Vagando por los pasillos

Otro año se había terminado. Las vacaciones habían pasado de largo sin que a él le importara un cuerno y un nuevo ciclo lectivo había comenzado con la misma actitud de mierda de su parte hacia la vida. Él siempre había tenido tendencia a desanimarse cuando su vida marchaba especialmente mal en el plano de lo amoroso, pero ésto era algo sin paragnon. Deprimido desde que su amorcito egresara del colegio, se había pasado gran parte del verano encerrado en su cuarto escribiendo poesía. Su hermano Louis, muy popular y activo, había intentado distraerlo proponiéndols distintas actividades desde jugar al quidditch hasta ir a bailar a la ciudad muggle con sus amigos, algo que Louis nunca había querido hacer sin importar cuánto Elroy le hubiera rogado. Aún así, él había rechazado todas las ofertas y se había dedicado a escribir y soñar sobre ese par de esmeraldas que lo estaban volviendo completamente loco.

Ahora, de vuelta en el colegio, se pasaba las tardes vagando por los pasillos para evitar la sala común donde tenía (según él) tantos buenos recuerdos con ella, a pesar de que en realidad fueran tan solo unas pocas noches en que ella se había dignado a bajarse del pedestal y a pasar tiempo con él.

Esa tarde en particular, Elroy se encontraba caminando por uno de los pasillos del sexto piso donde había una pintura de una bruja que le recordaba muchísimo a su querida. Se trataba de una imágen de la hija de Rowena Ravenclaw, pero para él, dispuesto a ver semejanzas donde no las había, era como una musa bajada de los cielos para torturarlo con su presencia. De un lado al otro del pasillo andaba él, robando miradas al cuadro que, perdido en sus pensamientos, no se dignaba a dirigirle la palabra, otra cosa que tenía en común con ella.

Maggie había estado robando algunos bocadillos de la cocina entre horas y se dirigía de vuelta a la sala común a disfrutarlos con una buena taza de té mientras leía algún libro de novela rosada que pudiera encontrar en el fondo de su baúl (De los muchos que había tirado allí dentro antes de volver a clases cuando hacía sus maletas) o alguna de las revistas de moda que le habían prestado sus amigas.

En eso andaba cuando, al pasar por un pasillo del sexto piso de camino a la torre de Ravenclaw, se cruzó con Del que, aparentemente abstraído en sus pensamientos, iba y venía de un lado a otro en una actitud que comenzaba a parecerle poco sana mentalmente hablando. Eso la preocupó un poco y se acercó a él para hablarle. "Hey Del. ¿Todo en orden?" Le preguntó.

La voz de su compañera de curso lo sacó de su ensimismamiento y lo devolvió a la fría y cruda realidad, donde la poesía no tenía lugar y el mundo era triste porque no tenía a sus dos luceros para iluminarlo por las noches. "Maggie, hola" la saludó con una sonrisa amistosa que sus ojos no reflejaron como hacían cuando estaba todo bien enserio y no cuando, como en ese momento, sólo pretendía que todo estba bien para que la gente no se preocupara por él ni le preguntara cosas inconvenientes. "Sip. Tout en orden." le aseguró mintiéndole directamente a la cara con una de sus mejores sonrisas compradoras, de las que utilizaba de chico para conseguir que su madre o su niñera hicieran lo que él quería. "Sólo estaba pensando un poco... en esta pintura de la hija de Rowena Ravenclaw..." explicó lo mejor que pudo. "Me recuerda a alguien y me pregunto si habrá alguna posibilidad de que estén emparentadas..." continuó diciendo de la manera más coherente que pudo para que la muchacha no lo tachara de totalmente desquiciado.

Del se tomó un momento para mirarla bien, como si fuera la primera vez en mucho tiempo que veía a su compañera. Maggie era simpática, divertida y fácil de conversar, pero distaba de ser una musa inspiradora de poesía romántica así como estaba siempre haciendo caras graciosas y comiendo pastelillos dulces. Era demasiado parecida a él para gustarle y se preguntó por qué estaba siguiera pensando en eso, pero es que últimamente escribir poesía triste y pensar en el amor que había perdido era lo único que podía hacer.

"Hola" Volvió a saludarlo ella animadamente, de manera instintiva. A veces se repetía a sí misma varias veces y tendía a contagiársele el ánimo de quien estuviera con ella, en este caso, la fingida despreocupación de Elroy. Le devolvió la sonrisa del mimsmo modo, no siendo lo suficientemente inteligente como para ver a través de la máscara que él estaba creando o tal vez asumiendo que tendría sus razones para ocultarle la verdad. Tal vez se trataba de algo personal y ella, en la medida de lo posible, prefería no entrometerse en la vida privada de la gente o por lo menos en los aspectos que éstos no quisieran compartir.

Cuando él mencionó la pintura, Maggie levantó la vista y la miró como si le prestara atención por primera vez. Era una muchacha inteligente, pero sus intereses eran un tanto superficiales como para prestarle atención al arte, en especial a una pintura que estaba obligada a ver todos los días y que ahora ya era parte del paisaje más que algo en lo que fijarse. No entendía de arte tampoco como para ponerse a verle los detalles. -Ah, así que ésta es la hija de Rowena Ravenclaw...- pensó ella. -Tantas veces pasé por este pasillo sin fijarme.- Sin embargo, ahora que lo pensaba, el parecido con los bustos y retratos de Rowena que estaba acostumbrada a ver era innegable. "Se parece un poco..." comentó perdida en sus pensamientos y refiriéndose a la madre de la retratada, no a la mujer de la que hablaba Elroy, cuya explicación de hecho no estaba escuchando del todo. Por haber oído a medias la explicación, cuando salió de su ensimismamiento, Maggie estaba un poco perdida en la conversación e intentó hacer memoria de lo que él acababa de decirle. "¿Con alguien de hoy en día?" preguntó sorprendida una vez que hubo procesado el sonido en su memoria a corto plazo. "Después de tanto tiempo, la verdad que no lo creo..." dijo intentando decirlo con tacto para no desanimarlo. "¿A quién te recuerda?" Le preguntó ahora ya por pura curiosidad.

Apenas si le llamó la atención que ella saludara de nuevo. Sólo asumió que ella era 'esa clase de persona' y lo dejó pasar. "Y... es la hija" opinó sobre el comentario de ella, dandole a entender que era algo obvio. "En realidad los historiadores piensan que era bastante más que sólo un poco parecida. Creen que se le parecía mucho" explicó en base a lo poco que sabía sobre el tema. Nunca se había interesado demasiado por Rowena Ravenclaw. Era demasiado nacionalista para caer en ese orgullo Inglés de las cuatro casas.

"Aha" dijo mientras asentía. La verdad es que no estaba de demasiado buen humor y no tenía ganas de tener que soportar gente, incluso si se trataba de gente que le caía bien. En particular, que ella estuviera haciendo todos los comentarios incorrectos sobre el tema del retrato empeoraba un poco la situación, pero él era consciente de ésto y estaba haciendo lo posible por contar hasta diez y tenerle paciencia, sabiendo que en realidad el del problema era él. "Agatha Horton" dijo simplemente, sin explicaciones ni nada, co la mirada todavía perdida en los ojos de la mujer del cuadro. En otro momento hubiera aclarado que se trataba de la ex premio anual y que había egresado el año anterior, pero bajo esas circunstancias no quiso entrar en detalles. Seguro que ella lo arruinaba de alguna otra forma.

Maggie rió tontamente cuando lo oyó decir eso, cayendo en la cuenta de lo ridículo que había sido su propio comentario. "Tienes razón." Admitió a la vez que sus mejillas tomaban un poco de color ante la idea de haber quedado como una tonta. No porque él fuera especial, simplemente no le gustaba hacer el ridículo y, lamentablemente, tenía una predisposición a que le sucediera de todas formas, por más que intentara evitarlo en la medida de lo posible. El resto de su discurso lo escuchó ya más seria, prestándole especial atención para no volver a meter la pata. Observó el cuadro una vez más, con aire pensativo, intentando hacer memoria y recordar el rostro de la estatua en la sala común. "Supongo que la persona que pintó este cuadro no es la misma que talló las esculturas de la sala común." Dijo finalmente, luego de su análisis. "Yo no las encuentro tan parecidas..." comentó medio ausente, acercándose al cuadro y mirando con atención las márgenes, en busca de una firma o algo que le diera una pista sobre el autor del retrato.

Al oír ese nombre algo le vino a la memoria. No estaba segura de qué era, pero por alguna razón le sonaba a que alguna vez había visto a esos dos juntos por el castillo. Lo extraño era que le parecía recordar que habían estado discutiendo en esa oportunidad y no veía por qué Delamere se pondría a buscarle tanto parecido al cuadro con una persona con la que no se llevaba bien. Especialmente tratándose de la fundadora de su casa, alguien a quien todos los Ravenclaw admiraban. Hubiera entendido tal vez si le buscaba semejanzas con Salazar Slytherin o Helga Hufflepuff... En ese punto dejó de darle vueltas al asunto porque notó que estaba callada cuando de seguro él estaba esperando una contestación y se apresuró a responderle. "Creo que sí se le parece." Tuvo que admitir en cuanto vio el cuadro. Las estatuas de la sala común eran un tema aparte. "La mirada severa y la nariz... incluso el cabello negro..." sopesó mientras hablaba. "Creo que tienes razón. Tiene cierto parecido con Agatha Horton." Admitió finalmente. "¿Por qué te interesa tan de repente?" Le preguntó con curiosidad inocente. No era la muchacha más perspicaz del mundo... de hecho, era bastante despistada.

Elroy sonrió levemente ante la risa de ella, más bien por compromiso, aunque se veía bastante natural. Era muy buen actor y bastante payaso. Levantó las cejas cuando oyó la teoría de Maggie. Era algo que no se le había ocurrido y en su delirio por encontrarle parecidos para tener alguien más cercano a quien admirar, así fuera una estatua, él no se había puesto quisquilloso con los detalles, por más que en general era bastante detallista. "Tendría que ver quien fue el autor." Añadió al debate, acercándose él también a la pintura para examinarla en busca de alguna clase de firma. -O podría fijarme en Una Historia de Hogwarts y ver si se menciona a los autores de cuadros y esculturas...- Sus padres le habían regalado ese libro cuando se mudaron a Inglaterra y decidieron que él iría a esa escuela y como él era un nene obediente, lo había leído, si bien no recordaba demasiado del contenido.

Él miró la pintura un rato más antes de responder. "Aunque supongo que en realidad debe parecerse a la madre... no es que la conozca, pero la retratada aquí frente a nosotros no parece demasiado joven." Opinó con una mueca de desagrado. En ese momento, la pintura que había estado ignorándolos categóricamente hasta entonces, les dirigió una mirada desdeñosa, aparentemente ofendida por las palabras de Elroy. Se encogió de hombros cuando ella le hizo esa pregunta. No pensaba ponerse a contarle su vida privada a cualquiera que pasara, por muy compañera de curso que fuera. No era su OH amiga y a él no le gustaba lavar sus trapos sucios al sol. "No lo sé, la encontré parecida y no la tengo más a mano como para hacer una comparación más fideldigna" explicó con soltura, como si de repente el asunto no le importara.

Cuando escuchó aquello, Maggie se paró en puntas de pie y se acercó al cuadro para ver si encontraba alguna firma o algún otro dato en la plaquita de metal bajo la imagen, pero no encontró nada que le resultara de demasiada utilidad. "Bueno... no creo que vayas a tener mucha suerte con lo del autor... no encuentro ninguna firma." Observó ella inflando un poco los cachetes y apretando los labios juntos en una mueca.

"Ahora que lo dices, es cierto. Esta mujer es demasiado grande para ser Horton, pero bien podría ser su madre..." Maggie se quedó mirando la pintura de modo pensativo durante algunos momentos. "Ya veo." Dijo simplemente, sin querer preguntar mucho más para que no la sacaran cagando.

Él hizo otro tanto inspeccionando por su parte, pero acabó por arribar a la misma conclusión que ella acababa de expresar. "Así pareciera..." Dijo incapaz de ocultar su frustración. Ahora que había encontrado a alguien parecido a su musa inspiradora, quería saber todo lo posible sobre esta persona, incluso si se trataba de alguien que llevaba cerca de diez siglos muerta.

En todo el tiempo que había estado contemplando la pintura y divagando sobre su origen, en ningún momento se le ocurrió preguntarle a la retratada sobre sí misma y aún era algo que no le venía a la mente, por más que se tratara de la respuesta más obvia. En cambio, a la hija de Ravenclaw sí se le había ocurrido y revoleó los ojos dando un resoplido de hastío al notar que esos jóvenes que no dejaban de hablar de ella, eran demasiado tontos para merecer pertenecer a la casa de su madre.

Roy observó un momento más la pintura antes de darse por vencido, con los hombros caídos y expresión irritada. "Supongo que no voy a resolver el misterio por ahora." Decidió, pensando que en realidad, incluso si lo resolviera, eso no cambiaría el hecho de que Ágatha se había marchado para siempre de su vida.

"Tal vez pregutándole a la pintura?" Sugirió sin levantar demasiado la voz, como para que ella no la oyera. No estaba segura de que quisiera hablar, siendo que en general la retratada solía mostrarse poco simpática cuando se trataba de hablar... al menos su fantasma lo era.

"Bueno, en vista de que hoy no será el día, ¿qué te parece si volvemos a la sala común y me ayudas con algo?" Le preguntó de buena gana, intentando más bien distraerlo que realmente aprovecharse de su conocimiento. Le parecía que necesitaba una distracción cuando todo el tiempo se la pasaba obsesionándose con esa mujer medio insoportable.

Había hecho un movimiento con la cabeza en señal de que caminara con él por el pasillo y había comenzado a caminar hacia la entrada a la torre.