Primer entrenamiento abierto

Gavvie se había juntado con los capitanes de los cuatro equipos un par de veces para darles tips sobre quidditch y enseñarles algunas estrategias. Ahora, quería ver a sus jugadores en acción para poder corregirles los vicios de vuelo y de juego que pudieran tener, y para eso había citado a los cuatro equipos completos.

En base a las observaciones, daría una mini clase al final que se adaptara a las necesidades de todos. Se había ofrecido a hacer eso porque sabía lo importante que era que los jovenes talentos tuvieran incentivos y guía a lo largo de sus vidas para poder seguir sus sueños como ella lo había hecho.

((Miren quién revivió de entre los muertos caídos durante el fin de año lectivo!?^__^))

Maurlz adoraba a la jugadora con todo su ser. Era una fanática acérrima de ella y de todo lo que tuviera que ver con Quidditch en general. No podía creer su suerte de estar pudiendo recibir consejos de una celebridad como esa, ya que encima de adepta era fangirl total de todos los famosos de todo tipo.

Sin embargo, intentaba contener su entusiasmo y mostrarse relativamente tranquila para no quedar mal frente a su equipo y a su novio y amigas.

Llegó super temprano con su equipo y le hizo saber a la chica que estaba a su total disposición.

((WAAAAA UN ZOMBIE!!!))

Del llegó algo más tarde, también con su equipo a cuestas. Le dolía un poquito la cabeza de tener que escuchar a sus tres cazadoras hablando histéricamente de Gavrila todo el rato. A él no le impresionaba la famosa. Primero, él era guardián y los cazadores famosos le importaban bien poco. Segundo, no era de su tipo, así que ni siquiera como mujer le llamaba la atención.

"Buenas." Se dirigió a Maurie con una sonrisa. Con ella tenía buena relación porque era amiga de Lex y de Gipsy. "¿Todo bien, cappy?" Le preguntó de buen humor. Cualquier cosa con tal de no darle bola a la húngara.

Simon había acordado reunirse con su equipo a la entrada del campo de quidditch, así que llegaron algo más tarde. Sus compañeros parecían de mal humor (te apuesto lo que quieras) después de lo que había sucedido en el partido contra Ravenclaw. Sy venía temiendo que en cualquier momento se le amotinaran y lo mandaran a mudar como capitán, así que no estaba del mejor humor del mundo.

Por eso cuando vio a su prima segunda hablando con el franchute se puso inmediatamente de malas. Por un segundo, pensó en decirle que su hermano la engañaba con una chica de Ravenclaw y así divertirse un rato y vengarse por cómo ella lo había hecho quedar mal en frente de Mo la vez anterior, pero se contuvo por su hermano. Después de todo lo que lo había insultado y jodido, John todavía lo trataba bien y lo cuidaba y su madre siempre le había dicho que había que respetar la familia, que en todo caso había que hacer mierda a los de afuera.

Entonces, encaró el asunto por otro lado. "Ey, primita. ¿Cómo anda tu bebé? ¿Sigue muerto?" Le preguntó con una sonrisa de lado totalmente engreída y los brazos cruzados sobre el pecho. Tenía el mentón alto y una actitud de desafío que se le notaba en la voz. Después de decir eso, soltó la carcajada.

John había llegado con Maurie y el resto del equipo y se había mantenido al margen de la conversación entre los capitanes y la joven entrenadora, si bien tanto él como el resto de sus compañeros tenían las orejas paradas.

Por eso se tensó como cuerda de arco cuando su hermano menor saludó a su novia de esa manera. No podía creer lo que acababa de oír. Sabía que Sy era un hijo de puta, pero que fuera a escracharla frente a todos sus amigos y la gente que la respetaba, le parecía demasiado incluso para él. A demás de la ira, sintió tristeza porque recordaba lo simpático que había sido de chico y lo bien que todavía se llevaban cada tanto, cuando Sy dejaba de lado su hijodeputez y bajaba la guardia.

"You're so dead." Le advirtió. Le miraba como si fuera a saltarle encima en cualquier momento y partirle la cara a golpes y se había acercado bastante con esa misma intención. "I'm gonna show you some respect!" El premio anual, generalmente super calmo y amable, estaba totalmente sacado, incluso para los estándares del resto de la gente.

Sonrió animadamente al ver a Ed y le estrechó la mano con confianza. "Todo perfecto. ¿Tu?" Le devolvió la cortesía con facilidad. El chico le caía bien, incluso aunque fuera amigo de Lex, con quienes generalmente no se llevaba.

Maurlz se había preparado mentalmente para ese momento. Sabía que Sy la detestaba y que cabía la posibilidad de que hubiera algún tipo de altercado entre ellos, sobre todo después del intercambio desagradable que habían tenido la última vez en que se habían visto. Sin embargo, que la escrachara así en frente de todos los equipos de Quidditch del colegio y de una de las figuras más prominentes del deporte, eso sí que no se lo había esperado.

Sintió una furia amarga dentro de ella y hubiera sacado la varita y apuntado a matar sin pensar en las consecuencias si no fuera por un pequeño detalle. Nicky estaba a salvo. Incluso si su situación era precaria e inestable, estaba vivo y eso era lo único que le importaba. Eso fue lo único que impidió que la sangre Irlandesa en ella disparara a matar, con la poca conciencia que había heredado de sus abuelos death eaters. No por nada era la prima tanto de Sy como de John, las familias oscuras lo llevan en la sangre eso de la poca moralidad.

"John, that's all right." Le dijo a su novio con el ceño fruncido a pesar de que se le acababa de subir al estómago a la garganta de la impresión de verlo sacado. Solo una vez lo había visto así y no había sido nada agradable. Le daba miedo, pánico, que pudiera verse tan parecido a sus hermanos, a su familia de asesinos y si en ese estado había sido capaz de levantarle la mano a ella, que según él era lo más importante en su vida, de qué no sería capaz? No, definitivamente no quería verlo así. Necesitaba que él fuera Mr perfecto y ella la desastrosa. "He's not worth it." Le dijo con una mirada elocuente que aún tenía algo de miedo. Esperaba que eso surtiera efecto.

Llegó temprano con el resto de su equipo y esperó con sus compañeros aunque su mirada estuvo casi todo el tiempo fija en Gavrila de manera más o menos disimulada. Más de lo que una chica normal hubiera considerado decoro, pero menos de lo que hubiera sido común en ella.

Gavrila estaba principalmente concentrada en el quidditch en ese momento, pero aún así, su mirada se cruzó tres o cuatro veces con la de Adara. Una de esas veces, incluso le dedicó un atisbo de sonrisa.

"Parfait." Respondió con una sonrisa despreocupada que enseñaba bastantes de sus prolijos dientes. Después de eso, se quedó medio conversando de nimiedades, medio colgado entre sus amigos y el grupo de Maurie. Al menos hasta que comenzaran a llegar más de sus jugadores, no pensaba quedarse parado solo ahí como un tonto.

Notó el cambio de atmósfera cuando Simon apareció. No entendía qué había pasado entre Maureen, John y Simon, por lo que miró de unos a otros medio perdido, pero se imaginaba que no podía ser bueno. Ya fuera aluna alusión de Quidditch que él no comprendía como una escoba rota o algo así, o alguna otra cosa personal, estaba seguro de que los Puffies no lo habían comenzado. Después de la manera en que había visto a Simon comportarse con su propio equipo y con el de él durante y después del último partido entre ellos dos, sabía que no podía esperarse nada bueno de la serpiente... para variar.

Su expresión se volvió también desafiante tras ese corto análisis, y se volvió para darle cien por ciento el frente a Simon, de manera de quedar alineado con John y Maurie, demostrando así su apoyo, o al menos su aversión hacia Simon. Cruzó los brazos sobre su pecho. "Don't make me pick a side, Russell. You know I only need an excuse against you to take the team leadership from you." le advirtió aunque Maureen hubiera decidido que ella y John no seguirían discutiendo con Sy. Él sí pensaba hacerlo si el otro le daba una excusa. Estaba buscando una desde el partido.

((¿Qué le pasó a tu foto, Del?))

John apretó la mandíbula con furia. Se moría por saltarle encima a su hermano por haberle dicho algo así a Maurie, pero al mismo tiempo, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella para quitarse de encima la culpa de lo que había pasado con Lo y si ella le pedía que se calmara... bueno, no que fuera a calmarse, pero al menos intentaría que la cosa no pasara a las manos. Más que nada, porque había creído adivinar miedo en los ojos de Maurie, miedo a darle una razón a Sy para investigarlos, averiguar sobre Nicky y arruinar la vida de ambos de manera imprevisible. Así que por Nicky se contuvo, pero sus manos estaban cerradas en puños apretados y todo su cuerpo tenso, como si estuviera a punto de atacar al muchacho al que fulminaba con una mirada venenosa.