En el aeropuerto

Dave y Lizzy habían arreglado los papeles de la adopción por medio de sus abogados, los cuales aún vivían en USA como el chico. Un copioso intercambio de correspondencia durante una semana había arreglado las cuestiones legales para que su primogénito volviera a ser legalmente su hijo. Después de darle vueltas al asunto durante mucho rato y no conseguir una licencia en el ministerio, arreglaron para que el chico viajara solo en un avión muggle hasta Londres, donde ellos lo pasarían a buscar para llevarlo a casa.

Nervioso como pocas veces había estado, pero en un estado de alegría que poco se condecía con las circunstancias trágicas que rodeaban la razón de su viaje al aeropuerto, Dave anduvo por el hall principal con pinta de perdido. Sabía manejarse bastante bien en el mundo muggle y no es que no entendiera la señalética, pero estaba bastante tenso y preocupado como para poder concentrarse en encontrar la dirección en la que se encontraba la puerta por la que llegaría el chico en cualquier momento.

Estaba vestido de muggle con un buzo canguro de su equipo favorito de soccer y unos pantalones deportivos y zapatillas. Tenía un brazo alrededor de los hombros de Elizabeth y el estado de agitación interna de un muchacho a punto de ir a su primera cita con posibilidades importantes de ponerla. Tenía miedo de que el chico ya no se acordara de ellos (aunque siempre hicieran videollamadas) o que los resintiera por haberlo dado en adopción o por sacarlo de su entorno para llevarlo a Inglaterra o por media docena de cosas más.

Simplemente se quedó parado perdido en sus miedos y pensamientos y mirando alrededor, a los carteles como si estuviera buscando la información que necesitaban.

((En cualquier momento entran un montón de zombies porque Lizzy me recuerda mucho a Claire Redfield y más en un aeropuerto XDD))

Liz estaba tan nerviosa como Dave, pero lo demostraba bastante menos. Tenía un dominio de sus emociones y de su cuerpo que su marido, que toda la vida había querido ser actor, claramente no poseía. Sus ojos escaneaban el área con un propósito y no permitiría a su mente desviarse del mismo. Enseguida encontró la información que necesitaba y sonrió con autosuficiencia. "This way." Dijo empezando a caminar en la dirección correcta arrastrando a Dave con ella por la mano que tenía en la cintura de él. Despistada como era, no se le pasó por la cabeza que él pudiera estar tan nervioso o entrando en pánico por dentro cuando había cosas que hacer. Ella siempre había sido la que tenía la sangre fría de los dos.

Ella tenía un pantalón negro adidas, un buzo de los lakers y una gorra con visera haciendo juego, con el cabello escapando por la parte trasera de la misma en una cola de caballo.

((ALTO JUEGAZO el Resident Evil Code Verónica. Ya estoy prendiendo la play para jugarlo de nuevo.))

Leon se había ofrecido a acompañarlos al aeropuerto porque no conocía a su bisnieto mayor. El único que conocía era el que había sido raptado cerca de un año atrás y la idea de recuperar aunque sea una parte de su familia lo tenía entusiasmado al punto de que poco menos se había auto-invitado a ir con ellos sin aceptar un no por respuesta. Había perdido a su hijo, ahora quería por lo menos poder sentirse contento de ver a su nieto recuperar al suyo. No era lo mismo pero le haría bien al alma, calculó.

Estaba bastante menos nervioso que los otros dos jovenes, porque era mayor, porque hacía años que trabajaba con chicos, pero sobre todo, porque no era su hijo el que estaba en juego. Él venía vestido de manera mucho más formal con una camisa blanca y pantalones y zapatos de vestir negros. Siguió a la pareja por el aeropuerto hasta donde sea que fueran porque él sí que no tenía idea sobre el mundo muggle cuando se trataba de cosas tan sutiles como aeropuertos y la información necesaria para encontrar a quien llegara.

Dave siempre había sido bastante más blandengue que su esposa, porque no había querido ser Auror toda su vida ni mucho menos. Él era un tipo de lo más comunacho hasta que su padre tuvo ese problema durante el viaje y ya no pudo despegarse de ese modo de vida. No se quejaba, porque no cambiaría estar con ella por nada del mundo, pero realmente no era lo que siempre había soñado y el trabajo distaba de ser inspirador. Seguía enterquecido en no cambiar de carrera para asegurarse de poder protegerla en caso de que la cosa se pusiera fulera.

Cuando ella anunció que sabía para donde ir, se dejó llevar. Solía dejarla tomar el mando y las decisiones que no le cambiaban la vida porque sabía que a ella la hacía feliz el ser dominante y a él le quedaba cómodo no mover un dedo, independientemente de que en ese momento no lo había hecho conscientemente. Era simplemente una mezcla de un rol demasiado arraigado con demasiado en su mente para concentrarse. Cuando el trabajo era impersonal no tenía problema manteniendo sus sentimientos al margen, pero cuando era un asunto personal era el más maracota.

Había intentado convencer a su abuelo de que no hacía falta venir, pero tampoco le había puesto mucho esfuerzo en prohibírselo porque sabía lo que probablemente ese encuentro significara para él. No era tan tonto y, a diferencia de Lizzy, él sí se fijaba en esos detalles de las personas que a ella se le pasaban tan por alto.

Liz guió a su compañía hasta la puerta por la que el avión de Mike estaría desembarcando y se detuvo junto con el resto de los familiares y guías turísticos que esperaban a sus conocidos y clientes. Miró el reloj digital en su muñeca e hizo una cara de disgusto. Todavía faltaban algunos minutos para que llegara el vuelo. Suspiró. "Espero que al menos tengan la decencia de no demorarse." Protestó entre medio de lo que masticaba un chicle de menta.

En eso se soltó del abrazo con Dave para poder girar sobre sí misma y volverse hacia Leon. "I was thinking maybe we could go grab a bite after this." Sugirió con una sonrisa animada. Parecía tan despreocupada como siempre, aunque en realidad estaba nerviosa. Al menos hablando así se entretendría.

Leon siguió a la pareja por entre el gentío y se detuvo cuando ellos lo hidieron. El comentario de Liz le robó una sonrisa cálida. Adoraba a esa mujer, le hacía acordar a otra con una personalidad similar, muchos años atrás... tenía que admitir que era una de sus personas favoritas dentro de la familia.

Miró a Lizzy inquisitivamente cuando ésta se volvió hacia él, aunque había un dejo de sonrisa amable en sus labios y el aura de paz que era característica de él, lo envolvía. Su sonrisa se amplió ante la oferta, de manera cálida. "I would love to." Después de un segundo, agregó más seriamente. "Are you sure you don't want to be alone with your son?"

Él también giró sobre sí cuando Liz lo hizo, preguntándose qué tendría ella en mente. Enseguida se enteró y, tras escuchar la oferta solapada de su abuelo, negó con la cabeza. "Nah. This is a family reunion, right? It's gotta be all of us here." Le aseguró con una mirada cariñosa al hombre que a lo largo de los últimos años se había convertido en un padre para él, así como estaba seguro de que su abuelo lo veía más bien como un hijo. 

En eso una voz neutral anunció la pronta llegada del vuelo que estaban esperando y Dave se volvió hacia la puerta de arribos nuevamente, tenso como si estuvieran outnumbered tres a uno.

—Absolutamente —concordó con su marido.

Liz se paralizó al oír la voz anunciar el arribo del vuelo que esperaban, delatando su nerviosismo de manera poco habitual. Volvió a ver al frente, focalizándose en la puerta mencionada con la mirada fija. 

Su mano se apoyó en el antebrazo de Dave y lo apretó con fuerza, en busca de apoyo moral. Sus ojos veían pasar una a una las personas que iban saliendo por la puerta y el corazón le latía a mil por hora, pero todavía no había signos de su hijo mayor. Hacía cerca de un año que no lo veía y se preguntaba qué tanto habría crecido. 

¿Sería capaz de reconocerlo? Esperaba que él no estuviera muy mal por la muerte de sus padres adoptivos aunque sabía que era totalmente lógico que el muchacho estuviera devastado. Después de todo, aunque supiera la verdad de su nacimiento desde el principio, siempre los había visto como esos padrinos copados que lo sacaban a pasear y jugaban con él, no como quienes lo cuidaban cuando estaba enfermo o lo animaban cuando estaba triste. 

—¿Está mal que esté tan entusiasmada después de lo que ha sucedido? —Preguntó tensa, por hablar de algo para pasar el rato en vista de que Mike todavía no aparecía y ella ya no soportaba la espera.

Su sonrisa cálida y tranquila se ensanchó de manera cariñosa, al tiempo que sus ojos se entrecerraban.

—Muchas gracias. Sé que es un momento importante para ustedes y les agradezco que lo quieran compartir conmigo —dijo emocionado.

Apoyó una mano en el hombro de Elizabeth de manera tranquilizadora y sonrió comprensivo.

—Por supuesto que no, el muchacho ha sufrido una pérdida terrible, pero ustedes dos lo están recuperando. Es completamente natural. Tan solo no esperaría que él esté... bueno, que comparta el entusiasmo. Después de todo acaba de ver su mundo destrozado.

—Yo también me siento fatal, pero es imposible ver como malo algo que me devuelve a Mikey. Así hayan muerto dos docenas de civiles. Somos personas horribles. —Dijo más para Liz que para su abuelo. Luego surpiró. 

—Debe estar destrozado —concordó al recordar lo que había sido para él perder a su propio padre. Estaba seguro de que León debía entender el sentimiento, porque había perdido a su hijo. Por suerte se habían reencontrado y adoptado en cierta manera a pesar del salto generacional. Para Dave, su abuelo era más como su padre y visceversa. 

—Ahí viene —Señaló a Liz cuando finalmente pudo identificar el rostro de su hijo mayor entre la multitud. —Por dios está atn alto!


((Cuando quieras, Mikey))

((Double post. Hace literalmente 10 años que no me pasaba. Lo borran cuando puedan? No tengo mod.))