Zoo era una colgada total. Tenía novio, o al menos eso creía, pero no habían arreglado nada para verse en el baile. Cuando se veían, bien. Cuando no se veían, también. Tenía miles de intereses en su vida para preocuparse demasiado por lo que Tiene hiciera. Si no la quería, él se lo perdía.
Se había venido de rojo, en un strapless amplio que le llegaba hasta los tobillos pero era bastante simple. No tenía ni mostacillas ni detalle alguno aunque era de una linda tela satinada. Abajo, para poder saltar cómoda, se había dejado las zapatillas muggle y ni se había pintado ni peinado demasiado. Solo llevaba el pelo suelto y los mismos aritos de siempre.
Entró al gran salón con una sonrisa enorme en el rostro y buscó con la mirada a sus amigos. La música ya le movía el cuerpo al rítmo y estaba dispuesta a pasarla genial.