Como comenzó todo...

Gavvie estaba descansando a su modo. Después del entrenamiento de Quidditch con su instructor, casi todos en el equipo que había estado entrenando con ella ese día (Gryffindor) habían regresado a los vestidores para ducharse y cambiarse. Ella, sin embargo, se volvió a montar en su escoba y salió volando a toda velocidad por los terrenos para relajarse. El poder sentir el viento contra su rostro y a su alrededor no tenía precio. Era una sensación única que la hacía sentirse totalmente relajada y en paz.

En un momento vio a lo lejos los chicos squibb del nuevo programa bizarro que había armado el director de Hogwarts y decidió acercarse un poco a curiosear y otro poco a pavonearse. Pasó volando cerca de ellos y giró en dirección del bosque. En el momento en que se estaba ya alejando de la zona escuchó un grito y una especie de relámpago verde iluminó la tarde que comenzaba a anochecer desde su espalda. Instintivamente, voló en redondo y regresó hacia donde habían estado los chicos pero ya no los vio.

Asumió que se debían haber dispersado y la oscuridad que caía rápidamente no dejaba que viera demasiado lejos tampoco. Decidió frenar la escoba y apearse, haciéndola desaparecer con un simple movimiento de su varita. Estaba a punto de encenderla para poder ver mejor cuando oyó un grito agudo junto a ella. Miró en esa dirección y encontró a uno de los chicos Squibbs paralizado de terrror con la espalda contra un árbol. Estaba acorralado ahí por un inferi de aspecto bastante desagradable y ya que tenía la varita en la mano, se quedó dura en su lugar un momento apuntándole al monstruo. No es que tuviera idea consciente de qué hacer para espantarlo, incapacitarlo o vencerlo, pero sentía que si tan solo lo intentaba, el conjuro saldría solo de la punta de su varita, la cual la llamaba poderosamente a usarla... el tema era si hacerlo o no.

Addie tampco se había ido a los vestidores después del entrenamiento. A diferencia de Gavrila, no tenía ganas de relajarse ni nada por el estilo. Había pasado todo el entrenamiento inexplicablemente tensa, con una sensación extraña en la boca del estómago que le indicaba que algo malo iba a suceder. Era muy sensible en ese sentido y jamás se equivocaba.

Siguiendo sus instintos, Addie anduvo a pie en dirección al bosque con la varita en la mano y con mucho cuidado, mirando para todos lados por las dudas que apareciera algo peligroso. Sabía en su cabeza que no podía haber nada peligroso ahí, que los terrenos de Hogwarts eran un lugar de lo más seguro, pero al mismo tiempo no podía sacudirse esa sensación de encima.

En eso andaba cuando vio unos inferi acercarse desde el bosque al grupo de chicos. Vio cómo la profesora se lanzaba delante de ellos y conjuraba un potente campo de fuerza mágico para protegerlos, pero también había visto a uno que de puro miedo se había separado del grupo antes de que la protección fuera puesta en su lugar.

Corrió detrás del chico para asegurarse de que no le sucediera nada, pero en un punto lo perdió de vista. Cuando volvió a ubicarlo, Gavrila se encontraba de pie a unos pocos metros de éste con la varita en la mano. Parecía a punto de hacer algo pero sin embargo no lo había hecho y ella entendía perfectamente por qué. "¡No lo hagas!" Le gritó desde unos metros más atrás. "Once you do it, you will never again return to mundane life." Le advirtió con expresión lastimera, como si ella supiera lo que le estaba diciendo por experiencia propia.

Al segundo siguiente su rostro se transformó con determinación y apuntó la varita hacia el inferi antes de lanzar un hechizo poderoso del que no tenía la menor idea sobre cómo hacer si uno le preguntaba cuando no tenía en frente uno de esos seres detestables.

La aparición de Adara la sacó de su parálisis. La miró asombrada de encontrarla en ese momento y lugar y de verla empuñar la varita con tanta confianza, como si tuviera años de práctica y no estuviera ni un poco asustada. "No! Don't!" Protestó ella enseguida, elevando la voz y con aspecto preocupado. Había reconocido en el inferi a uno de los magos que habían desaparecido de Hogsmeade unos días antes. No conocía ni al tipo ni mucho del pueblo, pero la noticia había estado all over the news.

"He was human until a few hours ago!" Explicó a juzgar por lo que había visto antes del inferi que ahora se arrastraba hacia el niño en lugar de moverse rápidamente como antes. Claramente, el hechizo de Adara lo había incapacitado lo suficiente como para restringir sus movimientos.

Se acercó hacia el inferi con seguridad, aún apuntándole con la varita y parecía a todas luces lista para terminar el trabajo que había empezado. Mientras tanto, el niño se había arrastrado lejos del peligro, pero el inferi seguía arrastrándose con paciencia y determinacion sobrehumanas.

Hizo caso omiso a las palabras de Gavrila, ignorándolas por completo cuando se acercó como para rematar al monstruo.

Se puso más nerviosa al ver que Adara parecía ignorarla y comenzó a desesperarse un poco. "Are you all right doing this!?" Le gritó bastante preocupada porque nunca había estado en una situación de ese estilo. Ni siquiera en su clase de artes oscuras en Durmstrang. "This is murder!!" Le recordó.

Addie distrajo momentáneamente su atención del inferi (que de todas maneras aún se mantenía a una distancia relativamente grande de ellas aunque intentaba avanzar entre los troncos y raíces del suelo). Miró a Gavrila con el ceño levemente fruncido, como si hubiera algo que no entendía.

"The silence is approaching." Le recordó con seriedad y un dejo de tristeza en los ojos pero a la vez sonando determinada. "If I don't do this, there will be even more victims!"

El hecho de que no pareciera escuchar razones la irritaba y preocupaba todavía más. Había algo en el hecho de que una muchacha tan delicada como ella estuviera mostrándose tan determinada al punto de llegar a sonar inescrupulosa, que la hacía poner nerviosa. Tal vez fuera el cargo de consciencia de saber que debería estar ayudándola en lugar de intentar desentenderse, pero prefería no pensar en eso. La moral se lo impedía.

"Are you saying that's why you don't care how you accomplish it!?" La increpó indignada. Esperaba más de ella, mucho más. Por más que no la conociera, estaba segura... se había hecho una idea tan clara de cómo debía ser ella, su personalidad y su forma de pensar, que no entendía cómo podía de repente salir con algo así de frío. No la conocía pero sentía como si la conociera de tanto soñar con ella y el verla actuar así la hacía sentir mil cosas al mismo tiempo, tantas sensaciones encontradas que no tenían sentido y la volvían loca.

"That's right" I don't care what means I use!" Le dijo con la voz de mando que había utilizado la vez anterior salvo que mucho más fuerte. Le clavó una mirada determinada y desafiante a la vez, como retándola a atreverse a llevarle la contra e incitándola a entrar en razones y seguir su ejemplo.

Apretó los dientes y los dedos alrededor de la varita con fuerza. No podía creer lo que estaba escuchando. Le daba vergüenza ajena, la irritaba tanto su necedad. Su crueldad innecesaria.

"Are you really satisfied..." había empezado a preguntar totalmente indignada cuando de repente un segundo inferi salió de detrás de ella. Lo escuchó justo un segundo antes de que éste se le tirara encima para atacarla, con un movimiento inusualmente rápido para ese tipo de criatura. Abrió los ojos en sorpresa e inhaló sonoramente por la boca en una fracción de segundo porque no había atinado a contraatacar para defenderse y se vio venir la muerte encima.

Por estar frente a Gavrila, Adara vio llegar al inferi un segundo antes y reaccionó instintivamente. Sabía que no llegaría a atinar un hechizo sin la posibilidad de lastimar a Gavrila también en el proceso, así que se lanzó hacia ella con todo el cuerpo, con toda su fuerza aumentada por la adrenalina, al grito de "Look out!" y la agarró por debajo de los brazos como para abrazarla, pero en lugar de eso se le tiró encima para sacarla del medio, empujándola para un costado lejos del inferi y a salvo.

Ambas cayeron al suelo, pero ella estaba arriba de Gavrila por la manera en que la había empujado. Apenas caer, se incorporó sobre el cuerpo de ella sin prestar atención a los tres gruesos y profundos rasguños que tenía en el brazo izquierdo, los cuales se convertían en cuatro enormes tajos a lo ancho de toda su espalda. Miró con decisión al inferi que nuevamente se lanzaba sobre ellas y lo atacó de manera tal que ya no quedaron restos siquiera que pudieran levantarse e intentar atacarlas nuevamente. Ni siquiera del otro, del primero dejó más que carne quemada su furioso ataque.

Respiraba agitadamente. El subidón de adrenalina que le había permitido hacer ese ataque excepcional y derrotar a los monstruos había bajado rápidamente para dar paso al dolor, un dolor que inmovilizaba y era excruciante a causa del veneno. Lo último que alcanzó a ver antes de desmayarse fue el cuerpo carbonizado de ambas criaturas.

En la fracción de segundo siguiente a aquella en que se había dado cuenta de que no saldría viva de esa, Gavrila vio a Adara saltar contra ella para alejarla del golpe e interponerse en medio para protegerla. Los ojos se le abrieron aún más ante la sorpresa de que ella, que era prácticamente una desconocida, estuviera dispuesta a hacer ese sacrificio enorme por ella. En esa misma fracción de segundo, se dio cuenta de lo mal que había hecho en rechazarla... que al menos le hubiera gustado llegar a conocerla un poco mejor antes de que murieran... y que no era justo de que tuviera un fin tan temprano por su culpa... por sus dudas tontas... por su inútil compasión. Supo que tendría que haber seguido su instinto y acabado con el inferi al primer momento, pero ahora era tarde para lamentarse.

Cayó al suelo con Adara encima suyo, lo cual le quitó un poco el aire de los pulmones y la dejó tumbada unos momentos. Cuando finalmente se recuperó lo suficiente como para volver a sentarse, ambos monstruos se habían convertido en carne quemada a unos metros de ellas. Buscó a Adara con la mirada de manera inmediata. Quería agradecerle por haberla salvado, pero la encontró inconsciente.

Preocupadísima de que pudiera estar muerta o herida de gravedad, corrió hacia ella y se arrodilló a su lado con el corazón latiéndole a mil por hora. Recién cuando comprobó que aún respiraba pudo quedarse algo más tranquila. Todavía tenía mucha adrenalina encima y la varita aferrada con fuerza en su mano, ya que temía que pudieran aparecer más monstruos. Tenía que sacarla de ahí y llevarla a la enfermería del castillo, pensó.

Con mucho cuidado, intentó levantarla, pero aún estaba demasiado nerviosa como para que las rodillas le respondieran, así que se quedó sentada con la espalda contra un árbol (como el chico antes que ella), con Adara en el regazo. La sostenía como si fuera un niño, con un brazo detrás de su espalda mientras que ella estaba sentada sobre ella y las piernas le colgaban fuera de las suyas. Apagó la varita instintivamente para evitar atraer la atención de más monstruos. Sabía que mientras no hubiera luz ni movimiento no podrían encontarlas, así que se sintió relativamente segura ahora que había terminado de anochecer.

La miró con preocupación y pena. Se sentía totalmente responsable de sus heridas, que no habría tenido si ella se hubiera decidido a acabar con los inferi de un principio o no la hubiese entretenido con su estúpida charla moral cuando ella había intentado hacerlo.

Aún adolorida, Adara se despertó algo más tarde. Mejor dicho, se despertó a causa del dolor. Abrió los ojos con una mueca de pain y miró alrededor, algo sorprendida de estar en los brazos de Gavrila. "Where's the inferi?" Preguntó medio confundida.

A falta de algo mejor para hacer, Gavrila se la quedó mirando en la oscuridad, apenas capaz de distinguir sus rasgos, pero sin poder sacarle la vista de encima.

Se quedó algo más tranquila cuando la sintió moverse y después la oyó hablar. Aún la miraba con cierto cariño y pena, como cuando uno ve que alguien que quiere mucho está sufriendo y se nota que desearía ser él quien sufre para que el otro no tuviera que padecer ninguna incomodidad.

"You beat it." Le dijo con suavidad, con una dulzura y gentileza que se hubieran creído imposibles en ella.

"I shouldn't have hesitated." Se reprochó en voz muy baja. "I should have just killed it the second I saw it." Le dijo hablando con dificultad porque ya el respirar le dolía. Todo lo que involucrara mover la caja torácica le dolía.

"It's not that I'm fine with it..." le aclaró por las dudas, aún hablando con dificultad. "But I'm a soldier because I chose to do this. I can't show compassion..." Explicó mirando lánguidamente en dirección a la pila de carne quemada cerca suyo. "I need to get rid of them no matter what the cost is..."

"Then why did you cover for me just now?" Le preguntó con un tono que parecía casi como si la estuviera retando, pero a la vez como si le doliera verla así de mal, tan débil. Era casi como si le estuviera recriminando que la hubiera salvado en lugar de agradecerle. Y lo había dicho con tanta intensidad, tanta vehemencia... "If you hurt your hand you won't be able to become a violinist..." Le dijo todavía con cierto cariño, utilizando la mano con que no le soportaba la espalda para moverle levemente el brazo lastimado como para poder examinarle mejor las heridas que tenía ahí, que la impresionaron un poco pero más que nada la entristecieron porque eran su culpa. Era su culpa si ella no podía cumplir su sueño de ser una violinista por lastimarse por salvarla porque no había sido capaz de actuar a tiempo.

"I..." dijo respirando aún con más dificultad y sintiéndose más y más débil a cada momento a causa del veneno, pero teniendo que hacer un esfuerzo para mantenerse despierta, porque quería seguir hablando y porque no quería perderse la oportunidad de tenerla cerca. No pensaba que fuera a volver a darse, e incluso si sólo la sostenía así porque estaba lastimada, quería aprovechar cada segundo que pudiera tenerla a su lado, sentir su calor y sus manos sobre ella.

"I didn't investigate you because you were the other soldier in my dreams..." Le confesó en voz muy baja, evitando la mirada de ella aún en medio de la semi oscuridad. Luego buscó la vista de Gavrila con la suya. "It goes back much further than when I realized you were that person." Le confesó porque tenía miedo de no poder llegar al hospital del colegio a tiempo, de que las atacaran o que el veneno hiciera efecto antes de que pudieran curarla o de haber perdido mucha sangre, pero sobre todo, tenía mucho miedo de dormirse y ya no volver a despertarse, y haberse muerto sin poder decirle lo que sentía.

"I was watching you in your first game from close by. I wanted to cruise along the beach in your broom... just once..." Hablar le estaba costando más y más a cada momento, pero quería poder decirle todo lo que tenía para decir. No tener ningún arrepentimiento en la vida, era el verdadero significado del coraje de los Gryffindors para ella.

La escuchó con cierta aprensión, no por lo que estuviera diciendo, sino porque le parecía que no era momento de que hablara, pero al mismo tiempo, quería escuchar lo que tenía para decir. Quería finalmente enterarse de la razón por la cual la había estado investigando y siguiendo, aparentemente.

Le sorprendió enterarse de que era algo previo a los sueños premonitorios, aunque no lo demostró porque en ese momento el miedo a que le pasara algo y se pusiera peor era mayor a la sorpresa que sentía. Fijó su mirada en ella a través de la penumbra al oír que la había ido a ver en su primer juego profesional de Quidditch. Había sido en Hungría. No entendía cómo... pero claro, para poder tocar en un crusero tan exclusivo sin ser una genialidad de la música, seguramente hacían falta mucha plata y conexiones. Así que era una chica de la alta sociedad después de todo. Su conjetura había sido acertada.

Lo que la shockeó total y absolutamente, porque no se lo esperaba ni un poquito, es que le dijera que en realidad era ella la chica de su escuela que había mencionado la otra vez... la que se moría por volar con ella sobre la playa. Ciertamente encontraba a Adara atractiva, pero no se hubiera esperado nunca que se diera el caso inverso. Había pensado que el palo de la vez pasada había sido totalmente inocente, por matar el rato o tal vez to mess with her head nada más.

La confesión la hizo abrir los ojos de más en sorpresa al caerle esa ficha y la miró con estupefacción durante unos largos dos o tres segundos, incapaz de articular palabra. Era justamente su tipo de mujer, aunque últimamente se conformaba con cualquiera que le prestara atención. Nunca había esperado que alguien del tipo que a ella le gustaban le fuera a prestar atención considerando... bueno, considerando lo obvio, que esas mujeres habitualmente se casan con médicos o abogados y se quedan en casa a ser perfectas madres.

Al notar la reacción de sorpresa en el rostro de Gavrila, Addie frunció levemente el ceño en una expresión vulnerable, comúnmente conocida como cara de tonta absoluta. Estiró levemente el cuello a pesar de que el movimiento le causó dolor, pero quería poder verla bien. Para eso, en la penumbra que las rodeaba, necesitaba acercarse un poco más. Le había parecido un dolor que valía totalmente la pena. Poder tenerla así de cerca, poder ver en sus ojos, no tenía precio para ella.

"You don't rely on anyone at all." Continuó explicando sus motivos hablando rápidamente pero con vehemencia. Las razones por las cuales le gustaba. "And you're always honest to your feelings."

"I'm not honest at all..." la contradijo también con vehemencia, pero en voz muy baja, en un tono que estaba cargado de vergüenza de sí misma por no ser como ella la describía. No tanto por no estar a la altura de las circunstancias como por el hecho de que realmente era un buen estandad de vida, uno que sería lindo poder alcanzar, pero no sentía que fuera el caso y se sentía decepcionada de ella misma por no ser más perfecta, por así decirlo. "I keep running away." Explicó lo que para ella era la verdad de la situación.

"I know about you more than you do... because I've always been watching you." dijo so pena de sonar un poco creepy. Aunque a decir verdad, en ese momento ni se le cruzó por la cabeza el pensar que podía llegar a sonar así. No con el veneno del inferi entorpeciéndole el proceso de pensamiento. Era como una borrachera dolorosa y cansadora, aunque nunca había tomado de más en su vida.

"You are the one person I don't want to see walking the same path that I did..." Se refería a lo de hacerle caso a los sueños y ese instinto que la impulsaba a enfrentarse a los inferi cuando cualquier alumno coherente hubiera salido corriendo a más no poder hacia la seguridad del castillo. "But... when I realized that you were the other person in those dreams... I was happy." Confesó con una sonrisa, aunque había cerrado los ojos del dolor porque ya no lo aguantaba. Le latía toda la espalda y el brazo y le costaba pensar y respirar.

En ese momento se dio cuenta de lo que acababa de decir y las implicancias de todo el speech que acababa de darle y se sintió culpable. Desde un punto de vista analítico, no tenía derecho a decirle todo eso, a hacerle semejante confesión en ese momento en que estaba toda rota y seguramente daba culpa mandarla a mudar, como estaba segura de que hubiera hecho en una situación normal, donde no se sintiera obligada a tenerle cierta tolerancia por haberle salvado la vida. Sentía que era egoísta e injusto ponerla en esa posición en lugar de darle la opción que se merecía, de mandarse a mudar como había hecho las dos veces anteriores en que habían conversado.

A pesar de la palidez que tenía por haber perdido sangre, se ruborizó bastante al pensar en todo eso y la miró con los ojos llenos de lágrimas de culpa, de rabia. No estaba segura de por qué estaba llorando. Tal vez porque sabía que Gavrila no la correspondería cuando podía tener a quien se le cantara en el universo, cualquier hombre o mujer, con esa personalidad tan encantadora y su fama y su apariencia. O porque se sentía una mala persona por abusarse de ese ratito en que podía tenerla para sí o porque sabía que es todo lo que iba a durar y que después sería tan sólo un recuerdo confuso, poco más que un sueño y a veces era mejor no haber soñado que soñar y despertarse en la fría realidad nuevamente.

"I'm sorry..." Se disculpó mientras que dos lágrimas se le resbalaban por las mejillas hacia el nacimiento del cabello. "I didn't mean to tell you all this..." Dijo avergonzada de sí misma, aunque sin timidez. Más bien parecía mortificada.

Quiso decirle mil cosas para hacer desaparecer esas lágrimas, pero supo que cualquier cosa que dijera sólo las ahuyentaría de manera temporaria. Sabía lo que tenía que hacer si realmente quería que no volviera a llorar por su culpa.

Su expresión se cambió a una de determinación que parecía tener poca relación con la confesión que acababa de escuchar, pero en realidad tenía todo que ver. Buscó los cuerpos carbonizados de los inferi con la mirada y supo lo que iba a hacer. Entonces volvió la mirada a ella, todavía con el ceño levemente fruncido y los labios apretados a causa de la decisión que acababa de tomar.

"You need to see a doctor..." le dijo con cierta seriedad. Podía llegar a parecer molesta o enojada para quienes no la conocieran, más a media luz, pero en realidad se sentía mejor que en mucho tiempo. Como si finalmente hubiera encontrado el lugar al que pertenecía. Se puso de pie con algo de dificultad, cargándola a ella de la mejor manera que pudo, aunque estaba segura de que no había sido todo lo delicada que hubiera querido. Era su mejor esfuerzo, pero no le bastaba.

Al pararse, vio entre los árboles que al menos una docena más de inferi se encontraban de pie entre los árboles, como adormecidos... esperando ver algo que se moviera para atacarlo, pero no reaccionó con miedo como lo hubiera hecho antes. La fuerza que la decisión de vida que acababa de tomar le había conferido, la hacía sentirse intocable, capaz de enfrentarse a cualquier cosa y salir airosa. Incluso correr carreras parecía nimio en comparación con eso. "A storm is approaching." Dijo con firmeza mientras comenzaba a caminar a paso vivo entre los árboles, dando un rodeo enorme para evitar a las criaturas y con los sentidos muy alertas. Era más poético que decir que el lugar estaba infestado de muertos vivos y que en cualquier momento iba a convertirse en un campo de batalla.

Notó el cambio en la expresión de Gavrila, pero no supo cómo interpretarla. Era lo suficientemente buena leyendo expresiones faciales como para no tomarlo como enojo para con ella, pero no entendía por qué parecía molesta... tampoco se sentía con suficientes fuerzas como para analizarlo.

Pensó en discutir y supo que era inútil contra esa expresión de determinación. ¡Eso era! Finalmente había logrado ubicar la cara... pero ¿por qué? ¿Se había decidido a esperar a que se sintiera bien para gritarle entonces? ¿A desaparecer sin decir adiós apenas ella se durmiera en la enfermería? ¿Volverse a si país? Ni se molestó en asentir con esa oscuridad.

Ella también podía entrever a los inferi a lo lejos y se alegró de que no estuvieran dentro del área de percepción de ellos justo antes de perder la consciencia.