1° Clase de tutoría

Fanny estaba super nerviosa. En el último tiempo su vida había dado un vuelco terrible. De ser madre soltera y estar trabajando como enfermera muggle en un hospital había pasado a reincorporarse a la sociedad mágica, superado un juicio por asesinato sin sufrir la condena, sido dada de alta por la parte psiquiátrica de San Mungo, firmado un divorcio de mutuo acuerdo y entrado en disputa por la custodia legal de sus dos hijas. Eso sin mencionar el convertirse en la madre fundadora de la quinta casa de Hogwarts. Todo en un marco de dos meses.

Sí, estaba un poquito estresada cuando entró al aula seguida de sus dos nenas. "Por favor sientense acá al lado mío y no toquen nada." Les pidió con la suavidad que le era característica.

Levaba puesta una blusa de seda blanca y una pollera tubo negra ajustada a la cintura, la cual le llegaba hasta las rodillas. También tenía puestos aros de diamante y un maquillaje ligero, femenino y delicado, así como perfume francés. A pesar de todo eso, estaba transpirando al borde de un ataque de nervios. Tuvo que obligarse a sentarse para esperar a sus alumnos. Era la primera vez que los dejaba andar solos por el castillo sin su guía y temía que pudieran perderse o ser acosados por los otros alumnos, pero se recordó mentalmente que debía tenerles fé.

Levantó la vista al escuchar entrar al primero y después de que fueron llegando los demás se fue tranquilizando, pero no respiró bien del todo hasta que no llegó el último. "Bueno..." dijo nerviosamente desde su asiento y se aclaró la garganta. "Me alegra que hayan podido encontrar el aula sin problemas. Ahora que ya estamos todos, por qué no empezamos por presentarnos, como para irnos conociendo un poco mejor?" Sugirió. "Algún voluntario?"

((5 Ptos por asistencia.))

Ruby entró chicando tras su mami con una mochilita al hombro llena de juguetes. Llevaba puesto un jumper amarillo de lana y medias cancan blancas. Tenía zapatitos blancos y una cinta al pelo, así como aritos de rubíes en las orejas.

Se mostró desanimada al escuchar las instrucciones, pero estaba demasiado curiosa por lo que harían ahí dentro como para protestar. Caminó compungida hacia la silla designada y se sentó con dificultad, moviendo las patitas alternadamente.

Jade venía marchando detrás de ambas, tranquila como de costumbre. No tenía demasiada confianza con su madre, a quien hasta hacía dos meses había creído muerta, así que se mantenía más quieta y callada de lo habitual cuando le tocaba pasar tiempo con ella como en ese momento. A decir verdad, extrañaba a su papi, aunque sabía que de día él estaba ocupado. En todo caso, hubiera preferido estar en casa de la abuela Laurel con sus primas Berry y Emmy a quienes al menos conocía mejor que a su hermana.

Ella tenía un Jumper blanco con estampado de mariposas lilas y las mismas medibachas y zapatos que su hermana. Le disgustaba que Fanny quisiera vestirlas del mismo modo todo el tiempo como si fueran mellizas. Por eso prefería estar con Jenna que la dejaba expresarse libremente y ser una persona aparte.

Se sentó en la silla junto a la de Bee y abrió su propia carterita, de la que sacó un pequeño librito de los cuentos de Beedle el Bardo y comenzó a leerlo con cierta dificultad, arrugando el ceño ante las palabras más complicadas.

((Venía con alta cola la profe XD))

Lena llegó temprano. Siempre llegaba temprano a todos lados. Toda su vida había pensado que no podría cumplir su sueño de ir a Hogwarts, por lo que ahora que se había dado, intentaba ser perfecta en todo aspecto... no que pudiera evitarlo.

Saludó con una inclinación de cabeza y se sentó en el primer asiento frente al escritorio de la profesora.

Después levantó la mano para ofrecerse de inmediato.

"Mi nombre es Helena. Tengo doce años... cumplí el 29 de agosto, y vivo con mi mamá, mi papá y mis cinco hermanos en Mould on the Wold, donde el célebre ex-director de Hogwarts Albus Dumbledore pasó sus años de juventud. Soy la única Squibb de la familia desde hace tres generaciones y tuve solamente tres episodios de arrebatos mágicos nada más hasta ahora..."

Apareció después de Helena y se detuvo frente a los bancos sin poder elegir un asiento. Finalmente, se sentó junto a su compañera a pesar de que no quería estar tan adelante. Prefería ir más atrás y atraer menos atención.

Cuando le tocó el turno, habló. "Soy Sean, tengo once años y soy del Puddlemore United. Me encanta el Quidditch. Vivo con mi papá, y tengo un kneazle que se llama Spots."

((Mamá gansa XD))

Minnie llegó justo antes de que sonara la campana anunciando el comienzo de la clase y se sentó al otro lado de Helena. Prefería estar cerca de otra chica antes que tener que sentarse con un muchacho.

"Yo soy Minerva... nombre de vieja... ya sé." Dijo con una risita nervisa. "...pero prefiero que me digan Minnie." Aclaró con cierta timidez. "Tengo catorce años y estoy un poco grandecita para empezar la escuela, pero igual espero poder adaptarme... Vivo con mis papás en Barnton, en el condado de Cheshire... y tengo una hermana en séptimo que es prefecto..." dijo cada vez más nerviosa, sintiendo que hablaba de más y sin saber cómo dejar de hacerlo tampoco. "En Slytherin... se llama Lyle... y bueno... eso." Dijo finalmente cuando ya no supo qué más decir. Se volvió a sentar.