Rinconcito privado

Ro se había acobachado en su rinconcito preferido de la biblioteca con una considerable pila de libros frente a ella. Esta vez, no pensaba leerlos a todos, sino que los tenía como excusa para poder conversar con su amiga Chloe. Habían quedado en encontrarse ahí para "hacer un trabajo práctico" de una de las materias que compatían, pero todo el mundo sabía que cuando se juntaban, lo que menos hacían esas dos era trabajar y que perdían más de la mitad del tiempo hablando estupideces.

Llevaba los primeros dos botones de la camisa del colegio desabotonados y la corbata un poco suelta, pero la túnica que tenía encima estaba bien acomodada y de sus hombros colgaba una bufanda que no estaba envuelta en su cuello, como si el calor de la biblioteca la hubiera hecho reacomodarse sus ropas.

El riconcito era apenas una mesita angosta de medio metro con un par de sillas a cada costado, encerrada entre altísimas filas de bibliotecas llenas de libros. En un costado, había un vitreaux con una escena antigua y caballerezca que hacía que la luz se filtrara en colores sobre la mesa. Por eso le gustaba tanto.

Chloe se filtró con velocidad entre los estantes altísimos de la biblioteca hacia el lugar donde sabía que se encontraría con Rose siempre con ese humor de cordero saltarín que la caracterizaba. Llegó por detrás y pensó en asustarla, pero no quería generarle algo de malhumor a su amiga así que simplemente sacó sigilosamente un chocolate de rana de la bolsillo y lo puso a la altura de la cara de Ro en el costado para que lo viese por el rabillo del ojo.

Llevaba puesto un sweater rojo algo amplio, no era de su casa, sino de simple casualidad algo que ya tenía hacía un tiempo. Le colgaban a ambos costados del cuello la bufanda preferida, rayada color coral y negra. Debajo del atuendo propio el uniforme de la clase y la capa doblada sobre uno de sus brazos que tenía flexionado. En la espalda le colgaba una mochila con dibujos de animales exóticos a un estilo anime SD que sus padres le había regalado esas vacaciones poco tiempo antes de volver a Hogwarts.

Esperaba con un codo sobre la pila de libros y el mentón en la mano, una de cuyas uñas mordía sin piedad con expresión ausente, más por cosa de costumbre, que por nervios.

En eso una rana de chocolate entró en su campo de visión (porque desde que había quedado sorda de una oreja en un accidente en clase de alquimia, era todavía más propensa a no escuchar cuando la gente se le acercaba por detrás). Sonrió de inmediato, asumiendo que su amiga había llegado y giró la cabeza con una sonrisa enorme y un brillito en los ojos, realmente feliz de verla. "¿Para mí?" Preguntó medio incrédula, aunque parecía lista a saltar arriba y abajo en el asiento si le decían que sí.

Había dejado de morderse la uña y ya no se apoyaba en el libro sino que tenía el torso vuelto hacia Chloe. En realidad tenía debilidad por todo lo dulce porque nunca habían tenido dinero para pagarlo, pero tampoco quería abusarse de la bondad ajena.

"No simplemente te lo estoy mostrando... ¡Claro que es tuyo!" dijo divertida en un tono que denotaba que era obvio con una sonrisa enorme con todo lo que sus labios le daban (y eso era mucho). Se lo acercó para que pudiera tomarlo en sus manos con el envoltorio en movimiento por la rana que adentro quería escaparse.

"¡Déjate ese dedo!" la reprimió enseguida. "Vas a terminar comiéndote la piel algún día..." Abrió grande los ojos e inspiró, había recordado algo "¡Encontré un hechizo nuevo para eso! Seguro que este funciona. Lo vi en una revista anteayer y siempre estoy por mencionártelo y se me pasa" dijo tomando asiento rápidamente frente a su amiga.

Rió con despreocupación ante la respuesta de Chlo. "Well, thank you!" Le dijo de manera efusiva, su tono de voz casi como si cantara el agradecimiento y con una sonrisa enorme en el rostro, de lado a lado.

Tomó el paquete agarrándolo por ambas puntas con los índices y pulgares para observar cómo la rana se movía en el interior, intentando librerarse. Soltó una risita. Le hacía cierta gracia que le pusieran tanto empeño en que las golosinas tuvieran personalidad, pero no se quejaba del entretenimiento. "Son tan lindas que da pena comerlas." Admitió mientras abría el envoltorio con cuidado.

Se apresuró a meter una mano en el paquete y agarrar la rana para que no se le escapara. Ahora se retorcía entre sus dedos. Con la otra mano, le sacó una pata y se la comió con deleite. Después sacó otra y se la ofreció a Chlo con una sonrisa despreocupada. Andaba con MIL problemas en la cabeza, pero no era el tipo de persona que los dejara ver. A lo sumo, lloraba en su cama por las noches, o escondida en la torre. De día era Miss Sunshine.

Le sonrió angelicalmente cuando Chlo la acusó. "Estaba lamiéndola nada más!" Se excusó pobremente. Apenas podía contener la risa porque sabía que había sido una excusa patética. "¿Para los caníbales?" Bromeó jugando a la inocente. "Útil en Nueva Guinea, tal vez..."

"Claro..." dijo sonriendo con una expresión que dejaba en claro que no le creía nada. "No no, dicen que es buena en serio. Leí buenos comentarios de las chicas que la probaron. Además hace que crezcan un poco para remediar lo que te comiste." dijo riendo ya que esa parte del tratamiento le causaba cierta gracia.

Apoyó el codo sobre la mesa y su mentón sobre la palma de la mano. Aceptó alegremente el pedazo de chocolate que su amiga le ofrecía. "A mi no me da pena..." dijo saboreando su chocolate. La observó un instante mientras comía la rana y le observó la uña masticada. "Bueno... ¿qué pasó?" dijo tranquilamente "Te estas masticando las uñas así que algo pasó" dijo con una sonrisa marcada con los labios apretados, sabía identificar los nervios de su amiga.

"Pero, pero, pero... las uñas también son buenas..." Le dijo poniéndole cara de perrito mojado. "Dicen que comértelas hace que te crezca mejor el pelo." Inventó con tal de no dejar el hábito. Sabía que estaba mal hacerlo, que se veía mal y que la hacía quedar como una idiota, pero cuando intentaba dejar de lado ese impulso los nervios y la angustia la invadían y prefería estar sin uñas pero en relativo control de sí misma. De otra forma no podría ser la persona despreocupada que encaraba el mundo con una sonrisa cada mañana.

Rió de manera nasal y le arrancó otra pata a la rana, que se mandó también a la boca. Nuevamente, quitó la última y se la ofreció a Chlo. "Siento que le estamos haciendo una vivisección." Bromeó con una risita aunque si fuera una rana en serio ya se hubiera desmayado ocho veces.

"¿Eh?" La pregunta le pareció salida de la nada porque pensaba que ya habían dejado atrás el tema de las uñas. Chasqueó la lengua contra el paladar y bajó la mirada, repentinamente seria, incluso algo entristecida. No quería hablar del tema, para variar. "De todo un poco..." dijo vagamente. Era cierto. Había tenido un encontronazo con Ito y otro alumno de Slytherin, había tenido un intercambio poco placentero con Ed que había terminado en una discusión cuando sabía que tenía todos los motivos juntos para agradecerle por salvarla y encima de eso no tenía ni la más puta idea de qué iba a hacer de su vida después de Hogwarts.

"Es mentira" dijo quitándole fuerza a las razones de su amiga, ella siempre tenía que tener la última palabra. No era consciente de ello sino más bien que siempre defendía su punto sin notar si era o no molesto para los demás. "Sino para estas alturas tendrías una enorme melena... Y quizá hasta barba" dijo sonriendo ampliamente indicando que sabía que tenía razón.

Tomó el pedazo que le ofrecía su amiga y lo observó retorcerse entre sus dedos con atención y seriedad. Lo llevó a la boca y lo saboreó "Siempre pensé que eso es un poco morboso."

La observó un momento sin mover su cara de su mano "No vas a contame, ¿uh?" dijo en un tono algo preocupado.

El tema de la barba le robó otra risita divertida mientras se lamía un dedo lleno de chocolate derretido de manera casual, aunque alguien que anduviera por ahí viédolas, podría clasificar como provocadora tranquilamente. Por supuesto, Rose no era ni consciente de lo que hacía, solo disfrutaba del chocolate. "¿Y si te digo que soy la genia de los hechizos para afeitar?" Ofreció parpadeando rápidamente en un esfuerzo teatral por mostrar inocencia recontra sobreactuada. Nada más quería molestarla un poco porque era de naturaleza juguetona, como un perrito. Por dentro, tenía toda la intención de escuchar su solución a morderse las uñas.

Revoleó un poco los ojos, como si estuvieran hablando de algo obvio. "Es bastante morboso, Chlo." La corrigió con una mueca de desagrado, a pesar de lo cual, no tuvo ningún problema en partir al medio el cuerpo desmembrado de la rana, que de todas maneras era de chocolate. "¿Cabeza o traste?" Le preguntó con aire casual, como si no estuvieran hablando de cosas desagradables justo antes.

"Hmm... ¿tienes tiempo? Podría llevarnos unos siete u ocho días..." Bromeó con tono totalmente serio, pero una sonrisa leve en el rostro. No una sonrisa triste o resignada, sino sincera. Ella realmente se tomaba la vida bastante con soda cuando había gente a su alrededor y únicamente su hermano y en algún momento alguna de sus amigas o alguno de sus ex novios la había visto romperse y llorar pero muy de casualidad. La podían ver con el maquillaje muy corrido tal vez, pero la excusa de la basurita en el ojo estaba siempre a mano.

Ignoró el comentario sobre la obviedad, si era obvio.

Apretó los labios mirando las partes de la rana "Traste" se definió, cuando la rana empezaba a tirar languetazos dentro de su boca le molestaba demasiado más que las pataditas sin patas. Estiró los dedos pegajozos para tomar el pedazo que le ofrecía su amiga.

"Sure." dijo cruzando los brazos apoyándolos sobre la mesa y tirando el cuerpo para adelante para poner el talón debajo de su cola y sentarse sobre el mismo. "What's up?" dijo rápidamente intrigada con sinceridad.

Levantó las cejas y la miró de reojo, como quien pregunta '¿en serio?', pero sin decir nada más le pasó la parte trasera de la rana mientas miraba a su amiga como si estuviera loca.

Después de eso, puso la cabeza de la rana frente a ella, sosteniéndola entre el índice y el pulgar mientras la miraba a los ojos intensamente. Se acercó a ella y le dio un beso bastante sobreactuado con una cara bastante seria de seducción de película de cuarta. Después se alejó y miró el resultado. La ranita la miró y pestañeó como confundida. Rose suspiró pesadamente. "Supongo que sólo funciona si la rana está entera." Concluyó con el tono con el que generalmente fingía desánimo, aunque había un suspiro contenido y un destello de tristeza en sus ojos durante un segundo que de repente ya no estaba ahí cuando sonrió con el rostro hacia Chlo y dijo "y verde." Con una mueca dew desagrado.

Entonces se comió la cabeza de la rana de un solo bocado y cerró los ojos por un momento como para disfrutar más fuertemente el chocolate, bloqueando todas las otras sensaciones. Tal vez porque las oportunidades para caramelos en su vida de pocos recursos eran escasas, tal vez porque últimamente no tenía demasiados placeres o buenas noticias y un poco de chocolate era todo lo que tenía para disfrutar y quería aprovecharlo al máximo. De cualquier forma, cuando salió de su trance un par de segundos después, sonreía de esa manera radiante que tenía ella, que le iluminaba toda la cara. "Rico." Declaró con tono de definitivo. "Gracias" Añadió entrecerrando los ojos de manera leve. Hubiera deseado poder corresponder el gesto aunque sea con otras cosas, pero no sabía dibujar, no sabía cantar, no sabía hacer nada particularmente bien y aunque estaba en el club de costura, era un absoluto desastre. De cualquier forma, estaba resignada a ser pobre. Había cosas peores.


"Várices. Si te sigues sentando así." Observó de manera casual pero con un dejo de superioridad que era parte de la broma, siendo que ella misma tenía las dos piernas en una posición poco correcta y era algo que hacía todo el tiempo. En su caso, cruzadas como los indios, cosa que le crearía a la larga várices en los tobillos si la experiencia de vida de la roleadora sirve de algo.

Entonces sonrió una sonrisa medio torcida y algo triste, dejando entrever los bordes de la máscara que usaba todos los días frente a la gente. "Son muchas cosas, Chlo." Dijo en tono agobiado haciendo un gesto amplio con ambas manos, cada una hacia un costado, con las palmas hacia arriba. "¿Por dónde quieres que empiece?"

Todavía estaba masticando cuando su amiga besó al sapo de chocolate. Se señaló la boca "¿Te lo devuelvo?" preguntó en un gesto poco delicado de su parte permitiéndose molestar un poco a su amiga.

Le sonrió ampliamente cuando le agradeció el regalo "No es nada..." dijo espaciada y dulcemente.

Revoleó los ojos cuando le dijo lo de las várices pero tomó nota mental, no es que no le importara el consejo sino que le molestaba las excusas y las vueltas que estaba dando su amiga para hablarle. Bajó la pierna del asiento lentamente y la deslizó enredándola con la otra pierna al engancharla con el tobillo quedándose sentada algo ladeada. ((jaja mató la acotación xDD))

La miró seriamente con cara de molesta / cansada "Ro ¿cómo se supone que voy a saber por donde quiero que empieces si no sé de qué vas a hablarme?" la miró un instante. "Estas dando muchas vueltas... ¿Se trata de Ed?" dijo seriamente, se intuía eso hacía un tiempo y ya la conocía bien. Tenía una fuerte intuición sobre las cosas siempre.

Con el rostro vuelto hacia Chlo, Rose levantó una ceja como pensando que su amiga era todavía más rara de lo que había considerado siquiera un momento antes y después rió levemente y meneó la cabeza de manera que su cabello ahora corto cuando siempre lo había llevado hasta la cola, ni se sacudió por la cantidad de fijador que tenía encima. "No gracias." Dijo como conteniendo una risita. "Ya lo besó el diablo." Explicó con un brillito cómplice en los ojos.

Ro sonrió de manera inocente ante el revoleo de ojos de su amiga. Le divertía ser así con la gente, molestarla un poco, hacerse la tonta, ser un payasito.

Ya más seria, notó que Chlo tenía un buen punto, pero es que tantas cosas estaban mal, que sinceramente bien podía haberle preguntado por cualquiera.

Ante esa pregunta tan directa frunció el ceño en confusión. -¿Mi hermano, o...?- Y su mente viajó hacia los miles de recuerdos mentales tan vívidos que tenía sobre Del gracias al tipo particular de memoria que poseía. "Eh... sí, eso también." Admitió decidiendo que la seriedad en el rostro de Chlo no podía deberse a la mención de su hermanito Edward, que era otro payasito. "Pero también está James, que todavía no se decide si quiere volver conmigo o hacerme la vida imposible, el hijo de puta de Takehi Ito, el conch**o de Dan Stewart ((aunque no le dijo a Chlo lo que pasó en ese mismo lugar así que la idea es que ella no entienda qué tienen que ver)), el hecho de que no sé qué voy a hacer de mi vida el año que viene... no sé. Elegí un tema y yo te cuento." Le dijo en tono irritado, el tipo de irritación que demuestra frustración pero claramente no hacia su amiga, a la cual no estaba mirando y tampoco hacia la mesa que sí estaba observando sin verla realmente, sino hacia la vida.

La actitud de su amiga repentinamente la sorprendió, evidentemente habían varias cosas que la tenían de mal humor y ella estaba acostumbrada a meterse en el medio e intentar aconsejarla todo lo que pudiese. -Wowowo- se sorprendió mentalmente parpadeando un poco al verla tan sacada de sus casillas a su amiga. "Elegir una carrera es difícil para todos, todos estamos un poco perdidos y quién diga que sabe que hacer es mentira porque siempre hay una duda de si es lo que querríamos hacer todas nuestras vidas" dijo intentando tranquilizar a su amiga para que dejara de ver todo tan negro. "Y sabemos que Dan es un conch**o y que Ito es un lame cu*os pero ¿qué hicieron ahora?" dijo firmemente yendo a una temática que le sorprendió la manción haciendo con sus manos hacia su amiga y levantando las palmas en signo interrogante y abierto a la conversación.

Rose también se sorprendió a sí misma, pero nunca antes le había pasado de tener muchos problemas. Generalmente, el único constante era la falta de plata. En su momento la supuesta separación de sus padres que de todas formas nunca vivieron del todo juntos (y la cosnecuencia de que su madre empezara a aparecer en revistas eróticas y la cargaran sus compañeros) había sido un dramón pero había tenido a Del con ella para sostenerla y aguantarla durante todos sus momentos de llanto histérico. Después de eso, su existencia había sido pacífica. Había tenido varios otros novios, algunas peleas, pero nada grave. Ahora, de repente, tenía todo junto... menos los novios.

"Lo sé, pero casi todo el mundo tiene al menos un talento, o alguna materia en la que es relativamente bueno o que le gusta." Explicó de manera bastante racional para alguien con tantos problemas. "Yo no soy especialmente buena en nada. Salvo tal vez historia de la magia y runas o cualquier otra cosa donde sólo tenga que memorizar y repetir, pero que al final es un embole, no algo que quiera hacer el resto de mi vida. ¡Nada me apasiona!" Intentó explicar con algo más de efusividad, pero todavía tratando el problema como si fuera un acertijo lógico difícil de resolver. Quería mentener sus sentimientos al margen lo más posible para no ponerse mal en frente de ella.

Lo que no estaba diciendo, era el verdadero problema: que ella, a diferencia de otros, no podía darse el lujo de no estudiar nada, tomarse años para decidir qué hacer o elegir una carrera que le gustara pero que no le diera de comer porque quería... no TENÍA que hacer algo que le diera dinero para poder así mantener a su hermano y que él no tenga que pasar más miseria, y que su madre deje de hacer cosas deshonrosas para conseguir dinero. Eso era lo que realmente la agobiaba. "Tal vez debería dedicarme al negocio de la familia" Bromeó con amarga ironía. En el lado de su padre, quería decir malapraxis y venta de órganos en el mercado negro. En el de su madre, prostituírse. Chlo podía elegir tomarlo como quisiera. "Al menos eso sí da dinero para mantener una casa, aparentemente." Siguió ironizando. No era normal en ella ese tipo de ánimo amargo. Generalmente el que lograba apretar sus botones para hacerla hablar así era Del, pero ese era un tema en sí mismo.

Ahí, Rose finalmente pareció calmarse y, con un suspiro, dejar ir la impotencia que la había dominado hasta ese momento y con resignación le dijo. "Es una historia larga, pero al menos te va a evitar preguntar qué pasó con Ed." Estaba con el codo en la mesa y el mentón en la mano, con una sonrisa de vieja resignada que está de vuelta de la vida a punto de contar las locuras de su juventud, pero todo en su interior le decía que corriera a la torre, a hacerse un ovillito y llorar. Claro que no lo haría.

La miró frunciendo el ceño apenas intentando no verse demasiado preocupada para que su amiga soltara de una vez que estaba pasando. "Esa no es una larga historia, Ro..." dijo apretando sus labios en una sonrisa compasiva. Estaba a la expectativa de que fuera a decir su amiga de un momento a otro.

((sorry, se me secó el cerebro ><))

((Y... regalo jajaja y tampoco creo que uno pudiera discutir mucho con Ro ahí arriba porque tiene bastante razón y es un tema bastante complicado y delicado el del dinero el trabajo y la familia, sobre todo para ella que tiene esos problemas con sus padres y no deja que la gente opine mucho sobre el tema))

Le sonrió de lado, con cierta complicidad, como si fuera un secreto que compartían ambas. Por un momento hasta pareció animada por el brillito en sus ojos. Después apartó la mirada y se tomó un momento para ver cómo explicarle lo que no quería contarle y que había intentado olvidar. Desapoyó su mentón de su mano y mantuvo ambos codos en la mesa.

"Hace unos días estaba yo sentada en este mismo lugar, leyendo mis libros sin molestar a nadie, cuando los dos hijos de *uta se me acercan y me empiezan a molestar diciéndome cosas de mi mamá..." dijo bajando aún más la mirada y pegando un poco el mentón al pecho como para esconderse aunque todavía le quedaba bastante lugar para seguir haciendo eso si quería seguir bajando la cabeza. No entró mucho en detalles, pero estaba segura de que Chlo entendería.

"Entonces de repente se pusieron muy molestos diciéndome que era como ella y que me pagarían en galleons..." Hablaba con voz apagada, pero el flequillo le tabapa los ojos y la escondía, así que se sentía segura para hablar en voz muy baja porque eso era la biblioteca y el tema era privado. "Les contesté mal y la cosa empezó a escalar hasta que de repente Stewart sacó la varita e hizo aparecer grilletes..." tragó saliva. "Que me ataron a la pared... y entonces..." volvió a tragar saliva. "Utilizó otro hechizo para romper mi camisa."

Hizo una pausa considerable. "De no haber sido por que Edward llegó en ese preciso instante, no sé qué hubiera pasado." Le dijo sinceramente. Todavía negándose a mirar a su amiga, ahora observando el vitraux de la ventana con supuesto interés. Afuera había sol, o al menos luz detrás de las nubes y el vidrio, pero ella se sentía apagada y era muy raro verla así.

La cara de Chloe fue tomando más seriedad hasta pasar al estado de enojo contenido. Apretó los dientes por dentro de su boca sib apretar los labios, tensando la mandíbula y frunciendo apenas las cejas y achicando los ojos. Tensó apenas las manos, sentía que le hervía la sangre. Era defensora a muerte de sus amigos y estaba indignada con lo que oía.

"Ro... ¿Qué hiciste luego?" dijo en un tono serio y firme intentando que no se le notara tanto el enojo contenido pero fue imposible disimularlo.

((Me voy a aprovechar un poquito de que me dijiste que habías leído ese thead ;))

"Quieres decir, ¿a demás de dicutir con Ed y acusarlo y ser acusada de cosas horribles?" Preguntó con la mirada perdida en el vitreaux, que le daba la excusa para mirar hacia el lado opuesto a Chloe. Ahí le contó los detalles de la conversación con Ed, sobre cómo se había sentido horriblemente fea estando en tetas y que su ex novio se negara a dirigirle siquiera una mirada que no fuera de asco. Le contó de la manera en que él la había tratado mal y dicho que era igual a todas las demás mujeres corriendo atrás del hombre que las maltrata y no el que las trata bien, que le había echado en cara cómo ella lo había dejado. Le contó de la acusación que ella le hizo sobre de que todavía le tenía ganas y cómo él la había negado y ella le había dicho que no le creía. Y después le dijo que se había ido a hablar con Turpin para contarle los detalles.

Sintió un dolor en el pecho. Se le partía el corazón al recordar de manera tan vívida que maldijo su estúpida memoria eidética, porque sentía que lo había perdido para siempre, que no tenía posibilidades con él y que ahora que había probado otros "hombres de verdad" que no escribían poesías ni hacían cosas cursis, se daba recién cuenta de que un hombre de verdad era justamente el que no se aprovechaba de ella para después dejarla tirada y cambiarla por otra. Sintió ganas de llorar, pero se mordió fuerte el labio inferior para no hacerlo y lo consiguió. Estaba acostumbrada a reprimir sus sentimientos.

Notó como viró la importancia del tema para su amiga desde la casi violación que había sufrido a un tema amoroso. Sintió que Rose estaba perdiendo perspectiva aunque eso le daba la pauta de cuánto le había importado lo de Ed antes que la horrible situación en la que había estado expuesta. Tomó nota mental de que las cosas eran importantes de acuerdo a la importancia que cada uno le diera a las cosas, eso lo había leído en un libro y le había sonado tan sensato que se lo repetía cada vez que algo como esto sucedía. La observó atentamente: Ro se mordía el labio, eso no podía ser bueno. La había visto hacerlo en contadas ocasiones cuando las cosas se ponían realmente feas para ella. El analizar y tomar perspectiva le dio un punto de partida para entender todo y tranquilizarse mentalmente.

"Ro, creo que estás perdiendo perspectiva" le dijo tranquilamente con un dejo suave en la voz "Te habías cansado de Edward pero ahora con las cosas que pasaste te parece el hombre perfecto." la observó un instante "Si volvieras con él apenas te acostumbraras te cansarías de nuevo" le dijo sonriendole con los labios apretados y el ceño fruncido como quién comprende la situación.

((Me parece bien que te aproveches, una paja escribir todo eso... No sabes COMO me costo responder estoo!! jaja para peort que fue poquito jeje))

Rose había aprendido mucho de las experiencias con sus otros novios. Había aprendido a sentirse un objeto usable y descartable. Había aprendido a separar su mente de su cuerpo en los momentos en que la tocaban cuando no quería ser tocada o donde no quería ser tocada, a poner su mente en otra parte cuando se acostaba con ellos y no quería... Su mente se iba a un lugar feliz, pensando en el último partido de quidditch, en la tarea que tendría que hacer luego, en la lechuza nueva que se había comprado su amiga. Podría haberse resistido, podría haber dicho que no, pero accedía.

Había una parte de ella, la que no le perdonaba a su madre el haber vendido su cuerpo por la razón que fuera, que quería caer todo lo bajo que pudiera y así enfurecerla, llamar su atención, conseguir que la retara, para tener una excusa de gritarle ella también, entre lágrimas, que era lo mismo. Que lo que ella estaba haciendo era igual de patético por más que pusiera excusas nobles. Ella no quería más dinero, quería nada más una madre con trabajo digno. Había sido su manera de rebelarse. Tal vez por eso lo que había pasado con sus compañeros de Slytherin no era tan grave y las palabras de Ed sobre no poder estar la próxima vez si ella no se defendía sola no le habían afectado. En cierta manera, sentía que ya se venían abusando de ella hacía rato, si bien había consentido con sus novios, justamente para sentirse abusada. Era complejo y ni ella misma terminaba de entenderlo, así que ni intentó explicárselo a Chloe. En cambio, trató de encarar el asunto desde el ángulo que sabía ella podría comprender.

"No es tan simple como eso, Chlo." La contrarió con voz de tristeza resignada. Se llevó una mano a las sienes como para masajeárselas, pero simplemente las dejó ahí, pulgar en una e índice y mayor en la otra. La situación era muy compleja como para que ella supiera cómo manejarla. No era la tarea de runas, donde sobresalir era casi natural. "Me agarró en un mal momento... a los dos." Se corrigió al recordar el desastre que había sido Ed en esa época, justo después de la muerte de su hermana; nuevo en un colegio donde nadie lo toleraba y donde el lenguaje le daba trabajo. Ella, todavía luchando por digerir la separación de sus padres y aceptar el que los dos tuvieran falencias graves, él, acusado y juzgado por tráfico de órganos, sentenciado a Azkaban ((está por salir pronto)); ella, forzada a venderse para mantener a la familia. Justo cuando su personalidad comenzaba a afianzarse.

"Mi papá siempre pareció un tipo muy dócil y sensible." Confesó tras una larguísima pausa, cuando ya parecía que no hablaría más. "Él me enseñó a valorar la poesía..." hizo una pausa para tragar el nudo en su garganta y explicar lo que hasta el momento sólo había pensado en su mente las veces en que razonaba sobre su vida. "Cuando todo se fue al cuerno y me enteré por los diarios la clase de cosas en las que mi viejo andaba metido..." Negó con la cabeza, como si no hallara palabras que pudieran describir lo que sentía. "Estaba enojada, furiosa... me sentí engañada, por alguna razón que no tiene sentido... y quería lastimarlo, como si es fuera a hacerme dejar de sufrir." Explicó. Era un tema al que le había dado mucho pensamiento desde que Ed volviera a hablarle y ella empezara por primera vez a mirar hacia atrás e intentar analizar un poco esa caótica época de su vida.

"Claro que no había forma, no? Así que hice lo único que se me ocurrió: rompí con todo lo que me recordara a él. Y Ed..." Suspiró cansada, no como enamorada, sino como quien no encuentra las palabras que busca y se frustra. Hizo una pausa larga. Sus ojos aún en el vitreaux, evitando a Chloe. "Ed era tan parecido a mi padre, tenían tantas cosas en común, que no quise volver a verlo, porque verlo era recordar ese dolor y, aunque mi mente sabía que eran dos personas distintas, el saber que detrás de alguien tan dulce como mi padre se podía esconder un traficante de órganos..." esas últimas palabras las suspiró de manera apenas audible, casi con miedo, con asco y un dejo ínfimo de reverencia, del tipo que se le tiene a las cosas que asustan. Se estremeció de manera involuntaria, pero al menos ya no parecía a punto de llorar.

Tras otra pausa, se encogió de hombros. "¿Quién me aseguraba que detrás de Ed no hubiera algo parecido? Sé que suena ridículo ahora, pero no creo que estuviera siendo muy lógica en ese momento." Confesó irónicamente, con una sonrisa ladeada que era tan atípica en ella que se sintió confortada de saber que Chloe no estaba en el ángulo correcto para verla.

"Entonces, ¿cómo es?" preguntó espaciada y tranquilamente.

Permaneció en silencio hasta que su amiga terminó de hablar sin perder detalle de todo lo que le decía y cómo actuaba. Era buena oyendo y observando. "No suena ilógico para nada. Creo que todo lo contrario es muy racional tu pensamiento" dijo acotando en un tono de voz firme, seguro. La observó un momento, sabía que si era su amiga tenía que hablarle siempre con la verdad y lo que ella juzgara como lo más cierto. "Que ustedes cortaran parece que a él tampoco le fue sencillo de pasar. Quieras o no, Ro, ese es un daño irreparable." tomó aire suavemente antes de continuar. "Tú lo conoces mejor que yo, pero creo que él ha cambiado y ahí voy cuando digo que estás perdiendo perspectiva." Como buena leonina perdía medida de los golpes duros de realidad que podía impartir cuando quería ayudar a alguien que quería. A veces parecía tener muchos más años de los que realmente tenía cuando hablaba con seriedad. Era así como toda su familia creía que ella probablemente fuera un ser con muchas más vidas que ellos y que simplemente venía a guiar.

Ella por su parte a veces no tomaba noción ni de lo dureza ni de la madurez con la que podía llegar a hablar. Era como si conectara con algún lado de su cerebro y luego ese link simplemente desapareciera.

Si Chloe era directa, Rose era una roca. Tenía un lado sensible y bastante sensible, pero no eran las palabras las que lograban sacarlo a relucir, sino las acciones. La mayoría de las veces, si lograban hacerle algo malo, las palabras podían llegar a irritarla y a hacerla gritar y ponerse violenta, pero era raro que se pusiera a llorar como nenita. Tal vez por eso encajaban tan bien.

Llorar se había tomado semanas, meses para llorar, tanto por las cagadas de cada uno de sus padres como por sus propios errores con Ed y sus siguientes novios. Ahora nada más quería que todo tuviera sentido, pero sobre todas las cosas, quería volver a sentirse en control de su vida, y para eso necesitaba encontrar algo que estudiar fuera del castillo y decidir un curso de acción con Ed que no hubira probado hasta el momento. Porque lo que tenía de terca lo tenía de terca.

Asintió, algo más calmada, y giró la cabeza hacia Chloe después de un momento, mirándola como si la viera por primera vez. "Lo sé. Por eso no tiene sentido." Explicó. "¿Quién demonios se comporta de manera racional bajo ese tipo de presión?" Era su argumento. De todas maneras, se encogió. Tampoco le quitaba el sueño eso en particular. El tema de Ed la tenía a mal traer porque no podía salirse con la suya y en ese sentido no estaba acostumbrada, por más que no fuera ni hija única ni malcriada en la casa, porque nunca la habían malcriado. Sus amigas la habían malcriado bastante después del drama con su padre y ahora con el tema de que estaba sorda de una oreja por el accidente en alquimia.

No pudo evitar una risa nasal e irónica. Incluso revoleó los ojos un poco. -Descubriste América- pensó. Había que ser ciego, sordo y tonto para no darse cuenta de lo mal que se había tomado alguien tan blandengue y romántico como Ed esa ruptura. Eso era lo que más culpa le daba en verdad. Sabía que Ed estaba furioso con ella, que la resentía y que se mostraba reticente a confiar en ella hasta en las cosas más mínimas, pero a veces se ilusionaba y creía ver cosas que tal vez no estaban ahí. A veces se decía a sí misma que tal vez en el fondo fuera solo miedo y no resentimiento o desinterés lo que mantenía al francés alejado de ella.

"A ver. Expláyate." Le pidió con tranquilidad, aunque todavía había un dejo de ironía en su voz porque la declaración anterior había sido bastante obvia. Si bien era obvio que Ed había cambiado después de la desastrosa ruptura, tal vez su amiga tuviera alguna perspectiva más allá de la obvia que ofrecer como había sucedido en otras oportunidades.

"Una persona o es instintiva o es racional. Son formas de comportarse, son esquemas de la personalidad, Ro, eso tampoco es tan grave. Es normal" dijo sintiendo que su amiga estaba dando vueltas sobre un punto flojo. Hablaba quitándole un poco de importancia al asunto, le molestaba dar vueltas sobre un punto sin sentido.

Se sonrió muy suavemente de lado apretando los labios, no le gustaba no ser tomada en serio con algunas cosas, más si intentaba ayudar. "Estas pensando y lamentándote por un Edward que probablemente ya no exista para tí. No creo que él vaya a volver a ser el mismo contigo luego de como lo heriste. Quién sabe si eso no terminó por matar cualquier cosa que él sintiera por tí, Ro." pensó un instante antes de volver a sacar la siguiente frase "Dicen que el amor no solo son las dos personas sino las circunstancias que los incluyen y esta no es una buena. Creo que estas corriendo, buscando una solución a un problema mucho mayor que Ed pero este es el más fácil con el cuál puedas encapricharte" sentenció firmemente.

((lo que me costó esto!! COMO se nota que esta personalidad es reeee alejada a la mia, no se como hablar sin ser condescendiente xD))

Ro pareció relajarse a medida que la conversación pasaba al campo teórico y filosófico, y se alejaba de ella y su vida, cosas de las que no le gustaba hablar si podía evitarlo. "No creo que la vida sea tan blanca y negra." La contrarió de manera educada. "Creo que una persona racional puede comportarse irracionalmente bajo circunstancias excepcionales, de presión o de gran despliegue emocional y por otra parte alguien emocional puede hacer un buen análisis lógico si la situación no lo toca muy de cerca." Opinó con un leve encogimiento de hombros. Si estaban o no de acuerdo, no cambiaría lo que sentía por ella.

La escuchó con atención en un principio, intentando ver a dónde iba con su punto. Cuando entendió lo que Chlo quería decir, algo se endureció dentro de ella porque no estaba de acuerdo. Sintió que una barrera interna e invisible se levantaba, porque sabía que había cosas que eran demasiado personales para ella. Sus esperanzas vanas, sus conjeturas basadas en comentarios ambiguos y miradas esquivas. Como toda adolescente, se sentía que se las sabía todas, que nadie podía saber más que ella ni conocer más a Ed que ella. Y el monstruo dentro de ella que todavía quería a Ed, gritaba furiosamente que ella no lo conocía, que no había hablado con él, no había escuchado las conversaciones superficiales que a ella le daban esperanza ni había quedado embobada por vez enésima por esos ojos azules.

Pero no hizo nada de eso. Sabía la reacción que obtendría, sabía que daría lugar a polémica. Y era un tema sobre el que no quería polémica. Si era algo que la hacía llorar de noche, entraba en la categoría de cosas demasiado personales como para discutir con otra persona. Estaba de acuerdo con la parte de las circunstancias, MUY de acuerdo (por lo que asintió) y era también un poco eso lo que le daba esperanza. Sus padres ya no estaban en medio de una separación violenta y él parecía bastante más en paz con la muerte de su hermana. Las circunstancias habían cambiado. Soñaba que tal vez ahora pudieran no discutir todo el tiempo, hacer algo más que llorar juntos y consolarse.

A demás, su orgullo no quería admitir que ciertamente, era más fácil encapricharse con Ed que buscar qué hacer de su vida después de Hogwarts. Pero era eso o seguir discutiendo sobre Ed. No iba a permitir que nadie le dijera que algo era imposible, ni su madre con su visión cuadrada de persona poco educada, ni sus amigas que lo veían desde afuera.

"El problema es uno solo, Chlo." Le dijo de manera que sonaba un poco a protesta. "Es la búsqueda de la felicidad." Explicó de manera tal vez simplista. "Puedo elegir salir con cualquier otro chico que no sea Ed y probablememte me resulte super simple y sin problemas. Llevo dos años haciéndolo." Comentó con cierto cinismo y un tono de desprecio en la voz acompañado de una mueca de asco que daban a entender lo bien que lo había pasado en sus relaciones pasadas y lo "puta" que se sentía por simplemente decirle que sí a cualquier chico que quisiera algo más o menos serio con ella en un intento por humilllarse a sí misma y llamar así la atención de su madre. Que osara retarla, para que ella tuviera excusa de putearla de arriba abajo por hacer lo que hacía, para poder llamarla hipócrita. Como mejor amiga suya, seguramente Chlo estaba más o menos al tanto de que prefería estar mal acompañada que sola y que era por eso que siempre estaba con alguien, aunque no quisiera a su pareja de turno.

"No sería difícil aprobar cualquier carrera con mi memoria eidética, pero la cuestión es ¿Hay alguna carrera que me pueda hacer feliz?" Estaba también la otra pregunta, pero prefirió enfocarse en lo menos emocional.

((Pérdón por empezar con un tema tan difícil :S siento que te puse en una posición chota o que te debe estar aburriendo el tema...))

"Son cuestiones de instinto, no es blanco o negro sino tendencia pero puede tener gradientes. No dije que fuera algo tan cuadrado el comportamiento humano. De todas maneras te estás alejando de lo importante." sentenció sintiendo nuevamente que daban vueltas sin sentido alejándose del punto de la conversación.

Se quedó sin hacer expresiones que le sugería lo que acababa de decirle su amiga pero eso de la búsqueda de la felicidad le sonaba tan poco sincero como el querer escaparse por la vía filosófica. Tenía la expresión seria pero su cerebro gritaba -¿¡¿DE QUÉ MIERDA ESTAS HABLANDO, RO?!? No me vengas con esa basura de la felicidad!!- Sentía que era una tomada de pelos de parte de su amiga pero por cómo la quería era que prefería guardarse su opinión hasta que pudiera decirla con la parcimonia mental que correspondía la delicadeza del tema. Era mejor correr al loco por donde corría que pararle en la mitad del impulso con un paredón. "¿Y porqué no lo sigues haciendo?" dijo sabiendo el motivo "Claramente hay algo que no te funciona al hacer lo de siempre. El problema además está en que pienses en Edward o el resto de los chicos." dijo poniendo un acento especial en la opción a y la opción b para delimitarlas. "No has dado en el blanco con ninguno y es porque no tuviste ninguna relación sincera o mediantemente sincera. No buscaste darle la oportunidad a ningún otro y eso no lo hace a Edward un buen novio sino al único que le compartiste algo de verdad." no dejó de mirarla a los ojos en ningún momento, intensa como era, buscaba que su amiga viera lo que ella veía.

"Y con respecto a la carrera... creo que es lo mismo que con los chicos." dijo bajando por un instante para analizarle la postura corporal a su amiga y volver a mirarla a los ojos, el portal del alma. "Puedes pasar por varios pero tu problema es que no sabes relacionarte placentera y sinceramente con lo que buscas hacer y eso no te facilita la elección sobre qué te gustaría."

((no me tires con nada por favor xDD))

Asintió de inmediato cuando oyó la respuesta de Chloe y se quedó aún más tranquila al ver que había sido una confusión semántica y no una amiga repentinamente cuadrada cuando siempre había parecido bastante abierta de mente. "Ah, está bien. Está bien. Entendí cualquiera." Dijo justo antes de que la acusara de eludir el tema. "¿Lo voy a solucionar hablando con vos cuando el problema es con alguien más que no intercambia más de cuatro frases conmigo sin salir corriendo? No." Respondió sola a la pregunta retórica que acababa de hacer. Deseó tener un té a mano pero no se podía comer en la biblioteca y eso la hizo sentirse decepcionada por dentro. Le vendría tan bien un té... pero no iba a irse sin hacer el TP.

"Así que tampoco tengo mucho más para decir al respecto." Explicó en su defensa.

Ella sabía que estaba jugando muy en el límite de la tolerancia de Chlo, pero al mismo tiempo no quería compartir lo que sentía sobre Ed y sobre todo lo que pensaba sobre él porque imaginaba sus respuestas brutalmente honestas y que la haría llorar. No quería llorar. Ella no hacía escenas. Había aprendido a no causarle problemas a su hermano ni más preocupaciones de las necesarias a su mamá ni a sus amigas. Lo malo se lo guardaba para ella. Para la noche. Donde la almohada mojada la acunaba a los brazos de Morfeo.

"I know." Le dijo simplemente. "Era consciente de que no quería nada serio con nadie. No iba a terminar como su madre."
"No sé si quiero darles una oportunidad." Explicó simplemente. Como para que entendiera que no es que no lo tuviera claro.

Lo que sí la sorprendió es que comparara las carreras con eso. Frunció el ceño confundida. "'O sea?" Preguntó perdida. "Si yo supiera qué busco hacer!!" Explicó con una risa leve pero irónica. NO tenía ni la más mínima idea de qué le gustaba hacer. Si hubiera algún punto que le atrayera se hubiera volcado a eso.

"Me alegra que lo tengas en claro entonces." dijo sintiendo que había cumplido al intentar hacerle notar algo que creía que ella no sabía. No estaba de acuerdo con las decisiones que Ro tomaba pero no por eso iba a dejar de ser su amiga. El hecho de hablarle con la realidad eran intenciones de que viera cosas que no estaba segura si ella notaba y que eran puntos importantes para poder tomar decisiones.

Se rió apenas con poco entusiasmo pero sinceramente "No estoy diciendo que son lo mismo. Estoy haciendo una comparación!" dijo intentando divertirse para no cansarse del nivel de incomprensión que estaban teniendo ese día. Apoyó los antebrazos cruzándolos sobre la mesa "¿No quieres ir a hacer alguno de los encantamientos vocacionales?" dijo sabiendo que habían libros orientadores que permitían, a un nivel básico de conocimiento de hechizos, conjurar una serie de ejercicios con resultados finales tipo test. No eran del todo muy populares y confiables pero a veces daban una buena idea y había escuchado por el radiopasillo sobre un libro en particular que estaba en la biblioteca aunque los profesores no lo promovieran mucho.

Asintió. Aunque a veces le dijera cosas horribles, estaba contenta de tener una persona en su vida que le dijera siempre las cosas como eran y no como su hermano que intentaba estúpidamente protegerla, mintiendo en lugar de su madre para justificar lo injustificable con mentiras. O como su madre que directamente hablaba con medias verdades.

"Ahh..." Dijo como quien finalmente entiende algo. Aunque la comparación en sí se le escapaba. A esas alturas, ya no quería ni preguntar. No fuera cosa que se confundieran aún más. Es que realmente no le gustaba hablar de ella. Menos cuando tenía problemas con algo. Por eso era tan divertido pasar el rato con Ro. Se la pasaba hablando pelotudeces poco trascendentales.

Levantó las cejas. "¿Un qué?" Le preguntó con interés y curiosidad a la vez. Eso la había sacado del estupor falto de emociones que había sido durante gran parte de la conversación, al menos en los momentos en que no se había sentido tentada a llorar.

Se sonrió ampliamente con los labios juntos con todo lo que sus enormes labios le permitían "Un hechizo vocacional. Me hablaron hace poco de él. Hay un libro en la biblioteca que te da el paso a paso como hacerlo. Los profes no lo mencionan porque no quieren que lo hagamos porque dicen que son poco exactos... pero perdido por perdido..." dijo alzando los hombros algo divertida. Giró el torso hacia atrás retorciéndose sobre sí misma para no levantar la cola de donde estaba intentando alcanzar la mochila que colgaba tras ella en el respaldo de su asiento. Tomó la mochila y la puso sobre su falda corriendo cuadernos dentro encontró su agenda y la abrió buscando el pequeño pedazo de pergamino donde había escrito el nombre del libro. "'Más allá del joven: Hechizos orientadores'" leyó en voz alta "¿Quieres intentarlo?" dijo volviendo la vista hacia su amiga con entusiasmo haciendo un movimiento brusco con la cabeza hacia un lado para correr el mechón que caía sobre su rostro y le obstaculizaba la visión.

((¿Cómo se usa??))

Levantó aún más las cejas, impresionada. Repentinamente, parecía más animada. Eso era una posible solución, mucho más interesante que quejarse de cosas que no podía solucionar. "Suena interesante. Espero que no sea demasiado complicado." Dijo con poca fé en sus capacidades para conjurar si había hechizos que no habían sido explicados en clase. Asintió con vehemencia dos veces. "Totalmente."

"hmmm..." Pensó unos momentos, con los ojos cerrados, intentando visualizarlo en su mente mientras qus su mano sacaba la varita. "Definitivamente. ¿Qué más tengo para perder sino tiempo?" Bromeó de vuelta a su buen humor habitual. "Accio Más allá del Joven: Hechizos orientadores!!" Lo convocó.

Poco después, el libro voló hacia ellas y Rose lo tomó en su mano. Le sacó un poco el polvo de la tapa y lo abrió como para ver si en el índice explicaba cómo usarlo o algo. Estaba un poquito nerviosa y se removía en el asiento entusiasmada. Hasta estaba sonriendo un poco. ((Explicame cómo viene la idea tuya de cómo usar el libro please))

((No tengo ni la mas remota idea, dame unos minutos para pensar en algo coherente xDDD))

((Bueno ahora se me ocurrio algo potable ponele. No vuelvo a hablar sin saber como catso resolver algo xDD))

La primera página era el índice de las situaciones básicas donde se podría encontrar el alumno. 'Este libro intenta recrear momentos reales de un futuro laboral para situar al joven en un entorno realista en el cual pueda tomar mejores decisiones' rezaba la introducción previa al punteo de los capítulos.

Chloe se inclinó hacia adelante para poder leer ella también qué tenía el libro. "A veeer" pidió para que su amiga girara el volumen hacia ella. No era un libro realmente grande al lado de los que estaban acostumbradas en librerías como esas de libros antiguos de magia.

((Nadie te retó, ¿eh?))

Rose le pasó el libro a Chlo y después se levantó con una mueca de dolor y se fue a sentar al otro lado de la mesa, junto a ella, lado a lado. Le dolían las rodillas por haber estado mucho rato sentada en esa mala posición, pero intentó ignorarlo, sabiendo que se le pasaría enseguida.

"Está bien, pero tú lo tomas conmigo, ¿eh?" Le advirtió sacando la varita sin quitar la vista de la página del libro que estaba leyendo a una velocidad que daba pavura. Sin embargo, los ojos no se le movían. No los paseaba sobre las oraciones como el resto de la gente. Veía la página entera y comprendía de a párrafos u oraciones largas en lugar de letras y palabras.

Leyó los primeros 2 títulos de los capitulos 'Introducción' y 'Preparando el espacio para la prueba' y pasó a la siguiente hoja que era la introducción. No era muy paciente para algunas cosas "Bueno, pero vamos a una torre y lo hacemos tranquilas ahí. Parece que tiene algo de ilusionismo y no está bueno hacerlo en medio de la biblioteca" dijo parándose para tomar su mochila y ponersela al hombro.