añadió después de una pausa en que recorrió el salón con la mirada como si estuviera disfrutando de ver que la gente hacía justo lo que él decía.

((Ahhh azul noche es la túnica del señorito Delacroix. Muy hipócrita de su parte. Vístase de amarillo y violeta brillantes y después hablamos.))

Rió por lo bajo por la desfachatez de Ed. Lo conocía como para saber que se estaba haciendo el tarado, pero tampoco podía quejarse. Era algo tan típicamente suyo que sería como protestar de que sus ojos eran azules... y de un color muy bonito, pensó como una tarada, mirando el salón a su alrededor para distraerse.

"¿¡Qué!?" Demandó también riendo de lo que ella creía que le había hecho gracia a él. De seguro algún comentario sobre la manera en que ella y Mags le entraban a los postres, poniendo quinta a fondo después de la cena. "¿Tienes algún problema con que alguien venga a un baile por la comida?" Lo desafió en broma, todavía conteniendo una risita que se le quería escapar. "Tiene mucho más sentido que venir a leer un libro, en mi opinión." Y todos sabemos a qué está haciendo alusión... y los que no. Qué pena. 

Arqueó las cejas con incredulidad. Lo que escuchaba claramente le resultaba ridículo. "¿Desde cuando tan filántropo para pensar en la diversión ajena? ¿Conseguiste un puesto en la Secretaría de bienestar social?"

((Puaj. Amarillo y violeta? Con razón Rose no tuvo mucha suerte con sus otros novios. Con un gusto tan horrible para la moda...))

Le brillaron los ojos al darse cuenta de que Rose había adivinado el 'chiste' a costa suya y se alegró de que no saltara indignada en defensa de su peso como la mayoría de sus amigas, que tanto drama se hacían por cada gramo de mas.

"Nooo." Bromeó en tono irónico, para molestar en vista de que ella se lo estaba tomando bien. "Ouch. Touchée." Tuvo que admitir avergonzado. "La comida es mejor opción." Tuvo que admitir.

El comentario le robó una carcajada sincera que hizo voltear varias cabezas. "Antes muerto." Dijo todavía guiándola por la pista de baile, casi sin pensar en lo que hacía. Venía bailando en los eventos que organizaban sus padres desde chiquito. Había descubierto que era una buena manera de caerle bien a las hijas de los otros embajadores. Pena que estuvieran todas atrás de su hermano mayor y lo tomaran a él de amigo y confidente. Sin embargo, él había mirado a Louis y había aprendido.

"Simplemente me gusta estar en un lugar donde el ambiente es festivo. ¿Qué tiene eso de malo?" Se encogió de hombros de manera apenas visible. "En todo caso, es tan inocente como querer ir a un baile por la comida."

((No todos los hombres Hogwarts son tan metro como Del para que el mal gusto de Rose para la vestimenta afectara su vida amorosa, corazoncito))

—Todavía no entiendo a qué habías venido, relamente —se sinceró dos años después —para leer, te hubiras quedado en la sala común. ¿O realmente el plan era impresionar chicas leyendo en un baile. Porque salvo la loca de tu novia, no creo que a nadie más vaya a resultarle romántico. —El comentario había sido dicho en tono amistoso a pesar de la elección de palabras. 

Abrió la boca para protestar hasta que él dijo que era tan inocente como su propio motivo para ir a un baile. Entonces cerró la boca, ladeó la cabeza un momento y acabó por asentir. —Cierto.

((Del no es metrosexual ¬¬ Nada más tiene buen gusto.))

La miró como retándola por no conocer la respuesta a algo tan obvio. —Toda la vida se hicieron bailes en casa semana de por medio. Bajar a donde está todo el mundo a morirme de aburrimiento no es algo nuevo para mí. Con un libro, al menos me ahorraba el sermón de mi madre diciéndome que tengo que ponerle mejor cara a los invitados y ella siempre podía inventar la excusa de lo estudioso que yo era —revoleó los ojos. 


—Y así están las cosas —terció sin saber qué más decir, mientras que el tema concluía y la música iba apagándose.