Entrando a almorzar

Mike entró en el gran salón arrastrando los pies. Estaba cabizbajo y con aspecto desanimado como siempre desde que hubieran asesinado a sus padres adoptivos y, para variar, se detuvo frente a la larga mesa de Gryffindor a mirar dónde había un lugar libre donde sentarse sin molestar a nadie. No quería que lo tuvieran que echar por sentarse donde otros grupitos ya estaban armados, como le había pasado antes. Había sido una humillación super incómoda y quería poder evitarla a toda costa siempre que pudiera.

En eso andaba, con cara de pobre cosa perdida, cuando reconoció una mata de pelo perteneciente a la chica de su curso que se había dignado a dirigirle la palabra de manera amistosa unos días antes. La que andaba descalza por el pasillo, pensó con un atisbo de sonrisa en los labios. Dudó un momento pero no se atrevió a acercarse de todas maneras y siguió ahí paradote como todos los días, tardando demasiado sin saber qué hacer.

Wendy estaba sentada a la mesa en su lugar habitual, hablando con sus amigas de cosas sin importancia, con su despreocupación habitual y buen humor característicos. En eso andaba cuando una de las chicas la codeó y le señaló que el chico nuevo la estaba mirando.

Ella pareció confundida durante un momento, pero después hizo la conexión mental mientras giraba la cabeza en dirección a la punta de la mesa cerca de la puerta para encontrarse con los ojos café de Michael en ella. Le sonrió inmediatamente con una sonrisa cálida y amistosa que no tenía nada de insinuación sino que era sincera e inocente. Levantó la mano para saludarlo con un movimiento rápido y repetido que demostraba obvio entusiasmo de niña joven y después amplió la sonrisa y le hizo señas de que se acercara a sentarse con ellos.

Después bajó la mirada a sus cosas para tomarlas y correrlas, haciendo lugar para Mike a su derecha.

Sabía que ella le había dicho que podía ir a sentarse con ella, pero no se había atrevido por miedo a que sólo lo hubiera dicho por cortesía o para quedar bien delante de los profesores, pero que no fuera a mantener su oferta frente a sus amigas, por eso mismo se la había quedado mirando dubitativa y tal vez también por eso es que se había mostrado incrédulo cuando ella lo miró con una sonrisa amistosa y lo invitó a acercarse. Su cara de que no se lo esperaba ni un poco debía haber sido bastante obvia, pero al menos los nervios que lo atacaron de repente, hicieron que desapareciera la leve vergüenza que había sentido cuando las amigas de Wendy le hicieran notar que la estaba mirando.

Tragó saliva al pensar en que seguramente haría algo estúpido que lo hiciera quedar mal delante de las muchachas y camino por entre la mesa de Gryffindor y la de Ravenclaw hasta llegar a donde estaba su compañera. Entonces se detuvo nervioso y awkward junto al asiento vacío donde ella había hecho lugar. "Uh... Hi." Dijo medio tenso, con esa voz de tontos que ponen los chicos de esa edad cuando están incómodos y no saben qué hacer con ellos mismos... por ejemplo, él en ese momento no sabía qué hacer con sus manos.

Notó que sus amigas estaban cuchicheando y riéndose por lo bajo, de lo que dedujo que las cargadas sobre que "tenía novio" no iban a tener fin esa noche en la habitación. Suspiró de manera escueta y se resignó mentalmente a lo que fuera. No iba a romper su promesa de dejarlo sentarse con ella ahora que estaba caminando en su dirección. A demás, le daba no sé qué que nadie le diera bola. No parecía un mal chico.

"Hiya." Lo saludó con una sonrisa despreocupada aunque se daba cuenta de lo nervioso que parecía estar. "Come sit with us." Lo volvió a invitar corriéndose un poco más hacia la izquierda para hacerle lugar en la mesa. "The pork is brilliant!" Comentó con entusiasmo antes de retomar sus cubiertos, dispuesta a seguir comiendo.

Se quedó paradote junto a ella con cara de nervioso y de no saber qué hacer, con la mandíbula apretada de los nervios.

Tardó un par de segundos en reaccionar a la invitación y asintió medio bruscamente y después se sentó en el banco junto a ella, acomodándose de manera algo torpe, como adolescente que no maneja bien su propio cuerpo todavía. "I'll try it." Hizo un esfuerzo para decir, y salió en voz medio baja y algo rasposa.

Apretó los labios en una expresión de decepción o hastío al notar la implacable timidez del muchacho, la cual la irritaba levemente. Intentó recordarse que seguramente todavía tenía muchos problemas en la cabeza con el tema de sus padres y lo que le había hecho Goodbark.

Miró mal a sus amigas, con una mirada de advertencia y de reto cuando gigglearon por lo bajo por la actitud tensa de él. Le parecían inmaduras algunas veces, pero eran las únicas amigas que tenía y no podía darse el lujo de mandarlas a mudar.

Sonrió algo más animadamente al oír la respuesta de él, que le pareció un buen signo. "You won't regret it." Le aseguró con un tono que intentaba infundir confianza. "So..." dijo entre bocados, alargando la "O" Para ganar tiempo y pensar cómo le estiraría la lengua. "What do you Americans do for fun?" Le preguntó después de tragar lo que tenía en la boca.

Después de sentarse, miró la mesa en busca del cerdo que Wendy había mencionado y le costó algo localizarlo. Era bastante lento, tanto en lo físico como en lo mental, pero finalmente se sirvió una porción, con movimientos caracólidos.

Miró el plato. No tenía demasiado hambre. Estaba demasiado nervioso, aterrorizado para comer, y las amigas de ella francamente lo intimidaban. Sin embargo, se forzó a probar un bocado del cerdo que realmente estaba muy bueno. Estaba en el proceso de masticarlo cuando le llegó la pregunta de su nueva amiga y la miró con cara de susto.

"Ah... baseball?" Preguntó como si fuera un examen oral y él estuviera inseguro sobre la respuesta correcta. Intentó hacer un esfuerzo por pensar claramente. "Football, videogames... I don't know." Confesó finalmente. No había recibido demasiado buenas reacciones al hablar de las cosas muggles que le interesaban, así que no quería exponerse demasiado a volver a meter la pata ahora que alguien le hablaba.

Ella le había entrado a su plato sin reparos y con bastantes menos modales que las chicas educadas en familias funcionales, si bien tampoco parecía un camionero.

Tenía toda su atención en la comida hasta que Mike le habló. Entonces levantó la mirada hacia él con curiosidad. Bien podía haberle estado hablando en chino. "What's videogames?" Preguntó porque al ser lo último mencionado, era de lo que se acordaba.