Aún sentada a la mesa

Después de que Lex se marchó, Maurie se quedó un rato más sentada en la mesa, con la mirada perdida en la taza de café que tenía enfrente. Ya debía estar helado, pero ella no tenía intención de beberlo, aí que no se hizo problema. Sabía que tenía que cuidarse más, pero si no tenía hambre, no tenía hambre, ¿qué se le iba a hacer?

Se pasó una mano por el rostro como intentando espantar los pensamientos oscuros que la asaltaban, pero sin conseguirlo. Llevaba puesta una remera gris de mangas largas con una estampa de las Brujas de Salem y encima de eso un hoodie muggle negro, pero de esos con cierre al frente. Lo tenía abierto y abajo, tenía unos simples jeans azul oscuro ajustados al cuerpo. Ella solía usar ropa muggle bastante seguido, no porque le gustara particularmente, sino porque el que comprara ropa muggle de marcas conocidas hacía enojar a sus abuelos y para ella, eso era una manera de rebelarse contra la que ellos no podían volverse violentos. Claro que nadie más que sus mejores amigas sabían esto, de manera que para el resto de la gente sólo parecía una muchacha superficial y amante de los muggles. -Quiero un cigarrillo...- pensó. -Tendría que haberle pedido uno a Lex... no me avivé.- Se dijo a sí misma.

John bajó a desayunar a la hora de siempre. A él sí le gustaba madrugar para aprovechar el día desde la mañana y nunca había sido muy bicho nocturno de todas maneras, así que no se hacía problema por el día de la semana que fuera. Los fines de semana, también madrugaba.

Venía bastante perdido en sus pensamientos, meditando sobre lo que Ollie le había dicho que Si le había hecho en el comedor la semana anterior y pensando en que tendría que entontrar alguna manera de controlar el comportamiento de su hermano para que dejara de molestar a su otro hermanito. -AY... qué manera de causar problemas...- Pensó cansado de ese tipo de dramas.

Cuando llegó a su mesa y levantó la cabeza, se dio cuenta de que Maureen estaba sentada donde siempre, apenas a un par de metros de donde él solía sentarse. -Genial...- Pensó molesto. Se había pasado la última semana desde su discusión evitándola y ahora que estaban solos, era la excusa perfecta para disculparse por lo que había sucedido, pero no se sentía con el coraje necesario para hacerlo y se maldijo por ser tan cobarde. ((No da copiar y pegar los últimos dos threads del otro sitio acá, ¿o sí?))

Respiró hondo como para hacer de tripas corazón y se paró al lado de ella con cara de pánico. "Em... Hola Maureen..." Dijo nervioso, sin saber dónde mirar o qué hacer con sus manos. "¿Me puedo sentar?" Le pregutnó sin levantar mucho la voz. Después de todo lo que le había gritado aquél día y la manera en que la había insultado, no le daba la cara ni para hablar en tono normal.

((Nahhh TOOODA la paja. Ya mudar los perosnajes fue un re bardo.))

Maurie había estado demasiado concentrada en obserar su taza de café frío como para darse cuenta de que Jimmy había entrado al gran salón. Había asumido que los pasos eran de cualquier otra persona y que esa persona tendría la decencia de meterse en sus propios problemas e ignorarla como ella estaba haciendo con el mundo.

Sin embargo, al oír los pasos muy cerca de ella salió de su ensimismamiento, sabiendo que la paz se había acabado, por la razón que fuera. Luego captó a algiuen parado junto a ella por el rabillo del ojo y leavanntó la mirada para encontrarse con John. -Mierda!- Pensó poniendo cara de sorpresa primero y luego bajar la miraad con cara de pobre cosita.

Se preguntó qué querría, para qué vendría a hablarle después de todo lo que le había dicho y de haberla golpeado. Le parecía que no tenían nada más de quá hablar y el pensar en eso le rompía el corazón porque, a pesar de todo lo que había pasado, ella aún seguía enamorada de él, la única persona que siempre la había tratado como a una princesita rosa a pesar de que ella siempre se había comportado como la reina de las rameras. Lex podía ser un montón de diversión y la admiración de la gente agradable, pero John la hacía sentir normal y eso era algo que nadie más le daba.

Le sorprendió que la saludara y que viniera con actitud de perro con la cola entre las piernas, pero cuando levantó la vista para verlo, lo miró con miedo, como si él fuera una bomba a punto de estallar nuevamente en cualquier momento. "Hola John..." Dijo en un hilo de voz. Sentía que las lágrimas se le agolpaban en los ojos pero apretó los puños intentando no llorar. No quería llorar. No en frente de él que la vez pasada se había mostrado tan frío e indiferente como ella jamás pensó que podría verlo a él, que siempre era tan cálido y amistoso.

Asintió para no hablar, porque sentía que si hablaba se le iba a notar la voz quebrada. Era raro. Lo quería cerca pero a la vez hubiera deseado decirle que no se sentara ahí, que la dejara sola, pero le había parecido poco educado cuando él se estaba mostrando tan civilizado con ella. Por otra parte, lo extrañaba, se moría por él pero no quería volver a salir lastimada.

John estaba muy nervioso. Se sentía terriblemente culpable por todo lo que le había dicho y sobre todo, por haberle pegado, pero ahora no sabía cómo arreglar las cosas. No era que quisiera volver con ella, porque de eso no estaba demasiado seguro cuando ni siquiera se atrevía a creerle que de verdad no lo había engañado con el Eslabón Perdido, pero no le gustaba estar en malos términos con ella y, por otra parte, la veía muy deprimida y eso lo tenía preocupado.

Él también asintió y se sentó junto a ella lentamente, casi con timidez. Se sentó con las piernas para el lado de afuera, no el de la mesa, y apoyó la espalda contra el borde de ésta, con el torso parcialmente vuelto hacia ella y dándole la cara. Bajó la mirada un momento a las manos en su regazo, que jugueteaban una con la otra nerviosamente. Buscaba las palabras correctas. "Maurie, I... I wanted to apologize." Dijo finalmente, aún mirándose las manos en lugar de a ella. de por sí era un tipo tímido, aunque tuviera confianza con ella por tantos años de conocerla.

"Quería disculparme contigo por todo lo que pasó... por lo que dije y lo que hice." Dijo ahora ya más fírmemente, con convicción. Era como si al ir hablando fuera ganando coraje y conciencia de que estaba haciendo lo correcto. "I'm terribly sorry, Maurie... No debí decir esas cosas... jamás debí haberte golpeado. Soy un reverendo idiota..." Le dijo en tono mortificado. "Y una mala persona." Añadió después.

"Yo sé que no lo merezco después de lo que hice... pero espero que en algún momento puedas perdonarme..." Pareció debatirse un momento sin saber cómo expresar a continuación lo que quería decir y finalmente negó con la cabeza. "Así como tú a veces te ciegas de ira a causa de tu sangre Irlandesa, yo tengo demasiado Russell en mí como para ser el hombre que quiero ser..." Explicó aún sonando mortificado. Los Russell eran una familia conocida por su brutalidad y su amor a las artes oscuras. Él era una de las ovejas negras junto con su hermana Claire. "Supongo que no soy tan distinto del resto de mi familia después de todo." Dijo profundamente decepcionado con él mismo cuando siempre se había sentido bastante conforme con la persona que era.

Maurie se quedó muy sorprendida de oír que quería disculparse. En su cabeza, estaba muy segura de que él la odiaba con todo su corazón y con toda su alma y de que jamás podría perdonarla por lo que él creía que ella había hecho. Estaba segura de que todos los puentes entre ellos estaban quemados de manera definitiva y esa era una de las razones por las que estaba tan triste. Sin embargo, sus palabras no la hicieron dejar de pensar que John la odiaba, sólo la hicieron sentir un poco mejor.

Lo miró de reojo un momento, con curiosidad pero aún con miedo y luego giró todo su rostro hacia él, para poder prestarle atención. Escuchó el resto de las cosas que él decía con la miraad baja, pero el rostro aún vuelto hacia él. Los ojos se le llenaron de lágrimas al oír lo que él estaba diciendo y se las secó discretamente con la manga del buzo, pero seguían cayendo a pesar de que ella había hecho todo lo posible por que él no la viera llorar. Odiaba que la vieran vulnerable, pero él sobre todo. En especial cuando no podía abrazarla para hacerla sentirse mejor.

Negó con la cabeza cuando él se llamó idiota. No le parecía que fuera el caso. Ella también hubiera estado molesta en la situación de él y admitía que la gran mayoría de lo que había pasado el día anterior a su partida de Hogwarts había dado muchísimo lugar a confusión. Nuevamente, eligió no hablar para no tener que delatar que tenía la voz quebrada porque estaba segura de que si lo intentaba iba a ponerse a sollozar incontrolablemente, porque temblando ya estaba.

"Ya te perdoné hace rato..." dijo en un hilo de voz, pensando que había hecho un patético trabajo en no demostrar lo afectada que estaba pro todo eso. Volvió a negar con la cabeza, haciendo que un par de lágrimas cayeran por sus mejillas. "No sabes lo que dices, Jim. Tú no eres para nada como ellos..." Le dijo a la vez que muchas lágrimas se agolpaban en su rostro y rodaban una tras otra por sus mejillas. Volvió a secárselas con las mangas de su buzo y se sintió patética. El verlo a él tan de cerca le revolvía todos los viejos sentimientos y la hacía acordarse de todo lo que había perdido, de lo que podía haber sido y no fue.

John había estado jugueteando nerviosamente con sus manos en el regazo durante todo el tiempo. En un par de oportunidades había levantado la vista para espiarla, de modo que había notado el estado en que ella se había puesto y eso lo llenó de culpa. Sabía que ella estaba así de mal por su culpa, por lo que él había dicho y por lo que había hecho y deseó poder volver atrás para regresar a ese momento y cambiar todo. Hacer las cosas de manera distinta, pero no podía. Incluso si hubiera tenido un giratiempos, eso iba contra las reglas.

Se sorprendió muchísimo de oír que ella ya lo había perdonado y pensó que esa mujer era una santa. John sabía que él no hubiera sido capaz de perdonar a algiuen que le levantara la mano y, por otra parte, ni siquiera estaba seguro de poder perdonarse a sí mismo el gesto en algún momento. También le llamó la atención que Maurie lo defendiera después de lo que había hecho. El que algiuen como ella, que también venía de una familia de Mortífagos, le dijera que no era como ellos, significaba un montón para él, que necesitaba mucho de la aprobación de los demás, en especial de Maurie. Ni siquiera se imaginó que ella le estaba diciendo que no se parecía a sus padres y hermanos con conocimiento de causa, sólo había pensado que lo decía en base a lo que él le había contado a través de los años.

Le dio mucha pena verla llorar así y levantó la mirada para verla un rato largo, dudando sobre si acercarse a ella o no hacer nada. No se sentía con derecho después de lo que había pasado. "Lo siento... no te quería hacer llorar." Le dijo con cara de perro mojado, sin saber qué decir para arreglarlo. "Sé que no debí haber reaccionado así, pero cuando te vi regresar sabiendo que habías estado con él todo el verano mientras que yo había estado preocupado por no recibir noticias tuyas pensando que te había sucedido algo malo..." Bajó la vista y negó con la cabeza. "Perdí el control por completo. Lo siento." Le dijo incapaz de mirarla a la cara. No le bastaba con que le dijera que lo perdonaba. Él no se perdonaba, jamás se lo perdonaría.

((Estamos entrando un poquito en territorio del thread viejo. Sugiero que llevemos este por otro lado y asumamos que el otro vino justo después de éste y lo retomemos ahí donde lo dejamos. ¿Te parece?))

"No es tu culpa..." Le dijo en un hilo de voz, siempre justificándolo, incluso después de todo lo que le había hecho. Esas conductas autodestructivas eran aún más graves porque ella no se daba cuenta de cuán enfermo era perdonar a alguien que la había tratado así, por más inocente que se viera en ese momento y por más que jurara y rejurara que no volvería a suceder.

Al oír lo que John acababa de decir, Maurie levantó la cabeza de inmediato y lo miró con ojos grandes y sorprendidos. Su mente se había despertado y puesto en funcionamiento, olvidándose momentáneamente de los sentimientos que un momento atrás la habían estado sobrecogiendo. "¿No te llegaron mis cartas?" Le preguntó completamente sorprendida. Veía un poco de luz, esperanza al final del túnel. Todo ese tiempo, incluso desde el verano, ella había estado tremendamente deprimida porque él no había respondido a las cartas que ella le había escrito explicándole que todo era un malentendido y que lo quería sólo a él, que las cosas no eran lo que él pensaba. Cuando él no había respondido a sus cartas y la había tratado así de mal al encontrársela de nuevo la semana anterior, Maurie habí asumido que John la odiaba por alguna razón, probablemente porque no le creía lo que ella estaba diciendo sobre no haberlo engañado nunca con el estudiante de intercambio que él llamaba 'el eslabón perdido' por sus facciones duras y cromañonas.

((Tenés razón. Me parece una buena idea.))

-Ah no?- Pensó molesto con él mismo. -Y entonces culpa de quién es?- Le preguntó en su cabeza, sin atreverse a decirlo en voz alta. No quería alterarla más todavía.

Frunció el ceño confundido. Había estado todo el verano preocupado, esperando noticias de ella que jamás habían llegado y había asumido que Maurie ya se habría olvidado de él o que estaría demasiado feliz con el Eslabón Perdido como para acordarse de él y que por eso no escribía. "No... no me llegó ninguna carta." Le dijo todavía sorprendido. "¿Tenía que haberme llegado? ¿Qué decía?" Preguntó entre curioso y preocupado de lo que se hubiera podido estar perdiendo ese tiempo.

((Me quedó super cortito. Perdón. No se me ocurre cómo hacer para que este thread no se convierta en el otro y se pisen. ¿Querés dejarlo acá y retomar el otro directamente?))

((Nahh. Sigámoslo un poquito más y lo encaminamos después de esto de las cartas. Tampoco creo que vaya a durar mucho.))

La reacción y la pregunta de él la tranquilizó un poco, le dio cierta esperanza si bien de fondo sabía que toda esperanza era inútil y que seguramente él ya no volvería a quererla de nuevo, que nada más quería arreglar las cosas para que siguieran como amigos porque no le gustaba estar peleado con nadie. Así de poca fe se tenía.

"Eran varias cartas... un montón en realidad..." Le explicó algo avergonzada, bajando la mirada. Se sentía tonta por haber pensado que él era capaz de abandonarla en un calabozo por estar enojado con ella. Siempre veíatodo de manera pesimista, pero así le resultaba más fácil. Así cuando realmente la decepción llegaba, no tenía que desilusionarse si no se había hecho ilusiones en un primer lugar.

"Ahora ya no tiene importancia lo que decían..." Mintió. Sabía que tenía que decirle lo que había pasado en el verano. Sabía que él tenía derecho a saber, pero al mismo tiempo, no se sentía con el coraje necesario como para hablar del tema. -Todavía no.- Se dijo a sí misma pateando el momento para más adelante. De todas maneras, ahora que sabía que él no la había ido a ayudar porque no sabía que ella necesitaba ayuda y no porque estuviera tan enojado como para que no le importara lo que le pasara a ella, se sentía un poco mejor. "Pero es bueno saber que no me respondiste porque no las recibiste..." Confesó en voz muy bajita, con la mirada baja y bastante avergonzada. "La verdad, pensé que me odiabas..." Le dijo en el mismo tono.

((Dale. Ya con eso que escribiste creo que lo voy a poder mandar por el buen camino.))

Levantó las cejas sorprendido. Que no le llegaran varias cartas ya era preocupante y adivinó que sus padres debían estar detrás de aquello, aunque no estaba seguro ni de cómo ni de por qué... especialmente del por qué. Ella era nieta de mortífagos y de sangre pura... un buen partido, una candidata que ellos aprobaban para él. ¿Por qué querrían...? Se preguntó pero estaba demasiado distaído por la conversación como para seguir su propia línea de pensamiento y lo dejó ser.

"Oh, okay..." Dijo incómodo, sin saber qué decir. En realidad le había dado toda la curiosidad saber qué decian esas cartas que tan bien le hubieran venido cuando estaba preocupado por ella, pero no se sentía con derecho a presionarla para averiguarlo. De hecho, no se sentía con derecho de nada últimamente.

"No..." Le dijo un poco indignado de que pensara algo así de él. "Maurie... puede que esté molesto contigo por todo lo que pasó entre nosotros, pero no te odio." Le dijo ahora mostrando un poco la indignación. "Odio es una palabra muy fuerte... Después de todo lo que pasamos, nunca podría odiarte." dijo bajando la mirada avergonzado. Él por lo general era una persona bastante comedida y no solía experimentar emociones muy extremas, era un tipo muy tranquilo para eso. "Ni siquiera sé si sigo molesto." Confesó siendo honesto. "Hell, ni siquiera termino de entender bien qué fue lo que pasó." Confesó con el ceño fruncido al tratar de hacer que todo tuviera sentido.

Maurie se sintió inmensamente aliviada de saber que él no la odiaba. El pensar en eso era una de las cosas que más la habían desanimado todo ese tiempo. Eso y la sensación de que le había fallado, a él y a su hijo. Con John a su lado, estaba segura de que eventuamlente podría comenzar a sentirse mejor, pero si él la odiaba, no había forma de que pudiera seguir viviendo, o por lo menos, disfrutando de la vida. Podía convertirse en un zombie que iba por ahí de un lado a otro pero nada más.

((Ahhh... las hipérboles adolescentes... ciertamente no las extraño =))

Esbozó una pequeña sonrisa ladeada al oír lo último que John dijo. Le había hecho gracia que alguien como él que siempre tenía todo tan en claro, de repente no comprendiera bien lo que pensaba o pasaba.

"El día de la última visita a Hogsmeade, me había juntado con Igor para decirle que dejara de molestarte y decirte mentiras porque de todas formas no iba a salir con él..." Le dijo hablando lento, un poco perdida en sus pensamientos. Todo aquello sonaba tan lejano ahora como si hubiera sucedido en otro universo, en otra vida, a otra persona, pero habían sido apenas tres meses desde entonces. Sintió que los ojos volvían a llenársele de lágrimas, pero esta vez le resultó más fácil contenerlas entreteniéndose con lo que estaba recordando. "Lex me había dicho que pensaban juntarse con el resto del grupo a tomar algo en las tres escobas, así que cuando terminé, me fui para allá para tomar aunque sea algo un rato con ustedes..." se detuvo un momento para juntar más coraje, sintiendo que ahora un par de lágrimas se le resbalaban por las mejillas. "y cuando llego..." dijo con la voz quebrada, intentando contener los sollozos que querían poseerla. "cuando llego los veo a tí y a ella besándose..." dijo ya sin poder contener más el llanto.

((JAJAJAJA yo tampoco!)

John levantó las cejas sorprendido de oír eso. A él le habían dicho que había ido a juntarse con e Eslabón Perddo, pero no le habían dicho para qué y, después de todos los rumores que había oído de esos dos y de que el mismísimo Igor se los hubiera confirmado, no le habían quedado muchas dudas de para qué se había ido a juntar con él.

Le dio pena que Maurie se estuviera poniendo así de mal, pero al mismo tiempo necesitaba saber qué era lo que había pasado como para detenerla. Necesitaba escucharlo y necesiaba escucharlo de ella. "¿Qué? ¡No!" John protestó enseguida. "No, no. Lex was pissed. She had been drinking from the petaca (??), la que le regalaste para su cumpleaños y que se rellena sola, y estaba totalmente fuera de control." Explicó hablando rápidamente, queriendo explicarle todo antes de que ella pudiera enojarse u ofenderse e irse de allí sin terminar de escucharlo. "Ella me besó y después al otro día ni siquiera se acordaba, Maurie. No tiene la menor importancia. Ella está totalmente loca por Charles. Ya ves que ni a Gipsy le da cabida." Le aclaró. "Para mí no significó nada... en serio." Le dijo hora mirándola a los ojos par que supiera que estaba diciendo la verdad.

La versión de Jimmy tenía cierto sentido si la comparaba con lo que Lex le había dicho cuando ella la había increpado a la noche, pero Maurie había estado demasiado herida como para creerle. Había estado tan insegura que se había convencido a sí misma de que seguramente Lex tenía más lealtad 'de macho' hacia John que hacia ella y por eso estaba mintiendo por él, para protegerlo. Pero también concordaba con lo que Gizzy le había dicho durante el verano y eso sí que tenía sentido. Gipsy era demasiado perfectita como para andar mintiendo, menos para proteger a alguien que engañaba a su novia y a ella más o menos le había querido creer, pero de todas maneras, no importaba ahora qué era lo que había sucedido, porque ellos ya no estaban juntos. La idea la puso más triste aún, pero hizo lo posible por calmarse y dejar de llorar.

Cuando más o menos pudo conseguirlo, después de escuchar la historia de él y repetirse varias veces que le estaba diciendo la verdad, se secó los ojos con las mangas del buzo que ya estaban muy mojadas como para absorber demasiado, y respiró profundo para calmarse mejor.

"Cuando Igor me besó para mí tampoco significó nada y tú no me creíste..." Le dijo en voz baja, bajando la mirada para no enfrentarlo a él. "Y tampoco fue nada más que eso... sólo un beso..." le dijo con cara de pobre cosita.

Las palabras de ella lo hicieron sentir peor si es que eso era posible, aunque John no tenía ni la más mínima idea de lo mucho peor que podía sentirse. Ya lo averiguaría la semana siguiente, cuando ellos tuvieran esa conversación que las roleadoras ya tenían jugada en el otro sitio.

De todas maneras, se sintió un poco molesto de que Mauri lo estuviera comparando con ella. Él no andaba tirándole onda a todo el mundo para ver qué hacían y después divertirse rechazándolos. Simplemente su amiga había estado demasiado borracha y se le había tirado encima. No tenía nada que ver. Él no la había alentado a eso y tampoco tenía levante o facha como para que fuera una costumbre que las mujeres se interesaran por él.

"Pero yo no me fui al carajo al otro día sin darle explicaciones a nadie." Le dijo pareciendo más dolido que molesto, aunque estaba lo suficientemente molesto como para haber puteado, algo raro en él. "Tú te fuiste con él y desapareciste por meses!" Dijo él en su defensa. -No es lo mismo...- Pensó.

A Maurie también la pusieron mal las palabras de John. La hicieron sentir culpable por mil cosas, entre ellas, por no tener el coraje para decirle a él todo lo malo que le había pasado y que no es que se había ido tanto tiempo porque había querido, sino porque después no había podido volver, porque había estado encerrada en el sótano de la familia de él.

"I know..." Musitó por lo bajo, mortificada. Mirando al suelo para no verlo a él. "Sé que se vio mal, pero él nada más me siguió para ver que estuviera bien. Después de eso se volvió a su país, supongo. Es lo que dijo que iba a hacer. No volví a hablar con él desde entonces..." Le dijo en tono de súplica. No estaba segura de poder soportar mucha más basura de parte de él. "John, por favor ¿Podemos dejar de hablar de esto?" Le pidió en tono de súplica. "Me hace mal y el círculo de recriminaciones no va a llevarnos a ningún lado de todas formas."

Asintió y apretó los labios, aceptando a desgano. No es que él no supiera que la discusión no iba a llevarlos a ningún lado, pero tampoco le parecía simplemente rendirse y dejar de intentarlo. No era algo que él haría. "Right... Tienes razón. I'm sorry. I didn't want to upset you." Le dijo en serio. Realmente no quería alterarla, nada más se había dado. -Bueno, al menos tuve la oportunidad de disculparme.- Pensó. Eso era lo importante, la razón por la que había querido y temido a la vez hablar con ella.

"Te voy a dejar que desayunes en paz. Nada más quería disculparme." Se excusó entre serio y un poco lastimado en su poco orgullo al haberle ella cortado la conversación así de repente. Se puso de pie, listo a marcharse sin desayunar. Ya no tenía hambre y, con todo lo que había transpirado poniéndose nervioso con la conversación, pensaba aprovechar e ir a tomar una ducha para despejar su mente. Viéndola así de vulnerable como se había puesto cuando estaba llorando, había querido abrazarla, se había estado muriendo por besarla, pero no se había atrevido. No se sentía con derecho y no quería tener que soportar que ella lo rechazara.

"Por cierto, todavía no tuve oportunidad de felicitarte por haber sido elegida capitana del equipo de Quidditch, así que... felicidades." Le dijo con una sonrisa algo triste, pero evidentemente haciendo un esfuerzo por parecer animado cuando no lo estaba. "Creo que este año vamos a tener una oportunidad realmente buena de ganar la copa de Quidditch." Comentó aún intentando sonar animado. "Bueno... supongo que te veré más tarde..." Dijo no sabiendo cómo despedirse y luego se marchó.

Maurie notó cómo se había puesto John por lo que ella le acababa de decir, pero realmente no podía soportar seguir hablando del tema... seguir hablando con él cuando sabía que no lo podía tener más para ella... porque no parecía tener demasiado interés en ella. Se había mostrado frío comparado con lo que lo recordaba. Nunca antes la había dejado llorar sin abrazarla, ni siquiera cuando eran sólo amigos, así que asumió que aún debía estar muy molesto con ella o que, simplemente, debía haberla superado.

Deseó retenerlo, decirle que no se fuera, que nada más podían quedarse ahí hablando de otra cosa, pero no tuvo el coraje de hacerlo. Desde que él le hubiera dado esa bofetada cuando había intentado besarlo, ella se sentía como intimidada por John y temía a cada momento volver a ser rechazada por él nuevamente, algo que no podía soportar ni como idea.

El anuncio la tomó por sorpresa, pero enseguida puso una sonrisa de circumstancias, igual que la de él, más ganas de parecer optimista que alegría real, aunque le agradaba la idea de ser la nueva capitana y el reconocimiento que eso le daba, simplemente no era el momento ideal. "Gracias Jimmy. Felicidades para tí también por conseguir el premio anual." Le dijo ella devolviéndole la cortesía aunque realmente se alegraba por él, porque sabía que si había alguien que se merecía ese título era John. "No esperaba menos de tí. Creo que realmente lo mereces." Le dijo con una sonrisa ahora un poco más sincera aunque triste. "Bueno... que tengas un buen día." Le respondió al verlo marcharse.

Por más que se sentía no querido ahí por cómo ella le había cortado la conversación, John se alegró de oír que ella lo estaba felicitando, incluso si era tan sólo por devolverle la cortesía. Las palabras de ella parecían sinceras y lo mismo para su sonrisa, si uno no tenía en cuente que parecía muy triste y tenía toda la cara húmeda y probablemente roja.

En ese momento se dio cuenta de lo mucho que la había extrañado todos esos meses y de lo mucho que Maurie aún significaba para él. En su ausencia, se había mentido hasta convencerse de que ya no le importaba, pero el volver a verla había despertado en él todos esos sentimientos que creía desaparecidos para siempre. -Mierda, todavía la amo.- Pensó sabiendo que eso no le iba a traer más que problemas y más sufrimiento.

Sonrió de manera un poco tonta, halagado por el que ella dijera que no esperaba menos de él y la miró con cariño un momento antes de darse vuelta para marcharse luego de decirle "gracias, tú también, Mawrz. Nos vemos en la práctica, Capitán."