Después de curarse

Sy había tenido un accidente en clase. Había estado en botánica intentando transplantar sus hongos voladores cuando las esporas del ejemplar en que estaba trabajando le cayeron encima. Claro, se había hecho el macho y rehusado a usar los anteojos y guantes de protección y había acabado en la enfermería como el idiota más enorme.

Afortunadamente, la enfermera sexy no había tardado en encontrar el antídoto y darle la cura para la fuerte reacción alérgica que tenía. Después de que se sintiera mejor, lo dejaron marcharse, de modo que juntó sus cosas y salió de la enfermería sólo para llevarse puesto a alguien que pasaba por ahí, porque todavía estaba medio atontado por el remedio como para fijarse bien por donde iba... y no es que habitualmente se fijara mucho para comenzar.

"Eh, ¡mira por dónde vas!" Gritó enfadado.

Lily estaba llorando. No estaba triste ni se sentía debilucha como la mayoría de las otras chicas de su edad. Ella era una chica fuerte, como su prima. Estaba llorando de impotencia. De la furia contenida de haber sido humillada públicamente por la misma persona a la que tanto admiraba. La imposibilidad de torturarla, de hacerla sentirse como ella se había sentido, se le retorcía en el estómago como un basilisco inquieto.

En eso andaba pensando de camino a su siguiente clase cuando se llevó puesta a Simon con todo el envión con el que venía, que era mucho porque estaba furiosa y venía pisando fuerte. "¡Mira tú por dónde vas! ¡Idiota!" Le salió la contestación derechito del alma. Lo fulminó con una mirada totalmente asesina a pesar de que tenía el rostro bañado en lágrimas de ira.

Sy no se caracterizaba por su paciencia. Estaba a punto de gritarle lo primero que se le ocurriera o tal vez tirarle directamente un maleficio cuando la reconoció. Era la mocosa esa que siempre andaba pegada a sus hermanas gemelas Glory y Godiva. Entonces bajó varios cambios. Las serpientecitas podían ser totalmente venenosas pero (y esto es algo que la mayoría de los idiotas de las otras casas no sabían) siempre cuidaban de los suyos, aunque más no fuera para poder cobrarles el favor más tarde.

"¿Estás bien enana?" Le preguntó todavía medio de mal modo, porque el que tuviera sentimiento de casa no quería decir que no estuviera molesto de que se lo hubieran llevado por delante. "¿Qué te pasó en la cara? Está toda mojada." Dijo burlón.

"No soy enana!" Le espetó ella molesta. "Estoy creciendo." Dijo en su defensa, con los brazos cruzados sobre el pecho y el ceño fruncido. Al menos había dejado de llorar por la sorpresa de llevarse a alguien por delante y la irritación de discutir con esa persona.

"Y eso no es nada de tu incumbencia." Le ladró con el mentón bien alto, en una clara imitación de su prima. "Why do you even bother!?" Lo increpó a pesar de su enojo, porque la curiosidad infantil era mucho más fuerte a su edad que cualquier otra cosa.

La respuesta de la chica le robó una risa divertida. Tenía que admitir que había sido bastante ocurrente. "Está bien, está bien. Lo que tú digas." Le dijo despreocupadamente, como haciéndose el superado. Empezaba a entender por qué las gemelas se juntaban con esa pendeja. Dentro de todo era graciosa y tenía carácter.

"Because..." dijo con una mueca ladeada llena de orgullo y superioridad. "I'm a Slytherin and Slytherins always look after their own." Le dijo matter-of-factly, como si fuera una verdad de la vida especialmente obviam. "How come you didn't know that?"

Se plantó más orgullosa en su lugar cuando vio que el otro chico cedía terreno y le daba la razón, por más que lo hiciera con aire de grandeza.

Lo siguiente no se lo vió venir y lo miró un momento sorprendida, como intentando discernir si se lo decía en serio o en broma. La pregunta de él llegó antes de que pudiera decidirse y la hizo pensar que le estaba tomando el pelo por lo que volvió a fruncir el ceño. "Because you're making it up!" Dijo muy segura.

Will tenía la costumbre de ir a conversar con la enfermera, con quien había cursado en Hogwarts y se llevaba más o menos bien. Le había estado contando un poco lo que le había pasado con Tessa y otras huevadas cuando había escuchado lo que sonaba como un proyecto de discusión fuera de la enfermería. En el silencio de la tarde se oía bastante bien lo que sucedía afuera, algo de lo que los pacientes solían quejarse.

En todo caso, Will se había excusado con Cora para acercarse a la puerta a escuchar en caso de que la situación se saliera de control. Enseguida entendió lo que realmente estaba pasando y sonrió para sí, alegremente sorprendido de que las serpientecitas estuvieran haciendo algo bien para variar. Le alegró un poco el día eso que recuperaba un poquito su fe en la humanidad y sacó la varita para darle 15 puntos a Slytherin.

Le hizo cierta gracia la salida de la chica, sobre todo por lo ocurrente, porque había sido bastante creativo de su parte. De verídico no tenía nada. "En absoluto." Le dijo intentando mantener una cara seria a pesar de que ella estuviera hablando estupideces.

Miró por el pasillo en busca de algún colega de casa que pasara por ahí. "Eh, tú." Le dijo al primero que vio, sin pararse a ver si era alguien que conocía o no. "¿O no que los Slytherin siempre nos cuidamos entre nosotros?" Le preguntó como quien está buscando una opinión externa para terminar un debate.

Jess pasaba por ahí abrazada a sus libros. Justo andaba sola porque sus dos amigas inseparables se habían ido a la biblioteca a buscar la mochila de una de ellas que se la había olvidado, mientras que Jess debía ir a la sala común y guardarles lugar donde siempre, para que nadie les ocupara la zona de la mesa de Slytherin donde siempre les gustaba sentarse. 

En eso oyó que el muchacho Russell le hablaba y se volvió hacia él por más que la pregunta fuera de lo más descolgada. Enseguida vio a la niña más pequeña, también de su propia casa, y comprendió.

"Por supuesto." Respondió con una sonrisa enorme, que la hubiera hecho parecer de Hufflepuff por sus hoyuelos y calidez habitual. "Las serpientes siempre tienen que permanecer juntas, o nos devoran los de afuera." Le respondió guiñándole un ojo a la chica con simpatía. 

Decidió detenerse un momento a asegurarse de que todo estuviera en orden. Por más que no fuera prefecto. "¿Sucede algo?" Le preguntó a Sy.