Practicando transformarciones

Lyra estaba sentada en uno de los sillones con su varita en la mano, y su gata Maka arriba de la mesa, en frente. Maka se encontraba un tanto nerviosa porque había sufrido varias transformaciones fallidas. Lyra en realidad no era mala en aquella asignatura, pero evidentemente algo ocupaba su mente y la distraía por completo. Culpó de ello a su reciente alergia al musgo naranja, del cual todavía estaba en reposo.

Se recostó en el respaldo del sillón con un largo suspiro y miró a su gata, que entendiendo que no habría más transformaciones por el momento se tranquilizó, y saltó a su regazo. La niña la acarició suavemente hasta que Maka se durmió. "Que sencilla es tu vida" pensó, "no tienes complicaciones familiares ni tarea que hacer, solo comes, duermes y recibes mimos".

Normalmente Lyra siempre estaba con amigos y riendo por los pasillos del colegio, pero ahora tenía a su prima más presente que nunca, y sus últimos encuentros no habían sido los mejores, como tantos otros...

Un par de metros al costado de Lyra, Sy se encontraba sentado en otro sillón con un trozo de madera en una mano y un cuchillo de proporciones considerables en la otra. Estaba tallando la madera y generando un montón de viruta a su alrededor, la cual cubría su ropa de marca y parte del suelo a sus pies.

Llevaba un rato observando a Lyra con curiosidad mientras trabajaba en lo que a todas luces comenzaba a parecerse a un gato de madera, aunque era evidente que el figurín estaba lejos de estar terminado. "Si yo me pongo en cuatro también me rascas detrás de las orejas?" Bromeó con una sonrisa torcida.

Lyra salió de su ensimismamiento y sonrió ante el comentario de Sy. Había olvidado que se encontraba allí sentado fascinado tallando la madera. Cargó con Maka en sus brazos -que se despertó de un sobresalto- y se sentó al lado de Sy a contemplar su trabajo. No estaba terminado, pero se veía muy bien.

-Nos sabía que eras artista, está muy lindo -comentó- pero lo de sucio ya lo sabía -agregó con una sonrisa tras ver la cantidad de viruta alrededor.

Pensó que cualquier otra persona tomaría su varita y haría aquello con magia, pero él tallaba a mano con un cuchillo, un verdadero trabajo, estaba impresionada.

-Aunque, pensándolo bien y teniendo en cuenta que tienes un cuchillo en tu mano, mejor me quedo callada y te hago caricias detrás de la oreja -bromeó-

Sy sonrió halagado por el comentario de Lyra. Había sido una sonrisa algo engreída para ser sinceros, pero todos en su familia tenían ese porte de superioridad de manera innata. Soltó un "je" nasal a modo de risa y su sonrisa se volvió unilateral. "Deberías ver cómo queda el aula después de cada reunión. Estoy en el club de tallado de madera." Explicó todavía con la vista fija en la madera que no había dejado de tallar aunque Lyra se hubiera acercado. Una persona humilde hubiera informado que su hermano mayor era mucho mejor que él en eso, pero Sy no era humilde y no se llevaba bien con su hermano como para halagar al premio anual.

Rió brevemente por el comentario y levantó la mirada hacia ella con cierta complicidad. "Buena chica." Dijo también como parte de la broma.

Le dedicó una media sonrisa y regresó la vista a su gato. Lo tomó por sorpresa y lo colocó nuevamente sobre la mesa, dispuesta a realizar un intento más de transformación, ahora que estaba de mejor humor gracias a Sy. Se sorprendió al ver a su gata transformada en una fina copa de cristal, y sonrió de nuevo.

De pronto, se empezó a reír sin haber dicho nada, y antes de que toda la sala común creyera que estaba loca, le dijo a su amigo:

_Te imaginas si de pronto estas tomando jugo de calabaza en una copa, ¿y descubres que en realidad tomaste de un gato? -explicó, aun riéndose- ¡Qué espanto y qué sorpresa se llevaría esa persona!

Kesh estaba sentado más o menos cerca de ellos, haciendo un crucigrama mágico, evidentemente recortado de la parte trasera del diario El Profeta. Parecía bastante concentrado, aunque en realidad venía escuchando las conversaciones a su alrededor.

En eso oyó la explicación de Lyra y levantó la vista, para clavar sus ojos negros en los de ella con una sonrisa. "Conozco la víctima perfecta si te place sumarte." Ofreció. La idea era tan buena que si ella no se prendía, pensaba hacerlo solo.

Observó a Kesh sorprendida, y le devolvió la sonrisa. Había comentado aquella broma exactamente como eso, una broma, pero la idea de ponerla en acción le resultó tentadora. Hacía tiempo que no realizaba una travesura.

_¿Y quién será nuestra víctima? -preguntó ampliando la sonrisa, y mostrándose de acuerdo con su propuesta.

Por un momento Sy dejó de tallar madera para mirar lo que Lyra hacía con el gato y la varita. "¡Buena transfi!" Opinó levemente impresionado antes de volver a su tallado.

Lyra atrajo la atención de Sy nuevamente cuando se empezó a reír de la nada. Él la miró extrañado hasta que oyó la explicación y después sonrió de lado. "Copado. El agua acabaría sabiendo horrible y me imagino que al gato tampoco le haría mucha gracia..." Se preguntó qué pensaría Lyra de hacer algo que a su gato no le gustara cuando justo Keshi se metió en la conversación.

Las cosas no andaban del todo bien entre ellos desde el partido de Quidditch de Slytherin contra Ravenclaw, así que lo miró con cierto recelo. El que no lo hubiera invitado ya era una pista sobre cómo venía la cosa.

Lyra miró a Sy de reojo, se veía pensativo y su mirada a Kesh no le sugería nada bueno.

_¿Y tú Sy? ¿Quieres divertirte un rato? -lo animó Lyra, sonriendo.

La sonrisa de Kesh se amplió al verse espejada en el rostro de Lyra. "La sordita de Ravenclaw." Informó con orgullo, con un brillo en los ojos como quien se relame por anticipado de una travesura. Aún recordaba que la tontita esa le había costado 80 puntos a la casa de Slytherin, 40 por él y 40 por su amigo Hal. Técnicamente, el que le debía una, era Delacroix, pero prefería agarrársela con la chica que no era prefecto y no podría defenderse o quitarles puntos.

Era obvio que estaba ignorando a Sy abiertamente, puesto que todavía no lo había perdonado por haber metido a sus hermanas al equipo, lo que casi les había costado el partido.

((Se refiere a Rose Taylor))

Sy no esperaba ser invitado. No cuando era consciente de que la mayor parte de sus compañeros de casa estaban irritados con él por sus malas decisiones como capitán del equipo de Quidditch. De cualquier forma, le agradó que al menos Lyra tuviera la consideración de no ignorarlo en su propia conversación.

Esperó discretamente hasta que oyó el nombre de la víctima antes de responder, porque por un momento temió que Kesh fuera a sugerir a Morwyn Dreedas, su amiga, para vengarse. Sin embargo, se sintió más aliviado de saber que no era el caso, y asintió con una sonrisa ladeada. "Seguro. Aunque hubiera preferido molestar a Ashby." Dijo sinceramente. Era su prima lejana y la novia de su hermano mayor y no le caía nada bien. Hizo girar la hoja de su navaja antes de guardarla en su bolsillo derecho del pantalón, mientras que desaparecía el gatito de madera en el bolsillo opuesto.

((Gracias por aclarar, no tenía ni la menor idea jaja))

Se alegró de que Sy también quisiera participar. Miró su gata, todavía transformada en una copa de cristal y se imaginó la situación, sonriendo divertida. En verdad era una idea interesante de llevar a cabo.

_¿Y cómo haremos? -preguntó a Kesh.

Lyra en realidad hubiera preferido hacerle la broma a su prima, pero recordó que por el momento se sentía en deuda con ella. No tenía nada en contra de Rose, aunque suponía que luego de esto probablemente tendría problemas. Aún así, necesitaba despejar su mente y alegrarse con una buena travesura como la que estaban planeando.

((Por nada. Quedó sorda de una oreja en una clase de Alquimia por un círculo de transmutación mal hecho.))

"Lo siento, Cappy, pero en el mundo real, el capitán soy yo." Le dijo a Sy, contento de poder expresar su descontento de alguna manera ya que Lyra lo había invitado.

"Yo puedo conseguir la bebida." Se dirigió a Lyra ahora. "Es super curiosa y a ti nunca te ha asociado con nosotros, así que debería ser fácil tentarla." Opinó.

Sy apretó los labios irritado y le sostuvo la mirada a Kesh de manera amenazadora pero no respondió. Pensó que si le daba el gusto de quejarse así, tal vez lo dejaría en paz con el tema del Quidditch más adelante.

"Sería cuestión de conseguir una copa en serio de la que beber para no tener que pasar por eso uno también..." pensó en voz alta, también dirigiéndose a Lyra para evitar más conflictos con Kesh. Después pensó que bastaba con que se tratara de cualquier otro objeto menos desagradable que un gato convertido en copa para lo que necesitaban, no necesariamente una de en serio como había dicho pero le dio fiaca explicarlo.

_Puede ser... pero más que pensar en qué usamos, deberíamos pensar primero en cómo. No puedo llegar hasta ella simplemente y ofrecerle algo de beber cuando ni la conozco. Sería sospechoso -explicó.

Miró a Sy y descubrió un rastro de enojo en su mirada, y lentamente alternó su vista entre Kesh y Sy.

Kesh torció la cara, irritado. Para él su explicación había sido suficientemente buena. "Ahí es donde ustedes entran en juego." Explicó como quien está describiendo algo obvio. "Esa mina es lo suficientemente curiosa como para querer saber de qué se trata. Basta con que se muestren lo suficientemente entusiasmados y estén cerca." Explicó. Llevaba un tiempo observándola. Le llamaba mucho la atención que la madre de la chica fuera prostituta a veces, y no podía dejar de mirarla con morbo para ver si algo de su actitud lo delataba o lo que fuera. Era una estupidez, realmente, porque ese tipo de cosas no venían como un cartel pegado a la frente, pero así era él.

Por mucho que le cayera mal Sy en ese momento por el tema del Quidditch, si habís sido invitado era parte del equipo, así que por eso lo había incluído en la descripción. Además, les convenía tener dos personas que Rose no conociera.

Pensó unos segundos. Comenzaba a hacerse mas notable la tensión entre Kesh y Sy, pero prefirió no meterse donde sabía que no tenía nada que ver y donde podría salir mal parada. Además, no pertenecía al equipo de Quidditch como para tener palabra al respecto.

_Podría ser en la próxima salida a Hogsmeade -sugirió, tratando de distraer a los dos muchachos de su odio- Sy y yo fingimos que estamos tomando una nueva bebida y, si es tan curiosa como dices, querrá probarla a toda costa. Ahí nos alejamos y deshacemos la transfiguración mientras beba.

Sy dejó de prestar atención a su disputa con Takeshi cuando Lyra dijo eso y la miró extrañado. "¿El mes que viene?" Preguntó un poco decepcionado. Era un tipo de lo más impaciente como para poder tomarse algo así con paciencia.

Takeshi no era tan impaciente como Sy, aunque tampoco le gustaba la perspectiva de esperar tanto, si bien tenía que admitir que no se le ocurría ningún momento más adecuado que viniera antes que eso, en cuyo contexto se pudiera practicar la broma que tenían en mente.

"¿Se te ocurre alguna idea mejor, genio?" Le preguntó irónico, aunque no de tan mala manera como podría haberlo hecho.

_Bueno, bueno, no hay necesidad de ponernos así -intentó calmar la tensión entre ambos muchachos- si queremos que la broma salga bien, hay que ponernos de acuerdo.

Así como Lyra era capaz de olvidarse un par de medias y que aparezcan arriba de un árbol, también se olvidaba fácilmente de las fechas, y sobretodo de los cumpleaños.

_¿Alguna otra idea? -preguntó, ella tampoco quería esperar tanto.

"Si no sale bien nos darán detensión." Era su manera de avisar que estaba dispuesto a cooperar a pesar de que no estuviese en los mejores términos con Ito ese día. 

Entonces se le ocurrió una idea que consideró brillante. "Momento. Taylor está en el club de costura con uno de mis hermanos." Se arriesgó a decir, echándole a Kesh una mirada de advertencia para que se guardara cualquier broma que pudiera tener para hacer sobre los gustos afeminados de su hermanito. 

"Él podría tentarla con la bebida a la salida de la juntada semanal. Así no habría que esperar un mes. Y no creo que el enano hable de más, porque si mis viejos se enteran de que uno de sus hijos varones está en un club de costura se le acaba la joda al pendex." Explicó. "Tendrá que hacer lo que le pidamos y, en el peor de los casos, él se llevaría la culpa y el castigo." Pensó en voz alta con una enorme sonrisa de autosuficiencia. Se sentía orgulloso del plan que había urdido casi por casualidad. Esas cosas le salían de manera natural.

La furia de Takeshi al escuchar el plan de Sy, que no parecía tener falla alguna, era casi palpable. Se le escurría por los poros y casi que podía notársele un aura negra si uno era propenso a las hipérboles. 

"¿Cómo puedes estar seguro de que el enano no hablará? ¿Qué tanto le pueden hacer tus padres por coser unos cuantos vestidos?" Dijo para desacreditarlo frente a Lyra. En realidad, él era muy consciente de la familia con la que se estaba metiendo. Una de las más peligrosas, pero era demasiado orgulloso como para dar marcha atrás. Necesitaba seguir quedando como el machito alfa.