Exhausta pero de gala

Maurlz venía teniendo unos días espantosos últimamente. Entre andar atrás de Nicky, cuidar que nadie se enterara de que lo tenían en el castillo, ocuparse de sus tareas y asistir a clase, estaba totalmente exhausta y, si bien adoraba los bailes más que muchas otras cosas en el mundo, como toda chica, se sentía demasiado cansada como para ir. Hubiera dado cualquier cosa por poder quedarse a dormir, pero sus amigas le habían insistido en que ir era una buena idea y tenía que admitir que últimamente, ella y John no tenían mucho tiempo a solas. La advertencia de Lex, de que si no lo cuidaba iba a terminar perdiéndolo, la tenía totalmente paranoica, como si la salud de Nick no bastara para eso, así que había decidido ir y tratar de aprovechar la noche lo más posible, concentrándose sólo en John y dedicándose a él para mantenerlo interesado en ella... no sabía nada de lo de Chloe, pero por las dudas.

Llevaba puesto este vestido. Lo había comprado por catálogo para la ocasión con la enorme cantidad de dinero que le daban sus abuelos. Elegir el vestido había sido una de las pocas cosas inmaduras y de su edad que ella había hecho ese mes. El resto de su vida seemed to be falling apart, pero aunque lloraba mucho todas las noches y a veces durante el día, estaba dispuesta a no rendirse. Había obligado a John a esperarla fuera de la sala común, en el hall, para poder crear más la ilusión de una cita (idea de Gipsy) y entre ésta y Lex la habían terminado de arreglar. Tenía el cabello recogido en un peinado complejo que Gipsy solía usar ella misma y que le había hecho con un hechizo antes de maquillarla. Lex le había ajustado el vestido para que le entrara bien, porque ahora que había bajado tanto de peso por los nervios su talle habitual no le servía.

Comparado con el estropajo que se sentía por dentro, Maurie estaba hecha una reina y se permitió concentrarse en la fiesta sólo por esa noche. Ya podría estudiar después, dormir enroscada con Nicky en el salón multipropósito para expiar su culpa. Entró subiendo por las escaleras que venían de la mazmorra y sonrió al encontrar la mirada de John. Sonrió con todo su corazón porque a pesar de todo lo que había pasado, estaba contenta de poder tenerlo de vuelta con ella, incluso si estaba medio ausente. John era su mundo y sabía que con él a su lado era capaz de cualquier cosa.

((Gomen, corazón. Estuve sin internet. Telecentro apesta. Y antes de eso la verdad que colgué.))

La suerte de John venía mejorando. Después de la poción, se había olvidado de Chloe por completo y ahora estaba intentando arreglar las cosas con Marurie de la mejor manera que podía. Estaba tan cansado como ella por andar cuidando a Nicky y estudiando para las materias y así como ella tenía la capitanía de Quidditch, él tenía la del club de Whittling y otras actividades que realizaba como ser Prefecto, así que tenía con qué entretenerse. Eso no le dejaba demasiado tiempo para las culpas y entre que estaba intentando hacer las cosas bien y que ya no sentía nada por Chloe, poco a poco su aventura comenzaba a parecerle cosa del pasado, casi un sueño lejano que no tenía nada que ver con su vida.

Tal vez por eso se había entusiasmado por el baile como un chico por su juguete. Era una oportunidad genial para poder estar a solas con Maurie y recordar viejas épocas, como el primer baile al que habían ido juntos cuando ella había terminado medio seduciéndolo en el balcón que habían instalado ese año como parte de los decorados. El recuerdo le robó una sonrisa. Había sido sólo cuatro años atrás, pero se sentía como toda una vida antes. Habían pasado tantas cosas, pensó de pie como estaba contra la pared de la planta baja, esperando en el hall de entrada como ella le había ordenado por sugerencia de una amiga común.

Se había puesto un traje clásico como el de Harry en la cuarta película y esperaba ansioso a que Maurie llegara, sin poder quitar la vista de la arcada que comunicaba con las escaleras a las mazmorras. No pensaba que ella aún fuera capaz de sorprenderlo como antes, pero cuando la vio entrar en el hall con ese vestido, ese peinado y tan hábilmente maquillada, se quedo estupefacto y sin poder quitarle los ojos de encima. Incluso se le aceleró el pulso, algo que ya hacía mucho que no le pasaba por la familiaridad que compartían después de casi cuatro años de relación.

Caminó hacia ella con una sonrisa enorme en el rostro y le ofreció el brazo, compartiendo una mirada de complicidad con su novia. "You look more than beautiful tonight, girlie. You're breathtaking." Apareció un ramo de rosas para ella y la condujo al gran salón.

((Ni que yo hubiera estado super activa. Don't worry. Be Huggies ;))

Rió como una niña tonta de pura alegría y hasta se había ruborizado un poco. Después de la discusión que habían tenido a finales del año anterior, Maurie había perdido las esperanzas de volver a estar así con él y no cabía en sí de la felicidad. Ya no recordaba la última vez que él le había dedicado un halago, aunque nunca se podría olvidar de aquél primero, casi en broma, hecho después de que ella se cayera frente al fuego de la sala común. "Harías un muy bonito tapete." le había dicho su tímido amigo, que a ella le había gustado desde siempre, pero demasiado vergonzoso para intentar algo hasta ese momento. Lex se había reído, pero para ella había sido mágico y el efecto tomate se había visto de inmediato.

"¿Haría un muy bonito tapete?" Preguntó medio en broma, espiándolo de costado para ver si agarraba el chiste interno. Tenía un poquito de miedo de que él no se acordara ya de eso que había sido tan importante para ella, el primer paso para que su mejor amigo se convirtiera en su compañero y novio.

Abrió los ojos y aspiró por la boca en sorpresa al ver el ramo. Después lo miró a él muy sorprendida y halagada, con una sonrisa entre cómplice y tímida. "You shouldn't have, Jimmy... Thank you! Really. Thank you for all this." Le dijo mirándolo con cariño, toda embobada por las atenciones que él le estaba prodigando. Esas con las que sólo había soñado antes, por ser Jim demasiado tímido para atreverse.

La típica: Cuando él se mostraba avergonzado, a ella le entraba toda la manía de pervertirlo y ponerlo incómodo. Cuando, como ahora, se mostraba todo un hombre totalmente en dominio de la situación, se ponía ella toda avergonzada y hasta se ruborizaba como ahora. Eso la hacía sentirse tonta porque llevaban muchos años juntos, pero no podía controlarlo. El cambio que John había hecho durante el verano le encantaba. Había pasado de tipito maricón pervertible a un chico que no se dejaba pisar por nadie y sabía lo que quería y eso la excitaba mucho. Ahora que su novio el buenazo era como los chicos con los que siempre lo había engañado ya no tenía necesidad para esas cosas, no después de que él le hubiera probado su valía.

Rió entre dientes por la pregunta, con un aire de complicidad. Había sido una agradable sorpresa y le había traído recuerdos que parecían ahora tan lejanos que se sentía una persona totalmente distinta de aquél muchachito tímido que no podía ni hablar en clase. Le dedicó una mirada de curiosidad que le sostuvo antes de responder. "¿Hoy por hoy?" Había un brillito de picardía en sus ojos y se inclinó levemente hacia ella con aire de confidencia. "Creo que más bien harías un acolchado muy abrigado." Dijo insinuante y después volvió a mirar al frente haciéndose el desentendido. Hasta él se impresionaba de lo mucho que había crecido y madurado. Ya no se ruborizaba como una nena ni se trababa con las palabras, podía jugar con ella, molestarla y hasta ponerla incómoda sin que se le moviera ni un pelo. -Quien te ha visto y quien te ve...- se dijo a sí mismo, casi con orgullo.

Sonrió complacido. Esa noche estaba saliendo según lo planeado. "You deserve it, girlie. After all you've been through... after all we've been through..." se corrigió aunque hablaba con bastante decisión, sin trabarse. "I think we both deserve a break." Le dijo convencido, con el mentón alto y ese porte orgulloso que caracterizaba a los Russell. En este caso, estaba orgulloso por poder llevar del brazo a alguien como Maurie, aunque también era cierto que su postura había mejorado mucho también desde el verano. Ahora ya no vivía con la cabeza entre los hombros porque había aprendido a apreciarse.

Lo miró a los ojos expectante y rió entre dientes de anticipación cuando preguntó 'hoy por hoy?'. Sintió vértigo en el estómago mientras esperaba que continuara y se ruborizó al escuchar la respuesta. Le encantaba que ahora se sintiera lo suficientemente seguro de sí mismo como para decirle cosas que la hicieran ruborizarse. Era algo que no pasaba seguido antes pero que siempre le había gustado mucho, esos momentos en que él tomaba el control y le demostraba que podía hacer lo que quisiera con ella.

Se le abrazó más fuerte del brazo y refregó su rostro por el deltoide de Jim. "¿Y crees que hará mucho frío esta noche?" Pregunto muy por lo bajo, tan avergonzada como si tuviera quince.

Estaba por corregirlo cuando él lo hizo solo. Le sonrió embobada. Había mil cosas que quería decirle, pero no se atrevía. Se retó mentalmente, porque habían prometido decirse más abiertamente las cosas para evitar tener los mismos problemas que en el pasado, pero por esa noche, se permitió disfrutar del momento y dejar las palabras para más tarde. Volvió a refregársele por el brazo. "Mhh... te extrañé tanto..." protestó lastimeramente.

La habilidad de Maurie para ser una tímida muchacha un momento y una tremenda perra al siguiente nunca dejaría de desconcertarlo, pero lo entretenía. Sabía que estaba un poco loca y era justamente eso lo que le gustaba de ella: nunca sabía qué esperar. Era divertido. Seguro que cuando se mudaran juntos y ella empezara a llegar a la casa a cualquier hora sin avisar ya no le haría gracia.

Sonrió de manera amplia y la miró a los ojos para avergonzarla. "Eso espero. Me gusta estar bien abrigado." Le respondió con ese tono algo engreído que sabía a ella la volvía loca. Dejar salir el Russell interno en dosis controladas era catártico.

Jim se ensombreció un poco y miró al frente cuando estaban ya entrando al salón. "¿En el verano o la otra semana?" Quedaba el suficiente masoquismo en él para querer preguntar lo que no quería saber.

El comentario de Jim tuvo el efecto deseado. Maurie se puso inmediatamente roja y sonrió avergonzada, abrazándose más al brazo de él para que no le pudiera ver la cara. Hubiera bajado el rostro para esconderse detrás del pelo, pero Gipsy le había hecho un peinado que de ninguna forma permitía eso. Estaba recogido en una especie de rodete con algunas mechitas sueltas, pero nada suficientes para el propósito que ella tenía en mente.

Ella también se mostró sombría de repente. Hubiera deseado que él no sacara ese tema a colación, pero entendía la necesidad que él podía tener de refregárselo por la cara todavía. "Las dos veces." Dijo en un hilo de voz que la hizo sonar como pobre cosita, pero que en realidad era para que no se notara el nudo que sentía en la garganta si hablaba más alto.

John rió entre dientes, contento de haberse salido con la suya. Siguió caminando de manera maquinal. Ni se había fijado en si había alguien conocido cerca de ellos o si encontraba a sus amigos. Aún tenía mucha culpa que expiar con ella, incluso si no fuera un enorme pollerudo dispuesto a pasar todo el baile con Maurreen independientemente de lo que sucediera con sus allegados.

Recién al oír la voz de ella se dio cuenta de lo que había hecho y de lo que Maurie seguramente estaría pensando de él con lo paranoica que era. "Lo siento, Girlie. No era mi intención traer eso a colación hoy." Parecía sinceramente apenado, pero en lugar de sentirse un gusanito como siempre, se inclinó hacia ella para hablarle en voz baja. "Esta noche te lo voy a compensar... te voy a compensar por todo el verano y por las últimas semanas, hasta que me pidas que por favor te deje dormir." No era el tipo de cosas que él solía decir, pero esperó que consiguiera el efecto deseado. Era prueba y error con esta nueva personalidad que confiaba en sí mismo.

"Está bien. No te hagas drama." Mintió como lo hacía siempre, minimizando sus problemas para evitar discusiones o que los demás se sintieran mal. Prefería tragarse ella todos los enojos y todas las tristezas.

Se le tensó la mandíbula al apretar los dientes en un esfuerzo por mantener la calma después de que él sacara ese tema a colación. Además de sentirse mal, como pobre cosita al recordar todo lo que había pasado en el verano, estaba muy molesta, enojada de que él fuera tan tonto y despistado como cualquier otro hombre, totalmente carente de tacto como para no saber que había ciertas cosas que no quería volver a mencionar u oír mencionar en su vida.

A pesar de su esfuerzo por mantener la paz, se notaba que estaba bastante molesta con él por traer a colación como si quisiera seguirla haciendo sentir mal a propósito. Al menos, eso duró hasta que escuchó lo que Jim le dijo al oído, que la hizo ruborizarse profundamente en cuestión de segundos. De repente no sabía dónde meterse.

Hubo un momento de pelea interna. Una parte de ella, la que era orgullosa y terca, no quería ceder y pretendía seguir enojada a pesar de todo, pero por otra parte, la ablandó que él se hubiera dado cuenta de que había metido la pata y que estuviera dispuesto a compensarle... además, tenía hambre, era una persona muy física, incluso a su corta edad, y la idea de que él dejara de ser tan tímido y cuadrado en la cama para intentar ponerse a complacerla como había intentado tan exitosamente una vez antes, le había acelerado el pulso de manera inmediata. "Fine." Dijo de mala gana, todavía mostrándose algo irritada para no lastimar su orgullo cediendo de una. "I forgive you."

Por un momento apretó los labios entre frustrado y algo irritado por el tono de ella. Estaba acostumbrado a ese tipo de conversaciones y cuando ella le decía que "estaba bien" cuando su mandíbula le daba a entender que no estaba nada bien, lo irritaba. ¿Qué pasó con ser más sinceros y abiertos? Se preguntó, pero él también apretó los labios un momento para no hablar. Prefería no seguir alimentando el desacuerdo. Por eso se tomó unos momentos para pensar y después le salió con lo de compensarle. Sabía que si quería resultados distintos tenía que dejar de hacer siempre lo mismo y salir de su estructura de tímido era una manera de hacerlo ¿verdad?

Sonrió para sí, conforme de haber obtenido una victoria aunque fuera parcial. Al menos había dado el brazo a torcer, incluso si era de mala gana. Pero ahora iba a tener que ver cómo hacía para ponerse creativo. Prefirió dejar de pensar en eso y patear el problema para más adelante. "¿Tienes hambre?" Le preguntó como para cambiar de tema. Estaba rodeado de personas altamente orgullosaas y sabía que lo mejor después de que la otra parte cediera, era cambiar de tema y dejar espacio para que el ego se curara.

Ella estaba haciendo un esfuerzo por ser más abierta con él, pero un baile frente a todo el colegio no le parecía el lugar para ponerse a hacer una escena. Más sabiendo que ambos odiaban atraer la atención sobre sí.

La repentina pregunta de John la tomó con la guardia baja, cuando pensó que todavía seguirían hablando de la discusión. Internamente, se sintió un poquito decepcionada, pero se le pasó enseguida.

Negó con la cabeza y apretó los labios en anticipación a lo que sabía seguramente se venía. "I'm not hungry..." dijo con el tono lánguido y vago con el que respondía a ese tipo de preguntas últimamente, paseando la vista por el salón para evitar la de John.

Ella, que siempre había sido muy rellenita, estaba demasiado flaca, incluso desde los stándares de la gente normal, pero después de lo que le habían hecho en el verano los hermanos y padres de John, se le cerraba el estómago cada vez que pensaba en comer y apenas podía mordisquear pedacitos de algo antes de perder el apetito por completo. Eso había dado lugar a rumores desagradables sobre su pérdida de peso, pero por mas mal que la hicieran sentir, tenía cosas más importantes en su mente como para realmente dejar que la afectaran a nivel profundo.

La miró con la preocupación de siempre al oír la respuesta acostumbrada. Era una rutina en la que caían con facilidad últimamente y cada día lo desgastaba un poco más. Y eso sin contar lo mucho que lo preocupaba, como si no tuvieran ambos ya suficientes problemas sin que ella siguiera de huelga de hambre.

"You ought to eat, Girlie." Hablaba cariñosamente, en voz baja, pero había un dejo de urgencia en su voz que denotaba lo tenso que el tema lo ponía. Su mano libre había ido a apoyarse sobre la que ella tenía en su brazo y la estrujó con fuerza como para darle ánimos. "It's not for your health and you know it." Le dedicó una mirada elocuente que quería recordarle las palabras que no podía repetir en público. Que su cuerpo necesitaba combustible no sólo para subsistir, sino también para producir leche para Nicky.

"Maybe just a bite of desert?" He offered hopefully. Si había alguna manera de hacerla comer era por lo dulce. Si no la convencía con los postres, nada lo haría. No que fueran lo más sano del mundo, pero eran mejor que nada. Eran calorías para mantener ese cuerpo que él amaba tanto, andando.

Le puso cara de perrito mojado. No tenía ganas de ponerse a discutir con él sobre comida en frente de todo el colegio, pero tampoco tenía ganas de comer y después ponerse nerviosa si terminaban discutiendo por alguna otra cosa. —I know... —murmuró bajando la mirada, todavía haciendo pucheros.

Esa conversación comenzaba a cansarla. Todo el mundo le decía que comiera. Se volvía algo totalmente irritante: una obligación y la persona rebelde que aún quedaba dentro de ella, intentaba llevar la contra de manera inconsciente... a demás del tema de que todavía estaba mal mentalmente por las torturas del verano como para sentirse hambrienta.

—All right, all right. Maybe a little bit of dessert —accedió para evitar peleas... y porque había visto uno de sus postres favoritos en la mesa.