Tranquilidad interrumpida

Sábado por la tarde. Matt estaba tirado en el sillón de la sala de profesores con un libro en la mano y Revan acomodado sobre su pecho, dormido. Tenía puesto uno de sus trajes menos formales, considerando que era un fin de semana y que él no tenía ánimo de salir. Se trataba de un modelo clásico del siglo XVII en colores verde y dorado, aunque no tan elegante como la mayoría de su ropa. El niño, en cambio, vestía a la última moda muggle para infantes.

Estaba ojeando un texto antiguo. encuadernado en cuero rojo, que hacía rato ya no retenía su atención, mas no se atrevía a cambiar de posición para no despertar al niño. Las oportunidades que tenía últimamente de pasar tiempo a solas y en silencio eran escasas, así que las aprovechaba cuando se presentaban. Sobre todo porque andaba demasiado preocupado y deprimido coo para salir, porque de lo contrario tal vez hubiera hecho planes para esa noche a demás de tirarse en el sofá a sentirse mal sobre sí mismo.

Había tomado el libro prestado de Dalton Manor la semana anterior, con la intención de beneficiarse con sus conocimientos nuevamente, e intentar por fin resolver el problema de en qué invertir el dinero que había sacado del divorcio. Sin embargo, no se le caía una idea decente ni por casualidad.

La semana había sido bastante incómoda. Se había encontrado con Steph de casualidad en los pasillos incontables veces, casi como si la mala suerte que los mantenía generalmente separados, estuviera determinada a hacerlos encontrarse ahora que las cosas entre ellos estaban tensas. Matt era consciente de que todo eso no era más que culpa suya por haberse tentado a besarla impulsivamente en la biblioteca de Dalton Manor el sábado anterior, pero así y todo no se arrepentía.

El beso le había robado el aliento momentáneamente y lo había hecho sentir más vértigo en el estómago que la escalera a la que había subido justo antes de que ocurriera. Era algo que volvería a repetir si tenía oportunidad, pero a pesar de su determinación mental, todas las veces que se había cruzado con ella, no había hecho más que bajar la mirada avergonzado e inventarse una excusa para marcharse... y eso cuando no se había hecho directamente el tonto de manera abusiva con el fin de evitar hablarle del todo. No era la actitud más madura del mundo, pero simplemente no podía evitarlo. Cuando Steph aparecía en su campo de visión se convertía en un estúpido bárbaro.

Con todo eso en la cabeza, le resultaba imposible concentrarse en la lectura, tanto más que cada vez que intentaba concentrarse en el tema, lo único que podía hacer era recordar cómo había obtenido ese libro, después de lo cual el resto de los recuerdos simplemente fluían solos.

Steph estaba aburrida, como todos los fines de semana desde que se mudara al castillo. Su confinamiento le resultaba especialmente difícil cuando las niñas se quedaban a dormir en casa de su tía o abuela, tal era el caso esa noche en particular. Como varias veces antes, se encaminó al único lugar donde podía llegar a encontrar algo de entretenimiento: la sala de profesores. Muchas veces la encontraba vacía los sábados, pero no perdía nada con intentar y, por otra parte, tampoco tenía nada mejor que hacer de su tiempo.

Tenía que admitir que después de lo que había sucedido con Matt la semana anterior, Fanny había quedado de un humor especialmente bueno y había aprovechado hasta las más mínimas excusas para salir de su torre y dar vueltas por los pasillos o la sala de profesores para ver si se lo cruzaba. Ni ella misma sabía qué es lo que esperaba que sucediera durante esos encuentros, pero no podía parar de intentar buscarlos, incluso a pesar de que le resultaba obvio que Matt estaba haciendo todo el esfuerzo posible por evitarla, en especial a solas. Las últimas conversaciones de más de tres palabras que había cruzado con él en esa semana, se referían estrictamente a las niñas y aún así, no duraban más de unos cuantos segundos incómodos después de lo cual él encontraba una excusa para marcharse a toda velocidad.

Pero no podía ni quería dejar de intentarlo. El que hubiera hecho esa movida hacia ella quería decir que todavía debía importarle lo suficiente. De lo contrario hubiera seguido mostrándose molesto con ella y no se le hubiera ni ocurrido sugerir algo tan... sugerente como pedirle prestado ese libro en particular. En especial cuando él tenía suficiente dinero para comprarse todas las copias de la última edición si así lo quería.

Abrió la puerta esperanzada de manera infantil. La estancia vacía la desanimó. Había hecho un paneo rápido y general del cuarto y no había visto a Matt sentado en un rincón. Tal vez porque él había estado quieto y ella estaba acostumbrado a verlo siempre activo, haciendo media docena de cosas al mismo tiempo y bromeando mientras tanto.

Decidió esperar un rato por si alguien más decidía subir a la torre por café o algo de compañía y se encaminó al hogar, donde puso una pava al fuego.

Ella llevaba un vestido clásico en colores bordó y ocre con detalles de filigrana en plateado, que reforzaba el aspecto de dama de alta sociedad que Fanny siempre ostentaba.

Él estaba basatnte más alerta que ella. Estaba demasiado distraído como para no prestar atención al sonido de la puerta abriéndose. Sabía cuáles eran los planes de la mayoría de sus amigos para el fin de semana, así que estaba bastante seguro de que debía ser alguno de los profesores con los que no tenía tanto contacto. Se extrañó de encontrar a Steph ahí, porque por su timidez, no solía mostrarse demasiado sociable y sólo entraba en la sala de profesores cuando venía acompañada de Tessa o de Tarja, o cuando estaba basante segura de que nadie estaría allí por mucho tiempo. Bueno, después de todo tenía algo de sentido que se fuera a hacer un té o lo que fuere: la mayoría de las personas tenían cosas mejores que hacer un sábado por la tarde.

La observó sin decir nada, con una sonrisa de complicidad para con él mismo, típica de quienes tiene la oportunidad de mirar a la persona que les gusta sin que ésta sepa que está siendo observada.

Hasta que hirvió el agua estuvo bastante entretenida con preparar su taza blanca con delicadas florcitas celestes pintadas a mano, el porta hojas de metal con forma de loto y las hojas de té en el interior de éste. Trabajaba lentamente, con movimientos tranquilos y delicados que parecían casi deliberados, pero que eran parte de su forma de ser.

Después que el agua hirviendo fue convertida en té, retiró el porta hojas y lo dejó reposar en un platito auxiliar antes de poner dos terrones de azúcar en la taza y revolver sin que la cuchara tocara los bordes de la taza, de manera que no hiciera ruido.

Colocó el té y un platito con un par de tostadas en una pequeña bandeja que hacía juego con la taza y los platos, y giró sobre sí con la intención de ir a sentarse más o menos en el área en que se encontraba Matt.

Recién ahí lo vio, y aspiró por la boca de manera sonora a causa de la sorpresa. Se quedó dura a mitad de la caminata cuando lo vio, porque la había tomado por sorpresa más que nada, porque no tenía miedo de él. Enseguida sonrió avergonzada de su reacción y lo miró de manera tímida. "Oh, Hi, Matt. I thought I was alone in here." Admitió levemente ruborizada, cabizbaja mientras resumía la caminata hasta el sofá contiguo al de él, donde se sentó con su bandeja en el regazo.

Se acomodó ahí con majestad, intentando actuar con naturalidad a pesar de que la situación era todavía un poco incómoda. Se preguntó si él buscaría nuevamente una excusa para marcharse, como había hecho la última semana, o si aprovecharía el momento de tranquilidad para tener una conversación más normal con ella. No tenía demasiadas esperanzas, pero deseó con todo su ser que se quedara.

Él no tenía demasiadas opciones. Con Revan durmiendo encima suyo, y conociendo su costumbre de levantarse de pésimo humor cuando se le interrumpía la siesta de turno, Matt sabía que estaba atrapado ahí con ella. No que le molestara, claro está. Cruzársela en el pasillo cuando había infinidad de alumnos y otros profesores que pudieran cruzarse con ellos en situaciones comprometedoras que sabía sería incapaz de evitar si se detenía a conversar, era algo que había pasado toda la semana evitando. Necesitaba el tiempo para pensar. En cambio, poder tenerla para él sin interrupciones en la sala de profesores cuando sabía que la mayoría de sus conocidos estaban fuera del castillo, no era algo de lo que quisiera escapar.

La había observado prepararse el té con tranquilidad, con una sonrisa enorme en el rostro al pensar en cuánto había extrañado poder ver ese tipo de rituales de ella de cerca, cuando pensaba que estaba sola.

Su sonrisa se tornó jocosa al ver la reacción de ella al descubrir que estaba ahí, aunque no llegó para nada al punto en que uno pudiera pensar que se reía de ella. If anything, le resultó tierno que se asustara así.

"Revan's asleep. I didn't want to risk waking him by talking too loud." Se excusó a media voz. Era parcialmente cierto, así que contaba como verdad. No le parecía tan grave no querer confesar su placer al observarla trabajar en su rutina como si nadie la viera.

Asintió con una sonrisa enternecida ante la excusa de Matt y la mención de Revan en particular. Eso le llamó la atención hacia una duda que tenía desde que lo hubiera conocido unos meses antes. "Revan's such an unusual name." Dijo como si pensara en voz alta. "How did you come by it?" Preguntó de la manera más casual que pudo, aunque estaba verdaderamente intrigada. Hablaba con ese tono bajito y suave que tenía ella, tal vez un poco más bajo que de costumbre justamente para no despertar al niño.

Se llevó la taza a los labios y bebió con delicadeza, sin apuro. Luego volvió a dejarla sobre el plato para tomar una galleta y morder una partecita.

El comentario le hizo levantar las cejas levemente, porque era bastante directo para lo sutil que solía ser ella, pero asumió que debía ser por la confianza que tenían después de todo. Si ella no tenía derecho a preguntar por el nombre de su hijo, entonces ¿quién?

"I didn't." Dijo con una sonrisa leve, de circunstancia más que de felicidad o cualquier otra cosa. Era algo con lo que él no había estado de acuerdo, pero que había tenido que aceptar porque era la única condición que Nicole había puesto para la adopción y Jax había terminado aceptándola, como todo lo que su hermana le exigía. "It was Jax's sister's only condition to putting him up for adoption. I've no idea where she came across the name, though." Explicó con la misma seriedad tensa que tenía siempre que salía el tema de la adopción. "To tell you the truth, I've often asked myself the same question." Confesó con aire de secreto y una sonrisa ahora algo más cómplice.

Fanny enarcó las cejas sorprendida de escuchar eso. Había pensado que alguien como él, tan orgulloso, sería incapaz de dejar que alguien más eligiera el nombre de sus hijos. Si ya a ella le había costado bastante negociar con él para elegir el de Jade. "I see." Dijo simplemente, no por mala onda, sino porque no tenía nada más para comentar de momento.

Le devolvió la sonrisa también de manera comedida, más por empatía con la resignación aparente de él que por alegría. Terminó de masticar antes de hablar.

"Why don't you ask her?" Volvió a preguntar con cierta curiosidad que indicaba la confianza que tenía con él, como para no ser una cosa totamlente roja e incapaz de comunicarse, así como a veces le pasaba con los extraños. Después de eso, volvió a sorber su té de manera delicada.

El rostro de Matt se enserieció mucho más ante la pregunta de Steph. No era un tema que le agradara tocar, y si tenía que ser brutalmente honesto, tendría que haberle dicho que sinceramente, no tenía ni la menor gana de hablar con la pendeja malcriada que lo había violado.

Se tomó un momento para ver cómo parafrasear eso de manera que no sonara tan ofensivo ni tan rústico y siguiera siendo más o menos cierto. "If someone you knew and trusted like family attacked you the way she did me, would you still be in good terms with that someone to ask rather personal questions?" Lo preguntó de la manera más suave que pudo, para que no sonara a un ataque contra ella, porque en realidad el tema le sacaba mucha bronca de adentro pero era para con Nicole, no Steph. Pero aún así solía ponerse tan mal que saltaba contra cualquiera a la mención de ese tipo de cosas.

Estaba masticando otro pedacito de galleta cuando escuchó la explicación de Matt y se sintió apenada. Entendía a qué apuntaba y se sintió mal de siquiera haber preguntado. "I'm sorry. You're right. It was a stupid question." Dijo en voz especialmente baja y desanimada.

"People often think that men are always willing and often dream with that kind of encounters," comenzó a decir aún con suavidad, con un tono bastante íntimo y de confidencia porque sabía que era un tema delicado. Ella en particular, simplemente nunca se había planteado el tema de la violación a hombres.

"but you're absolutely right... having someone force you to do something you don't want to must be really tough to digest, regardless of your gender." Admitió pensativa, con una mirada de desaprobación en su rostro y de repudio ante ese tipo de circunstancias.

No respondió pero apretó los labios, como quien contiene furia. Nuevamente, no era hacia ella en absoluto, y de todas las personas en el mundo, Steph era con la que menos pensaría de desquitarse, incluso inconscientemente.

Se mostró algo más tranquilo después de que ella le dijera eso y hasta esbozó una ínfima sonrisa. Ella era la primer persona que ni se lo tomaba para broma, ni lo felicitaba estúpidamente, ni le decía que dejara de mariconear y lo superara de una puta vez. Tenía que admitir que resultaba reconfortante.

"Thanks for understanding." Murmuró casi como si estuviera él también pensando en voz alta. "No one else does, really." Y claro que tampcoo era algo sobre lo que él hablara mucho ni con cualquiera. Incluso el agradecer así era algo que sólo haría con ella, porque era una persona demasiado especial en su vida.

Le sonrió una sonrisa triste y suave, y por un rato no dijo nada más, concentrada en terminar lo que quedaba del té y la segunda galleta. Ya no sentía que el silencio con él fuera incómodo. Al menos, no en ese momento. Se limitó a observar a Matt y su hijo intermitentamente.

Cuando terminó su té, llevó la bandeja de vuelta al pequeño sector acomodado como cocina y se ocupó de los platos con una extraña sensación de familiaridad que tanto había extrañado. Incluso si Matt no estaba diciendo nada, ella podía sentir su presencia a sus espaldas, por así decirlo. Era algo extraño, pero siempre le había pasado de poder más o menos sentir a quien estuviera detrás suyo siempre y cuando supiera que estaban ahí. Era como ser demasiado consciente de la presencia de la otra persona, por así decirlo.

En este caso, se traducía en una sensación de calidez, de familiaridad que extrañaba mucho. Por un momento, se sintió transportada a cuando ella lavaba los platos después de cenar y él jugaba con Jade en la silla de la cocina, a sus espaldas. El pensamiento le puso una sonrisa en los labios que se mantuvo todo el rato que estuvo lavando hasta que regresó junto a él y volvió a ocupar su lugar en el sillón cercano.

Le sostuvo la mirada de manera agradecida durante varios segundos en respuesta a la sonrisa de ella, con una expresión de cariño.

Después, volvió a observarla mientras se levantaba a lavar los platos y sintió lo mismo que ella, el recuerdo tan vivo de cuando estaban en la cocina después de cenar y ella lavaba los platos mientras que él la observaba medio a escondidas mientras jugaba con Jade y se sentía inmensamente agradecido de poder tenerla en su vida, de poder ser quien ella eligiera para compartir las cosas simples pero importantes como cocinarle cuando volvía del trabajo y acurrucarse con él por las noches antes de dormir.

Ahora, se lamentaba de no poder tenerla y la falta que ella le hacía se sentía más fuerte que de costumbre en ese momento, convirtiéndose casi en un dolor físico.

Mientras ella lavaba, Revan se despertó y se incorporó sobre Matt, quien se comodó enseguida para poder darle descanso a su cintura, que en esa posición estaba muy incómoda y adolorida después de tanto rato. Él también se incorporó más en el sillón y acomodó a Revan en su regazo de mejor manera, para que pudiera mirar la sala mientras él seguía contemplando a Steph.

Cuando ella estuvo a punto de terminar, Matt lo giró para mirarlo y jugarle, que es lo que estaba haciendo para cuando ella llegó de vuelta al sillón que tenía al lado. Le sonrió en el momento en que sus miradas se cruzaron, de manera amistosa.

Al ver que Revan estaba despierto, se mostró más animada y más interesada en él que antes, porque no quería molestar tanto a Matt en ese momento hablándole más cerca para no despertar al niño. En el momento en que sus miradas se cruzaron, Fanny le devolvió la sonrisa de manera cálida y cariñosa, no excenta de cierta complicidad. Disfrutaba mucho del ambiente que se había formado entre ellos en ese momento.

Lo miró un ratito como con ganas, como quien quiere pedir permiso para sostenerlo y no se atreve, y después consideró que no quería meterse en situaciones incómodas como la de la vez anterior, ahora que estaban más o menos teniendo cierta paz. "He looks happy and healthy. You must be doing a great job with him." Le dijo con esas sonrisas medio tontas que las mujeres ponen ante los niños.

Notó enseguida la manera en que Steph miraba a Revan, tan distinta de cómo lo había mirado senanas antes, con bastante temor y algo de desagrado, y se le entibió el pecho por dentro nuevamente, como había pasado la vez anterior, en Dalton Manor, cuando la había visto comportarse ante él como una mujer normal, como él la recordaba ser con los niños y no con el celo que le había parecido sentir antes.

Asumió que la desagradable noticia de la concepción del chico había tenido tiempo de asentarse y ahora ella era capaz de manejar el hecho de que su ex marido tuviera otro hijo de mejor manera. Después de todo, no es como si estuviera con otra intentando armar la familia perfecta de la que tanto se jactan los norteamericanos.

Él también sonrió, con orgullo, cuando ella le dijo eso sobre Revan y entonces se le ocurrió por primera vez una idea que cuando ella miraba al niño con resentimiento no se le había ni acercado. "Do you want to hold him?" Le preguntó también con ese tono algo meloso que los padres orgullosos usan para ese tipo de ofrecimientos.

Si bien Fanny sabía que Matt la conocía lo suficientemente bien como para poder leerla fácilmente, no se esperó que notara sus ganas de sostener al niño, porque no se había dado cuenta de la manera en que lo había estado mirando. Además, sabía que no se había mostrado demasiado amistosa antes como para merecer la confianza de él en ese sentido. Sin embargo, la sorpresa fue agradable y la hizo volver a sonreír como una tonta a pesar de la sorpresa que aún mostraba. Asintió con una leve sensación de vértigo ante la idea de sostener al hijo de Matt, porque sabía que era de otra, pero al mismo tiempo, era como si no fuera de nadie, y se le parecía tanto al padre que era imposible no admirarlo.

Su sonrisa se ensanchó y se levantó del sofá para pasarle el niño a Steph con suavidad, inclinándose un poco sobre ella para hacerlo, de modo que por un momento sus rostros estuvieron bastante cerca. Sin embargo, Matt se aseguró de mantener la mirada baja, fija en el chico todo el tiempo, si bien eso no evitó que percibiera el agradable y característico aroma del perfume que ella siempre usaba. Tuvo que esforzarse por contener un suspiro.

Después de eso, aprovechó para caminar unos pasos por la sala, estirando la espalda y masajeándose la cintura mientras lo hacía, como intentando recuperar la sensación de normalidad en su cuerpo. Le costaba encontrar una posición cómoda con Revan en el sofá ahora que se estaba haciendo más pesado. Recién entonces se permitió suspirar a sus anchas, aunque en ese caso se debiera al alivio de poder estirar un poco las piernas y poder volver a enderezar la espalda de manera normal.

"Me deja la espalda a la miseria." Confesó con un tono levemente jocoso cuando regresaba a su asiento, el cual giró un poco para orientar más hacia ella antes de sentarse. La miró embobado, porque no había nada que le gustara más en el universo que la imagen de Stephanie sosteniendo un bebé.

Cuando Matt se levantó, ella se acomodó en el sofá para poder recibir a Revan, al cual agarró con bastante naturalidad, porque había tenido bastante experiencia con Jade y Ruby como para ponerse toda tensa y nerviosa como generalmente suele hacer la gente que recibe al niño del padre orgulloso de turno.

Ella también se volvió repentinamente muy consciente de la cercanía de Matt cuando se inclinó sobre ella con el cihco. Al igual que él, pudo sentir el perfume de Matt y la consiguiente sensación de mariposas en el estómago que asociaba con el mismo.

Después de que él se alejó, se concentró en Revan, que también olía bien y encima lo tenía cerca después de tantos meses de verlo desde lejos. Le pareció bastante maciso, si bien no lo veía gordo. Calculó que sería la diferencia entre él, que era un nene y las dos nenas a las que estaba acostumbrada, que seguramente eran más livianas por eso.

De inmediato comenzó a hablarle, saludarlo, hacerle preguntas tontas en media lengua y demás cosas que le salían de manera natural al entrar en contacto con chicos. Tenía una sonrisa enorme en los labios que le iluminaba la cara por completo como hacía mucho que no se la veía.

Levantó la mirada intrigada cuando notó por el rabillo del ojo que Matt se había puesto a caminar en lugar de volver a sentarse. El espectáculo que encontró le robó una sonrisa divertida y varias risitas entre dientes. "¿La paternidad no es tan fácil como creías?" Le preguntó medio en broma, porque con Jade había sido ella quien se había ocupado principalmente de los cuidados de la niña y él quien se limitaba a jugar con ella desde una posición más machista conservadora. Ahora que estaba haciendo él solo todo el trabajo duro, sin la ayuda de Jenna ni de nadie más que el ocasional servicio de niñera que su madre le brindaba, calculaba que debía comprenderla un poquito más que antes y ese tipo de balanceo de karma le dio un cierto placer inesperado.

Entionces se volvió a Revan quien estaba sentado en su regazo. "¿Qué le estabas haciendo a papi? ¿Eh? ¿Le estabas rompiendo la espalda? ¿Estabas cómodo durmiendo ahí encima?" Le dijo en un tono de voz demasiado agudo y lleno de un entusiasmo sobreactuado típico de quien habla con niños. Ella parecía fascinada y buscó la mirada de Matt. Hacía bastante que Ruby había dejado de ser bebé y tenía que admitir que extañaba un poco ese tipo de contacto.

Matt no pudo evitar reír por el comentario de Steph. "Nop." Siguió intentando enderezarse la espalda un rato más.

Para cuando ella volvió a hablarle a Revan, él ya había reacomodado el sillón y se había vuelto a sentar en él. La observó más embobado que enternecido, pero apartó la vista cuando Steph la miró.

Durante un largo rato se hizo el tonto mirando el cielo a través de la ventana, perdido en sus pensamientos.

Siguió jugando con Revan un rato hasta que el chico se cansó y sus movimientos se hicieron más lentos. Se acomodó contra ella con pereza, mirando la sala de profesores.

Fanny lo miró enternecida y comenzó a mecerse levemente para hacerlo dormir. Cada tanto, ojeaba a Matt para ver en qué andaba. La desanimó un poco el ver que estaba haciéndose el tonto evitando prestarle atención a ella, pero aunque la puso un poco triste, intentó que eso no se le notara demasiado en la cara. Lo logró apenas a medias.

Cuando dejó de meditar sobre el tema y volvió a mirar a Revan, el chico ya estaba dormido. La visión le robó una sonrisa cálida. "He's so beautiful, Matt." Le dijo en un suspiro para no despertarlo, volviendo a levanar la mirada hacia él con una sonrisa casi cariñosa.

Las palabras de Steph lo sacaron de sus pensamientos y lo hicieron buscar la mirada de ella con la suya. Le devolvió la sonrisa de manera igualmente cariñosa, casi íntima. "He's amazing." Le dio la razón, también hablando con suavidad, con ese tono de orgullo típico de los padres, combinado con su orgullo innato.

Se acomodó en el sofá de manera de estar un poco más inclinado hacia el lado en que estba Steph.

Ella también estaba un poco inclinada en la dirección de Matt, pero desde que se hubiera vuelto a sentar ahí. Volvió a sonreír al escuchar la respuesta de él, aunque había algo de tristeza en sus ojos porque sabía que era algo que no la incluía y deseaba tan fervientemente que las cosas fueran diferentes, que ellos aún fueran marido y mujer y Revan fuera de ella.

"Your mother must be thrilled... finally having a grandson..." Pensó en voz alta, en un tono que indicaba que venía ganando la tristeza por sobre la ternura.

Notó el cambio de actitud de ella, pero no adivinó jamás lo que estaba pasando por la cabeza de Steph. Nada más pensó que se habría agriado su humor al recordar a su suegra, con la que él sabía que ella no se llevaba para nada bien. Ese tipo de cambios de humor los recordaba perfectamente de cuando estaban casados y Laurel venía de visita o los invitaba a la casa, lo que pasaba al menos una vez por semana.

Él también se puso un poco serio cuando el ambiente se volvió más tenso. Se había desacostumbrado a ese tipo de comentarios sobre su madre y era un tremendo nene de mamá aunque tampoco saltó a la defensiva porque no era una ofensa garve ni mucho menos, sólo una insinuación. De todas formas, lo que le pasaba en esos casos era más bien que le daba pena que ambas no pudieran simplemente llevarse bien, ver las cualidades positivas de la otra como él lo hacía.

"Actually, my sister Annie has a boy too. A thirteen months old little boy." Explicó medio al pasar, para después volver a sonreír cuando una idea agradable le vino a la cabeza haciendo florecer su orgullo nuevamente. "But I have to admit she favors Revan." Dijo con complicidad a demás de orgullo, con un brillito en los ojos casi de triunfo. "She says he looks a lot like me when I was a baby." Explicó observando al niño dormido en los brazos de su ex.

Se mostró sorprendida de enterarse de que su ex cuñada tenía también un varón, pero después comprendió que no lo había visto porque aún era demasiado pequeño para jugar con las niñas. Eso la hizo sentir algo tonta por su comentario anterior, pero enseguida volvió a sonreír en respuesta a la sonrisa de Matt, las cuales siempre le habían resultado contagiosas al extremo, en especial cuando a demás le brillaban los ojos de esa manera tan orgullosa que tenía.

Rió brevemente, de manera nasal, por el comentario sobre el favoritismo. Sabía que su ex suegra era la reina de tener favoritos donde no debería tenerlos y eso siempre le había hecho cierta gracia, sobre todo combinado con la constante preocupación de Matt sobre quién era el favorito o no de Laurel. A ella no le pasaban esas cosas porque había sido hija única, pero estaba segura de que incluso si hubiera tenido hermanos, no hubiera sido del tipo celoso y competitivo. Al mismo tiempo, nunca hubiera podido elegir entre sus dos hijas.

Volvió a sonreír con cariño. "I always knew you had been a handsome baby." Le dijo sosteniéndole la mirada con un brillito en sus propios ojos, como si insinuara que pensaba eso porque ahora también lo encontraba muy apuesto.

Rió entre dientes, de manera orgullosa, visiblemente halagado por el comentario de ella. "So they say..." Dijo simplemente. Nada de falsa modestia. Sabía que era lindo y no iba a hacerse el pobrecito, menos con ella. Claro que eso no quería decir que no le encantara que le tirara ese tipo de indirectas. Su enorme ego siempre apreciaba tales gestos, en especial viniendo de ella, cuyas demostraciones de afecto aún hacían que se le entibiara el pecho por dentro.

Después de eso no supo qué decir y se quedó en silencio durante un rato, pensativo, aunque sin pensar en nada en particular. Más bien como colgado.

Había sonreído divertida por la desfachatez de él, a la que se había desacostumbrado, pero después la sonrisa se había ido marchitando en el silencio que siguió. No lo sentía tremendamente incómodoa, pero tenía que admitir que era un poco tenso. Buscó en su mente algo de lo que pudiera hablarle y no tardó en encontrar tema.

"I've heard your brother Michael is alive." Dijo medio de la nada, de manera un poco descolgada incluso, pero con cierto entusiasmo. Se alegraba por él. "How are you handling being the second favorite again?" Le preguntó enseguida, en tono de broma y con una sonrisa. Se había dado cuenta de lo colgado y personal que había sido su primer comentario. Ese era su intento por arreglarlo, haciéndolo pasar por una broma. Después de todo, ahora que el gemelo estaba vivo, se podía bromear al respecto ¿verdad? Y tenían suficiente confianza como para hablar del tema, tampoco es como si lo acabara de conocer o algo así.

El comentario descolgado le hizo levantar las cejas, pero las volvió a bajar enseguida, con una risa breve, en respuesta al chiste. Por un momento se había preguntado cómo podía ella saber de Michael, pero después razonó que de seguro debía haberlos escuchado a él y a Jax hablando durante la cena o una de sus partidas de ajedrez ahí en la sala misma de profesores en que estaban hablando.

"And who exactly said I'm the second favorite?" Le devolvió la broma con un tono sobreactuado de engreimiento. Parecía a punto de volver a reír. "Je" rió de manera nasal, aún dándose un poco de aires, aunque ya menos que antes.

"Nah, seriously? He's not what my mother expected he'd be when he grew up, so she's kinda disappointed in him... and, to be honest, so am I." Comentó ahora con un tono más serio, de confesión. "Not that I know him or anything, but we share the exact genetic code... one would think he'd be more like me... that we'd be more alike on the inside, right?" Preguntó de manera retórica, a nadie en particular.

"He's a doctor, and a rather famous one, too, but he's a bad person, you know?" A esas alturas, ya parecía estar pensando en voz alta, dando rienda suelta a sus cavilaciones. "He knew he had been kidnapped... and he didn't care. He even knew who we were and he didn't try to contact us even once... and it's been twenty four years..." Siguió diciendo, aún en ese tono meditabundo y desanimado que había adoptado. Quizás incluso hasta algo sombrío porque él también había tenido ciertas expectativas de lo que su gemelo debía haberse vuelto con los años.

Ni se le había cruzado por la cabeza el pensar que tal vez eso podía sonar a pasada de factura para con ella, que había hecho algo similar al dejarlo preocuparse y no avisarle que estaba viva. Estaba demasiado compenetrado en su línea actual de pensamiento como para hacer comparaciones. Como era un tema en el que no se había permitido pensar demasiado, porque tenía otros problemas más graves y urgentes, ahora que tenía tiempo para meditar, lo estaba haciendo. Por eso hablaba lentamente, con la mirada perdida en el suelo frente a él, el cual ni siquiera estaba mirando.

"He doesn't have many friends, never got married, never got a serious relationship, doesn't keep a pet, still lives in a rented apartment..." Su tono era uno de protesta, como si esas fueran ofensas contra él y contra el mundo. Parecía indignado e hizo una pausa como para calmarse, o tal vez sólo estaba reordenando sus pensamientos, o incluso tal vez buscandole más defectos.

"I don't know what I expected, either..." Tuvo que admitir para ser justo con la verdad. "I mean..." Comenzó a decir, pero ni él sabía a qué se refería. Suspiró pesadamente. Aún parecía molesto. "It's just that you think you know someone... you know? Because they're family and you've spent your early years together, but that doesn't mean anything." Dijo desanimado." My mother is wrong. She has always been wrong. Blood isn't thicker than anything!" Protestó aún indignado. "Even if he's my twin... what does it mean, really? We share genes, a couple of unusual talents and a mental disease. Big deal!" Ironizó.

"I've only talked to him twice, but that man and I have absolutely nothing in common. Jax is more of a brother to me than him!" Continuó quejándose. "So, yes! Maybe I had some expectations about what a twin brother should be like!" Confesó aún airado. "Maybe I was expecting to find someone I had more things in common with, someone with whom I had that special connection I remembered, not just a random stranger who happens to have my face!"

Matt hizo una pausa para intentar calmarse cuando se dio cuenta de que tenía la respiración agitada por todo lo que estaba diciendo. Sabía que era un poco injusto estarle diciendo todo eso a ella cuando solamente había hecho un chiste inofensivo, pero la cosa había ido escalando sola a la mención del tema, como si todo eso hubiera estado embotellado ahí adentro, esperando que alguien sacara el corcho de la botella para salir de un tirón. Además, sabía que ella lo comprendería. Ella siempre comprendía.

"After twenty four years, that special connection I remembered can be reduced to a love for getting in trouble, quidditch and candy. If you find a fucking kid who doesn't love all that I'm shaving my entire body and going gay!" Protestó con amargura.

Después de eso, se quedó en silencio un largo rato, pensando y masticando su furia y frustraciones. Recién cuando se calmó un poco pudo volver a pensar racionalmente y dirigirse a ella como una persona normal.

"I'm sorry." Comenzó a decir, ahora en tono arrepentido, mucho más calmado que antes. Después de que se pasara el ataque de ira, solo quedaba la decepción en él y no se molestó en ocultarlo. "I know you didn't mean to upset me. It's not your fault." Le aseguró todavía hablando en tono tranquilo y desanimado. "I just needed to get that out and you happened to bring out the subject." Explicó con una sonrisa ladeada de resignación. "I probably shouldn't have said anything but... it's so easy to talk to you... to be honest with you..." se encogió de hombro sin terminar la frase.

Fanny rió brevemente. "I don't know. Problably the same person who said you were the humble one." Bromeó.

Se sorprendió de ver que Matt le estuviera hablando en serio, diciéndole ese tipo de cosas privadas con aire de confidencia, porque no pensaba que después de todo lo que había sucedido entre ellos, él aún tuviera ánimo para usarla de confidente y contarle sus problemas personales y preocupaciones.

Asintió con seriedad cuando él le preguntó 'right?' y lo miró con cierta pena. Sabía lo mucho que Matt siempre había idealizado lo que la relación con su hermano gemelo podría haber sido, porque habían tenido varias conversaciones sobre el tema cuando habían estado casados.

Bajó la mirada apenada cuando llegó a la parte de que Mike jamás había intentado contactarse con ellos, porque se sintió un poco tocada, si bien no pensaba que él le estuviera pasando factura. En su experiencia, él siempre había sido bastante directo con las recriminaciones, al menos con ella, como para pensar lo contrario, pero eso no quería decir que no le tocara una fibra sensible.

Después de esa breve descripción, Fanny comenzaba a comprender la decepción de Matt. Realmente el otro gemelo sonaba muy distinto de él, al menos a simple vista, si bien cabía la posibilidad de que conociéndolo en profundidad el hombre resultara ser más como él.

Las palabras sobre repentinamente desconocer a alguien cercano en quien se tenía cierta confianza tácita por haber compartido mil cosas de chico, también la tocó muy de cerca y la hizo sentirse triste. Es lo que a ella le había sucedido con Elizabeth, en quien había confiado ciegamente toda su vida sólo para enterarse durante el divorcio de que ella se había estado acostando con Matt durante gran parte del año anterior. Eso le había dolido en muchos niveles, pero además, la había hecho perder la confianza en ella.

Lo miró apenada cuando él comenzó a irritarse y a levantar la voz, disertando sobre lo que un hermano gemelo debería ser. Hubiera querido que las cosas fueran diferentes para él, que salieran según sus deseos. Estaba a punto de decirle que se tomara las cosas con calma, que tal vez con tiempo pudiera descubrir que la conexión aún estaba ahí escondida en algún lado, cuando él volvió a hablar. Se alegró de que pareciera más calmado.

"I know." Le aseguró con suavidad, buscando tranquilizarlo. Realmente entendía cómo debía sentirse y sabía que esa era una reacción típica de él. Nada nuevo bajo el sol. "Better out than in, right?" Añadió aún hablando en voz baja.

Sonrió halagada. Era una sonrisa triste. "I know." Repitió. "And I feel honored that you still consider me your confident after all that's happened." Le dijo sinceramente, paseando la mirada por la mesa ratona frente a ella para no mirarlo a los ojos. Su tono era algo triste pero claramente sincero.

Después de una breve pausa, agregó: "About Chael... I've heard from Tess that he was never medicated until recently." Dijo con suavidad, insegura sobre si sus palabras lograrían sacarle otro exabrupto de ira o no. Rogó que no sucediera. "Maybe that's why he appears to be so different from you, why he never managed to have a family or a real life." Intentó buscarle una explicación lógica, aún andándose con cuidado, hablando con suavidad.

"Remember how hard it was for you to relate to others in a healthy way before you got diagnosed?" Le preguntó sabiendo que a muy pocas personas alguien tan orgulloso le perdonaría una mención tan directa a sus debilidades pasadas. Esperaba que por tratarse de ella lo dejara pasar, que pudiera ver sus buenas intenciones más allá de lo que estaba diciendo. "No one knows what your life would be like now if you hadn't been treated for so long, Matt. Give him some time and maybe you'll be rewarded with the twin brother you always wanted to have." Le sugirió con un tono suave y algo cariñoso.

Bajó la mirada y encontró que Revan estaba dormido. Sonrió tontamente y lo miró un largo rato antes de levantar la mirada hacia Matt. "Your son really is beautiful." Le dijo embobada, levantando la mirada hacia él sin que su sonrisa enorme se desinflara esta vez. Sus ojos ya no parecían tristes, aunque había un dejo de algo más en ellos, tal vez porque deseaba que el chico fuera de ella y no de la hermana de Jackson.

sintió con esa seriedad tensa de quien está molesto con sí mismo por haber mostrado debilidad cuando debía haber cerrado la boca, aunque sabía que ella tenía razón y era por eso que asentía. Guardarse dentro toda la basura que sentía solía llevar a que después tomara de más o simplemente se pusiera de un humor pésimo por días.

Le sonrió de manera triste pero cariñosa cuando ella le dijo que se sentía honrada de ser su confidente. Era difícil explicarle que aún la amaba, pero que estaba demasiado confundido por cómo ella lo había lastimado traicionando su confianza como para simplemente decidir que estaba todo bien entre ellos y seguir con su vida como si nada. Incluso a él le sonaba estúpido. Después de unos segundos de sostenerle la mirada para asegurarse de que recibiera el mensaje y con suerte lo interpretara de la manera correcta, apartó la vista y miró por la ventana sin interés real en el paisaje.

"Huh?" Volteó a verla cuando Steph habló nuevamente sobre su hermano, dirigiéndole una mirada inquisitiva. Asintió levemente, con seriedad cuando ella dijo lo que había escuchado a través de Tessa. Durante un largo par de segundos, Matt consideró las palabras de Steph y tuvo que admitir que tenían mucho sentido. No es que no lo hubiera pensado él mismo, porque realmente era un tipo brillante, pero muchas veces incluso las personas más intelectuales necesitan que alguien de afuera les de una visión más objetiva de la situación de turno, incluso si eso implica solo reforzar la teoría de ellos. Teniendo en cuenta su enfermedad, por más medicado que estuviera, Matt no se tenía demasiada confianza en lo que se refería a deducciones mentales cuando había un factor emocional de por medio porque sabía que a veces, si la cosa lo alteraba lo suficiente, incluso con la medicación podía perder visión de cómo eran realmente las cosas en el mundo real.

Le sorprendió que trajera eso a colación. Ella siempre había sido bastante considerada con su orgullo y tal vez por eso le dejó pasar la mención de sus años de debilidad... o tal vez se tratase de que ella era el amor de su vida. En cualquier caso, una parte de él sabía que ella tenía razón, por más que la terquedad infantil y egoísta tan característica de él, insistiera en que Chael tenía que cumplir con todas sus expectativas de inmediato y no dándole tiempo. Si había algo que Matt no era, eso era paciente.

Después de una larga pausa, asintió con seriedad. "You're right." Le dijo sabiendo que había muy pocas personas a las que estuviera dispuesto a darle la razón, incluso en privado. Realmente era muy orgulloso. "I probably should wait and see what happens." Pensó que era precisamente lo que estaba haciendo con ella de todas maneras y que su hermano se merecía como mínimo el mismo tratamiento antes de ser pateado olímpicamente de su vida de manera permanente.

Se le ocurrió que tal vez, inconscientemente, esa había sido la razón por la que había insistido en que ella tomara ese trabajo: para poder verla todos los días y así tener una oportunidad de perdonarla y ver si las cosas se podían arreglar entre ellos. Al mismo tiempo, su mente consciente, orgullosa e impulsiva, necesitaba el divorcio para sentirse libre de decidir y pensar. De lo contrario, cualquier decisión que tomara con respecto a ellos dos estaría condicionada por el hecho de que estaban casados y eso los forzaba a intentar arreglar las cosas incluso si se daba que estuvieran más allá del punto sin retorno.

Levantó la mirada hacia Steph cuando le habló de Revan y le devolvió una sonrisa igualmente enternecida aunque de manera bastante más cariñosa, no por referirse al niño, sino mostrando cariño hacia ella según demostraba el brillito en sus ojos.

Le sostuvo la mirada un rato largo, como estudiándola, intentando leer su mente de manera figurada para saber qué estaba pensando sobre él en ese momento, qué sentía. Literalmente, jamás se atrevería a meterse en la mente de Steph sin su consentimiento. La adoraba como a una deidad como para cometer semejante herejía... incluso después de todo lo que había pasado. Se dijo que probablemente era más instinto de conservación mezclado con un enorme orgullo bastante magullado por ella lo que sentía, más que enojo o resentimiento como lo había pensado en un principio.

Matt había estado en la lechucería más temprano, enviando unas cartas de negocios. Principalmente, documentos, y un pequeño plumón blanco se le había enganchado en el cabello cerca de la oreja izquierda sin que él lo notara. De lo contrario, obviamente se lo hubiera quitado.

Le sonrió de manera leve y asintió con expresión triste, por pura empatía. Quería que él fuera feliz. "At any rate, it won't hurt your chances." Explicó.

Por su parte, Fanny estaba convencida de que Matt aún la amaba, pero también sabía que era demasiado orgulloso como para dar el brazo a torcer, en especial cuando alguien lo hería en su orgullo como su intento de protegerlo había hecho. Era consciente de que lo había hecho pasar por un montón de dolor innecesario y entendía que élla resintiera por ello. Justamente porque conocía lo orgulloso y terco que podía llegar a ser es que dudaba que pudiera perdonarla por haberlo hecho quedar como un tonto (según los conceptos personales de él) durante años. Sin embargo, a veces, como en ese momento, lo veía mirarla con cariño y no sabía qué pensar. Ese tipo de miradas le daban esperanza, incluso si una voz en su cabeza le decía que por más que sintiera cosas por ella no querría volver a ser visto en público en su compañía después de haberlo humillado. Porque estaba segura de que alguien como él tomana su intento de protección por humillación. Después de todo, no había él dejado a Jewel, su amor adolescente porque alguien los había asociado juntos como pareja y eso lo había hecho sentirse humillado? Claro que uno podía crecer y madurar en quince años, pero aún cabía la posibilidad de que él siguiera siendo el mismo cuando se trataba de sentimientos tan básicos.

Fanny también le sostuvo la mirada, que se volvió más cariñosa y bastante cómplice al ver que él no apartaba la mirada y parecía responder de manera positiva a su sonrisa. Ella también lo estudió, preguntándose qué se le habría pasado por la cabeza la semana anterior para haberla besado y qué había cambiado en las últimas tres como para que él se mostrara más abierto a ella, porque no podía recordar nada puntual, realmente.

En eso notó la plumita en el cabello de Matt y desvió la vista de sus ojos al plumoncito. Sus ojos se entrecerraron mientras esbozaba una sonrisa nostálgica. La conexión con el juego que ellos jugaban años atrás fue inmediata. Siempre que Matt se sentía una mala persona, ella solía acercarse a él como para quitarle algo del pelo y utilizaba su escasa magia para hacer aparecer un plumón de ese tipo que simulaba sacarle de encima diciendo: "You shed a feather, my Angel. See? There's no way you could be a bad person."

Él estaba algo lejos de ella como para poder quitársela, de manera que le hizo una seña leve con la mano derecha mientras que lo miraba de manera elocuente, para completar el gesto.

Sí. Eso era literalmente lo que él había pensado con respecto a ella al tomar la decisión en cuestión. Definitivamente su hermano merecía al menos la misma consideración. "I'll do it." Declaró algo pensativo, como si no quisiera seguir hablando del tema.

La manera en que ella lo estaba mirando, lo hizo avergonzarse ligeramente al recordar el beso el fin de semana anterior. No había habido más que dos mujeres capaces de hacerlo ruborizarse: sólo ella y Jewel. Estaba a punto de apartar la mirada, cuando notó que la vista de ella se desvíaba y eso atrajo su atención y despertó su curiosidad. Instintivamente, siguió la mirada de ella, por más que no llegó a ver nada porque el ángulo no le daba. Entonces volvió a mirar a Steph, de manera inquisitiva y vio el gesto de ella.

Se le acercó con cierta curiosidad, estirándose un poco en el asiento para poder hacerlo.

Adoraba la manera en que ese hombre, que ella sabía era un mujeriego incurable, porque él mismo le había contado al detalle cada una de sus aventuras para entretenerla antes de que fueran pareja, se convirtiera en un jovencito vergonzoso en su presencia. Realmente la hacía sentirse poderosa y más femenina y sensual que cualquier ropa, maquillaje o cumplido del universo. Como siempre, disfrutó ese pequeño triunfo en silencio.

Cuando él se le acercó, estiró la mano derecha y, con suavidad, retiró el plumón blanco del cabello de Matt y se lo mostró con una expresión levemente sorprendida, aunque cómplice, cariñosa y nostálgica a la vez. El contexto no tenía nada que ver con el que habitualmente rodeaba a ese pequeño jueguito de ellos, de manera que eso podía explicar la sorpresa en ella.

En lugar de la frase habitual, le sostuvo la mirada en silencio, con una sonrisa leve, como de desafío. A la vez, sostenía la plumita con delicadeza entre su índice y pulgar, como si se la estuviera ofreciendo a él, en el gesto que utilizaba siempre.

Se sorprendió tanto como ella de ver el plumón cuando éste entró en su campo de visión y miró a Steph inquisitivamente, porque no entendía a qué podía venir ese gesto de manera tan colgada, cuando el resto del contexto no se condecía con el juego. Entonces encontró la sorpresa también en el rostro de ella y enseguida relacionó la pluma con la lechucería. Se imaginó que a ella le debía haber parecido una coincidencia simpática y por eso se la estaba mostrando con una mirada nostálgicar en lugar de dejarlo pasar.

"Make a wish." Susurró con una sonrisa cómplice, cariñosa y algo insinuante a juzgar por la manera en que le brillaron los ojos al decir eso, como si le estuviera tirando una indirecta. Era la misma frase que siempre le había dicho después de que ella le hiciera notar que se le había caído una pluma de sus supuestas alas de ángel, aunque en esas oportunidades, su tono era de cariño más que de insinuación como ahora, que le sostenía la mirada de manera levemente juguetona.

Después de decir eso, se volvió a sentar del todo en el sofá del que se había semi levantado para poder acercarse.

La sonrisa con que correspondió a la de Matt era todo cariño. No sentía que necesitara mostrarse insinuante para conseguir su atención y, de todas formas, ella nunca era insinuante. No era ese tipo de mujer. Cuando quería seducirlo, simplemente se lo pedía en tono de entrega total y dejaba que él hiciera la mayor parte del trabajo. No es que fuera demasiado cómoda o mala en la cama, simplemente era el arreglo que más cómodo les había resultado siempre a ambos. Ella disfrutaba siendo mimada y él henchía su ego al ser aplaudido en su desempeño. ¿Qué mejor?

Cerró los ojos suavemente, sin dejar de sonreír, y durante unos segundos se concentró en pensar cuál sería su deseo. Había varias cosas que quería y también estaba la manera de enunciarlo.

Suspiró apenas supo lo que quería. -I wish us to be a happy family again.- Deseó con toda su fuerza apretando la pluma en su puño cerrado para después abrirlo y soplar. Habitualmente, la pluma se deshacía en un suave polvo celeste que tomaba la forma de una paloma que salía volando de su mano para desaparecer en una lluvia de polvillo brillante varios metros más adelante. Era precisamente esa paloma la que había dado lugar al sobrenombre que él le había puesto: Dove, y que utilizaba sobre todo en privado.

En esa oportunidad, sin embargo, se había convertido en un fénix azul que también había salido volando de su mano con gracia para desintegrarse en una pequeña lluvia de polvo a varios metros de ella, casi sobre el extremo contario de la sala de profesores.

La observó con una sonrisa embobada, recordando tiempos mejores y deseando desesperadamente poder volver a ellos.

Se sorprendió bastante de ver el cambio en la figura aparecida por ella y la miró impresionado e inquisitivo. "A phoenix?" Preguntó instintivamente, pero después sonrió. "I like it." Admitió después de pensarlo un segundo. "It's optimistic." Observó, considerando que no necesitaba más explicaciones para que ella supiera a qué se refería. Después de todo, ella no estaba acaso intentando rehacer su vida prácticamente de cero desde las cenizas de lo que había sido su vida anterior?

Como siempre, le hizo la pregunta obligada: "What did you wish for?" De manera casi casual.