Guardando su costurero

Después de un larga y especialmente difícil reunión del club de costura, Rose se encontraba guardando sus útiles en el costurero a mano. Era buena con los encantamientos en general, pero los de orden y limpieza siempre se le habían resistido, así que lo estaba haciendo al estilo muggle. Cada agujita, hilo y tiza era devuelto a su lugar y después que estuvo todo ordenado, se ocupó de envolver el costurero en los retazos verdes primero y después en las telas que había cortado.

Levantó la mirada para saludar a los últimos compañeros que salían y se dio cuenta de que se había quedado sola, pero terminó de ordenar sus útiles de todas maneras. No tenía apuro.

Zoo se había olvidado la mochila en el aula y volvió a buscarla. Tenía el bolsito de costura al hombro y por eso había creído que no le faltaba nada. Estaba equivocada.

Encontró a Rose sola en el aula y recordó que hacía mucho que no hablaban. "Rosie Cotton, pies peludos!" Se le acercó caminando como una garza y le saltó encima rugiendo como un león. Termió con las manos en los hombros de ella una sonrisa enorme en los labios.

Al levantar la vista, vio a Zoo entrando y sonrió de inmediato, evidentemente alegre de verla. Rió despreocupada por el apodo y se tensó al verla lista para atacar, preparándose para no salir lastimada. "Kyaa!" Había gritado de todas maneras, de manera teatral. "¿Cómo estás, loca?" Preguntó animada, muy feliz de verla. Pasar tiempo con esa chica siempre la ponía más desquiciada que de costumbre. "¿Te escapaste del zoológico y te olvidabas la correa?" Bromeó colgándose su bolso al hombro.

"Bien, bien. Como siempre. Saltando por aquí, saltando por allá..." Dijo con una sonrisa llena de dientes. Rió con ganas. "No sé si la correa, pero la mochila seguro. ¡Y menos mal que tengo la cabeza pegada al cuello!" Bromeó de buen humor.

"¿Cómo te fue con el vestido?" Preguntó algo menos dispersa sin llegar a estar seria. "¿Pudiste terminar el canesú? Yo estaba al fondo, ni te vi." Explicó mientras se ponía también su otra mochila al hombro y comenzaba a caminar fuera del aula.

Rió por la descripción. "Cangurito." Le dijo con cariño. Zoe era como la hermana pequeña que le hubiera gustado tener en lugar de Ed. "¡Menos mal que la tienes pegada al cuello!" Había dicho al mismo tiempo que Zoo y después rió con ganas y la abrazó con fuerza. "Te extrañé." Le dijo sinceramente. Zoo era una amiga para la diversión, pero no el tipo de persona capaz de ayudar cuando uno tenía problemas. Por eso, Rose que últimamente andaba teniendo muchos problemas, no hacía más que aislarse salvo de la gente que podía llegar a darle consejo.

Con el tema del vestido torció los labios ya no tan feliz. "Más o menos... lo terminé pero me parece que hay partes que no quedaron bien. "Me gustaría poder descoser algunas partes y volver a bordar las cuentas para que sigan bien el patrón. Me quedaron un poco desprolijas... Bah ya en el último vestido que hice no estaban del todo alineadas y esta vez quiero ponerle un poco más de paciencia... a ver si logro ver una mejoría." Explicó un poco preocupada por no poder dejar el vestido como quería. Sin embargo, para ser que éste lo había hecho sin la ayuda de Giselle, venía bastante bien.

"Por eso me senté cerca de Gips y Mags." Confesó. "Quería poder ver bien cómo hacían esa parte para aprender. Así no tengo que molestar a nadie con preguntas." Explicó.

Zoe saltó alrededor como el payaso que era. Ella también rió feliz mientras le devolvía el abrazo. "¡Y si sos vos la que anda desaparecida!" Le dijo sin ningún tipo de miramientos, con una sonrisa enorme cuando Rose le dijo eso.

Levantó las cejas cuando vio el poco entusiasmo de Rose. "A ver." Demandó estirando la mano con seriedad. El de ella tampoco era ninguna maravilla, pero como a ella la moda no le importaba así como ni un poco, no se hacía problema. Estaba en ese club para poder aprender a hacer ropa, pero no necesariamente ropa con cuentas bordadas y boludeces así.

"No lo ví. Pensé que la semana pasada eran carteras y bolsos." Dijo confundida. "¿Cómo era?" Preguntó con curiosidad, saltando otro poquito como el cangurito que era.

"Bueno, si no te vas a dedicar a hacer vestidos, qué quernos importa saber poner las cuentas en línea!?" Se encogió de hombros. "Deja que ellas se rompan la cabeza con eso ya que quieren ser Taylors." Rió descontroladamente por el juego de palabras.

Ro rió nasalmente pero bajó la mirada con algo de culpa. "Es cierto, es cierto." Admitió enseguida. "Tengo mil cosas en la cabeza..." Se excusó intentando no tener que entrar en detalles.

Le puso mala cara, por pura paja, como preguntándole si en serio esperaba que sacara el vestido ahora que había terminado de guardar todo, pero después terminó sacándolo de todos modos sin protestar. Lo tomó por los hombros y lo sostuvo en alto para que Zoe pudiera verlo, todavía con cara de fastidio. "¿Ves? Es un desastre..." Tenía la intención de señalarle dónde más específicamente, pero se dio cuenta de que tenía las manos ocupadas sosteniendo el vestido y terminó zarandeándolo sin querer en el proceso.

"No. Lo hice por cuenta propia... para practicar." Explicó. "Me ayudó una amiga de mi casa." Se le estaban cansando los brazos. Apoyó el vestido sobre una de las mesas de trabajo para no tener que mantener los brazos levantados.

Soltó la carcajada por el chiste de Zoo. "¿Viste lo que es la vida? ¡Yo quisiera coser como ellas y ellas quieren ser como yo!" Bromeó de excelente humor.

"Sería hora de ir haciendo limpieza entonces. Tirar todo lo que no sirve..." Bromeó con su humor ligero de siempre. Justamente por ese humor no se inmutó ante la cara de Rose y simplemente le dijo. "¡No seas vaga! ¡Mostrame!" Como si no la hubiera mirado mal. Era una persona que se tomaba la vida tan con soda que todo lo malo le resbalaba y nunca se hacía problema por nada. Tampoco entendía por qué los demás sí.

Se agachó un poco inclinándose para adelante una posición innecesariamente incómoda para examinar las mostacillas bordadas en el vestido. Eso la dejaba sacando traste, lista para que le dieran una buena patada, pero ni se le ocurrió la idea de que alguien pudiera entrar y hacerlo. "Hmm... Sí. Es un asco." Concordó sin anestesia cuando terminó su examen.

"Pero nadie se te va a arrimar a mirarte el vestido a veinte centímetros, y tampoco van a saber cómo se supone que se viera originalmente el diseño." Comentó tan despreocupada como siempre.

Rió con ganas por el chiste de Ro.

Se la quedó mirando un momento, evaluando cuáles eran las probabilidades de que Zoe realmente supiera todo lo que ella tenía en la cabeza y estuviera haciendo alusión a eso, pero después la miró bien y se dio cuenta de que semejante payaso no podía estar diciendo cosas profundas solapadamente. Seguramente había sido sólo una casualidad. Después de todo, no era el tipo de amiga que te ayuda con tus problemas sino la que te hace reír y olvidarte de ellos. No respondió, pero en su cabeza, frases desanimadas como "si fuera tan fácil" o "tendría que sacar absolutamente todo, porque no hay nada que sirva" o cosas por el estilo, resonaban fuerte.

Enarcó una ceja ante la sinceridad brutal de Zoe. Ella era exactamente igual, pero no era consciente de que poseía tal cualidad y siempre le sorprendía en los demás... incapaz de ver la tabla en el ojo propio pero sí la paja en el ojo ajeno.

Rió nasalmente al escuchar el resto de la justificación de Zoo, que le parecía muy lógica y coherente, algo raro en ella. Se preguntó si se había metido algo o si solo estaba creciendo un poco. "Igual yo quiero que quede bien... quiero aprender a hacerlo bien, porque si está mal, por más que nadie más lo vea, YO voy a saber que está mal..." Intentó explicar cómo se sentía al respecto. Lo que Zoo le decía ya lo sabía. Por eso había llevado el vestido anterior al baile de inicio de curso y recibido cumplidos, pero ella se había sentido incómoda.

"¿Ya lo puedo guardar?" Preguntó finalmente. No tenía ganas de quedarse adentro del aula y encontrarse con James que venía en el club siguiente.

Ladeó la cabeza sin saber por qué Rose la miraba así. Era tan bubbly que nunca iba a adivinar la verdadera razón y si se enterara, no tenía la capacidad de comprender ni de contener.

La miró como si fuera un bicho raro. Ella no entendía la necesidad de perfección porque no le pasaba y tampoco estaba equipad para entenderla. Digamos que la empatía no era su fuerte. "Si te vas a poner tan en perfeccionista, ¿por qué no lo haces con magia?" Sugirió para no darle un sermón de que no tenía sentido ser tan hincha con los detalles cuando las apariencias no eran importantes.

"Sip." Le respondió con una sonrisa despreocupada. "Está muy lindo." Dijo sinceramente.

Aquella no era la primera vez que Zoo parecía no captar cosas obvias y Rose se preguntó si tendría algún tipo de problema en la cabeza, aunque después recordó que era demasiado divertida para el asperger. "Porque no soy tan buena en encantamientos." Dijo simplemente. También había un poco de orgullo en querer hacerlo ella misma. "A demás, cómo voy a hechizarlo si no puedo "ver" en mi mente lo que tiene que pasar?" Recordó entonces.

La miró irritada. Sentía que se lo estaba diciendo con sarcasmo, por más que sabía que Zoo no era capaz de algo tan complejo. Guardó su vestido y terminó de acomodar sus petates. "¿Vamos?" Señaló la puerta de salida con la cabeza luego de mirarla con aprensión.