Despejando la mente.

El sol daba a pleno pero corría una brisa fresca, y junto con el agua del lago provocaban un ambiente relajante. Lyra se fue a sentar a la sombra de un árbol y le hizo señas a Nik para que la acompañara. Miró alrededor unos segundos para ver si había alguien cerca, era normal en las serpientes querer privacidad cuando charlaban, incluso si no estaban en su sala común.

Además, había un squibb paseando cerca del lago y estaba segura de que Nik querría desquitarse y sacarse el enojo insultando un rato.

_Si quieres ve a divertirte un rato con la squibb, yo te espero aquí -le ofreció, y cerró los ojos para relajarse aún más.

((Perdón estaba cocinando))

Nik había seguido a Lyra fuera de la sala común y por los pasillos hasta el lago. Había estado algo pensativa como para conversar demasiado y, de todas formas, nunca había sido muy conversadora. Mientras se acercaban al lago, había mantenido la vista alerta para ver si encontraba los arbustos de bayas que solía frecuentar en esa época del año, pero al ver la dirección que Lyra tomaba, decidió no protestar y seguirla. De todas maneras era pura gula, porque tras tanto caramelo, si hay algo que no tenía era hambre.

Entre todas las bellas cualidades que Nik tenía, ser extremadamente fiacósica era una de ellas. Por eso, una vez que se encontró sentada junto a Lyra bajo el árbol, los ojos tan cerrados como los de su amiga, ya no quiso saber nada con levantarse. "Hmm... por ahí después." Dijo con mucha pereza, espiándola por un ojo. Ciertamente el salir afuera la había despejado bastante de toda la bronca que tenía. Ahora estaba más para la fiaca y la siesta que otra cosa. "¿Tienes planes para ir a Hogsmeade en la salida del fin de semana que viene?" Preguntó con curiosidad.

Respiraba lento y pausadamente, había mucha tranquilidad y le alegraba que Nik también disfrutara aquella paz con ella. Pensó un poco la respuesta; la verdad es que entre los deberes y el encuentro con su prima le habían hecho olvidar por completo que irían a Hogsmade ese fin de semana, y no había hecho ningún plan.

_No, no hice ningún plan, lo olvidé -tras unos segundos, añadió:- probablemente vaya a tomar una cerveza de manteca, como siempre. ¿Te gustaría acompañarme?

((Podríamos buscar algunos Slytherins más para eso :P))

((Dale. Puedo juntar a la banda, pincharlos a ver si se ponen las pilas. Morwyn es un embole así que no. Sy y el japo seguro que se prenden. El metalero no sé. No se acordaba el nombre de nadie la mina XD))

Sonrió divertida por el comentario, pero sin abrir los ojos. "Te olvidarías de la cabeza si no la tuvieras pegada al cuello." Bromeó amistosamente. Estiró una mano para poder rascarse la rodilla y siguió tranquila como estaba.

"Sería lindo." Admitió todavía perezosa. "¿Puedo decirle a mi amigo Sy también?" Preguntó al recordar que le había prometido mostrarle algo en la librería del pueblo. "Prometí llevarlo a la librería del pueblo." Explicó.

((Fantástico :D))

_Claro, mientras más, mejor y más divertido -sonrió- Y si, soy capaz de olvidarme la cabeza... por cierto ¿haz visto por la sala común una media azul y verde? En realidad las dos, siempre pierdo las medias -admitió un poco más avergonzada.

Su sonrisa se volvió más amplia recordando cuando encontró un sombrero suyo en la punta de un árbol del barrio muggle donde vivía. Se acomodó su pelo negro de la cara, que por el viento se le había despeinado un poco, y se enderezó más en el árbol porque la le dolía un poco el cuello por la mala posición.

No volvió a cerrar los ojos, se quedó mirando el lago y los movimientos del agua... era increíble que se tratara del mismo lago. Cuando están en la sala común, provoca luces verdosas y un ambiente algo lúgubre, pero si se ve desde la superficie, es más vivo. Nunca que había puesto a pensar en ello.

_Ya quiero que sea fin de semana -comentó, volviendo a sonreír- y hablando de olvidar cosas, ¿hay alguna tarea?

Rió ante el comentario altamente descolgado de Lyra. "Creo que no. Voy a prestar más atención cuando vuelva." Prometió.

Nik también observaba el lago, pero sus pensamientos estaban en un lugar totalmente distinto. Pensaba en Revan y se preguntaba si sería feliz con su nueva familia. Por más que se hiciera la desentendida y que su hermano intentara borrar todos los trazos de sus pecados, el jefe de su casa había tenido mucha más razón cuando pensaba que la chica necesitaba terapia, alguien con quien hablar de lo sucedido en lugar de enterrarlo en los confines de su mente para que se pudriera y la volviera loca. De a momentos, deseaba poder tener las preocupaciones mundanas de las demás chicas de su edad y se dijo que debía dejar de pensar en cosas tan lúgubres.

En eso giró el rostro para ver a su amiga y sonrió de manera algo triste todavía, pero intentando parecer animada. "Yo también." Esa salida seguramente la ayudaría a despejarse. "¿Defensa? ¿Pociones? No sé cuáles hiciste." Se explicó divertida.

_No importa -rió- yo también prestaré mas atención a ello cuando vuelva al castillo.

Dejó de mirar el lago y se dirigió a Nik, que le había estado hablando sin mirarla. Se parecía a su prima cuando meditaba y estaba muy ensimismada consigo misma.

_¿Todo bien? -preguntó con curiosidad.

A Lyra le gustaba escuchar a sus amigas, que confiaran en ella, pero jamás obligaría a alguien a que le cuente algo que no deseaba compartir, era decisión de aquella persona y lo respetaba. Y mientras pudiera distraer a sus amigas y hacerlas reír, fantástico.

"Y en el peor de los casos... ¡accio medias!" Bromeó con una sonrisa algo más amplia. Al menos eso solucionaba la mayoría de sus problemas cuando se le perdía algo. Aprender bien los hechizos convocadores en tercero había sido absolutamente útil.

Cuando Lyra le hizo esa pregunta, Nik giró el rostro hacia ella y la miró un momento largo, como estudiándola. No, no podía contarle todas las cosas que le pasaban. Ninguna chica de su edad lo entendería. Se había metido en todo ese lío por hacerse la superada y andar haciendo cosas de adulto; ahora iba a tener que cargar con las consecuencias en su conciencia por el resto de su vida. Le dedicó una sonrisa amarga y estiró una mano para apoyarla encima de la de Lyra. Negó con la cabeza, esa sonrisa todavía en sus labios. "Gracias por sacarme a pasear." Le dijo con suavidad antes de volver a mirar al frente, a la extensión de agua frente a ellas.

"No es que no te quiera contar..." se disculpó desinflada un momento después. "...es que si alguien se entera una persona importante para mí podría perder mucho más que su trabajo."

La observó sorprendida unos segundos. Claro que entendía si no lo quería contar, porque como bien había dicho, no era por ella, era por otra persona.

_No hay problema -respondió, devolviendo la sonrisa- de nada, un placer.

Dirigió la mirada una vez más hacia el lago y cerró nuevamente los ojos. Algo la incomodaba levemente, y no sabía decir exactamente qué. Sentía una fea sensación en la espalda. Miró el árbol en el que estaba recostada, una especie de musgo naranja estaba pegado al tronco. De pronto, le empezó a picar la espalda, como si la hubieran picado diez mosquitos.

_¡Oh, no! ¡No me dí cuenta! Soy alérgica a esta planta -exclamó- mejor me voy a la enfermería rápido.

Nicole también sonrió más tranquila después de ver que Lyra entendía de lo que le estaba hablando. Por más que él la odiara, ella todavía amaba al profesor Rogers como para poner en peligro su trabajo y su vida personal por algo que había sido una idiotez suya, un claro y grave error del que el hombre no tenía más culpa de la que una víctima cualquiera podía llegar a tener.

Se sobresaltó cuando escuchó la exclamación de Lyra y se puso de pie de un salto, mirándola por todos lados como si temiera que fuera a estallar en llamas de la nada o algo así. "Te acompaño." Le dijo visiblemente preocupada. Así como era de mala onda, era de preocupona y, en su cabeza, ya se estaba haciendo toda la película.