Desanimado durante la cena

John había llegado super temprano al gran salón. Después de sentirse como un idiota toda la tarde mientras terminaba sus tareas, había ido al comedor con la esperanza de animarse un poco hablando con Lex, que seguro lo retaría como se merecía por haber metido la pata hasta el fondo o tal vez alegrarse hablando de estupideces con Maurie que siempre lo distraía y lograba ponerlo de buen humor, pero en ese momento ni siquiera pensar en su amorcito logró levantarle del todo el ánimo. No cuando había discutido con dos de sus mejores amigos y los había lastimado a ambos.

Encontró la parte de la mesa donde ellos siempre se sentaban, vacía. Se sentó en su lugar habitual y como todavía era medio temprano, se cruzó de brazos sobre la mesa y puso la cabeza sobre sus brazos, queriendo desaparecer del mundo. "¿Por qué mierda tengo que abrir siempre la bocota?" Se preguntó a sí mismo en voz alta después de un rato así, donde había revivido la escena que acababa de pasar en el pasillo esa tarde, pero en su cabeza.

Maurie había buscado a John en la sala común y no lo había encontrado. Alguien le había dicho que ya lo había visto irse para el gran salón y decidió ir a buscarlo ahí y probar suerte. Lo vio desde lejos. Era demasiado grande como para no verlo. Por otra parte, estaba sentado donde siempre y es justo donde ella había buscado con la mirada, así que lo ubicó enseguida.

Se preocupó de inmediato al verlo así tirado sobre la mesa porque habían dormido bastante los últimos tres días como para que tuviera sueño y se preguntó si habría sucedido algo, por lo que apresuró el paso para llegar rápido a su lado, con el corazón latiéndole de preocupación porque era una preocupona.

Llegó justo para escucharlo decirse eso a sí mismo, porque no había nadie más sentado cerca, y se preocupón un poco más. "¿Qué pasó?" Le preguntó preocupada a la vez que apoyó las manos sobre los hombros de él y su abdomen contra la espalda de John. "¿Qué dijiste?" Le preguntó repasando en su mente las millones de posibilidades, desde los hermanos de él hasta gente que ella no conocía.

John había estado persiguiéndose mentalmente con que de seguro ahora ninguno de sus dos amigos volvería a hablarle por el problema que había creado involucrándose donde no lo llamaban. En el momento de la discusión, se había prometido hablar con ellos al día siguiente como para aclarar las cosas y se había sentido relativamente confiado, pero después de que pasara un cierto tiempo se había vuelto más y más paranoico, perdiendo la confianza en él mismo y dejando que sus preocupaciones lo poseyeran de manera irracional... más o menos como siempre que pasaba algo desagradable. Necesitaba que alguien viniera a ponerle las cosas en perspectiva.

No había escuchado llegar a Maurie, mucho menos verla, pero sí oyó su voz cuando le habló y la identificó de inmediato. A pesar de que sonaba preocupada, su presencia le robó una sonrisa no exenta de preocupación. "Hmm..." Dijo inconscientemente al sentir el estómago de ella contra su espalda. No por eso en sí, sino porque lo ponía a pensar en lo que estaba más abajo y más arriba y en todas las cosas que hacía tantos meses que no le hacía y que se moría por volver a experimentar... y también en todas las cosas que siempre había querido probar con ella y no se había atrevido, pero intentó mantener la cabeza en los temas más importantes.

Levantó la cabeza y se incorporó en su asiento, girando un poco la cabeza y el torso para poder verla, con una expresión preocupada en el rostro que era la trademark del John de siempre, del que ella se había enamorado tres o cuatro años antes. Intentó encontrar una sola frase corta que resumiera el problema y acabó por suspirar con aire derrotado, bajando la mirada un momento antes de volver a buscar la de ella. "Gipsy y Christopher están molestos conmigo." Dijo sintiendo que realmente eso no lo resumía tan bien como él quería, porque no hablaba del motivo por el cual se había armado el problema.

Maurie se había apoyado en él de esa manera por razones similares, si bien en el caso de ella eran inconscientes. Hacía mucho que no tenía nada de acción y tendía a ser una muchacha bastante calentona, así que ese tipo de insinuaciones le salían un poco sin querer y en ese caso ni se dio cuenta de lo que había hecho o del efecto que podía llegar a tener eso en John, ni siquiera al oírlo. Estaba demasiado preocupada de haberlo visto desanimado cuando él siempre tenía la suficiente entereza y fuerza de voluntad para fingir que estaba todo bien y poner cara de nada incluso bajo las peores circunstancias.

Pestañeó una vez, sorprendida, con la boca levemente abierta. Luego frunció el ceño como si no terminara de comprender la situación, que no parecía tener sentido. Su mente inmediatamente se preguntó qué habría pasado para que se enojaran precisamente esos dos que eran de lo más tranquilo que había en el colegio. De Lex, que era explosiva como ella sola, se lo hubiera imaginado fácilmente o incluso de ella misma. "¿Por qué? ¿Qué dijiste?" Le preguntó todavía más intrigada y confundida que antes. Su tono de voz dejaba entrever que le llamaba mucho la atención que precisamente ellos estuvieran molestos con él.

John se pasó una mano por la cara, como si quisiera quitarse de la cabeza lo que había sucedido o despejarla lo suficiente como para poder pensar en qué hacer. Luego sonrió como quien se ríe un poco de su propia estuipdez y le hizo un gesto a Maurie para que se sentara a su lado. "Ahí te cuento." Prometió. La verdad es que estaba teniendo un día fatal en que todo le había salido bien, aunque el verla a ella le había levantado un poco el ánimo. Ahora nada más se sentía idiota, el idiota más grande del mundo, pero no sentía que fuera el fin del mundo, nada más que ahora sus amigos no volverían a hablarle, aunque con ella cerca lo afectaba menos.

"Pero hoy ciertamente no es mi día, así que yo que vos no me quedaría demasiado tiempo alrededor mío... no sea cosa que nosotros también terminemos discutiendo." Le dijo medio desanimado. Cuando el pesimismo lo invadía, no había manera de quitárselo. Cierto que estar con Maurie lo hacía sentirse mejor, pero era algo general, no hacía que se sintiera más optimista en cuanto a sus amigos sino más resignado.

Al ver que John sonreía, Maurie se tranquilizó un poquito, pensando que no debía ser tan grave. Sabía que Johnny tendía a ser bastante preocupón en exceso, aunque a veces por eso le había pasado de pensar que algo no era grave y llevarse la sorpresa.

Con su curiosidad totalmente picada, Maurie asintió y se sentó junto a John, mirándolo expectante. Rió brevemente por el comentario de él y, a pesar de que se le ensombreció el rostro una fracción de segundo, lo miró con cariño un momento. "No vamos a discutir, tonto." Le dijo acercándose con el rostro algo ruborizado para darle un beso en la mejilla. Era algo que antes no se animaba a hacer en público, pero ella también había tenido tiempo para pensar y para crecer mientras habían estado separados y, ahí encerrada en el sótano, había llegado a pensar que no volvería a ver la luz del sol y se había prometido que si llegaba a sobrevivir, iba a vivir la vida sin arrepentimientos.

Había demasiadas cosas que se había quedado con las ganas de hacer o de decir, sobre todo de decirle a la gente importante para ella cuánto los quería y lo mucho que significaban en su vida, así que ahora estaba decidida a no dejar que la timidez y la vergüenza le impidieran ser más demostrativa. Otra cosa que se había prometido en caso de tener una segunda oportunidad, era ser más demostrativa con él, más abierta en cuanto a lo que pensaba y sentía y así evitar los problemas que habían tenido por la falta de comunicación.

Cuando Maurie se sentó junto a él, John se le acercó un poco de costado, como para quedar hombro con hombro y giró la cabeza para apoyarla en el hombro de ella, como un gatito buscando cariño, refregándose un poquito contra ella. Él tampoco hubiera hecho eso normalmente, pero como había ganado un poco más de autoestima últimamente y se había propuesto ser más espontáneo con ella, intentó no pensar demasiado en lo que sus compañeros que pudieran verlos fueran a pensar de ellos.

"¿Segura?" Le preguntó con un poco de miedo, levantando la mirada para verla con cara de perro mojado, estirando una mano para buscar la de ella y entrelazar los dedos con los de Maurie. "Ya no sé qué más puede pasarme hoy." Le dijo sinceramente, bajando la mirada con algo de tristeza.

El gesto de él la tomó por sorpresa, demasiado acostumbrada a la manera super tímida en que John siempre se había comportado y se ruborizó un poco al pensar que estaban en el gran salón, pero aún era temprano y, de todas formas, estaba tan contenta de volver a tenerlo en su vida, que no le importó demasiado quien pudiera verlos. Claro que igual se puso roja, aunque con una sonrisota enorme en el rostro. Incluso después de tres días, aún seguía sintiéndose como si en cualquier momento fuera a despertarse y encontrarse de vuelta en la realidad horrible en que ellos no se hablaban.

Cuando estaban así de bien y juntos y se sentía tan bien, casi que no se preocupaba por las cosas que aún tenía para decirle. "Segura." Repitió con una sonrisa que esperaba fuera a tranquilizarlo, dándole un apretoncito a la mano de él en la suya como para reforzar la idea. Adoraba sentir sus dedos entrelazados con los de John. Le traía muy buenos recuerdos a la mente y por un momento se colgó pensando en eso. "Buu, pobrecito..." Le dijo poniéndole ella también cara de perrito y acariciándole la cabeza con la mano que tenía libre, aunque le quedara incómodo. "Contame qué te pasó hoy para que sea tan malo." Le pidió con suavidad, de manera comprensiva. La verdad es que se moría por saber qué había pasado con Kip y Gipsy pero tampoco quería apurarlo.

El sentir el apretoncito de ella en su mano y la caricia de Maurie en la cabeza lo hizo sentirse más reconfortado, aunque no más esperanzado de poder resolver el problema que tenía con sus dos amigos. Cerró los ojos y se relajó intentando disfrutar un poco el momento antes de tener que volver a pensar en cosas feas, lo que iba a pasar cuando reviviera el día por contárselo a ella. Se sentía demasiado bien el haber recuperado no sólo a su novia sino también a su mejor amiga. Era como que había pasado de sentirse super solo e incomprendido a completo y en paz. No sabía lo que se le venía encima pronto.

"Hmm... desde la mañana?" Le preguntó abriendo un ojo para espiarla hacia arriba. Estaba un poco todo doblado para poder tener la cabeza en el hombro de ella que era más bajita que él pero en el momento le pareció que valía la pena. No esperó la respuesta de ella, había sido una pregunta retórica. "Bueno, después de que nos despertamos me fui a buscar los libros a la habitación y me quedé dormido en la cama un rato más, así que me levanté tarde y cuando miré la hora, ya era demasiado tarde para bajar a desayunar." Comenzó diciendo después de haber suspirado.

"Como teníamos herbología en la primera de todas formas, pasé por el Gran Salón de camino a los invernaderos, a ver si encontraba a Gizzy, pero no estaba. Pensé que ya que estaba ahí podía agarrar algo para ir masticando por los terrenos, pero vino Ollie y se me acercó a hablar de See y una discusión que aparentemente tuvieron el otro día y no pude." Le explicó. "Por supuesto, llegué tarde a clase. Vos lo viste... el escándalo que hizo Nash... bueh..." Dijo cerrando los ojos como si no quisiera acordarse más de eso. Se había sentido totalmente humillado delante de toda la clase cuando el profesor le había dicho que era una vergüenza que el Premio Anual estuviera llegando tarde a clases y todo.

"Después me quemé la lengua con la sopa durante el almuerzo y tampoco pude encontrar a Gipsy a sola como para explicarle lo de esta mañana, porque ella y Lex se estaban matando de risa..." Dijo con una mueca de lado, de irritación al ir reviviendo una a una todas las frustraciones del día. "Cuando finalmente la encuentro saliendo de las cocinas la llevo a parte para hablar y ahí sí que se armó." Dijo como preludio de lo que le iba a explicar a continuación, haciendo una pausa dramática antes de proceder con la explicación.

Maurie lo escuchó con atención, sintiendo bastante pena por él pero sin poder evitar sonreír en algunos momentos al resultarle graciosa alguna parte de su relato. Por ejemplo, el que se quedara dormido. Había seguido haciéndole cariñitos en el cabello (o la cosa esa que tenía en la cabeza) mientras hablaba, como para que sintiera que no todo el día había sido malo o que por lo menos la parte mala había terminado.

Apretó los labios en desaprobación cuando llegó a la parte de Nash. "Estuvo muy de más. No me gustó para nada cómo te habló." Dijo en su defensa. "Justamente por andar ayudando a la gente es que siempre te metes en problemas y un profesor debería comprenderlo." Opinó ceñuda.

Sonrió agradecida de que no la hubiera mencionado. Ella también había estado riéndose con Lex y Gipsy de varias estupideces que estaban contando por turnos. Hacia el final, ya lo miró con expectativa. Se estaba acercando a la parte que a ella le interesaba escuchar y se tensó a la espera de su explicación. No le entraba en la cabeza algo que pudiera hacer enojar a Gizzy y a Christopher al mismo tiempo, pero entonces su mente hizo la conexión. -Debe tener que ver con Lex.- Asumió lo único lógico que se le ocurrió y eso la dejó más tranquila, como si el saber de qué se trataba le quitara un poco la tensión.

John no respondió, pero asintió levemente, mirándola agradecido como para que supiera que apreciaba el comentario, el que se pusiera de su parte. Lo hacía sentirse acompañado supported y querido. Había extrañado mucho eso de ella, siempre poniéndose de su parte ahí cuando Lex o Gipsy le decián que se lo había buscado... incluso desde antes de comenzar a salir.

"Pero antes de eso, dejame que te cuente lo que pasó a la tarde." Dijo recordando lo de la biblioteca y cómo no iba a tener nada de sentido el resto de la historia si no le contaba eso. "Estaba con Kip en la biblioteca haciendo el trabajo de Cuidado de Criaturas Mágicas cuando no tuve la mejor idea que preguntarle qué onda con Gipsy, porque como anoche dejó la mesa de la cena apenas después que él y no apareció sino hasta esta mañana... y ya viste cómo volvió esta mañana..." La miró de manera significativa en lugar de terminar la frase. "Encima, ayer a la tarde Gipsy me preguntó qué tipo de libros le gustaban a Kip, algo que me resultó raro..." Añadió con tono de confidencia.

"Y él me juró que no pasaba nada, que ella había ido a hacerle compañía y a llevarle comida para que no se quedara sin cenar. Dijo que nada más había estado escuchándola leer y se habían quedado dormidos por accidente pero ¿me vas a decir que no resulta raro?" Le dijo mirando a Maurie en busca de aprobación. "Así que adelantándome a la tragedia de siempre, le dije que como consejo de amigo, le sugería que no se acercara tanto a ella porque iba a terminar enamorándose de una mujer que nunca le va a poder corresponder y que iba a pasarla fatal. Creo que se lo tomó bastante mal." Le dijo preocupado al recordar la cara de su amigo en su mente. "No se enojó," aclaró enseguida. "pero después de eso estaba bastante desinflado, así que creo que ya está metido con Gizz hasta las manos." Comentó preocupado.