Dando una vuelta

Eran las tres de la tarde de un sábado y Mike había salido a dar una vuelta. Quería aprovechar los últimos días tibiecitos del otoño antes de que vinieran los crueles inviernos de Escocia a recluírlo en el interior de la casa.

Andaba caminando por los terrenos sin rumbo fijo, simplemente dando una vuelta y mirándose los pies. Desde que sus padres hubieran muerto unos meses atrás, Mike andaba siempre medio triste y solo por los pasillos de ese lugar que le resultaba tan alienígena. Era americano de nacimiento y había comenzado sus estudios en Salem, USA, por lo que no estaba acostumbrado ni al clima horrible de Escocia ni a la manera en que los magos británicos hacían magia. Para comenzar, en Salem hacían magia sin varita desde primer año y no se hallaba cómodo teniendo que llevar un trozo de madera con él a todas partes.

Ollie había ido a practicar Quidditch con su prima segunda y ahora volvía par el castillo con su escoba al hombro. Tenía una sonrisota enorme en el rostro y tenía cara de haberlo pasado mejor que en toda su vida. Su cabello estaba todo despeinado y traía la bufanda para cualquier lado, pero venía canturreando una canción que se le había pegado de la radio.

En eso andaba cuando se cruzó con su compañero nuevo y decidió acercársele. Siempre lo había visto solo, metido en sus cosas y le pareció que tal vez necesitaba un amigo. El muchacho le caía bien. Había intentado defenderlo cuando su hermano mayor lo había atacado sin motivo en el gran salón y después de eso no habían vuelto a hablar.

"Hey..." Lo llamó caminando hacia él con actitud amistosa. "Hi, ¿cómo te va?" Le preguntó un poco de la nada, pero no le importó.

Mike no habí anotado que había alguien más ahí afuera con él a pesar de que había muchos estudiantes más disfrutando de los últimos días más o menos cálidos. Sólo se dio cuenta de Ollie cuando éste se le acercó y le habló y aún entonces, miró alrededor para asegurarse de que le estaba hablando a él. Cuando se convenció de que no se refería a nadie más, lo miró sorprendido.

Él era un poco tímido con la gente que no conocía, pero hizo un esfuerzo por no ponerse extremadamente incómodo porque sabía que de lo contrario jamás conocería a nadie ahí. No es que le interesara conocer gente realmente, porque lo único que quería era a sus padres de vuelta, pero sentía que tenía que hacer un esfuerzo por Elizabeth y Dave que estaban haciendo todo eso por él, para que no fuera a un orfanato. Sabía que eran sus verdaderos padres, pero los que lo habían criado ocupaban un lugar enorme en su corazón porque siempre habían estado ahí para él.

"Hey..." Dijo algo incómodo al recordar lo que había sucedido en el gran salón. Se estaba mirando los pies. A la mierda es esfuerzo, venga la timidez.

Ollie notó que el chico nuevo parecía ser más tímido que él todavía y sintió pena por él así que decidió intentar hacerse su amigo para que no estuviera tan perdido y solo. Siempre le pasaba eso de querer cuidar a las cosas perdidas como perritos, gatitos y... rechazados sociales. "Hey... al final el otro día no tuve oportunidad de agradecerte por defenderme." Le dijo lo más animadamente que pudo. Él también era bastante tímido y se sentía incómodo cuando las cosas se ponían demasiado tensas o estaba con gente que no conocía.

"Mi hermano Simon es un idiota. Siempre está molestándome porque terminé en Gryffindor." Explicó caminando al lado de su compañero sin rumbo fijo. "Toda mi familia perteneció a la desagradable casa de Slytherin, así que ya te imaginas..." Le dijo hablando rápido y mucho para suplir que estaba un poco nervioso. "Bueno, casi. Mi hermano John y mi hermana Claire son Hufflepuff, pero el resto..." Dijo con un encogimiento.

Las cejas de Mike se levantaron al oírle decir eso. Él había pensado que había metido la pata terriblemente al criticar a su hermano y ahora resulta que se llevaban mal y él había quedado todavía más como un idiota al salir corriendo. -Genial...- pensó frustrado.

Mike no entendía eso de las cuatro casas y le parecía bastante estúpido. Él había estado hasta el año anterior en segundo año A y punto. Nada de animales mágicos o fundadores renombrados. Segundo A. Sin embargo, no se puso a criticar el sistema inglés y se limitó a asentir.

A medida que continuaba escuchando el incesante relato de Olliver, se iba confundiendo más y más por la manera en la que hablaba y lo que eso daba a entrever. "Pará, pero ¿cuántos son en tu casa?" Preguntó realmente intrigado por todo eso de mis hermanos salvo... un montón de ellos pero todos los demás.

A Ollie le hizo cierta gracia el acento con el que hablaba Michael, pero no tanto como para reírsele en la cara. Nada más le resultaba raro, como muy alien.

Ollie se sintió un poco avergonzado de tener que responder a esa pregunta. A menudo le daba vergüenza tener que admitir que tenía tantos hermanos y sobre todo el pertenecer a una familia tan macabra, pero sin embargo no era del tipo de persona que mentía para evitar una vergüenza.

"Er... tengo seis hermanos y dos hermanas..." Dijo en voz algo baja, mirandose los zapatos un momento. "Mis padres creen que tienen la responsabilidad de prolongar la línea de sangre porque son de sangre pura...!" Explicó con un encogimiento de hombros. "Son unos tontos... los magos de sangre mestiza son igualmente buenos. Se lo ve en el aula todos los días..." Dijo un poco molesto. No quería que lo asociaran con ese tipo de pensamiento elitista. Era el karma con el que su hermano John había tenido que vivir toda su vida.

Mike levantó las cejas sorprendido. No se había esperado un número tan alto. "¿Ocho?" Preguntó impresionado, por más que fuera una pregunta obvia. Había sido más bien retórica. -Y ninguna televisión- Pensó divertido.

Le llamó la atención escucharlo decir eso. Era algo de lo que había oído rumores, pero que todavía no había tenido la oportunidad de experimentar por su cuenta. Él había tenido problemas similares en USA por ser negro, pero era algo mucho más evidente y tangible que ser discriminado por tus ancestros y le pareció extraño. -Bueno, al menos a él también le parece estúpido...- pensó en defensa de Ollie.

"Cualquier excusa es buena cuando se tienen ganas de discriminar." Dijo simplemente, un poco desanimado. Aún estaba mal por lo que había sucedido con sus padres adoptivos y no le salía estar de buen humor todo el tiempo.

Ollie asintió en silencio, con la cabeza agachada. "Bueno, pero no fue mi culpa... ¡Yo no tuve nada que ver ahí!" Dijo en su defensa, cuando un momento después se dignó a levantar la cabeza. A él siempre le molestaba tener tantos hermanos que le hicieran sombra y lo ignoraran por ser de los menores. Siempre deseaba haber nacido en una familia totalmente distinta.

"¿Y tú? ¿Tienes hermanos?" Le preguntó con cierta curiosidad. "Tienes un acento raro. ¿De dónde eres?" Preguntó más animado, feliz de no tener que hablar más de él mismo.

Ollie se quedó un momento pensando en lo que acababa de oír y llegó a la conclusión de que era cierto. Incluso los de sangre mestiza encontraban a veces una excusa para criticar y discriminar a otros y el círculo no tenía fin. "Sí, eso es cierto..." Admitió aún con aire reflexivo.

El comentario de Ollie le hizo a Mike cierta gracia y rió de manera un poco apagada. No lograba quitarse esa pátina de tristeza de encima y no sería capaz de hacerlo por mucho tiempo. "Sí, me imagino que no..." Le dijo con una sonrisa amistosa. "Sino hubiera sido muy raro."

Ante la mención de su familia, Mike se desanimó nuevamente de manera muy marcada y bajó la cabeza con tristeza. "Sí... no... yo... es complicado." Dijo finamente, apretando los labios y los puños como para contener las emociones que sentía, rabia, culpa, tristeza, soledad. "Mis padres adoptivos fueron asesinados..." dijo con mucha rabia evidente en el rostro, expresando así su dolor para no mellar su orgullo de hombre que comenzaba a aparecer. "...durante el verano..." Añadió después con la voz un poco afectada, pero haciendo su mejor esfuerzo por recuperarse y mantener la compostura. "Ahora me vine a vivir a Inglaterra con mis padres biológicos... pero soy de América." Explicó viéndose de lo más miserable.

Ollie rió por la broma y se quedó más tranquilo... eso fue hasta el momento siguiente en que la cosa se puso incómoda cuando salió el tema de la familia de Michael. Sintió que había metido la pata hasta la rodilla y deseó que la tierra lo tragara. Ahora entendía un poco cómo se debía haber sentido Mike en el gran salón cuando él le había dicho que Simon era su hermano mayor.

"Oh... lo siento mucho..." Dijo sin saber dónde meterse. "Yo no sabía, no tenía idea..." Dijo en su defensa, sintiéndose como el rey de los estúpidos. Se quedó helado sin saber qué corno decir para arreglar la tremenda metida de pata que se había mandado y comenzando a transpirar de los nervios.

Mike no había pretendido vengarse de lo sucedido en el comedor en absoluto. Simplemente se había dado que los papeles se habían invertido y la situación se había tornado incómoda para él también. No quería que Ollie dejara de hablarle por la vergüenza y así perder a la única persona que más o menos se dignaba a hablarle.

"No. Está bien." Le dijo en un intento torpe por tranquilizarlo. "No es tu culpa. Tú no tuviste nada que ver. Fueron unos muggles..." dijo con un encogimiento de hombros, todavía viéndose desahuciado. "No es culpa de nadie... estas cosas pasan..." Repitió entre dientes las cosas que tantas veces le habían dicho a él en el pasado, pero los ojos le ardían de furia y también de un par de lágrimas que se le habían juntado ahí pero que no cayeron por pura fuerza de voluntad. "Pero prefiero no hablar de eso." Dijo al final.

A pesar de que Mike le dijera eso, Ollie no podía evitar sentirse super incómodo con la situación. Se sentía mala persona por justo ir a preguntar por lo que no debía y meter la pata del todo. -Deberían avisar al resto de la casa cuando entra un alumno con este tipo de problemas...- pensó levemente molesto con Campbell por no haber avisado.

"Sí, sí. Claro. Es totalmente entendible." Dijo hablando muy rápido porque no sabía cómo reaccionar o qué hacer. -Piensa en otro tema, Ollie. Rápido!- Se dijo a sí mismo, intentando encontrar otra cosa de qué habar. "¿Juegas Quidditch?" Le preguntó por ser lo primero que le vino a la cabeza, siendo que tenía la escoba en la mano todavía al hombro.

Evitó su mirada unos momentos, mientras terminaba de recomponerse por el tema de sus padres.

Luego lo miró cuando le preguntó eso, como si le hubiera preguntado si jugaba cricket, casi con asco. Claro que conocía el juego porque cada tanto se lo mencionaba incluso en USA, que tenía su propio equipo y todo, pero allí estaban tan embebidos en la comunidad muggle, que no les importaba demasiado ese deporte. Les parecía retrógrado y aburrido, pero él nunca lo había jugado.

"Er... not really." Le dijo intentando no sonar muy desagradado por la idea. "Is it any fun?" Preguntó por saber lo que el otro chico pensaba al respecto, for further reference.

Ollie se mostró impresionado de oír eso. Sabía que las costumbres en el nuevo mundo eran muy distintas a las de ellos, en especial entre los magos, pero no se esperaba que fueran tan indiferentes hacia el deporte por el que todo el mundo sentía una afición aberrante en su cultura. "It's loads of fun!" Exclamó casi sin poder creer que él nunca lo hubiera jugado.

"Do you wanna give it a try?" Le preguntó animado. Ahora que había descansado un ratito después del entrenamiento con Maurie, estaba listo para seguir practicando. Después de todo era joven y estaba lleno de energía como perrito chiquito. "I happen to carry a broom with me." Le dijo con una sonrisa enorme y entusiasmada.

Mike inmediatamete pensó que lo dudaba, pero después se tomó otro momento para analizarlo. Miles de magos Británicos amaban el Quidditch... obviamente debía ser al menos entretenido, sobre todo considerando que en otros países también era un deporte popular, así que se limitó a hacer una pequeña sonrisa.

La pregunta lo tomó por sorpresa. La verdad es que no tenía nada mejor que hacer en ese momento y si en ese país todo el mundo se manejaba con escobas, bien le valía aprender a volar... siendo que se había perdido las lecciones del primer año por llegar en tercero. "Supongo que no me mataría..." Admitió finalmente. "Pero no se volar." Explicó enseguida.

Ollie se quedó de piedra al escucharlo decir eso. Jamás en su vida había conocido a alguien que no supiera volar en escoba y lo miró anonadado durante un momento antes de hacer la conexión mental. "Ah, claro!! Tu eras de Salem, verdad?" Preguntó cuando finalmente cayó en la cuenta.

"Bueno, pero nunca es muy tarde para aprender." Le dijo con una sonrisa, volviendo a mostrarse entusiasmado. "Quieres probar? Puedo enseñarte. Es muy fácil." Le dijo para convencerlo. No conocía un mago que no hubiera sido capaz de aprender a volar.

Asintió con timidez al ver la cara de Olliver, que lo hizo sentir más fuera de lugar que de costumbre.

Se tomó un par de largos segundos para pensarlo. Después recordó las palabras de su madre de que si no hacía un esfuerzo, nunca iba a poder hacer amigos. Volvió a asentir, una sola vez, en silencio.

Pensó que ya no iba a responder cuando lo vio asentir. Pensó que Michael era un tipo muy silencioso, aunque dado lo que acababa de pasarle, Ollie entendía que tenía sentido.

"All right, then. Next saturday after breakfast. What do you say?" Le preguntó lo más animado que pudo sin sonar como un descolgado frente a alguien tan parco.

Pestañeó un par de veces, sorprendido de que después de su poca expresividad, su compañero todavía estuviera dispuesto a enseñarle y acabó por sonreír mostrando sus dientes. "Sounds perfect." Le aseguró.